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KRESLEY COLE<br />
<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />
6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />
—¿Por qué diablos hiciste algo así?<br />
—Holly quería tener una vida normal, así que traté de darle el máximo de normalidad posible.<br />
Pero por suerte me ha prohibido que vuelva a tocar mis «preciosos y atractivos cuernos». Y luego<br />
me dijo todo lo que iba a hacerles cuando me volvieran a crecer. Por todos los dioses, hermano,<br />
esa valquiria me tiene loco. —De repente, Cadeon se quedó pensativo. —Un momento, ¿has dicho<br />
que Sabine iba a convertirse en mi reina? ¿Y qué diablos es ahora?<br />
«Una mujer engañada.»<br />
Una tormenta se estaba formando en el exterior de la casa otra en el interior.<br />
Rydstrom iba a confesarle a Sabine que el juramento que había prestado había sido una farsa.<br />
Con el corazón en un puño subió la escalera que conducía a su habitación, y dejó a Cadeon a solas<br />
para que se terminara su copa.<br />
Con todo lo que Rydstrom se había esforzado para ganarse la confianza de la hechicera, ahora<br />
iba a destruirla de un solo golpe, pero no tenía alternativa. Cada vez que ella lo llamaba «mi<br />
marido», él sentía una punzada en el corazón.<br />
Se sentó a su lado en la cama.<br />
—Sabine, tengo que confesarte una cosa.<br />
<strong>El</strong>la no respondió, no se volvió hacia él, pero tensó los hombros, indicándole con ello que<br />
estaba despierta.<br />
—Lo único que te pido es que trates de entenderme. ¿Crees que podrás hacerlo?<br />
Ninguna respuesta. Le puso una mano en el hombro y la volvió hacia él para mirarla. Sabine<br />
abrió los ojos.<br />
Los tenía llenos de sangre.<br />
—¿Qué es esto? Hechicera, ¿qué está pasando?<br />
—Ya... está aquí —arrastró cada palabra. Tenía la piel como la cera.<br />
Rydstrom la cogió en brazos, el corazón de Sabine latía a mil por hora.<br />
Cuando empezaron a sangrarle la nariz y las orejas, el dolor más intenso que hubiera sentido<br />
jamás desgarró a Rydstrom.<br />
—Por todos los dioses, ¿qué te está pasando? ¡Dímelo, cwena!<br />
—Veneno —farfulló ella.<br />
—¿De qué estás hablando? ¿Cómo? ¿Quién te ha hecho esto?<br />
A ella le dolía tanto la espalda que se sujetó a la camisa de Rydstrom con todas sus fuerzas. Al<br />
venirle un acceso de tos le manchó la camisa de sangre.<br />
«Tengo que conseguir ayuda...»<br />
—¡Cadeon! —gritó Rydstrom.<br />
Su hermano subió la escalera a toda velocidad y entró en la habitación espada en mano.<br />
—¿Qué diablos es esto?<br />
—Sabine está enferma. ¿Dónde está Nïx?<br />
—Iré a buscarla.<br />
Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 225