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lingüística La Jaquetía se ha formado sobe la base de aquel castellano medieval, al que, en distintas etapas, se fueron agregando términos del hebreo, del árabe dialectal marroquí y del español moderno. Como sucede en el judeoespañol de Oriente, las raíces de verbos de otro origen (árabe o hebreo) se conjugan de acuerdo con las reglas del castellano 5 . En oposición al judeoespañol del Oriente, en esta lengua hay escasez de escritos e informantes originales. A fines del siglo XIX (y aún antes) y comienzos del siglo XX, se produce una verdadera rehispanización de la Jaquetía. Según la investigadora Isabel Molina Matos: «La proximidad geográfica, los contactos continuos con los españoles desde la Guerra de África, el establecimiento del Protectorado y la posterior emigración a España, han contribuido a que la Jaquetía haya ido disolviéndose en el español hasta desaparecer (...) la Jaquetía permanece como sustrato que deja sentir su influencia en el habla coloquial» 6 .Entraremos ahora en el análisis del primer grupo de las inmigraciones que comentaremos. Abrir las puertas Desde mediados del siglo XIX, los judíos marroquíes de las costas del Mediterráneo (Tánger y Tetuán), fueron pioneros en la inmigración. Su lengua española, como hemos dicho, (conocida como la Jaquetía) les facilitó su integración rápida al nuevo continente. Iquitos en Perú, Manaos y Belém do Pará en Brasil son ejemplos de una inmediata adaptación al medio. Si bien la emigración desde Marruecos había comenzado ya a principios del siglo XIX en forma esporádica, fue sólo hacia 1862 que se inició una corriente emigratoria considerable (algunos centenares), inicialmente hacia España y, luego, hacia Iberoamérica: Brasil, Venezuela y Argentina. 34 Maguén-Escudo Abril - Junio 2010 En efecto, tras la guerra hispano-marroquí (1859-1860), al producirse la retirada de las fuerzas hispanas –el 2 de mayo de 1862– los judíos marroquíes comenzaron a sentir el hostigamiento de los musulmanes locales, lo que se tradujo en una fuerte corriente emigratoria. Justamente por esa época se instalaron las escuelas de la Alliance Israélite Universelle en Tetuán (en 1862) y Tánger (en 1864). La Alliance Israélite Universelle (en el futuro la llamaremos Alianza) era una organización filantrópica judía francesa creada con el objetivo de instruir en la cultura gala a las minorías judías en países de bajo nivel cultural. Las ideas europeas de progreso y capacitación para el mundo moderno eran transmitidas desde estos claustros, lo que aceleró también la emigración. Un directivo de estas escuelas, David Cazés, lo confirmó en un informe, escrito en 1885, sobre las escuelas de la Alianza de Tánger y Tetuán: «La escuela de Tetuán ha funcionado solamente para exportar... ya que el 95 por ciento de los estudiantes emigra... Hoy en día, Argelia no es suficiente para esta acción y ellos se van a la América española. Hay una amplia cantidad de ellos en Caracas, Colón, Panamá, Paramaribo, Buenos Aires; algunos se radicaron, por su cuenta, en los Estados Unidos: Nueva York, Baltimore, Filadelfia, etc.» 7 El oro llamado caucho Con la llegada de los años setenta –del siglo XIX, naturalmente– la prosperidad económica en el Brasil surge de la explotación del caucho, del cacao y del azúcar. Cabe recordar que Brasil fue, durante varias décadas, el único productor mundial de caucho. Asimismo señalaremos que la Constitución del Brasil, ya desde 1824, había consagrado la libertad religiosa, admitiendo así la coexistencia con religiones distintas a la católica. Los principales puntos de arribo de los judíos marroquíes en este país fueron, entonces,

