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Panorama Social de América Latina 2015

En esta edición de 2015 del Panorama Social de América Latina se analizan las tendencias de la pobreza según las mediciones propias de la CEPAL. Asimismo, se revisan los cambios registrados en la distribución del ingreso y en algunas otras dimensiones de la desigualdad. Con el objeto de contribuir al avance de las políticas públicas para superar la pobreza y la desigualdad socioeconómica, además de examinarse las últimas tendencias del gasto social y los desafíos que presenta la transición demográfica, se profundiza el análisis de las persistentes brechas que se manifiestan en el mercado laboral, de los desafíos en materia de políticas y programas de inclusión laboral y productiva, y de la institucionalidad para el desarrollo social en América Latina.

En esta edición de 2015 del Panorama Social de América Latina se analizan las tendencias de la pobreza según las mediciones propias de la CEPAL. Asimismo, se revisan los cambios registrados en la distribución del ingreso y en algunas otras dimensiones de la desigualdad. Con el objeto de contribuir al avance de las políticas públicas para superar la pobreza y la desigualdad socioeconómica, además de examinarse las últimas tendencias del gasto social y los desafíos que presenta la transición demográfica, se profundiza el análisis de las persistentes brechas que se manifiestan en el mercado laboral, de los desafíos en materia de políticas y programas de inclusión laboral y productiva, y de la institucionalidad para el desarrollo social en América Latina.

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Alicia Bárcena<br />

Secretaria Ejecutiva<br />

Antonio Prado<br />

Secretario Ejecutivo Adjunto<br />

Laís Abramo<br />

Directora <strong>de</strong> la División <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

Pascual Gerstenfeld<br />

Director <strong>de</strong> la División <strong>de</strong> Estadística<br />

Paulo Saad<br />

Director <strong>de</strong>l Centro Latinoamericano y Caribeño <strong>de</strong> Demografía (CELADE)-<br />

División <strong>de</strong> Población <strong>de</strong> la CEPAL<br />

María Nieves Rico<br />

Directora <strong>de</strong> la División <strong>de</strong> Asuntos <strong>de</strong> Género<br />

Ricardo Pérez<br />

Director <strong>de</strong> la División <strong>de</strong> Publicaciones y Servicios Web<br />

El <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> es preparado anualmente por la División <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> y la División <strong>de</strong> Estadísticas <strong>de</strong><br />

la Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), dirigidas por Laís Abramo y Pascual Gerstenfeld, respectivamente,<br />

y cuenta con la participación <strong>de</strong>l Centro Latinoamericano y Caribeño <strong>de</strong> Demografía (CELADE)-División <strong>de</strong> Población <strong>de</strong> la<br />

CEPAL, dirigido por Paulo Saad, y <strong>de</strong> la División <strong>de</strong> Asuntos <strong>de</strong> Género <strong>de</strong> la CEPAL, dirigida por María Nieves Rico.<br />

La edición <strong>2015</strong> fue coordinada por Laís Abramo, quien se encargó <strong>de</strong> su redacción junto con Simone Cecchini, Ernesto<br />

Espíndola, Álvaro Fuentes, Pascual Gerstenfeld, Carlos Maldonado, Xavier Mancero, Rodrigo Martínez, Dirk Jaspers_Faijer, María<br />

Nieves Rico, Claudia Robles, Paulo Saad y Varinia Tromben. En la elaboración <strong>de</strong> insumos sustantivos y en el procesamiento<br />

estadístico colaboraron a<strong>de</strong>más Bernardo Atuesta, Fabiola Fernán<strong>de</strong>z, Nincen Figueroa, Marco Galván, Carlos Howes, Juan Pablo<br />

Jiménez, Carlos Kroll, Ciro Martínez, Tim Miller, Vivian Milosavljevic, Beatriz Morales, Claudio Moris, Diana Oliva, Katherine<br />

Páez, Fabiana Pierre, Gwendoline Peltier, Fabiana <strong>de</strong>l Popolo, Marta Rangel, María Nieves Rico, Jorge Rodríguez, Ignacio Ruelas,<br />

Lucía Scuro, Guillermo Sunkel y Matías Salces. Se recibieron aportes y comentarios en diferentes secciones <strong>de</strong>l documento <strong>de</strong><br />

parte <strong>de</strong> Vianka Aliaga, María Elisa Bernal, Ricardo Infante, Wilson Peres, Heidi Ullmann, Iliana Vaca Trigo y Jürgen Weller.<br />

Para la elaboración <strong>de</strong>l capítulo IV se contó con el apoyo <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong> cooperación “Protección social, enfoque <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos<br />

y <strong>de</strong>sigualdad en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>” (GER/14/002), ejecutado por la CEPAL en conjunto con la Agencia Alemana <strong>de</strong> Cooperación<br />

Internacional (GIZ) y financiado por el Ministerio Fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong> Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) <strong>de</strong> Alemania.<br />

Notas explicativas:<br />

- Los tres puntos (...) indican que los datos faltan, no constan por separado o no están disponibles.<br />

- La raya (-) indica que la cantidad es nula o <strong>de</strong>spreciable.<br />

- La coma (,) se usa para separar los <strong>de</strong>cimales.<br />

- La palabra “dólares” se refiere a dólares <strong>de</strong> los Estados Unidos, salvo cuando se indique lo contrario.<br />

- La barra (/) puesta entre cifras que expresen años (por ejemplo, 2013/2014) indica que la información correspon<strong>de</strong> a un período <strong>de</strong> 12 meses que<br />

no necesariamente coinci<strong>de</strong> con el año calendario.<br />

- Debido a que a veces se redon<strong>de</strong>an las cifras, los datos parciales y los porcentajes presentados en los cuadros no siempre suman el total correspondiente.<br />

- Los límites y los nombres que figuran en los mapas <strong>de</strong> esta publicación no implican su apoyo o aceptación oficial por las Naciones Unidas.<br />

Publicación <strong>de</strong> las Naciones Unidas<br />

ISBN: 978-92-1-121924-1 (versión impresa)<br />

ISBN: 978-92-1-058486-9 (versión pdf)<br />

ISBN: 978-92-1-358041-7 (versión ePub)<br />

N° <strong>de</strong> venta: S.16.II.G.6<br />

LC/G.2691-P<br />

Copyright © Naciones Unidas, 2016<br />

Todos los <strong>de</strong>rechos reservados<br />

Impreso en Naciones Unidas, Santiago<br />

S.16-00175<br />

Esta publicación <strong>de</strong>be citarse como: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, <strong>2015</strong>,<br />

(LC/G.2691-P), Santiago, 2016.<br />

La autorización para reproducir total o parcialmente esta obra <strong>de</strong>be solicitarse a la Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), División<br />

<strong>de</strong> Publicaciones y Servicios Web, publicaciones@cepal.org. Los Estados Miembros <strong>de</strong> las Naciones Unidas y sus instituciones gubernamentales pue<strong>de</strong>n<br />

reproducir esta obra sin autorización previa. Solo se les solicita que mencionen la fuente e informen a la CEPAL <strong>de</strong> tal reproducción.


Índice<br />

Presentación.........................................................................................................................................................11<br />

Capítulo I<br />

Pobreza y <strong>de</strong>sigualdad en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>.............................................................................................................13<br />

Introducción.....................................................................................................................................................15<br />

A. Pobreza por insuficiencia <strong>de</strong> ingresos..........................................................................................................15<br />

1. Evolución <strong>de</strong> la situación económica en el período <strong>de</strong> análisis..............................................................15<br />

2. Evolución reciente <strong>de</strong> la pobreza en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>..............................................................................18<br />

3. Brecha e intensidad <strong>de</strong> la pobreza en el período 2010-2014..................................................................19<br />

4. Desigualdad <strong>de</strong> género en la pobreza....................................................................................................20<br />

5. Factores asociados a la evolución <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza en el período 2010-2014.................................21<br />

B. Distribución <strong>de</strong>l ingreso...............................................................................................................................23<br />

1. Evolución reciente <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong>l ingreso...................................................................................23<br />

2. Medición <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong>l ingreso mediante datos adicionales: los registros tributarios.................25<br />

C. Examen <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad en diversas dimensiones según grupos <strong>de</strong> ingresos.............................................28<br />

1. Logro educativo.....................................................................................................................................29<br />

2. Vivienda y servicios básicos...................................................................................................................35<br />

3. Acceso a las nuevas tecnologías <strong>de</strong> la información y las comunicaciones..............................................38<br />

Bibliografía.......................................................................................................................................................44<br />

Anexo estadístico..............................................................................................................................................47<br />

Nota metodológica...........................................................................................................................................47<br />

Capítulo II<br />

Ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>l gasto social frente al ciclo económico: la importancia <strong>de</strong> mantener<br />

el financiamiento <strong>de</strong> la política social...................................................................................................................57<br />

Introducción.....................................................................................................................................................59<br />

A. Ten<strong>de</strong>ncias recientes y <strong>de</strong> largo plazo en el gasto público social.................................................................60<br />

1. Ten<strong>de</strong>ncias recientes en el gasto social..................................................................................................61<br />

2. La evolución <strong>de</strong> largo plazo <strong>de</strong>l gasto social en los países......................................................................64<br />

3. La evolución <strong>de</strong>l gasto social sectorial....................................................................................................66<br />

B. Financiamiento <strong>de</strong>l gasto público social en un contexto <strong>de</strong> crecimiento que impone restricciones..............69<br />

1. Carga tributaria en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: recaudación directa e indirecta, y contribuciones sociales..............69<br />

2. Impacto fiscal <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong>l superciclo <strong>de</strong> los productos básicos................................................................71<br />

C. A modo <strong>de</strong> conclusión.................................................................................................................................74<br />

Bibliografía.......................................................................................................................................................76<br />

Anexo II.A1.......................................................................................................................................................78<br />

Capítulo III<br />

Enfrentar las brechas estructurales en el mercado <strong>de</strong> trabajo: políticas y programas<br />

para la inclusión laboral y productiva...................................................................................................................89<br />

Introducción.....................................................................................................................................................91<br />

A. Inclusión y exclusión laboral en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>..........................................................................................91<br />

1. Brechas en el acceso al mercado <strong>de</strong> trabajo...........................................................................................93<br />

Índice<br />

3


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

2. Brechas en el acceso a <strong>de</strong>rechos y a la protección social.....................................................................102<br />

3. Brechas <strong>de</strong> ingresos y pobreza.............................................................................................................106<br />

B. La urgencia <strong>de</strong> articular los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva...................................................114<br />

1. Apoyo a la oferta <strong>de</strong> trabajo.................................................................................................................116<br />

2. Apoyo a la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo............................................................................................................121<br />

3. Servicios <strong>de</strong> intermediación laboral......................................................................................................123<br />

4. Algunos resultados <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva................................................124<br />

C. Consi<strong>de</strong>raciones finales: <strong>de</strong>safíos para la inclusión laboral <strong>de</strong> la población<br />

que vive en condiciones <strong>de</strong> pobreza y vulnerabilidad.................................................................................128<br />

Bibliografía.....................................................................................................................................................131<br />

Anexo III.A1....................................................................................................................................................134<br />

Capítulo IV<br />

Institucionalidad y <strong>de</strong>sarrollo social: caracterización y <strong>de</strong>safíos.........................................................................143<br />

Introducción...................................................................................................................................................145<br />

A. La institucionalidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo social en el ámbito internacional y regional.........................................146<br />

1. Diversos foros a disposición <strong>de</strong> los países............................................................................................146<br />

2. Las agendas sociales <strong>de</strong> algunos foros intergubernamentales................................................................149<br />

B. Institucionalidad y <strong>de</strong>sarrollo a nivel nacional: caracterización y <strong>de</strong>safíos.................................................151<br />

1. Marcos jurídico-normativos e institucionalidad social..........................................................................151<br />

2. Características organizacionales y autoridad social..............................................................................154<br />

3. Herramientas <strong>de</strong> gestión y dimensión técnico-operativa.......................................................................158<br />

4. Dimensión fiscal <strong>de</strong> la institucionalidad...............................................................................................159<br />

C. Protección social e institucionalidad en los países <strong>de</strong> la región..................................................................161<br />

1. Las entida<strong>de</strong>s abocadas al <strong>de</strong>sarrollo social y la protección social no contributiva...............................162<br />

2. La institucionalidad <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> cuidado....................................................................................168<br />

D. Comentarios finales...................................................................................................................................175<br />

Bibliografía.....................................................................................................................................................177<br />

Anexo IV.A1....................................................................................................................................................180<br />

Capítulo V<br />

Los impactos <strong>de</strong> las ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>mográficas......................................................................................................187<br />

Introducción...................................................................................................................................................189<br />

A. Las gran<strong>de</strong>s ten<strong>de</strong>ncias..............................................................................................................................189<br />

1. Cae rápidamente la fecundidad hacia el nivel <strong>de</strong> reemplazo................................................................189<br />

2. La población seguirá creciendo hasta mediados <strong>de</strong> siglo......................................................................194<br />

3. Aumenta la esperanza <strong>de</strong> vida..............................................................................................................196<br />

4. Se expan<strong>de</strong> la migración intrarregional................................................................................................199<br />

5. Persisten las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s reproductivas.............................................................................................200<br />

6. Continúa la exclusión <strong>de</strong> los pueblos indígenas y <strong>de</strong> los afro<strong>de</strong>scendientes..........................................203<br />

B. Los efectos <strong>de</strong> la transformación................................................................................................................204<br />

1. Disminuye la población joven y aumenta la potencialmente activa.....................................................205<br />

2. Menores recursos <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico..............................................................................................206<br />

3. El bono durará más en educación que en salud y pensiones................................................................208<br />

4. Hacia socieda<strong>de</strong>s y economías envejecidas.........................................................................................210<br />

C. Políticas en la transición <strong>de</strong>mográfica........................................................................................................213<br />

1. Aprovechar el ahorro en educación para mejorar su calidad................................................................214<br />

2. Eliminar la discriminación <strong>de</strong> jóvenes y mujeres en el mercado laboral...............................................214<br />

3. Preparar los sistemas <strong>de</strong> salud para socieda<strong>de</strong>s en proceso <strong>de</strong> envejecimiento.....................................215<br />

4. Mejorar la salud sexual y reproductiva <strong>de</strong> los jóvenes..........................................................................216<br />

5. Proteger los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los indígenas y afro<strong>de</strong>scendientes..................................................................216<br />

6. A<strong>de</strong>cuar los sistemas <strong>de</strong> pensiones.......................................................................................................217<br />

7. Crear un sistema público <strong>de</strong> cuidado...................................................................................................217<br />

Bibliografía.....................................................................................................................................................218<br />

Publicaciones recientes <strong>de</strong> la CEPAL...................................................................................................................221<br />

Índice<br />

4


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Cuadros<br />

Cuadro I.1<br />

Cuadro I.2<br />

Cuadro I.3<br />

Cuadro I.4<br />

Cuadro I.A1.1<br />

Cuadro I.A1.2<br />

Cuadro I.A1.3<br />

Cuadro I.A1.4<br />

Cuadro I.A1.5<br />

Cuadro I.A1.6<br />

Cuadro I.A1.7<br />

Cuadro II.1<br />

Cuadro II.2<br />

Cuadro II.A1.1<br />

Cuadro II.A1.2<br />

Cuadro II.A1.3<br />

Cuadro II.A1.4<br />

Cuadro II.A1.5<br />

Cuadro II.A1.6<br />

Cuadro III.A1.1<br />

Cuadro III.A1.2<br />

Cuadro III.A1.3<br />

Cuadro III.A1.4<br />

Cuadro IV.1<br />

Cuadro IV.2<br />

Cuadro IV.3<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (20 países): evolución <strong>de</strong> algunos indicadores económicos,<br />

2000-2014................................................................................................................................16<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (14 países): variación anual <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza, la brecha<br />

<strong>de</strong> pobreza y la brecha <strong>de</strong> pobreza al cuadrado, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2010-2014................................20<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): indicadores <strong>de</strong> disparidad educativa por sexo<br />

y quintiles <strong>de</strong> ingresos, 1997, 2005 y 2013...............................................................................33<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): disparidad en el promedio <strong>de</strong> años <strong>de</strong> escolaridad<br />

por sexo y quintiles <strong>de</strong> ingresos, 1997, 2005 y 2013.................................................................34<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): indicadores <strong>de</strong> pobreza e indigencia,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2001-2014...........................................................................................................47<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tasas <strong>de</strong> pobreza e indigencia oficiales<br />

según área geográfica, últimos dos años disponibles.................................................................49<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): distribución <strong>de</strong>l ingreso <strong>de</strong> los hogares,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2001-2014...........................................................................................................50<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (17 países): indicadores <strong>de</strong> logro educativo por países<br />

y quintiles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 1997 y 2013......................................................................51<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (16 países): evolución <strong>de</strong> las privaciones vinculadas<br />

a servicios básicos y materiales <strong>de</strong> la vivienda, por países, zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia<br />

y quintiles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2001 y 2013......................................................................53<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (15 países): indicadores <strong>de</strong> acceso a las nuevas tecnologías<br />

<strong>de</strong> la información y las comunicaciones, por países y quintiles <strong>de</strong> ingreso,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013.........................................................................................................54<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (9 países): población que <strong>de</strong>clara no utilizar Internet,<br />

por países, quintiles <strong>de</strong> ingreso y grupos <strong>de</strong> edad, 2013............................................................55<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (19 países): evolución <strong>de</strong>l gasto público social<br />

como proporción <strong>de</strong>l PIB y tasas <strong>de</strong> variación anual, 2009-2014..............................................64<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (8 países): indicadores <strong>de</strong> ingresos fiscales<br />

proveniente <strong>de</strong> recursos naturales no renovables, 2000-2014...................................................73<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): gasto público social como proporción<br />

<strong>de</strong>l gasto público total, 1991-1992 a 2013-2014.......................................................................78<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): gasto público social como proporción<br />

<strong>de</strong>l PIB y per cápita, 1991-1992 a 2013-2014...........................................................................79<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): gasto público social en educación<br />

como proporción <strong>de</strong>l PIB y per cápita, 1991-1992 a 2013-2014...............................................81<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): gasto público social en salud<br />

como proporción <strong>de</strong>l PIB y per cápita, 1991-1992 a 2013-2014...............................................83<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): gasto público social en seguridad social<br />

y asistencia social como proporción <strong>de</strong>l PIB y per cápita,<br />

1991-1992 a 2013-2014...........................................................................................................85<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): gasto público social en vivienda<br />

y otros como proporción <strong>de</strong>l PIB y per cápita, 1991-1992 a 2013-2014...................................87<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): principales ámbitos <strong>de</strong> acción<br />

<strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva.................................................................134<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (17 países): programas <strong>de</strong> inclusión laboral<br />

y productiva, componentes <strong>de</strong> capacitación técnica y profesional..........................................136<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (9 países): programas <strong>de</strong> inclusión laboral<br />

y productiva, componentes <strong>de</strong> nivelación <strong>de</strong> estudios y retención escolar.................................139<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (15 países): programas <strong>de</strong> inclusión laboral<br />

y productiva, componentes <strong>de</strong> apoyo al trabajo in<strong>de</strong>pendiente...............................................140<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: foros intergubernamentales sobre <strong>de</strong>sarrollo social,<br />

según el tipo <strong>de</strong> instancia a la que están vinculados, <strong>2015</strong>......................................................148<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: principales ejes temáticos <strong>de</strong> algunos foros<br />

intergubernamentales <strong>de</strong>dicados al <strong>de</strong>sarrollo social...............................................................150<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (33 países): existencia <strong>de</strong> normativa constitucional<br />

y específica en temas sociales sectoriales y referentes<br />

a grupos específicos <strong>de</strong> población...........................................................................................153<br />

Índice<br />

5


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Cuadro IV.4 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (22 países): tipo <strong>de</strong> autoridad que coordina<br />

el gabinete social o la principal entidad colegiada intersectorial<br />

<strong>de</strong>l área social.........................................................................................................................156<br />

Cuadro IV.5 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): gasto social en tres grupos <strong>de</strong> países<br />

con distintos resultados en materia <strong>de</strong> protección y promoción social<br />

(promedio simple <strong>de</strong> cada grupo), alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l período 2010-2014......................................159<br />

Cuadro IV.6 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (14 países): presupuesto <strong>de</strong>l Ministerio<br />

<strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> o instancia equivalente como proporción<br />

<strong>de</strong>l gasto primario presupuestado, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> <strong>2015</strong>.............................................................160<br />

Cuadro IV.7 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): instancias responsables<br />

<strong>de</strong> los principales programas <strong>de</strong> transferencias monetarias<br />

y <strong>de</strong> pensiones no contributivas..............................................................................................165<br />

Cuadro IV.8 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (22 países): síntesis <strong>de</strong> algunas herramientas<br />

<strong>de</strong> gestión, planificación, evaluación y transparencia<br />

<strong>de</strong> los programas sociales, <strong>2015</strong>..............................................................................................167<br />

Cuadro IV.9 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): políticas <strong>de</strong> cuidado, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> <strong>2015</strong>......................................173<br />

Cuadro IV.A1.1 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (26 países): instancias <strong>de</strong> gobierno <strong>de</strong>dicadas<br />

al <strong>de</strong>sarrollo social, <strong>2015</strong>........................................................................................................180<br />

Cuadro IV.A1.2 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): composición <strong>de</strong> las instancias<br />

colegiadas <strong>de</strong> coordinación intersectorial <strong>de</strong> políticas sociales, <strong>2015</strong>.....................................182<br />

Cuadro IV.A1.3 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): institucionalidad a cargo <strong>de</strong> temas vinculados<br />

con la población afro<strong>de</strong>scendiente..........................................................................................185<br />

Cuadro V.1 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: tasa global <strong>de</strong> fecundidad por países<br />

y subregiones, 1965-2075.......................................................................................................190<br />

Cuadro V.2 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (31 países): esperanza <strong>de</strong> vida al nacer<br />

por subregiones y países, 1965-<strong>2015</strong>......................................................................................197<br />

Cuadro V.3 America <strong>Latina</strong> y el Caribe (31 países): aspectos relativos a la evolución<br />

<strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia................................................................................................207<br />

Gráficos<br />

Gráfico I.1 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (19 países): evolución <strong>de</strong> la pobreza y la indigencia, 1980-<strong>2015</strong>...........................19<br />

Gráfico I.2 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: índice <strong>de</strong> feminidad <strong>de</strong> la indigencia y <strong>de</strong> la pobreza,<br />

1999-2014................................................................................................................................21<br />

Gráfico I.3 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): participación <strong>de</strong>l efecto crecimiento y <strong>de</strong>l efecto<br />

distribución <strong>de</strong>l ingreso en la variación <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza, 2010-2014................................22<br />

Gráfico I.4 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (14 países): tasas <strong>de</strong> variación anual <strong>de</strong>l ingreso laboral, <strong>de</strong>l ingreso<br />

por ocupado y <strong>de</strong> las personas ocupadas, en los hogares pobres, 2010-2014...........................23<br />

Gráfico I.5 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (17 países): tasa <strong>de</strong> variación anual <strong>de</strong> los índices <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad,<br />

2010-2014................................................................................................................................24<br />

Gráfico I.6 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (17 países): cociente entre el ingreso medio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>cil 10<br />

y el ingreso medio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>ciles 1 a 4, 2010 y 2014................................................................25<br />

Gráfico I.7 Países y regiones seleccionados: participación <strong>de</strong>l 1% más rico en el ingreso<br />

total, 1993-2014.......................................................................................................................27<br />

Gráfico I.8 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): conclusión <strong>de</strong> la educación secundaria entre<br />

la población <strong>de</strong> 20 a 24 años por quintiles <strong>de</strong> ingreso, 1997 a 2013.........................................30<br />

Gráfico I.9 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): brecha <strong>de</strong> conclusión <strong>de</strong> la educación secundaria<br />

entre la población <strong>de</strong> 20 a 24 años por quintiles <strong>de</strong> ingreso, 1997-2013...................................31<br />

Gráfico I.10 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): educación postsecundaria, población<br />

<strong>de</strong> 25 años o más, 1997-2013...................................................................................................32<br />

Gráfico I.11 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): escolaridad media <strong>de</strong> los quintiles <strong>de</strong> menores<br />

ingresos (quintiles I a IV) respecto <strong>de</strong>l quintil <strong>de</strong> mayores ingresos (quintil V),<br />

población <strong>de</strong> 15 años o más, 1997-2013..................................................................................32<br />

Gráfico I.12 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (16 países): población con acceso insuficiente a servicios básicos<br />

(agua, saneamiento y electricidad) por quintiles <strong>de</strong> ingreso,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2002, 2008 y 2013...............................................................................................35<br />

Índice<br />

6


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Gráfico I.13 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: población con insuficiencia en el acceso a servicios básicos<br />

(agua, saneamiento y electricidad) por quintiles <strong>de</strong> ingreso<br />

y zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2002, 2008 y 2013.............................................................36<br />

Gráfico I.14 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (17 países): población que habita en viviendas con materiales<br />

precarios por <strong>de</strong>ciles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2005 y 2013......................................................37<br />

Gráfico I.15 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (15 países): población en viviendas con materiales precarios<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso y zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2005 y 2013.................................38<br />

Gráfico I.16 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (12 países): población en hogares que cuentan con al menos<br />

una computadora, por quintiles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013.....................................39<br />

Gráfico I.17 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (14 países): población en hogares con conexión a Internet<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013..................................................................39<br />

Gráfico I.18 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (11 países): población en hogares con computadora,<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso y zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013.......................................41<br />

Gráfico I.19 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): población en hogares con acceso a Internet,<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso y zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013.................................42<br />

Gráfico I.20 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (14 países): población en hogares con al menos un celular,<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013..................................................................42<br />

Gráfico I.21 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): población en hogares con al menos un celular,<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso y zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013.................................43<br />

Gráfico I.22 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (9 países): población <strong>de</strong> 10 años o más que <strong>de</strong>clara<br />

no usar Internet, por quintiles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013....................................................44<br />

Gráfico I.23 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (9 países): población <strong>de</strong> 10 años o más que <strong>de</strong>clara<br />

no utilizar Internet, por quintiles <strong>de</strong> ingreso y grupos <strong>de</strong> edad,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013.....................................................................................................................44<br />

Gráfico II.1 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): evolución <strong>de</strong>l gasto público social<br />

como proporción <strong>de</strong>l PIB y <strong>de</strong>l gasto público total,<br />

1991-1992 a 2013-2014...........................................................................................................61<br />

Gráfico II.2 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): evolución <strong>de</strong>l gasto público total<br />

como proporción <strong>de</strong>l PIB y tasas <strong>de</strong> variación promedio anual,<br />

1991-1992 a 2013-2014...........................................................................................................63<br />

Gráfico II.3 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): evolución <strong>de</strong>l gasto público social,<br />

1991-1992 a 2013-2014...........................................................................................................65<br />

Gráfico II.4 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): evolución <strong>de</strong>l gasto público social<br />

per cápita anual, 1991-1992 a 2013-2014................................................................................66<br />

Gráfico II.5 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): evolución <strong>de</strong>l gasto público social<br />

por funciones, 1991-1992 a 2013-2014....................................................................................66<br />

Gráfico II.6 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (22 países) y países <strong>de</strong> la Organización<br />

<strong>de</strong> Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE): ingresos tributarios<br />

por tipo <strong>de</strong> impuestos, 1990, 2000, 2013 y 2014......................................................................71<br />

Gráfico II.7 Índices <strong>de</strong> precios <strong>de</strong> los productos básicos, 1990-<strong>2015</strong>...........................................................72<br />

Gráfico III.1 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tasas <strong>de</strong> participación laboral, según sexo<br />

y situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

totales nacionales, 1990-2013..................................................................................................93<br />

Gráfico III.2 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tasas <strong>de</strong> participación laboral, según situación<br />

<strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares y brechas <strong>de</strong> bienestar<br />

<strong>de</strong> los países, totales nacionales, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013.................................................................94<br />

Gráfico III.3 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tasas <strong>de</strong> participación laboral, según grupos <strong>de</strong> edad<br />

y situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

totales nacionales, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013.......................................................................................95<br />

Gráfico III.4 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, según sexo y situación<br />

<strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

totales nacionales, 1990-2013..................................................................................................96<br />

Gráfico III.5 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (9 países): tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, según etnicidad,<br />

sexo y área geográfica, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013................................................................................96<br />

Gráfico III.6 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad<br />

a la pobreza <strong>de</strong> los hogares y brechas <strong>de</strong> bienestar <strong>de</strong> los países,<br />

totales nacionales, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013.......................................................................................97<br />

Índice<br />

7


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Gráfico III.7<br />

Gráfico III.8<br />

Gráfico III.9<br />

Gráfico III.10<br />

Gráfico III.11<br />

Gráfico III.12<br />

Gráfico III.13<br />

Gráfico III.14<br />

Gráfico III.15<br />

Gráfico III.16<br />

Gráfico III.17<br />

Gráfico III.18<br />

Gráfico III.19<br />

Gráfico III.20<br />

Gráfico III.21<br />

Gráfico III.22<br />

Gráfico III.23<br />

Gráfico III.24<br />

Gráfico III.25<br />

Gráfico III.26<br />

Gráfico III.27<br />

Gráfico III.28<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, según grupo <strong>de</strong> edad,<br />

y situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

totales nacionales, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013.......................................................................................97<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): distribución <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años y más,<br />

según nivel <strong>de</strong> productividad, sexo y brechas <strong>de</strong> bienestar <strong>de</strong> los países,<br />

totales nacionales, 1990-2013..................................................................................................98<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): ocupados urbanos en sectores <strong>de</strong> baja productividad,<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso, 2002-2013..........................................................................................99<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): categoría ocupacional <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años<br />

y más, según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

sexo, tramo <strong>de</strong> edad y área geográfica, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013......................................................100<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (8 países y el Brasil): categoría ocupacional <strong>de</strong> los ocupados<br />

<strong>de</strong> 15 años y más, según raza/etnia y sexo, totales nacionales,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013...................................................................................................................101<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): sector <strong>de</strong> actividad <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años<br />

y más, según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

sexo, tramo <strong>de</strong> edad y área geográfica, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013......................................................102<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): tenencia <strong>de</strong> contrato <strong>de</strong> los asalariados <strong>de</strong> 15 años<br />

y más, según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

totales nacionales, 2002-2013................................................................................................103<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tenencia <strong>de</strong> contrato <strong>de</strong> los asalariados <strong>de</strong> 15 años<br />

y más, según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

sexo, tramo <strong>de</strong> edad y área geográfica, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013......................................................103<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (12 países): afiliación a sistemas <strong>de</strong> pensiones <strong>de</strong> los ocupados<br />

<strong>de</strong> 15 años y más, según <strong>de</strong>ciles <strong>de</strong> ingreso, totales nacionales 2002-2013.............................104<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (12 países): afiliación a sistemas <strong>de</strong> pensiones <strong>de</strong> los ocupados<br />

<strong>de</strong> 15 años y más, según sexo y área geográfica, alre<strong>de</strong>dor 2013............................................104<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (6 países y el Brasil): afiliación a sistema <strong>de</strong> pensiones<br />

<strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años y más, según raza/etnia y sexo,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013...................................................................................................................105<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): afiliación a sistemas <strong>de</strong> salud <strong>de</strong> los ocupados<br />

<strong>de</strong> 15 años y más, según <strong>de</strong>ciles <strong>de</strong> ingreso, totales nacionales, 2002-2013............................105<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): afiliación a sistemas <strong>de</strong> salud entre los ocupados<br />

<strong>de</strong> 15 años y más, según sexo y área geográfica, total nacional, 2013.....................................106<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): ingresos laborales <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años<br />

y más, según sexo, total nacional, 1990-2013.........................................................................107<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (9 países): ingresos laborales, según sexo, raza/etnia<br />

y años <strong>de</strong> escolaridad, totales nacionales, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013.................................................107<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): ingresos laborales <strong>de</strong> las mujeres,<br />

según quintiles <strong>de</strong> ingreso y área geográfica, 1997-2013........................................................108<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): ingresos laborales <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años<br />

y más, según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

tramo <strong>de</strong> edad y área geográfica, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013...............................................................109<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (17 países): población sin ingresos propios, por quintiles<br />

<strong>de</strong> ingreso, sexo y área geográfica, 1997-2013........................................................................110<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): ocupados <strong>de</strong> 15 años y más, según situación<br />

<strong>de</strong> pobreza y sexo, totales nacionales, 2002- 2013.................................................................111<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): ocupados <strong>de</strong> 15 años y más, según situación<br />

<strong>de</strong> pobreza, sexo y brechas <strong>de</strong> bienestar <strong>de</strong> los países, totales nacionales,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013...................................................................................................................112<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): distribución <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años y más,<br />

según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

totales nacionales, 1990-2013................................................................................................113<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): distribución <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años y más<br />

según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares y brechas<br />

<strong>de</strong> bienestar <strong>de</strong> los países, totales nacionales, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013............................................113<br />

Índice<br />

8


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Gráfico III.29 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): distribución por tramos <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> las personas<br />

<strong>de</strong> 15 años y más, según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza<br />

<strong>de</strong> los hogares, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013..........................................................................................117<br />

Gráfico III.30 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): años <strong>de</strong> instrucción <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong> 15 años<br />

y más, según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

sexo, tramo <strong>de</strong> edad y área geográfica, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013......................................................120<br />

Gráfico IV.1 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (33 países): firma y ratificación o adhesión <strong>de</strong> pactos,<br />

convenciones y convenios relacionados con los <strong>de</strong>rechos económicos,<br />

sociales y culturales................................................................................................................152<br />

Gráfico IV.2 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): año <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> los ministerios<br />

u otras instancias <strong>de</strong>dicadas al <strong>de</strong>sarrollo social......................................................................154<br />

Gráfico V.1 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: tasa global <strong>de</strong> fecundidad por subregiones, 1965-2075..................190<br />

Gráfico V.2 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: tasa global <strong>de</strong> fecundidad y tasa <strong>de</strong> crecimiento<br />

natural, 1980-<strong>2015</strong>.................................................................................................................191<br />

Gráfico V.3 Mundo: tasa global <strong>de</strong> fecundidad y tasa <strong>de</strong> fecundidad adolescente<br />

por subregiones, 2010-<strong>2015</strong>...................................................................................................192<br />

Gráfico V.4 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (19 países): mujeres que son madres por eda<strong>de</strong>s, censos<br />

<strong>de</strong> las rondas <strong>de</strong> 1990, 2000, y 2010......................................................................................193<br />

Gráfico V.5 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (países seleccionados): mujeres <strong>de</strong> entre 15 y 19 años<br />

que son madres, décadas <strong>de</strong> 2000 y 2010...............................................................................193<br />

Gráfico V.6 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (países seleccionados): nacimientos no planificados en los cinco años<br />

que precedieron a la encuesta <strong>de</strong> referencia, según la edad <strong>de</strong> la madre<br />

en el momento <strong>de</strong>l nacimiento, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 1990 y 2010.....................................................194<br />

Gráfico V.7 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: crecimiento <strong>de</strong> la población por subregiones, 1965-2075..................195<br />

Gráfico V.8 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: esperanza <strong>de</strong> vida al nacer por subregión, 1960-<strong>2015</strong>....................196<br />

Gráfico V.9 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (29 países): razón <strong>de</strong> mortalidad materna reportada,<br />

último año disponible.............................................................................................................198<br />

Gráfico V.10 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): falta <strong>de</strong> atención prenatal, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2014...................198<br />

Gráfico V.11 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: promedio anual <strong>de</strong>l crecimiento total y crecimiento<br />

natural, 2010-<strong>2015</strong>.................................................................................................................199<br />

Gráfico V.12 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (29 países): emigrados con relación a la población total,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2010...................................................................................................................200<br />

Gráfico V.13 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (6 países): <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> la tasa global <strong>de</strong> fecundidad (TGF)<br />

en áreas urbanas y rurales como relación entre el quintil socioeconómico<br />

más alto y el más bajo, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2000 y 2010..................................................................201<br />

Gráfico V.14 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (7 países): <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> la tasa global <strong>de</strong> fecundidad (TGF)<br />

como relación entre el quintil socioeconómico más alto y el más bajo,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2000 y 2010.......................................................................................................201<br />

Gráfico V.15 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (7 países): <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> madres <strong>de</strong> 19 y 20 años<br />

<strong>de</strong> edad como relación entre el quintil socioeconómico más alto y el más bajo,<br />

según zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, censos <strong>de</strong> las ronda <strong>de</strong> 2000 y 2010..............................................202<br />

Gráfico V.16 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (9 países): mortalidad en la niñez según condición étnica,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2000 y 2010.......................................................................................................204<br />

Gráfico V.17 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: evolución y proyección <strong>de</strong> la población por tres<br />

gran<strong>de</strong>s grupos <strong>de</strong> edad, 1960-2100.......................................................................................205<br />

Gráfico V.18 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (31 países): período entre los valores máximo<br />

y mínimo <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia................................................................................207<br />

Gráfico V.19 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (31 países): impacto económico <strong>de</strong> los cambios<br />

<strong>de</strong> la estructura etaria, expresado como variación anual estimada<br />

<strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> soporte económico, 2000-<strong>2015</strong> y <strong>2015</strong>-2030..............................................208<br />

Gráfico V.20 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (31 países): impacto económico <strong>de</strong> los cambios<br />

<strong>de</strong> la estructura etaria en el sector <strong>de</strong> la educación, expresado como variación<br />

anual estimada <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> soporte económico <strong>de</strong>l sector,<br />

2000-<strong>2015</strong> y <strong>2015</strong>-2030.........................................................................................................209<br />

Gráfico V.21 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (31 países): impacto económico <strong>de</strong> los cambios<br />

<strong>de</strong> la estructura etaria en el sector <strong>de</strong> la salud, expresado como variación<br />

anual estimada <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> soporte económico <strong>de</strong>l sector,<br />

2000-<strong>2015</strong> y <strong>2015</strong>-2030.........................................................................................................210<br />

Índice<br />

9


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Gráfico V.22 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (31 países): impacto económico <strong>de</strong> los cambios<br />

<strong>de</strong> la estructura etaria en el sector <strong>de</strong> las pensiones, expresado<br />

como variación anual estimada <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> soporte<br />

económico <strong>de</strong>l sector, 2000-<strong>2015</strong> y <strong>2015</strong>-2030......................................................................210<br />

Gráfico V.23 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: población según grupos <strong>de</strong> edad, 1985-2060................................................211<br />

Gráfico V.24 <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: consumo total <strong>de</strong> la población mayor en relación con el consumo<br />

total <strong>de</strong> niños y jóvenes, 1985-2060.......................................................................................213<br />

Recuadros<br />

Recuadro I.1<br />

Recuadro I.2<br />

Recuadro II.1<br />

Recuadro II.2<br />

Recuadro II.3<br />

Recuadro III.1<br />

Recuadro III.2<br />

Recuadro III.3<br />

Recuadro III.4<br />

Recuadro III.5<br />

Recuadro III.6<br />

Recuadro IV.1<br />

Recuadro IV.2<br />

Recuadro IV.3<br />

Estimaciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad por medio <strong>de</strong> datos tributarios.................................................26<br />

El plan <strong>de</strong> Conectividad Educativa <strong>de</strong> Informática Básica para el Aprendizaje<br />

en Línea (CEIBAL) <strong>de</strong>l Uruguay.................................................................................................40<br />

Gasto e inversión social: <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> una discusión conceptual y analítica...............................59<br />

Actualización <strong>de</strong> la información sobre gasto social...................................................................68<br />

La medición <strong>de</strong>l gasto social <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Sistema <strong>de</strong> Cuentas Nacionales......................................75<br />

Clasificación <strong>de</strong> los países según brechas <strong>de</strong> bienestar y <strong>de</strong> los hogares<br />

según vulnerabilidad a la pobreza.............................................................................................92<br />

Base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> protección social no contributiva<br />

en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe.................................................................................................116<br />

Inclusión laboral y productiva <strong>de</strong> las mujeres: opciones <strong>de</strong> calificación,<br />

certificación <strong>de</strong> competencias e inserción profesional.............................................................118<br />

Medidas para la formalización <strong>de</strong> los trabajadores por cuenta propia<br />

y las micro y pequeñas empresas............................................................................................122<br />

Resultados <strong>de</strong>l suplemento <strong>de</strong> inclusión productiva <strong>de</strong> la Encuesta<br />

<strong>de</strong> Información Básica Municipal y <strong>de</strong> los estados <strong>de</strong> Brasil, 2014..........................................124<br />

Inclusión laboral <strong>de</strong> las personas cuidadoras: <strong>de</strong>safíos para la articulación<br />

<strong>de</strong> políticas laborales, <strong>de</strong> cuidado y autonomía económica <strong>de</strong> las mujeres................................130<br />

Institucionalidad orientada a la población afro<strong>de</strong>scendiente en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>......................157<br />

Avances en la institucionalidad orientada a las personas con discapacidad:<br />

el reto <strong>de</strong> acortar la distancia entre los principios <strong>de</strong> jure<br />

y su aplicación <strong>de</strong> facto..........................................................................................................157<br />

El Sistema Nacional Integrado <strong>de</strong> Cuidados <strong>de</strong>l Uruguay........................................................172<br />

Diagramas<br />

Diagrama III.1<br />

Tipología <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva..................................................115<br />

Mapas<br />

Mapa V.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: transformación <strong>de</strong> la estructura etaria<br />

<strong>de</strong> la población, <strong>2015</strong>-2060....................................................................................................211<br />

Índice<br />

10


Presentación<br />

En esta edición <strong>de</strong> <strong>2015</strong> <strong>de</strong>l <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> se analizan las ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> la pobreza según<br />

las mediciones propias <strong>de</strong> la CEPAL. Asimismo, se revisan los cambios registrados en la distribución <strong>de</strong>l ingreso<br />

y en algunas otras dimensiones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad. Con el objeto <strong>de</strong> contribuir al avance <strong>de</strong> las políticas públicas<br />

para superar la pobreza y la <strong>de</strong>sigualdad socioeconómica, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> examinarse las últimas ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>l gasto<br />

social y los <strong>de</strong>safíos que presenta la transición <strong>de</strong>mográfica, se profundiza el análisis <strong>de</strong> las persistentes brechas<br />

que se manifiestan en el mercado laboral, <strong>de</strong> los <strong>de</strong>safíos en materia <strong>de</strong> políticas y programas <strong>de</strong> inclusión laboral<br />

y productiva, y <strong>de</strong> la institucionalidad para el <strong>de</strong>sarrollo social en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>.<br />

Como es habitual, se presentan en el capítulo I las cifras actualizadas sobre pobreza e indigencia en <strong>América</strong><br />

<strong>Latina</strong>. Estas indican que en 2014 la tasa <strong>de</strong> pobreza como promedio regional se situó en el 28,2% y la tasa <strong>de</strong><br />

indigencia alcanzó al 11,8% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> la población, por lo que ambas mantuvieron su nivel respecto <strong>de</strong> 2013. El<br />

número <strong>de</strong> personas pobres creció en 2014, alcanzando a 168 millones, <strong>de</strong> las cuales 70 millones se encontraban en<br />

situación <strong>de</strong> indigencia. Se proyecta un aumento en <strong>2015</strong> tanto <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza como <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> indigencia.<br />

De confirmarse estas proyecciones, 175 millones <strong>de</strong> personas se encontrarían en situación <strong>de</strong> pobreza por ingresos<br />

en <strong>2015</strong>, 75 millones <strong>de</strong> las cuales estarían en situación <strong>de</strong> indigencia.<br />

Por otro lado, en el promedio <strong>de</strong> los países que cuentan con información reciente, se registró una leve disminución<br />

<strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad por ingresos entre 2013 y 2014. Al comparar las últimas cifras disponibles con las <strong>de</strong> inicios <strong>de</strong> la<br />

década <strong>de</strong> 2010, se constata una reducción más significativa. La <strong>de</strong>sigualdad también se manifiesta en otras áreas,<br />

como los logros educativos. A pesar <strong>de</strong>l expresivo aumento verificado en la conclusión <strong>de</strong> la educación primaria y<br />

<strong>de</strong> la secundaria en los últimos años, se observa que, en 2013, mientras un 80% <strong>de</strong> los jóvenes <strong>de</strong> 20 a 24 años <strong>de</strong>l<br />

quintil <strong>de</strong> mayores ingresos (quintil V) había concluido la secundaria, en el quintil <strong>de</strong> menores ingresos (quintil I),<br />

esta tasa solo alcanzaba al 34%. Al inicio <strong>de</strong>l período analizado, esa brecha era aun más elevada.<br />

En el capítulo II se revisa la evolución reciente y <strong>de</strong> largo plazo <strong>de</strong>l gasto social a partir <strong>de</strong> la información<br />

oficial que brindan los países, y se da cuenta <strong>de</strong> que ha seguido creciendo, aunque a un ritmo cada vez menor. En<br />

el período 2013-2014, representaba un 19,5% <strong>de</strong>l PIB regional, pero se prevé un posible estancamiento frente a las<br />

magras proyecciones económicas a corto plazo. A<strong>de</strong>más, se analizan brevemente la distribución funcional <strong>de</strong>l gasto<br />

social, su evolución <strong>de</strong> mediano y largo plazo y los cambios <strong>de</strong> su composición.<br />

También se revisan las restricciones <strong>de</strong>l financiamiento fiscal, básicamente la estructura y evolución <strong>de</strong> los<br />

ingresos tributarios y el impacto <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong>l superciclo <strong>de</strong> los productos básicos, así como la necesidad <strong>de</strong> sostener<br />

los actuales niveles y priorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l gasto público social y las posibles medidas que permitirían lograrlo.<br />

En el capítulo III se estudian algunas <strong>de</strong> las brechas estructurales que persisten en el mercado <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> la<br />

región (en términos <strong>de</strong> acceso, <strong>de</strong> ingresos, <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong> protección social), a pesar <strong>de</strong>l comportamiento favorable<br />

verificado en los últimos años y <strong>de</strong> que ha tenido un papel fundamental en el proceso <strong>de</strong> reducción <strong>de</strong> la pobreza<br />

y <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad registrado en la región. A continuación, se presentan las políticas y programas <strong>de</strong> inclusión<br />

laboral y productiva, que tienen el objetivo <strong>de</strong> ampliar el acceso a las oportunida<strong>de</strong>s económicas y al empleo <strong>de</strong><br />

calidad <strong>de</strong> las personas que se encuentran en situación <strong>de</strong> indigencia, pobreza o vulnerabilidad a la pobreza. Se<br />

revisan 58 programas <strong>de</strong> inclusión laboral y generación <strong>de</strong> ingresos que están en marcha actualmente en 21 países<br />

