Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
DÍA 6<br />
«A pesar de lo doloroso que resulta darse cuenta de<br />
que por nuestros propios medios no podemos hacer<br />
méritos ante Dios, podemos aferrarnos a una cosa: la<br />
fe, la confianza en Jesús. Puesto que él murió, podemos<br />
reclamar su sacrificio en nuestro favor».<br />
ción con Jesús sume muchos años y estemos bajo la esfera de su poder, la realidad es que<br />
el diablo todavía no ha muerto. Pero puedes recibir ánimo y ser alentado al considerar las<br />
palabras del apóstol en 1 Juan 2: 1-6: «Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis.<br />
Pero si alguno ha pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo, el justo.<br />
Él es la propiciación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros, sino también<br />
por los de todo el mundo. En esto sabemos que nosotros lo conocemos, si guardamos sus<br />
mandamientos. El que dice: “Yo lo conozco”, pero no guarda sus mandamientos, el tal es<br />
mentiroso y la verdad no está en él. Pero el que guarda su palabra, en ése verdaderamente<br />
el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que<br />
permanece en él, debe andar como él anduvo».<br />
Para Lutero, lo esencial era que todo el mundo entendiera lo importante que es pedir<br />
perdón a Dios cada día. Él era consciente de sus propias limitaciones, producto de su debilidad<br />
o de su arraigada pecaminosidad, que le impedían cumplir con los estándares de<br />
Dios en cuanto a la obediencia y la rectitud.<br />
EN ESTO CREO, ATRIBUIDO A MARTÍN LUTERO<br />
«Debido a mi maldad y debilidad innatas, me ha resultado imposible cumplir con el estándar<br />
de justicia que Dios requiere.<br />
»Si se me impide creer que, en nombre de Jesús, Dios perdona las limitaciones que son<br />
motivo de remordimiento para mí a diario, toda esperanza es vana e inútil.<br />
»Debería estar desesperado. Me niego a ello. No voy a hacer lo que hizo Judas, no voy<br />
a colgarme en un árbol. Elijo en su lugar colgarme al cuello o a los pies de Cristo, tal y<br />
como hizo la mujer pecadora, y a pesar de ser peor que ella, me asiré con fuerzas a mi<br />
Señor.<br />
»Entonces Él le dice a su Padre: “También se debe permitir el paso a esta cosa que cuelga<br />
de mí. Sí, es cierto, ha quebrantado todos tus mandamientos; no ha cumplido ni uno.<br />
Pero Padre, ha elegido colgarse a mí. ¡Qué sentido tiene! Yo morí por él. Déjale pasar”.<br />
»En esto creo».<br />
A pesar de lo doloroso que resulta darse cuenta de que por nuestros propios medios no<br />
podemos hacer méritos ante Dios, podemos aferrarnos a una cosa: la fe, la confianza en<br />
Jesús. Puesto que él murió, podemos reclamar su sacrificio en nuestro favor. Todo cuanto<br />
importa a los ojos de Dios es la fe (Sola Fide). Años después de haberse convertido en uno<br />
de los líderes más importantes de la Reforma del siglo XVI, Lutero mismo confesó que su<br />
42 · SO JAE <strong>2017</strong>