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Kresley Cole - Serie Immortals After Dark 07 - El Beso del Rey Demonio

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KRESLEY COLE<br />

<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />

6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />

CAPÍTULLO 30<br />

Había demonios de la ira por todas partes.<br />

Al atardecer, Sabine y Rydstrom siguieron a un par de guardas <strong>del</strong> campamento, hacia una<br />

colina que precedía la mar de tiendas de campaña que ocupaban el llano.<br />

Cuando los encontraron, lo primero que quisieron saber era qué hacían fuera de los límites <strong>del</strong><br />

campamento, pues esa zona estaba llena de «bestias salvajes».<br />

Rydstrom se había limitado a ordenarles que lo llevaran ante el demonio que estuviera al<br />

mando. Iba sin camisa y todavía tenía sangre seca en el torso, pero en apariencia se lo veía<br />

estable, aunque no calmado.<br />

En aquel preciso instante, Sabine y él se adentraban con los guardas en el campamento,<br />

esquivando lo que debían de ser cientos de demonios. La hechicera los miraba con fijeza, y ellos le<br />

devolvieron la mirada. Se oían cuchicheos a su alrededor, y las hembras comentaban atónitas su<br />

escaso atuendo. Las diablesas de aquella especie iban siempre muy tapadas, con faldas<br />

innecesariamente largas y camisas abrochadas hasta el cuello.<br />

Una hechicera menos valiente que Sabine se habría sentido incómoda al tener que pasearse<br />

por allí con sólo un retal de tela tapándole los pechos, una microfalda y un montón de arena, no<br />

mencionar que seguía con las manos atadas a la espalda. Pero ella miró a su alrededor con cara de<br />

aburrimiento.<br />

Si algún demonio le recorría el cuerpo con mirada lasciva, notaba cómo la mano con la que<br />

Rydstrom la sujetaba apretaba con más fuerza, y sus cuernos ya habían empezado a levantársele.<br />

Sabine estudió el lugar y suspiró exasperada. «Tornin es un castillo medieval, éste es un reino<br />

medieval con gente medieval.» ¿Por qué la sorprendía pues que aquel lugar pareciera sacado de<br />

feria de la época?<br />

<strong>El</strong> «alojamiento» consistía en una serie de tiendas de campaña con elaborados bastidores que<br />

colgaban de la parte superior estandartes que ondeaban al viento. Sabine reconoció los colores de<br />

varias familias de nobles. Allí había demonios de todo el reino.<br />

Los guardas los llevaron hasta un pabellón de dimensiones considerables. Dentro había<br />

reunidos unos demonios muy bien vestidos que sin duda pertenecían a la nobleza.<br />

—¿Qué estabais haciendo fuera de los límites <strong>del</strong> campamento? —repitió a Rydstrom la<br />

pregunta uno de ellos. —A todos se os ha informado de los peligros de este lugar.<br />

—No formamos parte de esta colonia. Venimos de fuera.<br />

—Bueno, pues aquí no cabe nadie más —contestó el mismo de antes. —Apenas podemos<br />

suministrar alimentos a todos los que han venido.<br />

—Pues más os vale hacerme sitio. Soy Rydstrom, vuestro rey. Después <strong>del</strong> alboroto inicial, se<br />

hizo el silencio.<br />

—¡Hace siglos que Rydstrom no viene a esta dimensión!<br />

—Pero la cicatriz...<br />

Se rumorea que fue capturado por una hechicera.<br />

—¿Una hechicera? —intervino Sabine. —Mejor di la hechicera...<br />

—Soy vuestro rey —los interrumpió Rydstrom. —Y me estoy hartando de esto.<br />

Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 161

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