<strong>de</strong> la región, recopilados en la Base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> protección social no contributiva en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y<br />

el Caribe <strong>de</strong> la CEPAL, que se orientan a mejorar tanto la oferta como la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo mediante la capacitación<br />

técnica y profesional, la nivelación <strong>de</strong> estudios, el apoyo al trabajo in<strong>de</strong>pendiente, la generación directa e indirecta<br />

<strong>de</strong> empleo y los servicios <strong>de</strong> intermediación laboral. Se resalta la necesidad <strong>de</strong> incorporar la dimensión <strong>de</strong> género<br />

a esos programas. Por último, se discuten algunas lecciones aprendidas a partir <strong>de</strong> estudios realizados sobre estos<br />

programas, se <strong>de</strong>stacan los alcances y limitaciones <strong>de</strong> dichas medidas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un enfoque <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong> promoción<br />

<strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong>cente, y se proponen una serie <strong>de</strong> recomendaciones.<br />

En el capítulo IV se analiza la institucionalidad vinculada al <strong>de</strong>sarrollo social existente en la región a partir <strong>de</strong><br />

las instancias gubernamentales que tienen como mandato central la elaboración e implementación <strong>de</strong> estrategias<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo e inclusión social y la superación <strong>de</strong> la pobreza. Para ello, se presenta una propuesta con diferentes<br />

dimensiones analíticas, a partir <strong>de</strong> las cuales se intenta avanzar en el estudio <strong>de</strong> la institucionalidad social: el marco<br />

Presentación<br />

11


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

jurídico-normativo, las características organizacionales y modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> articulación, las herramientas técnicooperativas<br />

ligadas a la implementación <strong>de</strong> las políticas y, finalmente, las características y montos <strong>de</strong> los recursos<br />

<strong>de</strong>stinados a las políticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social. En particular, se analizan los elementos institucionales relacionados<br />

con la protección social no contributiva y las políticas <strong>de</strong> cuidado y se discuten los <strong>de</strong>safíos que supone garantizar<br />

el ejercicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos sociales universales, aten<strong>de</strong>r las problemáticas y necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> diversos segmentos <strong>de</strong><br />

la población y cumplir con los compromisos asumidos por los países en esas áreas.<br />

Finalmente, el capítulo V contiene un exhaustivo análisis <strong>de</strong> las rápidas transformaciones <strong>de</strong>mográficas ocurridas<br />

en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, que plantean oportunida<strong>de</strong>s y retos para avanzar en la consecución <strong>de</strong> los Objetivos <strong>de</strong><br />

Desarrollo Sostenible y la igualdad. Tales oportunida<strong>de</strong>s y retos tienen impactos diferenciados <strong>de</strong> acuerdo con el avance<br />

<strong>de</strong>mográfico <strong>de</strong> los distintos países <strong>de</strong> la región. El análisis indica que, en un conjunto importante <strong>de</strong> países, el contexto<br />

favorable <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico seguirá vigente por un período relativamente largo, en el que tendrán la posibilidad <strong>de</strong><br />

reforzar o poner en práctica las políticas públicas necesarias para hacer realidad las oportunida<strong>de</strong>s. Otro conjunto <strong>de</strong><br />

países, más avanzados en la transición <strong>de</strong>mográfica, ya han entrado en procesos <strong>de</strong> envejecimiento acelerado y encaran<br />

exigencias crecientes para garantizar el financiamiento sostenible <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> protección social.<br />

La atención a los efectos <strong>de</strong> los cambios <strong>de</strong>mográficos involucra una amplia gama <strong>de</strong> políticas, entre las que<br />

<strong>de</strong>stacan las dirigidas a ampliar las oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> educación y empleo <strong>de</strong> los jóvenes, las <strong>de</strong> seguridad social y<br />

pensiones y las <strong>de</strong> salud, así como la creación <strong>de</strong> un sistema público <strong>de</strong> cuidado y la a<strong>de</strong>cuación <strong>de</strong> las políticas<br />

fiscales para lograr un equilibrio intergeneracional <strong>de</strong> las transferencias. En estas políticas <strong>de</strong>be incorporarse el enfoque<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y las perspectivas <strong>de</strong> género y <strong>de</strong> ciclo <strong>de</strong> vida, <strong>de</strong> manera apropiada a los contextos nacionales y con<br />

un horizonte <strong>de</strong> largo plazo, <strong>de</strong>safíos que también se abordan en los capítulos prece<strong>de</strong>ntes.<br />

Presentación<br />

12


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Capítulo I<br />

Pobreza y <strong>de</strong>sigualdad<br />

en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

Introducción<br />

A. Pobreza por insuficiencia <strong>de</strong> ingresos<br />

1. Evolución <strong>de</strong> la situación económica en el período <strong>de</strong> análisis<br />

2. Evolución reciente <strong>de</strong> la pobreza en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

3. Brecha e intensidad <strong>de</strong> la pobreza en el período 2010-2014<br />

4. Desigualdad <strong>de</strong> género en la pobreza<br />

5. Factores asociados a la evolución <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza en el período 2010-2014<br />

B. Distribución <strong>de</strong>l ingreso<br />

1. Evolución reciente <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong>l ingreso<br />

2. Medición <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong>l ingreso mediante datos adicionales:<br />

los registros tributarios<br />

C. Examen <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad en diversas dimensiones según grupos <strong>de</strong> ingresos<br />

1. Logro educativo<br />

2. Vivienda y servicios básicos<br />

3. Acceso a las nuevas tecnologías <strong>de</strong> la información y las comunicaciones<br />

Bibliografía<br />

Anexo estadístico<br />

Capítulo I<br />

13


Introducción<br />

En este capítulo se expone la situación actual <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> en términos <strong>de</strong> pobreza y distribución <strong>de</strong>l ingreso,<br />

sobre la base <strong>de</strong> la información disponible al año 2014. De acuerdo con las estimaciones <strong>de</strong> la CEPAL, las tasas<br />

medias <strong>de</strong> pobreza e indigencia no se alteraron en forma significativa en el conjunto <strong>de</strong> la región entre 2012 y 2014,<br />

lo que, a la luz <strong>de</strong>l contexto económico actual, plantea dudas respecto <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> progreso en estos<br />

ámbitos en los próximos años. Sin embargo, la <strong>de</strong>sagregación <strong>de</strong> las cifras al nivel <strong>de</strong> los países da cuenta <strong>de</strong> los<br />

avances logrados por varios <strong>de</strong> ellos en la disminución <strong>de</strong> los indicadores <strong>de</strong> pobreza e indigencia, así como <strong>de</strong> los<br />

retrocesos que otros países han experimentado en ese mismo período.<br />

Junto con los análisis habitualmente realizados sobre los factores asociados con los cambios <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza,<br />

se presentan los indicadores más frecuentes para <strong>de</strong>scribir la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong>l ingreso y se reseñan brevemente los<br />

resultados <strong>de</strong> algunos estudios sobre ese tema, incorporando información adicional respecto <strong>de</strong> los hogares <strong>de</strong><br />

ingresos más altos. Asimismo, se proporcionan indicadores <strong>de</strong> brechas para medir la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> otros aspectos<br />

relevantes, como los logros educativos, el acceso a los servicios básicos <strong>de</strong> la vivienda y a las tecnologías <strong>de</strong> la<br />

información y las comunicaciones.<br />

A. Pobreza por insuficiencia <strong>de</strong> ingresos<br />

Las tasas <strong>de</strong> pobreza y <strong>de</strong> indigencia a nivel regional se mantuvieron estables en 2014, aunque a nivel <strong>de</strong> los países<br />

se registraron tanto incrementos como caídas en ambos indicadores. En el período 2010-2014, se registró una<br />

disminución <strong>de</strong> la pobreza en la mayor parte <strong>de</strong> los países, la que estuvo acompañada <strong>de</strong> <strong>de</strong>scensos tanto <strong>de</strong> la<br />

brecha como <strong>de</strong> la intensidad <strong>de</strong> la pobreza. En este período, la evolución <strong>de</strong> los ingresos fue el principal factor que<br />

originó la variación <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza en la mayoría <strong>de</strong> los países.<br />

1. Evolución <strong>de</strong> la situación económica en el período <strong>de</strong> análisis<br />

La economía mundial ha mostrado signos <strong>de</strong> recuperación en los años recientes, aunque la región tuvo un <strong>de</strong>sempeño<br />

menos favorable. La tasa <strong>de</strong> crecimiento global se situó en un 2,4% en 2014, habiéndose acelerado en los países<br />

<strong>de</strong>sarrollados y <strong>de</strong>sacelerado en los países en <strong>de</strong>sarrollo. En el primer grupo <strong>de</strong> países, el crecimiento <strong>de</strong>l PIB pasó<br />

<strong>de</strong>l 1,2% en 2013 al 1,7% en 2014, mientras que en el segundo se redujo <strong>de</strong>l 4,6% en 2013 al 4,4% en 2014. La<br />

economía <strong>de</strong> los Estados Unidos observó una mejora y creció al 2,4% en 2014, mientras que la <strong>de</strong> China creció a<br />

un ritmo menor que en años anteriores (7,3%) (CEPAL, <strong>2015</strong>a y <strong>2015</strong>b) 1 .<br />

La tasa <strong>de</strong> crecimiento económico <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> en 2014 (0,9%) fue inferior a la media mundial y bastante<br />

más baja que la registrada un año antes (2,9%), lo que consolidó el proceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>saceleración iniciado en 2011. La<br />

situación no afectó por igual a todas las subregiones: la tasa <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong>l PIB fue <strong>de</strong>l 0,6% en <strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur,<br />

<strong>de</strong>l 0,4% en el Caribe <strong>de</strong> habla inglesa y neerlan<strong>de</strong>sa, <strong>de</strong>l 4,0% en Centroamérica y <strong>de</strong>l 2,2% en México. A nivel regional,<br />

el consumo privado creció un 0,4% y se verificó una contracción <strong>de</strong>l 2,4% en la formación bruta <strong>de</strong> capital fijo 2 .<br />

El PIB por habitante en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> tuvo una caída <strong>de</strong>l 0,2% respecto <strong>de</strong> 2013. Esto fue consecuencia<br />

<strong>de</strong> la contracción experimentada en tres <strong>de</strong> las cuatro mayores economías <strong>de</strong> la región, la Argentina (-3,5%), el<br />

Brasil (-0,8%) y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) (-5,1%), que contrarrestó con creces el crecimiento agregado<br />

<strong>de</strong> los otros 17 países. En 2014 se <strong>de</strong>stacó la variación positiva <strong>de</strong> este indicador en la República Dominicana (6,3%),<br />

Panamá (4,4%), el Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia (3,8%), Colombia (3,4%) Nicaragua (3,4%), el Paraguay (3,3%) y<br />

el Uruguay (2,9%) (véase el cuadro I.1).<br />

En <strong>2015</strong> el PIB se contrajo un 0,5%, lo que redundó en una caída <strong>de</strong>l producto por habitante <strong>de</strong>l 1,6%.<br />

1<br />

La información económica correspon<strong>de</strong> a 2014, año <strong>de</strong> referencia para las estimaciones <strong>de</strong> pobreza, indigencia y distribución <strong>de</strong>l<br />

ingreso. Véase información más actualizada en CEPAL (2016).<br />

2<br />

Véase la base <strong>de</strong> datos CEPALSTAT [en línea] http://estadisticas.cepal.org/cepalstat/WEB_CEPALSTAT/Portada.asp.<br />

Capítulo I<br />

15


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Cuadro I.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (20 países): evolución <strong>de</strong> algunos indicadores económicos, 2000-2014<br />

Capítulo I<br />

País y año<br />

Desempleo Salario medio real<br />

PIB per cápita<br />

Índice <strong>de</strong> precios al consumidor d<br />

(Tasa media anual <strong>de</strong> variación) a Promedio simple <strong>de</strong>l período b<br />

(Porcentajes)<br />

(Tasa media anual <strong>de</strong> variación)<br />

Argentina<br />

2000-2010 1,9 12,5 5,2 9,1<br />

2011 5,0 7,2 … 9,5<br />

2012 -2,1 7,2 … 10,8<br />

2013 1,2 7,1 … 10,9<br />

2014 -3,5 7,3 23,9<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>)<br />

2000-2010 1,9 7,6 -0,5 5,0<br />

2011 3,5 3,8 -1,8 6,9<br />

2012 3,4 3,2 1,1 4,5<br />

2013 5,1 4,0 1,0 6,5<br />

2014 3,8 3,5 1,6 5,2<br />

Brasil<br />

2000-2010 2,4 9,1 -0,6 6,6<br />

2011 2,9 6,0 1,4 6,5<br />

2012 0,9 8,2 3,4 5,8<br />

2013 2,1 8,0 2,1 5,9<br />

2014 -0,8 7,8 1,3 6,4<br />

Chile<br />

2000-2010 2,7 9,0 1,9 2,6<br />

2011 4,7 7,1 2,5 3,6<br />

2012 4,3 6,4 3,2 0,9<br />

2013 2,9 5,9 3,9 2,6<br />

2014 0,8 6,4 1,8 4,7<br />

Colombia<br />

2000-2010 2,6 14,6 1,4 5,7<br />

2011 5,5 11,8 0,3 3,7<br />

2012 3,0 11,4 1,1 2,4<br />

2013 3,8 10,7 2,7 1,9<br />

2014 3,4 10,0 0,4 3,7<br />

Costa Rica<br />

2000-2010 2,6 6,2 1,1 10,1<br />

2011 3,2 7,7 5,7 4,7<br />

2012 3,9 9,8 1,3 4,6<br />

2013 0,9 9,1 1,3 3,7<br />

2014 1,9 9,5 2,0 5,1<br />

Cuba<br />

2000-2010 5,1 2,6 4,8 2,6<br />

2011 2,7 3,2 0,2 1,3<br />

2012 2,8 3,5 0,5 2,0<br />

2013 2,6 3,3 0,5 0,04<br />

2014 0,9 2,7 22,2 2,1<br />

Ecuador<br />

2000-2010 2,1 8,8 … 12,2<br />

2011 6,2 6,0 … 5,4<br />

2012 4,0 4,9 … 4,2<br />

2013 2,9 4,7 … 2,7<br />

2014 2,1 5,1 … 3,7<br />

El Salvador<br />

2000-2010 1,4 6,4 -1,0 3,4<br />

2011 1,8 6,6 -2,9 5,1<br />

2012 1,5 6,2 0,2 0,8<br />

2013 1,4 5,6 0,5 0,8<br />

2014 1,0 6,7 0,7 0,5<br />

Guatemala<br />

2000-2010 1,0 4,9 -0,5 6,6<br />

2011 2,0 3,1 0,4 6,2<br />

2012 0,8 4,0 4,0 3,4<br />

2013 1,6 3,8 -0,1 4,4<br />

2014 2,1 4,0 2,5 2,9<br />

Haití<br />

2000-2010 -1,4 … … 13,6<br />

2011 4,0 … … 8,3<br />

2012 1,4 … … 7,6<br />

2013 2,8 … … 3,4<br />

2014 1,4 … … 6,4<br />

16


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Cuadro I.1 (conclusión)<br />

País y año<br />

Desempleo Salario medio real<br />

PIB per cápita<br />

Índice <strong>de</strong> precios al consumidor d<br />

(Tasa media anual <strong>de</strong> variación) a Promedio simple <strong>de</strong>l período b<br />

(Porcentajes)<br />

(Tasa media anual <strong>de</strong> variación)<br />

Honduras<br />

2000-2010 2,4 5,7 … 7,7<br />

2011 2,2 6,8 … 5,6<br />

2012 2,6 5,6 … 5,4<br />

2013 1,3 6,0 … 4,9<br />

2014 1,6 7,5 … 5,8<br />

México<br />

2000-2010 0,9 4,2 2,0 4,9<br />

2011 2,4 5,6 0,8 3,8<br />

2012 2,6 5,4 0,2 3,6<br />

2013 0,0 5,4 -0,1 4,0<br />

2014 0,9 5,3 0,4 4,1<br />

Nicaragua<br />

2000-2010 1,6 9,0 0,7 9,3<br />

2011 4,9 5,9 0,1 8,6<br />

2012 4,3 5,9 0,3 7,1<br />

2013 3,3 5,6 0,3 5,4<br />

2014 3,4 6,6 1,7 6,5<br />

Panamá<br />

2000-2010 3,6 11,9 -0,3 2,6<br />

2011 9,9 5,4 0,1 6,3<br />

2012 7,4 4,8 3,3 4,6<br />

2013 4,9 4,7 0,3 3,7<br />

2014 4,4 5,4 5,5 1,0<br />

Paraguay<br />

2000-2010 1,3 9,4 0,6 8,0<br />

2011 2,9 7,1 2,8 4,9<br />

2012 -2,6 8,1 0,7 4,0<br />

2013 12,5 8,1 2,2 3,7<br />

2014 3,3 8,0 1,3 4,2<br />

Perú<br />

2000-2010 4,0 8,8 0,6 2,4<br />

2011 4,9 7,7 8,4 4,7<br />

2012 4,7 6,8 2,3 2,6<br />

2013 4,5 5,9 3,3 2,9<br />

2014 1,0 5,9 2,8 3,2<br />

República Dominicana<br />

2000-2010 3,4 5,9 … 11,6<br />

2011 1,8 6,7 … 7,8<br />

2012 1,5 7,2 … 3,9<br />

2013 3,5 7,9 … 3,9<br />

2014 6,3 7,2 1,6<br />

Uruguay<br />

2000-2010 2,8 12,1 0,1 8,4<br />

2011 4,8 6,6 4,0 8,6<br />

2012 3,2 6,7 4,2 7,5<br />

2013 4,3 6,7 3,0 8,5<br />

2014 2,9 6,9 3,4 8,3<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

2000-2010 1,5 11,9 -2,5 21,6<br />

2011 2,7 8,3 3,0 27,6<br />

2012 4,2 8,1 5,9 20,1<br />

2013 0,0 7,8 -4,4 56,2<br />

2014 -5,1 7,0 … 68,5<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

2000-2010 2,0 9,2 … 7,1<br />

2011 3,3 7,8 … 6,8<br />

2012 1,7 7,4 … 5,7<br />

2013 1,7 7,2 … 7,5<br />

2014 -0,2 7,0 … 9,4<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe CEPAL, sobre la base <strong>de</strong> cifras oficiales.<br />

a<br />

A partir <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong>l PIB per cápita en dólares, a precios constantes <strong>de</strong> 2010.<br />

b<br />

Nueva serie. En el período 2000-2010, en el caso <strong>de</strong>l Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia no hay datos para 2003; en el caso <strong>de</strong> Guatemala solo se dispuso <strong>de</strong> datos para<br />

2000 y el trienio 2002-2004; en el caso <strong>de</strong> Honduras, constan datos a partir <strong>de</strong> 2001. Los datos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo <strong>de</strong>l Perú correspon<strong>de</strong>n a los <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Lima.<br />

c<br />

Base <strong>de</strong>l índice, 2010. Por lo general, la cobertura <strong>de</strong> este índice es muy parcial; en la mayoría <strong>de</strong> los países se refiere solo a los trabajadores formales <strong>de</strong>l sector industrial.<br />

d<br />

Variaciones interanuales tomando diciembre como mes <strong>de</strong> referencia. El agregado regional correspon<strong>de</strong> al promedio pon<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> las variaciones.<br />

Capítulo I<br />

17


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

En el mercado <strong>de</strong> trabajo no se registraron mayores cambios entre 2013 y 2014. En efecto, la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo<br />

<strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe fue <strong>de</strong>l 7,2% en 2013 y el 7,0% en 2014. La tasa <strong>de</strong> ocupación se mantuvo en<br />

un 57,6% en ambos años mientras que la tasa <strong>de</strong> participación llegó al 61,5% en 2014, una cifra similar al 61,6%<br />

registrado en 2013.<br />

Sin embargo, la variación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo en los países fue dispar, por lo que es posible distinguir tres grupos. En<br />

el primero, el <strong>de</strong>sempleo se redujo en forma significativa, entre 0,5 y 0,7 puntos porcentuales. Integran este grupo la<br />

República Dominicana (-0,7 puntos porcentuales), Colombia y la República Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela (-0,6 puntos<br />

porcentuales), y Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (-0,5 puntos porcentuales). En el segundo grupo el <strong>de</strong>sempleo se<br />

mantuvo relativamente estable. Es el caso <strong>de</strong>l Brasil (-0,2 puntos porcentuales), México y el Paraguay (-0,1 puntos<br />

porcentuales), el Perú (sin variación), la Argentina, Guatemala y el Uruguay (aumento <strong>de</strong> 0,2 puntos porcentuales).<br />

En el tercer grupo el <strong>de</strong>sempleo se incrementó con mayor intensidad. Integran este grupo el Ecuador (0,3 puntos<br />

porcentuales), Costa Rica y Panamá (0,4 puntos porcentuales), Chile (0,5 puntos porcentuales), Nicaragua (1 punto<br />

porcentual), El Salvador (1,1 punto porcentual) y Honduras (1,5 punto porcentual). El po<strong>de</strong>r adquisitivo <strong>de</strong> los salarios<br />

medios se incrementó en la mayoría <strong>de</strong> los países, aunque a tasas menores que las observadas en años anteriores.<br />

Las variaciones más significativas se registraron en Panamá (por encima <strong>de</strong>l 5%), el Uruguay (3,3%), el Perú (2,8%),<br />

Guatemala, Costa Rica y Chile (entre el 2,5% y el 1,8%).<br />

El promedio pon<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> inflación <strong>de</strong> los países analizados se situó en el 9,4% en 2014, frente<br />

al 7,5% registrado en 2013. En 14 <strong>de</strong> los 20 países <strong>de</strong>tallados en el cuadro I.1 la inflación se incrementó en 2014,<br />

<strong>de</strong>stacando la fuerte aceleración <strong>de</strong> los precios minoristas en la República Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela (68,5%) y la<br />

Argentina (23,9%). Las mayores caídas en términos absolutos tuvieron lugar en Panamá (<strong>de</strong>l 3,7% en 2013 al 1,0%<br />

en 2014) y la República Dominicana (<strong>de</strong>l 3,9% en 2013 al 1,6% en 2014). El Salvador tuvo la menor variación anual<br />

<strong>de</strong> precios al consumo en 2014, estimada en un 0,5%.<br />

2. Evolución reciente <strong>de</strong> la pobreza en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

La tasa <strong>de</strong> pobreza en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> se situó en el 28,2% en 2014 y la tasa <strong>de</strong> indigencia alcanzó al 11,8% <strong>de</strong>l total<br />

<strong>de</strong> la población, por lo que ambas mantuvieron su nivel respecto <strong>de</strong>l año anterior. El número <strong>de</strong> personas pobres<br />

creció en 2014, alcanzando a 168 millones, <strong>de</strong> las cuales 70 millones se encontraban en situación <strong>de</strong> indigencia.<br />

Este crecimiento tuvo lugar básicamente entre las personas pobres no indigentes, cuyo número pasó <strong>de</strong> 96 millones<br />

en 2013 a 98 millones en 2014 (véase el gráfico I.1).<br />

Los cambios <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza regional provienen <strong>de</strong> las variaciones observadas en los países, así como<br />

<strong>de</strong> las proyecciones que se efectúan sobre los países en los que no hay datos disponibles <strong>de</strong> un año <strong>de</strong>terminado.<br />

Entre 2013 y 2014, el número <strong>de</strong> pobres <strong>de</strong> la región se incrementó en alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2 millones <strong>de</strong> personas como<br />

resultado, por una parte, un aumento <strong>de</strong> aproximadamente 7 millones <strong>de</strong> personas pobres registrado o proyectado<br />

principalmente en Guatemala, México y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>), y, por otra, <strong>de</strong> una disminución <strong>de</strong><br />

5 millones observada sobre todo en el Brasil, Colombia y el Ecuador.<br />

Según las proyecciones que realiza la CEPAL, en <strong>2015</strong> ambos indicadores variarían al alza. La tasa <strong>de</strong> pobreza<br />

se situaría en el 29,2% y la tasa <strong>de</strong> pobreza extrema en el 12,4%, lo que representaría aumentos <strong>de</strong> 1,0 y 0,6 puntos<br />

porcentuales, respectivamente. De confirmarse estas proyecciones, 175 millones <strong>de</strong> personas se encontrarían en<br />

situación <strong>de</strong> pobreza por ingresos en <strong>2015</strong>, 75 millones <strong>de</strong> las cuales estarían en situación <strong>de</strong> indigencia.<br />

Capítulo I<br />

18


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

60<br />

Gráfico I.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (19 países): evolución <strong>de</strong> la pobreza y la indigencia, 1980-<strong>2015</strong>ª<br />

(En porcentajes y millones <strong>de</strong> personas)<br />

A. Porcentaje <strong>de</strong> personas<br />

50<br />

48,4<br />

40<br />

40,5<br />

43,8 43,9<br />

30<br />

33,5<br />

31,1 29,7 28,2 28,1 28,2 29,2<br />

20<br />

18,6<br />

22,6<br />

18,6 19,3<br />

10<br />

12,9 12,1 11,7 11,3 11,9 11,8 12,4<br />

0<br />

1980 1990 1999 2002 2008 2010 2011 2012 2013 2014 <strong>2015</strong><br />

Indigentes Pobres<br />

B. Millones <strong>de</strong> personas<br />

250<br />

200<br />

204<br />

215<br />

225<br />

186<br />

177<br />

171<br />

164 166 168<br />

175<br />

150<br />

136<br />

100<br />

95 91 99<br />

50<br />

62<br />

72 69 67 66<br />

70 70<br />

75<br />

0<br />

1980 1990 1999 2002 2008 2010 2011 2012 2013 2014 <strong>2015</strong><br />

Indigentes<br />

Pobres<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

No se incluye a Cuba. Los datos <strong>de</strong> <strong>2015</strong> correspon<strong>de</strong>n a una proyección.<br />

3. Brecha e intensidad <strong>de</strong> la pobreza en el período 2010-2014<br />

La tasa <strong>de</strong> pobreza cayó en la gran mayoría <strong>de</strong> los países en el período 2010-2014 según las estimaciones propias<br />

<strong>de</strong> la CEPAL. Las mayores variaciones se registraron en el Uruguay (a una tasa equivalente anual <strong>de</strong>l -14,9%), el<br />

Perú (-9,8 %), Chile (-9,1 %) y el Brasil (-7,9 %). En Honduras y México, la tasa <strong>de</strong> pobreza se elevó a un ritmo anual<br />

<strong>de</strong> entre un 2% y un 3% (véase el cuadro I.2).<br />

El análisis <strong>de</strong> los indicadores <strong>de</strong> la brecha y la intensidad <strong>de</strong> la pobreza permite realizar una evaluación más<br />

<strong>de</strong>tallada <strong>de</strong> estos cambios. El indicador <strong>de</strong> la brecha <strong>de</strong> pobreza pon<strong>de</strong>ra el porcentaje <strong>de</strong> personas pobres por la<br />

distancia media entre sus ingresos y la línea <strong>de</strong> pobreza; por tanto, toma en consi<strong>de</strong>ración su grado <strong>de</strong> pobreza. El<br />

indicador <strong>de</strong> la brecha <strong>de</strong> pobreza al cuadrado o <strong>de</strong> la intensidad muestra algo similar, aunque tomando a<strong>de</strong>más<br />

en consi<strong>de</strong>ración la forma en que dichos ingresos se distribuyen entre los pobres. Un <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la brecha por<br />

encima <strong>de</strong> la caída <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza significará un alivio relativo <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong> carencia entre los pobres.<br />

Un <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la intensidad <strong>de</strong> la pobreza, acompañado <strong>de</strong> una caída <strong>de</strong> la brecha y la tasa, significará que las<br />

personas <strong>de</strong> menores ingresos entre los pobres han logrado una mejora relativa <strong>de</strong> sus ingresos en el conjunto <strong>de</strong><br />

las personas pobres.<br />

Capítulo I<br />

19


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Cuadro I.2<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (14 países): variación anual <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza, la brecha <strong>de</strong> pobreza<br />

y la brecha <strong>de</strong> pobreza al cuadrado, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2010-2014ª<br />

(En porcentajes)<br />

Tasa <strong>de</strong> pobreza (H) Brecha <strong>de</strong> pobreza (FGT) Brecha <strong>de</strong> pobreza al cuadrado (FGT2)<br />

Uruguay (2010-2014) -14,9 -15,9 -13,7<br />

Perú (2010-2014) -9,8 -12,3 -14,0<br />

Chile (2009-2013) -9,1 -10,5 -12,3<br />

Brasil (2009-2014) -7,9 -9,7 -10,3<br />

Ecuador (2010-2014) -6,6 -9,4 -11,3<br />

Colombia (2010-2014) -6,4 -8,0 -9,1<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (2009-2013) -6,3 -7,8 -9,0<br />

Paraguay (2010-2014) -6,3 -8,6 -10,2<br />

Panamá (2010-2014) -4,5 -2,4 0,4<br />

El Salvador (2009-2014) -2,8 -5,5 -7,3<br />

República Dominicana (2010-2014) -2,6 -4,3 -4,8<br />

Costa Rica 2010-2014) 0,1 1,1 1,3<br />

Honduras (2010-2014) 2,3 3,3 3,9<br />

México (2008-2014) 2,9 2,8 2,7<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (2009-2013), Brasil (2009-2014), Chile (2009-2013), Colombia (2010-2014), Costa Rica (2010-2014), Ecuador (2010-2014),<br />

El Salvador (2009-2014), Honduras (2010-2014), México (2008-2014), Panamá (2010-2014), Paraguay (2010-2014), Perú (2010-2014), República Dominicana (2010-2014) y<br />

Uruguay (2010-2014).<br />

La información presentada en el cuadro I.2 indica que, en general, el proceso <strong>de</strong> reducción <strong>de</strong> la pobreza en la<br />

mayoría <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región fue acompañado <strong>de</strong> un alivio <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong> los pobres y una mejora relativa<br />

<strong>de</strong> los hogares más pobres entre los pobres. En efecto, la brecha <strong>de</strong> pobreza en el período analizado cayó a tasas<br />

anuales elevadas y superiores a la caída <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza en ocho países: el Uruguay (-15,9%), el Perú (-12,3%),<br />

Chile (-10,5%), el Brasil, el Ecuador, el Paraguay, Colombia y el Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia (entre un 8% y un<br />

10% <strong>de</strong> caída aproximadamente). En paralelo, la intensidad <strong>de</strong> la pobreza se redujo en esos mismos países a una tasa<br />

equivalente anual <strong>de</strong> entre un 9% y un 14%. La misma situación se registró en El Salvador y la República Dominicana,<br />

aunque con caídas <strong>de</strong> los tres indicadores a tasas menores que en los anteriores países. Solo en Panamá <strong>de</strong>scendió la<br />

tasa <strong>de</strong> recuento, pero la brecha se redujo menos que la tasa <strong>de</strong> pobreza y la intensidad se mantuvo, lo que permite<br />

suponer que quienes salieron <strong>de</strong> la pobreza fueron los hogares que tenían los mayores ingresos entre los pobres.<br />

En Honduras y México el aumento <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza fue acompañado <strong>de</strong> un incremento <strong>de</strong> la brecha y la<br />

intensidad <strong>de</strong> la pobreza. En el primero, a<strong>de</strong>más, la situación relativa <strong>de</strong> las personas más pobres al final <strong>de</strong>l período<br />

<strong>de</strong>smejoró, <strong>de</strong>bido a que la brecha (FGT) creció a una tasa superior a la tasa <strong>de</strong> recuento (H).<br />

4. Desigualdad <strong>de</strong> género en la pobreza<br />

La caída <strong>de</strong> los indicadores <strong>de</strong> pobreza (inci<strong>de</strong>ncia, brecha e intensidad) entre 2010 y 2014 estuvo acompañada<br />

<strong>de</strong> un incremento <strong>de</strong>l índice <strong>de</strong> feminidad <strong>de</strong> la pobreza, siguiendo una ten<strong>de</strong>ncia que se observa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2002. Este<br />

indicador se emplea para comparar el porcentaje <strong>de</strong> mujeres pobres <strong>de</strong> 20 a 59 años respecto <strong>de</strong> los hombres pobres<br />

<strong>de</strong> esa misma franja etaria. Los resultados indican que, si bien se redujeron los porcentajes <strong>de</strong> hombres y <strong>de</strong> mujeres<br />

pobres en el período analizado, el ritmo <strong>de</strong> reducción fue menor entre las mujeres, lo que explica el incremento<br />

sostenido <strong>de</strong>l indicador.<br />

En términos absolutos, el promedio simple <strong>de</strong> los índices <strong>de</strong> feminidad <strong>de</strong> la pobreza registrados en los países<br />

subió 4,7 puntos entre 2010 y 2014 (<strong>de</strong> 113,5 a 118,2). Una situación similar se observa en los hogares indigentes,<br />

habiéndose registrado un incremento <strong>de</strong> 4,6 puntos en el índice entre 2010 y 2014. Cabe tener presente que una parte<br />

importante <strong>de</strong>l aumento <strong>de</strong>l promedio regional se origina en países, como Chile y el Uruguay, don<strong>de</strong> la pobreza cayó<br />

apreciablemente en el período y en los que existe una mayor participación relativa <strong>de</strong> las mujeres en los quintiles<br />

<strong>de</strong> menores ingresos (véase el gráfico I.2).<br />

Capítulo I<br />

20


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Gráfico I.2<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: índice <strong>de</strong> feminidad <strong>de</strong> la indigencia<br />

y <strong>de</strong> la pobreza, 1999-2014ª<br />

140<br />

120<br />

100<br />

80<br />

60<br />

40<br />

20<br />

0<br />

1999 2002 2005 2008 2010 2012 2013 2014<br />

Indigencia<br />

Pobreza<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

El índice <strong>de</strong> feminidad se calcula según la siguiente fórmula: ((Número <strong>de</strong> mujeres <strong>de</strong> 20 a 59 años en hogares pobres/Número <strong>de</strong> hombres <strong>de</strong> 20 a 59 años en<br />

hogares pobres)/(Número <strong>de</strong> mujeres <strong>de</strong> 20-59 años en el total <strong>de</strong> hogares/Número <strong>de</strong> hombres <strong>de</strong> 20 a 59 años en el total <strong>de</strong> hogares))*100.<br />

Este indicador muestra que los esfuerzos <strong>de</strong> reducción <strong>de</strong> la pobreza en la región no han beneficiado <strong>de</strong> igual<br />

manera a hombres y mujeres ni han tenido el mismo ritmo, y que finalmente los hogares pobres concentran una<br />

proporción más elevada <strong>de</strong> mujeres en eda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mayor <strong>de</strong>manda productiva y reproductiva. Esto podría obe<strong>de</strong>cer<br />

al hecho <strong>de</strong> que la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la pobreza es mayor en hogares monoparentales, en los que generalmente el<br />

ingreso <strong>de</strong> la mujer proveedora <strong>de</strong>l hogar no permite superar la pobreza, situación que se agudiza en hogares con<br />

mayor presencia <strong>de</strong> niños y niñas. La dificultad <strong>de</strong> conciliar las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> tiempo <strong>de</strong>l hogar con la participación<br />

en el mercado laboral (que genera altas tasas <strong>de</strong> informalidad y empleos precarios entre las mujeres) y las menores<br />

remuneraciones asociadas a las ocupaciones que realizan las mujeres influyen en que estas obtengan menores<br />

ingresos. Esto podría ser evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que, a pesar <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> superación <strong>de</strong> la pobreza, la falta <strong>de</strong> autonomía<br />

económica <strong>de</strong> las mujeres exige realizar acciones específicas para solucionar esta situación.<br />

5. Factores asociados a la evolución <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza<br />

en el período 2010-2014<br />

La evolución <strong>de</strong> las tasas <strong>de</strong> pobreza en el período indicado pue<strong>de</strong> estudiarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> dos ópticas complementarias, una<br />

orientada a <strong>de</strong>terminar el impacto <strong>de</strong>l crecimiento <strong>de</strong>l ingreso y su distribución y otra que apunta a la participación<br />

<strong>de</strong> los hogares pobres en el mercado laboral.<br />

Según la primera <strong>de</strong> estas ópticas, las variaciones <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>scomponerse según el aporte<br />

<strong>de</strong> dos factores: la variación <strong>de</strong>l ingreso medio real <strong>de</strong> las personas y los cambios en la distribución <strong>de</strong> dicho ingreso 3 .<br />

Los cambios acumulados en las tasas <strong>de</strong> pobreza en el período 2010-2014 se <strong>de</strong>bieron principalmente a la variación<br />

<strong>de</strong> los ingresos medios reales. En los países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> cuya tasa <strong>de</strong> pobreza bajó, el crecimiento <strong>de</strong> los ingresos<br />

representó en promedio el 70% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> la variación acumulada, frente a un 30% <strong>de</strong>l efecto distribución. Esta<br />

situación se hizo extensiva a los países en que la pobreza aumentó en dicho lapso, en los que la caída <strong>de</strong>l ingreso<br />

se constituyó en el componente principal <strong>de</strong> la <strong>de</strong>smejora <strong>de</strong>l bienestar.<br />

En el gráfico I.3 se presenta la información sobre los 13 países que registraron variaciones absolutas <strong>de</strong> la<br />

tasa <strong>de</strong> pobreza superiores al 1% en el período. El crecimiento <strong>de</strong>l ingreso dio origen a dos tercios o más <strong>de</strong> la<br />

caída <strong>de</strong> la pobreza en el Paraguay, el Estado Plurinacional Bolivia, Panamá, el Perú y Colombia. En otros cinco<br />

países, se situó entre el 55% y el 65% <strong>de</strong>l total (Ecuador, Brasil, Chile, El Salvador y Uruguay). En la República<br />

Dominicana, el efecto distribución representó el 64% <strong>de</strong> la caída <strong>de</strong> la pobreza, siendo el único país en que esta<br />

prevaleció frente al incremento <strong>de</strong> los ingresos. En el caso <strong>de</strong>l Paraguay, el efecto positivo <strong>de</strong>l crecimiento fue<br />

3<br />

De acuerdo con lo propuesto por Datt y Ravallion (1992).<br />

Capítulo I<br />

21


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

contrarrestado parcialmente por un <strong>de</strong>terioro distributivo. En Honduras y México, el <strong>de</strong>crecimiento <strong>de</strong> los ingresos<br />

se constituyó en el principal factor <strong>de</strong> aumento <strong>de</strong> la pobreza, aunque una mejora distributiva ayudó a aliviar este<br />

impacto (véase el gráfico I.3).<br />

Gráfico I.3<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): participación <strong>de</strong>l efecto crecimiento y <strong>de</strong>l efecto distribución<br />

<strong>de</strong>l ingreso en la variación <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza, 2010-2014 a<br />

(En porcentajes)<br />

120<br />

80<br />

40<br />

108<br />

159<br />

0<br />

-40<br />

-80<br />

-120<br />

15<br />

-115<br />

-92 -83 -74 -69 -65 -64 -61 -56 -55<br />

-44 -45<br />

-17 -26 -31 -35 -36 -39<br />

-8<br />

-36<br />

-64<br />

-8<br />

-59<br />

-160<br />

Capítulo I<br />

Paraguay<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Panamá<br />

Perú<br />

Colombia<br />

Ecuador<br />

Brasil<br />

Chile<br />

El Salvador<br />

Uruguay<br />

Rep.<br />

Dominicana<br />

Honduras<br />

México<br />

Efecto crecimiento<br />

Efecto distribución<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los datos correspon<strong>de</strong>n al período indicado, excepto en los casos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (2009-2013), el Brasil (2009-2014), Chile (2009-2013),<br />

El Salvador (2009-2014) y México (2008-2014). Se incluyen países cuyas variaciones <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> pobreza son estadísticamente significativas en el período analizado.<br />

Dado que la fuente principal <strong>de</strong>l ingreso <strong>de</strong> los hogares en situación <strong>de</strong> pobreza proviene <strong>de</strong>l mercado laboral 4 ,<br />

la segunda perspectiva se enfoca en el resultado <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong> los hogares pobres en ese ámbito. Para ello,<br />

se analiza la variación <strong>de</strong>l volumen total <strong>de</strong> ingresos laborales que percibe el conjunto <strong>de</strong> los hogares pobres (ingreso<br />

laboral), en función <strong>de</strong> la variación <strong>de</strong> sus dos componentes: el ingreso laboral medio percibido por cada trabajador<br />

ocupado (asalariado o in<strong>de</strong>pendiente) y la cantidad <strong>de</strong> personas ocupadas en ese mismo conjunto 5 .<br />

En general, se observa que la mejora <strong>de</strong>l ingreso laboral se <strong>de</strong>bió, mayoritariamente, al incremento <strong>de</strong>l ingreso<br />

laboral medio por ocupado. Tal es el caso <strong>de</strong>l Brasil, el Ecuador, el Paraguay, el Perú y el Uruguay, don<strong>de</strong> las tasas<br />

<strong>de</strong> variación <strong>de</strong> los ingresos por ocupado se trasladaron prácticamente en el mismo monto al ingreso laboral total.<br />

En otros países, en cambio, la mejora <strong>de</strong>l ingreso medio por ocupado fue acompañada <strong>de</strong> una mayor cantidad <strong>de</strong><br />

personas ocupadas, lo que permitió un incremento <strong>de</strong>l ingreso laboral total <strong>de</strong>l grupo que fue superior al aumento <strong>de</strong><br />

ambos componentes por separado. Este fue el caso <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Chile, Colombia, El Salvador<br />

y la República Dominicana. En este último caso, a<strong>de</strong>más, la tasa <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> las personas ocupadas superó<br />

en el período al incremento <strong>de</strong> los ingresos medios por ocupado.<br />

En el resto <strong>de</strong> los países se verificó una disminución <strong>de</strong>l ingreso laboral total que percibieron los hogares<br />

pobres, <strong>de</strong>bido principalmente a la caída <strong>de</strong>l ingreso percibido por cada trabajador ocupado. Sin embargo, en<br />

México y Panamá esta caída fue inferior a la merma <strong>de</strong> los ingresos por ocupado, <strong>de</strong>bido al incremento <strong>de</strong>l total <strong>de</strong><br />

personas ocupadas. Por su parte, en Costa Rica y Honduras la reducción <strong>de</strong> los ingresos por ocupado se trasladó<br />

casi completamente a la baja <strong>de</strong>l ingreso laboral total, <strong>de</strong>bido a la escasa variación <strong>de</strong>l empleo en el período<br />

(véase el gráfico I.4)<br />

4<br />

Al año 2013, los ingresos provenientes <strong>de</strong>l mercado laboral significaban el 74,1% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong>l ingreso en los hogares pobres<br />

(CEPAL, <strong>2015</strong>e).<br />

5<br />

A modo <strong>de</strong> ejemplo, si entre los hogares pobres se registrara una mejora <strong>de</strong>l 5% en el ingreso medio por ocupado, en un contexto<br />

don<strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong> personas ocupadas permaneciera sin cambios, el resultado sería que el volumen total <strong>de</strong> ingresos laborales que<br />

perciben los hogares pobres sería un 5% mayor al final <strong>de</strong>l período. Lo mismo suce<strong>de</strong>ría si se incrementara el número <strong>de</strong> ocupados en<br />

esa magnitud y se mantuviera el ingreso medio por ocupado. Finalmente, el mismo aumento <strong>de</strong>l ingreso laboral total <strong>de</strong> los hogares<br />

pobres podría obtenerse con distintas combinaciones <strong>de</strong> variaciones (tanto positivas como negativas) <strong>de</strong> ambos componentes.<br />

22


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Gráfico I.4<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (14 países): tasas <strong>de</strong> variación anual <strong>de</strong>l ingreso laboral, <strong>de</strong>l ingreso<br />

por ocupado y <strong>de</strong> las personas ocupadas, en los hogares pobres, 2010-2014ª<br />

(En porcentajes)<br />

12<br />

10<br />

8<br />

6<br />

4<br />

2<br />

0<br />

-2<br />

-4<br />

-6<br />

Capítulo I<br />

Perú<br />

Paraguay<br />

Chile<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Brasil<br />

Ecuador<br />

Colombia<br />

Rep.<br />

Dominicana<br />

El Salvador<br />

Uruguay<br />

Panamá<br />

México<br />

Costa Rica<br />

Honduras<br />

Ingreso laboral por ocupado Porcentaje <strong>de</strong> personas ocupadas Ingreso laboral<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los datos correspon<strong>de</strong>n al período 2010-2014, excepto en los casos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (2009-2013), el Brasil (2009-2014), Chile (2009-2013),<br />

El Salvador (2009-2014) y México (2008-2014). El porcentaje <strong>de</strong> población analizado es el mismo en los dos años consi<strong>de</strong>rados y correspon<strong>de</strong> en cada país a la tasa<br />

<strong>de</strong> pobreza <strong>de</strong> 2010.<br />

B. Distribución <strong>de</strong>l ingreso<br />

Al igual que la pobreza, la <strong>de</strong>sigualdad en la distribución <strong>de</strong>l ingreso se mantuvo estable en 2014 en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>.<br />

Sin embargo, al comparar las cifras recientes con las <strong>de</strong> inicios <strong>de</strong> la presente década, se constata una reducción <strong>de</strong> los<br />

índices que mi<strong>de</strong>n la <strong>de</strong>sigualdad. Entre 2010 y 2014 se registró una mejora <strong>de</strong> la relación entre la participación en el<br />

ingreso <strong>de</strong>l 10% <strong>de</strong> los hogares <strong>de</strong> mayores ingresos y la correspondiente al 40% <strong>de</strong> los hogares <strong>de</strong> menores ingresos.<br />

