BOLETÍN
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<strong>BOLETÍN</strong> DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA<br />
el General Montilla ocupase la plaza y finalmente, que las dudas que ocurriesen en la<br />
interpretación del convenio serían resueltas conforme a los principios de equidad y<br />
justicia, restringiéndose lo adverso y odioso y ampliándose lo favorable 85 .<br />
Cuando el General Montilla recibió estas proposiciones no se creyó autorizado<br />
para otorgar tan amplia concesión. Así se lo hizo saber al revolucionario Farías y, por<br />
ello se cambiaron varias notas 86 . El General Montilla dijo: que él estaba dispuesto y<br />
autorizado para evitar el derramamiento de sangre, pero sin ofender la dignidad del<br />
Gobierno y en esta virtud propuso a su vez al Coronel Francisco María Farías lo que<br />
podía conceder 87 .<br />
Aceptadas por éste las proposiciones, el segundo jefe del ejército las expresó en un<br />
Decreto fechado el 31 de diciembre. En este Decreto se garantizaban al jefe revolucionario,<br />
a los jefes, oficiales y tropas que estaban a sus órdenes y a las demás personas<br />
comprendidas en los sucesos revolucionarios, sus vidas y propiedades: el Coronel Farías<br />
recogería y depositaría en el parque todas las armas y municiones para entregarlas<br />
por inventario. Además, el Coronel Farías pondría a disposición del jefe de estado mayor,<br />
en el punto o puntos que se le designasen, la tropa que tuviese para ser licenciada,<br />
reservando 50 hombres para custodiar la población.<br />
El Gobierno haría transportar a los individuos de tropa a los lugares de sus respectivos<br />
domicilios: Farías los demás jefes y oficiales tomarían, que así lo querían,<br />
sus pasaportes para cualquier punto de la República o fuera de ella, expedidos por el<br />
segundo jefe del ejército constitucional y, en ausencia de éste por el Comandante de<br />
Armas de la Provincia y por último, el que ocultara armas o municiones se tendría por<br />
conspirador y sería juzgado como tal 88 .<br />
Desaparecía, pues con este decreto la insurrección que se había apoderado de la<br />
ciudad de Maracaibo. Para sus habitantes el día 1° del año fue de inexplicable felicidad,<br />
porque en ese día se restableció el orden constitucional y la plaza fue ocupada por<br />
el ejército que estaba a las órdenes del General Montilla 89 .<br />
85<br />
Ibíd.<br />
86<br />
Ibíd.<br />
87<br />
Ibíd.<br />
88<br />
Archivo General de la Nación, Sección: Revolución de Farías, Tomo I. “Decreto del Segundo Jefe Constitucional<br />
aceptado por el Coronel Farías y en virtud del cual se entrego Maracaibo.” Cuartel General de Altagracia, 31 de<br />
Diciembre de 1835, folio, 556.<br />
89<br />
Los primeros decretos y resoluciones del General Montilla como segundo Jefe del Ejército Constitucional ya rendida<br />
la plaza de Maracaibo indicaban que para el 7 de enero, se habían rendido la totalidad de las facciones reformistas<br />
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