AFTER4
De alguna manera, el tiempo pasa y, pronto, cientos de páginas se acumulan en el suelo. No soy consciente de cuánto rato ha transcurrido, y sería incapaz de contar las lágrimas que han derramado mis ojos o los sollozos que han escapado de mis labios. Pero continúo; leo todas y cada una de las páginas, sin orden, al azar y desordenadas, aunque me aseguro de absorber confesión tras confesión del hombre que amo, el único hombre aparte de mi padre al que he querido jamás, y para cuando llego al final del montón de páginas, el apartamento está casi a oscuras y el sol ha empezado a ponerse en el exterior. Miro alrededor del desastre que he organizado e intento asimilarlo todo. Mis ojos observan el suelo y reparan en la bola de papel arrugado que está sobre la mesa de la entrada. Hardin me ha dicho que era la última página, la última página de esta historia, nuestra historia, y trato de calmarme antes de ir a por ella. La cojo con manos temblorosas, aliso el papel arrugado y leo las palabras que hay escritas en él. Él espera que ella lea esto algún día y entienda lo roto que estaba. No le pide piedad, ni perdón; sólo le pide que comprenda el inmenso impacto que ella ha tenido en su vida. Que ella, la preciosa extraña de corazón amable, apareció de repente y cambió su rumbo para convertirlo en el hombre que es hoy. Espera que, con estas palabras, por muy duras que sean algunas de ellas, se sienta orgullosa de sí misma por haber sacado a rastras a un pecador de las profundidades del infierno y por haberlo guiado hasta el cielo, concediéndole la redención y librándolo de los demonios de su pasado. Reza para que estas palabras le lleguen al corazón y para que, tal vez, sólo tal vez, ella siga amándolo después de todo lo que han pasado juntos. Espera que sea capaz de recordar por qué lo amaba, por qué luchó tanto por él. Y, por último, espera que, esté donde esté cuando encuentre este libro que escribió para ella, lo lea y se ponga en contacto con él, incluso si estas palabras le llegan dentro de muchos años. Tiene que saber que él no se ha dado por vencido. Tessa tiene que saber que este hombre siempre la amará, y que la estará esperando durante el resto de su vida, tanto si ella regresa como si no. Quiere que sepa que ella lo salvó y que jamás podrá devolverle todo lo que ha hecho por él. Quiere que sepa que la ama con toda su alma y que nada conseguirá cambiar eso. Quiere recordarle que sus almas son una sola, sin importar de qué estén hechas. Su novela favorita lo describió mejor. Reúno las escasas fuerzas que me quedan y dejo las hojas desperdigadas por el suelo del apartamento, con el último folio todavía en la mano.
CAPÍTULO 76 Tessa Dos años después —Estás absolutamente fantástica. Eres una novia preciosa —dice Karen con entusiasmo. Coincido con ella y asiento. Me ajusto los tirantes de mi propio traje y vuelvo a mirarme en el espejo. —Se va a quedar pasmado. Aún no puedo creer lo rápido que ha llegado este día. —Sonrío y le coloco una última horquilla en la densa mata de pelo recogido en tirabuzones que reluce bajo las intensas luces del cuarto trasero de la iglesia. Puede que me haya pasado un poco a la hora de echarle purpurina con el espray. —¿Y si me caigo? ¿Y si no se presenta en el altar? —La preciosa novia de Landon habla con voz suave; está tan nerviosa que podría quebrársele en cualquier momento. —Lo hará. Ken lo ha traído en coche hasta la iglesia esta mañana. —Karen se ríe, infundiéndonos confianza a ambas—. Si algo fuera mal, mi marido ya nos habría avisado a estas alturas. —Landon no faltaría por nada del mundo —le prometo. Sé que no lo haría, porque le vi la cara y le sequé las lágrimas cuando me enseñó el anillo que había elegido para ella. —Eso espero. Me cabrearía mucho. —Deja escapar una risotada nerviosa. Su sonrisa es encantadora, incluso a pesar de la ansiedad que se oculta bajo la superficie de su belleza; está manteniendo la compostura bastante bien. Peino con cuidado sus rizos oscuros con los dedos y le coloco el fino velo sobre la cabeza. Observo su bonito rostro en el espejo y levanto la mano para tocar su hombro desnudo. Sus ojos marrones se inundan de lágrimas y se muerde nerviosa el labio inferior. —Todo irá bien, ya lo verás —le aseguro. Mi vestido plateado reluce bajo la luz, y admiro la belleza de todos los detalles que hay detrás de esta boda. —¿Es demasiado pronto? Sólo hace unos meses que volvimos a estar juntos. ¿A ti te parece demasiado pronto, Tessa? —me pregunta. Nos hemos hecho íntimas durante los últimos dos años, y he notado su preocupación cuando sus dedos han empezado a temblar mientras me ayudaba a subirme la cremallera de mi traje de dama de honor. Sonrío. —No es demasiado pronto. Habéis vivido muchas cosas durante los últimos años. Le estás dando demasiadas vueltas a la cabeza sobre esto, y te lo dice alguien que sabe de lo que habla.
