Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
KRESLEY COLE<br />
<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />
6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />
CAPÍTULLO 23<br />
—¿Qué piensas hacer para encontrar a mi hermana? —le exigió saber Lanthe a Omort. La<br />
preocupación que sentía por Sabine le había dado el valor necesario para enfrentarse con aquel<br />
monstruo.<br />
<strong>El</strong> brujo ni siquiera parecía ya un hombre: ahora era la ira personificada. Hettiah estaba<br />
arrodillada junto al trono, con la cabeza gacha y sin dejar de temblar, como si tuviera frío.<br />
A lo largo de las últimas horas, Omort había matado repetidas veces: inferi, zombis, incluso a<br />
varios demonios de la ira a los que había mandado secuestrar de sus hogares.<br />
Pero nada podía calmarlo. Los cadáveres se iban amontonando alrededor <strong>del</strong> Pozo de las<br />
Almas, ojos sin vida y extremidades entrelazadas sobre un río de sangre. <strong>El</strong> hedor y las moscas<br />
eran ya insoportables.<br />
—Tienes que mandar a los demonios <strong>del</strong> fuego tras ella. <strong>El</strong>los pueden teletransportarse...<br />
—¿Crees que no lo he pensado? —gritó Omort. —Rydstrom se la habrá llevado al reino de<br />
Grave, allí hay varios portales para ir a la otra dimensión. ¡Y ninguno de los demonios <strong>del</strong> fuego o<br />
de los vampiros que están aquí ha estado antes en esa zona!<br />
Los demonios y los vampiros sólo podían rastrear a lugares en los que ya hubieran estado.<br />
Lanthe no sabía si Omort estaba al tanto de un pequeño detalle, pero el hecho de que los<br />
vampiros pudieran teletransportarse o no al reino de Grave era irrelevante: ninguno de ellos era<br />
ya su aliado.<br />
La tablilla <strong>del</strong> pacto entre las facciones vampíricas y los hechiceros se había roto y, cuando la<br />
legión de Lothaire se desvaneció se hizo evidente quién había traicionado a Omort... y a Sabine. <strong>El</strong><br />
rey de los demonios <strong>del</strong> fuego seguía estando a su lado, pero ¿por cuánto tiempo?<br />
A decir verdad, a Lanthe no le preocupaba que Rydstrom pudiera hacerle daño a su hermana.<br />
De hecho, estaba convencida de que, al contrario, la protegería con su propia vida. Lo que sí la<br />
preocupaba era la falta de morsus.<br />
—Omort, si no la encontramos a tiempo, ¿cuándo empezará a hacerle efecto el veneno? —<br />
preguntó.<br />
—Una semana antes de lo que ella cree —respondió el bruto riéndose sin humor.<br />
—¿Le mentiste sobre eso? —preguntó Lanthe furiosa.<br />
—No tiene importancia —dijo él. —Tú abrirás un portal hacia el reino de Grave y esta misma<br />
noche los zombis peinarán la zona hasta encontrarla.<br />
La joven tragó saliva.<br />
—Yo... no puedo abrir un portal.<br />
Cuando Omort ordenó que le trajeran a los inferi de Sabine para torturarlos y matarlos, Lanthe<br />
había tomado una decisión arriesgada y había abierto un portal para salvar a los sirvientes que<br />
estaban bajo la protección de ella y de su hermana. Creía de verdad que Sabine estaba más segura<br />
en las manos <strong>del</strong> demonio que en Tornin. Y ellas dos se habían prometido que si alguna vez le<br />
sucedía algo malo a una, la otra se encargaría de proteger a los inferi.<br />
—¿Qué has dicho? —preguntó Omort con sus ojos amarillentos rebosantes de confusión.<br />
—Que no podré abrir un portal hasta dentro de varios días. —Cuando él se puso en pie y se<br />
abalanzó hacia ella, Lanthe lo esquivó.<br />
Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 121