Belém (Estado de Pará, donde desemboca el Amazonas en el Atlántico) y luego Manaos. Respecto de Manaos, situada al oeste de la primera y en plena selva amazónica, con clima extremadamente cálido y húmedo, desarrolló además una rica vida cultural, llegando incluso a tener un teatro de ópera. La inmigración, básicamente, era de hombres solteros, desde adolescentes hasta jóvenes de treinta. En algunos casos retornaban, temporalmente, a Marruecos, para contraer matrimonio con alguna muchacha judía, para luego regresar a América e instalarse. Aunque la mayoría de estos jóvenes solteros se casaron con americanas no judías. El Día del Perdón en Iquitos Hacia 1880, la ambición de enriquecimiento estaba encarnada en la selva amazónica. Además de la ya mencionada Manaos en Brasil, también Iquitos, en la amazonía peruana, pasó a constituir un punto de asentamiento para muchos judeomarroquíes aventureros que llegaban a Sudamérica. Muchos de ellos consiguieron trabajos como representantes de compañías brasileñas o europeas en la explotación del caucho. Lo interesante es que estas comunidades judías, asentadas en un medio tan singular como el selvático, crearon instituciones comunitarias y un cementerio, manteniendo de este modo –si bien de manera mínima porque la única conmemoración que se llevaba a cabo era la del Yom Kipur, el Día del Perdón– su identidad judía. Hacia 1910, el señor Pisa, un docente de la Escuela de la Alianza de Tánger, visitó Iquitos, ya que en su ciudad natal se hablaba de ésta «como de una ciudad fabulosa, con oro fluyendo por sus calles» y agrega: «En Iquitos viven más de 200 de nuestros antiguos alumnos de Marruecos. Al llegar, uno pensaría que se trata de una ciudad judía (...) Es típico de los tan- Nisán - Siván 5770 Maguén-Escudo lingüística gerinos hacer su fortuna en Iquitos. Esta es la visión y el sueño de los jóvenes. Hay que saber, sin duda alguna, que el camino es largo y el clima riguroso. (...) Ellos hacen negocios con cualquier cosa imaginable... Ropa inglesa, novedades francesas, ferretería alemana, maquinaria estadounidense. Remontan el río en canoas o lanchas... Es una vida dura. Hay temporadas en que pasan largos meses en sus canoas, comiendo sólo arroz y banana, luchando contra los caimanes y se quedan esperando que los indígenas se acerquen a comprar sus mercaderías» 8 . La caída de los precios del caucho entre 1910 y 1912 arruinó a la mayoría de los comerciantes y dejó a la región amazónica empobrecida. Por constituir un grupo relativamente pequeño, los judeomarroquíes en el Brasil y del Perú se integraron a núcleos judíos de otra procedencia o bien se asimilaron, mimetizándose con el medio. Otro grupo de los judíos marroquíes que arribaron a la Argentina y a Venezuela fueron los pioneros en la inmigración sefardí. Este grupo fundó, en 1891, la primera comunidad sefardí de la Argentina. De hecho, fueron quienes «abrieron las puertas» a la gran inmigración judía. La correspondencia que mantuvieron con sus familiares sembraron las esperanzas en futuros inmigrantes. Sefardíes hispanizan a los askenazíes Otro ejemplo de adaptación lo constituyen los judíos marroquíes, de habla española, en su variante que hemos comentado, la Jaquetía, educados en las escuelas de la Alianza y que sirvieron como maestros de lengua castellana a la inmigración agraria askenazí (hacia fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX). Estos judíos inmigrantes de Europa Oriental, que acababan de llegar a estas tierras, jamás habían escuchado hablar en español. Se expresaban a modo de lengua materna, en el dialecto germá- 35

