06.04.2017 Views

AFTER4

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CAPÍTULO 43<br />

Tessa<br />

Decir que he estado evitando a Hardin sería quedarme corta. Conforme han ido pasando los días<br />

(sólo dos, aunque parecen cuarenta), lo he evitado a toda costa. Aunque sé que está en esta casa, no<br />

puedo ni verlo. Ha llamado a mi puerta unas cuantas veces, pero por mi parte no ha recibido más que<br />

burdas excusas sobre por qué no le estoy respondiendo.<br />

No estaba preparada.<br />

Sin embargo, he estado retrasando lo que tengo que decirle durante demasiado tiempo ya, y Karen<br />

empezará a inquietarse, lo sé. Está rebosante de felicidad, y sé que no quiere seguir ocultando la<br />

llegada de un nuevo miembro a la familia durante mucho más tiempo. Sería injusto que tuviera que<br />

hacerlo; debería estar feliz, orgullosa y emocionada. No puedo ser una cobarde y privarla de eso.<br />

De modo que, cuando oigo sus pesadas botas frente a mi puerta, aguardo pacientemente,<br />

patéticamente, deseando que llame y que se marche al mismo tiempo. Sigo esperando que llegue el<br />

día en que mi mente se despeje, en el que mis pensamientos vuelvan a tener sentido. Cuanto más<br />

tiempo pasa, más me pregunto hasta qué punto eran claros mis pensamientos. ¿He estado siempre así<br />

de confundida, así de insegura acerca de mí misma y de mis decisiones?<br />

Espero en la cama, con los ojos cerrados y el labio latiendo bajo mis dientes, a que se marche<br />

antes de llamar. Y me siento decepcionada pero aliviada al mismo tiempo cuando oigo que cierra de<br />

un portazo su dormitorio al otro lado del pasillo.<br />

Haciendo acopio de todas mis fuerzas y con el teléfono en la mano, compruebo mi imagen en el<br />

espejo por última vez y cruzo el pasillo. Justo cuando levanto la mano para llamar, la puerta se abre<br />

y ahí está Hardin, sin camiseta, mirándome.<br />

—¿Qué te pasa? —me pregunta inmediatamente.<br />

—Nada, es que... —Ignoro el nudo que se me forma en el estómago cuando enarca las cejas con<br />

preocupación.<br />

Sus manos me tocan. Sus pulgares presionan con suavidad mis mejillas y yo me quedo plantada<br />

en la puerta mirándolo, sin un pensamiento coherente al alcance.<br />

—Tengo que hablar contigo de una cosa —digo por fin.<br />

Mis palabras suenan apagadas, y la confusión nubla sus brillantes ojos verdes.<br />

—No me gusta cómo ha sonado eso —señala con aire sombrío, y aparta las manos de mi rostro.<br />

Se dispone a sentarse en el borde de la cama y me hace un gesto para que yo haga lo propio. No<br />

confío en la falta de distancia que nos separa, e incluso el cargado aire de la habitación parece estar<br />

burlándose de mí.<br />

—¿Y bien? ¿De qué se trata? —Se coloca las manos detrás de la cabeza y se inclina hacia atrás<br />

sobre ellas.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!