Bioserie: VIVE-El Mundo en 2 Ruedas (arco por episodio)

Enrique no puede creer el olvido de Alex. Se debaten entre volver a buscar el pasaporte o
intentar convencer al agente de migraciones, con los avales gubernamentales que
consiguieron, para que los deje pasar.
Sin embargo, ven que el agente, a pesar de ser México-Americano, es muy severo con quienes
todos en la fila. Enrique insiste en volver, pero Alex se niega, no quiere ser el hazmerreír del
pueblo.
Enrique y Alex discuten disimuladamente hasta que les toca el turno de presentar sus papeles.
Alex suda como nunca, pero la suerte está de su lado. En ese momento se produce un
altercado con otras personas que querían cruzar y el agente que los atiende abandona su
puesto.
Alex aprovecha la confusión y cruza sin ser visto. Enrique se queda petrificado porque no
puede creer su inconsciencia, pero calla y, tras volver el agente a su puesto, presenta sus
papeles y cruza.
Una vez en tierras estadounidenses, Enrique increpa a Alex por la locura que acaba de hacer y
le hace notar que ahora es un indocumentado, con todos los riesgos que eso conlleva. Alex
minimiza y dice que hablará con su esposa para que le envíe el pasaporte y la Visa. Comienzan
a pedalear por Estados Unidos.
Junto con ellos, descubrimos las grandes diferencias que hay al otro lado de la frontera. Cómo
los tratan los locales (algunos los discriminan, otros los ayudan), las dificultades que enfrentan
los mexicanos viviendo ahí (algunos los reciben bien, otros no tanto), y los conflictos que
deben atravesar por no saber inglés (esto último genera muchas situaciones de comedia).
En un accidente tonto, la bicicleta de Enrique queda averiada, y deben arreglarla. Van a una
bicicletería pero no pueden hacerse entender en inglés. Un mexicano que llega con su
bicicleta los ayuda con la traducción, pero el arreglo sale muy caro y ellos están con el dinero
justo.
El mexicano les ofrece una “chamba” por el día, ya que trabaja en un servicio de catering y
dos lavacopas que, usualmente trabajan con ellos, fueron deportados. Alex y Enrique aceptan
y van a trabajar de lavacopas en una fiesta de quince años. Allí conviven con varios
indocumentados y viven de cerca la tensión y paranoia con la que viven los que están en
dicha situación. En un momento creen que llega “la Migra”, pero es una falsa alarma y
terminan el día de trabajo consiguiendo el dinero para arreglar la bicicleta.
Al día siguiente, y ya con la bicicleta reparada, Enrique entra a comprar algo de comida en una
tienda y Alex queda esperándolo afuera. Llega un Highway Patrol y lo atosiga con preguntas.
Como Alex no entiende nada, el oficial le pide sus documentos. Alex, que no ha recibido aún el
envío de los mismos por parte de su esposa, no sabe qué responder y el oficial decide
llevárselo.
Enrique sale de la tienda, ve a Alex alejándose en la patrulla y se sube desesperado a su
bicicleta para perseguirlo.