1. Evolución reciente <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong>l ingreso<br />

La <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong>l ingreso se mantuvo estable en 2014 en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> en comparación con el año anterior. En el<br />

promedio <strong>de</strong> los países que cuentan con información reciente, el coeficiente <strong>de</strong> Gini pasó <strong>de</strong> 0,497 en 2013 a 0,491<br />

en 2014. Ahora bien, al comparar las últimas cifras disponibles con las <strong>de</strong> inicios <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 2010, se constata<br />

una reducción más significativa. En 2010 el coeficiente regional se situaba en 0,507, es <strong>de</strong>cir que hasta 2014 acumuló<br />

una caída <strong>de</strong>l 3,2% a una tasa anualizada <strong>de</strong>l 0,8%. En ese período se registraron variaciones estadísticamente<br />

significativas <strong>de</strong>l coeficiente <strong>de</strong> Gini en 9 <strong>de</strong> los 16 países consi<strong>de</strong>rados (véase el gráfico I.5) 6 .<br />

El uso <strong>de</strong> índices alternativos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad corrobora la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l coeficiente <strong>de</strong> Gini en el período 2010-2014.<br />

Tal como se observa en el gráfico I.5, la variación anual <strong>de</strong> los coeficientes <strong>de</strong> Gini y <strong>de</strong> los índices <strong>de</strong> Theil y Atkinson tiene<br />

el mismo signo en 13 <strong>de</strong> los 16 países. En 11 <strong>de</strong> ellos se registra un <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> los tres indicadores utilizados, mientras que<br />

en otros 2 países los indicadores aumentaron. Solo en tres países los indicadores mostraron variaciones <strong>de</strong> distinto signo.<br />

Los índices <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad en la región son elevados en comparación con los que se observan en los países <strong>de</strong> la<br />

Unión Europea, pero no lo son tanto respecto <strong>de</strong> otras gran<strong>de</strong>s economías 7 . El coeficiente <strong>de</strong> Gini <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la<br />

Unión Europea era <strong>de</strong> 0,31 en promedio en 2013, con un rango que oscilaba entre 0,25 y 0,37. En <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> el<br />

6<br />

El análisis <strong>de</strong> significación estadística se realiza a partir <strong>de</strong> la estimación <strong>de</strong> la varianza mediante simulaciones aplicando el método<br />

<strong>de</strong> boostrap. De las variaciones registradas entre encuestas <strong>de</strong> un mismo país (véase la nota anterior), solo resultaron significativas al<br />

95% las dos mencionadas.<br />

7<br />

Véase [en línea] http://data.worldbank.org/.<br />

23


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

promedio fue <strong>de</strong> 0,49, con un rango <strong>de</strong> 0,38 a 0,56. En los Estados Unidos, en 2013 este indicador se situó en 0,41,<br />

valor similar al que se observó en la Fe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> Rusia (0,42) y China (0,42).<br />

Gráfico I.5<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (17 países): tasa <strong>de</strong> variación anual <strong>de</strong> los índices <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad, 2010-2014 a<br />

(En porcentajes)<br />

2<br />

A. Coeficiente <strong>de</strong> Gini<br />

0<br />

-2<br />

-4<br />

Uruguay<br />

Rep.<br />

Dominicana<br />

Ecuador<br />

Argentina b<br />

El Salvador<br />

Perú<br />

Capítulo I<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Colombia<br />

Chile<br />

Brasil<br />

México<br />

Panamá<br />

Guatemala<br />

Honduras<br />

Paraguay<br />

Costa Rica<br />

Venezuela<br />

(Rep.Bol. <strong>de</strong>)<br />

B. Índice <strong>de</strong> Theil<br />

4<br />

2<br />

0<br />

-2<br />

-4<br />

-6<br />

-8<br />

Uruguay<br />

Rep.<br />

Dominicana<br />

Ecuador<br />

Argentina b<br />

El Salvador<br />

Perú<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Colombia<br />

Chile<br />

Brasil<br />

México<br />

Panamá<br />

Guatemala<br />

Honduras<br />

Paraguay<br />

Costa Rica<br />

Venezuela<br />

(Rep.Bol. <strong>de</strong>)<br />

2<br />

C. Índice <strong>de</strong> Atkinson<br />

(coeficiente <strong>de</strong> aversión a la <strong>de</strong>sigualdad ε = 1,5)<br />

0<br />

-2<br />

-4<br />

-6<br />

Uruguay<br />

Ecuador<br />

El Salvador<br />

Argentina b<br />

Rep.<br />

Dominicana<br />

México<br />

Colombia<br />

Brasil<br />

Chile<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Perú<br />

Paraguay<br />

Guatemala<br />

Honduras<br />

Panamá<br />

Costa Rica<br />

Venezuela<br />

(Rep.Bol. <strong>de</strong>)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los datos correspon<strong>de</strong>n al período 2010-2014, excepto en los casos <strong>de</strong> la Argentina (2009-2014), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (2009-2013), el Brasil (2009-2014),<br />

Chile (2009-2013), El Salvador (2009-2014), Guatemala (2006-2014), Honduras (2010-2013), México (2008-2014) y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) (2010-2013).<br />

b<br />

Área urbana.<br />

24


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Una forma complementaria <strong>de</strong> estudiar la <strong>de</strong>sigualdad es a partir <strong>de</strong> la proporción <strong>de</strong>l ingreso que recibe<br />

cada uno <strong>de</strong> los distintos grupos en que pue<strong>de</strong> dividirse una población a efectos analíticos. En particular, se hace<br />

referencia a dos grupos, el 40% <strong>de</strong> los hogares con menores ingresos y el 10% <strong>de</strong> hogares con mayores ingresos,<br />

que correspon<strong>de</strong>n, respectivamente, a los <strong>de</strong>ciles 1 a 4 y al <strong>de</strong>cil 10 <strong>de</strong> la distribución <strong>de</strong>l ingreso per cápita.<br />

En el gráfico I.6 se presenta la relación <strong>de</strong>l ingreso per cápita en cada uno <strong>de</strong> estos grupos, como indicador <strong>de</strong><br />

las diferencias <strong>de</strong> bienestar que existen entre ambos. Entre 2010 y 2014, la relación media <strong>de</strong> 17 países <strong>de</strong> la región<br />

cayó un 10,6%, pasando <strong>de</strong> 15,6 a 14,0. Pese al <strong>de</strong>scenso, el ingreso per cápita <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>cil más rico<br />

fue 14 veces superior en 2014 en comparación con el correspondiente a los cuatro primeros <strong>de</strong>ciles. Dicho <strong>de</strong> otro<br />

modo, en promedio, por cada 100 unida<strong>de</strong>s monetarias que percibió el 40% más pobre <strong>de</strong> la población, el 10% más<br />

rico contó con 1.400 unida<strong>de</strong>s monetarias.<br />

25<br />

Gráfico I.6<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (17 países): cociente entre el ingreso medio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>cil 10<br />

y el ingreso medio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>ciles 1 a 4, 2010 y 2014 a<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

Uruguay<br />

Venezuela<br />

(Rep.Bol. <strong>de</strong>)<br />

El Salvador<br />

Perú<br />

Ecuador<br />

Argentina b<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

México<br />

Costa Rica<br />

Chile<br />

Panamá<br />

Rep.<br />

Dominicana<br />

Paraguay<br />

Brasil<br />

Colombia<br />

Guatemala<br />

Honduras<br />

2010 2014<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los datos correspon<strong>de</strong>n al período 2010-2014, excepto en los casos <strong>de</strong> la Argentina (2009-2014), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (2009-2013), el Brasil (2009-2014),<br />

Chile (2009-2013), El Salvador (2009-2014), Guatemala (2006-2014), México (2008-2014) y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) (2010-2013).<br />

b<br />

Área urbana.<br />

Al igual que en el resto <strong>de</strong> los indicadores, se observa una alta heterogeneidad: la relación varía en 2014 entre<br />

un mínimo <strong>de</strong> 6,6 veces (Uruguay), a un máximo <strong>de</strong> 21,4 (Honduras). En 13 <strong>de</strong> los 17 países analizados esta relación<br />

cayó en el período 2010-2014, lo que refleja una mejor distribución <strong>de</strong> los ingresos.<br />

2. Medición <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong>l ingreso mediante datos adicionales:<br />

los registros tributarios<br />

En los últimos años se han llevado a cabo distintas investigaciones empíricas en las que se han utilizado datos tributarios<br />

con el objetivo <strong>de</strong> producir nuevas estimaciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad en la distribución <strong>de</strong>l ingreso. Estos estudios se<br />

basaron en la premisa <strong>de</strong> que las encuestas <strong>de</strong> hogares tienen limitaciones para captar los ingresos muy elevados,<br />

con lo cual en las estimaciones generadas a partir <strong>de</strong> ellas se estaría subestimando sistemáticamente la <strong>de</strong>sigualdad.<br />

En cambio, los datos tributarios serían más fiables en la captación <strong>de</strong> los ingresos muy altos y están disponibles<br />

para períodos más largos, lo que los hace especialmente útiles para el análisis histórico (Alvaredo y Piketty, 2014).<br />

Las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las encuestas para captar los ingresos muy altos han sido ampliamente analizadas en la literatura<br />

reciente y pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>berse a distintos factores 8 . Uno <strong>de</strong> ellos es el truncamiento, originado en la no inclusión <strong>de</strong> los<br />

8<br />

Hay evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que las encuestas subcaptan los ingresos <strong>de</strong> los hogares en la parte alta <strong>de</strong> la distribución (Székely y Hilgert, 1999),<br />

problema especialmente acentuado en el caso <strong>de</strong> la renta <strong>de</strong>l capital (Alvaredo y Londoño, 2013; Banco Mundial, 2014; Burdín,<br />

Esponda y Vigorito, <strong>2015</strong>). A su vez, en la región los ingresos <strong>de</strong>clarados por los más ricos a las autorida<strong>de</strong>s tributarias suelen ser<br />

mayores que los ingresos <strong>de</strong> este mismo grupo que son captados por las encuestas (Alvaredo y Gasparini, <strong>2015</strong>). Véanse también<br />

Amarante y Jiménez (<strong>2015</strong>), Banco Mundial (2014), Piketty (2007), Atkinson, Piketty y Saez (2011), Bollinger y otros (<strong>2015</strong>), Burdín,<br />

Esponda y Vigorito (<strong>2015</strong>) y Campos, Chávez y Esquivel (2014).<br />

Capítulo I<br />

25


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

hogares más ricos en la muestra (ya sea por la negativa a participar o por problemas <strong>de</strong> diseño <strong>de</strong>l muestreo). Otro<br />

factor es la sub<strong>de</strong>claración: las personas podrían cometer errores al informar sus ingresos (para los más ricos, esta<br />

operación se dificultaría porque sus ingresos suelen provenir <strong>de</strong> una amplia gama <strong>de</strong> activos, con flujos difíciles <strong>de</strong><br />

cuantificar), o bien subinformarlos intencionalmente. También podría influir el tratamiento <strong>de</strong> los datos extremos:<br />

en ocasiones, estos son eliminados o codificados con un valor límite superior.<br />

Las primeras investigaciones sobre la <strong>de</strong>sigualdad basadas en datos tributarios se efectuaron principalmente<br />

en economías avanzadas y cubriendo períodos largos 9 (Piketty, 2003; Atkinson y Piketty, 2007, 2010). En estas<br />

investigaciones se observó que la participación en el ingreso total <strong>de</strong> los segmentos <strong>de</strong> ingresos más elevados (el 5%,<br />

el 1%, el 0,1% o el 0,01% más rico <strong>de</strong> la distribución) siguió un patrón evolutivo en forma <strong>de</strong> U luego <strong>de</strong> la Segunda<br />

Guerra Mundial. Asimismo, la participación <strong>de</strong> los ingresos altos creció marcadamente en los países anglosajones, lo<br />

que se <strong>de</strong>bió en parte al crecimiento <strong>de</strong> los ingresos salariales entre los grupos altos. En consecuencia, en estos países,<br />

el ingreso salarial contiene una mayor proporción <strong>de</strong> ingresos altos que en el pasado (Atkinson, Piketty y Saez, 2011).<br />

En estas investigaciones también se han combinado los datos <strong>de</strong> las encuestas con la información tributaria,<br />

empleando a esta última para la medición <strong>de</strong> los ingresos altos. Dado que habitualmente los datos tributarios se<br />

presentan tabulados por tramos <strong>de</strong> ingresos y atendiendo a que estos intervalos no suelen coincidir con los grupos <strong>de</strong><br />

ingreso que interesa analizar, se efectúa una interpolación <strong>de</strong> los ingresos <strong>de</strong> los grupos altos, bajo el supuesto <strong>de</strong> que<br />

la parte <strong>de</strong> la distribución que correspon<strong>de</strong> a los ingresos elevados sigue la ley <strong>de</strong> Pareto (Atkinson y Piketty, 2007).<br />

Más específicamente, los datos tributarios se emplean para estimar los coeficientes <strong>de</strong> Pareto en los tramos <strong>de</strong> ingresos<br />

altos <strong>de</strong> la distribución (véanse más <strong>de</strong>talles en el recuadro I.1).<br />

Recuadro I.1<br />

Estimaciones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad por medio <strong>de</strong> datos tributarios<br />

Siguiendo la notación <strong>de</strong> Atkinson, Piketty y Saez (2011), la ley <strong>de</strong><br />

Pareto para los ingresos altos está dada por la siguiente función<br />

<strong>de</strong> distribución acumulada F(y) para el ingreso y:<br />

1) 1 − F(y) = (k/y) α (k > 0, α > 1)<br />

don<strong>de</strong> k y α son parámetros dados y α se <strong>de</strong>nomina “el<br />

parámetro <strong>de</strong> Pareto”. La propiedad clave <strong>de</strong> la distribución <strong>de</strong><br />

Pareto es que, dado un umbral <strong>de</strong> ingreso y, el ingreso medio<br />

y*(y) <strong>de</strong> los individuos ubicados por encima <strong>de</strong> ese umbral no<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong>l umbral, es <strong>de</strong>cir:<br />

2) y*(y)/y = β<br />

El coeficiente β, se <strong>de</strong>fine como la razón y*(y)/y o la razón<br />

entre el ingreso medio y*(y) <strong>de</strong> los sujetos con ingresos superiores<br />

al umbral y respecto <strong>de</strong>l umbral y. En este caso,<br />

3) β = y*(y)/y = α/(α−1)<br />

e inversamente:<br />

4) α = β/(β−1)<br />

Por esta última razón, se conoce a β como coeficiente <strong>de</strong><br />

Pareto invertido. Se emplea β porque este coeficiente se mueve<br />

en la misma dirección que la <strong>de</strong>sigualdad y es más intuitivo que<br />

el coeficiente <strong>de</strong> Pareto estándar α, que se mueve en la dirección<br />

contraria a la <strong>de</strong>sigualdad (Alvaredo y Piketty, 2014).<br />

El coeficiente β mi<strong>de</strong> el ancho <strong>de</strong> la cola <strong>de</strong>recha (parte alta)<br />

<strong>de</strong> la distribución <strong>de</strong>l ingreso. Un mayor valor <strong>de</strong> β implica una<br />

cola más ancha <strong>de</strong> la distribución, lo que significa una mayor<br />

proporción <strong>de</strong> ingresos concentrados en los tramos superiores.<br />

Luego, si β es igual a 2, el ingreso medio <strong>de</strong> las personas con un<br />

ingreso superior a 100.000 dólares será <strong>de</strong> 200.000 dólares; si β<br />

es igual a 3, el ingreso medio será <strong>de</strong> 300.000 dólares.<br />

Los valores <strong>de</strong> los coeficientes <strong>de</strong> Pareto varían ampliamente<br />

en el tiempo y entre los países. Al consi<strong>de</strong>rar todos los países<br />

disponibles en la Base <strong>de</strong> Datos Mundial sobre los Altos Ingresos<br />

(WTID), los coeficientes β oscilan entre 1,5 y 3. Un coeficiente<br />

<strong>de</strong> alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 1,5 correspon<strong>de</strong> a socieda<strong>de</strong>s muy igualitarias,<br />

mientras que un coeficiente próximo a 3 indica una <strong>de</strong>sigualdad<br />

muy elevada. Los coeficientes <strong>de</strong> los países en <strong>de</strong>sarrollo tien<strong>de</strong>n<br />

a ubicarse entre 2 y 3 (Alvaredo y Piketty, 2014).<br />

Los datos tributarios pue<strong>de</strong>n utilizarse para corregir los<br />

coeficientes <strong>de</strong> Gini calculados a partir <strong>de</strong> las encuestas que<br />

no capturan a<strong>de</strong>cuadamente los ingresos altos, siguiendo lo<br />

propuesto por Atkinson (2007). Para este autor, si un grupo <strong>de</strong><br />

altos ingresos, pero <strong>de</strong> muy pequeño tamaño ( infinitesimal) se<br />

lleva un porcentaje S <strong>de</strong>l ingreso total (calculado a partir <strong>de</strong> datos<br />

tributarios), el coeficiente <strong>de</strong> Gini <strong>de</strong> la economía total pue<strong>de</strong><br />

aproximarse como:<br />

5) G=G*(1-S)+S<br />

don<strong>de</strong> G* representa el coeficiente <strong>de</strong> Gini <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> la<br />

población (sobre la base <strong>de</strong> la encuesta <strong>de</strong> hogares).<br />

Por su parte, para grupos no infinitesimales, Alvaredo (2011a)<br />

propuso la fórmula:<br />

6) G = (β-1/ β+1) PS +G*(1-P) (1-S)+S-P<br />

don<strong>de</strong> P equivale a la proporción que representa el grupo<br />

en la población total.<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> A.B. Atkinson, “Measuring top incomes: methodological issues”, Top<br />

Incomes over the Twentieth Century: A Contrast Between European and English-Speaking Countries, A.B. Atkinson y T. Piketty (eds.), Oxford University<br />

Press, 2007; F. Alvaredo, “A note on the relationship between top income shares and the Gini coefficient”, Economic Letters, Nº 110, 2011; A.B. Atkinson,<br />

T. Piketty y E. Saez, “Top incomes in the long run of history”, Journal of Economic Literature, vol. 49, Nº 1, 2011 y F. Alvaredo y T. Piketty, “Measuring top<br />

incomes and inequality in the Middle East: data limitations and illustration with the case of Egypt”, Working Paper, Nº 832, 2014 [en línea] http://piketty.<br />

pse.ens.fr/files/AlvaredoPiketty2014ERF.pdf.<br />

9<br />

Estos estudios siguen las fuentes y métodos empleados por Kuznets (1953) para cuantificar la participación <strong>de</strong> los ingresos altos en<br />

los Estados Unidos.<br />

Capítulo I<br />

26


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

En <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, las mediciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad basadas en datos tributarios (o en otras fuentes secundarias, como<br />

las cuentas nacionales) son todavía escasas, pero han aumentando en los años recientes. Se han efectuado estudios<br />

que han seguido los lineamientos <strong>de</strong> Piketty (2003) y Atkinson y Piketty (2007) en la Argentina (Alvaredo, 2007, 2010<br />

y 2011b), Colombia (Alvaredo y Londoño, 2013; Díaz-Bazán, <strong>2015</strong>), el Uruguay (Burdín, Esponda y Vigorito, <strong>2015</strong>)<br />

y el Brasil (Souza y Me<strong>de</strong>iros, <strong>2015</strong>). Se han realizado investigaciones similares, pero no estrictamente comparables<br />

con las antes citadas, en Chile (López, Figueroa y Gutiérrez, 2013) y México (Campos, Chávez y Esquivel, 2014). En<br />

Chile se estimaron las utilida<strong>de</strong>s no distribuidas <strong>de</strong> las empresas y el ingreso disponible no <strong>de</strong>clarado 10 . En México, los<br />

ingresos <strong>de</strong> los grupos altos se obtuvieron a partir <strong>de</strong> los agregados <strong>de</strong> cuentas nacionales, siguiendo la metodología<br />

propuesta por Lakner y Milanovic (2013) 11 .<br />

Sobre la base <strong>de</strong> estas mediciones, en el gráfico I.7 se presenta la evolución <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong>l 1% más rico<br />

en el ingreso total entre 1993 y 2014, medida sobre la base <strong>de</strong> datos tributarios <strong>de</strong> la Argentina, Colombia, el Uruguay<br />

y otros países y regiones. Colombia es el país con la mayor participación <strong>de</strong>l 1% más rico en el ingreso total a lo largo<br />

<strong>de</strong> toda la serie: a 2010, este segmento capturaba el 20,5% <strong>de</strong>l ingreso total <strong>de</strong>l país 12 . Por su parte, en la Argentina<br />

y el Uruguay los niveles <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> los más ricos en el ingreso total eran más altos que los verificados en<br />

los países continentales <strong>de</strong> Europa Occi<strong>de</strong>ntal y en el Asia Sudoriental. En el último año con datos disponibles, la<br />

participación <strong>de</strong>l 1% más rico alcanzó el 16,8% en la Argentina (2007) y el 14% en el Uruguay (2012). Entre los países<br />

<strong>de</strong>sarrollados, los Estados Unidos es el que exhibe una mayor participación <strong>de</strong> la población más rica en el ingreso total.<br />

21<br />

19<br />

17<br />

15<br />

13<br />

11<br />

9<br />

7<br />

Gráfico I.7<br />

Países y regiones seleccionados: participación <strong>de</strong>l 1% más rico<br />

en el ingreso total, 1993-2014<br />

(En porcentajes <strong>de</strong>l ingreso total)<br />

5<br />

Capítulo I<br />

1993<br />

1994<br />

1995<br />

1996<br />

1997<br />

1998<br />

1999<br />

2000<br />

2001<br />

2002<br />

2003<br />

2004<br />

2005<br />

2006<br />

2007<br />

2008<br />

2009<br />

2010<br />

2011<br />

2012<br />

2013<br />

2014<br />

Europa continental a<br />

Estados Unidos<br />

Asia Sudoriental b Argentina<br />

Uruguay Colombia<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Base <strong>de</strong> Datos Mundial sobre los Altos Ingresos (WTID)<br />

[en línea] http://topincomes.g-mond.parisschoolofeconomics.eu/.<br />

a<br />

Promedio simple <strong>de</strong> los valores observados en Alemania, España, Francia, Italia, Noruega, los Países Bajos, Suecia y Suiza.<br />

b<br />

Promedio simple <strong>de</strong> los valores observados en el Japón, la República <strong>de</strong> Corea, Singapur y la provincia china <strong>de</strong> Taiwán.<br />

Los datos tributarios pue<strong>de</strong>n ser empleados junto con las encuestas para producir estimaciones corregidas <strong>de</strong>l<br />

coeficiente <strong>de</strong> Gini. Al combinar los datos tributarios <strong>de</strong>l 1% más rico con los ingresos captados por las encuestas<br />

para el 99% restante, se aprecia que en Colombia y el Uruguay el coeficiente <strong>de</strong> Gini corregido se ubica entre 2<br />

y 4 puntos porcentuales por encima <strong>de</strong>l estimado solo sobre la base <strong>de</strong> las encuestas. En Chile, la inclusión <strong>de</strong> las<br />

ganancias <strong>de</strong> capital incrementa el coeficiente corregido <strong>de</strong> 0,58 a 0,62 en 2010. Si en lugar <strong>de</strong> la renta <strong>de</strong> capital<br />

se emplean las utilida<strong>de</strong>s no distribuidas, el coeficiente <strong>de</strong> Gini se eleva a 0,67. Todos estos valores son mucho más<br />

10<br />

Se incluyeron las utilida<strong>de</strong>s no distribuidas con el argumento <strong>de</strong> que en Chile la propiedad <strong>de</strong>l capital está mucho más concentrada<br />

que en otros países (López, Figueroa y Gutiérrez, 2013).<br />

11<br />

Lakner y Milanovic (2013) proponen asignar toda la diferencia <strong>de</strong>l gasto en consumo (ingreso) registrado en las cuentas nacionales y las<br />

encuestas a personas <strong>de</strong> ingresos altos (por ejemplo, el 10% o el 1% <strong>de</strong> la parte alta <strong>de</strong> la distribución), y llaman a este procedimiento<br />

“ajuste fuerte a la parte alta con cola <strong>de</strong> Pareto”.<br />

12<br />

En México, la participación estimada <strong>de</strong>l 1% más rico en el ingreso total en 2012 ascendió al 21% (Campos, Chávez y Esquivel, 2014).<br />

Se <strong>de</strong>be reiterar, en todo caso, que esta estimación no es estrictamente comparable con las mediciones disponibles en la Base <strong>de</strong><br />

Datos Mundial sobre los Altos Ingresos (WTID).<br />

27


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

altos que el coeficiente estimado solo sobre la base <strong>de</strong> la Encuesta <strong>de</strong> Caracterización Socioeconómica Nacional<br />

(CASEN), el que llegó a 0,55 en el período 2006-2010 13 .<br />

En lo que respecta a la evolución <strong>de</strong> la concentración <strong>de</strong>l ingreso, en Colombia y el Uruguay se aprecia una<br />

ten<strong>de</strong>ncia similar al comparar las estimaciones corregidas y no corregidas (Burdín, Esponda y Vigorito, <strong>2015</strong>; Alvaredo<br />

y Londoño, 2013). Por su parte, en el Brasil el coeficiente corregido permaneció estable entre 2006 y 2012 (con<br />

valores <strong>de</strong> alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 0,7 en todos los años), lo que contrasta con los resultados obtenidos usando solamente las<br />

encuestas <strong>de</strong> hogares, que muestran una baja <strong>de</strong> la concentración <strong>de</strong>l ingreso entre 2006 y 2011.<br />

Las mediciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad por medio <strong>de</strong> datos tributarios no están exentas <strong>de</strong> limitaciones, entre las cuales<br />

cabe mencionar: i) captan solo lo que suce<strong>de</strong> con los tramos <strong>de</strong> ingresos altos e ignoran lo que pasa con el resto <strong>de</strong> la<br />

distribución; ii) consi<strong>de</strong>ran los ingresos antes <strong>de</strong> impuestos, lo que implica que no toman en cuenta los reor<strong>de</strong>namientos<br />

<strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la política fiscal; iii) se basan en conceptos <strong>de</strong> ingreso y <strong>de</strong> unida<strong>de</strong>s tributarias diferentes entre los<br />

países, lo que provoca problemas <strong>de</strong> comparabilidad; iv) son muy sensibles a los cambios <strong>de</strong> la legislación tributaria,<br />

y v) quizás la crítica más importante es que pue<strong>de</strong>n generar estimaciones sesgadas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad, por la <strong>de</strong>bilidad<br />

<strong>de</strong> los sistemas tributarios y la alta inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la economía informal en la región 14 . En los países latinoamericanos,<br />

las muy altas tasas <strong>de</strong> evasión tributaria (especialmente en el caso <strong>de</strong> los impuestos a la renta) y la existencia <strong>de</strong> una<br />

masa relevante <strong>de</strong> ingresos no tributables pue<strong>de</strong>n erosionar la calidad <strong>de</strong> las estimaciones 15 .<br />

De cualquier modo, el uso <strong>de</strong> la información tributaria permitiría ampliar significativamente el alcance <strong>de</strong> los<br />

estudios sobre distribución <strong>de</strong> ingresos en los países <strong>de</strong> la región, puesto que no solamente facilitaría un monitoreo<br />

más <strong>de</strong>tallado <strong>de</strong> los ingresos altos (Amarante y Jiménez, <strong>2015</strong>), sino que también proveería <strong>de</strong> estimaciones sobre<br />

la capacidad <strong>de</strong> pago <strong>de</strong> impuestos, que podría explotarse con propósitos redistributivos (Piketty y Zucman, 2013).<br />

Sin perjuicio <strong>de</strong> lo anterior, también se <strong>de</strong>ben realizar esfuerzos para mejorar la capacidad <strong>de</strong> las encuestas para<br />

captar los ingresos altos 16 .<br />

C. Examen <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad en diversas<br />

dimensiones según grupos <strong>de</strong> ingresos<br />

Las disparida<strong>de</strong>s relativas en materia <strong>de</strong> educación disminuyeron entre los quintiles extremos <strong>de</strong> la distribución<br />

<strong>de</strong>l ingreso, en el marco <strong>de</strong> una mejora <strong>de</strong> los logros educativos que alcanzaron a todos los quintiles. Las brechas<br />

socioeconómicas en el acceso a servicios básicos también se redujeron, aunque los hogares <strong>de</strong> menores ingresos<br />

<strong>de</strong> las zonas rurales <strong>de</strong> algunos países mantienen importantes niveles <strong>de</strong> privación. Aumentó el acceso a las nuevas<br />

tecnologías para los grupos <strong>de</strong> menores ingresos, pero este incremento ha sido menor que el <strong>de</strong> los hogares <strong>de</strong><br />

mayores ingresos, especialmente en el acceso a Internet. No obstante, en la difusión <strong>de</strong> la telefonía móvil se exhiben<br />

mayores niveles <strong>de</strong> equidad, lo que permitió disminuir los problemas <strong>de</strong> conectividad <strong>de</strong> las poblaciones <strong>de</strong> menores<br />

ingresos y <strong>de</strong> quienes habitan en zonas rurales.<br />

13<br />

El coeficiente <strong>de</strong> Gini basado en la Encuesta CASEN fue estimado por López, Figueroa y Gutiérrez (2013).<br />

14<br />

Véanse más <strong>de</strong>talles sobre las limitaciones <strong>de</strong> las mediciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad basadas en datos tributarios, por ejemplo, en Atkinson, Piketty<br />

y Saez (2011), Amarante (2013), Reynolds (2012), Alvaredo y Gasparini (<strong>2015</strong>), Gómez Sabaíni y Rossignolo (<strong>2015</strong>), Sharma (<strong>2015</strong>),<br />

Bricker y otros (<strong>2015</strong>) y Burdín, Esponda y Vigorito (<strong>2015</strong>).<br />

15<br />

Sobre la evasión tributaria en la región, véanse Jiménez, Gómez Sabaíni y Po<strong>de</strong>stá (2010) y Gómez Sabaíni y Morán (2013). En cuanto<br />

a las estimaciones <strong>de</strong> la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la economía informal en los países <strong>de</strong> la región con respecto al resto <strong>de</strong>l mundo, véase, por<br />

ejemplo, Schnei<strong>de</strong>r y Williams (2013)<br />

16<br />

Un ejemplo que se podría examinar es el <strong>de</strong> la encuesta <strong>de</strong> finanzas <strong>de</strong> las familias en los Estados Unidos. En este caso, se intentó<br />

solucionar el problema <strong>de</strong> subrepresentación <strong>de</strong> los ingresos altos mediante la combinación <strong>de</strong> datos administrativos y <strong>de</strong> encuestas.<br />

Los registros administrativos se usaron para seleccionar la muestra y verificar que las familias <strong>de</strong> ingresos muy altos estuvieran bien<br />

representadas (excluyendo a quienes fueron “transitoriamente” muy ricos), y la encuesta se orientó a medir los ingresos familiares. En<br />

esta investigación se concluyó que, en comparación con los datos administrativos, la encuesta empleó unida<strong>de</strong>s observacionales más<br />

apropiadas, produjo una mejor medición <strong>de</strong>l ingreso y evitó imponer una correlación rígida entre el ingreso y la riqueza al seleccionar<br />

las familias “permanentemente” ricas (Bricker y otros, <strong>2015</strong>).<br />

Capítulo I<br />

28


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

La forma habitual <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir y analizar la <strong>de</strong>sigualdad es a través <strong>de</strong> la medición <strong>de</strong> la distribución <strong>de</strong> ingresos<br />

<strong>de</strong> la población. Las diferencias en materia <strong>de</strong> ingresos medios entre los grupos ubicados en ambos extremos <strong>de</strong><br />

la distribución también se extien<strong>de</strong>n a otras dimensiones, como la educación, el trabajo remunerado, los bienes y<br />

servicios básicos y las nuevas tecnologías. El propósito <strong>de</strong> esta sección es <strong>de</strong>scribir y comparar la situación <strong>de</strong> los<br />

diferentes grupos <strong>de</strong> la distribución <strong>de</strong>l ingreso en: i) los niveles <strong>de</strong> logro educativo, particularmente en la educación<br />

secundaria y postsecundaria 17 ; ii) el acceso a servicios básicos (agua, saneamiento y electricidad) y la calidad <strong>de</strong> la<br />

vivienda, y iii) el acceso a las nuevas tecnologías <strong>de</strong> la información y las comunicaciones. Estas dimensiones han<br />

sido utilizadas en forma recurrente en distintas mediciones <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s básicas y <strong>de</strong> pobreza multidimensional,<br />

así como para seleccionar los Objetivos <strong>de</strong> Desarrollo Sostenible y sus metas 18 . En estas comparaciones, se tienen<br />

en cuenta a<strong>de</strong>más las diferencias asociadas a dos <strong>de</strong> las dimensiones que conforman la matriz <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad social<br />

en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: el género y la zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia 19 .<br />

En lo referente al ámbito educativo, el análisis realizado cubre el período comprendido entre 1997 y 2013 20 .<br />

Se seleccionó dicho período a los efectos <strong>de</strong> contar con un panorama <strong>de</strong> las ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad lo más<br />

abarcador posible. El período compren<strong>de</strong> las crisis <strong>de</strong> 2001-2002 y 2008-2009 y el auge económico que tuvo lugar<br />

entre 2003 y 2008. En cuanto a los servicios básicos y a las nuevas tecnologías, se tomaron períodos <strong>de</strong> referencia<br />

más acotados, lo que obe<strong>de</strong>ció fundamentalmente a las limitaciones <strong>de</strong> las encuestas en términos <strong>de</strong> disponibilidad<br />

y calidad <strong>de</strong> la información.<br />

1. Logro educativo<br />

El incremento <strong>de</strong> los niveles educativos <strong>de</strong> la población, en especial entre los grupos más vulnerables, es esencial<br />

pero no suficiente para alcanzar una mayor igualdad. Por una parte, porque mejora las probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r a<br />

un empleo <strong>de</strong> calidad y a mejores salarios, contribuyendo con ello a la movilidad social y al quiebre <strong>de</strong> la transmisión<br />

intergeneracional <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad y la pobreza. Por otra parte, porque permite que la población esté en mejores<br />

condiciones para participar en los procesos <strong>de</strong>mocráticos y ejercer sus <strong>de</strong>rechos ciudadanos.<br />

Es apreciable el avance <strong>de</strong> la región en cuanto a los niveles <strong>de</strong> escolaridad: en 2013, el 92% <strong>de</strong> la población <strong>de</strong><br />

15 a 19 años había concluido la educación primaria (Trucco, 2014); en la educación secundaria, la cifra se había<br />

elevado <strong>de</strong>l 37% en 1997 al 58% en 2013, consi<strong>de</strong>rando a los jóvenes en edad <strong>de</strong> término <strong>de</strong> dicho nivel. Sin embargo,<br />

es necesario seguir avanzando para cerrar las amplias brechas educativas por nivel <strong>de</strong> ingresos, particularmente en<br />

la educación secundaria y postsecundaria. En efecto, un 80% <strong>de</strong> los jóvenes <strong>de</strong> 20 a 24 años <strong>de</strong>l quintil más rico<br />

había concluido la secundaria en 2013, mientras que en el quintil más pobre esta tasa solo llegaba al 34%. Es <strong>de</strong>cir,<br />

la conclusión <strong>de</strong> la secundaria en el quintil <strong>de</strong> menores ingresos (quintil I) fue equivalente a menos <strong>de</strong> la mitad (42%)<br />

<strong>de</strong> la observada en el quintil <strong>de</strong> mayores ingresos (quintil V) (véase el gráfico I.8) 21.<br />

17<br />

No se preten<strong>de</strong> establecer aquí una relación <strong>de</strong> causalidad entre la posición en la distribución <strong>de</strong>l ingreso y el logro educativo. Aun<br />

cuando la educación es fundamental para los ingresos <strong>de</strong> las personas, esclarecer si estos factores son causas o consecuencias requiere<br />

analizar la evolución <strong>de</strong> cada país y controlar el aspecto temporal, lo que exce<strong>de</strong> el alcance <strong>de</strong> este trabajo.<br />

18<br />

En esta sección no se abordan las diferencias en el acceso y la calidad <strong>de</strong>l empleo entre los distintos quintiles <strong>de</strong> ingreso. Es sabido<br />

que la segmentación <strong>de</strong> la estructura productiva es uno <strong>de</strong> los eslabones centrales <strong>de</strong> la reproducción <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad, puesto que<br />

los más pobres tien<strong>de</strong>n a concentrarse en activida<strong>de</strong>s informales, en las que se obtienen ingresos más bajos, menor cobertura contra<br />

los riesgos y menos oportunida<strong>de</strong>s para las generaciones futuras (CEPAL, 2014). Por la centralidad <strong>de</strong> este aspecto, se ha optado por<br />

<strong>de</strong>sarrollarlo con más profundidad <strong>de</strong> manera separada (véase el capítulo III).<br />

19<br />

Estos son dos <strong>de</strong> los componentes <strong>de</strong> la matriz <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad social, que incluye tres gran<strong>de</strong>s dimensiones: género, raza y etnia;<br />

ciclo <strong>de</strong> vida (infancia, juventud y adultos mayores), y territorio (CEPAL, <strong>2015</strong>e). La división entre las zonas rurales y las urbanas,<br />

que se utiliza en este análisis, es una <strong>de</strong> las expresiones <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s territoriales <strong>de</strong> la región. No se han incorporado otros<br />

componentes <strong>de</strong> la matriz <strong>de</strong>bido a que, por tratarse <strong>de</strong> variables que no siempre están presentes en las encuestas, reducirían en forma<br />

significativa la base <strong>de</strong> datos disponible.<br />

20<br />

Los promedios regionales por año se construyeron sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> cada país para ese año con cobertura nacional.<br />

Cuando no se disponía <strong>de</strong> dicha información, se utilizó el año más próximo o la cobertura urbana, según se indica en los gráficos y<br />

cuadros relativos.<br />

21<br />

Todos los valores correspon<strong>de</strong>n a promedios simples <strong>de</strong> 18 países <strong>de</strong> la región. La cifra informada (42%) representa el logro <strong>de</strong>l quintil I<br />

(34% <strong>de</strong> jóvenes que concluyen la educación secundaria) en términos <strong>de</strong>l logro educativo <strong>de</strong> los jóvenes <strong>de</strong>l quintil V (80% <strong>de</strong> jóvenes<br />

que concluyen la educación secundaria).<br />

Capítulo I<br />

29


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

90<br />

Gráfico I.8<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): conclusión <strong>de</strong> la educación secundaria entre<br />

la población <strong>de</strong> 20 a 24 años por quintiles <strong>de</strong> ingreso, 1997 a 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

63<br />

43<br />

37<br />

30<br />

20<br />

14<br />

69<br />

72 74<br />

56<br />

49 51<br />

47<br />

42 43<br />

42<br />

38<br />

35<br />

30<br />

25 26<br />

20<br />

16 16<br />

78 78 79 80<br />

66 66<br />

61<br />

63<br />

58<br />

56<br />

54<br />

53 54<br />

47<br />

52<br />

50<br />

43<br />

44<br />

39<br />

35<br />

34<br />

29 31<br />

24<br />

0<br />

1997 b 1999 c 2002 d 2005 e 2008 f 2010 g 2012 h 2013 i<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Totales nacionales en promedios simples.<br />

b<br />

Datos <strong>de</strong> 17 países. Los datos <strong>de</strong>l Brasil, Chile, México y el Paraguay correspon<strong>de</strong>n a 1996; los <strong>de</strong> Guatemala a 1989 y los <strong>de</strong> Nicaragua a 1998. La información <strong>de</strong><br />

la Argentina, el Ecuador, Panamá, el Paraguay y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos <strong>de</strong> la República Dominicana.<br />

c<br />

Datos <strong>de</strong> 17 países. Los datos <strong>de</strong> Chile, Guatemala, México y Nicaragua correspon<strong>de</strong>n a 1998. La información <strong>de</strong> la Argentina, el Ecuador, Panamá y el Uruguay se<br />

refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos <strong>de</strong> la República Dominicana.<br />

d<br />

Los datos <strong>de</strong> Chile correspon<strong>de</strong>n a 2000, y los <strong>de</strong> El Salvador, Nicaragua, el Perú y el Paraguay a 2001. La información <strong>de</strong> la Argentina, el Ecuador y el Uruguay se<br />

refiere a zonas urbanas.<br />

e<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), El Salvador y México correspon<strong>de</strong>n a 2004; los <strong>de</strong> Chile, Honduras y el Perú a 2003, y los <strong>de</strong> Guatemala a 2002. La<br />

información <strong>de</strong> la Argentina y el Uruguay se refiere a zonas urbanas.<br />

f<br />

Los datos <strong>de</strong> la Argentina correspon<strong>de</strong>n a 2006 y a zonas urbanas; los <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) y Honduras a 2007; los <strong>de</strong> Chile y Guatemala a 2006; los<br />

<strong>de</strong> El Salvador a 2009, y los <strong>de</strong> Nicaragua a 2005.<br />

g<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile y Nicaragua correspon<strong>de</strong>n a 2009, y los <strong>de</strong> Guatemala a 2006. La información <strong>de</strong> la Argentina se refiere<br />

a zonas urbanas.<br />

h<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) correspon<strong>de</strong>n a 2011; los <strong>de</strong> Guatemala, a 2006; los <strong>de</strong> Honduras a 2010, y los <strong>de</strong> Nicaragua, a 2009. La información<br />

<strong>de</strong> la Argentina se refiere a zonas urbanas.<br />

i<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) correspon<strong>de</strong>n a 2011; los <strong>de</strong> Guatemala a 2006; los <strong>de</strong> Honduras a 2010; los <strong>de</strong> México a 2012, y los <strong>de</strong> Nicaragua<br />

a 2009. La información <strong>de</strong> la Argentina se refiere a zonas urbanas.<br />

La reducción <strong>de</strong> las brechas en materia <strong>de</strong> años <strong>de</strong> estudio no <strong>de</strong>be <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> lado la relevancia para la actual<br />

agenda <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> las asimetrías en la calidad educativa relacionadas con la situación socioeconómica. Sin<br />

embargo, este aspecto requiere una discusión más profunda y el uso <strong>de</strong> otros instrumentos que van más allá <strong>de</strong> lo<br />

que pue<strong>de</strong>n proveer las encuestas <strong>de</strong> hogares en las que se basa este análisis 22 .<br />

Entre 1997 y 2013 se incrementó la conclusión <strong>de</strong> la secundaria en todos los quintiles <strong>de</strong> ingresos. En términos<br />

absolutos, el alza fue más importante en los quintiles intermedios (entre 23 y 24 puntos porcentuales en los quintiles II,<br />

III y IV) y menos en los quintiles extremos (17 y 20 puntos porcentuales en los quintiles V y I, respectivamente).<br />

Ahora bien, entre 1997 y 2013 redujo la brecha <strong>de</strong> conclusión <strong>de</strong> la secundaria entre los quintiles extremos <strong>de</strong><br />

la distribución: mientras en 1997 la conclusión <strong>de</strong> la secundaria en el quintil <strong>de</strong> menores ingresos (quintil I) fue<br />

equivalente a un 22% <strong>de</strong> la observada en el quintil <strong>de</strong> mayores ingresos (quintil V), en 2013 este valor alcanzó<br />

un 42% (véase el gráfico I.9).<br />

Esta disminución <strong>de</strong> la brecha se <strong>de</strong>be a que el ritmo <strong>de</strong> incremento relativo <strong>de</strong> la conclusión <strong>de</strong> la secundaria<br />

fue <strong>de</strong> un 9% anual en el quintil I y <strong>de</strong> un 1,7% anual en el quintil V 23 . En la misma línea, también tuvo lugar una<br />

reducción <strong>de</strong> las brechas <strong>de</strong> conclusión <strong>de</strong> la secundaria entre el quintil más rico y los quintiles II y III 24 . De todos<br />

modos, aun tras la mejora reseñada, la tasa <strong>de</strong> conclusión <strong>de</strong> la enseñanza media en el primer quintil es apenas<br />

superior a un tercio <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> la población consi<strong>de</strong>rada.<br />

22<br />

Véase un análisis más profundo <strong>de</strong> las diferencias en los resultados <strong>de</strong> las pruebas <strong>de</strong> aprendizaje estandarizadas y <strong>de</strong> otros aspectos<br />

que hacen a la calidad <strong>de</strong> la educación en Trucco (2014).<br />

23<br />

Se consi<strong>de</strong>ra un tramo <strong>de</strong> 16 años (1997 a 2013). Las mayores variaciones relativas tienen lugar en los grupos socioeconómicos con<br />

las tasas <strong>de</strong> logro más bajas en la primera medición.<br />

24<br />

Por ejemplo, en 1997 la conclusión <strong>de</strong> la secundaria en el quintil II fue equivalente al 32% <strong>de</strong> la tasa apreciada en el quintil V. En 2013,<br />

dicho valor se estimó en un 55%.<br />

Capítulo I<br />

30


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

Gráfico I.9<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): brecha <strong>de</strong> conclusión <strong>de</strong> la educación secundaria<br />

entre la población <strong>de</strong> 20 a 24 años por quintiles <strong>de</strong> ingreso, 1997-2013 a b<br />

(En porcentajes <strong>de</strong>l logro educativo <strong>de</strong>l quintil V)<br />

0<br />

1997 c 1999 d 2002 e 2005 f 2008 g 2010 h 2013 i<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Total<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

