Iberia Magazine Nº 11 Edición Digital

tronómicos fueron los frijoles, que recibieron
varios nombres aprovechando la
llegada del hombre europeo. Según los
datos históricos el propio Cristóbal Co -
lón acuñó el término de fabas para los
frijoles. De la expansión de las habichuelas
se ocuparon los comerciantes, que
las llevaron al resto del planeta.
Nuestras Habichuelas con dulce
Aunque el origen de las habichuelas con
dulce es incierto, hay distintas ver sio nes
que atribuyen su origen a un militar francés
llamado Dorvo Soulastre. Corrían los
años de presencia francesa en Saint Domingue,
nombre por el que fue conocida
la colonia establecida por Francia en la
isla, y que por un periodo de tiempo abar -
có todo el territorio insular, Haití y República
Dominicana.
Entre los franceses que llegaron a la isla
estaba Francois Delalande, que era dueño
de una finca que producía legumbres en
el norte del hoy Haití. Parece ser que un
mulato le pidió matrimonio a una de las
hijas de Delalande y ante la negativa que
recibió decidió vengarse haciendo la vida
imposible a la familia. Delalandé huye a
Monte Cristi con su familia y de allí se
trasladan a Santo Domingo, donde la familia
comienzan a cultivar un pedazo de
tierra. Entre todas las legumbres producidas
por Delalande, Soulastre se interesó
por unos “frijolillos” que se comían
azucarados, como también se hacía en
Francia. Ante la imposibilidad de cultivar
los frijoles franceses en la tierra dominicana,
debido a las condiciones climáticas,
Soulastre los sustituyó por otros que
pro cedían de Estados Unidos y en su pre -
pa ración comenzó a utilizarse la leche.
Sobre el año 1844 fueron sustituidos por
las habichuelas producidas en Centroamérica,
y esas habichuelas azucaradas
se convirtieron en nuestras sabrosas y
tradicionales habichuelas con dulce dominicanas.