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i 08 MARTES PimiKRO<br />
fruto <strong>de</strong> él; para impedirnos recibir las gracias y f-ivores<br />
singulares que <strong>de</strong>rrama abundanUMiirnle sobre lodos los<br />
que vienen á adorarle en su lemplo, en don<strong>de</strong> oye Mra oraciones<br />
y sus votos; y lié aquí lo que mueve al <strong>de</strong>monio<br />
para hacernos cometer tantas irreverencias en el lugar<br />
santo. <strong>Los</strong> milagros que el Salvador hizo inmodiatamenle<br />
<strong>de</strong>spués en el templo mismo, lo atrajeron nuevas aclamamaciones.<br />
<strong>Los</strong> niños no cesaban <strong>de</strong> clamar: «Ilosanna al<br />
Hijo <strong>de</strong> David», mientras que los príncipes <strong>de</strong> los sacerdotes<br />
y los escribas, esto es, los intérpretes <strong>de</strong> la ley, reventaban<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>specho contra él. Cosa eitrafia" los príncipes <strong>de</strong><br />
los sacerdotes y los doctores <strong>de</strong> la ley veian á Jesucristo<br />
obrar milagros, y en lugar <strong>de</strong> imitar á los niños que le<br />
dan gloria, no pue<strong>de</strong>n disimular el sentimiento que tienen<br />
<strong>de</strong> verle honrado, Jesucristo les <strong>de</strong>jó y se salió <strong>de</strong> la ciudad<br />
para ir á Itctaiiia en don<strong>de</strong> se hospedó. lié aquí el<br />
triste efecto <strong>de</strong>l endurecimiento <strong>de</strong> los judíos, y la causa<br />
funesta <strong>de</strong> su reprobación. Las exhortaciones <strong>de</strong>l Salvador<br />
no les conmueven; sus milagros les hacen todavía mas<br />
obstinados; resisten tenazmente á las eficaces solicitaciones<br />
<strong>de</strong> la gracia: el Salvador, en fin, les <strong>de</strong>ja y se va á<br />
hospedar á casa <strong>de</strong> gentes mas dóciles y mas religiosas.<br />
Ejemplo terrible <strong>de</strong>l castigo mas espantoso. Libertinos, mujeres<br />
mundanas, gentes sin religión, vosotros resistís á las<br />
mayores gracias; nada os conmueve, rehusáis con arrogancia<br />
el convertiros: Dios no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> tener almas dóciles<br />
que le indomnizurán bien <strong>de</strong> vuestra pérdida. Dios calía,<br />
Dios se relira, y vosotros moriréis en vuestro pecado.<br />
La oración <strong>de</strong> la misa <strong>de</strong> eslc dia es como sigue :<br />
Réspice, Domine, famüiam<br />
tuam, et proesta: ut apud<br />
te mens nos ira tm <strong>de</strong>si<strong>de</strong>rio<br />
fulgeM, quee se carnismaceralione<br />
casligat. Per Dominum...<br />
La Epístola es tomada <strong>de</strong>l cap , ss <strong>de</strong> la profecía <strong>de</strong> Isaías.<br />
hi diebus<br />
illis: Locutus<br />
est Isaías prof líela, dicens:<br />
Quoerite Dominum, dum iiiveniripotesl:<br />
invócale eum,<br />
dum propé est. Derelhiquat<br />
impius viam suam, el vir<br />
inifjuus cogilaliones suas, et<br />
revertatur ad Dominum, ct<br />
miserebilur ejus : et ad Deum<br />
nostrum , quoniam multus<br />
est ad igmscendum. Non enim<br />
cogilaliones mem, cogilaliones<br />
veslra;: ñeque vice vestroe.<br />
vice mea;, dicil Dominus.<br />
Quia sicul cxahanlur coeli d<br />
térra, sic exaltaloe sunt vice<br />
mea; a viis veslris, el cogilaliones<br />
mea; a cogilalionibusvestris.<br />
Et quomodb <strong>de</strong>semdil<br />
imber ct nix <strong>de</strong> ccelo, el<br />
illue ullrá non revertitur,<br />
sed inebriat terram, et m-<br />
fundit eam, el geminare<br />
Mirad, Señor , á vuestros<br />
siervos, y haced que<br />
nuestra alma, que se castiga<br />
por la maceracion <strong>de</strong><br />
la carne, brille <strong>de</strong>lante <strong>de</strong><br />
vos por la pureza do sus <strong>de</strong>seos.<br />
Por nuestro Señor, etc,<br />
En aquellos dias ha'oló el<br />
profeta Isaías á los <strong>de</strong> su<br />
nación , y les dijo: Buscad<br />
al Señor mientras pue<strong>de</strong><br />
hallarse, invocadle mientras<br />
está cerca. Deje el impío<br />
sus caminos, y clinjusto<br />
sus pensamientos, y<br />
vuélvase al Señor que se<br />
compa<strong>de</strong>cerá <strong>de</strong> él, y á<br />
nuestro Dios, porque está<br />
lleno <strong>de</strong> bondad para perdonar.<br />
Porque mis pensamientos<br />
no son vuestros<br />
pensamientos, ni mis caminos<br />
son vuestros caminos,<br />
dice el Señor, Porque<br />
tanto como los cielos están<br />
elevados <strong>de</strong> la tierra , otro<br />
