AguaTinta N°22
Inmigración y Exilio - Marzo de 2017
Inmigración y Exilio - Marzo de 2017
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CONSEJO DE REDACCIÓN:<br />
Jorge Calvo, Santiago de Chile<br />
Claudia Carmona Sepúlveda, Santiago de Chile<br />
María Eugenia Meza Basaure, Santiago de Chile<br />
Vivian Orellana Muñoz, Montpellier, Francia<br />
Patricia Parga Vega, Bruselas, Bélgica<br />
Marcia Vega, Santiago de Chile<br />
COLABORADORES:<br />
Sergio Badilla Castillo, Santiago de Chile<br />
June Curiel, Bruselas, Bélgica<br />
Cristina Duarte Simŏes, Montpellier, Francia<br />
Sergio Infante, Estocolmo, Suecia<br />
Omar Pérez Santiago, Santiago de Chile<br />
José Zurriaga, Madrid, España<br />
CORRESPONSAL GRÁFICO:<br />
Carlos Candia, Santiago de Chile<br />
PORTADA:<br />
Inmigrantes en Santiago de Chile, 19 de marzo de<br />
2017. Fotografía de Carlos Candia.<br />
E D I T O R I A L<br />
Nuestros lectores no lo saben (tal vez algunos,<br />
los más cercanos), pero <strong>AguaTinta</strong> es hija del exilio.<br />
Es pluma y voz de quienes, de una u otra forma,<br />
han vivido el desarraigo. Es más: el colectivo que<br />
le ha dado vida surgió de la feliz reunión de mentes<br />
inquietas que hiciera una década atrás un caro<br />
proyecto llamado Chile con mis Ojos.<br />
¿Cómo no abordar, entonces, la complejísima<br />
realidad de vivir fuera de la tierra de infancia?<br />
Dependiendo del punto de vista y con todos<br />
los bemoles imaginables, se puede vivir o sufrir la<br />
inmigración y el exilio. Unos por decisión –que no<br />
siempre es libre– y otros por imposición, hombres y<br />
mujeres dejan hoy su país, como hicieron nuestros<br />
antepasados desde el inicio de los tiempos, y<br />
se instalan a reaprender desde los códigos más<br />
cotidianos hasta las más complejas dinámicas<br />
administrativas y legales de la comunidad de<br />
acogida. Incluso quien migra por cumplir un<br />
sueño, quien se declara ciudadano del mundo y<br />
se ufana de su desapego a tradiciones que tilda de<br />
patrioterismo barato, en algún punto de su vida<br />
extrañará el nido o alguna de sus manifestaciones.<br />
Ni qué hablar de quienes fueron arrancados de sus<br />
hogares y subidos, con lo puesto, a un avión que les<br />
llevó a un exilio sin fecha conocida de término.<br />
Y quedamos en deuda. Casi siempre lo<br />
hacemos; pero en este caso particular, es una<br />
deuda a sabiendas. Todo el fenómeno actual de<br />
la inmigración que impacta a Europa hasta la raíz<br />
de sus estructuras económicas, con sus muchas<br />
aristas políticas y religiosas; la era Trump recién<br />
inaugurada, cuyos alcances apenas se vislumbran;<br />
la creciente movilidad migratoria que experimentan<br />
países latinoamericanos, en especial hacia el Cono<br />
Sur del continente, son tópicos de tal complejidad<br />
y tan multifactoriales que trascienden con creces<br />
las poco más de cincuenta páginas de cada edición<br />
de <strong>AguaTinta</strong>; merecen una cobertura profunda en<br />
futuras publicaciones.<br />
Por de pronto, el presente número reúne<br />
experiencias de adaptación y desamparo, de<br />
violencia y solidaridad, de supervivencia en<br />
algunos casos. Yendo más lejos, refleja cómo los<br />
temas y los lenguajes de la obra humana se ven<br />
mediados por la distancia. Porque hacer, crear,<br />
amanecer y ver morir el día no son lo mismo en<br />
casa que fuera de ella. Neruda lo dijo en forma más<br />
afortunada: “cruzas la tierra, / no es tu tierra, / te<br />
despierta la luz / y no es tu luz, / la noche llega,<br />
faltan tus estrellas”.<br />
revista@aguatinta.org<br />
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