revista21

25 Dolores Redondo
ser exactamente policíaco, no siempre tiene que haber policías
de por medio. No tiene porque haber incluso demasiadas
muertes, puede ser una muerte que ocurrió en el pasado,
puede ser un crimen de otro tiempo, puede ser una trama
urdida para tráfico de drogas...realmente hay tanto dentro de
ese tejido que además pertenece al tejido de la realidad que
hay que aprovechar. El lector se siente identificado y creo que
el espectador en el cine también.
Icr.: Me encanta el tema mitología, en este caso te has centrado
como es lógico en la mitología vasca, ¿hasta dónde la mitología y
hasta donde la realidad?
D.R.: Yo soy donostiarra y tuve la suerte de tener una abuela
que nos contaba las historias de la mitología vasca como
realidades. Como cosas que habían ocurrido a personas que
además conocíamos. Recuerdo que cuando íbamos al monte,
íbamos al caserío y nos decía “pues aquí ocurrió tal cosa” y era
realmente mágico, algo inexplicable.
Icr.: ¿Hasta qué punto crees que has arriesgado con esta trilogía?
D.R.: Hay que arriesgar, ¿quien dice dónde están las normas?
(risas) Dentro de la novela negra hay muchos puristas que te
dicen lo que debe y no debe tener la novela negra. ¿Por qué?,
¿dónde está escrita esa norma?...Y aunque estuviera escrita,
las normas están para traspasarlas, sobre todo si eres un
creativo. Si eres creativo no puedes quedarte en lo que ya se
ha hecho. Es cierto que el género negro tiene una parte de
denuncia social pero no tiene que ser la denuncia siempre de
lo mismo.
Icr.: ¿Cuál es la denuncia que tú querías dejar más patente en
esta Trilogía?
D.R.: La trilogía es una denuncia constante del papel de la
mujer en la sociedad, y las mujeres lo han entendido. Las
profesionales del mundo de la policía lo han entendido. Me
han dicho cosas como, “tengo que hacer tres veces más que mi
compañero para demostrar que valgo lo mismo”.
Icr.: Tú eres de Donostia, ¿por qué el Baztán como escenario de
tus libros?
D.R.: Primero porque hace años que vivo en Navarra, estoy
casada con un navarro, mi hijo mayor nació en Donostia pero la
pequeña ya nació en Navarra. Vivo en Cintruénigo, en la rivera
navarra. Mi primera novela publicada ocurre aquí en Donostia,
pero cuando me fui a vivir a Navarra - que fue por amor- si
que buscaba un escenario para esta novela y podía haber sido
perfectamente Oyarzun, Hernani o alguna localidad cercana
a Donostia. Pero es un poco por homenaje y agradecimiento
a que vivo en Navarra - soy donostiarra primero que nada- y
soy muy feliz allí. Mi marido y mi hija son navarros y estoy muy
bien. En lugar de que sea la ertzaina y sea Hernani, que sean
los forales y Baztán.
Icr.: En el País Vasco el matriarcado ha estado y sigue estando
muy presente, algo que en tu trilogía dejas muy claro. Universo
femenino de brujas, esoterismo y mitología. ¿Qué hay de realidad
en todo lo que cuentas en tus libros?
D.R.: A nivel histórico, la presencia de los agotes, el tema de la
brujería, las casas señoriales, todo conforma una historia muy
potente. Todo esto me pareció que le deba una potencia a la
novela y que me iba a ayudar a crear un fondo potente para los
personajes, para hablar de ellos
Revista de cultura y viajes / Marzo 2017 / www.icruceros.eu