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CAPÍTULO 76<br />
Tessa<br />
Dos años después<br />
—Estás absolutamente fantástica. Eres una novia preciosa —dice Karen con entusiasmo.<br />
Coincido con ella y asiento. Me ajusto los tirantes de mi propio traje y vuelvo a mirarme en el<br />
espejo.<br />
—Se va a quedar pasmado. Aún no puedo creer lo rápido que ha llegado este día. —Sonrío y le<br />
coloco una última horquilla en la densa mata de pelo recogido en tirabuzones que reluce bajo las<br />
intensas luces del cuarto trasero de la iglesia.<br />
Puede que me haya pasado un poco a la hora de echarle purpurina con el espray.<br />
—¿Y si me caigo? ¿Y si no se presenta en el altar? —La preciosa novia de Landon habla con voz<br />
suave; está tan nerviosa que podría quebrársele en cualquier momento.<br />
—Lo hará. Ken lo ha traído en coche hasta la iglesia esta mañana. —Karen se ríe, infundiéndonos<br />
confianza a ambas—. Si algo fuera mal, mi marido ya nos habría avisado a estas alturas.<br />
—Landon no faltaría por nada del mundo —le prometo.<br />
Sé que no lo haría, porque le vi la cara y le sequé las lágrimas cuando me enseñó el anillo que<br />
había elegido para ella.<br />
—Eso espero. Me cabrearía mucho. —Deja escapar una risotada nerviosa.<br />
Su sonrisa es encantadora, incluso a pesar de la ansiedad que se oculta bajo la superficie de su<br />
belleza; está manteniendo la compostura bastante bien.<br />
Peino con cuidado sus rizos oscuros con los dedos y le coloco el fino velo sobre la cabeza.<br />
Observo su bonito rostro en el espejo y levanto la mano para tocar su hombro desnudo. Sus ojos<br />
marrones se inundan de lágrimas y se muerde nerviosa el labio inferior.<br />
—Todo irá bien, ya lo verás —le aseguro.<br />
Mi vestido plateado reluce bajo la luz, y admiro la belleza de todos los detalles que hay detrás de<br />
esta boda.<br />
—¿Es demasiado pronto? Sólo hace unos meses que volvimos a estar juntos. ¿A ti te parece<br />
demasiado pronto, Tessa? —me pregunta.<br />
Nos hemos hecho íntimas durante los últimos dos años, y he notado su preocupación cuando sus<br />
dedos han empezado a temblar mientras me ayudaba a subirme la cremallera de mi traje de dama de<br />
honor.<br />
Sonrío.<br />
—No es demasiado pronto. Habéis vivido muchas cosas durante los últimos años. Le estás dando<br />
demasiadas vueltas a la cabeza sobre esto, y te lo dice alguien que sabe de lo que habla.