Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
KRESLEY COLE<br />
<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />
6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />
<strong>El</strong> demonio por fin se apartó y le recorrió el cuerpo con la vista en busca de heridas. Sus ojos se<br />
oscurecían a cada morado que descubrían. Cuando le levantó la falda, lo vio tragar despacio,<br />
temeroso de lo que pudiera encontrar.<br />
—No me han violado. Aunque no gracias a ti.<br />
<strong>El</strong> respiró hondo, luchando por mantener el control, y sus facciones demoníacas retrocedieron.<br />
Cuando le secó la sangre <strong>del</strong> labio, ella hizo una mueca dolor.<br />
—Sabine, estoy aquí...<br />
—Me han golpeado. Bien atada, como un presente para utilizado a su conveniencia.<br />
<strong>El</strong> demonio arrancó un trozo de la desgarrada túnica y la utilizó para cubrirle los pechos,<br />
después fue en busca de sus pertenencias. Sólo se alejó de ella lo necesario para recoger sus<br />
botas.<br />
—Si tenían intención de venderte como esclava, no tiene sentido que te golpearan, a no ser<br />
que los hicieras enfadar.<br />
—Sí, los provoqué. Y se supone que eso les daba derecho a abofetearme, ¿no es así?<br />
<strong>El</strong> regresó con las botas y se las puso.<br />
—¿Por qué los provocaste?<br />
—Porque eso me hizo sentirme bien —le respondió sin mirarlo, repitiendo lo que le había<br />
contestado el propio Rydstrom cuando ella le preguntó por qué había retado a Omort.<br />
—Quizá vengan más. —La ayudó a ponerse en pie. —Tenemos que salir de aquí.<br />
—¿No vas a soltarme? —Por su tono de voz era evidente que estaba algo histérica.<br />
—Estás enfadada porque te has encontrado en una posición vulnerable. Debería haberme<br />
mantenido más vigilante.<br />
—Maldita sea, Rydstrom, ¿incluso después de lo que ha pasado, no piensas desatarme las<br />
manos? ¡Estaba indefensa! Sí, me has salvado, pero eras tú el culpable de que estuviera en esa<br />
situación. Igual que cuando yo te salvé de Omort después de llevarte a Tornin. ¿Estás contento,<br />
demonio? Tú y tu paridad podéis sentiros satisfechos.<br />
—¿Contento? —soltó él. —Si te hubiera pasado algo… Maldita sea, tendré más cuidado. No<br />
dormiré.<br />
—Los tigloths no son las únicas amenazas que hay aquí fuera —dijo ella. —Hay bestias<br />
legendarias. Y, como bien sabes, podría ahogarme.<br />
—También sé que podrías huir de mí a la primera oportunidad que se te presentase —Al ver<br />
que ella negaba con la cabeza, Rydstrom dijo: —¡No tengo ninguna duda! Cada vez que me has<br />
dicho que querías quedarte conmigo has mentido. Ahora no tengo tiempo para esto. No voy a<br />
cambiar de opinión, y debemos salir de estas minas antes de que vengan a buscarnos.<br />
Su tono no admitía réplica, y, cuando la cogió por el brazo para sacarla de allí, Sabine le dejó<br />
que lo hiciera.<br />
Siguieron a<strong>del</strong>ante, avanzando a trompicones por el turbio túnel durante lo que parecieron ser<br />
kilómetros antes de conseguir salir a la superficie.<br />
Un nuevo paisaje les dio la bienvenida. Unos altos montes arenosos se levantaban <strong>del</strong>ante de<br />
unas colinas cubiertas de árboles. <strong>El</strong> sol de la tarde se cernía sobre ellos, y había ráfagas de viento.<br />
Más tierra, más caídas, más sufrimiento.<br />
Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 158