You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
KRESLEY COLE<br />
<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />
6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />
—¡Vamos, demonio!<br />
—A no ser que me digas que existe otro modo de dejarte sin poderes, seguirás con las manos<br />
atadas.<br />
—¿Y si te jurara no utilizar mis poderes?<br />
—¿Tú, jurar algo? —Rydstrom se rió con crueldad. —Romperías el juramento en menos de dos<br />
segundos.<br />
—Me dijiste que habría paridad entre lo que yo te hice y lo que tú me harías, pero, que yo<br />
recuerde, jamás te torturé. Nunca te hice daño físico, y ahora tú me estás matando.<br />
—Estando bajo «tu protección» —hizo el signo de comillas con los dedos —me rompieron la<br />
espina dorsal y me desgarraron d pecho.<br />
—Eso no fue culpa mía, yo te salvé la vida. —Se le iluminó el rostro al recordar una cosa. —Lo<br />
que más furioso te puso fue que te bañaran aquellos hombres, ¿me equivoco? ¡Pensaba que te<br />
gustaría!<br />
—No, tú no pensaste tal cosa.<br />
—Está bien —reconoció Sabine al instante, —era mentira. Pero no Sabía que lo odiarías tanto.<br />
—Al ver que él entrecerraba los ojos rectificó: —Sí, sí, eso también es mentira.<br />
—¿Cómo te sentirías tú si les ordenara a tres mujeres que te dieran un baño?<br />
La hechicera levantó una ceja.<br />
—Muy afortunada. Y, de hecho, siguiendo con tu norma de paridad, deberías hacerlo. Pero<br />
tendrían que ser tres mujeres guapísimas, porque yo te mandé a mis tres mejores inferi, y te<br />
aseguro que los tres se ofrecieron voluntarios. Créeme.<br />
—Ese es exactamente el motivo por el que no voy a hacerte tal cosa —soltó él enfadado. —Si<br />
para ti no es ningún castigo entonces no es equiparable a lo que me hiciste a mí. —Aceleró el<br />
paso.<br />
—¿Y en qué consiste exactamente esa paridad tuya? —preguntó Sabine tratando de seguirlo.<br />
—No lo acabo de tener claro.<br />
Rydstrom se detuvo y ella casi chocó con él. Inclinó la cabeza para mirarla y responderle:<br />
—Tendrás que pasar una noche más resistiéndote a mis caricias. Voy a hacerte estremecer de<br />
deseo y no pararé hasta que me supliques que te haga el amor. Después de eso, no volveré a<br />
tocarte hasta que me digas: «Te suplico que me hagas taya. Necesito que seas mi amo y señor y te<br />
entrego mi voluntad». Y, Sabine, puedo esperar tanto tiempo como sea necesario. Tienes que<br />
saber que si entablas una guerra de voluntades contra mí, saldrás siempre perdedora.<br />
—¿Tanto tiempo como sea necesario? ¿Durante cuánto piensas retenerme exactamente?<br />
¿Cuándo vas a soltarme?<br />
Él la miró de un modo extraño, entre posesivo y agresivo, y los ojos le pasaron <strong>del</strong> verde al<br />
negro más oscuro.<br />
—Nunca.<br />
Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 132