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20 17 1 3 1 24 1 ostirala CARA<br />
KOLABORAZIOA<br />
L<br />
as acluales po lém icas<br />
en lomo a la gestión de<br />
la Renta Garant ía de Ingr<br />
esos (RGI), con se r<br />
importantes, encierran<br />
un debate aún de mayor calado<br />
en torno a las conexiones que<br />
ex isten o debieran existir (o no)<br />
en tre derecho s sociales, empleo<br />
y economí a. Más allá de la defen <br />
sa incond iciona l del derecho a la<br />
prestación de la RGI tal y como<br />
in icialmen te se hab ía reg ulado<br />
en la CAV -rec hazando el endurecimiento<br />
de las condiciones de<br />
acceso de su última reforma, reiv<br />
indi cando el increme nto de su<br />
cuantía en relación al Salario Mínimo<br />
Interpro fesional y comba <br />
tiendo la criminalización mediá <br />
t ica e ins ti t ucio nal de la<br />
población perceptor a- , cons idera<br />
mo s que es oportuno y cada<br />
vez más urgente abrir un debate<br />
profundo sobre el mode lo socioeco<br />
nómico actualmente vigente.<br />
La pérd ida de la centr alidad<br />
qu e el emp leo ha tenido y, va a<br />
continuar ten iendo, tanto en el<br />
desarrollo del siste ma capitalista<br />
como, partic ularmen te, en el<br />
desarro llo de los llamados esta <br />
do s de bi enestar es un hec ho<br />
ho y en día comú nm en te reconocido,<br />
aunq ue co n matice s diversos<br />
. El aumento del desemp<br />
leo , la general izac ión de la<br />
precaried ad labo ral y el fenó <br />
meno de las perso nas trabajadoras<br />
pobres, las desigualdades<br />
salar iales entre trabajos y en tre<br />
personas, así como de opor tuni <br />
dades entre m ujeres y hombre s,<br />
y la cad a vez m ás com plicada<br />
vinc u lac ió n en tre e mp leo y<br />
man ten im ien to de las p res ta <br />
ciones sociales (como las pen <br />
siones) asoc iadas a su e jercicio,<br />
so n algu nos de los ra sgos qu e<br />
presenta la cris is actual en torno<br />
al empleo . Deb iéramos a,i.ad<br />
ir, ad emás, la pérdida de em <br />
pleos, mayor o me nor según las<br />
d ive rsas prospecciones, pe ro<br />
sie mpre sign ifi cativa, que va a<br />
suponer a medio plazo la int roducción<br />
gene ralizada de nuevas<br />
tecno logías en los procesos pro <br />
du ctivos y, con ello. la progr esiva<br />
dua lizació n de un me rcado<br />
laboral que promete un seg <br />
m ento de emp leos altam ente<br />
cua lifica dos y remun erados y<br />
otro, asociado a la prestac ión de<br />
se rvicios es pecialmente a pe r<br />
sonas , altam en te precariza do y<br />
escasamente valorizado social y<br />
eco nómicamen te.<br />
El de bate en torno a es tas<br />
cuestio nes puede adqu irir diag <br />
nó sti co s y mati ces di fe re ncia <br />
dos, pero res ulta ya impr escin <br />
dible afronta rlo en profund idad<br />
y, especialmente, hacer lo sup e<br />
rando las miradas parcializadas<br />
Más allá de la RGI:<br />
hacia otro modelo<br />
soc10-econom1co<br />
Harian Díez López y Carlos Askunze Elizaga<br />
REAS. Red de Economía Alternativa y Solidaria<br />
con las qu e. hasta ah o ra, ve nimo<br />
s abord ando este debate, en<br />
gene ra l, los dif eren tes agentes<br />
políti cos, sindi cales y sociales.<br />
El cuest io namiento de l pap el<br />
del emp leo en nu estras socieda <br />
des debe conduc irnos, al men os,<br />
a propo ne r nu evas form as de<br />
articulación de los derechos sociales<br />
no asociadas direct amen <br />
te al ejercicio de l empleo, a discut<br />
ir sob re la va loración soci al y<br />
económ ica de todos los empleos<br />
(especia lm en te de aq uellos<br />
qu e se nos presentan como precarios),<br />
a ident ificar nu evas herrami<br />
ent as de redistr ibución de<br />
la riqueza y financiación de las<br />
pres taciones y servicios socia <br />
les, a replan tear los modos y íines<br />
de la producción y sus efecto<br />
s sociales y ambienta les, así<br />
como a establecer un nuevo reparto<br />
de todos los trabajos (remu<br />
nerados o no) en nue stras<br />
soc iedades. En de finitiv a, estamo<br />
s pon ien do en el cen tro del<br />
deba te la necesida d de abor dar<br />
un cambio en prof und idad no<br />
só lo, con se r im por tantes, de la<br />
ges tión y garan tía de los der e<br />
chos sociales o de la regu lación<br />
de l m ercad o labora l, si no del<br />
pro p io mode lo estru ctura l socio-económico<br />
en el que los derechos<br />
socia les y el empl eo se<br />
asie ntan y está n ac tualm ente<br />
condicionados.<br />
Desde la perspectiva de la Economía<br />
Soli daria. co nsideramos<br />
nec esa rio impu lsa r un cambio<br />
d e rumbo q ue (1re loca l icen el<br />
bie ne star de las personas y el<br />
man tenim iento de un ento rno<br />
Es oportuno y cada vez<br />
más urgente abrir un<br />
debate profundo sobre<br />
el modelo socioeconómico<br />
actualmente<br />
vigente<br />
/<br />
social y amb ien tal de calidad en<br />
el corazón de la actividad económica.<br />
Ésta debe estar condi cionada<br />
a la propia sostenib ilid ad<br />
de la vida y del planeta , es decir,<br />
al manten im iento de todos los<br />
procesos que ga ranticen la reproducció<br />
n de una buena vida.<br />
partiendo de la conside ración de<br />
que las mujeres y los homb res<br />
somos seres interdependie ntes<br />
(necesitados de cuida dos) y ecodependien<br />
tes (necesit ados del<br />
entorno ambie nt al en el que no s<br />
desenvo lvemos). Igua lmente es<br />
necesario > sus activ i<br />
dades y combatiendo el carácter<br />
fu ndamenta lmen te especu lativo<br />
que acl ualment e prioriza.<br />
El próx imo 1 de abri l estar e<br />
mos en Bilbao den un ciando los<br />
recortes y restricciones que en<br />
materi a de la RGI se están dando<br />
y los que no s tememos se producirán<br />
en el corto plazo. Lo harem<br />
os en defe nsa de los de rechos<br />
sociales, especia lmente del<br />
de recho a un os ingresos no con <br />
dic iona dos y suficientes pa ra<br />
un a vida digna qu e per mitan el<br />
desarro llo de todo s los derechos<br />
de ciudadanía y partici pac ión<br />
social, así como en la reivindica <br />
ción de un sis tema de protec <br />
ción social univ ersal, inclusivo y<br />
de calida d. Y lo haremos, final <br />
me nte, con la vis ta puesta en el<br />
ur gent e cam bio de mode lo socio<br />
-econó mico que neces itamo s<br />
para garanti zar el desa rrollo de<br />
vidas libre s y felices en un a socie<br />
dad y en un mundo justo y<br />
sostenib le.