You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
KRESLEY COLE<br />
<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />
6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />
—¡Se está muriendo! —gritó Lanthe. —¿No hueles la sangre?<br />
Cadeon no le hizo ni caso.<br />
—Rydstrom, dame la combinación de la armería. ¡Utilizare la espada esta misma noche! —Ante<br />
la firme expresión de su hermano, dijo: —Entonces llévatela tú. Escón<strong>del</strong>a…<br />
—No funcionará —intervino Nïx, impaciente. —Omort sabrá si Rydstrom le está ocultando algo.<br />
—Tiene que haber otro modo. —Cadeon negó con la cabeza, abatido.<br />
—Ponte en mi lugar —dijo Rydstrom. —Imagínate que fuera Holly la que estuviera a punto de<br />
morir con esta agonía.<br />
Al oír eso, su hermano apretó la mandíbula, soltó una maldición y se hizo a un lado, golpeando<br />
la pared con el antebrazo de tan frustrado como se sentía.<br />
—Serás un gran rey —le dijo Rydstrom antes de salir.<br />
Cade lo miró con lágrimas en los ojos.<br />
—¡No quiero ser el rey, joder! Y no quiero perderte justo ahora que las cosas... justo cuando ya<br />
no me odias.<br />
—Nunca te he odiado —insistió Rydstrom, emocionado. —Te quiero, hermano. Y me siento<br />
muy orgulloso de ver en qué te has convertido.<br />
Con Sabine en brazos y Lanthe pegada a sus talones, Rydstrom salió <strong>del</strong> portal y apareció en<br />
mitad de la corte de Tornin.<br />
De inmediato vio a Omort sentado en el trono.<br />
—¿De qué va todo esto, Melanthe? —preguntó el brujo.<br />
<strong>El</strong> castillo estaba casi vacío y todavía más repugnante que la vez anterior. Los cadáveres se<br />
amontonaban por todas partes, el hedor y las moscas eran insoportables. Los zombis seguían<br />
vigilando las murallas.<br />
Rydstrom se obligó a no fijarse en nada de todo aquello; sólo le importaba una cosa. Sin<br />
titubear un segundo se dirigió hacia el estrado. Sabine se movió nerviosa, y apretó los dedos a<br />
causa <strong>del</strong> dolor.<br />
Omort lo detuvo con un movimiento de la mano, inmovilizándolo donde estaba.<br />
—¿<strong>El</strong> demonio ha venido a verme? —Sonrió. Tenía los ojos de un loco maníaco. Se dirigió a<br />
Lanthe: —¡Tú vete de aquí! ¡Ahora mismo!<br />
—¡Hermano, mírala! —suplicó Lanthe. —Se está muriendo ¡No puedo dejarla así! ¡Por favor!<br />
—Ya se le ha parado el corazón —dijo Rydstrom. —Morirá en cuestión de minutos...<br />
Desde el trono, Omort se inclinó hacia <strong>del</strong>ante.<br />
—¡Abre tu mente, demonio! ¡Hazlo ya!<br />
Rydstrom lo hizo, deseando que el hechicero viera la verdad… que lo único que quería era que<br />
Sabine se curara.<br />
—Me han dicho que tienes el antídoto que puede sanarla. Eso es lo único que busco.<br />
—¿De verdad no tienes ningún otro plan? Sé que no me engañas. Lo único que quieres es que<br />
tu mujer se ponga bien porque estás enamorado de ella. —Se rió con amargura. —No podría<br />
haber encontrado mejor castigo para ti, amar a Sabine sólo te ha traído desgracias.<br />
—Si la quieres, tienes que ayudarla...<br />
Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 235