La brecha <strong>de</strong> conclusión se <strong>de</strong>fine como la proporción <strong>de</strong> personas <strong>de</strong> cada quintil que culminan el nivel secundario <strong>de</strong> educación, en relación con la proporción <strong>de</strong><br />

personas que culminan ese nivel en el quintil <strong>de</strong> mayores ingresos (quintil V).<br />

b<br />

Totales nacionales en promedios simples.<br />

c<br />

Datos <strong>de</strong> 17 países Los datos <strong>de</strong>l Brasil, Chile, México y el Paraguay correspon<strong>de</strong>n a 1996; los <strong>de</strong> Guatemala a 1989, y los <strong>de</strong> Nicaragua a 1998. La información <strong>de</strong><br />

la Argentina, el Ecuador, Panamá, el Paraguay y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos <strong>de</strong> la República Dominicana.<br />

d<br />

Datos <strong>de</strong> 17 países Los datos <strong>de</strong> Chile, Guatemala, México y Nicaragua correspon<strong>de</strong>n a 1998. La información <strong>de</strong> la Argentina, el Ecuador, Panamá y el Uruguay se<br />

refiere a zonas urbanas.<br />

e<br />

Los datos <strong>de</strong> Chile correspon<strong>de</strong>n al año 2000, y los <strong>de</strong> El Salvador, Nicaragua, el Perú y el Paraguay a 2001. La información <strong>de</strong> la Argentina, el Ecuador y el Uruguay<br />

se refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos <strong>de</strong> la República Dominicana.<br />

f<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), El Salvador y México correspon<strong>de</strong>n a 2004; los <strong>de</strong> Chile, Honduras y el Perú a 2003, y los <strong>de</strong> Guatemala a 2002. La<br />

información <strong>de</strong> la Argentina y el Uruguay se refiere a zonas urbanas.<br />

g<br />

Los datos <strong>de</strong> la Argentina correspon<strong>de</strong>n a 2006 y a zonas urbanas; los <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) y Honduras a 2007; los <strong>de</strong> Chile y Guatemala a 2006; los<br />

<strong>de</strong> El Salvador a 2009, y los <strong>de</strong> Nicaragua a 2005.<br />

h<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile y Nicaragua correspon<strong>de</strong>n a 2009, y los <strong>de</strong> Guatemala a 2006. La información <strong>de</strong> la Argentina se refiere<br />

a zonas urbanas.<br />

i<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) correspon<strong>de</strong>n a 2011; los <strong>de</strong> Guatemala a 2006; los <strong>de</strong> Honduras a 2010; los <strong>de</strong> México a 2012, y los <strong>de</strong> Nicaragua<br />

a 2009. La información <strong>de</strong> la Argentina se refiere a zonas urbanas.<br />

En lo que respecta a la educación postsecundaria 25 , a 2013 se verificaban disparida<strong>de</strong>s socioeconómicas en<br />

el porcentaje <strong>de</strong> personas que habían cursado estudios en dicho nivel, ya sea completándolo o no. La población<br />

con educación técnica o superior, incompleta o completa, llegó al 46% en el quintil más rico, mientras que en el<br />

quintil más pobre alcanzó apenas el 4%. Al examinar la evolución <strong>de</strong> este indicador, entre 1997 y 2013 se observa<br />

un aumento <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> población que cursó el nivel terciario en todos los quintiles. En el quintil <strong>de</strong> mayores<br />

ingresos, el acceso a la educación terciaria creció 11 puntos porcentuales entre 1997 y 2013; en cambio, en el quintil<br />

más pobre este indicador se incrementó solamente 2 puntos porcentuales. Esta situación tiene lugar en un contexto<br />

en que la cobertura <strong>de</strong> la educación en este nivel se incrementó <strong>de</strong>l 14% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> la población en 1997 al 21%<br />

en 2013 26 (véase el gráfico I.10).<br />

En concordancia con lo anterior, entre 1997 y 2013 la escolaridad media para la población <strong>de</strong> 15 años o más<br />

aumentó en todos los quintiles. En ese mismo período disminuyó la brecha relativa entre quintiles extremos, aunque<br />

el crecimiento absoluto fue similar 27 . En efecto, en 1997 la media <strong>de</strong> escolarización <strong>de</strong>l quintil más pobre representó<br />

el 47% <strong>de</strong> la escolaridad <strong>de</strong>l quintil más rico; en 2013, alcanzó el 53% (véase el gráfico I.11).<br />

25<br />

Incluye educación técnica y superior, completa o incompleta.<br />

26<br />

Respecto <strong>de</strong> este indicador, cabe señalar que no se dispone <strong>de</strong> información sobre el quintil <strong>de</strong> origen <strong>de</strong> las personas, sino que se<br />

conoce el quintil en que están al momento <strong>de</strong> ser encuestadas. Debido a las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> movilidad económica que permite el<br />

acceso a la educación terciaria, es posible que algunas <strong>de</strong> las personas mayores <strong>de</strong> 25 años se encuentren en los quintiles más altos<br />

<strong>de</strong>bido a los ingresos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> un mejor empleo al que accedieron a partir <strong>de</strong> su educación. En otras palabras, estas personas no<br />

serían originarias <strong>de</strong>l quintil en que se encuentran, sino <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> menores ingresos, por lo que no se estaría estrictamente frente a<br />

un logro educativo <strong>de</strong>l quintil <strong>de</strong> llegada, sino <strong>de</strong>l quintil <strong>de</strong> partida, lo que podría atenuar las brechas que se observan.<br />

27<br />

La variación media <strong>de</strong> la escolaridad fue <strong>de</strong> 1,4 años entre 1997 y 2013, [siendo muy similar en todos los quintiles (varió 1,3 años<br />

en los quintiles extremos, 1,4 en los quintiles II y IV, y 1,5 en el quintil III). Dado que la escolaridad media en el primer quintil era<br />

<strong>de</strong> 4,8 años, el incremento, aunque menor en términos absolutos, permitió reducir la brecha en términos porcentuales.<br />

Capítulo I<br />

31


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Gráfico I.10<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): educación postsecundaria, población <strong>de</strong> 25 años o más, 1997-2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

50<br />

45<br />

40<br />

35<br />

44<br />

46<br />

43<br />

39 41<br />

37<br />

35<br />

30<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

2<br />

2<br />

22<br />

18 20<br />

18 19<br />

21<br />

14 15 15 16<br />

14 15 16 17<br />

13<br />

8 10 11<br />

7 7 7 7<br />

4 4 4 4 4 5 6<br />

2 2 3 3<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

1997 b 1999 c 2002 d 2005 e 2008 f 2010 g 2013 h<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Totales nacionales en promedios simples.<br />

b<br />

Datos <strong>de</strong> 17 países. Los datos <strong>de</strong>l Brasil, Chile, México y el Paraguay correspon<strong>de</strong>n a 1996; los <strong>de</strong> Guatemala a 1989, y los <strong>de</strong> Nicaragua a 1998. La información <strong>de</strong><br />

la Argentina, el Ecuador, Panamá, el Paraguay y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos <strong>de</strong> la República Dominicana.<br />

c<br />

Datos <strong>de</strong> 17 países. Los datos <strong>de</strong> Chile, Guatemala, México y Nicaragua correspon<strong>de</strong>n a 1998. La información <strong>de</strong> la Argentina, el Ecuador, Panamá y el Uruguay se<br />

refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos <strong>de</strong> la República Dominicana.<br />

d<br />

Los datos <strong>de</strong> Chile correspon<strong>de</strong>n a 2000, y los <strong>de</strong> El Salvador, Nicaragua, el Perú y el Paraguay a 2001. La información <strong>de</strong> la Argentina, el Ecuador y el Uruguay se<br />

refiere a zonas urbanas.<br />

e<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), El Salvador y México correspon<strong>de</strong>n a 2004; los <strong>de</strong> Chile, Honduras y el Perú a 2003, y los <strong>de</strong> Guatemala a 2002. La<br />

información <strong>de</strong> la Argentina y el Uruguay se refiere a zonas urbanas.<br />

f<br />

Los datos <strong>de</strong> la Argentina correspon<strong>de</strong>n a 2006 y a zonas urbanas; los <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) y Honduras a 2007; los <strong>de</strong> Chile y Guatemala a 2006; los<br />

<strong>de</strong> El Salvador a 2009, y los <strong>de</strong> Nicaragua a 2005.<br />

g<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile y Nicaragua correspon<strong>de</strong>n a 2009, y los <strong>de</strong> Guatemala a 2006. La información <strong>de</strong> la Argentina se refiere<br />

a zonas urbanas.<br />

h<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) correspon<strong>de</strong>n a 2011; los <strong>de</strong> Guatemala a 2006; los <strong>de</strong> Honduras a 2010; los <strong>de</strong> México a 2012, y los <strong>de</strong> Nicaragua<br />

a 2009. La información <strong>de</strong> la Argentina se refiere a zonas urbanas.<br />

Gráfico I.11<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): escolaridad media <strong>de</strong> los quintiles <strong>de</strong> menores ingresos (quintiles I a IV)<br />

respecto <strong>de</strong>l quintil <strong>de</strong> mayores ingresos (quintil V), población <strong>de</strong> 15 años o más, 1997-2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

77<br />

76<br />

76<br />

65 65 64<br />

57<br />

56<br />

56<br />

47 48 47 49 49<br />

77 78 80 80<br />

68 69 70<br />

66<br />

58 59 60 62<br />

52 53<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

1997 b 1999 c 2002 d 2005 e 2008 f 2010 g 2013 h<br />

Quintil I/quintil V Quintil II/quintil V Quintil III/quintil V Quintil IV/quintil V<br />

Capítulo I<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Cociente entre el promedio <strong>de</strong> años <strong>de</strong> escolaridad <strong>de</strong> los quintiles <strong>de</strong> menores ingresos y el promedio <strong>de</strong> años <strong>de</strong> escolaridad <strong>de</strong>l quintil <strong>de</strong> mayores ingresos<br />

(quintil V) multiplicado por 100. Promedios simples.<br />

b<br />

Datos <strong>de</strong> 17 países. Los datos <strong>de</strong>l Brasil, Chile, México y el Paraguay correspon<strong>de</strong>n a 1996; los <strong>de</strong> Guatemala a 1989, y los <strong>de</strong> Nicaragua a 1998. La información <strong>de</strong><br />

la Argentina, el Ecuador, Panamá, el Paraguay y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos <strong>de</strong> la República Dominicana.<br />

c<br />

Datos <strong>de</strong> 17 países. Los datos <strong>de</strong> Chile, Guatemala, México y Nicaragua correspon<strong>de</strong>n a 1998. La información <strong>de</strong> la Argentina, el Ecuador, Panamá y el Uruguay se<br />

refiere a zonas urbanas.<br />

d<br />

Los datos <strong>de</strong> Chile correspon<strong>de</strong>n a 2000, y los <strong>de</strong> El Salvador, Nicaragua, el Perú y el Paraguay a 2001. La información <strong>de</strong> la Argentina, el Ecuador y el Uruguay se<br />

refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos <strong>de</strong> la República Dominicana.<br />

e<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), El Salvador y México correspon<strong>de</strong>n a 2004; los <strong>de</strong> Chile, Honduras y el Perú a 2003, y los <strong>de</strong> Guatemala a 2002. La<br />

información <strong>de</strong> la Argentina y el Uruguay se refiere a zonas urbanas.<br />

f<br />

Los datos <strong>de</strong> la Argentina correspon<strong>de</strong>n a 2006 y a zonas urbanas; los <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) y Honduras a 2007; los <strong>de</strong> Chile y Guatemala a 2006; los<br />

<strong>de</strong> El Salvador a 2009, y los <strong>de</strong> Nicaragua a 2005.<br />

g<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile y Nicaragua correspon<strong>de</strong>n a 2009, y los <strong>de</strong> Guatemala a 2006. La información <strong>de</strong> la Argentina se refiere<br />

a zonas urbanas.<br />

h<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) correspon<strong>de</strong>n a 2011; los <strong>de</strong> Guatemala a 2006; los <strong>de</strong> Honduras a 2010; los <strong>de</strong> México a 2012, y los <strong>de</strong> Nicaragua<br />

a 2009. La información <strong>de</strong> la Argentina se refiere a zonas urbanas.<br />

32


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Un aspecto <strong>de</strong> interés en el marco <strong>de</strong> la matriz <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad social propuesta por la CEPAL es el<br />

comportamiento <strong>de</strong> las brechas educativas por sexo. En el caso <strong>de</strong> la educación secundaria, entre 1997 y 2013 las<br />

mujeres han presentado tasas <strong>de</strong> conclusión <strong>de</strong> este nivel superiores a las <strong>de</strong> los hombres, las que han sido mayores<br />

en los quintiles medios <strong>de</strong> la distribución en comparación con los quintiles extremos. Este indicador ha tendido a<br />

caer si se compara la situación en uno y otro año, lo que se traduce en una menor <strong>de</strong>sigualdad —que en este caso<br />

afecta a los hombres— en el marco <strong>de</strong>l incremento <strong>de</strong> las tasas <strong>de</strong> conclusión <strong>de</strong>l nivel señalado anteriormente.<br />

Asimismo, el índice <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género en los primeros tres quintiles <strong>de</strong> ingresos tendió a disminuir entre 1997<br />

y 2013, mientras que en el quintil más rico se observó una ten<strong>de</strong>ncia al aumento 28 (véase el cuadro I.3).<br />

Cuadro I.3<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): indicadores <strong>de</strong> disparidad educativa por sexo<br />

y quintiles <strong>de</strong> ingresos, 1997, 2005 y 2013<br />

(Índice <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género a )<br />

Conclusión <strong>de</strong> la secundaria entre la población <strong>de</strong> 20 a 24 años<br />

1997 b 2005 c 2013 d<br />

Quintil I 1,12 1,10 1,07<br />

Quintil II 1,28 1,17 1,19<br />

Quintil III 1,24 1,17 1,16<br />

Quintil IV 1,20 1,14 1,19<br />

Quintil V 1,06 1,09 1,11<br />

Total 1,12 1,09 1,12<br />

Educación terciaria o superior incompleta o completa entre la población <strong>de</strong> 25 años o más<br />

1997 b 2005 c 2013 d<br />

Quintil I 0,90 1,09 1,25<br />

Quintil II 0,89 1,05 1,20<br />

Quintil III 0,99 1,09 1,20<br />

Quintil IV 0,98 1,06 1,15<br />

Quintil V 0,87 0,97 1,04<br />

Total 0,88 0,99 1,06<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

El índice <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género se obtiene dividiendo el porcentaje <strong>de</strong> logro educativo <strong>de</strong> las mujeres por el porcentaje alcanzado por los hombres. Un valor igual a uno<br />

indica paridad total. Un valor superior a uno indica un mayor logro educativo <strong>de</strong> las mujeres. Un valor inferior a uno indica un mayor logro educativo <strong>de</strong> los hombres.<br />

b<br />

Datos <strong>de</strong> 17 países. Los datos <strong>de</strong>l Brasil, Chile, México y el Paraguay correspon<strong>de</strong>n a 1996; los <strong>de</strong> Guatemala a 1989, y los <strong>de</strong> Nicaragua a 1998. La información <strong>de</strong><br />

la Argentina, el Ecuador, Panamá, el Paraguay y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos <strong>de</strong> la República Dominicana.<br />

c<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), El Salvador y México correspon<strong>de</strong>n a 2004; los <strong>de</strong> Chile, Honduras y el Perú a 2003, y los <strong>de</strong> Guatemala a 2002. La<br />

información <strong>de</strong> la Argentina y el Uruguay se refiere a zonas urbanas.<br />

d<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) correspon<strong>de</strong>n a 2011; los <strong>de</strong> Guatemala a 2006; los <strong>de</strong> Honduras a 2010; los <strong>de</strong> México a 2012, y los <strong>de</strong> Nicaragua<br />

a 2009. La información <strong>de</strong> la Argentina se refiere a zonas urbanas.<br />

En cuanto a las diferencias por sexo en el logro <strong>de</strong> la educación terciaria incompleta o completa, se ha ido<br />

evolucionando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una situación inicial favorable a los hombres hasta una situación final favorable a las mujeres.<br />

Mientras que en 1997 el índice <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género era inferior a uno en todos los quintiles (situación favorable<br />

a los hombres), en 2013 alcanzó valores superiores a uno en todos ellos (véase el cuadro I.4). De cualquier modo,<br />

en 2013 el porcentaje <strong>de</strong> personas <strong>de</strong> ambos sexos que tenía un nivel educativo equivalente a terciaria incompleta<br />

o completa no superaba el 10% en los dos quintiles <strong>de</strong> menores ingresos. A<strong>de</strong>más, la brecha <strong>de</strong> género favorable<br />

a las mujeres en cuanto a los logros educativos no ha tenido hasta ahora su correlato en el mercado <strong>de</strong> trabajo 29 .<br />

Las disparida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> género tienen un comportamiento algo distinto cuando se toma en consi<strong>de</strong>ración un<br />

conjunto más amplio <strong>de</strong> la población y no solo a las personas en eda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> concluir cada ciclo <strong>de</strong> estudios. En el<br />

caso <strong>de</strong> la población económicamente activa, la media <strong>de</strong> escolaridad fue más alta en las mujeres en todos los años<br />

y quintiles. Sin embargo, al consi<strong>de</strong>rar a la población <strong>de</strong> 15 años o más, tanto en 1997 como en 2005 se observaba<br />

en todos los quintiles <strong>de</strong> ingresos un mayor logro educativo en la población masculina, pero en 2013 el índice <strong>de</strong><br />

paridad <strong>de</strong> género alcanzó valores iguales o superiores a uno en cuatro <strong>de</strong> los cinco quintiles. En todo caso, en el<br />

quintil más pobre la situación era levemente <strong>de</strong>sfavorable para las mujeres entre la población <strong>de</strong> 15 años o más en<br />

este indicador en particular (véase el cuadro I.4).<br />

28<br />

El índice <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género se obtiene dividiendo el porcentaje <strong>de</strong> logro educativo <strong>de</strong> las mujeres por el porcentaje alcanzado por<br />

los hombres. Un valor igual a uno indica paridad total. Un valor superior a uno indica un mayor logro educativo <strong>de</strong> las mujeres. Un<br />

valor inferior a uno indica un mayor logro educativo <strong>de</strong> los hombres.<br />

29<br />

Este tema se retomará en el capítulo IV.<br />

Capítulo I<br />

33


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Cuadro I.4<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): disparidad en el promedio <strong>de</strong> años <strong>de</strong> escolaridad<br />

por sexo y quintiles <strong>de</strong> ingresos, 1997, 2005 y 2013<br />

(Índice <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género a )<br />

Población económicamente activa<br />

1997 b 2005 c 2013 d<br />

Quintil I 1,02 1,04 1,03<br />

Quintil II 1,04 1,05 1,07<br />

Quintil III 1,06 1,05 1,07<br />

Quintil IV 1,05 1,06 1,09<br />

Quintil V 1,02 1,05 1,07<br />

Total 1,08 1,10 1,09<br />

Población <strong>de</strong> 15 años o más<br />

1997 b 2005 c 2013 d<br />

Quintil I 0,96 0,96 0,98<br />

Quintil II 0,97 0,98 1,00<br />

Quintil III 0,97 0,99 1,00<br />

Quintil IV 0,97 0,99 1,01<br />

Quintil V 0,95 0,98 1,01<br />

Total 0,96 0,99 0,99<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

El índice <strong>de</strong> paridad <strong>de</strong> género se obtiene dividiendo el promedio <strong>de</strong> años <strong>de</strong> escolaridad <strong>de</strong> las mujeres por el promedio <strong>de</strong> años <strong>de</strong> escolaridad <strong>de</strong> los hombres.<br />

Un valor igual a uno indica paridad total. Un valor superior a indica un mayor logro educativo <strong>de</strong> las mujeres. Un valor inferior a indica un mayor logro educativo <strong>de</strong><br />

los hombres.<br />

b<br />

Datos <strong>de</strong> 17 países. Los datos <strong>de</strong>l Brasil, Chile, México y el Paraguay correspon<strong>de</strong>n a 1996; los <strong>de</strong> Guatemala a 1989, y los <strong>de</strong> Nicaragua a 1998. La información <strong>de</strong><br />

la Argentina, el Ecuador, Panamá, el Paraguay y el Uruguay se refiere a zonas urbanas. No se incluyen datos <strong>de</strong> la República Dominicana.<br />

c<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), El Salvador y México correspon<strong>de</strong>n a 2004; los <strong>de</strong> Chile, Honduras y el Perú a 2003, y los <strong>de</strong> Guatemala a 2002. La<br />

información <strong>de</strong> la Argentina y el Uruguay se refiere a zonas urbanas.<br />

d<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) correspon<strong>de</strong>n a 2011; los <strong>de</strong> Guatemala a 2006; los <strong>de</strong> Honduras a 2010; los <strong>de</strong> México a 2012, y los <strong>de</strong> Nicaragua<br />

a 2009. La información <strong>de</strong> la Argentina se refiere a zonas urbanas.<br />

Ahora bien, los agregados regionales ocultan la amplia heterogeneidad existente entre los países. Por<br />

ejemplo, en el cuadro I.A1.4 <strong>de</strong>l anexo estadístico se aprecia que a 2013, Chile tenía la menor brecha en la<br />

conclusión <strong>de</strong> la secundaria entre los quintiles extremos: la tasa <strong>de</strong> conclusión <strong>de</strong> la secundaria en el quintil<br />

más pobre era equivalente al 79% <strong>de</strong> la apreciada en el quintil más rico 30 . Luego se situaban la República<br />

Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela y la Argentina, con valores <strong>de</strong>l 65% y el 61%, respectivamente. Los países con las<br />

mayores distancias entre los quintiles extremos eran Honduras y Guatemala. En Honduras, la conclusión <strong>de</strong><br />

la secundaria en el quintil más pobre representó apenas el 12,7% <strong>de</strong> la registrada en el quintil más rico y en<br />

Guatemala este valor solo alcanzó un 4,7%. Un panorama similar se observa al examinar las disparida<strong>de</strong>s en<br />

la escolaridad <strong>de</strong> la población económicamente activa por quintiles: a 2013, Chile, la República Bolivariana<br />

<strong>de</strong> Venezuela y la Argentina presentaban las menores brechas, y Guatemala y Honduras, las mayores. En la<br />

educación terciaria, a 2013 se observaba una mayor homogeneidad, dado que en 11 <strong>de</strong> 17 países las brechas<br />

entre los quintiles extremos superaban el 90%.<br />

La información analizada hasta aquí muestra que las distancias entre quintiles <strong>de</strong> ingreso en materia <strong>de</strong> niveles<br />

<strong>de</strong> logro educativo se han acortado, situación que al menos en parte es resultado <strong>de</strong> los esfuerzos <strong>de</strong> los países <strong>de</strong><br />

la región para expandir la cobertura educativa, en primer lugar en el nivel primario y luego en el secundario. No<br />

obstante lo anterior, las brechas continúan siendo bastante significativas, y a<strong>de</strong>más existe bastante heterogeneidad<br />

entre los países, tanto en lo referido a la magnitud <strong>de</strong> las brechas como en lo que alu<strong>de</strong> a su evolución en el<br />

tiempo. A su vez, se <strong>de</strong>be <strong>de</strong>stacar especialmente la reducción <strong>de</strong> las disparida<strong>de</strong>s educativas asociadas al género,<br />

lo que contrasta con las ten<strong>de</strong>ncias apreciadas en los indicadores <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> trabajo (véanse más <strong>de</strong>talles<br />

en el capítulo IV).<br />

30<br />

Este valor resulta <strong>de</strong> la división <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> conclusión en el quintil más pobre por el porcentaje <strong>de</strong> conclusión en el quintil más<br />

rico, multiplicado por 100.<br />

Capítulo I<br />

34


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

2. Vivienda y servicios básicos<br />

Tanto en la Declaración Universal <strong>de</strong> Derechos Humanos (1948) 31 como en el Pacto Internacional <strong>de</strong> Derechos<br />

Económicos, <strong>Social</strong>es y Culturales (1966) 32 , se establece que los países <strong>de</strong>ben garantizar el <strong>de</strong>recho a una vivienda<br />

digna. Este <strong>de</strong>recho no solo hace referencia a la a<strong>de</strong>cuación <strong>de</strong> la materialidad <strong>de</strong> la vivienda, sino también al acceso<br />

a servicios apropiados, como el agua, el saneamiento y la energía, la seguridad en la propiedad y el ambiente. En<br />

este apartado se presenta un breve panorama <strong>de</strong> la evolución reciente <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s en el acceso a servicios<br />

básicos (agua, saneamiento y electricidad) y <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la vivienda (a través <strong>de</strong> una aproximación basada en<br />

la calidad <strong>de</strong> sus materiales), <strong>de</strong>sagregadas por tramos <strong>de</strong> ingreso. En este caso, <strong>de</strong> entre las variables incluidas en<br />

la matriz <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad social se privilegió el análisis <strong>de</strong> las diferencias según área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, ya que han sido<br />

un tema recurrente en los estudios que realiza la CEPAL <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace décadas 33 .<br />

A partir <strong>de</strong>l indicador <strong>de</strong>finido, pue<strong>de</strong> señalarse que la población con acceso insuficiente a servicios básicos<br />

disminuyó en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> entre 2002 y 2013, pasando <strong>de</strong> un 22% a un 14%. Las mayores reducciones se verificaron<br />

en los quintiles <strong>de</strong> menores ingresos: por ejemplo, en el quintil I, la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l acceso insuficiente a servicios<br />

básicos <strong>de</strong>creció <strong>de</strong> un 43% en 2002 a un 28% en 2013, mientras que en el quintil II, estos valores fueron <strong>de</strong>l 32%<br />

en 2002 y <strong>de</strong>l 19% en 2013 (véase el gráfico I.12). No obstante, las disparida<strong>de</strong>s socioeconómicas se mantuvieron,<br />

dado que alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013, la tasa <strong>de</strong> acceso insuficiente a servicios básicos en el quintil más pobre era 4,5 veces<br />

la observada en el quintil más rico.<br />

Gráfico I.12<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (16 países): población con acceso insuficiente a servicios básicos (agua,<br />

saneamiento y electricidad) por quintiles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2002, 2008 y 2013 a b<br />

(En porcentajes, promedios simples regionales)<br />

45<br />

43<br />

40<br />

35<br />

30<br />

35<br />

28<br />

32<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

22<br />

18<br />

14<br />

25<br />

19<br />

23<br />

17<br />

14<br />

16<br />

12<br />

10<br />

8<br />

8<br />

6<br />

0<br />

Total Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V<br />

2002 c 2008 d 2013 e<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

No se incluyen datos <strong>de</strong> la Argentina ni <strong>de</strong> Panamá.<br />

b<br />

Se consi<strong>de</strong>ra insuficiencia que la población no cuente con al menos dos servicios básicos.<br />

c<br />

Datos <strong>de</strong> 2002, excepto en el caso <strong>de</strong> Chile (2000), Colombia (1999), Costa Rica (2000), el Ecuador (2007), El Salvador (2001), Guatemala (1998), Nicaragua (2001),<br />

el Paraguay (2001), el Perú (2001) y el Uruguay (2007).<br />

d<br />

Datos <strong>de</strong> 2008, excepto en el caso <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (2007), Chile (2006), Costa Rica (2007), el Ecuador (2011), El Salvador (2009), Guatemala (2002),<br />

Honduras (2006), Nicaragua (2005) y el Uruguay (2009).<br />

e<br />

Datos <strong>de</strong> 2013, excepto en el caso <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (2011), Guatemala (2006), Honduras (2010), México (2012) y Nicaragua (2009).<br />

31<br />

Véase el artículo 25, apartado 1 [en línea] http://www.un.org/es/documents/udhr/.<br />

32<br />

Véase el artículo 11 [en línea] http://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/CESCR.aspx.<br />

33<br />

El indicador se calculó computando como población con insuficiencias a aquellas personas en hogares con al menos dos carencias en<br />

alguno <strong>de</strong> los servicios básicos mencionados: agua, saneamiento y electricidad. La caracterización <strong>de</strong> un hogar como carente <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong> un umbral establecido a partir <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> los respectivos países, en función <strong>de</strong> las categorías relevadas y <strong>de</strong>l<br />

nivel <strong>de</strong> bienestar asociado con cada una <strong>de</strong> estas. En el caso <strong>de</strong>l agua, se consi<strong>de</strong>ró que un hogar <strong>de</strong> las áreas urbanas es carente si<br />

acce<strong>de</strong> al agua por fuentes que no sean la red pública. En las zonas rurales, un hogar es carente en esta dimensión cuando obtiene<br />

agua <strong>de</strong> pozo no protegido, agua embotellada, fuente <strong>de</strong> agua móvil, río, quebrada, lluvia y otros. En el caso <strong>de</strong>l saneamiento, en<br />

las áreas urbanas un hogar es carente si no cuenta con servicio higiénico o con un sistema <strong>de</strong> evacuación conectado a la red <strong>de</strong><br />

alcantarillado o fosa séptica; en las zonas rurales, es carente si no cuenta con servicio higiénico o tiene un sistema <strong>de</strong> evacuación sin<br />

tratamiento. Finalmente, en el caso <strong>de</strong>l servicio eléctrico, se consi<strong>de</strong>ró que un hogar es carente si no dispone <strong>de</strong> electricidad, tanto<br />

en áreas urbanas como rurales.<br />

Capítulo I<br />

35


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Habitualmente, las privaciones en el acceso a los servicios básicos han afectado más a las poblaciones rurales.<br />

Dicha situación se mantenía alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013, puesto que aproximadamente 4 <strong>de</strong> 10 resi<strong>de</strong>ntes en zonas rurales<br />

y pertenecientes al quintil <strong>de</strong> ingresos más pobre tenían un acceso insuficiente a los servicios básicos. Sin embargo,<br />

se <strong>de</strong>be <strong>de</strong>stacar la mejora producida entre 2002 y 2013, que, medida en términos absolutos, fue más pronunciada<br />

en los tramos <strong>de</strong> ingresos más bajos. En los tres quintiles rurales <strong>de</strong> menores ingresos, el acceso insuficiente a los<br />

servicios básicos retrocedió entre 18 y 20 puntos porcentuales entre 2002 y 2013. Por su parte, en las zonas urbanas<br />

la mayor reducción <strong>de</strong> las privaciones en esta área se evi<strong>de</strong>nció en el quintil más pobre (6,7 puntos porcentuales)<br />

(véase el gráfico I.13).<br />

Gráfico I.13<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: población con insuficiencia en el acceso a servicios básicos<br />

(agua, saneamiento y electricidad) por quintiles <strong>de</strong> ingreso<br />

y zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2002, 2008 y 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

A. Zonas rurales (promedio simple <strong>de</strong> 16 países b )<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

45<br />

37<br />

29<br />

59<br />

48<br />

40<br />

54<br />

43<br />

35<br />

50<br />

38<br />

30<br />

41<br />

33<br />

25<br />

33<br />

28<br />

21<br />

10<br />

0<br />

Total Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V<br />

2002 2008 2013<br />

B. Zonas urbanas (promedio simple <strong>de</strong> 15 países c )<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

20<br />

16<br />

14 14<br />

11 8 8<br />

11 10 10 8 8 8<br />

6 6<br />

4 4 4<br />

Total Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V<br />

2002 2008 2013<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Se consi<strong>de</strong>ra insuficiencia que la población no cuente con al menos dos servicios básicos.<br />

b<br />

No se incluye a Panamá ni Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

c<br />

No se incluye a la Argentina, Panamá ni Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

Complementariamente, la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la habitación en viviendas con materiales precarios era sustancialmente<br />

mayor en los <strong>de</strong>ciles <strong>de</strong> menores ingresos <strong>de</strong> la distribución en 2013. Un 31% <strong>de</strong>l <strong>de</strong>cil <strong>de</strong> menores ingresos residía<br />

en viviendas con materiales precarios, y en el segundo <strong>de</strong>cil dicho porcentaje llegaba al 26%. En todo caso, la<br />

inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las privaciones en los materiales <strong>de</strong> la vivienda disminuyó en términos absolutos entre 2005 y 2013,<br />

especialmente en los tramos <strong>de</strong> ingresos más bajos (véase el gráfico I.14). En efecto, el porcentaje <strong>de</strong> población<br />

que habita en viviendas con materiales precarios <strong>de</strong>creció en los cuatro <strong>de</strong>ciles <strong>de</strong> menores ingresos en un rango<br />

Capítulo I<br />

36


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

<strong>de</strong> entre 6,0 y 6,9 puntos porcentuales, mientras que en los <strong>de</strong>ciles restantes las reducciones fluctuaron entre 5,5 y<br />

0,6 puntos porcentuales.<br />

Gráfico I.14<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (17 países): población que habita en viviendas con materiales precarios<br />

por <strong>de</strong>ciles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2005 y 2013 a b<br />

(En porcentajes, promedios simples)<br />

45<br />

40<br />

35<br />

30<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

38<br />

33<br />

31<br />

26 26<br />

22<br />

20<br />

17<br />

18<br />

15<br />

14<br />

12<br />

13<br />

10<br />

11<br />

8 8<br />

6 5<br />

4 3 2<br />

Decil 1 Decil 2 Decil 3 Decil 4 Decil 5 Decil 6 Decil 7 Decil 8 Decil 9 Decil 10 Total<br />

2005 2013<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los datos correspon<strong>de</strong>n a los siguientes países y años: Argentina (zona urbana, 2005 y 2012), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (2003 y 2011), Brasil (2005 y 2013),<br />

Chile (2003 y 2013), Colombia (2008 y 2013), Costa Rica (2005 y 2013), Ecuador (2005 y 2013), El Salvador (2004 y 2013), Guatemala (2000 y 2006), Honduras (2006<br />

y 2010), México (2004 y 2012), Nicaragua (2005 y 2009), Paraguay (2005 y 2013), Perú (2003 y 2013), República Dominicana (2006 y 2013), Uruguay (2007 y 2013)<br />

y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) (2005 y 2013). No se incluyen datos <strong>de</strong> Panamá.<br />

b<br />

Se consi<strong>de</strong>ran viviendas con materiales precarios aquellas cuyo piso, pare<strong>de</strong>s exteriores o techo fueron construidos con elementos naturales o rudimentarios.<br />

En el último año con datos disponibles, el número <strong>de</strong> la población que habitaba en viviendas con materiales<br />

precarios resultaba mucho más elevado en las zonas rurales que en las urbanas, apreciándose las mayores inci<strong>de</strong>ncias<br />

<strong>de</strong> estas privaciones en los quintiles <strong>de</strong> menores ingresos <strong>de</strong> las zonas rurales. A su vez, las mayores disminuciones,<br />

medidas en términos absolutos, se verificaron en los quintiles <strong>de</strong> menores ingresos <strong>de</strong> las zonas rurales (véase el<br />

gráfico I.15).<br />

Al igual que en el caso <strong>de</strong> los indicadores <strong>de</strong> educación, existe una amplia variabilidad en la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> privaciones<br />

en los materiales <strong>de</strong> la vivienda y en el acceso a servicios básicos por países. Al consi<strong>de</strong>rar solamente el quintil <strong>de</strong> ingresos<br />

más pobre que resi<strong>de</strong> en las zonas rurales, en el último año con datos disponibles Nicaragua era el país con la mayor<br />

inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> privaciones en los servicios básicos (un 84% en 2009), seguido por el Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia<br />

(un 71% en 2011) y Honduras (un 70% en 2010). Por su parte, las menores inci<strong>de</strong>ncias se verificaban en Costa Rica<br />

(un 4% en 2013), el Uruguay (un 6% en 2013) y México (un 16% en 2012). El ritmo <strong>de</strong> reducción <strong>de</strong> la insuficiencia<br />

en el acceso a servicios básicos en el quintil más pobre <strong>de</strong> las zonas rurales fue más intenso en el Uruguay (11,2%),<br />

Costa Rica y México (un 5,9% en ambos países) (véanse más <strong>de</strong>talles en el cuadro I.A1.5).<br />

Con respecto a las privaciones vinculadas a los materiales <strong>de</strong> la vivienda que afectan a las personas <strong>de</strong>l quintil<br />

más pobre y que viven en áreas rurales, las mayores inci<strong>de</strong>ncias en el último año con información disponible tuvieron<br />

lugar en el Perú (un 87% en 2013), Guatemala (un 76% en 2006) y el Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia (un 74%<br />

en 2011), y las menores se verificaron en Chile (un 1% en 2013), Costa Rica (un 4% en 2013) y el Uruguay (un 5%<br />

en 2013). La reducción <strong>de</strong> las privaciones vinculadas a los materiales <strong>de</strong> la vivienda en el quintil más pobre fue mucho<br />

más marcada en los países con las inci<strong>de</strong>ncias más bajas <strong>de</strong> habitación en viviendas con materiales precarios en la<br />

primera medición 34 : por ejemplo, Costa Rica, Chile y el Uruguay tuvieron variaciones relativas <strong>de</strong> entre un 10% y<br />

un 7% por año, mientras que el Perú, Guatemala y el Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia experimentaron reducciones<br />

relativas <strong>de</strong> entre un 0,6% y un 2% anual.<br />

34<br />

Correlaciones no paramétricas entre la tasa <strong>de</strong> variación relativa anual y el valor <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong> base en la precariedad <strong>de</strong> la vivienda<br />

para el quintil más pobre <strong>de</strong> zonas rurales: tau <strong>de</strong> Kendall = 0,552 (p=0,006**), ro <strong>de</strong> Spearman = 0,772 (p=0,001**).<br />

Capítulo I<br />

37


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Gráfico I.15<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (15 países): población en viviendas con materiales precarios<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso y zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2005 y 2013 a b<br />

A. Zonas rurales<br />

50<br />

45<br />

46<br />

40<br />

35<br />

37<br />

36<br />

35<br />

30<br />

28<br />

28<br />

28<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

21<br />

22<br />

16<br />

15<br />

11<br />

5<br />

0<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

2005 2013<br />

B. Zonas urbanas<br />

50<br />

45<br />

40<br />

35<br />

30<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

21<br />

17<br />

17<br />

12<br />

11<br />

9<br />

8<br />

7<br />

7<br />

5<br />

3 2<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

2005 2013<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los datos correspon<strong>de</strong>n a los siguientes países y años: Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (2003 y 2011), Brasil (2005 y 2013), Chile (2003 y 2013), Colombia (2008<br />

y 2013), Costa Rica (2005 y 2013), Ecuador (2005 y 2013), El Salvador (2004 y 2013), Guatemala (2000 y 2006), Honduras (2006 y 2010), México (2004 y 2012),<br />

Nicaragua (2005 y 2009), Paraguay (2005 y 2013), Perú (2003 y 2013), República Dominicana (2006 y 2013) y Uruguay (2007 y 2013). No se incluyen datos <strong>de</strong> la<br />

Argentina, Panamá y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

b<br />

Se consi<strong>de</strong>ran viviendas con materiales precarios aquellas cuyo piso, pare<strong>de</strong>s exteriores o techo fueron construidos con elementos naturales o rudimentarios.<br />

3. Acceso a las nuevas tecnologías <strong>de</strong> la información<br />

y las comunicaciones<br />

En los últimos años, los países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> han incrementado sustancialmente el acceso a servicios <strong>de</strong><br />

telecomunicaciones y el uso <strong>de</strong> aplicaciones y re<strong>de</strong>s sociales (CEPAL, <strong>2015</strong>). En esta línea, en el noveno Objetivo<br />

<strong>de</strong> Desarrollo Sostenible se asumió el compromiso <strong>de</strong> “aumentar significativamente el acceso a la tecnología <strong>de</strong> la<br />

información y las comunicaciones” y <strong>de</strong> “esforzarse por proporcionar acceso universal y asequible a Internet en los<br />

países menos a<strong>de</strong>lantados <strong>de</strong> aquí a 2020” (Naciones Unidas, <strong>2015</strong>, pág. 24) 35 . Sin embargo, persisten importantes<br />

brechas socioeconómicas y <strong>de</strong> género en el acceso y uso <strong>de</strong> las nuevas tecnologías. Por ejemplo, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013,<br />

la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la población que resi<strong>de</strong> en hogares que tienen computadora y <strong>de</strong> la población con acceso a Internet<br />

en el hogar era sustancialmente mayor en los quintiles <strong>de</strong> mayores ingresos (véanse los gráficos I.16 y I.17). Y aunque<br />

ambas aumentaron en todos los quintiles <strong>de</strong> ingreso entre 2008 y 2013, estos incrementos, medidos en valores<br />

absolutos, fueron menos importantes en el quintil más pobre.<br />

Capítulo I<br />

35<br />

Existen muchos campos <strong>de</strong> acción para el uso <strong>de</strong> las nuevas tecnologías <strong>de</strong> la información y las comunicaciones en el fomento <strong>de</strong> la<br />

inclusión social <strong>de</strong> la población más vulnerable. Entre otros aspectos, estas tecnologías pue<strong>de</strong>n ocuparse para incrementar el acceso<br />

a empleo, mejorar los procesos educativos, ampliar el alcance <strong>de</strong> los servicios <strong>de</strong> salud, incrementar la eficiencia y efectividad <strong>de</strong> las<br />

prestaciones estatales, aumentar las opciones <strong>de</strong> ejercicio <strong>de</strong> la ciudadanía para quienes no tienen voz y mejorar la seguridad humana<br />

en entornos sociales carenciados.<br />

38


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Gráfico I.16<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (12 países): población en hogares que cuentan con al menos una computadora,<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

80<br />

70<br />

68<br />

60<br />

50<br />

49<br />

52<br />

40<br />

38<br />

41<br />

30<br />

20<br />

20<br />

28<br />

18<br />

29<br />

24<br />

10<br />

7<br />

12<br />

0<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

2008 2013<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los datos correspon<strong>de</strong>n a promedios simples <strong>de</strong> los siguientes países y años: Brasil (2008 y 2013), Chile (2009 y 2013), Colombia (2008 y 2013), Costa Rica (2009 y<br />

2013), El Salvador (2008 y 2013), Honduras (2006 y 2010), México (2008 y 2012), Paraguay (2008 y 2013), Perú (2007 y 2013), República Dominicana (2007 y 2013),<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) (2008 y 2013) y Uruguay (2008 y 2013). En la mayoría <strong>de</strong> los casos, se consultó por la tenencia <strong>de</strong> computadora en general.<br />

Se incluyen explícitamente computadoras portátiles en Chile (2009 y 2013), Costa Rica (2013) y el Uruguay (2008 y 2013).<br />

70<br />

Gráfico I.17<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (14 países): población en hogares con conexión a Internet<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

60<br />

58<br />

50<br />

40<br />

30<br />

27<br />

38<br />

35<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

18<br />

14<br />

10<br />

12<br />

7<br />

2<br />

4<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

2008 2013<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los datos correspon<strong>de</strong>n a promedios simples <strong>de</strong> los siguientes países y años: Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (2008 y 2013), Brasil (2008 y 2013), Chile (2009<br />

y 2013), Colombia (2008 y 2013), Costa Rica (2009 y 2013), Ecuador (2010 y 2013), El Salvador (2008 y 2013), Guatemala (2006 y 2011), Honduras (2006 y 2010),<br />

México (2008 y 2012), Paraguay (2008 y 2013), Perú (2007 y 2013), Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) (2008 y 2013) y Uruguay (2008 y 2013).<br />

Al examinar la evolución <strong>de</strong> la disponibilidad <strong>de</strong> computadora en el hogar en el quintil <strong>de</strong> menores ingresos,<br />

se aprecia una gran heterogeneidad entre los países 36 . El país con el mayor incremento absoluto entre 2008 y<br />

2013 fue el Uruguay (con un alza <strong>de</strong> 53 puntos porcentuales) (véanse más <strong>de</strong>talles en el recuadro I.2). Luego se<br />

sitúan la República Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela (23 puntos porcentuales), Chile y el Brasil (20 puntos porcentuales,<br />

respectivamente). Las situaciones menos favorables para el quintil más pobre se verificaron en Honduras, El Salvador,<br />

México y el Paraguay, con alzas <strong>de</strong> 0,5 puntos porcentuales, 2 puntos porcentuales, 3 puntos porcentuales y 4 puntos<br />

porcentuales, respectivamente (véase el cuadro I.A1.6).<br />

36<br />

La tenencia pue<strong>de</strong> incluir no solo la computadora <strong>de</strong> escritorio, sino también la portátil, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l país y <strong>de</strong> la encuesta que<br />

se consi<strong>de</strong>re.<br />

Capítulo I<br />

39


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Recuadro I.2<br />

El plan <strong>de</strong> Conectividad Educativa <strong>de</strong> Informática Básica para el Aprendizaje en Línea (CEIBAL) <strong>de</strong>l Uruguay<br />

El Plan CEIBAL, implementado en 2007, consiste en una política<br />

pública universal con la que se fomenta la reducción <strong>de</strong> la brecha<br />

digital y <strong>de</strong> conocimiento y se promueve el acceso a la educación<br />

y a la cultura.<br />

Inicialmente, operó entregando una computadora portátil a<br />

todos los niños y docentes <strong>de</strong> las escuelas primarias públicas. A<br />

partir <strong>de</strong> 2011, se fue extendiendo a la educación secundaria pública.<br />

Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> sus fundamentos educativos,<br />

el Plan CEIBAL se orienta a que la incorporación <strong>de</strong> las nuevas<br />

tecnologías en las aulas se realice <strong>de</strong> acuerdo con las propuestas<br />

pedagógicas. Se trata <strong>de</strong> mejorar los procesos <strong>de</strong> aprendizaje <strong>de</strong><br />

los estudiantes a través <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuevas habilida<strong>de</strong>s y<br />

actitu<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>l acceso a nueva información y <strong>de</strong> la generación <strong>de</strong><br />

espacios <strong>de</strong> reflexión e intercambio <strong>de</strong> experiencias.<br />

Uno <strong>de</strong> los impactos más evi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l Plan CEIBAL ha sido<br />

la reducción <strong>de</strong> la brecha <strong>de</strong> acceso a las nuevas tecnologías en<br />

los hogares. Como se aprecia en el gráfico siguiente, una amplia<br />

mayoría <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> los quintiles <strong>de</strong> menores ingresos<br />

—no solo la población en edad escolar— tiene potencialmente<br />

acceso a computador en el hogar gracias a este programa. Este<br />

resultado ha implicado el reconocimiento internacional para el<br />

Plan CEIBAL, que en <strong>2015</strong> recibió el premio al <strong>de</strong>sarrollo digital<br />

sostenible (ICTs in Sustainable Development Award), entregado<br />

por la Unión Internacional <strong>de</strong> Telecomunicaciones.<br />

Uruguay: población en hogares con computadora, según haya sido otorgada<br />

o no en el marco <strong>de</strong>l Plan CEIBAL, por quintiles <strong>de</strong> ingreso, 2013<br />

(En porcentajes)<br />

80<br />

70<br />

60<br />

69<br />

56<br />

64<br />

50<br />

40<br />

38<br />

44<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

6<br />

10<br />

27<br />

24<br />

12<br />

29<br />

0<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

Otorgadas en el marco <strong>de</strong>l Plan CEIBAL<br />

No correspondientes al Plan CEIBAL<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> la Encuesta Continua <strong>de</strong> Hogares<br />

