You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
120 VIERNES PRIMERO<br />
VIERNES PRIMERO DE CUARESMA,<br />
LUMADO TAMBIEN VIERNES DE LAS CÜATRO TEMPORAS.<br />
Todos los oficios <strong>de</strong> Cuaresma no se dirigen mas que á<br />
inspirarnos una gran compunción <strong>de</strong> corazón, y una viva<br />
confianza en la misericordia <strong>de</strong> Dios, y á ensenarnos á orar<br />
con humildad, con fervor y con perseverancia. El introito<br />
<strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> este dia es una corta oración, que contiene<br />
todos estos objetos; y que <strong>de</strong>beria sernos muy común. Está<br />
lomado <strong>de</strong>l salmo 2í, el cual es una oración <strong>de</strong> las mas<br />
<strong>de</strong>votas que pue<strong>de</strong>n hacerse á Dios, y <strong>de</strong> las mas propias<br />
para obtener c! perdón <strong>de</strong> los pecados. No aguardéis mas,<br />
Sefior, á librarme <strong>de</strong> mis penas. Consi<strong>de</strong>rad mi abatimiento<br />
y los males que sufro, y conce<strong>de</strong>dme que pueda á lo<br />
menos con ellos espiar todos los pecados que he cometido.<br />
Es verosímil que este- salmo se hiciese, como ya se ha<br />
dicho, durante la rebelión <strong>de</strong> Absalon. Él es una oración<br />
afectuosa <strong>de</strong> un hombre que está afligido, y que abrumado<br />
<strong>de</strong> tristeza, y partido el corazón <strong>de</strong> dolor, recurre á Dios,<br />
lleno <strong>de</strong> confianza en su misericordia.<br />
La Epístola que se lee en la misa es una continuación<br />
<strong>de</strong> la <strong>de</strong>l dia prece<strong>de</strong>nte. El profeta Ezequiel nos reitera la<br />
misma verdad, á saber ; que cada uno sufrirá la pena <strong>de</strong><br />
su pecado, y que ninguno será castigado por otro. El hijo<br />
no llevará sobre sí la iniquidad <strong>de</strong>l padre , ni el padre la<br />
<strong>de</strong>l hijo. En efecto,Dios no ha imputado jamás á nadie los<br />
pecados <strong>de</strong> otro. Es muy justo y muy misericordioso para<br />
que repruebe á un alma inocente. Si nosotros sufrimos la<br />
pena <strong>de</strong>l pecado original, es porque verda<strong>de</strong>ramente este<br />
pecado es también nuestro. Si permite alguna vez en este<br />
mundo que el inocente sufra con el culpable , y que sea<br />
envuelto en el mismo castigo; esle azote en los <strong>de</strong>signios<br />
<strong>de</strong> Dios es una prueba que puedo ser una fuente <strong>de</strong> bienes<br />
para el hombre inocente , y nó una pena para castigar un<br />
culpable. Estos azotes con que Dios aflige á los justos á<br />
causa <strong>de</strong> los pecadores son mas bien favores <strong>de</strong> su parle,<br />
que efectos <strong>de</strong> su venganza. Las cruces y las adversida<strong>de</strong>s<br />
en el cristianismo son beneficios y nó azotes. No era<br />
lo mismo en la antigua ley , al menos en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l pueblo-<br />
<strong>Los</strong> judíos no podían mirarlas penas <strong>de</strong> esta vida sino<br />
como verda<strong>de</strong>ros males; y como todo mal es una pena<br />
<strong>de</strong>l pecado, concluían <strong>de</strong> aquí, que sí ellos no habían merecido<br />
las penas que sufrían, las sufrían en castigo <strong>de</strong> los<br />
pecados <strong>de</strong> sus padres. De don<strong>de</strong> proce<strong>de</strong> que en sns oraciones<br />
pedían perdón á Dios no solo <strong>de</strong> sus propios pecados,<br />
sino también <strong>de</strong> los <strong>de</strong> sus padres. Yo os suplico. Señor,<br />
<strong>de</strong>cía Daniel (Dan. 9.), que apartéis <strong>de</strong> vuestra ciudad<br />
vuestra ira y vuestra indignación , porque Jerusalen y<br />
vuestro pueblo están hoy mirados con oprobio <strong>de</strong> todas las<br />
naciones que nos ro<strong>de</strong>an , á causa <strong>de</strong> nuestros pecados y<br />
<strong>de</strong> las iniquida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestros padres. «¿Quiero yo por<br />
ventura la muerte <strong>de</strong>l impío?» dice el Señor. Dios quiore<br />
en verdad la conversión <strong>de</strong>l pecador, y nó su muerte;<br />
quiere nuestra salvación, ynó nuestra pérdida. ¡Qué consolatorio<br />
es este artículo <strong>de</strong> nuestra fél pero iqué aflictiva<br />
será eternamente esta verdad para aquellos que se con<strong>de</strong>nonl<br />
;Nohay ningún reprobado que no sea el artífice <strong>de</strong><br />
su reprobación. Hé aquí la conducta que yo observo, dice<br />
el Señor, en la economía <strong>de</strong> la Salvación <strong>de</strong> los hombres.<br />
\o <strong>de</strong>seo que todos los hombres se salven , y á todos les<br />
doy yo mugracia para ello. Si el justo, á pesar <strong>de</strong> todos<br />
