02.05.2017 Views

La chica danesa

Una novela de David Ebershoff

Una novela de David Ebershoff

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

—Ya sé que sólo tenemos unos pocos minutos —dijo mientras su pelo rozaba la<br />

garganta de Lili.<br />

Pero esa noche Greta estaba en una recepción de la embajada norteamericana. Se<br />

quedaría allí unas horas todavía, y Lili estuvo a punto de decir a Henrik que podían<br />

cenar juntos tranquilamente en el restaurante de las paredes revestidas de paneles de<br />

madera junto al mercado de los Franciscanos, y luego podrían pasear por <strong>La</strong>ngelinie<br />

como cualquier otra pareja <strong>danesa</strong> que hubiese salido a disfrutar de una noche<br />

agradable. Casi no se creía la buena noticia que iba a dar a Henrik, que ya se había<br />

acostumbrado a no verla más que unos minutos cada día.<br />

—Tengo algo que decirte —le dijo.<br />

Henrik le cogió la mano, se la besó y la apretó luego contra su pecho.<br />

—Oh, Lili —dijo—, no digas nada más, ya lo sé. No te preocupes por nada,<br />

porque ya lo sé.<br />

En los ojos de Henrik había una mirad franca, una mirada que era una muda<br />

confesión.<br />

Lili apartó su mano de la de Henrik. El parque estaba silencioso, los obreros que<br />

lo cruzaban camino de sus casas estarían ya sentados a la mesa para cenar, un hombre<br />

se paseaba cerca del retrete público encendiendo una a una todas las cerillas de un<br />

librito que tenía en la mano. Otro hombre pasó junto a él y luego le miró volviendo la<br />

cabeza. ¿Qué era lo que sabía Henrik?, se preguntaba Lili, pero enseguida lo<br />

comprendió.<br />

Henrik seguía mirándola de aquel modo y Lili sintió que un terrible escalofrío le<br />

recorría el espinazo. De pronto, tuvo la impresión de que Einar se había unido a ellos<br />

y que, a un paso de distancia de Lili y Henrik, había sido testigo de aquella íntima<br />

confesión. Allí estaba Einar, vestido de <strong>chica</strong> joven, coqueteando con un chico joven.<br />

Era un espectáculo espantoso.<br />

Lili sintió otro escalofrío. El hombre que estaba junto al retrete público entró en<br />

él, y al poco se oyó el estrépito de un cubo de la basura que se volcaba.<br />

—Me temo que no voy a poder seguir viéndote —acabó por decir Lili—, te tengo<br />

que decir adiós esta noche.<br />

—Pero ¿qué dices? —protestó Henrik—. ¿Por qué dices eso?<br />

—No podemos seguir viéndonos. Al menos, por el momento —repitió Lili.<br />

Henrik alargó la mano para coger la de Lili, pero ésta rehusó.<br />

—Pero si te aseguro que no me importa… ¿Es eso lo que te preocupa? Eso es lo<br />

que estoy tratando de decirte. ¿Dices eso porque temes que yo no…?<br />

—Por el momento, no podemos seguir viéndonos —volvió a decir Lili, y, sin<br />

más, se alejó de allí.<br />

Cruzó el césped, que estaba seco a causa del calor y casi crujía bajo sus pisadas, y<br />

salió del parque.<br />

—¡Lili! —gritó Henrik desde debajo del sauce.<br />

Todavía quedaba tiempo, unas horas, para colgar de nuevo el vestido de Lili y<br />

www.lectulandia.com - Página 61

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!