Excodra XXVIII: La amistad

profesábamos terminó surgiendo el amor. Pero ese sería otro tema. Volvamos
a la familia y la amistad.
Pese al establecimiento de una jerarquía, la relación entre familiares puede ser
muy buena y, si lo es, el afecto y la lealtad puede ser mayor que entre dos
amigos. Pero seguirá sin ser lo mismo.
Como curiosidad, ¿tienes en mente algunas amistades, a nivel del
imaginario colectivo, que pienses que nos hayan marcado
profundamente?
No me había detenido a pensar en esto hasta que me lo has preguntado, pero
sí, claro, la literatura y el cine ofrece algunos ejemplos de amistad memorable,
cuya exhibición simbólica de estima, generosidad y fidelidad tengo como
referente. Me viene a la cabeza, quizá porque este fin de semana he estado
leyendo un estudio sobre El libro de la selva escrito por mi buen amigo
Guillermo de Miguel, la relación entre Baloo y Baghera. Y pensando en
Kipling, también podría hablar de los dos soldados –Dravon y Carnehan– de El
hombre que pudo reinar que en mi retina son Sean Connery y Michael Caine.
Se me ocurre también pensar en Oscar Wilde, en prisión, escribiendo cartas a
algunos amigos. Un amigo es alguien a quien necesitas escribirle una carta
desde prisión. Hay un gran canto a la amistad como idea en muchos de los
cuentos de Wilde. El príncipe feliz es un amigo de la humanidad. De una
manera mucho más tierna, rebusco en el imaginario de mi infancia, donde a
menudo la amistad es mucho más sincera, aunque volátil, y recuerdo ejemplos
entrañables de amistad en los programas de dibujos animados que incidieron
en mi aprendizaje de lo que era la amistad: pienso ahora en las ardillas Chip y
Chop, dos aventureros siempre dispuestos a salvar el uno al otro cuando
venían problemas. Seguro que de regreso a casa andaré dándole vueltas a tu