mis ausílios, pier<strong>de</strong> su justicia, y muere en su pecado, yo<br />
olvidaré para siempre todas sus buenas obras pasadas, y<br />
se con<strong>de</strong>nará. Si el pecador se convierte <strong>de</strong> buena /é, si<br />
hace penitencia y muere en estado <strong>de</strong> gracia, yo no lo<br />
echaré en cara sus iniquida<strong>de</strong>s pasadas, y se salvará. ¿Diréis<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esto, dice el Señor, que mis caminos no son<br />
justos?<br />
El Evangelio <strong>de</strong> este día no es ni menos consolante ni<br />
menos inslrnclivo.Después <strong>de</strong> haber predicado Jesucristo y<br />
hecho muchos milagros en las ciuda<strong>de</strong>s y en las al<strong>de</strong>as,<br />
se fué á Jerusalen al tiempo <strong>de</strong> la fiesta <strong>de</strong> losjudios. Créese<br />
que era la fiesta <strong>de</strong> las Suertes que se celebraba el 1 i<br />
<strong>de</strong>l mes Adar; que era el último mes <strong>de</strong>l año judaico. Había<br />
en Jerusalen una piscina, llamada en griego «probálica,»<br />
estoes piscina para las reses ; y en hebreo «bethsaida,»<br />
que quiere <strong>de</strong>cir casa <strong>de</strong> misericordia. Era una<br />
fuente gran<strong>de</strong> y anchurosa colocada cerca <strong>de</strong> una puerta<br />
<strong>de</strong> Jerusalen , por don<strong>de</strong> entraban los rebaños ; y en la<br />
que, según san (¡ei-ónimo, se lavaban los intestinos <strong>de</strong> los<br />
animales que se sacrificaban en el templo. Al re<strong>de</strong>dor <strong>de</strong><br />
esta piscina había cinco pórticos ó galerías , en los cuales<br />
había en todo tiempo un gran número <strong>de</strong> enfermos; muchos<br />
ciegos, cojos y paralíticos acostados en sus camillas,<br />
todos los cuales esperaban que el agua fuese removida por<br />
un ángel que en un tiempo <strong>de</strong>terminado no <strong>de</strong>jaba nunca<br />
<strong>de</strong> bajar á esta fuente y <strong>de</strong> remover el agua <strong>de</strong> ella, y entonces<br />
e! primero <strong>de</strong> los enfermos que entraba en ella quedaba<br />
infaliblemente curado <strong>de</strong>cualquiera enfermedad que<br />
tuviese. Todo el mundo era testigo hacia mucho tiempo <strong>de</strong><br />
esta maravilla. El Salvador fué á visitar este hospital, y<br />
entre una muchedumbre eslraordinaria <strong>de</strong> enfermos percibió<br />
un paralítico que hacia treinta años estaba tendido<br />
en un lecho sin po<strong>de</strong>rse mover. El Hijo <strong>de</strong> Dios se acercó<br />
á él, y le preguntó si quería curar. Parecía inútil esta pregunta,<br />
mas el Salvador quería ensenarnos que quiere ser<br />
rogado, y que la curación <strong>de</strong>l pecador es siempre voluntaria,<br />
aun cuando siempre sea efecto <strong>de</strong> su pura bondad.<br />
El enfermo que no conocía la omnipotencia <strong>de</strong> aquel que<br />
le hablaba, respondió que hacía mucho tiempo que <strong>de</strong>seaba<br />
su curación , pero que no tenia nadie que le echase en<br />
la piscina inmediatamente que el agua era movida, y que<br />
por mas que él se esforzase para echarse en ella, siempre<br />
se le a<strong>de</strong>lantaba otro. Levántale, le dijo Jesús, toma tu lecho,<br />
y vétecon él. Entonces el paralítico, conociendo que<br />
estaba sano , se levantó , cargó su lecho á cuestas , y se<br />
fué con él, con gran<strong>de</strong> asombro <strong>de</strong> lodo el pueblo.<br />
Este milagro, que al paso que era una señal sensible dq<br />
la bondad <strong>de</strong>l Salvador, era también una prueba brillante<br />
<strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r, fué inmediatamente con<strong>de</strong>nado por losjudios<br />
como una profanación , y una violación <strong>de</strong> la ley, porque<br />
había sido hecho en sábado. Con esa falsa apariencia <strong>de</strong><br />
piedad, con que coloreaban ordinariamente su odio y sus<br />
zelos, inquietaron al paralítico sobre su curación, y le hicieron<br />
un crimen <strong>de</strong> su obediencia. Yerda<strong>de</strong>rocarácler <strong>de</strong>l<br />
falso zelo. Se apura por las observancias esteriores <strong>de</strong> lu<br />
ley, mientras que <strong>de</strong>ja fomentar en el corazón las pasiones<br />
mas criminales, y que en él se alimente un odio mortal. El<br />
Hijo <strong>de</strong>l hombre, dice san 3Iateo, es el Señor <strong>de</strong>l sábado;<br />
y era muy propio <strong>de</strong> la sabiduría <strong>de</strong>l Salvador, dice el<br />
abad Kuperto, que sus milagros que eran una prueba <strong>de</strong><br />
su divinidad, fuesen conocidos en Jerusalen <strong>de</strong> un gran<br />
número <strong>de</strong> personas, y por esto sin duda los obraba ordinariamente<br />
el Salvador en sábado. No era convertirse pf'3