10.03.2017 Views

Kresley Cole - Serie Immortals After Dark 07 - El Beso del Rey Demonio

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

KRESLEY COLE<br />

<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />

6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />

—Todo el mundo lo llama Erol. Escucha: si algo va mal una vez dentro, quédate detrás de mí.<br />

Prométemelo.<br />

Era excesivamente protector.<br />

—No te puedo prometer eso; si no, encontraremos el suelo de tu cocina lleno de arcilla.<br />

—De nuestra cocina.<br />

—<strong>Demonio</strong>, si algo va mal dentro, no necesitaré que te preocupes por mí. Necesitaré que me<br />

ayudes a protegernos.<br />

Ese comentario lo descolocó. Sabine dio media vuelta y recorrió despacio la pasarela, dejándolo<br />

desconcertado. <strong>El</strong> gran Rydstrom tendría que empezar a aprender algunos trucos nuevos si quería<br />

seguir con ella.<br />

Cuando la vio caminar de puntillas para que las botas con tacón de aguja no se le quedaran<br />

enganchadas entre las tablas, le preguntó:<br />

—¿Por qué no llevas zapatos planos y haces que parezcan botas?<br />

—Porque llevándolas me siento sexy.<br />

—¿Y te haría sentir sexy que te llevara en brazos ahora?<br />

—Me las puedo apañar, <strong>Rey</strong> Encantador —dijo. —Si está tan lleno, ¿crees que habrá alguien a<br />

quien conozcas? Quizá una de las miles de diablesas con las que te has acostado, como Durinda —<br />

dijo, provocándolo.<br />

Cuando él no contestó, Sabine lo miró a los ojos.<br />

—Sólo bromeaba, ya sé que no estuviste con ella. Espera, ¿por qué pareces tan culpable? —<br />

¿Por qué Rydstrom tenía aquella expresión de culpabilidad al oírla nombrar a la diablesa. De golpe,<br />

sintió que le faltaba el aire. —No habrás... en el campamento. .. ¿no estarías con ella...?<br />

—¡Por todos los dioses, no! Pero te dije que no me había acostado con Durinda. Y, al parecer,<br />

hace un milenio, más o menos, sí lo hice.<br />

Sabine se sintió aliviada al instante, entonces añadió:<br />

—Pero me dijiste que no lo habías hecho.<br />

Rydstrom se tocó la nuca con la mano.<br />

—Yo... me había olvidado.<br />

—¿Te lo tuvo que recordar ella? —Cuando él asintió, Sabine se echó a reír a carcajadas.<br />

—No tiene gracia —replicó molesto. —Fue muy incómodo —añadió, como si estuviera<br />

haciendo esfuerzos para disimular una sonrisa.<br />

—¡Hubiera pagado por oír esa conversación! —dijo Sabine sin dejar de reír.<br />

—Pensaba que te enfadarías.<br />

Después de otra sonrisa, contestó:<br />

—No por las cosas graciosas. ¡Eh, tengo una idea! Quizá podríamos confeccionar una base de<br />

datos con todas las hembras con las que te has acostado, y así podrías ponerlas al día...<br />

—¿Eso crees, listilla? —La abrazó. —Lo único que me importa es el último registro.<br />

Continuó por la pasarela, con ella riéndose a su lado.<br />

En la puerta de entrada, hizo que Sabine se quedara a su lado. Al entrar, Rydstrom llevaba una<br />

mano en la cadera de ella y los hombros bien erguidos, con la arrogancia de un rey. A Sabine le<br />

encantaba.<br />

Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 216

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!