06.04.2017 Views

AFTER4

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Cuando siento cómo la cama cede bajo su peso, me mantengo firme e intento ocultar el escalofrío<br />

que recorre mi cuerpo.<br />

—Bebe un poco de agua. —Presiona un vaso frío contra mi mano, pero yo lo aparto de un golpe.<br />

Ni siquiera me inmuto cuando lo oigo caer al suelo.<br />

—Tess, mírame. —Me toca. Siento sus manos frías, casi extrañas, y me aparto.<br />

Por mucho que quiera acurrucarme en su regazo y dejar que me consuele, no lo hago. Y no lo<br />

haré. Se acabó. Incluso en mi estado mental actual, sé que no volveré a dejar que entre en mi vida<br />

nunca más. No debo hacerlo, y no lo haré.<br />

—Toma. —Hardin me pasa otro vaso de agua de la mesilla de noche. Éste no está tan frío.<br />

Lo cojo por acto reflejo. No sé por qué, pero su nombre resuena en mi mente. No quería oír su<br />

nombre, no en mi propia cabeza, ése es el único lugar en el que estoy a salvo de él.<br />

—Bebe un poco de agua —me ordena con suavidad.<br />

Sin decir nada, me llevo el vaso a los labios. No tengo energías para negarme a beberme el agua<br />

sólo por llevarle la contraria, y tengo una sed tremenda. Me termino el vaso entero en cuestión de<br />

segundos, sin apartar ni un momento la vista de la pared.<br />

—Sé que estás enfadada conmigo, pero quiero estar aquí para ti —miente.<br />

Todo lo que dice es una mentira; siempre lo ha sido y siempre lo será. Permanezco callada y un<br />

leve resoplido escapa de mis labios ante su declaración.<br />

—El modo en que reaccionaste cuando me viste anoche... —empieza.<br />

Siento que me está observando, pero me niego a mirarlo.<br />

—El modo en que gritabas... Tessa, jamás había sentido tanto dolor...<br />

—Basta —lo interrumpo bruscamente.<br />

Mi voz no parece la mía, y empiezo a preguntarme si de verdad estoy despierta o si esto no es<br />

más que otra pesadilla.<br />

—Sólo quiero saber que no me tienes miedo. Porque no me lo tienes, ¿verdad?<br />

—No se trata de ti —consigo decir.<br />

Y es la pura verdad. Está intentando centrar esto en él, en su dolor, pero esto es por la muerte de<br />

mi padre y porque no puedo soportar que se me vuelva a partir el corazón.<br />

—Joder —suspira, y sé que se está pasando las manos por el pelo—. Ya sé que no. No es eso lo<br />

que quería decir. Estoy preocupado por ti.<br />

Cierro los ojos y oigo truenos en la distancia. ¿Que se preocupa por mí? Si se preocupara tanto<br />

por mí, no debería haberme enviado de vuelta a Estados Unidos sola. Ojalá nunca hubiera vuelto a<br />

casa; ojalá me hubiera sucedido algo en el viaje de regreso... para que ahora fuera él quien tuviera<br />

que enfrentarse a mi pérdida.<br />

Aunque, bien pensado, él probablemente no se molestaría en afrontarla. Estaría demasiado<br />

ocupado colocándose. Ni siquiera se enteraría.<br />

—No eres tú misma, nena.<br />

Empiezo a temblar al oír el maldito apelativo cariñoso con el que siempre se dirigía a mí.<br />

—Necesitas hablar de esto, de tu padre. Hará que te sientas mejor. —Habla demasiado alto, y la<br />

lluvia cae con fuerza sobre el viejo tejado. Ojalá se derrumbara y dejara que la tormenta exterior me

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!