Juventud

millones de padres están buscando.
Cada vez más personas reconocen que esta civilización está fuera de control. Nuevos problemas de todo tipo
están apareciendo, con otros más antiguos aparentemente empeorando todos los días. La generación actual
ha fallado totalmente en su responsabilidad de mejorar el mundo, de hacerlo mejor para la siguiente
generación. Los líderes gubernamentales han fracasado en guiar al mundo. Los líderes empresariales
segados por la ambición no han sido capaces de estabilizar la economía mundial. Los organismos militares
han fallado en traer la paz mediante la intervención militar. Los científicos no han logrado librar al mundo de
la escasez alimentaria, la contaminación y de problemas tales como condiciones climáticas extremas. Los
médicos y la ciencia médica han sido incapaces de contener la propagación de enfermedades mortales. Los
líderes religiosos y los filósofos han fallado completamente en traer felicidad, realización y verdadero
propósito a las vidas de los habitantes del planeta tierra.
¡Todos esperan que la siguiente generación traiga las soluciones finales a los mayores problemas del mundo!
Sin embargo, si la situación actual se ve mal, ¡entonces el futuro se ve mucho, mucho peor! El recurso más
importante del mundo, y la columna vertebral de cada sociedad y nación en la tierra actualmente son sus
niños y jóvenes. Pero la generación actual de jóvenes está en grandes, ¡enormes! problemas. La condición de
la presente generación de jóvenes es tan mala, con problemas tan severos, ¡que cualquiera que tenga ojos
para ver no puede, y nunca podría, negarlo! Pero esto se debe a que los padres han fallado en su
responsabilidad de darles a sus hijos el fundamento correcto y necesario para producir vidas llenas de un
verdadero éxito. ¡Ellos no han estado a la altura del reto! Una vez más, nadie ha enseñado a estos padres,
nadie los ha equipado para su responsabilidad.
De la juventud de hoy vendrán, de acuerdo a su vocación en algunos casos, los profesores universitarios, los
maestros de escuelas y los profesionales del cuidado infantil del mañana. También producirá a los
científicos, inventores y exploradores de la siguiente era. Y de la generación más joven de hoy también
vendrán los economistas, expertos en finanzas, empresarios de negocios y jefes ejecutivos de la gran
cantidad de pequeños negocios, grandes compañías y corporaciones multinacionales en la economía del
mañana. La siguiente generación de líderes de gobierno, altos oficiales militares, etc., también vendrá de
aquellos que hoy están en la escuela. Y lo mismo será con los filósofos, escritores y redactores. Y luego están
los futuros médicos, psicólogos y otros profesionales quienes también surgirán de la generación actual.
Asimismo, vendrán los abogados, jueces y agentes del orden público para hacer frente a la deteriorada
descomposición de la sociedad.
Por supuesto, todo esto primero supone si aún habrá un mañana para el mundo y sus pobladores.
Las naciones del mundo poseen una vasta suma de conocimiento, pero poca espiritualidad, y ésta situación
aumenta con el pasar de los días. Evidentemente son ignorantes de la clase correcta de conocimiento,
conocimiento espiritualmente experimentado y revelado, “la gnosis”. ¡Esto se debe a que el actual sistema
educativo está moral y espiritualmente en bancarrota! Los engañados educadores han sido predispuestos en
contra de los valores espirituales, en quienes se ha vertido desde la niñez, una serie de enseñanzas ateas. Por
mucho tiempo les han enseñado a los jóvenes que “no hay absolutos” y que deben seguir la “ética de la
situación” en todas las circunstancias. Ellos han llevado al mundo a una especie de humanismo profano,
¡donde las personas son impulsadas por sus “Yoes” sin importar que sus acciones sean correctas o
incorrectas y mucho menos sus consecuencias!
La educación moderna se ha olvidado de la enseñanza gnóstica cristiana, donde los educadores, quienes son
los que enseñan a los niños y jóvenes, se han apartado de este conocimiento milenario. Nadie puede enseñar
lo que nunca se les enseñó. ¡Y tampoco pueden los padres que han sido adoctrinados en el pensamiento de
ellos!
Por otra parte, la iglesia fracasada y las sectas religiosas han mantenido a los padres y a los jóvenes inmersos
en filosofías y enseñanzas falsas y adulteradas que han engañado al mundo por milenios. La iglesia fracasada
y las sectas religiosas han ignorado el gran principio espiritual de causa y efecto que gobierna cada aspecto
de la vida. Todos han olvidado enseñar verdaderos valores espirituales.
Confundidos por la influencia conflictiva de los falsos líderes religiosos, los padres han fracasado
completamente en su mayor responsabilidad, la cual consiste en enseñar a sus hijos cómo vivir
inteligentemente. JG
JG 3