10.03.2017 Views

Kresley Cole - Serie Immortals After Dark 07 - El Beso del Rey Demonio

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

KRESLEY COLE<br />

<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />

6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />

¿Hacía Rydstrom esfuerzos por tratar de verla? Sí, cada maldito minuto que podía. Aquella<br />

misma tarde había ido a buscarla, pero no la encontró en las aguas termales, ni tampoco en<br />

aquella colina en la que tanto le gustaba sentarse.<br />

Pero, desde allí, el demonio la vio jugando a los dados en el campamento, haciendo apuestas<br />

con un grupo. Cuando se sentó para observarla, se clavó algo. ¿Una escama de dragón? Miró a su<br />

alrededor y encontró algunas más. ¿Sabine había estado sentada allí con el dragón?<br />

Se pasó la mano por el costado, por encima <strong>del</strong> tatuaje. Durante todos aquellos años Rydstrom<br />

había llevado la imagen de la bestia grabada en su espalda, y ni una sola vez se había imaginado<br />

que una hechicera los conquistaría a ambos.<br />

En aquel preciso instante, la oyó reírse en medio de la partida de dados; seguro que había dicho<br />

algo escandaloso. Pero sus compañeros de juego siempre creían que lo decía en broma. Los<br />

demonios estaban fascinados con su belleza y su aire misterioso, con los espejismos de oro que<br />

ella lucía en el cuerpo, y con el arreado maquillaje que se ponía alrededor de los ojos.<br />

Todos pensaban que era una reina muy alegre, pero que era mejor no hacerla enfadar.<br />

Dado que Sabine podía hacer que los dados tuvieran el aspecto que deseara, seguro que los<br />

estaba desplumando. Rydstrom sospechaba que podía estar almacenando sus ganancias en un<br />

lugar secreto.<br />

Oyó a alguien acercándose... Durinda. Después de la confesión de ella, apenas habían<br />

intercambiado un par de palabras, así Rydstrom se puso tenso.<br />

—Ahora la adoran —dijo la diablesa, sentándose a su lado. —Es sorprendente. Sigue tratando a<br />

los niños como si fueran mascotas, y los llama «bichos». —Imitó la voz de Sabine,<br />

condescendiente y sin sentido <strong>del</strong> humor, y prosiguió: —<strong>El</strong> bicho huele mal... Si el bicho quiere<br />

darme los ahorros de toda su familia ¿quién eres tú para decir lo contrario?<br />

Antes de que Rydstrom pudiera defender a su compañera Durinda continuó:<br />

—Pero la verdad es que se está comportando como una reina. Una reina poco ortodoxa, lo<br />

reconozco, pero reina al fin y al cabo.<br />

—¿De verdad crees eso?<br />

<strong>El</strong>la asintió.<br />

—Podía haber escapado, y eligió quedarse y proteger a esta gente. Les ha dicho a las chicas, a<br />

las mismas que dejó tan confusas con lo <strong>del</strong> nombre <strong>del</strong> caballo, que les dará clases de... biología.<br />

Es cierto que ha pedido oro a cambio, pero se podría considerar como una especie de impuesto<br />

para servicios públicos. Si tuviera la autoridad necesaria, seguro que podría promover un profundo<br />

cambio social.<br />

Rydstrom recordó lo que Sabine le había dicho sobre la ignorancia de las hembras de su pueblo,<br />

sobre el eterno estado medieval en el que parecía vivir Rothkalina, sobre la falta de<br />

infraestructuras.<br />

—Y tiene razón acerca de lo de luchar —prosiguió Durinda. —Luchar puede resolver problemas.<br />

Vivíamos en una soledad tan benévola que nadie llegó a ser tan fuerte como podría haberlo sido.<br />

Y, cuando nos derrotaron, nos quedamos indefensos ante siglos y siglos de tiranía. —Lo miró a los<br />

ojos. —¿Crees q Sabine se quedaría de brazos cruzados si supiera que su reino es vulnerable?<br />

Jamás. Rydstrom no podía pedir una reina más feroz.<br />

Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 183

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!