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Revista Nana #05

Epidural, una ventaja frente a muchos inconvenientes. Cesárea ¿Sí o no?. El síndrome del tercer día. Grupos de apoyo a la lactancia en las Islas Canarias. Colecho a demanda. Prohibido no disfrutar del verano. Porteo, mucho más que una manera de transportar al bebé. Pasar todo un verano en pareja y no morir en el intento. Recomendaciones y sugerencias de lectura.

Epidural, una ventaja frente a muchos inconvenientes. Cesárea ¿Sí o no?. El síndrome del tercer día. Grupos de apoyo a la lactancia en las Islas Canarias. Colecho a demanda. Prohibido no disfrutar del verano. Porteo, mucho más que una manera de transportar al bebé. Pasar todo un verano en pareja y no morir en el intento. Recomendaciones y sugerencias de lectura.

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Pasar todo un verano<br />

en pareja...<br />

¡Y no morir<br />

en el intento!<br />

Llegó el verano, esa maravillosa estación<br />

en la que nos despedimos de las rutinas,<br />

muchas personas nos tomamos las tan merecidas<br />

vacaciones, se hacen viajes, se pilla<br />

el mejor moreno del año, se duerme<br />

hasta tarde, se dan largos y estimulantes<br />

paseos a orillas de la playa, se disfruta de<br />

románticos y deliciosos momentos en pareja...<br />

Espera, espera... ¿de veras tu temporada<br />

estival transcurre tan idílica como te<br />

la estoy pintando? La mía, definitivamente,<br />

no. Ni la de mucha gente que conozco<br />

como Mentora de Parejas Ilusionadas<br />

y abogada especializada en Divorcio<br />

Responsable. De hecho, para un gran número<br />

de relaciones sentimentales el verano<br />

se convierte en una tremenda prueba<br />

que incluye crisis de pareja e incierto final.<br />

Los motivos son muchos y muy lógicos. Si<br />

tienes hijos, sabrás de la locura de tenerles<br />

contigo las 24 horas o del estrés de organizar<br />

idas y vueltas de actividades o<br />

campamentos de verano. (Que quede claro<br />

que adoro a mis hijas y me encanta estar<br />

con ellas... ¡pero qué estupendo invento<br />

son los colegios y qué maravillosa es la<br />

rutina escolar!). A esto se añade que habitualmente<br />

familiares y amigos eligen el<br />

verano para hacer sus visitas y que a menudo<br />

nos toca hacer de anfitriones, anteponiendo<br />

las necesidades y deseos de<br />

otros a las nuestras, tanto las individuales<br />

como las de pareja. Por último, pero<br />

no menos importante, le sumamos lo más<br />

crítico: que durante el año llevamos acumulando<br />

pequeñas irritaciones cotidianas,<br />

malentendidos solventados sólo a medias,<br />

necesidades no satisfechas y deseos olvidados.<br />

Y que todo ello lo hemos guardado<br />

a conciencia, con la esperanza de que<br />

desapareciese por sí sólo, ante la imposibilidad<br />

o la falta de un tiempo y un espacio<br />

adecuados para ponerlo todo sobre la<br />

mesa con nuestra pareja.<br />

Estos tres puntos hacen que las vacaciones<br />

de verano adquieran un enorme potencial<br />

de conflicto y se conviertan en la antesala<br />

de una posible crisis. Una etapa en la que,<br />

al pasar más tiempo juntos, aumentan las<br />

tensiones, se producen más desencuentros,<br />

y se hace evidente que la relación de<br />

pareja necesita atención, mimo y una inyección<br />

de ilusión. Sin embargo, todo esto<br />

que te puede estar sonando ahora a catástrofe,<br />

no es tal, te lo aseguro. Es una magnífica<br />

oportunidad, si se aprovecha bien,<br />

de crecer juntos, de recuperar complicidad<br />

y de adquirir nuevas maneras de gestionar<br />

28 • <strong>Revista</strong> <strong>Nana</strong>

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