22.03.2017 Views

AguaTinta N°22

Inmigración y Exilio - Marzo de 2017

Inmigración y Exilio - Marzo de 2017

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

mundo, la que volcó en telas y colores. Diversos cuadros<br />

suyos representan la vida de las comunidades judías que<br />

seguían esta corriente nacida siglos antes en Polonia,<br />

encabezada por un hombre sabio –el Baal Shem Tov– que<br />

se dio cuenta de que los pobres necesitaban una manera<br />

de llegar a Dios que no pasara por la lectura de la Torah<br />

(el Pentateuco de la Biblia cristiana posterior), ya que no<br />

sabían leer ni tenían tiempo ni dinero para ir a la escuela.<br />

Entonces, discurrió que el amor, la música y el baile eran<br />

una vía tan apropiada y directa como la erudita.<br />

Corría el siglo XVIII y los pobres en los campos<br />

estaban desilusionados porque no podían seguir las<br />

tradiciones y estaban condenados a trabajar sin descanso.<br />

Así, esa vía que santificó el canto y los sentimientos, a<br />

condición de que el corazón estuviera lleno de alegría, y<br />

esa entusiasta y auténtica devoción, les abrió las puertas<br />

hacia Dios. Proponiendo una forma de contactarse con lo<br />

divino mediante melodías repetitivas que no tienen letra,<br />

y de cuentos breves que dejan una enseñanza, el jasidismo<br />

consiguió cientos de adherentes que se sumaron a esta<br />

corriente juguetona e inocente, condenada por los rabinos<br />

del momento y que hoy, por esas paradojas de la historia,<br />

es seguida más que nada por judíos ortodoxos de todo el<br />

mundo. Desde entonces, para un judío rezar ya no quedó<br />

limitado a la asistencia a la sinagoga o a la celebración del<br />

Shabat. Chagall rezaba al pintar, y quienes observan hoy su<br />

obra se acercan a Dios al contemplarla.<br />

Las pinturas de Chagall, por otro lado, narran una<br />

historia que el espectador puede seguir o imaginar, lo que<br />

lo pone en línea directa con la tradición más antigua del<br />

judaísmo –y de media Humanidad–: la manera de narrar de<br />

la Torah. Las historias de los libros del Pentateuco fueron,<br />

por demás, la inspiración del artista.<br />

“Acudí al gran libro universal, la Biblia. Desde<br />

la infancia la Biblia me ha llenado de visiones<br />

sobre el destino del mundo y me ha sido fuente<br />

de inspiración para mi trabajo. En momentos de<br />

duda, la sabiduría y la grandiosidad intensamente<br />

poética que destila me han reconfortado como<br />

una segunda madre” (2) .<br />

“No he visto la Biblia: la he soñado” (3) .<br />

“Desde mi primera juventud quedé cautivado<br />

por la Biblia. Siempre me pareció, y aún me sigue<br />

pareciendo, la fuente de poesía más grande<br />

de todos los tiempos. Desde ese momento, he<br />

buscado ese reflejo en la vida y en el arte. La<br />

Biblia es como una resonancia de la naturaleza, y<br />

yo he mirado de transmitir ese secreto” (4) .<br />

Pero la Torah no es el único libro de historias con<br />

que los judíos traspasan su pensamiento. También existe<br />

el Midrash, colección de relatos que complementan las<br />

enseñanzas mosaicas. Estudiosos consideran que las<br />

pinturas de Chagall podrían considerarse un midrash<br />

pictórico, ya que en ellas recreó momentos tanto de la<br />

forma de vida de las aldeas judeorrusas, similares a aquella<br />

en la que creció, como de las propias narraciones escritas<br />

en los libros sagrados. Todo contado pictóricamente con<br />

un lenguaje directo, sencillo, que apela al sentimiento y la<br />

empatía. Como el jasidismo.<br />

En la época de Chagall, una renovación del<br />

pensamiento jasídico estaba en curso con el aporte<br />

del filósofo Martin Buber, que recopiló cuentos con las<br />

enseñanzas de este movimiento. Así es que el espíritu<br />

de esa corriente estaba más que vivo y se reflejó en sus<br />

pinturas, en sus motivos, en el evidente amor con que esos<br />

seres estaban creados, en sus colores y formas. Una obra<br />

que puede ser fácilmente comprendida, sin por eso dejar<br />

de ser profunda.<br />

Las últimas décadas permitieron que volvieran a<br />

la luz las creaciones que, en 1920, el artista hizo para<br />

el decorado del Teatro de Arte Judío de Moscú, las que<br />

han sido expuestas en diversas ciudades europeas y han<br />

intencionado el estudio de su obra bajo la óptica de la<br />

tradición judía, en sus aspectos tanto místicos como de<br />

festividades familiares, locales o propiamente vinculadas<br />

con el calendario de celebraciones relativas a las creencias<br />

espirituales.<br />

“Coger las cosas, reflexionar y soñar con ellas: éste<br />

era mi juego”, decía, y siguiendo esa premisa transformó<br />

recuerdos, tradiciones y enseñanzas en vibrantes obras<br />

muchas veces pletóricas de escenas oníricas, donde lo<br />

mágico aparece a la vuelta de la pincelada, de la mano de lo<br />

real. El elemento que articula esta argamasa de su factura,<br />

de su creación, es la misma que une toda la enseñanza<br />

del jasidismo: el amor. Amor a la vida, a su pueblo, a los<br />

seres de que está llena la Creación. Amor a Dios. Sin ser<br />

una pintura netamente religiosa, la de Chagall es una obra<br />

espiritual, ecuménica, pero cargada de símbolos de la<br />

primera religión del libro.<br />

La carga de dolor que, como una estela, ha perseguido<br />

al pueblo judío está también presente en su trabajo,<br />

pero en lugar de ser narrado con colores oscuros, con<br />

formas tremendas, aparece igualmente mediante colores<br />

agradables. Sus motivos reflejan esa conexión que, pese al<br />

exilio, manifestó de por vida.<br />

(2) Chagall, Marc. El Missatge Bíblic, 1931-1983. Fundació Caixa de Girona, Girona, 2001, pág. 22. Citado por Turon Mejías, op.cit. pág. 14.<br />

(3) Ibíd.<br />

(4) Ibíd.<br />

13

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!