You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
KRESLEY COLE<br />
<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />
6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />
<strong>El</strong> accedió a dejar el tema de la virginidad.<br />
—No me gusta nada.<br />
—¿Por qué? Tu cuerpo es entonces mucho más fuerte...<br />
—Y se separa completamente de mi cerebro. Es como si funcionara sólo por instinto, como un<br />
animal salvaje. No puedo pensar. No puedo razonar. Los pensamientos son sólo al azar. —Se frotó<br />
la mandíbula. —Puedo oír tan fuerte el latido de mi corazón que me es imposible seguir una<br />
conversación, aunque se esté produciendo <strong>del</strong>ante de mis narices. Y al mismo tiempo oigo el crujir<br />
de una hoja a medio kilómetro de distancia. Nada tiene sentido. Y eso es muy difícil para mí.<br />
—Porque eres esclavo de la razón.<br />
—Exacto. Tú misma podrías estar diciéndome algo perfectamente lógico, pero si fuera en<br />
contra de mi instinto, mi cerebro lo descartaría de inmediato. —Se golpeó la frente para enfatizar<br />
lo que estaba diciendo. —Y, Sabine, al parecer tú tienes un don para mantenerme en el abismo. Y<br />
te aseguro que es un lugar muy incomodo.<br />
—¿Qué tengo yo de especial?<br />
—Te hice el amor, pero no te marqué como mía. Lo que significa que todavía no me<br />
perteneces. <strong>El</strong> demonio que hay dentro de mí no está satisfecho.<br />
—¿Qué tendrías que hacer para marcarme?<br />
—Si llegara a transformarme <strong>del</strong> todo, lo que es poco usual en los demonios de mi especie, te<br />
haría el amor y hundiría mis colmillos en tu cuello; tú te quedarías algo aturdida.<br />
—¿Algo aturdida?<br />
—Hay quien dice que es para que la hembra no se mueva mientras el demonio se vacía en su<br />
interior.<br />
—Oh —dijo ella con la voz entrecortada. —Y si me hicieras eso, ¿entonces tú tendrías menos<br />
tendencia a ser poco razonable?<br />
—Ayudaría. Pero la verdad es que sigo sin notar ningún vínculo especial de ti hacia mí. A pesar<br />
de lo mucho que me gustaría que sintieras algo, sé que no es así.<br />
—¿Y si te dijera que he decidido quedarme contigo? —Le dio uno de aquellos besos tan tiernos<br />
que lo hacían enloquecer de deseo, pero Rydstrom se obligó a apartarse.<br />
Él sabía perfectamente qué estaba haciendo. «Reducirlo al estado en que no podía razonar.»<br />
Para así hacerle hacer lo que quisiera. Pero lo que Sabine no esperaba era que él anticipara aquella<br />
jugada por su parte.<br />
Ni que le gustara.<br />
—<strong>El</strong> rey Rydstrom, siempre alejado de todo y de todos ella con voz suave, —pero no de mí. He<br />
decidido que quiero quedarme a tu lado.<br />
—¿Ah, sí? ¿Y por qué?<br />
—Porque mi solitario demonio me necesita. Y porque eres mi marido<br />
Él se tensó un poco. No era su marido. «Pero lo seré.»<br />
—Eso sólo lo dices para que te suelte las manos.<br />
—Sí, reconozco que quiero que me desates. —Cogió una mano <strong>del</strong> demonio y le acarició la<br />
palma con la mejilla. —Pero eso no significa que lo que estoy diciendo no sea verdad.<br />
Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 147