06.04.2017 Views

AFTER4

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

mañana de agosto. Se me ha pasado volando y todo me recordaba a Hardin. David alquiló una<br />

cabaña durante una semana en julio y acabamos a menos de diez kilómetros de la cabaña de los<br />

Scott. Se veía el bar en el que habíamos bebido demasiado desde el coche.<br />

He paseado por las mismas calles, esta vez con la hija de David, que se detenía en cada manzana<br />

a coger flores para mí. Fuimos a comer al mismo restaurante en el que pasé una de las noches más<br />

tensas de mi vida, e incluso nos tocó el mismo camarero, Robert. Me quedé muy sorprendida al<br />

enterarme de que él también se iba a ir a vivir a Nueva York para estudiar Medicina. La NYU le<br />

ofreció una beca más sustanciosa que la de Seattle, así que cambió de planes. Intercambiamos los<br />

teléfonos y nos escribimos durante el verano. Los dos hemos aterrizado en Nueva York casi al mismo<br />

tiempo. Él llegó una semana antes y ahora trabaja en el mismo sitio que yo. En los próximos quince<br />

días, hasta que empiece a estudiar a tiempo completo, trabaja tanto como yo. A mí también me<br />

gustaría hacer lo mismo pero, por desgracia, es demasiado tarde para incorporarme a la NYU en<br />

otoño.<br />

Ken me aconsejó esperar, al menos hasta la primavera, antes de volver a la universidad. Dice<br />

que no debería volver a trasladarme porque perjudicaría mi expediente, y la NYU ya es lo bastante<br />

exquisita. No me importa tomarme un descanso, a pesar de que tendré que trabajar duro para<br />

ponerme al día. Voy a dedicarme a trabajar y a disfrutar de esta maravillosa y gigantesca ciudad.<br />

Hardin y yo sólo hemos hablado un par de veces desde que se fue de la graduación sin despedirse<br />

de mí. Me ha escrito mensajes sueltos y algunos e-mails tensos y formales, así que sólo he contestado<br />

a un par de ellos.<br />

—¿Tenéis planes para el fin de semana? —le pregunto a Landon mientras intento atarme el<br />

delantal.<br />

—No, que yo sepa. Creo que sólo va a venir a dormir y se marchará el lunes por la tarde.<br />

—Vale. Yo hoy tengo turno doble. No me esperes despierto, no creo que vuelva a casa hasta las<br />

dos.<br />

Landon suspira.<br />

—Me gustaría que no trabajaras tanto. No hace falta que contribuyas a pagar los gastos. Tengo<br />

dinero de las becas y sabes que Ken tampoco me deja pagar nunca nada.<br />

Le regalo a Landon la más dulce de mis sonrisas y me hago una coleta que empieza justo donde<br />

acaba el cuello de mi camisa.<br />

—No vamos a volver a hablar del tema —replico negando con la cabeza mientras me meto la<br />

camisa por dentro de los pantalones de trabajo.<br />

Mi uniforme no está mal: camisa negra, pantalones negros y zapatos negros. Lo único que me<br />

molesta del conjunto es la corbata verde fosforito. Tardé dos semanas en acostumbrarme a ella, pero<br />

estaba tan agradecida de que Sophia me hubiera encontrado trabajo de camarera en un restaurante de<br />

tanta categoría que el color de la corbata era lo de menos. Es la chef de repostería de Lookout, un<br />

restaurante nuevo, moderno y demasiado caro en Manhattan. Yo no me meto en su... amistad con<br />

Landon, y menos aún después de conocer a sus compañeras de piso. A una de ellas ya la conocía de<br />

Washington. Parece que Landon y yo tenemos la misma suerte con eso de que el mundo es un pañuelo<br />

sucio...

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!