10.03.2017 Views

Kresley Cole - Serie Immortals After Dark 07 - El Beso del Rey Demonio

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

KRESLEY COLE<br />

<strong>El</strong> <strong>Beso</strong> <strong>del</strong> <strong>Rey</strong> <strong>Demonio</strong><br />

6° de la <strong>Serie</strong> <strong>Immortals</strong> <strong>After</strong> <strong>Dark</strong><br />

CAPÍTULLO 19<br />

—¿Tan bueno ha sido? —le preguntó Lanthe a Sabine cuando la encontró sentada en la cama,<br />

con el albornoz puesto y el rostro oculto entre las manos.<br />

A pesar de que la chimenea estaba encendida, su hermana estaba temblando.<br />

—¿Por qué me atreví a pensar que podría ser distinto? Ha sido horrible. Si tuviera que decirlo<br />

ahora mismo, diría que no quiero volver a hacerlo nunca más.<br />

—Lo único que ha pasado es que tu demonio es muy grande, y que era tu primera vez.<br />

—Tal vez los demonios y las hechiceras no estén hechos para estar juntos. Tal vez los hombres<br />

de esa raza sean demasiado grandes para nosotras.<br />

—Seguramente, lo que ha pasado es que el pobre ha perdido el control al hacerte suya. Lo que<br />

quiero decir es que, bueno, digamos que llevabas días excitándolo y...<br />

—Sí, y ha terminado por decepcionarme a lo bestia. Lanthe, quería morderme con sus enormes<br />

colmillos. —Y cuando le había dicho que no, Rydstrom se había hundido en ella con todas fuerzas.<br />

Se estremeció sólo de recordarlo. —Deberías haber visto ¡Es un demonio de verdad!<br />

—No me puedo creer que porque te haya ido mal yo ahora me tenga que pasar trescientos<br />

sesenta y cuatro días sin sexo. Eso me enseñará a no hacer apuestas contigo.<br />

Sabine ni siquiera sonrió. Su hermana suspiró y se sentó en la cama, a su lado, para pasarle un<br />

brazo por los hombros.<br />

—Mira, creo que nos han hecho daño tantas veces, que incluso cuando alguien nos hiere sin<br />

querer somos incapaces de ver que es así.<br />

—¿De verdad crees eso?<br />

—Sí. Creo... creo que no todo el mundo quiere aprovecharse de nosotras. —Al ver que Sabine<br />

soltaba un bufido sarcástico y que seguía con la cara oculta entre las manos, Lanthe añadió: —Está<br />

bien, reconozco que, a lo largo de los últimos quinientos años, todas las criaturas con las que nos<br />

hemos topado han querido fastidiarnos de algún modo. Pero no sé, tal vez el demonio sea de<br />

verdad honorable. ¿Y si es uno entre un millón? ¿Y si estuviese dispuesto a deshacer el daño que<br />

te ha hecho?<br />

Sabine levantó la vista.<br />

—¿Uno entre un millón?<br />

Si Rydstrom fuera así, entonces tal vez ella no se había comportado <strong>del</strong> todo bien. Él la había<br />

advertido sobre lo que pasaría en caso de que perdiera el control. Pero bueno, ¿cómo se suponía<br />

que iba a saberlo? ¡Sabine nunca había estado con un demonio!<br />

—No sabía que yo era virgen —confesó.<br />

—Oh, Abie, no.<br />

«Tal vez no debería haberle dado aquel golpe en la nariz quizá tampoco debería haberlo<br />

abofeteado, o...»<br />

—Y he dejado instrucciones para que lo castiguen. —Su famoso mal genio la había hecho actuar<br />

precipitadamente. —He dicho que lo bañen. Del todo. Tal vez todavía esté a tiempo de...<br />

La puerta de la habitación se abrió de golpe.<br />

—Déjanos solos —le dijo Omort a Lanthe al entrar. —¡Ya!<br />

Escaneado por CHARO – Corregido por Mara Adilén Página 103

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!