tanto mis caminos están elevados<br />
sobre vuesiros caminos,<br />
y mis pensamientos<br />
sobre vuestros pensamieneam<br />
fácil, el dat semen serenli,<br />
el panem comedcnli: nieve bajan <strong>de</strong>l cielo y no<br />
los. Y como la lluvia y la<br />
sic eril verlnm meum, quod vuelven mas allá , sino que<br />
egredietnr <strong>de</strong> ore meo : non empapan la tierra, la IVcundizan<br />
y la hacen brotar,<br />
reverlelur ad me vacuvm, sed<br />
faciet quw.cumque volui; el y que dé semilla para sembrar,<br />
y pan para mante<br />
prosperabilur in kis, ad qua;<br />
misiillvd, ail Dominus omnipolens.<br />
que sale <strong>de</strong> mi boca: no<br />
nerse, así será mi palabra<br />
volverá á mí sin fruto, sino<br />
que hará lo que yo quiero,<br />
y prosperará en aquellos<br />
para quienes la be enviado,<br />
dice el Señor oninipolente.<br />
La tradición constante <strong>de</strong> los hebreos seguida <strong>de</strong><br />
Padres <strong>de</strong> la Iglesia, es que Isaías fué serrado vivo al principio<br />
<strong>de</strong>l reinado <strong>de</strong> Manases, rey <strong>de</strong> Judá. San Justino<br />
mártir acusaba á los judíos <strong>de</strong> haber borrado <strong>de</strong> los libros<br />
santos esta circunstancia que hacia tan poco honor á sus<br />
padres. La verda<strong>de</strong>ra causa <strong>de</strong> la indignación <strong>de</strong> aquel rey<br />
implo era la libertad quo se tomaba Isaías <strong>de</strong> repren<strong>de</strong>r<br />
sus <strong>de</strong>sarreglos.<br />
REFLEXIONES.<br />
«Tanto como los cielos están elevados <strong>de</strong> la tierra, otro<br />
lauto mis caminos están elevados sobre vuesiros caminos,<br />
y mis pensamientos sobro vuestros pensamientos.» Dios<br />
piensa muy <strong>de</strong> o'ra manera quo nosotros <strong>de</strong> las verda<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> la religión, <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> los bienes criados, <strong>de</strong> todo lo •<br />
que está al alean e do los sentidos, <strong>de</strong> las vanas i<strong>de</strong>as do<br />
gran<strong>de</strong>za, do felicidad, <strong>de</strong> fortuna; en una palabra, <strong>de</strong><br />
todo lo que <strong>de</strong>slumhra y lleva en pos <strong>de</strong> sí el enlendimiento<br />
y el corazón humano. Nosotros no apreciamos masque<br />
lo quo lisonjea á la ambición, lo quo alimenta la codicia,<br />
lo que halaga al amor propio. <strong>Los</strong> puestos mas elevados<br />
dispieitan nuestras pasiones, los placeres encantan nuestros<br />
senlidos, y nos embriagan los honores. Por e! contrario,<br />
se licno horror á la pobreza, se miran las adversida<strong>de</strong>s<br />
como azotes <strong>de</strong> Dios, y las humillaciones como <strong>de</strong>sgracias.<br />
Una vida oscura es <strong>de</strong>spreciada; no se alaba mas que lo<br />
quo brilla; no se hacen votos sino por la prosperidad. Echad<br />
una mirada sobre lo quo se llama hoy gran mundo: ¿qué<br />
lugar ocupa la religión en su esp rilu y en su corazón?<br />
¿qué estima se hace en él <strong>de</strong> las máximas <strong>de</strong>l Evangelio?<br />
No digo ya entre las mujeres mundanas, y enlro tantos<br />
jóvenes libertinos, sino aun entre los que hacen profesión<br />
<strong>de</strong> cristianos y procuran llevar una vida bastante arreglada.<br />
<strong>Los</strong> oráculos <strong>de</strong> Jesucristo sobre e! precio y el mérito<br />
<strong>de</strong> la humildad, sobre el valor y el mérito <strong>de</strong> los<br />
sufrimientos, ¿hacen gran<strong>de</strong> impresión sobro los corazones?<br />
So pasma uno do las perniciosas máximas <strong>de</strong>l<br />
mundo: ¿ so gusta mucho en él <strong>de</strong> las máximas <strong>de</strong>l Evangelio?<br />
¿está bien penetrado <strong>de</strong> las terribles verda<strong>de</strong>s do<br />
la religión? ¿seria bien recibido en él, si se hiciese el elogio<br />
déla mo<strong>de</strong>stia cristiana, <strong>de</strong> la regularidad ejemplar,<br />
déla morlilicacion? Lo que se alaba en él es una moda^<br />
un equipaje suntuoso, una continuación do placeres y liosas<br />
mundanas, quo la moral cristiana reprueba. ¡Qué divrencia,<br />
buen Dios! ¡qué oposición entro los ponsamientos<br />
<strong>de</strong>l Criador y los nuestros! ¡ entre nuestias máximas y las<br />
do Dios 1 Necesariamente uno <strong>de</strong> los dos vive en él error;<br />
¿quien es el quo se engafia? Y si la ilusión y el error es-