El camino hacia la Segunda Guerra Mundial
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Hitler no pareció haber aceptado el<br />
triunfo de Owens gracias a su raza, por lo<br />
que aparentemente abandonó el estadio<br />
tras presenciar <strong>la</strong> final de los 100m para<br />
no tener que darle <strong>la</strong> mano a Jessie. Sin<br />
embargo, <strong>la</strong> verdadera razón por <strong>la</strong> que<br />
Hitler no le daría <strong>la</strong> mano a Owens no era<br />
otra más que Hitler saludaba solo a los<br />
campeones alemanes debido a reg<strong>la</strong>s del<br />
Comité Olímpico Internacional.<br />
Salto de longitud: el alemán Luz Long y el<br />
estadounidense Jessie Owens, rivales y<br />
amigos.<br />
De hecho, el propio Owens negó el episodio y afirmó lo contrario cuando dijo q ue<br />
se habían saludado al cruzar <strong>la</strong> mirada en el estadio.<br />
d. Testimonios<br />
Cuando regreso a los EEUU, sin<br />
embargo, debido a <strong>la</strong> discriminación<br />
racial, el presidente norteamericano no<br />
quiso recibirlo, y siguió sin poder subirse<br />
en los lugares de los ómnibus reservados<br />
a los b<strong>la</strong>ncos en su propio país, debido al<br />
color de su piel. <strong>El</strong> propio Owens dijo:<br />
“Cuando pasé, el Canciller se levantó,<br />
me saludó con <strong>la</strong> mano y yo le devolví <strong>la</strong><br />
señal. Pienso que los reporteros tuvieron<br />
mal gusto al criticar al hombre del<br />
momento en Alemania. Cuando volví a<br />
mi país natal, después de todas <strong>la</strong>s<br />
historias que se inventaron sobre Hitler,<br />
no pude viajar en <strong>la</strong> parte de<strong>la</strong>ntera del<br />
autobús en mi propio país. Volví a <strong>la</strong><br />
puerta de atrás. No pude vivir donde<br />
quería. Ni siquiera fui invitado a <strong>la</strong> Casa<br />
B<strong>la</strong>nca a darle <strong>la</strong> mano al Presidente de<br />
mi país.”<br />
(Jessie Owens)<br />
<strong>El</strong> cambio en el comportamiento de los<br />
alemanes, con respecto a conductas<br />
racistas, durante <strong>la</strong>s olimpiadas fue<br />
notorio. Así lo cuenta el judío alemán<br />
Heinz Weidchadt.<br />
Weidchadt cuenta que a otro atleta negro<br />
norteamericano de <strong>la</strong> misma delegación<br />
le preguntaron si había conocido algún<br />
nazi repugnante a lo que contestó:<br />
“No, solo he conocido alemanes amables<br />
y tampoco tuve que viajar en <strong>la</strong> parte de<br />
atrás de los autobuses.”<br />
(Heinz Weidchat)<br />
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