06.04.2017 Views

AFTER4

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Pero tú... —Al parecer, la he dejado sin palabras.<br />

—Sé lo que solía decir hasta ahora, pero tampoco había salido nunca con nadie ni amado a nadie,<br />

nunca me había importado nadie, así que desconocía lo que era. Creo que podría llegar a cambiar de<br />

opinión con el tiempo. Si me das la oportunidad, claro.<br />

Le dejo unos segundos para recomponerse, pero sigue sentada con unos ojos como platos y la<br />

boca abierta.<br />

—Aún me queda mucho por hacer, todavía no confías en mí, lo sé. Tenemos que acabar los<br />

estudios, y antes tendría que convencerte de que te casaras conmigo —divago buscando algo que<br />

capte su atención y la haga mía ahora mismo—. No es que tengamos que casarnos antes, no soy tan<br />

clásico.<br />

Se me escapa la risa nerviosa y eso es lo que parece que consigue devolver a Tessa a la realidad.<br />

—No podemos —dice, pálida de repente.<br />

—Sí podemos.<br />

—No...<br />

Levanto una mano para hacerla callar.<br />

—Podríamos, sí. Te quiero y quiero compartir mi vida contigo. Me da igual si eres joven y yo<br />

también, o si soy demasiado malo para ti y tú demasiado buena para mí. Te quiero, joder. Sé que he<br />

cometido errores... —Me paso la mano por el pelo.<br />

Observo el restaurante a mi alrededor y soy completamente consciente de que la mujer<br />

embarazada me está mirando fijamente. ¿No tiene nada propio de una futura madre que hacer?<br />

¿Comer por dos, por ejemplo? ¿Sacarse un poco de leche?... No tengo ni idea, pero me está poniendo<br />

muy nervioso por algún motivo, como si me estuviera juzgando, y está embarazada, y esto es<br />

demasiado raro. ¿Por qué se me ocurre soltar esta mierda en un lugar público?<br />

—Seguramente te he soltado el mismo discurso unas... treinta veces, pero tienes que saber que no<br />

voy a dar más rodeos —continúo—. Te quiero, siempre. Peleas, reconciliaciones, mierda... Incluso<br />

puedes romper conmigo y largarte de casa una vez por semana; sólo prométeme que volverás y ni<br />

siquiera me quejaré de ello. —Cojo aire unas cuantas veces y la miro—. Bueno, no me quejaré<br />

mucho.<br />

—Hardin, no puedo creer que estés diciendo todo esto —responde Tessa. Se inclina hacia mí y<br />

su voz es apenas un susurro cuando añade—: Es... todo lo que he querido siempre. —Sus ojos se<br />

llenan de lágrimas. Lágrimas de felicidad, espero—. Pero no podremos tener hijos juntos. Ni<br />

siquiera...<br />

—Lo sé. —No puedo evitar interrumpirla—. Sé que todavía no me has perdonado, y tendré<br />

paciencia, te lo juro; no me pondré demasiado pesado. Sólo quiero que sepas que puedo ser quien<br />

necesitas que sea, puedo darte lo que quieres, y no sólo porque tú quieras, sino porque yo también<br />

quiero.<br />

Abre la boca para contestar, pero el maldito camarero vuelve entonces con nuestra comida. Deja<br />

el plato humeante de lo que quiera que Tessa haya pedido y mi hamburguesa, y se queda plantado,<br />

como esperando.<br />

—¿Necesitas algo? —le suelto. No es culpa suya que le esté contando mis deseos de futuro a esta

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!