You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
KRESLEY COLE<br />
<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />
6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />
<strong>El</strong> peculiar silencio acuático la rodeó. Por encima de ella, las flores bailaban a la luz de la luna. <strong>El</strong><br />
pelo le hacía cosquillas en los hombros Él siguió acariciándole la espalda, y Sabine no tardó en<br />
relajarse.<br />
Cerró los párpados. «Cuánta paz. Perfecto...»<br />
Cuando abrió los ojos, descubrió a Rydstrom mirándola fijamente. Un sentimiento de<br />
propiedad brillaba en sus ojos y la dejó sin aliento.<br />
—Estoy desnuda, a tu merced, ¿y tú me estás mirando la cara?<br />
—Estoy tratando de averiguar cómo funciona tu mente. Si lo consigo, entonces esto... —con los<br />
dedos le recorrió los pechos y descendió hacia el ombligo— será mío para siempre y podré<br />
disfrutarlo cuanto me plazca.<br />
—¿De verdad crees eso?<br />
—Tengo que creerlo, Sabine. —Al notar que ella se estremecía, dijo: —Tenemos que regresar.<br />
—Después de dejarla en un banco de arena, la ayudó a ponerse en pie, y luego fue a por la cuerda<br />
que había dejado encima de la roca.<br />
—¿Qué estás haciendo? ¿Vas a volver a atarme?<br />
—Por supuesto. —Le cogió las muñecas.<br />
—¿Por qué? Creía que habíamos llegado a un acuerdo. —Él no cedió, a pesar de que ella se<br />
resistió. —¡Rydstrom! ¿Hasta cuándo vas a tenerme así?<br />
—Hasta que sepa que no huirás.<br />
—Eres tan tozudo como una mula, no estás siendo razonable.<br />
—Estoy siendo precavido.<br />
Sabine no se podía creer que su plan no hubiera funcionado.<br />
—¡Y no me mires de ese modo! —le ordenó. —Oh, sí, ya lo que pretendes. ¡Si me atormentas<br />
una noche más, te juro que te odiaré!<br />
Rydstrom asintió con los ojos entrecerrados.<br />
—Sé lo que se siente al querer odiar a alguien, lo que es regodearse en ese odio. Lo único que<br />
me ayudó a superar mi propia ira fue la promesa de que conseguiría vengarme. ¿No se te ha<br />
ocurrido pensar que quizá sea capaz de ser tierno contigo porque he conseguido aplacar mi furia<br />
de otro modo?<br />
—¡Todo esto ha sido una farsa!<br />
—¡Pues claro que sí! —Rydstrom se rió sin humor. —Ser perfectamente consciente de que me<br />
la estabas jugando...<br />
—¡No, me refiero a ti! Me has engañado para que confiara en ti, pero ¡tú no estás dispuesto a<br />
hacer lo mismo!<br />
—¿Confiar en ti? Qué rápido olvidas todo lo que me hiciste. Al impedir que pudiera reunirme<br />
con mi hermano, quizá te hayas cargado la única oportunidad que tenía de recuperar Tornin, mi<br />
hogar. Juré vengarme de ti, Sabine. Lo necesito. ¡Necesito que entregues a mí!<br />
Cuando la cogió en brazos para sacarla <strong>del</strong> agua y se la acercó al pecho, ella empezó a darle<br />
patadas y a sacudirse, pero el abrazo de él era como una celda de acero.<br />
—<strong>Demonio</strong>, no. ¡No me atormentes más!<br />
Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 149