M A G U É N - E S C U D O E - M 2 0 1 2 - Centro de Estudios ...
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análisis litErario<br />
sentencias <strong>de</strong> una generación <strong>de</strong> venezolanos,<br />
tal vez <strong>de</strong> clase media alta, que ven en el<br />
país un tren que va hacia un precipicio, que<br />
acabará con todos sus habitantes: «¡Esto no<br />
es un país!¡Esto es un clima! ¡Por eso, poco<br />
seres humanos sobreviven!¡A la mayoría nos<br />
entierran vivos o nos empujan al suicidio!». A<br />
través <strong>de</strong> ella se ve la cosmovisión <strong>de</strong> un país<br />
que se les va <strong>de</strong> las manos a sus habitantes y<br />
gobernantes, creando la angustiosa condición<br />
<strong>de</strong> incertidumbre, <strong>de</strong>sarraigo y <strong>de</strong>sesperanza<br />
en sus ciudadanos. Irse <strong>de</strong>l país o quedarse y<br />
hacerse un lugar en este, parecen roer el pensamiento<br />
<strong>de</strong> Sol.<br />
Se ha dicho mucho, hasta hacerse casi un lugar<br />
común, que en estas obras <strong>de</strong>l Chocrón <strong>de</strong><br />
los 60, el tema <strong>de</strong>l país y la familia es nuclear. Sin<br />
embargo, hay que notar que al menos en Animales<br />
feroces, no se trata <strong>de</strong> la típica familia venezolana;<br />
no, es una familia <strong>de</strong> tradición judía, y<br />
no solo esto, sino que también coexisten en esta<br />
obra tres generaciones distintas: La <strong>de</strong> Benleví; la<br />
<strong>de</strong> las hermanas Orense y la última, que serían<br />
los hijos <strong>de</strong> Sol. Es <strong>de</strong>cir, hay una tridimensionalidad<br />
<strong>de</strong> mundos ahí, que traerá las continuas<br />
fricciones en la familia Orense. Benleví, el más<br />
viejo <strong>de</strong> todos, y no por casualidad el más conservador,<br />
será el único en seguir las prácticas rituales<br />
<strong>de</strong> su religión <strong>de</strong> modo riguroso. Rezará<br />
y orará por Ismael, para que el innombrable,<br />
Di-os, absuelva al muchacho por suicidarse; religiosamente<br />
irá al templo y mantendrá estrechos<br />
lazos con la comunidad <strong>de</strong> la sinagoga; en fin,<br />
es el fiel practicante que sigue la Ley <strong>de</strong> las escrituras<br />
reveladas. En cambio los hermanos Orenses,<br />
que son menores que Benleví, parecen algo<br />
escépticos respecto al judaísmo y a sus rituales.<br />
Sara soporta estoicamente las consecuencias <strong>de</strong><br />
un matrimonio a conveniencia:<br />
«Sara: ¿recuerdas cuando papá lo trajo<br />
a almorzar? Ya era u viejo. Vino como<br />
40 Maguén-Escudo Enero - Marzo 2012<br />
un amigo <strong>de</strong> papá. Esa misma noche<br />
me dijeron que quería casarse conmigo.<br />
¿Por qué? Porque le gustan las niñas;<br />
Benleví es bueno y tiene buena<br />
posición. ¡Buena posición!».<br />
No obstante, una generación como la<br />
<strong>de</strong> Benleví verá en esta clase <strong>de</strong> maridaje el<br />
<strong>de</strong>ber ser <strong>de</strong> una tradición: «Benleví: cada<br />
cual <strong>de</strong>be casarse <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su círculo», suponemos<br />
el judío. Sin embargo no todas las<br />
Orenses son sumisas como Sara. Sol, por su<br />
parte no acatará las leyes <strong>de</strong>l pueblo judío.<br />
No se casará por conveniencia. Es, podríamos<br />
<strong>de</strong>cir, la judía liberal, algo iconoclasta, que<br />
construirá su propio sino. Sin embargo en<br />
ella, en Sol, hallamos una imagen; es la imagen<br />
<strong>de</strong> la diáspora, la <strong>de</strong>l exilio arquetípico <strong>de</strong>l<br />
pueblo judío, que vaga sin tierra, sin patria,<br />
eternamente errante; y esto, no es cualquier<br />
cosa y tampoco <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser irónico que la más<br />
liberal y laica <strong>de</strong> los Orenses esté repitiendo,<br />
sin saberlo, una tradición originaria y vivencial<br />
que caracteriza a su pueblo: el exilio y el<br />
<strong>de</strong>sarraigo. Su hermano Daniel, el más joven<br />
<strong>de</strong> los Orenses, es el menos rebel<strong>de</strong>, el más<br />
diplomático y amigable; no es casualidad que<br />
sea el favorito <strong>de</strong> Mari, la hija <strong>de</strong> Sol. Pero,<br />
irónicamente, es el más transgresor <strong>de</strong> todos.<br />
Tanto en Sol como en Daniel parece cumplirse<br />
la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que en el judaísmo todo es contradicción.<br />
Veamos. Daniel aparece como el<br />
más ecuánime, el menos <strong>de</strong>saforado <strong>de</strong> todos<br />
en sus comentarios; sin embargo, lleva oculto<br />
el pecado, la profanación a su propia religión.<br />
Es el judío que se encuentra en la nada cómoda<br />
disyuntiva <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber ser o querer ser.<br />
Seguir la primera <strong>de</strong> las disyuntivas, es <strong>de</strong>cir,<br />
la ética y moral judías, aniquilaría su individualidad<br />
y sus <strong>de</strong>seos; la segunda, en cambio,<br />
lo coloca como transgresor y pecador respecto<br />
a la ley judía, pero complaciendo su indivi-