06.04.2017 Views

AFTER4

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—¿Ahora?<br />

—Sí, ahora.<br />

—¿En este momento?<br />

—Sí.<br />

En cuanto lo digo, Hardin me pone contra la pared.<br />

—¿En este mismo instante? —Se agacha y siento su aliento cálido en mi cuello—. ¿Estás segura?<br />

Ya no estoy segura de nada, la verdad.<br />

—¿Qué? —pregunto con la voz ronca y la cabeza nublada.<br />

—Creo que ibas a besarme. —Presiona los labios contra los míos y no puedo evitar sonreír, a la<br />

locura, al alivio que me hace sentir su afecto. Sus labios no son suaves, los tiene secos y cortados,<br />

pero son perfectos y me encanta cómo su lengua envuelve la mía sin darme opción a rechazarla.<br />

Tiene las manos en mi cintura y sus dedos se hunden en mi piel mientras separa mis piernas con<br />

la rodilla.<br />

—No puedo creer que vayas a marcharte tan lejos de mí. —Arrastra la boca por mi mandíbula,<br />

hasta debajo de mi oreja—. Tan lejos de mí.<br />

—Lo siento —susurro, incapaz de decir nada más cuando sus manos se deslizan por mis caderas,<br />

hacia mi vientre, llevando consigo la tela de mi camiseta.<br />

—No paramos de correr de un lado para otro, tú y yo —dice con calma pese a la velocidad con<br />

la que sus manos atrapan mis pechos. Tengo la espalda contra la pared y la camiseta está en el suelo,<br />

a mis pies.<br />

—Ya te digo.<br />

—Una cita de Hemingway y luego dedicaré mi boca a otros menesteres. —Sonríe contra mis<br />

labios mientras sus manos acarician juguetonas la cinturilla de mis pantalones.<br />

Asiento, deseando que cumpla lo prometido.<br />

—No puedes huir de ti mismo sólo yendo de un sitio a otro —dice. Luego me mete la mano en los<br />

pantalones.<br />

Gimo, abrumada por sus palabras y por sus caricias. Sus palabras se repiten en mi cabeza<br />

mientras me toca, y lo busco. Va a reventar la bragueta y gime mi nombre mientras le desabrocho con<br />

torpeza los vaqueros.<br />

—No te vayas a Nueva York con Landon —me pide—. Quédate conmigo en Seattle.<br />

«Landon.» Me vuelvo y quito las manos de la bragueta de Hardin.<br />

—Tengo que hablar con él —digo—. Es importante. Parecía enfadado.<br />

—¿Y? Yo también estoy enfadado.<br />

—Ya lo sé —suspiro—. Pero es evidente que no tanto como él —añado bajando la vista hacia el<br />

bóxer, que apenas le cubre el pene.<br />

—Bueno, eso es porque me estás distrayendo y así no puedo enfadarme contigo... ni con Landon<br />

—añade débilmente, como coletilla.<br />

—No tardo nada. —Lo aparto y recojo mi camiseta del suelo. Me la pongo y me la remeto en el<br />

pantalón.<br />

—Vale. De todos modos, necesito cinco minutos. —Hardin se peina el pelo hacia atrás y deja

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!