BOLETÍN

BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA
al campesinado y sus condiciones sociales y comprenderlos en sus dinámicas emocionales?
Su libro, El gran miedo de 1789 (La Grande Peur de 1789, publicado en París
en 1932), fue un batacazo que comenzó a tumbar las barreras del análisis del pasado
de la gesta revolucionaria encerrada en el relato heroico.
Lefebvre compartió la faena docente con Lucien Febvre en los pasillos de la Universidad
de Estrasburgo entre 1928 y 1937. Las afinidades entre ambos catedráticos
echaron raíces dentro de la edición de la primera etapa de Annales. Stéphane Bruzzi,
apunta que George publicó 43 ensayos (reseñas de libros y comentarios de interés
historiográficos sucintos) durante ese período académico; afirma además que Lucien
elogió su enfoque y su método para el estudio de los elementos no sólo materiales
del campesinado, sino el poder de las pasiones dentro de las colectividades 8 . Peter
Burke, paralelamente, escribe: “Fue George Lefebvre, un historiador que trabajaba
un poco al margen del grupo de Annales, quien lanzó la frase de historie des mentalités
collectives” 9 . Lefebvre entonces fecundó entonces el embrión, quizás aprovechándose
de otros trabajos similares (los de su contemporáneo Marc Bloch, por ejemplo, con su
famoso Los reyes taumaturgos publicado en 1924).
Lefebvre pasa del margen al centro; sin él, la obra de Delumeau no podría valorizarse
cabalmente. Si bien el primero inaugura sistemáticamente el análisis histórico
del miedo social en una coyuntura revolucionaria (el rumor de la reacción aristocrática
en el campesinado francés que apenas se despierta del Ancien Régime); el segundo
le da piso y sostenibilidad como fenómeno de larga duración, le da forma conceptual
y lo cristaliza como una línea necesaria de comprensión del fenómeno emocional.
Hablar de El gran miedo de 1789 es hablar de un esfuerzo por preguntarle de otra
forma a los archivos provinciales, a los registros testamentarios, a los datos de intercambio
de compra y venta agrícolas, entre otras fuentes tradicionales. Once años duró
Lefebvre metido de lleno entre papeles; y de ese análisis cuantitativo, arrojó entonces
sus reflexiones: el comportamiento y las representaciones colectivas, la vida cotidiana,
los mundos imaginarios, las actitudes ante la muerte, la vivencia de la fiesta y el carnaval,
las manifestaciones de religiosidad. El Gran Pánico fue producto de temores
y tensiones entrecruzados, originados como ya hemos dicho, de rumores que en muchas
ocasiones fueron falsos.
8
Buzzi Stéphane, “Georges Lefebvre (1874-1959), o la posible historia social” En: El Movimiento Social. 3/2002
(Nº 200), pp: 177-195. Versión electrónica consultada el 24/2/2015: www.cairn.info/revue-le-mouvement-social-
2002-3-page-177.htm
9
Peter Burke, La revolución historiográfica francesa..., p. 112.
92