Revista_Asodi_Web_Dic2016

DR. HUMBERTO PIZAR RO VILLALÓN, C IRUJA N O
VASCULAR Y ENDOVASCULAR. ASODI
Impacto del
dolor en fístula
arteriovenosa
C ENTRO DE ACCESOS
V ASCULARES EN CONTACTO
La presencia de dolor en relación a la fístula
arteriovenosa (FAV) es un tema poco nombrado
en la literatura, sin embargo puede generar
un alto impacto tanto en la calidad de la
hemodiálisis como en la calidad de vida del paciente.
en las primeras sesiones y tiende a disminuir gradualmente.
2. Neuroma de sitio de punción:
a diferencia de la causa anterior, se caracteriza por aparecer en
FAV que llevan varios meses en uso.
Según lo publicado, hasta un 25% de los pacientes presenta
algún tipo de dolor crónico en relación a su FAV, de
estos un 10% solicitan diálisis más cortas, y otros terminan
abandonando la hemodiálisis con todo lo que ello implica.
Por otro lado, si bien aproximadamente en la mitad de
estos casos el dolor es debido a razones de poca importancia
clínica, la otra mitad se debe a problemas funcionales
en la FAV, las que de no ser abordadas a tiempo,
pueden llevar a la pérdida del acceso o a severos daños
en la extremidad.
Entrando en materia, podemos decir que el origen del dolor
puede estar tanto en la FAV misma, como también en otras zonas
de la extremidad en la que la FAV fue confeccionada.
Dentro de las principales causas están:
1. Bajo umbral de dolor en relación a punción
2. Neuroma de sitio de punción
3. Síndrome de robo
4. Trombosis FAV
5. Infección FAV
6. Misceláneas
1. Bajo umbral de dolor:
los pacientes experimentan el dolor de distinta manera. Se habla
de bajo umbral, cuando se siente dolor con estímulos dolorosos
mínimos. En este caso en particular, frente a la punción de la
FAV, van a existir pacientes que experimentarán mayor dolor
que otros por una condición particular, usando mismo grosor
de trocares y mismo flujo. En general, el dolor por esta razón no
representa un problema clínico importante, ya que es frecuente
El dolor es típico, de tipo “punzante” o tipo “corriente”, iniciándose
con la punción y permaneciendo durante toda la diálisis.
Se inicia en los sitios de punción y se irradia habitualmente hacia
el hombro, aumentando con la movilización de los trocares,
desapareciendo posterior al retiro de estos.
Lo vemos frecuentemente en aquellos pacientes que son puncionados
repetidamente en los mismos sitios.
El manejo consiste en cambiar frecuentemente los sitios de
punción asociado a medicamentos analgésicos específicos.
3. Síndrome de robo:
todas las FAV por definición “roban” parte del flujo sanguíneo
que se dirige a la mano. Existen algunos tipos de FAV que “roban”
en mayor cantidad, como por ejemplo
las FAV protésicas. A la vez existe cierto grupo de pacientes
que son más susceptibles a este robo, como por ejemplo los
diabéticos mayores de 60 años.
Existen grados de robo bien tolerados, que solo generan una
mano más fría o pálida, sin embargo, en la medida que esto
avanza pueden ir presentando dolor de la mano durante la diálisis,
dolor permanente de la mano y finalmente gangrena de los
dedos.
Es importante al momento de la evaluación inicial, detectar factores
de riesgo, eligiendo el mejor acceso vascular en este tipo
de población.
Una vez que se manifiesta, el manejo dependerá del grado, re-
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