(ECH) <strong>de</strong>l Uruguay, 2013.<br />

El Plan CEIBAL no ha estado exento <strong>de</strong> críticas. Más allá<br />

<strong>de</strong> las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> implementación que se han <strong>de</strong>tectado<br />

en evaluaciones cualitativas (véanse más <strong>de</strong>talles en Rivoir y<br />

Lamschtein (2012)), en una evaluación <strong>de</strong> impacto reciente, basada<br />

en un diseño longitudinal intrasujeto con cuatro mediciones,<br />

se concluyó que no habría tenido impacto en los aprendizajes<br />

en las áreas <strong>de</strong> lectura y matemáticas (De Melo y otros, 2013).<br />

No obstante, en la evaluación no se controlaron las diferencias<br />

en la calidad <strong>de</strong> implementación ni se midió el impacto en las<br />

<strong>de</strong>strezas objetivas (no autopercibidas) en el uso <strong>de</strong> computadoras<br />

e Internet, que son fundamentales para las trayectorias educativas<br />

y laborales y la integración social posterior <strong>de</strong> los estudiantes.<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> A. Rivoir y S. Lamschtein, “Plan Ceibal, un caso <strong>de</strong> usos <strong>de</strong> las tecnologías<br />

<strong>de</strong> información y <strong>de</strong> las comunicaciones en la educación para la inclusión social”, Las tecnologías digitales frente a los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> una educación inclusiva<br />

en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: algunos casos <strong>de</strong> buenas prácticas (LC/L.3545), G. Sunkel y D. Trucco (eds.), Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y<br />

el Caribe (CEPAL), 2012, y G. <strong>de</strong> Melo y otros, Profundizando en los efectos <strong>de</strong>l Plan Ceibal, Ciudad <strong>de</strong> México, Administración Nacional <strong>de</strong> Educación<br />

Pública (ANEP), 2013.<br />

La brecha en el acceso a computadora en el hogar entre los quintiles extremos disminuyó en 3 <strong>de</strong> los 12 países<br />

con información disponible alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013: el Uruguay (-37 puntos porcentuales), Chile (-14 puntos<br />

porcentuales) y el Brasil (-5 puntos porcentuales) 37 . Las mayores alzas <strong>de</strong> las brechas tuvieron lugar en el Paraguay,<br />

Honduras, El Salvador y México. En estos países, la diferencia absoluta entre los quintiles extremos creció por sobre<br />

los 15 puntos porcentuales, <strong>de</strong>bido a que el aumento absoluto <strong>de</strong>l acceso a computadora en el hogar fue mucho<br />

más alto en el quintil <strong>de</strong> mayores ingresos que en el primer quintil <strong>de</strong> la distribución 38 .<br />

Capítulo I<br />

37<br />

La evolución <strong>de</strong> la brecha se estima restando la diferencia absoluta entre los quintiles V y I apreciada en 2013 y la diferencia absoluta<br />

entre los quintiles V y I observada en 2008. Por ejemplo, en el caso <strong>de</strong>l Brasil, la diferencia absoluta entre los quintiles I y V fue <strong>de</strong><br />

65 puntos porcentuales (70,52-5,36). En 2013, fue <strong>de</strong> 60 puntos porcentuales (80,76-21,05). Luego, 60-65=-5 puntos porcentuales.<br />

38<br />

La proporción <strong>de</strong> personas en hogares con computadora casi se duplicó como promedio <strong>de</strong> los 12 países consi<strong>de</strong>rados entre 2008<br />

y 2013, pasando <strong>de</strong>l 24% al 41% <strong>de</strong>l total. En general, en aquellos países con mayor nivel <strong>de</strong> difusión en 2008 se observó que las<br />

brechas <strong>de</strong>scendieron. Tal es el caso <strong>de</strong>l Brasil, Chile y el Uruguay, don<strong>de</strong> el ciclo <strong>de</strong>l producto se encuentra más avanzado en la<br />

comparación regional y ya ha pasado a consi<strong>de</strong>rarse un artículo <strong>de</strong> consumo masivo.<br />

40


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Una heterogeneidad similar se evi<strong>de</strong>ncia al analizar la evolución entre 2008 y 2013 <strong>de</strong> la disponibilidad <strong>de</strong><br />

Internet en los hogares <strong>de</strong> la población <strong>de</strong>l quintil más pobre. Los países con los mayores incrementos absolutos<br />

fueron Chile, el Uruguay y Costa Rica (26, 22 y 21 puntos porcentuales, respectivamente), mientras que en Honduras,<br />

Guatemala y El Salvador la variación en el período fue inferior a 1 punto porcentual. Así, entre 2008 y 2013 hubo<br />

una ten<strong>de</strong>ncia hacia un incremento más pronunciado <strong>de</strong>l acceso a Internet en el hogar en los países con mayor<br />

<strong>de</strong>sarrollo relativo. Por su parte, en varios países <strong>de</strong> menor <strong>de</strong>sarrollo relativo, la situación <strong>de</strong> 2013 fue muy similar<br />

a la <strong>de</strong> 2008 para el quintil más pobre (véanse más <strong>de</strong>talles en el cuadro I.A1.6) 39 .<br />

A pesar <strong>de</strong> que en todos los países con datos sobre el lapso 2008-2013 el quintil más pobre experimentó un<br />

alza <strong>de</strong>l acceso a Internet en el hogar, la brecha absoluta entre los quintiles extremos creció por sobre los 15 puntos<br />

porcentuales en 10 países, lo que se <strong>de</strong>be a que en el segmento <strong>de</strong> ingresos más altos se registró un alza mucho más<br />

marcada. Los incrementos más importantes en la brecha entre los quintiles extremos se verificaron en el Paraguay,<br />

el Perú, Honduras, Guatemala y Colombia (31, 29, 24, 22 y 22 puntos porcentuales, respectivamente). Chile fue<br />

el único país don<strong>de</strong> la brecha <strong>de</strong> acceso a Internet en el hogar entre los quintiles extremos disminuyó (10 puntos<br />

porcentuales), aunque la diferencia entre ambos grupos socioeconómicos seguía siendo muy alta en 2013 (un 37%<br />

en el quintil más pobre frente a un 84% en el quintil más rico).<br />

En 2013 el acceso a computadora y la conexión a Internet en el hogar eran sustancialmente mayores entre la<br />

población resi<strong>de</strong>nte en las zonas urbanas que entre quienes habitaban en áreas rurales, situación que se verifica en todos<br />

los quintiles <strong>de</strong> ingreso. Sin embargo, entre 2008 y 2013 se elevó la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l acceso a Internet y a computadoras<br />

en el hogar entre la población rural y urbana, pero este crecimiento, medido en valores absolutos, tendió a ser menor<br />

en el caso <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> menores ingresos y resi<strong>de</strong>nte en zonas rurales (véanse los gráficos I.18 y I.19).<br />

Un panorama distinto se aprecia al examinar el acceso <strong>de</strong> la población a la telefonía móvil, puesto que en<br />

este caso hubo un incremento sustancial, que fue especialmente notorio en el grupo <strong>de</strong> menores ingresos. En el<br />

promedio simple <strong>de</strong> 14 países, la población <strong>de</strong> hogares don<strong>de</strong> al menos una persona tiene celular creció <strong>de</strong> un<br />

67% en 2008 a un 86% en 2013 (véase el gráfico I.20). En términos absolutos, el quintil más pobre experimentó el<br />

mayor incremento (28 puntos porcentuales), mientras que en el quintil más rico se observó la menor suba (10 puntos<br />

porcentuales). El origen <strong>de</strong> la fuerte expansión <strong>de</strong> la telefonía móvil en el segmento más pobre radica, en parte, en<br />

su costo relativamente bajo (Crane, <strong>2015</strong>), mientras que el crecimiento mucho más acotado en el quintil más rico se<br />

explica porque el acceso <strong>de</strong> este tramo <strong>de</strong> ingresos a la telefonía móvil ya era bastante alto en 2008.<br />

Gráfico I.18<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (11 países): población en hogares con computadora, por quintiles <strong>de</strong> ingreso<br />

y zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

4<br />

7<br />

15<br />

10<br />

28<br />

9<br />

9<br />

21<br />

15<br />

32<br />

56<br />

30<br />

30<br />

24<br />

17<br />

14<br />

Zonas rurales Zonas urbanas Zonas rurales Zonas urbanas<br />

2008 2013<br />

44<br />

21<br />

24<br />

32<br />

42<br />

53<br />

72<br />

49<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los datos correspon<strong>de</strong>n a promedios simples <strong>de</strong> los siguientes países y años: Brasil (2008 y 2013), Chile (2009 y 2013), Colombia (2008 y 2013), Costa Rica (2009<br />

y 2013), El Salvador (2008 y 2013), Honduras (2006 y 2010), México (2008 y 2012), Paraguay (2008 y 2013), Perú (2007 y 2013), República Dominicana (2007 y 2013)<br />

y Uruguay 2008 y 2013.<br />

39<br />

Nuevamente, los incrementos mayores en la penetración <strong>de</strong> Internet se produjeron en aquellos países con mayor cobertura al inicio<br />

<strong>de</strong>l período <strong>de</strong> análisis. En varios <strong>de</strong> ellos, a<strong>de</strong>más, los mayores incrementos se observaron en los quintiles más pobres. Por otra parte,<br />

en aquellos países en que la cobertura era menor hacia 2008, las tasas <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> los hogares con Internet fueron no solo las<br />

menores en comparación, sino que, hacia 2013, el servicio no estaba aún disponible <strong>de</strong> manera significativa para los hogares <strong>de</strong> los<br />

dos quintiles <strong>de</strong> menores ingresos.<br />

Capítulo I<br />

41


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

70<br />

Gráfico I.19<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): población en hogares con acceso a Internet,<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso y zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

60<br />

62<br />

50<br />

40<br />

38<br />

41<br />

37<br />

30<br />

31<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

0<br />

1<br />

2<br />

5<br />

12<br />

2<br />

3<br />

5<br />

9<br />

16<br />

16<br />

6<br />

14<br />

10<br />

Zonas rurales Zonas urbanas Zonas rurales Zonas urbanas<br />

2008 2013<br />

20<br />

13<br />

13<br />

21<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los datos correspon<strong>de</strong>n a promedios simples <strong>de</strong> los siguientes países y años: Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (2008 y 2013), Brasil (2008 y 2013), Chile (2009<br />

y 2013), Colombia (2008 y 2013), Costa Rica (2009 y 2013), El Salvador (2008 y 2013), Ecuador (2010 y 2013), Guatemala (2006 y 2011), Honduras (2006 y 2010),<br />

México (2008 y 2012) y Paraguay (2008 y 2013), Perú (2007 y 2013), Uruguay (2008 y 2013).<br />

Gráfico I.20<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (14 países): población en hogares con al menos un celular,<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

49<br />

77<br />

62<br />

85<br />

69<br />

87 89 92<br />

74<br />

82<br />

67<br />

86<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

2008 2013<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los datos correspon<strong>de</strong>n a promedios simples <strong>de</strong> los siguientes países y años: Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (2008 y 2013), Brasil (2008 y 2013), Chile (2009 y<br />

2013), Colombia (2008 y 2013), Costa Rica (2009 y 2013), El Salvador (2008 y 2013), Ecuador (2010 y 2013), Honduras (2006 y 2010), México (2008 y 2012), Paraguay<br />

(2008 y 2013), Perú (2007 y 2013), República Dominicana (2007 y 2013), Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) (2008 y 2013), Uruguay (2008 y 2013).<br />

Esta ten<strong>de</strong>ncia hacia un mayor incremento <strong>de</strong>l acceso a la telefonía celular en los grupos <strong>de</strong> menores ingresos<br />

ocasionó que la diferencia media entre los quintiles extremos en esta dimensión se redujera significativamente<br />

entre 2008 y 2013: en 2008 la diferencia absoluta entre ambos grupos era <strong>de</strong> 32 puntos porcentuales, mientras que<br />

en 2013 dicho valor bajó a 15 puntos porcentuales.<br />

El porcentaje <strong>de</strong> población con acceso a celulares en el hogar era mayor en las zonas urbanas que en las rurales<br />

en 2013 (véase el gráfico I.21), pero las diferencias por zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia resultaban consi<strong>de</strong>rablemente menores<br />

que las apreciadas para la dotación <strong>de</strong> computadoras y la conexión a Internet en el hogar. A su vez, entre 2008 y<br />

2013 el incremento absoluto <strong>de</strong>l acceso a celulares tendió a ser más elevado en la población rural que en la urbana.<br />

Si a esto se agrega que el alza <strong>de</strong>l acceso a celulares fue más pronunciada en los grupos <strong>de</strong> ingresos más bajos, se<br />

obtiene que el mayor crecimiento absoluto <strong>de</strong> la población con acceso a teléfonos móviles en el hogar se registró<br />

en los quintiles rurales <strong>de</strong> menores ingresos.<br />

Capítulo I<br />

42


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Gráfico I.21<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): población en hogares con al menos un celular,<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso y zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

45<br />

54<br />

62<br />

73<br />

67<br />

55<br />

60<br />

85<br />

79 76<br />

74<br />

69<br />

87 89 91<br />

83<br />

76<br />

82<br />

96<br />

87 91 92 94 93<br />

Zonas rurales Zonas urbanas Zonas rurales Zonas urbanas<br />

2008 2013<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los datos correspon<strong>de</strong>n a promedios simples <strong>de</strong> los siguientes países y años: Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (2008 y 2013), Brasil (2008 y 2013), Chile (2009 y<br />

2013), Colombia (2008 y 2013), Costa Rica (2009 y 2013), Ecuador (2010 y 2013), El Salvador (2008 y 2013), Honduras (2006 y 2010), México (2008 y 2012), Paraguay<br />

(2008 y 2013), Perú (2007 y 2013), República Dominicana (2007 y 2013) y Uruguay (2008 y 2013).<br />

Finalmente, la disponibilidad <strong>de</strong> computadora, el acceso a Internet y la tenencia <strong>de</strong> celular en el hogar<br />

proporcionan aproximaciones limitadas al acceso a las nuevas tecnologías. Des<strong>de</strong> hace años, en muchos países <strong>de</strong><br />

la región se han <strong>de</strong>sarrollado iniciativas públicas y privadas que proveen acceso gratuito o a precios subsidiados a<br />

computadoras o conexión a Internet en escuelas, telecentros y cibercafés, entre otros. A<strong>de</strong>más, las personas también<br />

pue<strong>de</strong>n acce<strong>de</strong>r a computadoras e Internet en sus lugares <strong>de</strong> trabajo. En cuanto a la telefonía móvil, los usuarios <strong>de</strong><br />

ingresos menores podrían optar por planes <strong>de</strong> bajo costo con una conectividad limitada en cantidad y calidad <strong>de</strong><br />

servicios, o bien podrían no tener recursos suficientes para comprar planes <strong>de</strong> Internet 40 . Por último, incluso si se<br />

asume que estos indicadores, a pesar <strong>de</strong> sus limitaciones, proveen un panorama relativamente fiable <strong>de</strong>l acceso a<br />

las nuevas tecnologías, con ellos no se logra medir directamente su uso.<br />

En lo relativo a este último tema, la información <strong>de</strong> nueve países <strong>de</strong> la región alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 pone <strong>de</strong><br />

manifiesto la existencia <strong>de</strong> amplias brechas en el uso <strong>de</strong> Internet entre los distintos quintiles <strong>de</strong> la distribución <strong>de</strong>l<br />

ingreso. En promedio, la población que no utiliza habitualmente Internet alcanza su mayor inci<strong>de</strong>ncia en el quintil<br />

más pobre (79%) y presenta su valor más bajo en el quintil <strong>de</strong> ingresos más altos (38%) (véase el gráfico I.22). Al<br />

examinar la situación <strong>de</strong> los países, las mayores brechas entre los quintiles más rico y más pobre se aprecian en el<br />

Paraguay, el Perú y el Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia, y las menores en Chile y el Uruguay (véase el cuadro I.A1.7).<br />

Los datos disponibles para 2013 también evi<strong>de</strong>ncian que la no utilización <strong>de</strong> Internet es más alta en los grupos<br />

<strong>de</strong> mayor edad. En la población menor <strong>de</strong> 60 años, este efecto generacional es potenciado o suavizado por las<br />

diferencias socioeconómicas: por ejemplo, el nivel más bajo <strong>de</strong> no uso <strong>de</strong> Internet (17%) se aprecia en la población<br />

más joven (10 a 29 años) que pertenece al quintil más rico, mientras que la mayor inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la no utilización <strong>de</strong><br />

Internet (90%) se verifica en la población <strong>de</strong> 30 a 59 años que se ubica en el quintil más pobre. Por su parte, para<br />

el grupo etario <strong>de</strong> 60 años o más la situación es diferente, puesto que la tasa <strong>de</strong> no utilización <strong>de</strong> Internet supera<br />

el 90% en los cuatro primeros quintiles <strong>de</strong> ingreso, y solo en el quintil más rico llega al 76%. Dado que el quintil<br />

más rico es el que cuenta con un mayor acceso a Internet en el hogar, posiblemente una parte importante <strong>de</strong> la no<br />

utilización se <strong>de</strong>ba a factores relacionados con la edad 41 (véase el gráfico I.23).<br />

40<br />

Por ello se ha propuesto la expansión <strong>de</strong> los puntos <strong>de</strong> acceso público (re<strong>de</strong>s libres <strong>de</strong> Wi-Fi, cibercafés y otros) que provean una<br />

conectividad más completa (Crane, <strong>2015</strong>).<br />

41<br />

Esto no necesariamente se agota en cuestiones biológicas. Hay aspectos culturales que también <strong>de</strong>berían consi<strong>de</strong>rarse en un análisis<br />

que abor<strong>de</strong> con más profundidad el tema.<br />

Capítulo I<br />

43


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Gráfico I.22<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (9 países): población <strong>de</strong> 10 años o más que <strong>de</strong>clara no usar Internet,<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

90<br />

80<br />

79<br />

70<br />

60<br />

70<br />

63<br />

55<br />

60<br />

50<br />

40<br />

38<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los países consi<strong>de</strong>rados son: Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Brasil, Chile, Ecuador, Honduras, Paraguay, Perú, El Salvador y Uruguay. Los datos correspon<strong>de</strong>n a<br />

promedios simples <strong>de</strong> 2013, excepto en el caso <strong>de</strong> Honduras (2010). Los tiempos <strong>de</strong> referencia usados para consultar por el uso <strong>de</strong> Internet son: en el Ecuador y<br />

Honduras, los últimos 12 meses; en Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil y el Paraguay, los últimos tres meses; en el Perú y el Uruguay, el último mes. Chile y<br />

El Salvador consultan por el uso o no uso <strong>de</strong> Internet sin especificar un tiempo <strong>de</strong> referencia. Debido a estas diferencias, en algunos países se capta el uso (o no<br />

uso) habitual, mientras que en otros se capta el uso (o no uso) más o menos reciente. Se optó por tomar como población <strong>de</strong> referencia a las personas <strong>de</strong> 10 años<br />

o más, con el fin <strong>de</strong> lograr una mayor comparabilidad <strong>de</strong> los resultados entre los países.<br />

Gráfico I.23<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (9 países): población <strong>de</strong> 10 años o más que <strong>de</strong>clara no utilizar Internet,<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso y grupos <strong>de</strong> edad, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

65<br />

50<br />

40<br />

30<br />

17<br />

90<br />

81<br />

73<br />

61<br />

39<br />

98<br />

98<br />

97<br />

94<br />

76<br />

0<br />

10 a 29 años 30 a 59 años 60 años y más<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedios simples. Los países consi<strong>de</strong>rados son: Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Brasil, Chile, Ecuador, Honduras, Paraguay, Perú, El Salvador y Uruguay. Los<br />

datos correspon<strong>de</strong>n a 2013, excepto en el caso <strong>de</strong> Honduras (2010).<br />

Capítulo I<br />

44


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

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45


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Capítulo I<br />

46


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Anexo estadístico<br />

Nota metodológica<br />

En este anexo se presentan las mediciones oficiales nacionales <strong>de</strong> pobreza junto con las mediciones <strong>de</strong> la CEPAL que<br />

permiten la comparabilidad regional (véanse en el cuadro I.A1.1 las estimaciones <strong>de</strong> la CEPAL y en el cuadro I.A1.2<br />

las mediciones oficiales nacionales).<br />

A lo largo <strong>de</strong> los años, cada vez más países <strong>de</strong> la región han <strong>de</strong>sarrollado mediciones oficiales nacionales, con<br />

procesos y metodologías a<strong>de</strong>cuadas a sus realida<strong>de</strong>s. La CEPAL reconoce la utilidad y pertinencia <strong>de</strong> estas mediciones<br />

para dar seguimiento al nivel y la evolución <strong>de</strong> la pobreza. Su inclusión en esta publicación apunta a dar mayor visibilidad<br />

a dichas cifras y contribuye a evitar que su ausencia pueda ser interpretada como un cuestionamiento a su fiabilidad.<br />

Ahora bien, las <strong>de</strong>cisiones metodológicas adoptadas en las mediciones nacionales difieren en cada país y,<br />

en consecuencia, no permiten su comparación ni su agregación para estimar el nivel regional. Por ello, la CEPAL<br />

realiza estimaciones que procuran el mayor grado <strong>de</strong> comparabilidad regional posible, manteniendo una estructura<br />

metodológica común para todos ellos. Sus estimaciones se realizan en forma in<strong>de</strong>pendiente a las <strong>de</strong> los países, aun<br />

cuando se utilizan los microdatos <strong>de</strong> las mismas encuestas en las que se basan las mediciones oficiales nacionales.<br />

Atendiendo a que las actuales líneas <strong>de</strong> indigencia y pobreza <strong>de</strong> la CEPAL se basan en parámetros metodológicos<br />

estimados a partir <strong>de</strong> encuestas <strong>de</strong> gastos e ingresos realizadas en promedio hace tres décadas, durante este año<br />

se culminarán los trabajos <strong>de</strong> actualización, a partir <strong>de</strong> las encuestas más recientes <strong>de</strong> cada país, con el objetivo<br />

<strong>de</strong> mejorar la comparabilidad <strong>de</strong> las estimaciones respectivas. Este proceso implica que se actualizarán diversos<br />

parámetros, como la selección <strong>de</strong>l estrato <strong>de</strong> referencia, la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> los bienes que integran la canasta<br />

básica <strong>de</strong> alimentos y su valor, la estimación <strong>de</strong>l coeficiente que relaciona el gasto en productos no alimentarios<br />

con el gasto en alimentos (coeficiente <strong>de</strong> Orshansky) y el tratamiento <strong>de</strong> los ingresos <strong>de</strong> los hogares y las personas.<br />

Cuadro I.A1.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): indicadores <strong>de</strong> pobreza e indigencia,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2001-2014 a<br />

(En porcentajes)<br />

País<br />

Año<br />

Inci<strong>de</strong>ncia<br />

(H)<br />

Pobreza b<br />

Indigencia<br />

Hogares Población Hogares Población<br />

Inci<strong>de</strong>ncia<br />

(H)<br />

Brecha<br />

(PG)<br />

Brecha al<br />

cuadrado<br />

(FGT2)<br />

Inci<strong>de</strong>ncia<br />

(H)<br />

Inci<strong>de</strong>ncia<br />

(H)<br />

Brecha<br />

(PG)<br />

Brecha al<br />

cuadrado<br />

(FGT2)<br />

Argentina c 2004 27,3 34,9 16,0 10,0 11,7 14,9 6,8 4,6<br />

2009 8,1 11,3 4,7 2,9 3,0 3,8 1,9 1,4<br />

2012 3,4 4,3 1,9 1,3 1,7 1,7 1,0 0,8<br />

Bolivia<br />

(Estado Plurinacional <strong>de</strong>)<br />

2002 55,5 62,4 34,4 23,8 31,7 37,1 19,5 13,5<br />

2009 36,3 42,4 19,8 12,7 18,2 22,4 11,0 7,3<br />

2011 31,2 36,3 15,5 9,4 15,6 18,7 8,1 4,9<br />

2013 28,4 32,7 14,3 8,7 13,6 16,8 7,7 4,9<br />

Brasil 2001 30,0 37,5 17,3 10,7 10,0 13,2 5,8 3,8<br />

2009 19,3 24,9 10,5 6,2 5,7 7,0 3,2 2,2<br />

2013 14,1 18,0 7,6 4,7 5,3 5,9 3,1 2,3<br />

2014 12,6 16,5 6,3 3,6 3,9 4,6 2,1 1,4<br />

Chile 2003 15,3 18,7 6,3 3,2 3,9 4,7 1,7 1,0<br />

2009 9,7 11,4 3,9 2,2 3,3 3,6 1,6 1,0<br />

2013 6,5 7,8 2,5 1,3 2,3 2,5 1,0 0,7<br />

Colombia d 2002 42,2 49,7 21,9 12,8 14,3 17,8 6,8 3,7<br />

2010 30,4 37,3 15,2 8,5 9,6 12,3 4,6 2,5<br />

2013 24,8 30,7 11,8 6,4 7,3 9,1 3,3 1,8<br />

2014 23,0 28,6 10,9 5,8 6,5 8,1 3,0 1,7<br />

Costa Rica 2002 18,6 20,3 8,4 5,2 7,7 8,2 3,9 2,7<br />

2010 e 16,0 18,5 6,8 3,8 5,8 6,8 2,7 1,7<br />

2013 e 15,6 17,7 6,9 4,0 6,4 7,2 3,1 1,9<br />

2014 e 16,4 18,6 7,1 4,0 6,7 7,4 2,9 1,8<br />

Capítulo I<br />

47


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Cuadro I.A1.1 (conclusión)<br />

País<br />

Año<br />

Inci<strong>de</strong>ncia<br />

(H)<br />

Pobreza b<br />

Indigencia<br />

Hogares Población Hogares Población<br />

Inci<strong>de</strong>ncia<br />

(H)<br />

Brecha<br />

(PG)<br />

Brecha al<br />

cuadrado<br />

(FGT2)<br />

Inci<strong>de</strong>ncia<br />

(H)<br />

Inci<strong>de</strong>ncia<br />

(H)<br />

Brecha<br />

(PG)<br />

Brecha al<br />

cuadrado<br />

(FGT2)<br />

Ecuador c 2002 42,6 49,0 20,8 11,8 16,3 19,4 6,9 3,7<br />

2010 31,4 37,1 14,2 7,5 11,9 14,2 4,6 2,4<br />

2013 28,2 33,5 11,6 5,7 8,9 10,9 3,2 1,6<br />

2014 25,6 31,0 10,5 5,1 7,8 9,9 2,9 1,3<br />

El Salvador 2001 42,9 48,9 22,7 14,0 18,3 22,1 9,5 5,7<br />

2009 41,8 47,9 19,4 10,5 14,1 17,3 5,7 2,7<br />

2013 35,5 40,9 14,9 7,4 10,1 12,5 3,5 1,5<br />

2014 35,9 41,6 14,6 7,2 10,3 12,5 3,5 1,4<br />

Guatemala 2002 52,8 60,2 27,0 15,4 26,9 30,9 10,7 5,5<br />

2006 46,7 54,8 25,5 15,2 22,7 29,1 11,3 5,8<br />

2014 60,5 67,7 33,1 20,1 38,5 46,1 19,1 10,3<br />

Honduras 2002 70,9 77,3 45,3 31,2 47,1 54,4 26,6 16,2<br />

2010 63,3 69,5 39,3 26,9 39,8 45,9 22,9 14,5<br />

2013 69,0 74,3 43,3 30,2 45,0 50,5 25,5 16,4<br />

México 2002 31,8 39,4 13,9 6,7 9,1 12,6 3,5 1,4<br />

2010 29,3 36,3 12,8 6,3 9,8 13,3 4,1 1,9<br />

2012 29,9 37,1 12,7 6,1 10,4 14,2 4,2 1,8<br />

2014 33,2 41,2 14,2 6,7 12,1 16,3 4,5 1,9<br />

Nicaragua 2001 63,0 69,4 37,1 24,5 36,5 42,5 19,2 12,0<br />

2009 52,0 58,3 26,1 15,2 25,1 29,5 11,7 6,3<br />

Panamá 2002 30,0 36,9 16,8 10,2 14,4 18,6 7,6 4,3<br />

2010 19,3 25,7 10,6 5,9 8,9 12,6 4,6 2,3<br />

2013 17,4 23,1 10,1 6,1 8,7 12,2 5,3 3,1<br />

2014 16,2 21,4 9,6 6,0 8,1 11,5 5,3 3,2<br />

Paraguay 2001 50,7 59,7 28,7 18,0 25,2 31,3 13,7 8,2<br />

2010 48,0 54,8 25,4 15,5 26,0 30,7 12,9 7,6<br />

2013 35,2 40,7 16,6 9,3 16,8 19,2 7,1 3,9<br />

2014 36,9 42,3 17,7 10,1 17,2 20,5 8,0 4,4<br />

Perú 2001 48,7 54,7 24,7 14,5 20,4 24,4 9,6 5,2<br />

2010 f 29,7 34,3 12,7 6,4 8,0 9,5 2,7 1,2<br />

2013 f 21,1 23,9 8,1 3,9 3,8 4,7 1,3 0,5<br />

2014 f 19,8 22,7 7,5 3,5 3,5 4,3 1,1 0,5<br />

República Dominicana 2002 42,2 47,1 20,9 12,6 18,2 20,7 8,8 5,3<br />

2010 38,0 41,4 18,7 11,1 19,2 20,9 8,2 4,6<br />

2013 36,9 40,7 17,7 10,2 18,3 20,2 7,6 4,1<br />

2014 33,5 37,2 15,7 9,1 16,6 17,9 7,0 3,9<br />

Uruguay c 2002 9,3 15,4 4,5 1,9 1,3 2,5 0,6 0,2<br />

2010 5,0 8,6 2,3 0,9 0,7 1,4 0,3 0,1<br />

2013 3,7 5,7 1,6 0,6 0,7 0,9 0,2 0,1<br />

2014 2,9 4,5 1,1 0,5 0,6 0,7 0,2 0,1<br />

Venezuela<br />

(República Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

2002 43,3 48,6 22,1 13,4 19,7 22,2 9,2 5,7<br />

2010 23,7 27,8 9,9 5,3 9,3 10,7 3,9 2,4<br />

2013 g 27,9 32,1 12,1 6,7 8,9 9,8 3,9 2,5<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> h 2002 36,1 43,9 … 14,6 19,2 … … …<br />

2010 23,9 31,1 … 9,1 12,1 … … …<br />

2013 21,6 28,1 … 8,8 11,9 … … …<br />

2014 21,7 28,2 … 8,8 11,8 … … …<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

H = índice <strong>de</strong> recuento; PG = Brecha <strong>de</strong> pobreza; FGT2 = índice <strong>de</strong> Foster, Greer y Thorbecke elevado al cuadrado. Las estimaciones <strong>de</strong> la CEPAL se orientan a<br />

buscar el mayor grado <strong>de</strong> comparabilidad regional posible, con el fin <strong>de</strong> mantener una estructura metodológica común para todos los países, la que se alimenta<br />

con los datos <strong>de</strong> las mismas encuestas utilizadas en las mediciones oficiales nacionales.<br />

b<br />

Se incluyen los hogares (o personas) en situación <strong>de</strong> indigencia o pobreza extrema.<br />

c<br />

Áreas urbanas.<br />

d<br />

Cifras <strong>de</strong>l Departamento Administrativo Nacional <strong>de</strong> Estadística (DANE) <strong>de</strong> Colombia.<br />

e<br />

Cifras no comparables con los <strong>de</strong> años anteriores, <strong>de</strong>bido al cambio <strong>de</strong>l criterio <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong>l agregado <strong>de</strong> ingresos.<br />

f<br />

Cifras <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística e Informática (INEI) <strong>de</strong>l Perú, no comparables con las <strong>de</strong> años anteriores.<br />

g<br />

Cifras <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística (INE) <strong>de</strong> la República Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela, no comparables con las <strong>de</strong> años anteriores.<br />

h<br />

Estimación sobre los 18 países incluidos en el cuadro más Haití.<br />

Capítulo I<br />

48


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

País<br />

Cuadro I.A1.2<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tasas <strong>de</strong> pobreza e indigencia oficiales<br />

según área geográfica, últimos dos años disponibles<br />

(En porcentajes <strong>de</strong> personas)<br />

Año<br />

Pobreza<br />

Indigencia<br />

Nacional Urbana Rural Nacional Urbana Rural<br />

Argentina 2012 a ... 5,4 ... ... 1,5 ...<br />

2013 b ... 4,7 ... ... 1,4 ...<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) 2012 43,4 34,7 61,2 21,8 12,2 41,2<br />

2013 39,1 29 59,9 18,8 9,2 38,8<br />

Brasil c 2013 7,8 ... ... 3,1 ... ...<br />

2014 7,0 ... ... 2,5 ... ...<br />

Chile 2011 22,2 19,9 37,7 8,1 7,2 14,5<br />

2013 14,4 12,4 27,9 4,5 3,8 9,6<br />

Colombia 2013 30,6 26,9 42,8 9,1 6 19,1<br />

2014 28,5 24,6 41,4 8,1 5,1 18,0<br />

Costa Rica d 2013 20,7 18,2 27,8 6,4 5,1 10,1<br />

2014 22,4 19,5 30,3 6,7 5,2 10,6<br />

Ecuador 2013 25,6 17,6 42,0 8,6 4,4 17,4<br />

2014 22,5 16,4 35,3 7,7 4,5 14,3<br />

El Salvador d 2013 29,6 26,2 36,0 7,1 5,7 9,8<br />

2014 31,8 28,5 37,9 7,6 5,7 10,9<br />

Guatemala 2011 53,7 35,0 71,4 13,3 5,1 21,1<br />

2014 59,3 42,1 76,1 23,4 11,2 35,3<br />

Honduras d 2013 64,5 60,4 68,5 42,6 29 55,6<br />

2014 62,8 61,0 65,0 39,7 29,8 51,8<br />

México e 2012 51,6 48,3 62,8 20 16,2 32,7<br />

2014 53,2 50,5 62,4 20,6 17,1 31,9<br />

Nicaragua 2009 42,5 26,6 63,3 14,6 5,6 26,6<br />

2014 29,6 14,8 50,1 8,3 2,4 16,3<br />

Panamá 2013 f 26,2 14,2 49,7 11,1 3,1 26,7<br />

2014 f 25,8 13,8 49,7 11,0 3,3 26,3<br />

Paraguay 2013 23,8 17,0 33,8 10,1 5,1 17,6<br />

2014 22,6 16,2 32,0 10,5 4,6 19,2<br />

Perú 2013 23,9 16,1 48,0 4,7 1,0 16,0<br />

2014 22,7 15,3 46,0 4,3 1,0 14,6<br />

República Dominicana 2013 41,8 37,9 49,9 9,8 8 13,5<br />

2014 35,5 30,9 44,8 7,2 5,4 10,8<br />

Uruguay 2013 11,5 12,0 3,0 0,5 0,5 0,1<br />

2014 9,7 10,1 3,0 0,3 0,3 0,0<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) 2012 25,4 ... ... 7,1 ... ...<br />

2013 32,1 ... ... 9,8 ... ...<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países. Argentina: Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística<br />

y Censos (INDEC); Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>): Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística (INE)/Unidad <strong>de</strong> Análisis <strong>de</strong> Políticas Económicas (UDAPE); Brasil:<br />

Ministério <strong>de</strong> Desenvolvimento <strong>Social</strong> e Combate à Fome (MDS); Chile: Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>; Colombia: Departamento Nacional <strong>de</strong> Planeación (DNP);<br />

Costa Rica: Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística y Censos (INEC); Ecuador: Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística y Censos (INEC); El Salvador: Dirección General<br />

<strong>de</strong> Estadística y Censos (DIGESTYC); Guatemala: Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística (INE); Honduras: Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística (INE); México:<br />

Consejo Nacional <strong>de</strong> Evaluación <strong>de</strong> la Política <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (CONEVAL); Nicaragua: Instituto Nacional <strong>de</strong> Información <strong>de</strong> Desarrollo (INIDE); Panamá:<br />

Ministerio <strong>de</strong> Economía y Finanzas (MEF); Paraguay: Dirección General <strong>de</strong> Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC); Perú: Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística<br />

e Informática (INEI); República Dominicana: Ministerio <strong>de</strong> Economía, Planificación y Desarrollo; Uruguay: Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística (INE); Venezuela<br />

(República Bolivariana <strong>de</strong>): Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística (INE).<br />

a<br />

Total urbano, segundo semestre.<br />

b<br />

Total urbano, primer semestre.<br />

c<br />

En el Brasil no existe una medición oficial <strong>de</strong> pobreza. Se utilizan como referencia las estimaciones <strong>de</strong>l MDS.<br />

d<br />

Estimación <strong>de</strong> pobreza e indigencia por hogares.<br />

e<br />

Las cifras <strong>de</strong> pobreza correspon<strong>de</strong>n a la medición efectuada empleando la línea <strong>de</strong> bienestar, en tanto que las cifras <strong>de</strong> indigencia hacen referencia al bienestar mínimo.<br />

f<br />

Encuesta <strong>de</strong> Mercado Laboral, marzo <strong>de</strong> 2013 y marzo <strong>de</strong> 2014.<br />

Capítulo I<br />

49


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Cuadro I.A1.3<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): distribución <strong>de</strong>l ingreso<br />

<strong>de</strong> los hogares, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2001-2014 a<br />

Indicadores <strong>de</strong> concentración<br />

País<br />

Año<br />

Coeficiente <strong>de</strong> Gini b<br />

Índice <strong>de</strong> Atkinson<br />

Índice <strong>de</strong> Theil<br />

(ε=0,5) (ε=1,0) (ε=1,5)<br />

Argentina c 2004 0,578 0,720 0,276 0,452 0,582<br />

2009 0,510 0,549 0,219 0,377 0,509<br />

2014 0.470 0.444 0.185 0.325 0.444<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) 2002 0,614 0,775 0,322 0,553 0,732<br />

2009 0,508 0,511 0,223 0,413 0,594<br />

2013 0,491 0,459 0,206 0,388 0,568<br />

Brasil 2001 0,639 0,914 0,340 0,536 0,665<br />

2009 0,576 0,716 0,277 0,455 0,586<br />

2014 0,548 0,646 0,253 0,421 0,548<br />

Chile 2003 0,552 0,674 0,257 0,418 0,535<br />

2009 0,524 0,585 0,231 0,384 0,501<br />

2013 0,509 0,537 0,217 0,363 0,475<br />

Colombia 2002 0,567 0,672 0,268 0,447 0,579<br />

2010 d 0,557 0,627 0,257 0,436 0,571<br />

2014 d 0,535 0,572 0,238 0,408 0,541<br />

Costa Rica 2002 0,488 0,440 0,193 0,349 0,491<br />

2010 e 0,492 0,455 0,198 0,352 0,484<br />

2014 e 0,505 0,462 0,206 0,370 0,507<br />

Ecuador c 2002 0,513 0,563 0,222 0,370 0,484<br />

2010 0,485 0,471 0,195 0,335 0,445<br />

2014 0,447 0,401 0,167 0,290 0,390<br />

El Salvador 2001 0,525 0,527 0,232 0,423 0,599<br />

2009 0,478 0,440 0,189 0,333 0,449<br />

2014 0,436 0,356 0,157 0,281 0,385<br />

Guatemala 2002 0,542 0,583 0,239 0,401 0,515<br />

2006 0,585 0,773 0,291 0,467 0,590<br />

2014 0,553 0,728 0,265 0,422 0,534<br />

Honduras 2002 0,588 0,719 0,288 0,476 0,608<br />

2010 0,572 0,624 0,271 0,474 0,626<br />

2013 0,564 0,623 0,265 0,465 0,625<br />

México 2002 0,514 0,521 0,218 0,372 0,485<br />

2010 0,481 0,458 0,192 0,335 0,448<br />

2014 0,491 0,534 0,207 0,342 0,443<br />

Nicaragua 2001 0,579 0,782 0,288 0,469 0,615<br />

2009 0,478 0,437 0,189 0,337 0,462<br />

Panamá 2002 0,567 0,616 0,266 0,465 0,616<br />

2010 0,528 0,540 0,232 0,411 0,555<br />

2014 0,519 0,513 0,227 0,415 0,580<br />

Paraguay 2001 0,558 0,673 0,265 0,450 0,606<br />

2010 0,533 0,666 0,248 0,416 0,557<br />

2014 0,536 0,673 0,251 0,412 0,539<br />

Perú 2001 0,525 0,556 0,231 0,397 0,526<br />

2010 0,458 0,399 0,174 0,311 0,424<br />

2014 0,439 0,355 0,160 0,293 0,408<br />

República Dominicana 2002 0,537 0,569 0,236 0,404 0,536<br />

2010 0,554 0,603 0,253 0,433 0,572<br />

2014 0,519 0,482 0,217 0,390 0,532<br />

Uruguay c 2002 0,455 0,385 0,169 0,300 0,406<br />

2010 0,422 0,327 0,145 0,262 0,359<br />

2014 0,379 0,253 0,117 0,218 0,306<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) 2002 0,500 0,456 0,201 0,361 0,501<br />

2010 0,394 0,264 0,123 0,233 0,337<br />

2013 0,407 0,286 0,131 0,246 0,353<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Calculados a partir <strong>de</strong> la distribución <strong>de</strong>l ingreso per cápita <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong>l país.<br />

b<br />

Incluye las personas con ingreso igual a cero.<br />

c,<br />

Total urbano.<br />

d<br />

Cifras no comparables con las <strong>de</strong> años anteriores, <strong>de</strong>bido al cambio <strong>de</strong>l criterio <strong>de</strong> elaboración <strong>de</strong>l agregado <strong>de</strong> ingresos.<br />

e<br />

Cifras no comparables con las <strong>de</strong> años anteriores, <strong>de</strong>bido al cambio <strong>de</strong> la encuesta utilizada.<br />

Capítulo I<br />

50


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Países<br />

Cuadro I.A1.4<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (17 países): indicadores <strong>de</strong> logro educativo por países<br />

y quintiles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 1997 y 2013<br />

Secundaria completa<br />

(en porcentajes <strong>de</strong> la población<br />

<strong>de</strong> 15 a 24 años)<br />

Argentina a 1997 2012 Variación<br />

absoluta b<br />

Terciaria completa o incompleta<br />

(en porcentajes <strong>de</strong> la población<br />

<strong>de</strong> 25 años o más)<br />

Variación 1997 2012 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Escolaridad media <strong>de</strong> la población<br />

económicamente activa (PEA)<br />

(en años <strong>de</strong> escolaridad)<br />

Variación 1997 2012 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 13,8 51,5 2,5 18,2 2,3 10,5 0,55 23,8 7,4 9,5 0,14 1,9<br />

Quintil V 84,3 83,9 -0,03 -0,03 45,3 53,1 0,52 1,15 13,1 13,9 0,05 0,41<br />

Brecha entre quintiles d 83,6 38,6 -3,0 -3,59 94,9 80,2 -0,98 -1,03 43,5 31,7 -0,79 -1,82<br />

Bolivia<br />

(Estado Plurinacional <strong>de</strong>)<br />

1997 2011 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1997 2011 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1997 2011 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 11,5 44,6 2,4 20,6 0,7 4,5 0,3 38,8 3,5 5,3 0,13 3,7<br />

Quintil V 65,0 77,3 0,9 1,4 31,2 46,4 1,1 3,48 10,1 11,6 0,11 1,06<br />

Brecha entre quintiles d 82,3 42,3 -2,9 -3,47 97,8 90,3 -0,53 -0,54 65,3 54,3 -0,79 -1,21<br />

Brasil 1996 2013 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1996 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1996 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 4,4 33,6 1,7 39,0 0,6 3,5 0,2 28,4 2,8 5,9 0,18 6,5<br />

Quintil V 59,1 88,5 1,7 2,9 27,9 43,6 0,9 3,31 9,9 11,7 0,11 1,07<br />

Brecha entre quintiles d 92,6 62,0 -1,8 -1,94 97,8 92,0 -0,35 -0,35 71,7 49,6 -1,30 -1,82<br />

Chile 1996 2013 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1996 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1996 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 27,7 73,9 2,7 9,8 2,7 7,9 0,3 11,3 7,5 9,8 0,14 1,8<br />

Quintil V 87,7 93,9 0,4 0,4 43,6 57,6 0,8 1,89 12,8 13,9 0,06 0,51<br />

Brecha entre quintiles d 68,4 21,3 -2,8 -4,05 93,8 86,3 -0,44 -0,47 41,4 29,5 -0,70 -1,69<br />

Colombia 1997 2013 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 18,9 39,8 1,3 6,9 1,0 3,3 0,1 14,4 4,3 5,7 0,09 2,0<br />

Quintil V 75,6 92,2 1,0 1,4 33,8 50,9 1,1 3,16 10,8 12,5 0,11 0,98<br />

Brecha entre quintiles d 75,0 56,8 -1,1 -1,51 97,0 93,5 -0,22 -0,23 60,2 54,4 -0,36 -0,60<br />

Costa Rica 1997 2013 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 12,6 33,1 1,3 10,2 2,2 3,6 0,1 4,0 5,4 6,6 0,08 1,4<br />

Quintil V 60,1 88,1 1,8 2,9 38,3 58,5 1,3 3,30 10,7 12,8 0,13 1,2<br />

Brecha entre quintiles d 79,0 62,4 -1,0 -1,31 94,3 93,8 -0,03 -0,03 49,5 48,4 -0,07 -0,14<br />

Ecuador a 1997 2013 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 38,6 49,2 0,7 1,7 7,0 6,2 -0,1 -0,7 7,4 8,0 0,04 0,5<br />

Quintil V 74,0 93,3 1,2 1,6 43,3 53,2 0,6 1,43 12,5 13,8 0,08 0,65<br />

Brecha entre quintiles d 47,8 47,3 -0,04 -0,07 83,8 88,3 0,28 0,34 40,8 42,0 0,08 0,19<br />

El Salvador 1997 2013 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 7,2 17,7 0,7 9,1 0,2 0,8 0,04 18,8 2,7 4,8 0,13 4,9<br />

Quintil V 62,4 74,9 0,8 1,3 26,4 34 0,5 1,80 10,1 11,1 0,06 0,62<br />

Brecha entre quintiles d 88,5 76,4 -0,8 -0,85 99,2 97,6 -0,10 -0,10 73,3 56,8 -1,03 -1,41<br />

