AguaTinta N°22
Inmigración y Exilio - Marzo de 2017
Inmigración y Exilio - Marzo de 2017
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de raíz emocional, como no puede dejar de ser humano.<br />
Hasta en sus vertientes de razón instrumental y práctica,<br />
o de razón científica o filosófica, podemos rastrear este<br />
componente tan humano como cualquier otro a la<br />
postre, pero que anda cabizbajo aparentemente ante la<br />
gran fuerza de la razón.<br />
Andaba por esos lares Ortega cuando acuñó la<br />
expresión de la razón histórica y otros muchos caminaron<br />
también por esos andurriales. Herederos de esa tradición<br />
no podemos dejar que se marchite o deje de florecer.<br />
Hoy en día hay una fuerte corriente de irracionalidad<br />
en nuestro mundo, que tiende a desprestigiar a la razón.<br />
No sólo es el irracionalismo sino también todo aquello<br />
que pretende separar a la razón, loada en apariencia, del<br />
ser humano concreto.<br />
Así, se tiende a elogiar la emoción o la poesía<br />
como si fuera un caballo de batalla su lucha encarnizada<br />
contra los peones de la razón en movimiento siempre<br />
hacia adelante. No lo veo yo así. Bien es cierto que el<br />
único movimiento posible de la razón en acto sea hacia<br />
adelante, comiendo siempre cada vez mayor terreno al<br />
mundo sin desbrozar o roturar. Esto puede dar miedo a<br />
algunos.<br />
Pero tenemos que comprender que si la razón no tiene<br />
marcha atrás, so pena de destruir al mundo realmente<br />
existente, ello no obedece a afanes conquistadores o<br />
de dominio sobre otras áreas del proceder humano.<br />
Hemos visto que la razón se amolda como un guante a<br />
la emoción y una pequeña prueba adicional de ello es la<br />
crítica del arte. Que nos invita a ascender a las alturas de<br />
la emoción por vías racionales o argumentativas.<br />
La razón no es nuestro enemigo, además hay que<br />
considerar que somos, constitutivamente, en parte entes<br />
razonables. Y no deberíamos, creo yo, intentar amputar<br />
una parte de nuestro cuerpo o espíritu.<br />
Somos, los hombres y las mujeres de hoy día,<br />
herederos de una larga tradición que se renueva<br />
diariamente, en cada uno de nuestros movimientos<br />
mentales y de comportamiento. Es la razón que porta<br />
la antorcha que ilumina la oscuridad. Porque sigue<br />
habiendo oscuridad a nuestro alrededor y ¿qué otra luz<br />
puede iluminar nuestro camino? Una luz que tenga en<br />
cuenta, claro es, las cualidades y claridades más íntimas<br />
del ser humano.<br />
Semejamos a la razón en muchos de nuestros<br />
hábitos y costumbres, no así en muchos otros. El camino<br />
todavía es largo hasta la superación y constitución de la<br />
realidad humana, tal y como nos indicaron unos pioneros<br />
vacilantes allá en la Antigüedad.<br />
No me cabe duda de que superaremos este pequeño<br />
p El pensador, Auguste Rodin.<br />
bache de desprestigio relativo de la razón y volveremos a<br />
ser cabales creyentes en ella y la adoraremos y haremos<br />
sacrificios en su honor.<br />
Y hasta danzarán las bacantes de nuevo.<br />
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