06.04.2017 Views

AFTER4

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

poner las manos. Las llevo de la mesa a mi regazo y a mis rodillas, y luego de vuelta a la mesa, hasta<br />

que él estira un brazo y me coge los dedos con una mano.<br />

—Relájate —pide con dulzura. Tiene la mano tibia y cubre las mías por completo. Por un<br />

momento, lo veo todo con claridad.<br />

—Te he ocultado algo y me está volviendo loca —empiezo—. Necesito contártelo y sé que éste<br />

no es el momento, pero quiero que te enteres por mí, no que lo descubras de cualquier otra manera.<br />

Me suelta la mano y se reclina en el respaldo de la silla.<br />

—¿Qué has hecho? —Noto la ansiedad en su voz, la sospecha en su respiración.<br />

—Nada —me apresuro a responder—. No es lo que estás pensando.<br />

—No habrás... —Parpadea un par de veces—. No habrás estado con otro...<br />

—¡No! —exclamo con un grito agudo y meneo la cabeza para enfatizar mi negativa—. No, no es<br />

nada de eso. Sólo es que he tomado una decisión sin haberte dicho nada. Pero no he estado con nadie.<br />

No sé si me siento aliviada u ofendida de que eso sea lo primero que ha pensado. En cierto<br />

modo, es un alivio, porque mudarse conmigo a Nueva York no le resultaría tan doloroso como el<br />

hecho de que yo hubiera estado con otro, pero me ofende un poco porque a estas alturas ya debería<br />

conocerme mejor. No niego que he hecho un montón de cosas irresponsables para hacerle daño,<br />

sobre todo con Zed, pero jamás me acostaría con otro.<br />

—Vale. —Se pasa la mano por el pelo y apoya la nuca en la palma para masajearse el cuello—.<br />

Entonces no puede ser nada demasiado horrible.<br />

Cojo aire, decidida a soltarlo todo. Ya basta de marear la perdiz.<br />

—Pues...<br />

Levanta las manos para que me detenga.<br />

—Espera, ¿y si antes de contarme de qué se trata me explicas el porqué?<br />

—¿El porqué de qué? —Ladeo la cabeza confusa.<br />

Enarca una ceja.<br />

—Por qué has tomado esa decisión que hace que estés cagada de miedo.<br />

—Vale —asiento.<br />

Intento ordenar mis ideas mientras Hardin me observa con ojos pacientes. ¿Por dónde empiezo?<br />

Esto es mucho más duro que decirle simplemente que voy a mudarme, pero también es una manera<br />

mejor de darle la noticia.<br />

Ahora que lo pienso, creo que nunca habíamos hecho esto. Siempre que pasaba algo tremendo e<br />

importante, nos enterábamos por terceros o por accidente, de un modo igual de tremendo e<br />

importante.<br />

Lo miro por última vez antes de empezar a hablar. Quiero memorizar cada milímetro de su cara,<br />

recordar y observar la manera en que sus ojos verdes a veces rebosan paciencia. Sus labios rosa son<br />

una tentación, aunque también recuerdo la de veces que los he visto partidos y ensangrentados.<br />

Recuerdo el piercing y cómo le cogí cariño enseguida.<br />

Revivo el modo en que el metal frío me rozaba los labios. Pienso en cómo lo atrapaba entre los<br />

labios cuando le daba vueltas a algo y lo tentador que me resultaba.<br />

Recuerdo la noche en la que me llevó a patinar sobre hielo para demostrarme que podía ser un

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!