10.03.2017 Views

Kresley Cole - Serie Immortals After Dark 07 - El Beso del Rey Demonio

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

KRESLEY COLE<br />

<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />

6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />

CAPÍTULLO 40<br />

—¿Qué he hecho? —Rydstrom se reprendió a sí mismo con amargura. —He dejado que se<br />

vaya.<br />

En ese momento había creído que no tenía otra alternativa. Su propio comportamiento lo había<br />

horrorizado. Había estado a punto de poseerla a la fuerza en aquel parque, en medio de la lluvia, y<br />

le había vuelto a suceder en la cama.<br />

Ahora que se había calmado lo suficiente como para poder pensar, estaba convencido de que<br />

ella le había dicho la verdad cuando le prometió que regresaría al cabo de seis días. Era posible<br />

que la hechicera quisiera que su relación fuera más allá.<br />

Si Sabine conseguía sacar lo peor de él, entonces tendría que esforzarse por convertirse en<br />

mejor persona. Nadie se esforzaría tanto como él para lograrlo. Rydstrom estaba incluso dispuesto<br />

a ir más allá, y a preguntarle a Sabine qué creía ella que debería hacer; iba a ser completamente<br />

sincero: «No me interesa una vida en la que tú no estés —le diría. —Me vuelves loco. Daría<br />

cualquier cosa a cambio de que sintieras algo por mí».<br />

Y exigiría que ella hiciera lo mismo.<br />

Pero antes tenía que encontrarla.<br />

Con ese pensamiento, se puso en marcha. «Quizá haya cruzado el portal.» Aunque tenía el<br />

presentimiento de que no, pues todavía podía sentir su presencia…<br />

La encontró en la manzana siguiente a la de su casa, en la acera.<br />

Al acercarse, vio que se estaba secando los ojos con el antebrazo.<br />

¿Su hechicera estaba llorando?<br />

—¿Qué estás haciendo aquí fuera, cwena? —A lo largo de la última semana, a Rydstrom le<br />

había gustado ver que Sabine se preocupaba por él, y lo había hecho muy feliz verla celosa. ¿Lo<br />

convertía en mala persona que quisiera que llorara por él?<br />

<strong>El</strong>la levantó la vista y lo miró. Le temblaba el labio inferior, y no creó ningún espejismo para<br />

ocultarlo, permitiendo que el demonio la descubriera en ese estado.<br />

—No... No tengo adonde ir. —Volvió a pasarse la manga por los ojos. —Lanthe se ha ido, y yo...<br />

no puedo ir con ella hasta dentro de seis días. Estoy en una ciudad extraña, en un mundo que me<br />

es desconocido, y hay vrekeners por todas partes.<br />

Ni siquiera había mencionado lo que había pasado entre ellos dos...<br />

—¡Y tú has roto conmigo! —gritó entonces, y las lágrimas le cayeron a mayor velocidad. —¿Se<br />

supone que tengo que estar contenta de que me hayas dejado?<br />

—Ven a casa, Sabine.<br />

—¡No! Tú me has dicho que no regresara. —Sorbió por la nariz —No quieres que esté en tu<br />

casa.<br />

<strong>El</strong> la cogió en brazos.<br />

—¿Por qué no te callas de una vez? —Con la mano que tenía libre, le secó las lágrimas. —Sólo<br />

he tardado diez minutos en salir tras de ti.<br />

—Me alegro de que lo hayas hecho —dijo ella, escondiendo rostro en el hombro <strong>del</strong> demonio.<br />

Rydstrom tragó saliva: jamás se habría imaginado que terminaría así la noche.<br />

Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 205

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!