02.05.2017 Views

La chica danesa

Una novela de David Ebershoff

Una novela de David Ebershoff

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

3<br />

El padre de Einar era un cultivador de cereales fracasado, que había sido expulsado<br />

de la Sociedad de Cultivadores de la Paramera. <strong>La</strong> primera noche que pasó fuera de la<br />

granja de su madre, en Bluetooth, fue la del día en que viajó a Skagen, en el extremo<br />

septentrional de Dinamarca, esa especie de dedo que penetra en el mar, a recoger a su<br />

prometida, la hija de los dueños de una tienda de artículos de pesca donde reparaban<br />

redes. Esa noche durmió en una posada junto al mar, con techo de algas, y a la<br />

mañana siguiente despertó para ir a casarse. <strong>La</strong> segunda y última noche que pasó<br />

fuera de Bluetooth, fue para volver a Skagen con el cuerpo de su mujer y el bebé<br />

Einar envuelto en una manta de cuadros. Como el terreno en torno a Skagen estaba<br />

demasiado duro a causa de la helada para cavar en él una tumba, envolvieron a la<br />

madre de Einar en una red de pesca limpia de escamas y agallas y la tiraron, como si<br />

fuera un ancla, al gélido mar. <strong>La</strong> semana anterior una gigantesca ola grisácea había<br />

arrastrado en su reflujo a la posada de techo de algas aguas adentro del Kattegat, de<br />

modo que esta vez el padre de Einar tuvo que dormir en la tienda de artículos de<br />

pesca, entre anzuelos y sedales y envuelto en el tenue olor a prímulas por el que era<br />

conocida la madre de Einar.<br />

Su padre era alto y débil, víctima de una enfermedad ósea incapacitante. Andaba<br />

con ayuda de un bastón de madera nudosa y apoyándose en los muebles. Cuando<br />

Einar era pequeño, su padre estaba siempre encamado a causa de enfermedades que<br />

el médico se limitaba a calificar de raras. Durante el día, Einar entraba a hurtadillas<br />

en la habitación de su padre mientras éste dormía, y contemplaba la espuma que le<br />

cubría los labios y burbujeaba al compás de su respiración. Entonces se inclinaba<br />

hacia delante, hasta tocar los rizos dorados de su padre. Einar siempre había deseado<br />

tener el pelo así, tan espeso que un peine de plata quedaba clavado en él igual que los<br />

adornos en los árboles de Navidad. Pero más interesante todavía que el pelo de su<br />

padre era su enfermedad, la misteriosa enfermedad que acababa con su energía y<br />

hacía que sus ojos fueran llorosos y tristones, y sus dedos amarillos y frágiles. Einar<br />

encontraba guapo a su padre; le parecía un hombre perdido en un cuerpo inútil,<br />

jadeante y un tanto maloliente que lo oprimía como una concha, un hombre<br />

desconcertado por un cuerpo que ya no le funcionaba.<br />

Había días en los que Einar se metía en la pequeña cama de madera de haya y se<br />

arrebujaba bajo el edredón. Su abuela había introducido en la colcha bolitas de goma<br />

de menta, de modo que la cama desprendía un olor fresco y agradable. Einar se<br />

echaba con la cabeza hundida entre las almohadas, y el pequeño Eduardo II se hacía<br />

un ovillo entre él y su padre y meneaba el rabo, que golpeaba contra la colcha. El<br />

perro gruñía y suspiraba, y luego estornudaba. Y Einar lo imitaba. Hacía esto porque<br />

sabía lo mucho que su padre quería al chucho, y ansiaba que lo quisiese del mismo<br />

www.lectulandia.com - Página 30

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!