Guatemala 1989 2006 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1989 2006 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1989 2006 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 2,0 2,8 0,0 2,4 0,3 0,2 -0,01 -2,0 1,6 2,1 0,03 1,8<br />

Quintil V 40,4 60,0 1,2 2,9 25,4 34,6 0,5 2,13 7,3 9,0 0,10 1,37<br />

Brecha entre quintiles d 95,0 95,3 0,02 0,02 98,8 99,4 0,04 0,04 78,1 76,7 -0,08 -0,11<br />

Honduras 1997 2010 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1997 2010 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1997 2010 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Quintil I 3,2 8,1 0,4 11,8 1,2 1,6 0,03 2,6 2,9 3,6 0,05 1,9<br />

Quintil V 46,2 63,6 1,3 2,9 36,0 45,5 0,7 2,03 8,3 9,9 0,12 1,48<br />

Brecha entre quintiles d 93,1 87,3 -0,4 -0,48 96,7 96,5 -0,01 -0,01 65,1 63,6 -0,11 -0,17<br />

Capítulo I<br />

51


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Cuadro I.A1.4 (conclusión)<br />

Países<br />

Secundaria completa<br />

(en porcentajes <strong>de</strong> la población<br />

<strong>de</strong> 15 a 24 años)<br />

México 1996 2012 Variación<br />

absoluta b<br />

Terciaria completa o incompleta<br />

(en porcentajes <strong>de</strong> la población<br />

<strong>de</strong> 25 años o más)<br />

Variación 1996 2012 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Escolaridad media <strong>de</strong> la población<br />

económicamente activa (PEA)<br />

(en años <strong>de</strong> escolaridad)<br />

Variación 1996 2012 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 3,0 19,4 1,0 34,2 0,3 1,9 0,1 33,3 4,0 6,0 0,13 3,1<br />

Quintil V 52,9 74,5 1,4 2,6 30,1 42,7 0,8 2,62 10,0 12,5 0,16 1,56<br />

Brecha entre quintiles d 94,3 74,0 -1,3 -1,35 99,0 95,6 -0,22 -0,22 60,0 52,0 -0,50 -0,83<br />

Nicaragua 1998 2009 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1998 2009 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1998 2009 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 4,0 17,2 1,2 30,0 1,1 0,7 -0,04 -3,3 2,8 4,0 0,11 3,9<br />

Quintil V 38,4 59,5 1,9 5,0 24,8 33,0 0,7 3,01 8,3 9,8 0,14 1,64<br />

Brecha entre quintiles d 89,6 71,1 -1,7 -1,88 95,6 97,9 0,21 0,22 66,3 59,2 -0,64 -0,97<br />

Panamá a 1997 2013 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 37,2 42,2 0,3 0,8 4,9 7,1 0,1 2,8 8,1 8,9 0,05 0,6<br />

Quintil V 79,8 88,7 0,6 0,7 53,1 62,0 0,6 1,05 13,8 14,6 0,05 0,36<br />

Brecha entre quintiles d 53,4 52,4 -0,1 -0,11 90,8 88,5 -0,14 -0,15 41,3 39,0 -0,14 -0,34<br />

Paraguay a 1996 2013 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1996 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1996 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 8,9 51,5 2,5 28,2 0,5 6,1 0,3 65,9 5,3 7,9 0,15 2,9<br />

Quintil V 60,4 87,9 1,6 2,7 32,7 54,3 1,3 3,89 10,9 13,2 0,14 1,24<br />

Brecha entre quintiles d 85,3 41,4 -2,6 -3,03 98,5 88,8 -0,57 -0,58 51,4 40,2 -0,66 -1,29<br />

Perú 1997 2013 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 6,8 55,1 3,0 44,4 0,9 4,5 0,2 25,0 3,7 5,7 0,13 3,4<br />

Quintil V 47,6 95,4 3,0 6,3 41,0 54,5 0,8 2,06 10,4 13,0 0,16 1,56<br />

Brecha entre quintiles d 85,7 42,2 -2,7 -3,17 97,8 91,7 -0,38 -0,39 64,4 56,2 -0,52 -0,80<br />

Uruguay a 1997 2013 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 11,8 13,2 0,1 0,7 1,1 3,3 0,1 12,5 6,9 7,5 0,04 0,5<br />

Quintil V 64,7 74,6 0,6 1,0 28,7 50,7 1,4 4,79 11,5 13,3 0,11 0,98<br />

Brecha entre quintiles d 81,8 82,3 0,03 0,04 96,2 93,5 -0,17 -0,17 40,0 43,6 0,23 0,56<br />

Venezuela<br />

(República Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

1997 2013 Variación<br />

absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Variación 1997 2013 Variación<br />

relativa c absoluta b<br />

Quintil I 21,8 56,4 2,2 9,9 3,9 12,7 0,6 14,1 6,4 8,0 0,10 1,6<br />

Quintil V 63,8 86,4 1,4 2,2 33,7 46,0 0,8 2,28 10,8 11,7 0,06 0,52<br />

Brecha entre quintiles d 65,8 34,7 -1,9 -2,95 88,4 72,4 -1,00 -1,13 40,7 31,6 -0,57 -1,40<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Variación<br />

relativa c<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Áreas urbanas.<br />

b<br />

Diferencia absoluta entre los valores <strong>de</strong> la medición final y los <strong>de</strong> la medición inicial, dividida por el números <strong>de</strong> años transcurridos entre las dos mediciones.<br />

c<br />

Variación relativa entre la medición final y la inicial, multiplicada por 100 y dividida por el número <strong>de</strong> años <strong>de</strong>l período.<br />

d<br />

Distancia relativa que separa al quintil I <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> logro medio <strong>de</strong>l quintil V, en valores anualizados. Como primer paso, se expresa el valor <strong>de</strong> logro en el<br />

quintil I (LQI) como proporción <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> logro en el quintil V (LQV). Luego, se estima la brecha mediante la siguiente fórmula: (1-(LQI/LQV))*100. La brecha<br />

relativa anualizada se calcula con la fórmula (1-(LQI/LQV))*100/AT, don<strong>de</strong> AT representa los años transcurridos entre ambas mediciones.<br />

Capítulo I<br />

52


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Países<br />

Cuadro I.A1.5<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (16 países): evolución <strong>de</strong> las privaciones vinculadas a servicios básicos y materiales <strong>de</strong> la vivienda,<br />

por países, zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia y quintiles <strong>de</strong> ingreso, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2001 y 2013<br />

(En porcentajes <strong>de</strong> población)<br />

Privaciones en servicios básicos<br />

(agua, saneamiento y electricidad) a<br />

Viviendas con materiales precarios b<br />

Zonas rurales Zonas urbanas Zonas rurales Zonas urbanas<br />

Argentina 2002 2012 2002 2012 2005 2012 2005 2012<br />

Quintil I … … 1,8 0,7 … … 5,4 3,6<br />

Quintil V … … 0,1 0,1 … … 0,4 0,42<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) 2002 2011 2002 2011 2003 2011 2003 2011<br />

Quintil I 75,4 70,9 17,0 8,1 88,4 73,9 33,6 16,7<br />

Quintil V 52,5 41,4 4,0 3,9 51,8 31,1 5,4 3,9<br />

Brasil 2002 2013 2002 2013 2005 2013 2005 2013<br />

Quintil I 48,5 32,0 17,7 9,4 7,8 5,6 0,9 1,1<br />

Quintil V 14,4 9,6 3,1 2,8 0,7 0,8 0,1 0,3<br />

Chile 2000 2013 2000 2013 2003 2013 2003 2013<br />

Quintil I 57,9 19,9 4,5 1,2 8,0 0,6 1,4 0,2<br />

Quintil V 33,2 10,2 0,2 0,1 1,5 0,2 0,1 0,0<br />

Colombia 1999 2013 1999 2013 2008 2013 2008 2013<br />

Quintil I 29,4 28,9 3,7 6,8 33,9 29,6 12,2 10,1<br />

Quintil V 17,6 12,0 0,2 0,7 4,1 4,4 0,3 0,2<br />

Costa Rica 2002 2013 2002 2013 2005 2013 2005 2013<br />

Quintil I 12,6 4,4 1,8 0,7 10,1 4,2 5,1 2,9<br />

Quintil V 2,2 0,6 0,1 0,0 3,6 1,4 1,0 2,5<br />

Ecuador 2002 2013 2002 2013 2005 2013 2005 2013<br />

Quintil I … … 16,0 12,4 … … 18,3 12,0<br />

Quintil V … … 1,9 1,9 … … 1,2 1,7<br />

El Salvador 2001 2013 2001 2013 2004 2013 2004 2013<br />

Quintil I 69,9 55,4 36,2 51,9 59,1 49,3 24,8 27,9<br />

Quintil V 31,0 36,8 5,6 9,1 11,9 12,2 2,7 1,8<br />

Guatemala 1998 2006 1998 2006 2000 2006 2000 2006<br />

Quintil I 83,8 63,0 36,3 23,1 79,1 76,2 49,1 58,6<br />

Quintil V 60,1 21,2 2,5 1,5 27,2 16,7 7,5 2,0<br />

Honduras 2002 2010 2002 2010 2006 2010 2006 2010<br />

Quintil I 86,6 70,3 28,1 8,3 67,4 61,8 28,1 14,8<br />

Quintil V 40,5 19,1 3,3 1,4 12,1 8,5 1,8 1,8<br />

México 2002 2012 2002 2012 2004 2012 2004 2012<br />

Quintil I 38,4 15,9 5,0 4,9 41,3 14,7 17,5 8,9<br />

Quintil V 7,0 4,4 0,1 0,3 4,5 2,3 1,7 0,4<br />

Nicaragua 2001 2009 2001 2009 2005 2009 2005 2009<br />

Quintil I 90,4 83,5 39,5 18,1 71,8 71,4 48,9 42,1<br />

Quintil V 66,1 67,3 5,3 5,7 33,4 38,5 9,2 10,1<br />

Paraguay 2001 2013 2001 2013 2005 2013 2005 2013<br />

Quintil I 78,3 26,6 51,6 30,1 54,9 42,0 21,0 10,1<br />

Quintil V 32,4 13,8 22,2 24,6 12,7 4,7 1,2 0,6<br />

Perú 2001 2013 2001 2013 2003 2013 2003 2013<br />

Quintil I 89,8 42,4 39,0 11,1 94,7 87,2 53,1 48,0<br />

Quintil V 64,6 22,5 7,9 2,4 48,5 30,8 6,1 4,1<br />

República Dominicana 2002 2013 2002 2013 2006 2013 2006 2013<br />

Quintil I 60,8 48,0 20,1 23,7 10,8 9,2 2,7 2,0<br />

Quintil V 34,5 32,0 5,9 9,0 2,5 1,2 0,5 0,7<br />

Uruguay 2007 2013 2007 2013 2007 2013 2007 2013<br />

Quintil I 19,4 6,4 7,8 8,5 12,8 5,1 4,0 2,8<br />

Quintil V 12,2 2,6 0,9 0,6 3,8 2,7 0,2 0,2<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Se consi<strong>de</strong>ra que la población sufre privaciones cuando habita en hogares que no cuentan con al menos dos servicios.<br />

b<br />

Se consi<strong>de</strong>ran viviendas con materiales precarios aquellas cuyo piso, pare<strong>de</strong>s exteriores o techo fueron construidos con elementos naturales o rudimentarios.<br />

Capítulo I<br />

53


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Cuadro I.A1.6<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (15 países): indicadores <strong>de</strong> acceso a las nuevas tecnologías <strong>de</strong> la información<br />

y las comunicaciones, por países y quintiles <strong>de</strong> ingreso,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2008 y 2013 a<br />

(En porcentajes <strong>de</strong> población)<br />

Población con acceso a computadora en el hogar<br />

Año 2008 BOL BRA CHL COL CRI ECU ELS GTM HND MEX PRY PER RDO URY VEN<br />

Quintil I … 5,4 27,3 2,2 12,7 … 0,3 … 0,7 2,1 1,6 0,3 2,4 23,5 3,7<br />

Quintil V … 70,5 80,8 57,6 76,7 … 37,3 … 26,5 47,3 44,6 45,2 32,5 67,5 39,9<br />

Total … 32,2 50,7 21,2 39,2 … 11,0 … 7,4 20,8 15,2 14,6 12,8 41,3 17,6<br />

Año 2013 BOL BRA CHL COL CRI ECU ELS GTM HND MEX PRY PER RDO URY VEN<br />

Quintil I … 21,1 46,9 7,8 24,0 … 2,6 … 1,2 5,3 5,2 5,0 13,6 76,8 26,3<br />

Quintil V … 80,8 86,4 73,0 87,9 … 57,1 … 45,0 65,9 66,5 61,9 51,4 83,5 62,1<br />

Total … 51,6 64,1 37,3 53,9 … 23,8 … 13,9 31,2 33,9 32,9 25,5 76,4 43,9<br />

Población con conexión a Internet en el hogar<br />

Año 2008 BOL BRA CHL COL CRI ECU ELS GTM HND MEX PRY PER RDO URY VEN<br />

Quintil I 0,2 2,5 10,6 0,8 2,6 1,8 0,0 0,1 0,1 0,7 0,3 0,0 … 3,7 1,1<br />

Quintil V 12,5 61,9 67,3 40,5 52,8 43,9 18,5 7,9 6,2 40,9 25,1 25,7 … 56,5 24,9<br />

Total 3,6 24,4 32,7 12,3 18,8 14,7 4,3 1,7 1,4 13,8 6,4 6,6 … 22,8 9,0<br />

Año 2013 BOL BRA CHL COL CRI ECU ELS GTM HND MEX PRY PER RDO URY VEN<br />

Quintil I 2,2 14,9 36,9 4,9 24,0 7,0 0,8 0,4 0,4 3,0 4,1 1,6 … 25,9 11,1<br />

Quintil V 34,4 76,0 83,9 66,3 82,2 65,3 39,2 30,7 30,2 59,0 59,6 56,1 … 81,4 53,6<br />

Total 13,8 44,6 58,0 31,2 49,1 29,9 13,3 7,8 7,8 25,2 28,5 24,2 … 57,1 31,5<br />

Población con acceso a celular en el hogar<br />

Año 2008 BOL BRA CHL COL CRI ECU ELS GTM HND MEX PRY PER RDO URY VEN<br />

Quintil I 35,6 57,1 90,1 33,5 48,1 62,5 68,4 … 14,4 28,2 75,3 7,1 48,4 86,2 37,7<br />

Quintil V 88,6 92,3 96,4 46,2 92,5 93,0 91,6 … 73,4 82,0 96,8 76,7 76,8 89,2 50,7<br />

Total 68,4 78,0 92,7 40,6 71,3 80,3 82,5 … 42,7 57,9 88,9 44,7 63,1 86,4 44,6<br />

Año 2013 BOL BRA CHL COL CRI ECU ELS GTM HND MEX PRY PER RDO URY VEN<br />

Quintil I 76,5 84,4 97,5 87,0 93,0 81,9 89,4 … 65,2 52,2 91,2 67,6 76,2 81,1 36,3<br />

Quintil V 97,9 96,5 98,9 98,0 98,4 95,7 97,6 … 95,1 91,3 98,1 94,5 92,7 89,3 39,3<br />

Total 91,6 91,9 97,8 94,3 95,7 90,4 94,8 … 83,2 76,4 95,6 86,1 83,8 83,6 39,1<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los datos correspon<strong>de</strong>n a los años mencionados, excepto en los casos <strong>de</strong> Chile (2009 y 2013), Costa Rica (2009 y 2013), el Ecuador (2010 y 2013), Guatemala (2006<br />

y 2011), Honduras (2006 y 2010), México (2008 y 2012), el Perú (2007 y 2013) y la República Dominicana (2007 y 2013). En el caso específico <strong>de</strong>l acceso a celular,<br />

los datos <strong>de</strong>l Brasil correspon<strong>de</strong>n a 2008 y 2012.<br />

Capítulo I<br />

54


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Cuadro I.A1.7<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (9 países): población que <strong>de</strong>clara no utilizar Internet, por países,<br />

quintiles <strong>de</strong> ingreso y grupos <strong>de</strong> edad, 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

Población total BOL BRA CHL ECU ELS HND PRY PER URY<br />

Quintil I 87 69 52 75 92 98 89 89 55<br />

Quintil II 74 56 50 69 87 96 76 74 48<br />

Quintil III 62 48 47 62 80 92 67 63 45<br />

Quintil IV 53 49 40 55 72 84 51 52 39<br />

Quintil V 41 29 21 39 52 62 38 39 26<br />

Total 63 49 42 60 76 86 63 63 42<br />

10 a 29 años BOL BRA CHL ECU ELS HND PRY PER URY<br />

Quintil I 74 56 24 54 87 97 81 77 37<br />

Quintil II 52 35 18 45 77 94 63 50 20<br />

Quintil III 39 21 14 36 66 86 48 36 13<br />

Quintil IV 28 13 10 30 54 74 31 23 8<br />

Quintil V 18 5 3 14 30 48 18 13 2<br />

Total 42 29 14 37 64 80 48 40 19<br />

30 a 59 años BOL BRA CHL ECU ELS HND PRY PER URY<br />

Quintil I 94 83 72 92 98 98 96 97 77<br />

Quintil II 86 69 62 86 97 97 84 89 61<br />

Quintil III 77 57 53 78 92 95 79 78 46<br />

Quintil IV 61 47 42 65 84 90 62 64 32<br />

Quintil V 44 22 19 39 58 66 44 42 14<br />

Total 70 53 47 69 84 88 71 71 43<br />

60 años o más BOL BRA CHL ECU ELS HND PRY PER URY<br />

Quintil I 99 93 96 99 100 100 99 100 98<br />

Quintil II 99 97 95 99 100 99 100 99 95<br />

Quintil III 97 96 91 99 99 99 98 98 93<br />

Quintil IV 96 94 85 94 98 99 95 95 85<br />

Quintil V 77 70 56 79 87 92 84 77 61<br />

Total 92 87 84 92 96 98 95 92 82<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Los datos <strong>de</strong> Honduras correspon<strong>de</strong>n a 2010.<br />

Capítulo I<br />

55


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Capítulo II<br />

Ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>l gasto social frente<br />

al ciclo económico: la importancia<br />

<strong>de</strong> mantener el financiamiento<br />

<strong>de</strong> la política social<br />

Introducción<br />

A. Ten<strong>de</strong>ncias recientes y <strong>de</strong> largo plazo en el gasto público social<br />

1. Ten<strong>de</strong>ncias recientes en el gasto social<br />

2. La evolución <strong>de</strong> largo plazo <strong>de</strong>l gasto social en los países<br />

3. La evolución <strong>de</strong>l gasto social sectorial<br />

B. Financiamiento <strong>de</strong>l gasto público social en un contexto <strong>de</strong> crecimiento<br />

que impone restricciones<br />

1. Carga tributaria en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: recaudación directa e indirecta,<br />

y contribuciones sociales<br />

2. Impacto fiscal <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong>l superciclo <strong>de</strong> los productos básicos<br />

C. A modo <strong>de</strong> conclusión<br />

Bibliografía<br />

Anexo II.A1<br />

Capítulo II<br />

57


Introducción<br />

Después <strong>de</strong> la recuperación que registró la economía mundial en 2010, su dinamismo fue mermando: en 2011 la<br />

tasa <strong>de</strong> crecimiento mundial bajó a un 2,8% y en los años siguientes fue aún menor. Aunque 2014 parecía haber<br />

marcado un punto <strong>de</strong> inflexión, en <strong>2015</strong> nuevamente la economía mostró un débil <strong>de</strong>sempeño. La ten<strong>de</strong>ncia a un<br />

crecimiento bajo persistiría en el mediano plazo (véase CEPAL, 2016a).<br />

En <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, ya en 2012 y 2013 se percibió el efecto <strong>de</strong>l menor dinamismo <strong>de</strong> la economía, pues se<br />

produjo un estancamiento <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> reducción <strong>de</strong> la pobreza (véase CEPAL, 2014a). Ello se asoció también<br />

al fin <strong>de</strong>l superciclo <strong>de</strong> precios <strong>de</strong> los productos básicos, una mayor presión inflacionaria y una disminución <strong>de</strong><br />

la capacidad <strong>de</strong> generación y formalización <strong>de</strong>l empleo hacia 2013. Luego <strong>de</strong> la recuperación <strong>de</strong> la economía<br />

regional en 2010 y 2011, el crecimiento <strong>de</strong>l producto interno bruto (PIB) <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe alcanzó un<br />

2,8% en 2012, cifra que, si bien es más baja que la <strong>de</strong> los dos años anteriores, reflejó un mejor <strong>de</strong>sempeño que el<br />

promedio mundial, gracias a que la expansión <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda interna contribuyó a contrarrestar la disminución <strong>de</strong>l<br />

aporte <strong>de</strong> las exportaciones (CEPAL, 2011). En 2013 la economía <strong>de</strong> la región volvió a crecer a una tasa similar a la<br />

<strong>de</strong>l año anterior, pero en 2014 la tasa <strong>de</strong> crecimiento regional se <strong>de</strong>terioró, llegando al 0,9%, y en <strong>2015</strong> el PIB <strong>de</strong><br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe registró un crecimiento negativo (-0,5%), en tanto que se espera que en 2016 la tasa <strong>de</strong><br />

crecimiento sea <strong>de</strong>l -0,8% (CEPAL, 2016a).<br />

El actual escenario económico mundial, más complejo e incierto que el <strong>de</strong> los años anteriores y que, al menos en<br />

el corto plazo, será menos favorable para la región, plantea el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> asegurar los avances en materia <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />

social alcanzados en el último <strong>de</strong>cenio y no postergar las asignaturas pendientes en ámbitos en que el progreso ha<br />

sido insuficiente: reducir e incluso erradicar la pobreza en sus múltiples dimensiones, disminuir la <strong>de</strong>sigualdad en<br />

todas sus manifestaciones, ampliar la protección social mediante mejores políticas sociales, promover el empleo<br />

productivo y el trabajo <strong>de</strong>cente, lograr la cobertura universal en salud <strong>de</strong> calidad y avanzar en la calidad y alcance<br />

en todos los niveles <strong>de</strong> la educación más allá <strong>de</strong>l nivel primario, entre otros retos (véase CEPAL, <strong>2015</strong>b).<br />

Ciertamente, los márgenes <strong>de</strong> expansión <strong>de</strong>l gasto público social han disminuido <strong>de</strong>bido a las restricciones en la<br />

recaudación fiscal que impone el débil <strong>de</strong>sempeño económico. Como consecuencia <strong>de</strong> lo anterior, surge la necesidad<br />

<strong>de</strong> explorar nuevas fuentes y mecanismos <strong>de</strong> financiamiento que hagan sostenible en el tiempo la política social (y<br />

las erogaciones ligadas a ella) y así permitan consolidar los logros obtenidos y avanzar en los <strong>de</strong>safíos mencionados.<br />

En el presente capítulo se revisa la evolución reciente y <strong>de</strong> largo plazo <strong>de</strong>l gasto social a partir <strong>de</strong> la información<br />

oficial que brindan los países. Dichas mediciones correspon<strong>de</strong>n a estadísticas organizadas <strong>de</strong> acuerdo con las<br />

clasificaciones funcionales (según su <strong>de</strong>stino) o administrativas (según su origen).<br />

Asimismo, se analiza brevemente la distribución funcional <strong>de</strong>l gasto social, su evolución <strong>de</strong> mediano y largo<br />

plazo, y los cambios en su composición. Por último, se revisan las restricciones en el financiamiento fiscal y posibles<br />

medidas que permitan sostener los actuales niveles y la prioridad <strong>de</strong>l gasto público social.<br />

Recuadro II.1<br />

Gasto e inversión social: <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> una discusión conceptual y analítica<br />

Los ministros y altas autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social <strong>de</strong> los<br />

Gobiernos <strong>de</strong> la región, reunidos en la Conferencia Regional sobre<br />

Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, celebrada en Lima<br />

en noviembre <strong>de</strong> <strong>2015</strong>, solicitaron a la Comisión Económica para<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL) “que organice, mantenga y<br />

actualice sistemáticamente la Base <strong>de</strong> Datos <strong>de</strong> Inversión <strong>Social</strong><br />

<strong>de</strong> la Comisión utilizando para ello los datos oficiales entregados<br />

por los países, y publique periódicamente la información en<br />

plataformas digitales u otros medios”.<br />

En los años ochenta tomó fuerza en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> una<br />

visión reduccionista en la que se juzgaba negativamente los<br />

gastos <strong>de</strong>stinados a la provisión universal <strong>de</strong> servicios sociales<br />

y se buscaba reducirlos a través <strong>de</strong> programas focalizados en<br />

la población más vulnerable. Este enfoque se fue <strong>de</strong>bilitando<br />

en la década siguiente, <strong>de</strong>bido a la limitada eficacia <strong>de</strong> esos<br />

programas focalizados y a la inviabilidad <strong>de</strong> implementarlos<br />

<strong>de</strong> manera aislada <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> los servicios sociales. A partir<br />

<strong>de</strong>l año 2000, comenzaron a cobrar vigencia en la región los<br />

conceptos <strong>de</strong> garantía <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y ciudadanía plena, que<br />

influyeron sobre el enfoque <strong>de</strong> políticas sociales adoptado<br />

por los Gobiernos y que cuestionan la visión negativa que en<br />

ocasiones se tiene <strong>de</strong>l gasto social concebido como disminución<br />

<strong>de</strong>l patrimonio neto <strong>de</strong>l Estado a . Esa nueva orientación <strong>de</strong><br />

políticas tuvo impactos importantes en el período reciente en<br />

la reducción <strong>de</strong> la pobreza y <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> ingresos, así<br />

como en los ámbitos <strong>de</strong> la educación, la salud, la vivienda y<br />

los servicios básicos (CEPAL, <strong>2015</strong>b).<br />

A pesar <strong>de</strong> los avances conceptuales y en el diseño e<br />

implementación <strong>de</strong> las políticas sociales, persiste en <strong>de</strong>terminados<br />

sectores la visión <strong>de</strong> que los recursos que el Estado <strong>de</strong>stina<br />

Capítulo II<br />

59


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Recuadro II.1 (conclusión)<br />

a ellas son excesivos e ineficientes y <strong>de</strong>berían ser reducidos,<br />

en especial en situaciones <strong>de</strong> menor dinamismo económico.<br />

En las discusiones sostenidas en el marco <strong>de</strong> la Conferencia<br />

Regional sobre Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe,<br />

los Ministros y altas autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> se<br />

contrapusieron a esa visión, reafirmando la importancia <strong>de</strong><br />

la política social y <strong>de</strong> los recursos que ella exige para hacer<br />

frente a los <strong>de</strong>safíos que persisten a nivel regional, posición<br />

coherente con lo que la CEPAL ha venido planteando en los<br />

documentos que conforman la llamada trilogía <strong>de</strong> la igualdad y<br />

en el documento <strong>de</strong> posición presentado en su trigésimo sexto<br />

período <strong>de</strong> sesiones, Horizontes 2030: la igualdad en el centro<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo sostenible (CEPAL, 2016b).<br />

Habitualmente se ha utilizado la expresión “gasto social”<br />

para referirse a los recursos <strong>de</strong>stinados al financiamiento <strong>de</strong> la<br />

política social. Sin embargo, en años recientes se ha discutido<br />

la pertinencia <strong>de</strong> utilizar el concepto <strong>de</strong> “inversión social”<br />

para analizar el tema. En el idioma español, se usan por lo<br />

general como sinónimos las palabras “gasto”, “<strong>de</strong>sembolso”<br />

y “erogación” (expense, expenditure y outlay); sin embargo,<br />

no tienen el mismo significado en el análisis especializado.<br />

En el ámbito <strong>de</strong> las finanzas públicas y <strong>de</strong>l Sistema <strong>de</strong><br />

Cuentas Nacionales <strong>de</strong> las Naciones Unidas, se usa la palabra<br />

“gasto” para referirse al gasto corriente y al gasto <strong>de</strong> capital<br />

(véase Naciones Unidas, 2009, sección 22.74). A su vez, en el<br />

Manual <strong>de</strong> estadísticas <strong>de</strong> finanzas públicas 2001 <strong>de</strong>l Fondo<br />

Monetario Internacional (FMI), se realiza una distinción entre<br />

“gasto” y “erogación”. En el lenguaje técnico es más preciso<br />

entonces hablar <strong>de</strong> “erogaciones sociales” que <strong>de</strong> “gasto social”,<br />

para así incluir las adquisiciones <strong>de</strong> activos no financieros (por<br />

ejemplo, la construcción <strong>de</strong> un hospital o <strong>de</strong> un colegio).<br />

En general, se suele hablar <strong>de</strong> “gasto social” para referirse<br />

a todos aquellos recursos <strong>de</strong>stinados a financiar la política<br />

social, sus programas y proyectos. Sin embargo, en diversos<br />

documentos <strong>de</strong> la CEPAL se ha preferido utilizar la expresión<br />

“inversión social”, a la luz <strong>de</strong> los retornos que esta tiene en<br />

términos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> capacida<strong>de</strong>s humanas en la sociedad<br />

(Martínez y Collinao, 2010). La inversión social aumenta la<br />

capacidad <strong>de</strong> bienestar: educar significa contar con ciudadanos<br />

más informados y con mejores condiciones <strong>de</strong> acceso a un<br />

empleo productivo y <strong>de</strong> calidad, y <strong>de</strong> participación en diversos<br />

ámbitos <strong>de</strong> la vida política y social; un sistema <strong>de</strong> salud eficaz<br />

permite una vida más larga y <strong>de</strong> mejor calidad, en tanto que<br />

las prestaciones por <strong>de</strong>sempleo y el salario mínimo reducen<br />

la pobreza (CEPAL, 2000, 2006, 2007 y 2010b; Cecchini y<br />

Martínez, 2011; Boyer, <strong>2015</strong>). Por el contrario, no invertir en<br />

esos fines acarrea costos y pérdidas <strong>de</strong> ingresos, como lo han<br />

evi<strong>de</strong>nciado, por ejemplo, estudios acerca <strong>de</strong>l costo <strong>de</strong>l hambre y<br />

<strong>de</strong>l analfabetismo (Martínez y Fernán<strong>de</strong>z, 2006 y 2009). El gasto<br />

social pue<strong>de</strong> concebirse como inversión en un sentido amplio,<br />

consi<strong>de</strong>rando el impacto que genera la política social, que se<br />

produce en tres dimensiones: en lo social, en lo económico y<br />

en lo redistributivo (CEPAL, 2010b).<br />

El <strong>de</strong>bate —en curso— es conceptual, <strong>de</strong> lenguaje y<br />

metodológico, con claras referencias a la visión que se tenga<br />

sobre el <strong>de</strong>sarrollo y sobre el rol <strong>de</strong>l Estado y <strong>de</strong> las políticas<br />

públicas para el logro <strong>de</strong>l mismo.<br />

Por ello, aunque en el <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

se mantiene el uso <strong>de</strong> la noción <strong>de</strong> “gasto social”, se plantea la<br />

relevancia <strong>de</strong> la discusión sobre el concepto <strong>de</strong> “inversión social” o<br />

una <strong>de</strong>nominación alternativa, que consoli<strong>de</strong> la importancia <strong>de</strong> los<br />

recursos públicos <strong>de</strong>stinados a la política social y esté orientada a<br />

fortalecer la noción <strong>de</strong> que las erogaciones <strong>de</strong>stinadas a funciones<br />

sociales contribuyen al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> capacida<strong>de</strong>s humanas<br />

y, a través <strong>de</strong> ello, a la mejora <strong>de</strong>l bienestar <strong>de</strong> la población,<br />

constituyendo a su vez un activo para el <strong>de</strong>sarrollo sostenible.<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Fondo Monetario Internacional (FMI), Manual <strong>de</strong> estadísticas <strong>de</strong> finanzas<br />

públicas 2001 [en línea] https://www.imf.org/external/pubs/ft/gfs/manual/esl/pdf/all.pdf/; Naciones Unidas, Sistema <strong>de</strong> Cuentas Nacionales 2008, 2009<br />

[en línea] http://www.cepal.org/<strong>de</strong>ype/publicaciones/externas/1/50101/SNA2008_web.pdf; R. Martínez y M.P. Collinao, “Gasto social: mo<strong>de</strong>lo<br />

<strong>de</strong> medición y análisis para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe”, serie Manuales, Nº 65 (LC/L.3170), Santiago, CEPAL, 2010; R. Martínez y A. Fernán<strong>de</strong>z,<br />

“Mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> análisis <strong>de</strong>l impacto social y económico <strong>de</strong> la <strong>de</strong>snutrición infantil en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>”, serie Manuales, Nº 52 (LC/L.2650-P), Santiago,<br />

CEPAL, 2006; “El costo <strong>de</strong>l hambre: impacto social y económico <strong>de</strong> la <strong>de</strong>snutrición infantil en el Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia, Ecuador, Paraguay<br />

y Perú”, Documentos <strong>de</strong> Proyecto, Nº 260 (LC/W.260), Santiago, CEPAL/Programa Mundial <strong>de</strong> Alimentos (PMA), 2009; CEPAL, Equidad, <strong>de</strong>sarrollo y<br />

ciudadanía (LC/G.2071/REV.1-P), Santiago, 2000; La protección social <strong>de</strong> cara al futuro: acceso, financiamiento y solidaridad (LC/G.2294(SES.31/3)),<br />

Santiago, 2006; <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, 2007 (LC/G.2351-P), Santiago, 2007; <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, 2010 (LC/G.2481-P),<br />

Santiago, 2010; Desarrollo social inclusivo: una nueva generación <strong>de</strong> políticas para superar la pobreza y reducir la <strong>de</strong>sigualdad en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y<br />

el Caribe (LC.L/4056(CDS.1/3)), Santiago, <strong>2015</strong>; R. Boyer, “Crecimiento, empleo y equidad: el nuevo papel <strong>de</strong>l Estado”, Neoestructuralismo y corrientes<br />

heterodoxas en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe a inicios <strong>de</strong>l siglo XXI, Libros <strong>de</strong> la CEPAL, Nº 132 (LC/G.2633-P), A. Bárcena y A. Prado (eds.), Santiago,<br />

CEPAL, <strong>2015</strong>; S. Cecchini y R. Martínez, Protección social inclusiva en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>. Una mirada integral, un enfoque <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos, Libros <strong>de</strong> la<br />

CEPAL, N° 111 (LC/G.2488-P), Santiago, CEPAL, 2011.<br />

a<br />

Véase una discusión al respecto en CEPAL (<strong>2015</strong>b).<br />

A. Ten<strong>de</strong>ncias recientes y <strong>de</strong> largo plazo<br />

en el gasto público social<br />

Aunque la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong>l gasto público social se ha mantenido, los incrementos han sido más limitados<br />

en los últimos años, en especial si se los compara con los <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> fuerte expansión registrado entre 2003<br />

y el inicio <strong>de</strong> la crisis financiera internacional. Actualmente, el gasto público social representa el 19,5% <strong>de</strong>l PIB<br />

regional (más <strong>de</strong> un billón <strong>de</strong> dólares a precios <strong>de</strong> 2010). Sin embargo, <strong>de</strong> acuerdo con la evi<strong>de</strong>ncia más reciente,<br />

ante las bajas tasas <strong>de</strong> crecimiento mundial y regional, habrá dificulta<strong>de</strong>s significativas para sostener una expansión<br />

<strong>de</strong>l gasto social no sujeta a las oscilaciones <strong>de</strong>l ciclo económico, e incluso podrían registrarse reducciones <strong>de</strong> dicho<br />

gasto en el corto plazo.<br />

Capítulo II<br />

60


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

1. Ten<strong>de</strong>ncias recientes en el gasto social<br />

Pese a los vaivenes que ha sufrido el ciclo económico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la crisis financiera internacional <strong>de</strong> 2008 y 2009, la<br />

ten<strong>de</strong>ncia regional hasta 2013 fue <strong>de</strong> un aumento real <strong>de</strong> los recursos disponibles para el financiamiento <strong>de</strong> servicios<br />

sociales y <strong>de</strong> transferencias monetarias a los hogares.<br />

Ese aumento se reflejó, en primer lugar, en el peso <strong>de</strong>l gasto social en el PIB regional: a comienzos <strong>de</strong> los<br />

años noventa (promedio <strong>de</strong>l bienio 1991-1992), el gasto social se situaba en un 12,6% <strong>de</strong>l PIB y en los bienios<br />

siguientes mostró un incremento sistemático, aunque mo<strong>de</strong>sto, hasta alcanzar un 17,8% en el bienio 2007-2008,<br />

período <strong>de</strong> inicio <strong>de</strong> la crisis <strong>de</strong> las hipotecas <strong>de</strong> alto riesgo. A partir <strong>de</strong> entonces, se observó una fuerte alza, como<br />

resultado <strong>de</strong> la cual el peso <strong>de</strong>l gasto social en la región llegó a un 19,3% <strong>de</strong>l PIB (2009-2010), en un movimiento<br />

claramente contracíclico respecto <strong>de</strong>l crecimiento económico 1 , en particular en 2009, cuando este anotó una<br />

disminución <strong>de</strong>l 1,6%.<br />

Sin embargo, en el bienio siguiente (2011-2012) la mayoría <strong>de</strong> los países hicieron ajustes fiscales que implicaron<br />

una disminución relativa <strong>de</strong>l gasto público total que afectó al gasto público social, <strong>de</strong> tal forma que su peso a nivel<br />

regional disminuyó a un 19% <strong>de</strong>l PIB. Particularmente en 2012 comenzó a notarse un freno en las ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>l<br />

gasto social, que había registrado un crecimiento sistemático tanto en términos absolutos como relativos. Esta leve<br />

modificación en la ten<strong>de</strong>ncia dio lugar a un incremento absoluto cada vez menor <strong>de</strong>l gasto público social, como<br />

consecuencia tanto <strong>de</strong> la persistencia <strong>de</strong> los déficits fiscales en que incurrieron diversos Gobiernos para afrontar<br />

la crisis financiera internacional, como <strong>de</strong> los menores márgenes <strong>de</strong> recaudación que se proyectaban <strong>de</strong>bido a la<br />

<strong>de</strong>saceleración registrada en el crecimiento <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los países, con contadas excepciones, entre las que se<br />

incluyen varios países <strong>de</strong> Centroamérica y el Caribe (véase CEPAL, 2014b).<br />

En el último bienio analizado (en el caso <strong>de</strong> algunos países con datos estimados), se habría producido nuevamente<br />

un alza en la significación tanto <strong>de</strong>l gasto total como <strong>de</strong>l gasto social, <strong>de</strong> modo que este último llegaría al 19,5% <strong>de</strong>l<br />

PIB regional (véase el gráfico II.1).<br />

Gráfico II.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): evolución <strong>de</strong>l gasto público social<br />

como proporción <strong>de</strong>l PIB y <strong>de</strong>l gasto público total, 1991-1992 a 2013-2014 a b<br />

(En porcentajes)<br />

25<br />

100<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

12,6<br />

46,7<br />

13,6<br />

14,3 14,8<br />

54,0 55,0<br />

52,5<br />

19,3 19,0 19,5<br />

17,8<br />

16,7<br />

15,4 15,9 16,0<br />

64,8 64,7 64,9 65,0 65,8 66,4<br />

60,9<br />

58,4<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

0<br />

1991-<br />

1992<br />

1993-<br />

1994<br />

1995-<br />

1996<br />

1997-<br />

1998<br />

1999-<br />

2000<br />

2001-<br />

2002<br />

2003-<br />

2004<br />

2005-<br />

2006<br />

2007-<br />

2008<br />

2009-<br />

2010<br />

2011-<br />

2012<br />

2013-<br />

2014<br />

40<br />

Gasto público social como porcentaje <strong>de</strong>l PIB (eje izquierdo)<br />

Gasto público social como porcentaje <strong>de</strong>l gasto público total (eje <strong>de</strong>recho)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua,<br />

Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tabago, Uruguay y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

b<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> las cifras <strong>de</strong> los países.<br />

1<br />

Este comportamiento correspon<strong>de</strong> al agregado regional, en el que cobran importancia las economías más gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

y el Caribe, pero no se observó necesariamente en todos los países, ya que en muchos no se registraron caídas absolutas <strong>de</strong>l PIB en<br />

dicho período.<br />

Capítulo II<br />

61


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

La prioridad que asignan los Estados al gasto público social (expresada como la proporción que los recursos<br />

<strong>de</strong>stinados a este gasto representan en el PIB) se pue<strong>de</strong> apreciar en el cuadro II.A1.2 <strong>de</strong>l anexo. Allí se muestra que —si<br />

bien el peso <strong>de</strong>l gasto social en el PIB es algo más bajo como promedio simple que como promedio pon<strong>de</strong>rado,<br />

<strong>de</strong>bido al peso <strong>de</strong>l alto nivel <strong>de</strong> gasto social <strong>de</strong>l Brasil— los países han hecho esfuerzos relativamente sistemáticos<br />

por aumentar la prioridad macroeconómica <strong>de</strong> este gasto: en el bienio 1991-1992, como promedio simple, dicho<br />

gasto representaba el 10% <strong>de</strong>l PIB, mientras que en el bienio 2001-2002 llegaba al 12,6% y en el período 2013-2014,<br />

según las últimas estimaciones, habría alcanzado el 14,9%.<br />

Hasta mediados <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 2000, la evolución <strong>de</strong>l gasto público social había sido marcadamente procíclica<br />

(véase mayor <strong>de</strong>talle en la sección B <strong>de</strong> este capítulo), pero incluso antes <strong>de</strong> comenzar el segundo lustro <strong>de</strong> la<br />

década, varios países iniciaron esfuerzos sistemáticos por aumentar su inversión social, <strong>de</strong>stinando más recursos<br />

a las políticas sociales y creando o reforzando diversos programas, entre ellos los <strong>de</strong> lucha contra la pobreza 2 . El<br />

cambio en el comportamiento <strong>de</strong>l gasto social a nivel regional —hacia una ten<strong>de</strong>ncia más inercial frente al ciclo<br />

y en ciertos momentos contracíclica— también se <strong>de</strong>be a medidas que se fueron implementando progresivamente<br />

para hacer frente a diversos choques externos: el proceso <strong>de</strong> alza <strong>de</strong> precios <strong>de</strong> los productos básicos <strong>de</strong> exportación,<br />

que se inició en 2003, y el aumento <strong>de</strong> los precios <strong>de</strong> los alimentos y los combustibles en 2008; la crisis financiera<br />

mundial, que tuvo sus mayores manifestaciones y consecuencias entre fines <strong>de</strong> 2008 y el año 2009, y la más reciente<br />

y bastante prolongada incertidumbre internacional, acompañada por una <strong>de</strong>saceleración <strong>de</strong>l crecimiento económico<br />

mundial y regional (véase CEPAL, 2014a).<br />

Estos choques influyeron en diversa medida en la política fiscal y social. A la ten<strong>de</strong>ncia sistemática <strong>de</strong> aumento<br />

<strong>de</strong> los recursos <strong>de</strong>stinados a pagos <strong>de</strong> la seguridad social —ajena al ciclo económico— se sumó el reforzamiento<br />

<strong>de</strong> algunos gran<strong>de</strong>s programas sociales, <strong>de</strong> lucha contra la pobreza y <strong>de</strong> fortalecimiento <strong>de</strong> la protección social no<br />

contributiva, así como medidas <strong>de</strong> reorientación <strong>de</strong>l gasto para evitar los efectos regresivos <strong>de</strong>l aumento <strong>de</strong> precios<br />

<strong>de</strong> los productos básicos, en particular en 2007 y 2008.<br />

Más tar<strong>de</strong>, ya iniciada la crisis financiera mundial, los Gobiernos tomaron diversas medidas <strong>de</strong> estabilización<br />

<strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda interna, mediante el aumento <strong>de</strong>l gasto público no social —en especial a través <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s proyectos<br />

<strong>de</strong> inversión en infraestructura—, poniendo en marcha programas <strong>de</strong> empleo público asociado a dichas inversiones<br />

y <strong>de</strong> fomento productivo (créditos a microempresas). También se hizo un esfuerzo significativo por fortalecer<br />

programas asistenciales y <strong>de</strong> protección social (pensiones solidarias) y por realizar inversiones en los sectores <strong>de</strong><br />

educación (construcción y mejoramiento <strong>de</strong> establecimientos educativos), salud (hospitales) y vivienda y servicios<br />

básicos (programas <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> viviendas y, en particular, <strong>de</strong> saneamiento), que reforzaron virtuosamente<br />

tanto la generación <strong>de</strong> empleo privado como los programas <strong>de</strong> empleo público. Cabe <strong>de</strong>stacar que los rezagos<br />

en la formulación y la aprobación legislativa <strong>de</strong> proyectos <strong>de</strong> inversión y los diversos problemas <strong>de</strong> capacidad <strong>de</strong><br />

implementación retrasaron su ejecución en algunos países, mientras que las respuestas en el ámbito <strong>de</strong>l gasto social<br />

fueron más ágiles (véase un <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> estos procesos en CEPAL, 2012 y 2010a).<br />

Lo anterior también estuvo acompañado por el incremento <strong>de</strong>l peso <strong>de</strong>l gasto social <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l gasto público<br />

total, que pasó en forma gradual <strong>de</strong> un 46,7% en el bienio 1991-1992 a un 60,9% en el bienio 2001-2002, para luego<br />

aumentar sostenidamente a partir <strong>de</strong>l bienio 2003-2004 (cuando fue <strong>de</strong> un 64,8%) y situarse sobre el 65% <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

bienio 2009-2010, llegando a un 66,4% en el bienio 2013-2014 (véase el gráfico II.1). Sin embargo, conviene señalar<br />

que algunos aumentos <strong>de</strong>l peso <strong>de</strong>l gasto social <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l gasto público total obe<strong>de</strong>cieron más bien a contracciones<br />

<strong>de</strong> las erogaciones dirigidas a funciones no sociales y, por tanto, a disminuciones relativas <strong>de</strong>l gasto público total,<br />

principalmente entre 1999 y 2003, y luego <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2010 (véase el gráfico II.2).<br />

