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Kresley Cole - Serie Immortals After Dark 07 - El Beso del Rey Demonio

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KRESLEY COLE<br />

<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />

6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />

—¿De verdad? Oh, perfecto. <strong>Rey</strong> Rydstrom, ¿serás por favor Indulgente con los pobres,<br />

equivocados pequeños que han lanzado verduras podridas sobre mí?<br />

—Estaré encantado de hacerles llegar ese mensaje. —¿Estaba girando la larga cuerda clavada<br />

en la estaca?<br />

—¡Ni se te ocurra!<br />

Cuando él se agachó para atarle el tobillo, ella intentó darle una patada con las inútiles<br />

zapatillas que llevaba puestas. Pero Rydstrom le cogió la pierna, manteniéndose inmóvil mientras<br />

hacía los nudos. Cuando finalizó esa tarea, se dirigió a la salida.<br />

—¿Adonde crees que vas? ¡No me puedes dejar así!<br />

Él se detuvo con una mano en la cortina y miró a la hechicera.<br />

—Siempre buscas problemas cuando sales. Tengo mucho que hacer y no puedo estar<br />

vigilándote en todo momento.<br />

—Pues entonces suéltame.<br />

—No vas a tener esa suerte. —Le señaló el tobillo. —Tienes cuerda suficiente para llegar hasta<br />

el guarda de fuera.<br />

—¿Guarda? —gritó. —¿Crees que puedo escapar...? —Se le apagó la voz. —Una vez más me<br />

dejas indefensa.<br />

—<strong>El</strong> guarda no permitirá que te pase nada.<br />

—¿Y mientras qué haré yo?<br />

—Estar aquí sentada. Reflexionar sobre por qué a la gente le apetece tirarte cosas.<br />

Mientras él se agachaba para salir de la tienda, Sabine le gritó:<br />

—¿Me dejas atada como un perro? ¡Pues entonces será mejor te acuerdes de que esta zorra<br />

muerde!<br />

Rydstrom se fue.<br />

Pasó una hora antes de que se volviera a abrir la cortina de la tienda. Para su sorpresa, era el<br />

niño, Puck.<br />

—¿Qué quieres? —le espetó, y cerciorándose de que no llevaba vegetales consigo. —¿Vienes a<br />

lanzarme tomates?<br />

Una vez dentro, el pequeño se sacó una navaja <strong>del</strong> bolsillo. «Excelente.» Iba a pincharla un crío<br />

que apenas había dejado los pañales.<br />

Entonces lo vio sacar un trozo de madera <strong>del</strong> otro bolsillo Se sentó en el suelo a su lado y<br />

empezó a tallar la madera.<br />

«Oh».<br />

—¿Puedes hacerme una estaca para clavarla en un ojo? ¿Para Rydstrom? —Puck frunció el cejo<br />

al no entender sus palabras— O, mejor aún, podrías utilizar la navaja para cortarme estas<br />

ataduras.<br />

<strong>El</strong> pequeño sonrió sin saber de qué le estaba hablando.<br />

A Sabine no le gustaban los niños, y después de intentar repetidamente hacerle saber a aquél lo<br />

que debía hacer para ayudarla en su intento de fuga y no conseguirlo, su presencia empezó a serle<br />

molesta.<br />

—Tú... Vete.<br />

Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 169

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