lingüística<br />

La Jaquetía se ha formado sobe la base de<br />

aquel castellano medieval, al que, en distintas<br />

etapas, se fueron agregando términos del<br />

hebreo, del árabe dialectal marroquí y del español<br />

moderno. Como sucede en el judeoespañol<br />

de Oriente, las raíces de verbos de otro<br />

origen (árabe o hebreo) se conjugan de acuerdo<br />

con las reglas del castellano 5 .<br />

En oposición al judeoespañol del Oriente,<br />

en esta lengua hay escasez de escritos e informantes<br />

originales.<br />

A fines del siglo XIX (y aún antes) y comienzos<br />

del siglo XX, se produce una verdadera<br />

rehispanización de la Jaquetía. Según la<br />

investigadora Isabel Molina Matos:<br />

«La proximidad geográfica, los contactos<br />

continuos con los españoles desde la Guerra<br />

de África, el establecimiento del Protectorado<br />

y la posterior emigración a España, han<br />

contribuido a que la Jaquetía haya ido disolviéndose<br />

en el español hasta desaparecer (...)<br />

la Jaquetía permanece como sustrato que deja<br />

sentir su influencia en el habla coloquial» 6 .Entraremos<br />

ahora en el análisis del primer grupo<br />

de las inmigraciones que comentaremos.<br />

Abrir las puertas<br />

Desde mediados del siglo XIX, los judíos<br />

marroquíes de las costas del Mediterráneo (Tánger<br />

y Tetuán), fueron pioneros en la inmigración.<br />

Su lengua española, como hemos dicho,<br />

(conocida como la Jaquetía) les facilitó su integración<br />

rápida al nuevo continente. Iquitos<br />

en Perú, Manaos y Belém do Pará en Brasil son<br />

ejemplos de una inmediata adaptación al medio.<br />

Si bien la emigración desde Marruecos había<br />

comenzado ya a principios del siglo XIX<br />

en forma esporádica, fue sólo hacia 1862 que<br />

se inició una corriente emigratoria considerable<br />

(algunos centenares), inicialmente hacia<br />

España y, luego, hacia Iberoamérica: Brasil,<br />

Venezuela y Argentina.<br />

34 Maguén-Escudo Abril - Junio 2010<br />

En efecto, tras la guerra hispano-marroquí<br />

(1859-1860), al producirse la retirada de las<br />

fuerzas hispanas –el 2 de mayo de 1862– los<br />

judíos marroquíes comenzaron a sentir el hostigamiento<br />

de los musulmanes locales, lo que<br />

se tradujo en una fuerte corriente emigratoria.<br />

Justamente por esa época se instalaron<br />

las escuelas de la Alliance Israélite Universelle<br />

en Tetuán (en 1862) y Tánger (en 1864). La<br />

Alliance Israélite Universelle (en el futuro la llamaremos<br />

Alianza) era una organización filantrópica<br />

judía francesa creada con el objetivo de<br />

instruir en la cultura gala a las minorías judías<br />

en países de bajo nivel cultural. Las ideas europeas<br />

de progreso y capacitación para el mundo<br />

moderno eran transmitidas desde estos claustros,<br />

lo que aceleró también la emigración.<br />

Un directivo de estas escuelas, David Cazés,<br />

lo confirmó en un informe, escrito en<br />

1885, sobre las escuelas de la Alianza de Tánger<br />

y Tetuán: «La escuela de Tetuán ha funcionado<br />

solamente para exportar... ya que el 95<br />

por ciento de los estudiantes emigra... Hoy en<br />

día, Argelia no es suficiente para esta acción<br />

y ellos se van a la América española. Hay una<br />

amplia cantidad de ellos en Caracas, Colón,<br />

Panamá, Paramaribo, Buenos Aires; algunos se<br />

radicaron, por su cuenta, en los Estados Unidos:<br />

Nueva York, Baltimore, Filadelfia, etc.» 7<br />

El oro llamado caucho<br />

Con la llegada de los años setenta –del siglo<br />

XIX, naturalmente– la prosperidad económica<br />

en el Brasil surge de la explotación del caucho,<br />

del cacao y del azúcar. Cabe recordar que Brasil<br />

fue, durante varias décadas, el único productor<br />

mundial de caucho. Asimismo señalaremos que<br />

la Constitución del Brasil, ya desde 1824, había<br />

consagrado la libertad religiosa, admitiendo así la<br />

coexistencia con religiones distintas a la católica.<br />

Los principales puntos de arribo de los judíos<br />

marroquíes en este país fueron, entonces,

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