02.05.2017 Views

La chica danesa

Una novela de David Ebershoff

Una novela de David Ebershoff

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

12<br />

Mientras la máquina de rayos X del doctor Hexler continuaba retumbando, Greta<br />

apretaba su frente contra la ventana de cristal negro. Quizás había hecho mal; quizá,<br />

después de todo, su marido no necesitaba ver a un médico. Se preguntaba si no habría<br />

sido mejor hacer caso de sus protestas.<br />

Al otro lado del cristal, Einar estaba echado, bien sujeto con cintas de lona.<br />

Estaba muy bello, con los ojos cerrados, y su piel era de un suave gris a través del<br />

cristal. <strong>La</strong> nariz se elevaba como un pequeño montículo en medio de su rostro.<br />

—¿Seguro que está cómodo? —le preguntó Greta al doctor Hexler.<br />

—Sí, aunque tal vez sienta alguna leve molestia.<br />

Le había preocupado que Einar estuviese apartándose de ella. A veces la<br />

inquietaba pensar que Einar nunca tenía celos cuando algún hombre, por la calle,<br />

paseaba su mirada sobre sus pechos; sólo hacía algún comentario sobre esa clase de<br />

cosas cuando iba vestido de Lili, y entonces solía decir: «Qué suerte tienes, <strong>chica</strong>.»<br />

Cuando habló con el doctor Hexler, la semana anterior, éste dijo que cabía la<br />

posibilidad de que Einar tuviese un tumor en la pelvis, que podría ser la causa tanto<br />

de su infertilidad como de su confusa masculinidad.<br />

—Nunca lo he visto, pero he leído sobre ello. Puede pasar inadvertido y<br />

manifestarse solamente mediante una conducta poco normal.<br />

Una parte de Greta quería creer que esa teoría era correcta. Una parte de ella<br />

quería creer que un pequeño escalpelo curvado como una hoz extirparía limpiamente<br />

un tumor de superficie moteada como una naranja sanguina y consistencia de caqui, y<br />

entonces Einar, sin más, volvería a la normalidad y su matrimonio iría sobre ruedas.<br />

Al otro lado de la ventana se oyó un ruido metálico, pero el doctor Hexler dijo:<br />

—Todo está en orden.<br />

Einar se agitaba y apretaba las piernas contra las cintas. Tan tensas estaban éstas,<br />

que Greta temió que pudieran romperse y el cuerpo de Einar saliera disparado por la<br />

estancia.<br />

—¿Falta mucho? —preguntó a Hexler—. ¿Está seguro de que todo saldrá bien?<br />

Se pasó los dedos por las puntas de su cabello, y pensó al mismo tiempo que le<br />

disgustaba enormemente su aspereza y que si le ocurría alguna cosa a Einar, no iba a<br />

saber qué hacer.<br />

—El tratamiento con rayos X lleva su tiempo —dijo Vlademar.<br />

—¿Le hace daño? Da la impresión de que le duele.<br />

—No, ni mucho menos —dijo el doctor Hexler—. Quizá le quede una ligera<br />

quemadura superficial, o una ulceración, pero nada más.<br />

—Se sentirá un poco mareado —añadió Vlademar.<br />

—El tratamiento le hará mucho bien —aseguró el doctor Hexler.<br />

www.lectulandia.com - Página 95

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!