MANU ARRUE (jesuita) "Los que no se hablaban se relacionan"

8/4/2017 Kiosko y Más ­ El Correo ­ 8 abr. 2017 ­ Page #2
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I CIUDADANOS I LA PASIÓN SALE A LA CALLE
Sábado 08.04.17
EL CORREO
La Pasión
Historia: Fundada en
1941, tiene la sede en la
parroquia de San Vicente.
Habito: De raso negro
con botonadura roja, cin·
gula granate y esclav ina
y capirote alto de terciopelo.
Beatriz Calvo
«Estos días.
siento a la vez
nerviosismo,
felicidad y ternura»
Begolla
Historia: Fundada en
1947, suspendió sus actividades
en 1975 y se
reorganizó en 1995.
Hábito: Túnica y capa
blancas, pectoral con el
emblema de la hermandad
y cíngulo y ant ifaz
negros.
Diego Rodríguez
«En mi casa, la
Semana Santa
siempre fue un
asunto importante»
Cofrades a
cara descubierta
Miembros de cinco hermandades de la Semana
Santa bilbaína se quitan el capirote y explican
sus motivaciones. «No somos santurrones», dicen
coincidirían en otro tipo de agrupa­
ción. Todos son católicos, eso es evi­
dente, pero hay cofrades de todas
las edades, del Partido Popular y de
EH Bildu, universitarios y con los
estudios primarios sin tenninar; los
hay, en fin, con la vida resuelta des­
de hace generaciones y también con
apuros para llegar a fin de mes. In­
duso los capirotes, una vez ret ira­
da la tela que los cubre, se ven ines­
peradamente variados: hay quien
consigue la forma cónica con una
moderna rejilla de plástico, compra­
daen Sevilla y ajustable al tamaño
BILBAO. Por fuera nos resultan indist
inguibles, igualados por el hábito
y por la geometría fascinante
del capirote, y a veces pensamos que
esa uniformidad es reflejo de un interior
también idéntico, como si se
tratase de un ejército de clones que
coman las calles en Semana Santa,
bien pert rechados de hachones y
estandartes. Y, sin embargo, los cofrades
siempre suelen destacar las
tremendas diferencias que existen
entre ellos: las hermandades, dicen,
son colectivos diversos, donde conviven
personas que difícilmente
del cráneo, y también quie n sigue
usando su viejo cucurucho de cartón,
parcheado con trozos de cinta
como un maltrecho veterano de mil
procesiones.
Miembros de cinco de las nueve
hermandades bilbainas, retratados
en el Museo de Pasos, explican en
este reportaje qué les llevó a vivir
de esta manera la Semana Santa y
qué pensamientos les cruzan la cabeza
al abrigo del capirote.
Beatriz Calvo Cofradía de la Pasión
ccUna vez salí descalza,
cumplí mi parte en el trato»
Beatriz se recuerda de niña, con su
bocadillo, sentada en una acera junto
al Arriaga para ver los pasos: seria
lógico suponer que su madre la
llevaba a ella, pero ocurria más bien
al revés, porque la mujer, recién terminada
su jornada laboral, tenia que
bajar desde su casa en Artxanda para
que la pequeña Sea disfrutase de su
momento favorito. , asegura hoy la joven de
23 años, que ha estudiado Proyectos
de Edificación y Decoración de
Interiores y está ampliando su formación
con Obra Civil. A través de
un cura jubilado de su parroquia,
acabó ingresando en la cofradía de
La Pasión, la de la esclavina roja y
el larguísimo capirote, encargada de
organizar la primera de tcxias las procesiones
de la Semana Santa bilbaína:
«Fs el primer viernes, el Viernes
de Dolores. Cuando se acerca el momento,
siento a la vez nerviosismo,
felicidad y ternura. Nerviosismo por
el tiempo que va a hacer, por los últimos
detalles ... Felicidad, porque
ves a tus hermanos cofrades. Y ternura,
por las miradas y las lágrimas
de la gente ante la Dolorosa)).
Durante un tiempo, Beatriz formó
parte de la banda, tocando la corneta,
y después salió en filas con su
hachón, la vela larga y gruesa que
se usa e n las procesio nes, pero actualmente
su cometido es llevar a
la Virgen. i