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KRESLEY COLE<br />
<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />
6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />
Los ojos de Sabine se movieron frenéticos debajo de los párpados, y débiles gritos surgieron de<br />
su garganta. Rydstrom le tocó el hombro para despertarla, pero retiró la mano al ver aparecer otro<br />
espejismo.<br />
Era una noche borrascosa, y Sabine estaba de pie frente a una fosa, junto con un montón de<br />
mujeres alineadas a ambos lados de la misma. Aparentaba tener apenas catorce o quince años.<br />
Un hombre vestido con una túnica negra estaba <strong>del</strong>ante de ellas, flanqueado por otros<br />
hombres y blandiendo unas horcas en las manos. En latín le exigía a Sabine que renegara de su vil<br />
comportamiento.<br />
Esbozando aquella sonrisa que Rydstrom había llegado a conocer tan bien, ella le escupió en la<br />
cara. <strong>El</strong> la abofeteó y la lanzó a la fosa... a su tumba.<br />
«Por todos los dioses.» Los seguidores <strong>del</strong> hombre empujaron entonces a las otras mujeres con<br />
las horcas, matándolas y lanzándolas a la fosa, y todas fueron cayendo encima de Sabine. Paladas<br />
de tierra siguieron el mismo camino, y pronto el peso la estaba aplastando. La hechicera no podía<br />
respirar...<br />
Pasó una eternidad antes de que una tenue voz la llamara desde la superficie. Su hermana.<br />
—¡Levántate, Abie! ¡Sal de allí y cúrate!<br />
Rydstrom sintió arcadas al ver a la niña abriéndose paso entre los cadáveres, escalando a ciegas<br />
hacia la voz hasta que por fin Melanthe consiguió sacarla de aquella tumba.<br />
No era de extrañar que Sabine fuera tan dura. Rydstrom sólo se había fijado en lo traicionera<br />
que era, y nunca se había planteado que quizá ella misma pudiera haber sido una víctima.<br />
De no ser tan dura... estaría muerta. Y entonces no tu a su lado en aquel momento. ¿Era<br />
legítimo que la criticara por haber hecho lo que tenía que hacer para seguir con vida y poder llegar<br />
a estar con él?<br />
«No. Ya no.»<br />
En el espejismo, empezó a llover y Sabine cayó de rodillas al suelo y vomitó toda la tierra que<br />
había tragado. Su hermana se arrodilló a su lado y le acarició la espalda. La lluvia se llevó parte de<br />
la suciedad que Sabine tenía en el pelo. Melanthe cogió entre sus dedos el mechón de pelo blanco<br />
que le había salido a Abie y se echó a llorar...<br />
Rydstrom abrió y cerró los puños al sentir una furia demoledora crecer en su interior. Tenía que<br />
luchar por Sabine, tenía que defender a aquella niña que había llegado a convertirse en su mujer.<br />
«Daría cualquier cosa por retroceder en el tiempo y evitar que le sucedieran todas esas<br />
desgracias.»<br />
De repente, en la realidad, un sonido irreconocible llegó a sus oídos. Aspiró el aire de la noche y<br />
detectó un olor desconocido no muy lejos. Oyó pasos acercándose, pero al inspeccionar la zona lo<br />
único que vio fue la pesadilla de la hechicera.<br />
—¡Sabine! —La sacudió. —¡Despierta!<br />
Debido a su espejismo, Rydstrom no podía ver lo que sucedía a su alrededor.<br />
—Sabine, maldita sea, despierta...<br />
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