A partir <strong>de</strong> 2010, diversos países iniciaron reformas fiscales, por el lado tanto <strong>de</strong>l ingreso como <strong>de</strong>l gasto, para<br />

consolidar sus finanzas públicas, ya que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> aproximadamente un lustro <strong>de</strong> superávits primarios y reducción<br />

<strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda pública (entre 2003 y 2008), las medidas que incluyeron el aumento <strong>de</strong>l gasto público para enfrentar los<br />

efectos <strong>de</strong> corto y mediano plazo <strong>de</strong> la crisis financiera internacional produjeron un déficit en las cuentas públicas<br />

ante la caída o el estancamiento <strong>de</strong>l PIB (véase CEPAL, 2014a). El escaso dinamismo <strong>de</strong> las economías <strong>de</strong> la región<br />

en los últimos años justifica la oportunidad <strong>de</strong> dichas reformas.<br />

2<br />

Países como el Brasil y México ya habían iniciado a mediados <strong>de</strong> los años noventa programas <strong>de</strong> esta naturaleza, a los que incorporaron<br />

aumentos progresivos <strong>de</strong> cobertura y prestaciones.<br />

Capítulo II<br />

62


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Gráfico II.2<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): evolución <strong>de</strong>l gasto público total como proporción<br />

<strong>de</strong>l PIB y tasas <strong>de</strong> variación promedio anual, 1991-1992 a 2013-2014 a b<br />

(En porcentajes)<br />

40<br />

40<br />

35<br />

35<br />

30<br />

25<br />

27,1<br />

25,1<br />

26,1<br />

28,2<br />

26,4 26,1<br />

24,8<br />

25,8<br />

27,4<br />

29,7 28,9 29,3<br />

30<br />

25<br />

20<br />

20<br />

15<br />

15<br />

10<br />

5<br />

4,7<br />

7,9<br />

7,2<br />

8,6<br />

6,0<br />

3,2 3,1<br />

10<br />

5<br />

0<br />

-5<br />

1991-<br />

1992<br />

-0,04<br />

1993-<br />

1994<br />

1995-<br />

1996<br />

1997-<br />

1998<br />

-1,5<br />

1999-<br />

2000<br />

0,9 0,1<br />

2001-<br />

2002<br />

2003-<br />

2004<br />

2005-<br />

2006<br />

2007-<br />

2008<br />

2009-<br />

2010<br />

2011-<br />

2012<br />

2013-<br />

2014<br />

0<br />

-5<br />

Gasto público total como porcentaje <strong>de</strong>l PIB (eje izquierdo)<br />

Tasa <strong>de</strong> variación promedio anual (eje <strong>de</strong>recho)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua,<br />

Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tabago, Uruguay y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

b<br />

Las tasas <strong>de</strong> variación anual están calculadas sobre la base <strong>de</strong> los montos medios bienales. Los datos correspon<strong>de</strong>n a promedios pon<strong>de</strong>rados <strong>de</strong> las cifras <strong>de</strong><br />

los países. Las cifras <strong>de</strong> gasto público total correspon<strong>de</strong>n a datos oficiales provenientes por lo general <strong>de</strong> la clasificación funcional <strong>de</strong>l gasto público y pue<strong>de</strong>n no<br />

coincidir con las basadas en la clasificación económica <strong>de</strong>l gasto.<br />

Aunque las cifras <strong>de</strong> 2010 muestran que ese año se mantuvo la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> expansión <strong>de</strong> las erogaciones<br />

fiscales totales, se registró un mayor incremento <strong>de</strong>l gasto público social y, en varios casos, se produjeron caídas <strong>de</strong>l<br />

gasto público orientado a funciones económicas y administrativas. A nivel regional, en 2009 el gasto público social<br />

creció en términos reales a una tasa anual <strong>de</strong> un 7,5% y el no social a una tasa <strong>de</strong> un 3,9%. En 2010 el incremento<br />

<strong>de</strong>l gasto social ya fue menor (<strong>de</strong> un 3,6% respecto <strong>de</strong>l año anterior), en tanto que el gasto público no social aumentó<br />

un 4,2%. En 2011, los gastos por ambos conceptos crecieron, pero el gasto público social registró tasas mayores (<strong>de</strong><br />

un 5,7%, frente a un 2,2% en el caso <strong>de</strong>l gasto público no social). En 2012, tanto el gasto social como el no social<br />

se incrementaron un 4%, pero en 2013 la ten<strong>de</strong>ncia volvió a postergar en términos relativos al primero, que presentó<br />

un incremento <strong>de</strong> un 4,8%, frente a un 6,6% <strong>de</strong>l gasto no social. Se estima que en 2014 se habría revertido dicha<br />

ten<strong>de</strong>ncia, pero con márgenes mucho más restrictivos: el gasto público social <strong>de</strong> la región habría aumentado un<br />

0,8% respecto <strong>de</strong>l año anterior, en tanto que el gasto público no social habría disminuido un 7,5%. Esto significaría<br />

que por primera vez <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2002 el gasto público total habría sufrido una contracción (-2,1%). Pese a la disminución<br />

<strong>de</strong>l gasto público total en 2014 como porcentaje <strong>de</strong>l PIB, en el cuadro II.1 pue<strong>de</strong> apreciarse el leve incremento real<br />

<strong>de</strong>l gasto público social en ese año.<br />

Con todo, a comienzos <strong>de</strong> los años noventa (promedio <strong>de</strong> 1991 a 1994) el volumen total <strong>de</strong> recursos <strong>de</strong><br />

la región <strong>de</strong>stinados a lo social apenas superaba los 380.000 millones <strong>de</strong> dólares anuales (a precios <strong>de</strong> 2010),<br />

equivalentes a unos 850 dólares por persona. Ya en 2003 el volumen <strong>de</strong> recursos alcanzaba los 600.000 millones <strong>de</strong><br />

dólares (1.135 dólares por persona) y en el bienio 2013-2014 llegaba a casi 1,1 billones <strong>de</strong> dólares anuales (sobre<br />

1.840 dólares por persona).<br />

Entre los países <strong>de</strong> los cuales hay datos disponibles para 2013 o 2014, solo se registraron reducciones absolutas<br />

<strong>de</strong>l gasto público social en la República Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela —don<strong>de</strong> en 2013 se registró una caída absoluta<br />

en torno al 13%, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una caída <strong>de</strong>l 6,7% el año anterior— y en la Argentina, don<strong>de</strong> en 2014 se produjo una<br />

disminución <strong>de</strong>l 3,5% 3 . Por su parte, en Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Chile, Cuba y Guatemala se registraron<br />

disminuciones consecutivas en 2011 y 2012 (véase el cuadro II.1).<br />

En Colombia, la caída significativa <strong>de</strong>l monto <strong>de</strong> gasto público social se produjo en 2011 (-8,7%) y <strong>de</strong>spués se<br />

registraron incrementos reales importantes, particularmente en 2013 (12,7%). Similar situación ocurrió en el Perú,<br />

que recuperó sus niveles <strong>de</strong> gasto social en 2012 (con un crecimiento <strong>de</strong>l 3,4%). En México, los niveles <strong>de</strong> gasto<br />

social se redujeron un 7,8% dicho año.<br />

3<br />

Las cifras correspon<strong>de</strong>n al gobierno nacional y entida<strong>de</strong>s autónomas.<br />

Capítulo II<br />

63


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Cuadro II.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (19 países): evolución <strong>de</strong>l gasto público social<br />

como proporción <strong>de</strong>l PIB y tasas <strong>de</strong> variación anual, 2009-2014<br />

(En porcentajes)<br />

Porcentajes <strong>de</strong>l PIB<br />

Variación porcentual<br />

2009-2010 2011 2012 2013 2014 2009-2010 2011 2012 2013 2014<br />

Argentina 10,5 11,0 12,0 13,2 12,6 … 15,0 4,1 25,0 -3,5<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) 12,7 11,7 11,5 … … … -4,1 -3,7 … …<br />

Brasil 25,1 24,1 25,1 26,3 26,3 … 3,3 0,4 12,9 1,8<br />

Chile 15,2 14,3 14,7 14,7 15,2 … -0,5 -0,2 8,7 8,8<br />

Colombia 14,0 12,3 13,1 13,6 … … -8,7 4,4 12,7 …<br />

Costa Rica 22,5 22,4 23,0 23,3 23,3 … 4,8 0,0 8,4 5,3<br />

Cuba 42,6 36,5 32,8 32,1 31,5 … -12,3 -11,2 1,7 1,1<br />

Ecuador 7,9 7,9 8,0 … … … 3,2 -0,3 … …<br />

El Salvador 13,5 14,7 14,8 15,1 … … 10,5 0,0 4,6 …<br />

Guatemala 8,1 7,5 7,6 7,6 7,5 … -4,3 -0,6 6,2 1,9<br />

Honduras 11,8 … … … … … … … … …<br />

México 11,1 11,3 10,6 … … … 6,9 -7,8 … …<br />

Nicaragua 9,8 8,9 9,5 10,1 10,5 … -6,7 5,6 14,4 9,2<br />

Panamá 9,8 9,4 9,6 9,3 … … 1,5 -1,3 11,3 …<br />

Paraguay 14,2 15,0 17,8 … … … 19,5 12,2 … …<br />

Perú 10,2 9,1 9,8 … … … -3,1 3,4 … …<br />

República Dominicana 7,2 6,8 … … … … 1,2 … … …<br />

Uruguay 23,4 23,5 … … … … 8,4 … … …<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) 17,9 22,8 21,2 17,8 … … 25,8 -6,7 -13,2 …<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> 19,3 18,9 19,1 19,5 19,4 … 5,7 4,0 4,8 0,8<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

De todas formas, las variaciones absolutas <strong>de</strong>l gasto público social no dan necesariamente cuenta <strong>de</strong> los esfuerzos<br />

que hacen los países por sostenerlo. Entre 2011 y el último año con información disponible, mientras que en Bolivia<br />

(Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Cuba, México, Panamá y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) se redujo la participación<br />

<strong>de</strong> dicho gasto en el PIB, la Argentina, el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador, El Salvador, Guatemala<br />

(en menor medida), Nicaragua, el Paraguay y el Perú hicieron esfuerzos importantes por aumentar el gasto público<br />

social como proporción <strong>de</strong>l PIB.<br />

2. La evolución <strong>de</strong> largo plazo <strong>de</strong>l gasto social en los países<br />

En la región existen notables diferencias entre los países, no solo en cuanto a la cantidad <strong>de</strong> recursos que efectivamente<br />

pue<strong>de</strong>n movilizar hacia los sectores sociales, sino también en cuanto al peso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l PIB que representa el<br />

presupuesto público en materia social. Naturalmente, la capacidad <strong>de</strong> dar mayor peso al gasto social <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> un<br />

sinnúmero <strong>de</strong> variables económicas, políticas y sociales. Una <strong>de</strong> las variables <strong>de</strong>terminantes son los ingresos fiscales,<br />

que imponen un cierto límite al presupuesto total (este tema se aborda en la última sección <strong>de</strong>l capítulo). No obstante<br />

el aumento a nivel regional <strong>de</strong>l gasto social como porcentaje <strong>de</strong>l PIB (<strong>de</strong>l 12,6% en el bienio 1991-1992 al 19,5% en<br />

el bienio 2013-2014), se registra una gran heterogeneidad entre los países en cuanto al peso <strong>de</strong> dicho gasto en el PIB,<br />

tanto a comienzos <strong>de</strong> los años noventa como en la actualidad. En el bienio 1991-1992, países como Bolivia (Estado<br />

Plurinacional <strong>de</strong>), Colombia, el Ecuador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México (gobierno nacional), Nicaragua y la<br />

República Dominicana <strong>de</strong>stinaban menos <strong>de</strong>l 7% <strong>de</strong>l PIB a los sectores sociales; por el contrario, la Argentina (todos<br />

los niveles <strong>de</strong> gobierno), el Brasil, Cuba, el Uruguay y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) orientaban a esos sectores<br />

un 15% o más <strong>de</strong>l PIB (no se cuenta con información para dicho período <strong>de</strong> El Salvador, el Paraguay y el Perú).<br />

Capítulo II<br />

Una década <strong>de</strong>spués (bienio 2001-2002), solo el Ecuador, Nicaragua y la República Dominicana seguían<br />

<strong>de</strong>stinando menos <strong>de</strong>l 7% <strong>de</strong>l PIB a lo social, en tanto que Costa Rica se sumaba a los países cuyo gasto social superaba<br />

el 15% <strong>de</strong>l PIB. Sin embargo, salvo en períodos específicos, todos los países han hecho esfuerzos por aumentar la<br />

proporción <strong>de</strong>l gasto público social tanto respecto <strong>de</strong>l gasto público total (prioridad fiscal) como respecto <strong>de</strong>l PIB<br />

(prioridad macroeconómica). Al final <strong>de</strong>l período analizado, la prioridad macroeconómica <strong>de</strong>l gasto social había<br />

registrado aumentos significativos en casi todos los países. En el bienio 2013-2014 (o en el período más cercano con<br />

datos disponibles), ya no había prácticamente ningún país en la región que <strong>de</strong>stinara menos <strong>de</strong>l 7% <strong>de</strong>l PIB a los<br />

64


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

sectores sociales (constituía una excepción la República Dominicana, don<strong>de</strong> se registró una reducción <strong>de</strong>l peso <strong>de</strong><br />

las erogaciones con <strong>de</strong>stino a lo social en 2011). Solo el Ecuador, Guatemala, Panamá y el Perú registraban gastos<br />

sociales con valores inferiores al 10% <strong>de</strong> sus respectivos PIB. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los países cuyo gasto social ya superaba<br />

el 15% <strong>de</strong>l PIB a inicios <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1990, se han sumado a ese grupo El Salvador y el Paraguay, seguidos <strong>de</strong><br />

cerca por Chile (véase el gráfico II.3).<br />

Gráfico II.3<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): evolución <strong>de</strong>l gasto público social,<br />

1991-1992 a 2013-2014 a<br />

(En porcentajes <strong>de</strong>l PIB)<br />

Referencia: 7% <strong>de</strong>l PIB<br />

Referencia: 15% <strong>de</strong>l PIB<br />

12,6<br />

19,5<br />

14,9<br />

10,0<br />

45<br />

40<br />

35<br />

30<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

Argentina<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Chile<br />

Colombia<br />

Ecuador<br />

Guatemala<br />

Jamaica<br />

Panamá<br />

Paraguay<br />

Rep.<br />

Dominicana<br />

Trinidad<br />

y Tabago<br />

Uruguay<br />

Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Honduras<br />

GC GCP GG SPNF<br />

México<br />

Nicaragua<br />

Brasil<br />

Cuba<br />

Perú<br />

Costa Rica<br />

El Salvador<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

(promedio<br />

pon<strong>de</strong>rado)<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

(promedio simple)<br />

1991-1992 1997-1998 2001-2002 2007-2008 2009-2010 2011-2012 2013-2014<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

GC: gobierno central; GCP: gobierno central presupuestario; GG: gobierno general; SPNF: sector público no financiero (la cobertura en Costa Rica correspon<strong>de</strong> al<br />

sector público total).<br />

Pese a que persisten diferencias en cuanto a la prioridad macroeconómica <strong>de</strong>l gasto público social, vale la pena<br />

<strong>de</strong>stacar a los países que hicieron esfuerzos mayores para aumentarla. Al respecto, <strong>de</strong>stacan el Paraguay, don<strong>de</strong> estas<br />

erogaciones aumentaron 8,9 puntos porcentuales <strong>de</strong>l PIB entre 2003 y 2012; el Brasil, don<strong>de</strong> se incrementaron<br />

8,7 puntos porcentuales <strong>de</strong>l PIB entre 1991 y 2014; Costa Rica, don<strong>de</strong> el crecimiento fue <strong>de</strong> 8,3 puntos porcentuales<br />

<strong>de</strong>l PIB en el mismo período; Colombia, que registró un aumento <strong>de</strong> 8,1 puntos porcentuales <strong>de</strong>l PIB entre 1991<br />

y 2013, y el Uruguay, don<strong>de</strong> se produjo un incremento <strong>de</strong> casi 7 puntos porcentuales <strong>de</strong>l PIB entre 1991 y 2011. En<br />

contraste, en el período analizado la participación <strong>de</strong>l gasto público social en el PIB registró incrementos menores<br />

a 4 puntos porcentuales en países como Chile (1991-2014), el Ecuador (1991-2012), El Salvador (2004-2013),<br />

Guatemala (1991-2014), Panamá (1991-2013), el Perú (1999-2012) y la República Dominicana (1991-2011). Cabe<br />

consignar que la información <strong>de</strong> los países se refiere a diversas coberturas institucionales (como se <strong>de</strong>talla en los<br />

gráficos II.3 y II.4, en que los países se presentan agrupados según dichas coberturas, y en los cuadros <strong>de</strong>l anexo<br />

referentes a este tema). Al respecto, hay que aclarar que en la mayoría <strong>de</strong> los países la parte principal <strong>de</strong>l gasto social<br />

proviene <strong>de</strong>l gobierno central, por lo que coberturas más amplias (como la correspondiente al gobierno general, en<br />

que se consi<strong>de</strong>ra a los gobiernos locales, o sector público no financiero, en que se incluye a<strong>de</strong>más a las empresas<br />

públicas excluidas las entida<strong>de</strong>s bancarias y similares) tien<strong>de</strong>n a reflejar las mismas ten<strong>de</strong>ncias. Sin embargo, en<br />

algunos países con estructura fe<strong>de</strong>rativa, como la Argentina, el Brasil, México y Venezuela (República Bolivariana<br />

<strong>de</strong>), o en otros no fe<strong>de</strong>rados pero con altos niveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>scentralización, como Colombia, los ingresos y gastos <strong>de</strong><br />

los gobiernos subnacionales pue<strong>de</strong>n representar una parte muy significativa <strong>de</strong>l gasto social y afectar las ten<strong>de</strong>ncias<br />

que se observan en su variación.<br />

Sin embargo, el gasto social expresado como porcentaje <strong>de</strong>l PIB escon<strong>de</strong> una heterogeneidad aún mayor<br />

en cuanto al monto <strong>de</strong> recursos que realmente se <strong>de</strong>stinan a los sectores sociales, <strong>de</strong>pendiente en buena parte<br />

<strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo económico <strong>de</strong> cada país (véase el gráfico II.4). En el bienio 1991-1992, el gasto social<br />

per cápita <strong>de</strong> la región como promedio era <strong>de</strong> 801 dólares anuales a precios <strong>de</strong> 2010, monto que en 22 años se<br />

duplicó con creces, hasta llegar a 1.841 dólares anuales en el bienio 2013-2014. Sin embargo, en países como<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Guatemala, Honduras y Nicaragua dicho gasto aún no supera los 300 dólares<br />

per cápita, mientras que en la Argentina, el Brasil, Chile, Costa Rica y el Uruguay está en torno a los 2.000 dólares<br />

por persona o los supera.<br />

Capítulo II<br />

65


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

3 500<br />

3 000<br />

2 500<br />

Gráfico II.4<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): evolución <strong>de</strong>l gasto público social<br />

per cápita anual, 1991-1992 a 2013-2014 a<br />

(En dólares <strong>de</strong> 2010)<br />

2 000<br />

1 500<br />

1 000<br />

500<br />

801<br />

1 841<br />

495<br />

1 201<br />

0<br />

Argentina<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Chile<br />

Ecuador<br />

Colombia<br />

Guatemala<br />

1991-1992 1997-1998 2001-2002 2007-2008 2009-2010 2011-2012 2013-2014<br />

Capítulo II<br />

Jamaica<br />

Panamá<br />

Paraguay<br />

Rep.<br />

Dominicana<br />

Trinidad<br />

y Tabago<br />

Uruguay<br />

Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Honduras<br />

GC GCP GG SPNF<br />

México<br />

Nicaragua<br />

Brasil<br />

Cuba<br />

Perú<br />

Costa Rica<br />

El Salvador<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

(promedio<br />

pon<strong>de</strong>rado)<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

(promedio simple)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

GC: gobierno central; GCP: gobierno central presupuestario; GG: gobierno general; SPNF: sector público no financiero (la cobertura en Costa Rica correspon<strong>de</strong> al<br />

sector público total).<br />

3. La evolución <strong>de</strong>l gasto social sectorial<br />

Aunque a nivel regional se ha registrado un aumento relativamente sistemático <strong>de</strong>l gasto público social, dicho<br />

incremento no ha favorecido <strong>de</strong> igual manera a todas las funciones sociales. Por lo mismo, conviene examinar la<br />

composición <strong>de</strong> este gasto por sectores (educación, salud, seguridad social y asistencia social, vivienda y otros), así<br />

como su evolución en las últimas décadas (véase el gráfico II.5).<br />

Gráfico II.5<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): evolución <strong>de</strong>l gasto público social<br />

por funciones, 1991-1992 a 2013-2014 a b<br />

(En porcentajes <strong>de</strong>l PIB)<br />

25<br />

6,81<br />

20<br />

19,45<br />

15<br />

12,65<br />

3,49<br />

10<br />

5<br />

3,01<br />

1,93 1,44<br />

5,48<br />

4,95 4,16<br />

2,72<br />

8,98<br />

1,43<br />

-0,06<br />

1,37<br />

0<br />

Gasto público<br />

social total<br />

Educación Salud Seguridad y<br />

asistencia social<br />

Vivienda y otros<br />

1991-1992 1993-1994 1995-1996 1997-1998 1999-2000 2001-2002<br />

2003-2004 2005-2006 2007-2008 2009-2010 2011-2012 2013-2014<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua,<br />

Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tabago, Uruguay y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

b<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> las cifras <strong>de</strong> los países. Las cifras se presentan redon<strong>de</strong>adas a dos <strong>de</strong>cimales, por lo que las diferencias que se muestran entre los<br />

bienios 1991-1992 y 2013-2014 pue<strong>de</strong>n no coincidir con aquellas que resultan <strong>de</strong> realizar el cálculo directamente con las cifras <strong>de</strong>l gráfico.<br />

El crecimiento <strong>de</strong>l gasto público social por sectores no ha sido uniforme. Por una parte, hay una diversa<br />

valoración <strong>de</strong> la relevancia <strong>de</strong>l gasto en las distintas funciones sociales (<strong>de</strong> sus réditos y rendimiento), pero, por<br />

otra, el crecimiento registrado por sectores también <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo institucional y <strong>de</strong> expansión<br />

<strong>de</strong> los servicios sociales al inicio <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> evaluación (1991-1992), <strong>de</strong> los compromisos <strong>de</strong> largo plazo <strong>de</strong> las<br />

66


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

erogaciones (por ejemplo, en seguridad social), <strong>de</strong> las presiones que diversos grupos sociales pue<strong>de</strong>n ejercer sobre<br />

el Estado para que expanda más velozmente cierto tipo <strong>de</strong> gastos, <strong>de</strong> los momentos <strong>de</strong> contracción económica que<br />

obligan a movilizar recursos asistenciales y <strong>de</strong>l cambio en la estructura etaria <strong>de</strong> la población 4 .<br />

En términos generales, el aumento <strong>de</strong>l gasto social <strong>de</strong> 6,8 puntos porcentuales <strong>de</strong>l PIB obe<strong>de</strong>ce en gran medida<br />

al crecimiento <strong>de</strong>l gasto en seguridad social y asistencia social. El progresivo envejecimiento <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> un<br />

alto número <strong>de</strong> países <strong>de</strong> la región ha ocasionado el incremento paulatino <strong>de</strong> los recursos <strong>de</strong>stinados a pagar las<br />

prestaciones <strong>de</strong> la seguridad social. Aunque gran parte <strong>de</strong> estos recursos provienen <strong>de</strong> recaudaciones basadas en<br />

sistemas <strong>de</strong> seguridad social contributivos (en este caso, públicos o mixtos), gradualmente se han introducido en una<br />

mayor cantidad <strong>de</strong> países mecanismos solidarios <strong>de</strong> financiamiento <strong>de</strong>l pago <strong>de</strong> la seguridad social. De esta forma,<br />

si en el bienio 1991-1992 este sector concentraba el 43% <strong>de</strong> los recursos <strong>de</strong>stinados a gasto social, en el bienio<br />

2013-2014 su participación había subido al 46,1%; en términos <strong>de</strong> participación en el PIB, esta evolución significó<br />

un incremento <strong>de</strong> 3,5 puntos porcentuales (véase el gráfico II.5). El aumento <strong>de</strong> su cuantía es significativo: mientras<br />

que a comienzos <strong>de</strong>l período analizado los recursos que los Estados <strong>de</strong> la región <strong>de</strong>stinaban a seguridad social (y,<br />

en menor medida, a asistencia social) ascendían a algo menos <strong>de</strong> 21.000 millones <strong>de</strong> dólares (a precios <strong>de</strong> 2010), al<br />

final <strong>de</strong>l período equivalían a alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 98.000 millones <strong>de</strong> dólares, esto es 4,7 veces lo movilizado a comienzos<br />

<strong>de</strong> los años noventa. Este es el sector social cuyos recursos han registrado el mayor aumento proporcional y explica<br />

más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong>l incremento total <strong>de</strong> la prioridad macroeconómica <strong>de</strong>l gasto social en la región (un 51,3% <strong>de</strong> su<br />

aumento como porcentaje <strong>de</strong>l PIB) 5 .<br />

El otro aumento importante a través <strong>de</strong> los últimos 22 años (<strong>de</strong> 1,9 puntos porcentuales <strong>de</strong>l PIB) tuvo lugar en el<br />

sector <strong>de</strong> la educación. Este incremento está vinculado a los gran<strong>de</strong>s esfuerzos <strong>de</strong> expansión <strong>de</strong> la cobertura y <strong>de</strong>l<br />

acceso a la educación primaria en los países más pobres, así como a la educación secundaria en los restantes (en<br />

términos <strong>de</strong> infraestructura y, sobre todo, gasto corriente, asociado en su mayor parte al aumento <strong>de</strong> la dotación <strong>de</strong><br />

docentes) y, en menor medida, al crecimiento <strong>de</strong> las coberturas <strong>de</strong> la oferta pública postsecundaria. En los últimos<br />

15 años, este esfuerzo ha sido concomitante a<strong>de</strong>más con los compromisos nacionales con los Objetivos <strong>de</strong> Desarrollo<br />

<strong>de</strong>l Milenio y el Marco <strong>de</strong> Acción <strong>de</strong> Dakar sobre Educación para Todos, ambos acordados en 2000. En todo el<br />

período, los recursos <strong>de</strong>stinados a educación aumentaron <strong>de</strong> algo menos <strong>de</strong> 11.500 millones a casi 54.500 millones<br />

<strong>de</strong> dólares (es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> 191 a 468 dólares per cápita) (véase el cuadro II.A1.3 <strong>de</strong>l anexo).<br />

Esta evolución ha ido hasta cierto punto en <strong>de</strong>smedro <strong>de</strong> la expansión <strong>de</strong>l sector salud, en el que se registra<br />

un incremento menor <strong>de</strong>l gasto social (1,4 puntos <strong>de</strong>l PIB regional), pese a que, a diferencia <strong>de</strong>l sector educativo,<br />

este tipo <strong>de</strong> servicios tienen como beneficiarios potenciales a las personas <strong>de</strong> todas las eda<strong>de</strong>s. Ante contracciones<br />

presupuestarias generales o <strong>de</strong> los recursos <strong>de</strong>stinados a lo social, en el sector salud suelen congelarse las inversiones<br />

o reinversiones (gastos <strong>de</strong> capital) en infraestructura, la renovación <strong>de</strong> equipos y la reposición <strong>de</strong> insumos médicos, lo<br />

que suscita problemas en el sector público <strong>de</strong> la salud, que afectan la cobertura y, principalmente, la calidad <strong>de</strong> las<br />

prestaciones, una situación que tarda en normalizarse. El aumento absoluto <strong>de</strong> los recursos <strong>de</strong>stinados a este sector<br />

en la región ha sido <strong>de</strong> poco más <strong>de</strong> 35.000 millones <strong>de</strong> dólares, con lo que se ha llegado a un volumen actual algo<br />

superior a 46.000 millones <strong>de</strong> dólares (es <strong>de</strong>cir, como promedio pon<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> los países, se ha pasado <strong>de</strong> 173 a<br />

394 dólares per cápita, según se pue<strong>de</strong> observar en el cuadro II.A1.4 <strong>de</strong>l anexo).<br />

Por último, el sector que recibió menos atención es el <strong>de</strong> vivienda (en que se incluyen agua potable, saneamiento,<br />

equipamiento comunitario y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace poco tiempo, medio ambiente), pese a la persistencia <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s bolsones <strong>de</strong><br />

marginalidad habitacional y segregación en prácticamente todos los países y principales ciuda<strong>de</strong>s. Incluso se registra<br />

una contracción al consi<strong>de</strong>rar el último bienio (-0,1 puntos porcentuales <strong>de</strong>l PIB), en parte asociada a la expansión<br />

<strong>de</strong> estos recursos en el período previo, <strong>de</strong>bido a su uso como herramienta <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> empleo y dinamización<br />

<strong>de</strong> las economías internas, en particular <strong>de</strong>l sector <strong>de</strong> la construcción.<br />

4<br />

En relación con los cambios en la estructura etaria <strong>de</strong> la población, véase el capítulo V <strong>de</strong> la presente edición <strong>de</strong>l <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>.<br />

5<br />

Aunque no se cuenta con información <strong>de</strong>sagregada sobre lo que correspon<strong>de</strong> a protección social contributiva y no contributiva,<br />

<strong>de</strong> acuerdo con los antece<strong>de</strong>ntes disponibles se ampliaron <strong>de</strong> manera significativa, principalmente en la década <strong>de</strong> 2000, diversos<br />

programas <strong>de</strong> asistencia social, en particular los orientados a la lucha contra la pobreza, que incluyen mecanismos <strong>de</strong> transferencias<br />

directas a los hogares, <strong>de</strong> carácter condicionado o no.<br />

Capítulo II<br />

67


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

La situación <strong>de</strong>scrita dificulta el <strong>de</strong>sarrollo y mantención <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> mejoramiento <strong>de</strong>l hábitat, afecta a<br />

la población <strong>de</strong> menores recursos e inci<strong>de</strong>, indirectamente, en las <strong>de</strong>mandas a los sistemas <strong>de</strong> salud. En cuanto a<br />

volumen <strong>de</strong> recursos, a esta función se <strong>de</strong>stinan actualmente alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 15.000 millones <strong>de</strong> dólares en toda la<br />

región, <strong>de</strong> modo que el incremento absoluto equivale a solo 2,8 veces lo que se gastaba en el bienio 1991-1992;<br />

expresado como gasto por habitante, el aumento en todo el período fue <strong>de</strong> 90 a 130 dólares, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> solo un<br />

44% (como se observa en el cuadro II.A1.6 <strong>de</strong>l anexo).<br />

Para la actualización <strong>de</strong> la información sobre gasto social <strong>de</strong> la presente<br />

edición <strong>de</strong>l <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, se obtuvieron datos<br />

<strong>de</strong> la clasificación funcional hasta 2014, en concordancia con las<br />

series totales y sectoriales difundidas en ediciones anteriores. De<br />

los 21 países consi<strong>de</strong>rados, se consiguió información hasta 2014<br />

para 7 y hasta 2013 para 3, y se ha optado por publicar esas cifras<br />

por la importancia <strong>de</strong> contar con datos recientes, aun cuando su<br />

carácter sea provisional, estimativo o parcial. Los datos se actualizaron<br />

durante el cuarto trimestre <strong>de</strong> <strong>2015</strong> y el cierre <strong>de</strong> este proceso se<br />

hizo a principios <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> dicho año.<br />

En la mayoría <strong>de</strong> los casos, se logró reunir datos sobre<br />

la ejecución presupuestaria <strong>de</strong> la administración central y en<br />

varios <strong>de</strong> ellos se accedió a las cifras correspondientes al gasto<br />

efectivo <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s con organización presupuestaria autónoma,<br />

gobiernos locales y empresas públicas no financieras. Aunque las<br />

diferencias en la cobertura institucional dificultan la comparación<br />

entre los países, se optó por publicar la información con la<br />

cobertura más amplia disponible para cada país, salvo cuando<br />

esta presentaba restricciones significativas para la construcción<br />

<strong>de</strong> una serie relativa al período comprendido entre 1990 y 2014.<br />

Esto se <strong>de</strong>be a que el interés primordial <strong>de</strong> la CEPAL es ofrecer,<br />

en la medida <strong>de</strong> lo posible, la mayor cantidad <strong>de</strong> información <strong>de</strong>l<br />

gasto público social, para representar a<strong>de</strong>cuadamente el esfuerzo<br />

<strong>de</strong> los Estados en esta materia.<br />

A continuación, se clasifican los países según la cobertura<br />

institucional <strong>de</strong> las series <strong>de</strong> gasto social utilizadas:<br />

Cobertura institucional<br />

Países<br />

Sector público (SPNF+EPF)<br />

Costa Rica<br />

Sector público no financiero (GG+EPNF) Argentina (hasta 2009) y El Salvador<br />

Gobierno general (GC+GL)<br />

Brasil, Cuba y Perú<br />

Gobierno central (GCP+EA)<br />

Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional<br />

<strong>de</strong>), Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala,<br />

Jamaica, Panamá, Paraguay, República<br />

Dominicana, Trinidad y Tabago, Uruguay<br />

y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

Gobierno central presupuestario (GCP) Honduras, México y Nicaragua<br />

Don<strong>de</strong> SPNF: sector público no financiero; EPF: empresas<br />

públicas <strong>de</strong> carácter financiero; GG: gobierno general;<br />

EPNF: empresas públicas no financieras; GC: gobierno central;<br />

GL: gobiernos locales; GCP: gobierno central presupuestario;<br />

EA: entida<strong>de</strong>s estatales autónomas.<br />

Dado que la adopción <strong>de</strong>l sistema clasificatorio <strong>de</strong>l<br />

Manual <strong>de</strong> estadísticas <strong>de</strong> finanzas públicas 2001 <strong>de</strong>l Fondo<br />

Monetario Internacional, armonizado con el Sistema <strong>de</strong> Cuentas<br />

Nacionales (SCN) <strong>de</strong> 1993, es reciente en varios países, la<br />

serie entre 1990 y 2013 no siempre es compatible a nivel <strong>de</strong><br />

subfunciones o subgrupos. La mayoría <strong>de</strong> los países publican la<br />

clasificación funcional agregada y utilizan clasificaciones propias.<br />

Dentro <strong>de</strong> los problemas en la continuidad <strong>de</strong> las cifras, en<br />

algunos casos particulares se observa la falta <strong>de</strong> información en<br />

Recuadro II.2<br />

Actualización <strong>de</strong> la información sobre gasto social<br />

la serie completa o en ciertos años o funciones. Por ejemplo, no<br />

se dispone <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> Colombia entre 1990 y 1999, El Salvador<br />

entre 1990 y 2003, el Paraguay entre 1990 y 2002, el Perú entre<br />

1990 y 1998, y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) para 1990.<br />

Por otro lado, en el caso <strong>de</strong>l Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia no<br />

se dispone <strong>de</strong> información <strong>de</strong> gasto público total <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2010 en<br />

a<strong>de</strong>lante y en el caso <strong>de</strong> Nicaragua no están disponibles las cifras<br />

referentes a la seguridad social. En el caso <strong>de</strong>l Ecuador, las cifras<br />

absolutas <strong>de</strong> gasto social por sectores entre 1990 y 1999 han<br />

tenido que ser ajustadas para empalmar la serie hasta 2014. En<br />

otros países, no ha sido posible construir la serie completa por<br />

falta <strong>de</strong> información relativa a períodos intermedios: es el caso<br />

<strong>de</strong> Jamaica y Trinidad y Tabago entre 1997 y 1999. Los datos <strong>de</strong><br />

México correspon<strong>de</strong>n al gasto programable <strong>de</strong>l sector público<br />

presupuestario <strong>de</strong> la Cuenta <strong>de</strong> la Hacienda Pública Fe<strong>de</strong>ral<br />

disponible hasta 2012.<br />

Como en las ediciones anteriores, en el <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> <strong>2015</strong> se presentan los datos <strong>de</strong> gasto social<br />

como promedios bienales. Los indicadores que se publican son<br />

el gasto público social total y el gasto <strong>de</strong> las funciones o sectores<br />

que lo componen —educación, salud, seguridad y asistencia<br />

social, vivienda, saneamiento y otras funciones no incluidas en<br />

las categorías anteriores— como porcentajes <strong>de</strong>l PIB, en dólares<br />

por habitante (per cápita) y como porcentajes <strong>de</strong>l gasto público<br />

total. En el caso <strong>de</strong> este último indicador, se utiliza información<br />

oficial <strong>de</strong> los países sobre gasto público total, pero estas cifras<br />

pue<strong>de</strong>n diferir <strong>de</strong> las publicadas a partir <strong>de</strong> otros sistemas<br />

clasificatorios (como la clasificación económica o la clasificación<br />

administrativa <strong>de</strong> los gastos), tanto por la inclusión o no <strong>de</strong>l pago<br />

<strong>de</strong> intereses <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda pública como por el uso <strong>de</strong> diferentes<br />

opciones metodológicas en la categorización <strong>de</strong> las erogaciones.<br />

En <strong>2015</strong>, <strong>de</strong>l mismo modo que en las publicaciones <strong>de</strong> 2013<br />

y 2014, se incluye el cambio que los países han hecho <strong>de</strong>l año<br />

base <strong>de</strong>l PIB. Esto implica reestimaciones <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong>l PIB y, por<br />

tanto, las cifras pue<strong>de</strong>n no ser comparables con las publicadas<br />

en años anteriores. Todos los cálculos <strong>de</strong> gasto social en dólares<br />

constantes están expresados en dólares <strong>de</strong> 2010.<br />

Para el cálculo <strong>de</strong> las relaciones porcentuales se utilizan<br />

las cifras a precios corrientes <strong>de</strong> cada año en cada país. Estos<br />

valores, junto con los <strong>de</strong>l PIB corriente, se llevaron a precios en<br />

moneda local <strong>de</strong> 2010 utilizando el <strong>de</strong>flactor implícito <strong>de</strong>l PIB y<br />

luego se aplicó el tipo <strong>de</strong> cambio promedio anual <strong>de</strong> dicho año<br />

para su transformación a dólares. En aquellos casos en que el<br />

<strong>de</strong>flactor implícito estuvo disponible para un período parcial o<br />

no estuvo disponible por los recientes cambios en la base <strong>de</strong><br />

cálculo <strong>de</strong>l PIB, se aplicaron las proporciones observadas entre<br />

gasto público social y PIB a precios corrientes a las series <strong>de</strong><br />

PIB en dólares <strong>de</strong> 2010, que permiten <strong>de</strong>rivar el gasto social per<br />

cápita expresado en esa moneda. Esto pue<strong>de</strong> dar lugar a algunas<br />

diferencias con respecto a las variaciones temporales <strong>de</strong>l dato<br />

Capítulo II<br />

68


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Recuadro II.2 (conclusión)<br />

en moneda constante reportado por los países, lo que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> apreciación o <strong>de</strong>preciación cambiaria implícito en la<br />

paridad oficial <strong>de</strong> la moneda <strong>de</strong> cada país en relación con 2010,<br />

así como también <strong>de</strong> los datos <strong>de</strong> población en que se basen<br />

los cálculos por habitante.<br />

Los datos en moneda corriente sobre gasto público total y<br />

gasto público social y la <strong>de</strong>sagregación <strong>de</strong> este último por sectores<br />

o funciones correspon<strong>de</strong>n a cifras oficiales proporcionadas por las<br />

respectivas instituciones gubernamentales, que, según el país,<br />

son direcciones, <strong>de</strong>partamentos, secretarías o subsecretarías<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL).<br />

<strong>de</strong> planeación, <strong>de</strong> presupuestos o <strong>de</strong> políticas sociales <strong>de</strong> los<br />

ministerios <strong>de</strong> hacienda, finanzas o economía. También se<br />

obtuvieron datos <strong>de</strong> ejecución presupuestaria <strong>de</strong> las contadurías<br />

generales <strong>de</strong> la nación, tesorerías nacionales y, ocasionalmente,<br />

bancos centrales, institutos nacionales <strong>de</strong> estadísticas y sistemas<br />

<strong>de</strong> información social y económica <strong>de</strong> los países.<br />

El PIB en dólares constantes <strong>de</strong> 2010 correspon<strong>de</strong> a cifras<br />

oficiales <strong>de</strong> la CEPAL y las cifras <strong>de</strong> población provienen <strong>de</strong> las<br />

proyecciones <strong>de</strong>l Centro Latinoamericano y Caribeño <strong>de</strong> Demografía<br />

(CELADE)-División <strong>de</strong> Población <strong>de</strong> la CEPAL.<br />

B. Financiamiento <strong>de</strong>l gasto público social<br />

en un contexto <strong>de</strong> crecimiento<br />

que impone restricciones<br />

La política fiscal en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> históricamente ha sufrido <strong>de</strong> dos gran<strong>de</strong>s problemas: la insuficiencia <strong>de</strong> recursos<br />

para financiar las políticas sociales y su prociclicidad —atenuada en el último ciclo económico—. La insuficiencia<br />

<strong>de</strong> recursos para financiar las políticas sociales sigue vigente y constituye una restricción para ampliar la cobertura<br />

<strong>de</strong> las políticas sociales. El fin <strong>de</strong>l superciclo <strong>de</strong> los productos básicos y las perspectivas <strong>de</strong> un bajo crecimiento<br />

económico futuro plantean un <strong>de</strong>safío enorme por sus implicancias fiscales. En este contexto, es necesario un<br />

pacto <strong>de</strong> gobernanza <strong>de</strong> los recursos naturales no renovables, que incluye asegurar la existencia <strong>de</strong> mecanismos<br />

institucionales para garantizar que las rentas generadas por los recursos naturales contribuyan a un gasto sostenible.<br />

1. Carga tributaria en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: recaudación directa e indirecta,<br />

y contribuciones sociales<br />

En <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, la política fiscal históricamente ha sufrido <strong>de</strong> dos gran<strong>de</strong>s problemas, la insuficiencia <strong>de</strong> recursos<br />

para financiar las políticas sociales y la prociclicidad, es <strong>de</strong>cir, el hecho <strong>de</strong> que va en el mismo sentido <strong>de</strong> los ciclos<br />

económicos y, por en<strong>de</strong>, los acentúa en lugar <strong>de</strong> suavizarlos. Si bien la prociclicidad <strong>de</strong> la política fiscal parece<br />

haber sido atenuada en el último ciclo económico (véase CEPAL, 2013; Celasun y otros, <strong>2015</strong>), la insuficiencia <strong>de</strong><br />

recursos para financiar las políticas sociales sigue vigente y constituye una restricción para ampliar la cobertura <strong>de</strong><br />

las políticas sociales y mejorar calidad <strong>de</strong> las prestaciones.<br />

Des<strong>de</strong> 1990 (y especialmente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2002) se ha producido en la región una expansión <strong>de</strong> los ingresos<br />

tributarios con relación al PIB, causada por cuatro procesos complementarios: i) el crecimiento económico,<br />

que amplía las bases tributarias; ii) las reformas en la gestión pública, que tornan más eficientes los sistemas<br />

<strong>de</strong> recaudación y disminuyen la evasión y la elusión tributaria; iii) la creación <strong>de</strong> nuevos impuestos, así como<br />

la reforma <strong>de</strong> las cargas y tasas <strong>de</strong> impuestos ya existentes, y iv) la aplicación <strong>de</strong> regalías, tasas por usufructo,<br />

apropiación <strong>de</strong> rentas y otras modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> retención en la explotación y comercialización <strong>de</strong> recursos naturales<br />

(especialmente en los sectores <strong>de</strong> la minería y los hidrocarburos), en un contexto <strong>de</strong> notable aumento <strong>de</strong> los<br />

precios <strong>de</strong> los productos básicos. El incremento <strong>de</strong> la carga tributaria total en la región —incluida la seguridad<br />

social— ascien<strong>de</strong> en las últimas dos décadas, en promedio, a 7 puntos porcentuales <strong>de</strong>l PIB, lo que representa<br />

un aumento relativo <strong>de</strong> casi un 48%, al pasar dicha carga <strong>de</strong> un 14,6% <strong>de</strong>l PIB en 1990 a un 21,7% <strong>de</strong>l PIB<br />

en 2014. En los países que presentan la mayor carga tributaria (como la Argentina, el Brasil y el Uruguay), en<br />

Capítulo II<br />

69


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

promedio se pasó <strong>de</strong>l 19,1% <strong>de</strong>l PIB al 30,8% <strong>de</strong>l PIB en el mismo período. Los países <strong>de</strong> menor carga tributaria<br />

(Guatemala, México, República Dominicana y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>)) son los que menos avanzaron<br />

y presentan aún niveles extremadamente bajos (en ellos, dicha carga pasó <strong>de</strong>l 15,9% <strong>de</strong>l PIB al 19,4% <strong>de</strong>l PIB<br />

entre 1990 y 2014).<br />

Como ya se ha analizado en diversos documentos <strong>de</strong> la CEPAL (véase, por ejemplo, CEPAL, 2013), la composición<br />

<strong>de</strong> los ingresos fiscales en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> se caracteriza por el peso cada vez mayor <strong>de</strong> los impuestos generales<br />

sobre el consumo y, en menor medida, por el incremento <strong>de</strong>l peso <strong>de</strong> los impuestos sobre ingresos y utilida<strong>de</strong>s.<br />

La participación <strong>de</strong>l impuesto sobre la renta <strong>de</strong> las empresas es superior a la <strong>de</strong>l impuesto sobre la renta <strong>de</strong> las<br />

personas. En contraste, el <strong>de</strong>clive <strong>de</strong> los impuestos específicos sobre el consumo se relaciona con los procesos <strong>de</strong><br />

liberalización <strong>de</strong>l comercio.<br />

En lo que respecta al financiamiento <strong>de</strong>l Estado a través <strong>de</strong> aportes individuales <strong>de</strong> los ciudadanos, el rol que<br />

<strong>de</strong>sempeñan las contribuciones a la seguridad social constituye un elemento diferenciador entre los países <strong>de</strong> la región.<br />

Existen países con sistemas <strong>de</strong> pensiones (y jubilaciones) muy <strong>de</strong>sarrollados, que movilizan un cuantioso volumen<br />

