N º 1 5 5 - N - S 5 7 7 0 M A G U É N - E S C U D O A - J 2 0 1 0
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icEntEnario dE la indEpEndEncia dE américa<br />
ante quienes tiene que responder con la buena<br />
marcha del establecimiento, la cual le permita<br />
cancelar sus deudas.<br />
A las labores cívicas se añadían de tiempo<br />
en tiempo nuevos combates, en los cuales<br />
demuestra el aplomo y la pericia del militar<br />
veterano. Las últimas acciones en las cuales<br />
toma destaca da participación se realizan en<br />
1854, cuando tenía cerca de sesenta años. Sin<br />
embargo, no fue óbice la edad para que se le<br />
nombrara jefe de Estado Mayor l del segundo<br />
jefe del Ejército, reconociendo así la agilidad y<br />
veteranía que lo caracterizaron en los campos<br />
de batalla, de las cuales dio prueba fehaciente<br />
una vez más, según lo acredita el testimonio<br />
de su jefe, el general José Laurencio Silva (13) y<br />
lo ratifica un párrafo que le dedica el general<br />
Francisco Oriach, jefe de Estado Mayor General<br />
del Ejército, en la comunicación que le<br />
dirigiera con motivo de los acontecimientos<br />
de San Carlos en aquel año, en la cual expresa:<br />
«Mucho han obrado en el ánimo de Su Excelencia<br />
las recomendaciones que le han merecido<br />
los generales Trías y Castañeda, y la de<br />
los demás jefes y oficiales de las divisiones que<br />
entraron en combate, entre los cuales merece<br />
usted un elogio especial, por la especial recomendación<br />
que de usted hace el señor general<br />
segundo jefe del Ejército». No es extraño<br />
tan lucido comportamiento en el jefe a quien<br />
se ha confiado el Estado Mayor, pues que sus<br />
prendas militares que n sido, sin duda, la causa<br />
de su nombramiento, dan las garantías de sus<br />
brillantes hechos (14) .<br />
Revisemos, aunque sea someramente, su<br />
más destacada actividad ciudadano. Juan de<br />
Sola era periodista por vocación. Por tradición<br />
la familia De Sola se había distinguido por su<br />
inclinación hacia las letras, y sería largo enumerara<br />
los nombres de los antepasados que<br />
sobresalieron en diversos países como juristas,<br />
filósofos, teólogos, poetas y educadores. Báste-<br />
24 Maguén-Escudo Abril - Junio 2010<br />
nos citar solamente el rabino Abraham de Sola,<br />
quien en 1872, cuando se instaló el congreso<br />
de los Estados Unidos, fue invitado por el gobierno<br />
del presidente Grant a pronunciar una<br />
oración en el acto de apertura de las sesiones de<br />
aquel año, hecho muy significativo, pues era la<br />
primera vez que un ciudadano inglés tomaba<br />
la palabra en aquel recinto después de la tirantez<br />
que se produjo entre la Gran Bretaña y los<br />
Estados Unidos a causa de las Reclamaciones<br />
de Alabama. El discurso de De Sola tuvo tan<br />
satisfactorio resultado que fue expresamente<br />
felicitado por el primer ministro británico, excelentísimo<br />
señor Gladstone por medio de su<br />
representante diplomático de Su Majestad en<br />
Wáshington, sir Edward Thornton (15) .<br />
Juan de Sola llevaba, pues, en su sangre ese<br />
sentimiento cultural que ha distinguido a los sefarditas<br />
a lo largo de la historia, y al establecerse<br />
en Valencia se manifestó en todas sus labores.<br />
Periodismo en Carabobo<br />
Muy temprano comenzó la actividad periodística<br />
de Juan de Sola, pues según asevera<br />
The Jewish Encyclopedia (16) , fue miembro del<br />
cuerpo de redacción del Correo del Orinoco,<br />
donde posiblemente aprendió «el arte de Imprenta»<br />
(17) , el cual fue la espina dorsal en su<br />
posterior quehacer cívico.<br />
En 1837, siendo presidente de la diputación<br />
provincial de Carabobo, firma el acuerdo<br />
por medio del cual se autoriza a Bartolomé<br />
Valdés a publicar un semanario con el nombre<br />
de Gaceta de Carabobo, en donde se publicarían<br />
todas las noticias oficiales y las de interés<br />
general (18) . Hay que puntualizar que la Gaceta<br />
de Carabobo tuvo dos etapas: una que se inicia<br />
en 1838 y perdura ininterrumpidamente<br />
conservando la numeración consecuente con<br />
lo largo de los años, en los cuales la impresión<br />
pasa de Bartolomé Valdés a Juan de Sola, de<br />
ésta a Luis Pérez, luego a la Imprenta del Tea-