Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
KRESLEY COLE<br />
<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />
6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />
—Sé muy poco de niños o de cómo se forma una familia pero estoy convencido de que los<br />
padres no tienen que odiarse.<br />
—Rydstrom, yo no te odio.<br />
—Eso no es lo que dijiste.<br />
—Ayer estaba furiosa. Mira, me merezca o no lo que he vivido estos dos últimos días, han sido<br />
muy difíciles para mí. Y tu mujer no tiene un carácter templado ni en las mejores circunstancias.<br />
<strong>El</strong> frunció el cejo, y dijo ausente:<br />
—Quizá un baño de agua caliente sería de agradecer —prosiguió ella, que parecía de lo más<br />
razonable.<br />
Y Rydstrom se detestó a sí mismo porque lo primero que pensó fue: «¿Qué debe de estar<br />
tramando?».<br />
—¿Volantes? Tu venganza es demoníaca y odiosa, Rydstrom.<br />
Cuando Sabine terminó de bañarse, él la vistió con una ancha falda larga hasta los tobillos y una<br />
blusa de manga larga con — estremeció al verlo— esas cosas que volaban.<br />
Un simple corsé y enaguas le sirvieron de ropa interior, mientras unas suaves zapatillas le<br />
cubrían los pies.<br />
—¿Y cómo se supone que voy a dar una patada con estas cosas? —dijo, mirándose las zapatillas<br />
con el cejo fruncido.<br />
—Es que no vas a dar ninguna.<br />
—¿Has visto alguna vez fotos de gatos vestidos por humanos? Pues así de ridícula me siento yo<br />
ahora.<br />
—Bien. Así te bajará un poco el ego —contestó, mientras la acompañaba de vuelta a la tienda.<br />
—Lo dudo. Lo tengo demasiado fuerte, demonio. ¿Así que crees que las mujeres deberían ir<br />
vestidas de esta forma? Eres viejo carcamal.<br />
Creo que las mujeres deben vestirse como les plazca. Dentro de unos límites razonables.<br />
Iba a replicar a ese último comentario cuando se dio cuenta de que la gente dejaba de hacer lo<br />
que estuviera haciendo para escupir en el suelo a su paso.<br />
—Menuda popularidad tengo aquí. Resulta un poco incómodo ver tanta adoración.<br />
—No puedo culparlos por lo que sienten.<br />
—¿Qué?<br />
—Están entre los más duramente tratados por Omort, de ahí su determinación en arriesgar el<br />
reino de Grave para liberarse de su yugo.<br />
—¿Y me odian a mí por lo que ha hecho Omort? ¿Has oído de algún caso en el que yo haya<br />
hecho daño a esta gente?<br />
—No, pero tampoco he oído de ninguno en que los hayas ayudado.<br />
—Pues claro que no. Yo nunca ayudaré a nadie, a no ser que tenga algo que me interese.<br />
Porque tengo un cerebro en la cabeza. <strong>Demonio</strong>, esperas cosas de mí que yo simplemente no<br />
puedo darte. Y deseas ver en mí cosas que no soy. Yo siempre mentiré, haré trampas y robaré...<br />
—Y matarás a todo aquel que defienda su oro.<br />
Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 166