El camino hacia la Segunda Guerra Mundial

De igual manera, atletas judíos de distintos países se propusieron boicotear los
Juegos Olímpicos. Algunos de ellos, estaban dentro del Congreso Judío
Estadounidense o el Comité Laboral Judío. Ambos apoyaban un boicot que
desafortunadamente no tuvo éxito gracias a la firma de la Unión de Atletas
Aficionados de los Estados Unidos. Estos atletas votaron por su participación en el
evento en diciembre de 1935, lo que tuvo como consecuencia el
desmantelamiento del boicot. Así, Estados Unidos decidió hacerse a un lado
cuando el comité olímpico manifestó mediante el “Fair Play for American Athletes”
que los atletas estadounidenses no debían involucrarse en las disputas judío-nazi.
c. Jessie Owens
Sin duda, fue el protagonista de los juegos.
Jessie, un atleta estadounidense, que
anteriormente había roto todos los récords
mundiales de velocidad y salto de longitud en
un tiempo de 45 minutos. Además, ganó las
cuatro pruebas en las que participó: 100m,
200m, relevos 4x100m, en la que incluía un
récord mundial, y salto de longitud.
La impresionante participación de Owens
Jessie Owens y otros atletas
olímpicos compiten en la eliminatoria
de la competencia de los 100 metros
llanos.
creó distintas anécdotas con respecto a lo sucedido. Por ejemplo, el
acontecimiento entre Owens y el alemán Luz Long, su rival más fuerte. Long le dio
un consejo con ningún otro interés que ayudarlo a ganar un lugar en la final.
Owens consideró su consejo y retraso algo su carrera, es decir no apurarse
demasiado, ya que en realidad no necesitaba un salto tan grande para calificar.
Así consiguió su lugar en la final. La relación y el espíritu deportivo de Luz Long no
eran de esperarse gracias a la rivalidad existente entre las distintas nacionalidades
y menos a Owens quien era negro. Sin embargo, le fue premiado con la medalla
Pierre de Coubertin al espíritu deportivo.
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