<strong>de</strong> recursos monetarios provenientes <strong>de</strong> los trabajadores formales, al mismo tiempo que en otros países se observan<br />

estructuras previsionales menos <strong>de</strong>sarrolladas. Como promedio <strong>de</strong> la región, las contribuciones a la seguridad social<br />

han aumentado, pasando <strong>de</strong> un 2,0% <strong>de</strong>l PIB en 1990 a un 3,7% <strong>de</strong>l PIB en 2014 (véase el gráfico II.6A). Pero este<br />

promedio escon<strong>de</strong> un panorama heterogéneo, pues varios países han reformado sus regímenes <strong>de</strong> seguridad social.<br />

Por ejemplo, Chile, Colombia y México se basan en gran medida en regímenes privados <strong>de</strong> capitalización individual,<br />

lo que explica los bajos niveles <strong>de</strong> contribuciones a la seguridad social pública. En cambio, otros países, como la<br />

Argentina, el Brasil, Costa Rica y el Uruguay exhiben niveles <strong>de</strong> contribuciones a la seguridad social por encima <strong>de</strong>l<br />

7% <strong>de</strong>l PIB (véase el gráfico II.6B).<br />

Los ingresos tributarios han aumentado en las últimas dos décadas, pero este incremento ha sido paulatino y<br />

ha <strong>de</strong>pendido en gran medida <strong>de</strong> los impuestos al consumo y <strong>de</strong> los ingresos generados por la tributación <strong>de</strong> las<br />

socieda<strong>de</strong>s, especialmente las empresas <strong>de</strong>l sector <strong>de</strong> los recursos naturales. Esto plantea dos preocupaciones con<br />

respecto al financiamiento <strong>de</strong> las políticas sociales: es un financiamiento regresivo y, a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> los<br />

precios <strong>de</strong> los productos básicos. En relación con lo primero, según Hanni, Martner y Po<strong>de</strong>stá (<strong>2015</strong>), el impacto<br />

<strong>de</strong> la política fiscal en el sentido <strong>de</strong> mejorar la distribución <strong>de</strong>l ingreso sigue siendo limitado en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>:<br />

el coeficiente <strong>de</strong> Gini solo disminuye 3 puntos porcentuales <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> impuestos y transferencias, mientras que<br />

en los países <strong>de</strong> la Organización <strong>de</strong> Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) cae 17 puntos porcentuales.<br />

A<strong>de</strong>más, el 60% <strong>de</strong> la reducción <strong>de</strong>l coeficiente <strong>de</strong> Gini proviene <strong>de</strong>l gasto social (transferencias sociales y pensiones<br />

públicas), lo que implica que uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> la región es fortalecer el impacto redistributivo <strong>de</strong>l<br />

sistema tributario (reformando el impuesto sobre la renta, combatiendo la elusión y la evasión fiscal y reduciendo<br />

los tratamientos preferenciales). En relación con lo segundo, <strong>de</strong>bido a su fundamental contribución al <strong>de</strong>stacado<br />

<strong>de</strong>sempeño macroeconómico <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> durante la última década, el manejo fiscal <strong>de</strong> los recursos naturales<br />

no renovables es un tema <strong>de</strong> crucial interés para la mayoría <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región, en especial para aquellos <strong>de</strong><br />

conocida tradición productora y exportadora <strong>de</strong> hidrocarburos y minerales.<br />

Uno <strong>de</strong> los aspectos fundamentales <strong>de</strong> las reformas tributarias impulsadas durante los años ochenta y noventa<br />

consistía en la búsqueda <strong>de</strong> una mayor equidad horizontal (que los individuos con la misma renta se enfrentaran a<br />

la misma carga impositiva), para lo cual se recomendaba la eliminación gradual <strong>de</strong> una larga lista <strong>de</strong> beneficios y<br />

exoneraciones tributarias. A pesar <strong>de</strong> los avances logrados en la materia, el nivel <strong>de</strong> los gastos tributarios continúa<br />

siendo elevado. Jiménez y Po<strong>de</strong>stá (2009) estiman que los niveles <strong>de</strong> gasto tributario <strong>de</strong> ocho países <strong>de</strong> la región<br />

se encontraban en un rango entre un 2% y un 8% <strong>de</strong>l PIB en 2007. A<strong>de</strong>más, indican que la mayor parte <strong>de</strong> estos<br />

instrumentos tributarios se han concentrado en los dos impuestos más importantes: el impuesto al valor agregado y<br />

el impuesto sobre la renta.<br />

Todos estos aspectos <strong>de</strong> una manera u otra afectan el financiamiento <strong>de</strong> las políticas sociales. Si bien ha habido<br />

un incremento <strong>de</strong> los recursos <strong>de</strong>l Estado en todos los países <strong>de</strong> la región, este no es suficiente y se requiere <strong>de</strong> una<br />

nueva agenda <strong>de</strong> reformas tributarias que “redun<strong>de</strong>n en efectos virtuosos sobre el cambio estructural y la igualdad”<br />

(CEPAL, 2014c).<br />

Capítulo II<br />

70


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Gráfico II.6<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (22 países) y países <strong>de</strong> la Organización <strong>de</strong> Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE):<br />

ingresos tributarios por tipo <strong>de</strong> impuestos, 1990, 2000, 2013 y 2014<br />

(En porcentajes <strong>de</strong>l PIB)<br />

A. <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe y países <strong>de</strong> la OCDE,<br />

1990, 2000, 2013 y 2014<br />

40<br />

35<br />

30<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

17,2<br />

14,6<br />

2,7<br />

2,0<br />

0,9<br />

0,9 4,1<br />

4,2<br />

4,9<br />

3,0<br />

0,6 0,6<br />

3,8 4,0<br />

21,5 21,7<br />

3,7 3,7<br />

1,0 1,1<br />

3,8 3,7<br />

6,3 6,4<br />

5,9 6,1<br />

1990 2000 2013 2014<br />

1990 2000 2013<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (22 países)<br />

0,8 0,8<br />

32,1<br />

7,4<br />

3,9<br />

1,2<br />

34,2 34,2<br />

8,6 9,1<br />

1,3<br />

3,7 3,5<br />

5,7 6,7 6,8<br />

1,8 1,8 1,9<br />

12,2 12,2 11,5<br />

OCDE (34 países)<br />

1,4<br />

Renta y utilida<strong>de</strong>s Propiedad Generales sobre bienes y servicios<br />

Específicos B. sobre <strong>América</strong> bienes <strong>Latina</strong> y servicios y el Caribe Otros(22 países), Contribuciones 2014 a la seguridad social<br />

40<br />

35<br />

30<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

33,4<br />

32,2<br />

30,4 28,7<br />

8,7 7,0<br />

28,3<br />

6,1<br />

1,4 1,7 27,0<br />

0,6<br />

0,5 24,2<br />

4,7 2,2<br />

1,9<br />

1,0 4,3<br />

2,0<br />

7,6<br />

0,9 22,5<br />

3,3<br />

1,0<br />

21,7<br />

3,1<br />

0,4<br />

20,3 20,3 19,8 19,8 19,5 19,0 18,8<br />

3,7<br />

0,5 7,7<br />

2,5 1,4 18,2<br />

10,2<br />

3,2 9,1<br />

4,9<br />

3,0<br />

18,1<br />

1,4 0,7 3,2<br />

2,1 0,9 17,5<br />

2,0<br />

0,4<br />

17,1 1,1<br />

12,9 1,6<br />

0,6<br />

4,7<br />

1,2 2,4<br />

0,3<br />

16,5<br />

2,9<br />

11,4 9,8<br />

4,2<br />

6,4<br />

4,1 1,8 14,1<br />

3,7<br />

2,2 3,2<br />

0,4<br />

1,7 0,1<br />

6,2<br />

8,1 4,0 3,4<br />

6,0 8,2<br />

3,5<br />

4,3 0,3 0,1<br />

12,6<br />

7,0<br />

1,1<br />

3,1<br />

4,1 1,8<br />

20,1<br />

8,6<br />

0,4<br />

8,2<br />

6,3<br />

6,8<br />

6,8<br />

6,4<br />

1,3<br />

0,4<br />

2,2<br />

1,3<br />

1,9 2,9<br />

2,1<br />

3,5 6,3 0,4<br />

3,1 4,7<br />

1,8<br />

4,7<br />

0,9<br />

6,8<br />

5,1<br />

0,1<br />

0,5 0,3<br />

0,0 9,1<br />

0,1<br />

0,8<br />

6,9 8,1 0,2<br />

8,7 0,4<br />

6,1<br />

5,7<br />

5,8 6,6 6,5<br />

0,0 7,7<br />

0,8<br />

0,6 0,2<br />

4,2<br />

4,1<br />

5,3 5,8<br />

6,0<br />

4,1<br />

4,6<br />

0,2 6,0<br />

6,1<br />

4,5<br />

2,7<br />

3,9<br />

1,2<br />

Brasil<br />

Argentina<br />

Barbados<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Trinidad y<br />

Tabago<br />

Uruguay<br />

Jamaica<br />

Costa Rica<br />

Nicaragua<br />

Colombia<br />

Chile<br />

Honduras<br />

México<br />

Renta y utilida<strong>de</strong>s Propiedad Generales sobre bienes y servicios<br />

Específicos sobre bienes y servicios Otros Contribuciones a la seguridad social<br />

Capítulo II<br />

Ecuador<br />

Perú<br />

Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Panamá<br />

Bahamas<br />

Paraguay<br />

El Salvador<br />

Rep.<br />

Dominicana<br />

Guatemala<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

y el Caribe<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Organización <strong>de</strong> Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), Estadísticas<br />

tributarias en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, 1990-2014, 2016 [en línea] http://www.oecd.org/tax/revenue-statistics-in-latin-america-2310922x.htm.<br />

2. Impacto fiscal <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong>l superciclo <strong>de</strong> los productos básicos<br />

El superciclo o auge <strong>de</strong> los productos básicos (entre 2003 y 2014) fue un período en el que los precios <strong>de</strong> los productos<br />

básicos o primarios producidos por los países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe experimentaron una fuerte alza. Este<br />

fenómeno tuvo varias aristas, tanto <strong>de</strong> oferta como <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda, pero fue principalmente alimentado por la actividad<br />

económica <strong>de</strong> China, país que ha llevado a<strong>de</strong>lante un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> crecimiento basado en las inversiones en infraestructura,<br />

lo que exige un enorme consumo <strong>de</strong> materias primas para construir diversas obras como carreteras, viviendas y re<strong>de</strong>s<br />

eléctricas. Según Ocampo (<strong>2015</strong>), los países latinoamericanos concentraron sus exportaciones a China en un número<br />

reducido <strong>de</strong> productos básicos, principalmente petróleo, cobre, mineral <strong>de</strong> hierro, soja y pulpa <strong>de</strong> papel, lo que los<br />

hizo fuertemente vulnerables a los vaivenes <strong>de</strong> la economía <strong>de</strong> ese país. El superciclo también fue alimentado por el<br />

crecimiento <strong>de</strong>l intercambio comercial durante los últimos dos <strong>de</strong>cenios, el aumento <strong>de</strong> los precios <strong>de</strong> los productos<br />

71


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

básicos y el acceso <strong>de</strong> los países latinoamericanos a financiamiento externo a tasas históricamente bajas. Respecto a<br />

este último punto, la región redujo <strong>de</strong> manera consi<strong>de</strong>rable su en<strong>de</strong>udamiento externo durante el superciclo y a<strong>de</strong>más<br />

acumuló reservas internacionales como consecuencia <strong>de</strong> los mayores ingresos disponibles, lo que dio confianza a los<br />

mercados <strong>de</strong> capital privados en el sentido <strong>de</strong> que <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> era capaz <strong>de</strong> pagar sus <strong>de</strong>udas (Ocampo, <strong>2015</strong>).<br />

El superciclo se interrumpió durante la gran recesión <strong>de</strong>l período 2008-2009, generada por la crisis <strong>de</strong> las hipotecas<br />

<strong>de</strong> alto riesgo en los Estados Unidos, pero el sector <strong>de</strong> los productos básicos fue el primero en recuperarse. La duración<br />

<strong>de</strong> este superciclo fue mayor que la <strong>de</strong> ciclos previos, a la vez que el incremento medio <strong>de</strong> los precios también fue<br />

más pronunciado. Al mismo tiempo, fue mayor el número <strong>de</strong> mercados que en forma simultánea exhibieron alzas <strong>de</strong><br />

precios. El fin <strong>de</strong> los altos precios <strong>de</strong> los productos básicos se inició entre 2014 y <strong>2015</strong>, y nuevamente estuvo asociado<br />

a factores <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda (la economía china está creciendo a tasas muy inferiores) y <strong>de</strong> oferta (sobre todo en el sector<br />

petrolero). En el gráfico II.7 se aprecia la evolución <strong>de</strong> los índices <strong>de</strong> precios <strong>de</strong> los productos básicos en su conjunto,<br />

los productos agropecuarios, los metales y la energía. Como se observa, el fin <strong>de</strong>l superciclo se inició a finales <strong>de</strong> 2014<br />

y en todos los casos, excepto el <strong>de</strong> los productos agropecuarios, en diciembre <strong>de</strong> <strong>2015</strong> los precios se encontraban en<br />

los niveles <strong>de</strong> 2005.<br />

En el cuadro II.2 se muestran dos indicadores <strong>de</strong> ingresos fiscales para ocho países <strong>de</strong> la región en que estos<br />

ingresos <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n en gran medida <strong>de</strong> recursos naturales no renovables. El primer indicador correspon<strong>de</strong> al grado <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los recursos fiscales respecto <strong>de</strong>l sector <strong>de</strong> los recursos naturales no renovables, es <strong>de</strong>cir, el monto<br />

<strong>de</strong> ingresos fiscales generados por este sector como porcentaje <strong>de</strong> los ingresos fiscales totales <strong>de</strong>l país. El segundo<br />

correspon<strong>de</strong> a la presión fiscal sobre el sector, es <strong>de</strong>cir, el monto <strong>de</strong> ingresos fiscales generados por el sector en<br />

porcentaje <strong>de</strong>l PIB. Como promedio <strong>de</strong> los ocho países, en el período 2005-2008 la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia fiscal respecto <strong>de</strong>l<br />

sector <strong>de</strong> los recursos naturales no renovables fue <strong>de</strong> un 32%, correspondiente a una presión fiscal <strong>de</strong>l 8% <strong>de</strong>l PIB.<br />

Como se observa en el cuadro II.2, las situaciones son distintas entre los países: mientras que Colombia y el Perú son<br />

los que muestran un grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia fiscal menor (menos <strong>de</strong>l 15%), en el Ecuador, Trinidad y Tabago y Venezuela<br />

(República Bolivariana <strong>de</strong>) los recursos fiscales son altamente <strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> los recursos no renovables (más <strong>de</strong>l 40%).<br />

Gráfico II.7<br />

Índices <strong>de</strong> precios <strong>de</strong> los productos básicos, 1990-<strong>2015</strong><br />

(2005=100)<br />

A. Series mensuales hasta diciembre <strong>de</strong> <strong>2015</strong><br />

Productos básicos<br />

Productos agropecuarios<br />

250<br />

250<br />

200<br />

200<br />

150<br />

150<br />

100<br />

100<br />

50<br />

50<br />

0<br />

Enero <strong>de</strong><br />

1990<br />

Enero <strong>de</strong><br />

1995<br />

Enero <strong>de</strong><br />

2000<br />

Enero <strong>de</strong><br />

2005<br />

Enero <strong>de</strong><br />

2010<br />

Enero <strong>de</strong><br />

<strong>2015</strong><br />

0<br />

Enero <strong>de</strong><br />

1980<br />

Enero <strong>de</strong><br />

1985<br />

Enero <strong>de</strong><br />

1990<br />

Enero <strong>de</strong><br />

1995<br />

Enero <strong>de</strong><br />

2000<br />

Enero <strong>de</strong><br />

2005<br />

Enero <strong>de</strong><br />

2010<br />

Enero <strong>de</strong><br />

<strong>2015</strong><br />

Metales<br />

Falta leyenda<br />

Falta leyenda<br />

Energía<br />

250<br />

250<br />

200<br />

200<br />

150<br />

150<br />

100<br />

100<br />

50<br />

50<br />

0<br />

Enero <strong>de</strong><br />

1980<br />

Enero <strong>de</strong><br />

1985<br />

Enero <strong>de</strong><br />

1990<br />

Enero <strong>de</strong><br />

1995<br />

Enero <strong>de</strong><br />

2000<br />

Enero <strong>de</strong><br />

2005<br />

Enero <strong>de</strong><br />

2010<br />

Enero <strong>de</strong><br />

<strong>2015</strong><br />

0<br />

Enero <strong>de</strong><br />

1990<br />

Enero <strong>de</strong><br />

1995<br />

Enero <strong>de</strong><br />

2000<br />

Enero <strong>de</strong><br />

2005<br />

Enero <strong>de</strong><br />

2010<br />

Enero <strong>de</strong><br />

<strong>2015</strong><br />

Capítulo II<br />

Falta leyenda<br />

Falta leyenda<br />

72


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Gráfico II.7 (conclusión)<br />

B. Series anuales con proyecciones a 2020<br />

Productos básicos<br />

Productos agropecuarios<br />

250<br />

250<br />

200<br />

200<br />

150<br />

150<br />

100<br />

100<br />

50<br />

50<br />

0<br />

1990 2000 2010 2020<br />

0<br />

1980 1990<br />

2000 2010 2020<br />

Metales<br />

Falta leyenda<br />

Falta leyenda<br />

Energía<br />

250<br />

250<br />

200<br />

200<br />

150<br />

150<br />

100<br />

100<br />

50<br />

50<br />

0<br />

1980 1990<br />

2000 2010 2020<br />

0<br />

1990 2000 2010 2020<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe Falta (CEPAL), leyenda sobre la base <strong>de</strong> datos Falta <strong>de</strong>l leyenda Fondo Monetario Internacional (FMI), IMF Primary Commodity<br />

Prices [en línea] http://www.imf.org/external/np/res/commod/in<strong>de</strong>x.aspx.<br />

País<br />

Cuadro II.2<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (8 países): indicadores <strong>de</strong> ingresos fiscales proveniente<br />

<strong>de</strong> recursos naturales no renovables, 2000-2014 a<br />

(En porcentajes)<br />

En porcentajes <strong>de</strong> los ingresos totales<br />

En porcentajes <strong>de</strong>l PIB<br />

2000-2003 2005-2008 2010-2014 2000-2003 2005-2008 2010-2014<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) 11,4 30,2 33,1 2,8 9,7 11,6<br />

Chile 4,0 28,1 13,8 0,8 6,9 3,0<br />

Colombia 6,1 9,7 13,4 1,8 2,8 3,8<br />

Ecuador 29,3 35,3 38,2 5,7 8,7 12,8<br />

México b 21,4 39,1 33,7 3,1 6,0 5,5<br />

Perú 4,3 16,4 13,3 0,7 3,2 2,7<br />

Trinidad y Tabago 31,3 51,8 40,2 7,6 16,2 12,4<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) 48,2 50,6 39,3 10,5 13,8 9,9<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> J.C. Gómez Sabaíni, J.P. Jiménez y D. Morán, “El impacto fiscal <strong>de</strong> los<br />

recursos naturales no renovables en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe”, Documentos <strong>de</strong> Proyecto, Nº 658 (LC/W.658), Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong><br />

<strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), <strong>2015</strong>, actualización <strong>de</strong> los cuadros 4 y 5.<br />

a<br />

Información calculada sobre la base <strong>de</strong> valores acumulados <strong>de</strong> los períodos, en moneda nacional a valores corrientes. Las cifras correspon<strong>de</strong>n a los ingresos<br />

provenientes <strong>de</strong> la exploración y producción <strong>de</strong> hidrocarburos y <strong>de</strong> la minería.<br />

b<br />

No se incluyen los ingresos propios <strong>de</strong> Petróleos Mexicanos (Pemex).<br />

En el caso <strong>de</strong> estos países, se habla <strong>de</strong> cierta “pereza tributaria”, en el sentido <strong>de</strong> que —dado que pue<strong>de</strong>n<br />

recaudar ingresos fiscales gracias a los recursos naturales no renovables (ya sea a través <strong>de</strong> impuestos, regalías,<br />

transferencias <strong>de</strong> las empresas públicas o cualquier otra modalidad)— tien<strong>de</strong>n a no realizar esfuerzos <strong>de</strong><br />

recaudación tributaria en el resto <strong>de</strong> la economía (ya sea aumentando la base tributaria <strong>de</strong> los impuestos ya<br />

existentes, realizando reformas tributarias para no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los recursos no renovables o luchando contra la<br />

evasión y la elusión tributaria).<br />

Capítulo II<br />

73


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

El fin <strong>de</strong>l superciclo <strong>de</strong> los productos básicos representa un <strong>de</strong>safío enorme para los países productores <strong>de</strong><br />

la región, por sus efectos en su sector externo y sus implicaciones fiscales. De no existir aumentos en los niveles<br />

<strong>de</strong> producción o una recuperación <strong>de</strong> los precios internacionales, los países exportadores tendrán que enfrentar<br />

una erosión <strong>de</strong> su nivel <strong>de</strong> ingresos por exportaciones y una consecuente contracción <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> ingresos <strong>de</strong> los<br />

respectivos Gobiernos. De hecho, al primer semestre <strong>de</strong> <strong>2015</strong> ya se observaba una reducción <strong>de</strong> los ingresos fiscales<br />

provenientes <strong>de</strong> los recursos naturales no renovables <strong>de</strong> más <strong>de</strong> un 50% en comparación con los registrados en el<br />

primer semestre <strong>de</strong> 2012 (CEPAL, <strong>2015</strong>a).<br />

Un pacto sobre la gobernanza <strong>de</strong> los recursos naturales no renovables es necesario e incluye asegurar la existencia<br />

<strong>de</strong> mecanismos institucionales (como los fondos <strong>de</strong> estabilización) que garanticen que las rentas generadas por<br />

estos recursos contribuyan a un gasto sostenible y se inviertan en educación y salud, infraestructura, innovación y<br />

<strong>de</strong>sarrollo tecnológico, es <strong>de</strong>cir, en bases más sólidas <strong>de</strong>l bienestar, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> capacida<strong>de</strong>s y la innovación <strong>de</strong><br />

largo plazo (CEPAL, 2014c).<br />

C. A modo <strong>de</strong> conclusión<br />

En <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> se ha evi<strong>de</strong>nciado históricamente un sesgo procíclico <strong>de</strong> la política fiscal, así como <strong>de</strong>l gasto<br />

público y <strong>de</strong>l gasto social, en particular 6 . En ediciones anteriores <strong>de</strong>l <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> se ha<br />

<strong>de</strong>stacado ese comportamiento <strong>de</strong>l agregado regional <strong>de</strong>l gasto social frente al crecimiento económico, aun cuando<br />

se observó una ten<strong>de</strong>ncia anticíclica como respuesta a la crisis <strong>de</strong> 2008 y 2009 (véase, por ejemplo, CEPAL 2014a).<br />

A su vez, en estudios específicos se indicaba que el gasto social en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> presentaba un sesgo procíclico<br />

mayor que el gasto público en su conjunto, por lo que se hacía un llamado a proteger explícitamente su núcleo<br />

duro (Aldunate y Martner, 2006).<br />

La CEPAL ha llamado en varias oportunida<strong>de</strong>s a potenciar el sesgo contracíclico <strong>de</strong> la política fiscal,<br />

principalmente porque una política fiscal procíclica acentúa el ciclo económico y pue<strong>de</strong> afectar los <strong>de</strong>rechos<br />

sociales y económicos <strong>de</strong> la población si los niveles <strong>de</strong> gasto social se reducen. Se hace hincapié en que, en<br />

términos generales, el gasto social <strong>de</strong>bería ser neutro respecto <strong>de</strong>l ciclo económico (es <strong>de</strong>cir, “acíclico”): servicios<br />

<strong>de</strong> calidad para garantizar <strong>de</strong>rechos sociales como la educación, la salud y la protección social no <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>r<br />

<strong>de</strong>l ciclo económico. Sin embargo, consi<strong>de</strong>rando la magnitud <strong>de</strong> las brechas que persisten en la región en esas áreas<br />

y la necesidad <strong>de</strong> avanzar en la construcción <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> protección social universal, se recomienda ampliar<br />

el gasto social en las fases <strong>de</strong> prosperidad, con el <strong>de</strong>bido recaudo <strong>de</strong> cautelar la estabilidad macroeconómica.<br />

Complementariamente, en situaciones <strong>de</strong> crisis económica el gasto social <strong>de</strong>be ser “contracíclico” en lo que<br />

se refiere a proveer los recursos necesarios para asegurar el financiamiento <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> erradicación <strong>de</strong> la<br />

pobreza y protección <strong>de</strong>l empleo.<br />

Para garantizar el financiamiento <strong>de</strong>l gasto social, los países han aplicado diversas estrategias. Algunos han<br />

establecido en sus constituciones un piso mínimo <strong>de</strong> financiamiento estatal para las áreas <strong>de</strong> educación, salud o ambas:<br />

es el caso <strong>de</strong> la Argentina, Colombia, Costa Rica, el Ecuador y el Paraguay. Sin embargo, este tipo <strong>de</strong> mecanismos<br />

no eliminan el sesgo procíclico <strong>de</strong>l gasto público, pues permiten que el gasto social disminuya si lo mismo ocurre<br />

con el PIB (Aldunate y Martner, 2006).<br />

6<br />

De manera intuitiva, se entien<strong>de</strong> que una política fiscal procíclica es aquella que aumenta impuestos o disminuye gastos en<br />

épocas recesivas, y disminuye impuestos o aumenta gastos en épocas expansivas. Sin embargo, estas variaciones pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>berse<br />

a los <strong>de</strong>nominados estabilizadores automáticos, es <strong>de</strong>cir, a variaciones automáticas <strong>de</strong> partidas <strong>de</strong> ingresos y gastos ante el ciclo<br />

económico que no <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones coyunturales <strong>de</strong> política (o políticas discrecionales). Algunos autores (Gali y Perotti, 2003;<br />

Kaminsky, Reinhart y Vegh, 2005) plantean que una política fiscal pue<strong>de</strong> calificarse <strong>de</strong> contracíclica o procíclica solo si se consi<strong>de</strong>ran<br />

específicamente las políticas discrecionales, y para tal efecto es necesario usar el “balance cíclicamente ajustado”. Para otros, el<br />

comportamiento contracíclico o procíclico se estima consi<strong>de</strong>rando la combinación <strong>de</strong> ambos efectos (estabilizadores automáticos y<br />

políticas discrecionales), para lo cual se usa el “balance primario” o el “balance primario ajustado” (Klemm, 2014).<br />

Capítulo II<br />

74


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

El escenario económico actual <strong>de</strong> caída <strong>de</strong> precios <strong>de</strong> las materias primas genera una alerta en este aspecto,<br />

pues los ingresos fiscales <strong>de</strong> varios países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n en buena medida <strong>de</strong> recursos naturales<br />

no renovables. Así, como promedio <strong>de</strong>l período comprendido entre 2005 y 2008, el grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia fiscal<br />

respecto <strong>de</strong>l sector <strong>de</strong> los recursos naturales no renovables en Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), en el caso <strong>de</strong> los<br />

hidrocarburos, Chile y el Perú, en el caso <strong>de</strong> la minería, y Colombia, el Ecuador, México y Venezuela (República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>), en el caso <strong>de</strong>l petróleo, fue <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l 30% <strong>de</strong> los ingresos fiscales totales, correspondiente a<br />

más <strong>de</strong>l 7% <strong>de</strong>l PIB.<br />

Esto último es preocupante en el contexto actual <strong>de</strong> <strong>de</strong>saceleración económica y sugiere la necesidad <strong>de</strong><br />

recurrir a medidas <strong>de</strong> política fiscal que permitan asegurar los niveles <strong>de</strong> gasto social necesarios para financiar<br />

en forma sostenible políticas sociales encaminadas a garantizar <strong>de</strong>rechos y fortalecer su institucionalidad<br />

(véase el capítulo IV). Se hace imperiosa la necesidad <strong>de</strong> resguardar el núcleo duro <strong>de</strong>l gasto social, <strong>de</strong>finiendo<br />

políticas y programas que se consi<strong>de</strong>ren prioritarios —particularmente aquellos <strong>de</strong> lucha contra la pobreza y<br />

la exclusión social, y los dirigidos a proteger a la población más vulnerable frente al ciclo económico y otras<br />

contingencias—, asegurando la estabilidad <strong>de</strong>l financiamiento <strong>de</strong> las funciones <strong>de</strong> salud, educación y protección<br />

social. Finalmente, es prioritario que los países lleven a<strong>de</strong>lante las reformas tributarias que apunten a una mayor<br />

progresividad <strong>de</strong>l sistema y una menor <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia fiscal respecto <strong>de</strong> las rentas generadas por el sector <strong>de</strong> los<br />

productos básicos.<br />

Recuadro II.3<br />

La medición <strong>de</strong>l gasto social <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Sistema <strong>de</strong> Cuentas Nacionales<br />

La CEPAL <strong>de</strong>fine el gasto social como el monto <strong>de</strong> recursos<br />

<strong>de</strong>stinados a los planes, programas y proyectos cuyo objetivo<br />

es generar un impacto positivo en algún problema social<br />

in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la entidad administrativa que realiza<br />

cada función (educación, salud, protección social, protección <strong>de</strong>l<br />

medio ambiente, vivienda y servicios comunitarios, y activida<strong>de</strong>s<br />

recreativas), <strong>de</strong> la fuente <strong>de</strong> financiamiento interno y externo<br />

(pública o privada) y <strong>de</strong> la partida <strong>de</strong> costos a que se <strong>de</strong>stinan<br />

(gastos corrientes o <strong>de</strong> capital) (véase Martínez y Collinao, 2010).<br />

En la región existe una vasta experiencia con respecto a la<br />

medición <strong>de</strong>l gasto público social sobre la base <strong>de</strong> las estadísticas<br />

<strong>de</strong> finanzas públicas, pero la medición por el lado <strong>de</strong>l sector privado<br />

es muy esporádica. Este es un vacío que <strong>de</strong>be ser llenado, teniendo<br />

presente que es recurrente la participación <strong>de</strong> fundaciones,<br />

corporaciones y empresas privadas en el financiamiento y la<br />

administración <strong>de</strong> programas sociales; en particular, en el ámbito<br />

<strong>de</strong> la protección social se han realizado reformas tendientes a<br />

incorporar al sector privado. Efectivamente, durante las décadas<br />

<strong>de</strong> 1990 e inclusive <strong>de</strong> 2000, la mayoría <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región<br />

emprendieron reformas <strong>de</strong> sus sistemas <strong>de</strong> pensiones tendientes<br />

a introducir esquemas <strong>de</strong> capitalización individual. Los sistemas<br />

educativos y <strong>de</strong> aseguramiento en materia <strong>de</strong> salud también<br />

cuentan con una importante participación <strong>de</strong>l sector privado que,<br />

sin embargo, no ha sido a<strong>de</strong>cuadamente contabilizada.<br />

Por ello, se hace oportuno y necesario disponer <strong>de</strong> una<br />

mejor radiografía <strong>de</strong> las erogaciones sociales ejecutadas por el<br />

sector privado. Para ello, la CEPAL está proponiendo medir el<br />

gasto social (público y privado) <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Sistema <strong>de</strong> Cuentas<br />

Nacionales (SCN). Efectivamente, el SCN es un sistema <strong>de</strong><br />

registro completo y coherente <strong>de</strong> las transacciones que realizan<br />

todos los agentes económicos, que a<strong>de</strong>más ofrece un marco<br />

contable amplio y permite presentar los datos en un formato<br />

<strong>de</strong>stinado al análisis económico, a la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones y a la<br />

formulación <strong>de</strong> políticas.<br />

En las estadísticas <strong>de</strong> cuentas nacionales no se publican<br />

las erogaciones por finalida<strong>de</strong>s (Clasificación <strong>de</strong> las Funciones<br />

<strong>de</strong>l Gobierno (CFG)), por lo que se requiere utilizar un camino<br />

alternativo, que se apoya en los clasificadores usados por las<br />

propias cuentas nacionales (el clasificador <strong>de</strong> transacciones y otros<br />

flujos, que se emplea en el cálculo <strong>de</strong> las Cuentas Económicas<br />

Integradas (CEI), y el clasificador <strong>de</strong> productos, que se usa en<br />

el cuadro <strong>de</strong> oferta y utilización), y realizar una correspon<strong>de</strong>ncia<br />

entre ellos.<br />

La medición propuesta se organiza en dos cuadros: un cuadro<br />

<strong>de</strong> erogaciones corrientes y <strong>de</strong> capital, y un segundo cuadro<br />

<strong>de</strong> ingresos corrientes. En ambos cuadros, en las columnas se<br />

i<strong>de</strong>ntifica a los actores: la seguridad social vinculada al empleo<br />

pensionario y no pensionario (sector público y sector privado),<br />

la asistencia social (<strong>de</strong> las instituciones sin fines <strong>de</strong> lucro y <strong>de</strong>l<br />

Gobierno) y, finalmente, los seguros voluntarios <strong>de</strong> vida y <strong>de</strong><br />

salud (<strong>de</strong>l sector público y <strong>de</strong>l sector privado). Por su parte, las<br />

filas <strong>de</strong>l cuadro <strong>de</strong> erogaciones representan las transacciones<br />

<strong>de</strong> las funciones sociales para cada subsector. Las principales<br />

fuentes <strong>de</strong> información necesarias para completar los cuadros<br />

son las cuentas económicas integradas y el cuadro <strong>de</strong> oferta y<br />

utilización, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> algunos datos o <strong>de</strong>sgloses específicos<br />

para <strong>de</strong>terminadas partidas.<br />

Actualmente la CEPAL se encuentra trabajando con tres<br />

países (Ecuador, El Salvador y Perú) para la implementación <strong>de</strong> la<br />

medición <strong>de</strong>l gasto social a partir <strong>de</strong>l Sistema <strong>de</strong> Cuentas Nacionales.<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Fondo Monetario Internacional (FMI), Manual <strong>de</strong> estadísticas <strong>de</strong> finanzas<br />

públicas 2001 [en línea] https://www.imf.org/external/pubs/ft/gfs/manual/esl/pdf/all.pdf/; Naciones Unidas, Sistema <strong>de</strong> Cuentas Nacionales 2008, 2009<br />

[en línea] http://www.cepal.org/<strong>de</strong>ype/publicaciones/externas/1/50101/SNA2008_web.pdf y R. Martínez y M.P. Collinao, “Gasto social: mo<strong>de</strong>lo<br />

<strong>de</strong> medición y análisis para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe”, serie Manuales, Nº 65 (LC/L.3170), Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y<br />

el Caribe (CEPAL), 2010.<br />

Capítulo II<br />

75


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Bibliografía<br />

Aldunate, E. y R. Martner (2006), “Política fiscal y protección social”, Revista <strong>de</strong> la CEPAL, Nº 90 (LC/G.2323-P),<br />

Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL).<br />

Alessina, A. y G. Tabellini (2005), “Why is fiscal policy often procyclical?”, NBER Working Paper, Nº 11600, septiembre.<br />

Aravena, C. y A. Hofman (2014), “Crecimiento económico y productividad en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>. Una perspectiva por<br />

industrias-base <strong>de</strong> datos LA KLEMS”, serie Macroeconomía <strong>de</strong>l Desarrollo, Nº 152 (LC/L.3870), Santiago, Comisión<br />

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<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL).<br />

Capítulo II<br />

76


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

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Capítulo II<br />

77


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Capítulo II<br />

Anexo II.A1<br />

Cuadro II.A1.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): gasto público social como proporción<br />

<strong>de</strong>l gasto público total, 1991-1992 a 2013-2014<br />

(En porcentajes)<br />

Período<br />

País Cobertura a 1991-1992 1993-1994 1995-1996 1997-1998 1999-2000 2001-2002 2003-2004 2005-2006 2007-2008 2009-2010 2011-2012 2013-2014<br />

Argentina SPNF 63,0 65,0 65,6 65,2 63,6 64,8 65,5 63,1 63,1 64,3 … …<br />

GC 61,3 64,7 67,8 66,7 63,0 64,4 66,0 60,0 58,5 58,4 57,6 56,8<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) b GC 29,4 28,2 26,2 33,0 34,8 33,9 30,5 28,7 30,6 37,5 … …<br />

Brasil GG 47,3 57,5 55,6 50,5 59,5 64,3 72,2 72,3 72,4 71,7 73,0 74,8<br />

Chile GC 61,8 64,0 65,3 65,9 67,8 68,1 68,1 66,9 66,4 67,1 67,3 67,8<br />

Colombia GC … … … … 68,3 68,7 68,7 68,8 69,6 69,6 69,6 69,6<br />

Costa Rica SP 39,6 40,2 39,8 41,9 40,4 39,0 37,2 35,3 36,2 39,0 42,9 43,8<br />

Cuba GG 33,9 36,5 44,8 42,9 45,7 49,7 52,2 56,7 57,2 58,7 50,8 51,4<br />

GC … … … … … … … 35,1 41,8 44,3 33,6 27,3<br />

Ecuador GC 25,8 28,0 20,1 17,6 12,8 18,6 18,9 21,2 24,4 26,3 25,3 …<br />

El Salvador SPNF … … … … … … 56,3 56,1 57,9 55,9 58,8 60,7<br />

Guatemala GC 29,6 38,7 42,2 44,8 44,1 47,8 48,5 50,0 48,2 53,6 50,8 53,6<br />

Honduras GCP 41,3 36,5 41,1 38,3 43,8 46,8 52,8 52,5 51,3 51,1 … …<br />

Jamaica GC 22,8 22,7 20,0 … 18,5 17,3 16,4 19,2 21,0 … … …<br />

México GCP 46,6 52,1 53,1 55,2 61,9 59,6 57,4 59,0 57,0 55,1 57,3 57,9<br />

Nicaragua c GCP 36,6 39,8 38,7 34,9 39,8 39,6 44,1 49,2 52,7 54,9 54,9 57,2<br />

Panamá GC 42,6 45,8 42,2 42,4 39,0 38,3 37,0 37,7 41,5 43,1 42,0 41,0<br />

Paraguay GC … … … … … … 27,9 33,9 39,7 41,1 41,2 …<br />

Perú GG … … … … 45,8 54,2 56,2 55,7 52,1 50,5 49,4 …<br />

República Dominicana GC 38,7 42,4 41,6 41,0 45,2 45,6 39,4 41,5 39,9 39,1 37,7 …<br />

Trinidad y Tabago GC 40,8 41,6 41,8 … 41,2 45,8 41,8 31,0 33,4 … … …<br />

Uruguay GC 65,3 69,6 71,3 68,7 67,1 67,4 59,0 63,1 73,3 74,1 74,2 …<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) d GC 46,1 45,7 45,1 48,5 51,3 54,1 57,6 56,8 60,0 68,9 70,8 58,9<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

46,7 54,0 55,0 52,5 58,4 60,9 64,8 64,7 64,9 65,0 65,8 66,4<br />

(promedio pon<strong>de</strong>rado) e<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

41,3 43,6 45,3 45,6 46,5 48,0 48,0 48,5 49,9 51,3 50,9 50,7<br />

(promedio simple) e<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

Las coberturas correspon<strong>de</strong>n a: SPNF: sector público no financiero; GC: gobierno central; GG: gobierno general; SP: sector público total; GCP: gobierno central presupuestario.<br />

b<br />

La cifra <strong>de</strong>l período 2009-2010 correspon<strong>de</strong> a 2009.<br />

c<br />

No se cuenta con cifras <strong>de</strong> seguridad social.<br />

d<br />

La cifra <strong>de</strong>l período 2013-2014 correspon<strong>de</strong> a 2013.<br />

e<br />

Se incluyen estimaciones en aquellos años en que falta información para algunos países.<br />

78


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Capítulo II<br />

Cuadro II.A1.2<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): gasto público social como proporción <strong>de</strong>l PIB<br />

y per cápita, 1991-1992 a 2013-2014<br />

(En porcentajes y dólares <strong>de</strong> 2010)<br />

Período<br />

País Cobertura a 1991-1992 1993-1994 1995-1996 1997-1998 1999-2000 2001-2002 2003-2004 2005-2006 2007-2008 2009-2010 2011-2012 2013-2014<br />

Como proporción <strong>de</strong>l PIB<br />

(en porcentajes)<br />

Argentina SPNF 16,5 17,3 17,3 16,7 18,1 17,5 15,9 16,6 18,7 22,5 … …<br />

GC 9,2 8,9 9,4 8,9 9,2 8,9 8,2 7,8 8,4 10,5 11,5 12,9<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) b GC 6,1 7,6 7,3 10,2 11,2 12,8 13,1 12,1 11,6 12,7 11,6 …<br />

Brasil GG 16,7 17,9 19,2 20,1 20,8 21,2 21,9 22,5 23,7 25,1 24,6 26,3<br />

Chile GC 11,5 11,9 11,8 12,6 14,2 14,4 13,3 11,9 12,7 15,2 14,5 14,9<br />

Colombia GC 5,9 7,6 12,3 12,0 10,5 10,9 10,4 11,6 12,5 14,0 12,7 13,6<br />

Costa Rica SP 14,8 16,0 15,9 16,9 16,6 18,7 18,2 17,1 18,4 22,5 22,7 23,3<br />

Cuba GG 28,6 28,2 24,3 21,6 22,9 25,1 27,4 36,0 41,8 42,6 34,7 31,8<br />

GC … … … … … … … 16,7 22,0 22,7 16,1 11,2<br />

Ecuador GC 3,8 4,3 4,0 3,6 2,7 3,9 3,7 4,2 5,8 7,9 7,9 …<br />

El Salvador SPNF … … … … … … 12,0 12,7 12,3 13,5 14,8 15,1<br />

Guatemala GC 3,9 4,9 4,5 5,8 6,7 7,1 7,3 7,7 7,1 8,1 7,5 7,6<br />

Honduras GCP 6,2 6,0 5,6 5,1 7,2 8,8 10,1 9,7 10,5 11,8 … …<br />

Jamaica GC 6,9 7,2 7,4 … 5,7 11,5 12,4 13,5 12,9 … … …<br />

México GCP 6,6 8,0 7,5 7,9 8,5 8,9 9,0 9,3 9,9 11,1 11,0 3,1<br />

Nicaragua c GCP 4,8 5,4 5,2 4,8 6,9 6,2 7,9 8,6 9,1 9,8 9,2 10,3<br />

Panamá GC 7,6 7,3 7,3 8,1 8,2 9,4 8,0 8,3 8,4 9,8 9,5 9,3<br />

Paraguay GC … … … … … … 9,0 11,1 12,0 14,2 16,4 …<br />

Perú GG … … … … 8,8 9,8 9,9 9,6 9,2 10,2 9,4 …<br />

República Dominicana GC 3,4 4,6 4,1 4,6 5,5 6,7 5,7 7,2 7,9 7,2 6,8 …<br />

Trinidad y Tabago GC 7,3 6,9 6,5 … 8,2 10,0 9,3 8,9 8,2 … … …<br />

Uruguay GC 16,9 19,0 20,1 20,9 22,4 24,2 20,4 20,3 22,9 23,4 23,5 …<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) d GC 12,0 10,0 9,9 11,9 13,9 16,5 17,5 19,9 20,2 17,9 22,0 17,8<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

12,6 13,6 14,3 14,8 15,4 15,9 16,0 16,7 17,8 19,3 19,0 19,5<br />

(promedio pon<strong>de</strong>rado) e<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

10,0 10,5 10,5 10,8 11,6 12,6 12,5 13,3 14,1 15,2 14,9 14,9<br />

(promedio simple) e<br />

79


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Capítulo II<br />

Cuadro II.A1.2 (conclusión)<br />

Período<br />

País Cobertura a 1991-1992 1993-1994 1995-1996 1997-1998 1999-2000 2001-2002 2003-2004 2005-2006 2007-2008 2009-2010 2011-2012 2013-2014<br />

Per cápita<br />

(en dólares <strong>de</strong> 2010)<br />

Argentina SPNF 1 223 1 418 1 420 1 516 1 575 1 350 1 286 1 570 1 979 2 392<br />

GC 680 733 775 808 806 684 666 742 894 1 157 1 418 1 625<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) b GC 87 112 110 161 177 203 211 206 211 242 234 …<br />

Brasil GG 1 308 1 464 1 648 1 751 1 814 1 886 2 006 2 176 2 497 2 749 2 879 3 141<br />

Chile GC 781 908 1 023 1 190 1 354 1 427 1 392 1 354 1 544 1 887 1 978 2 161<br />

Colombia GC 266 366 617 613 502 528 529 636 741 855 835 938<br />

Costa Rica SP 709 836 847 944 1 005 1 123 1 161 1 186 1 407 1 718 1 855 1 999<br />

Cuba GG 1 003 784 716 673 777 902 1 052 1 668 2 244 2 399 2 058 1 984<br />

GC … … … … … … … 770 1 184 1 279 951 693<br />

Ecuador GC 146 165 155 144 100 147 148 182 263 364 398 …<br />

El Salvador SPNF … … … … … … 383 424 435 463 515 541<br />

Guatemala GC 89 115 110 149 177 189 196 212 207 232 221 228<br />

Honduras GCP 98 97 92 86 119 152 184 192 222 243 … …<br />

Jamaica GC 297 315 324 … 240 484 540 600 671 … … …<br />

México GCP 486 597 532 606 692 731 751 816 906 969 1 012 299<br />

Nicaragua c GCP 54 58 59 57 88 82 107 124 139 146 148 176<br />

Panamá GC 341 350 349 420 441 502 452 520 615 759 853 903<br />

Paraguay GC … … … … … … 236 301 348 417 513 …<br />

Perú GG … … … … 289 329 354 378 418 495 512 …<br />

República Dominicana GC 90 135 127 158 207 264 225 320 393 375 367 …<br />

Trinidad y Tabago GC 484 448 462 … 806 1 049 1 198 1 323 1 380 … … …<br />

Uruguay GC 1 236 1 513 1 653 1 874 1 963 1 910 1 635 1 878 2 369 2 698 2 941 …<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) d GC 952 774 749 924 992 1 145 1 124 1 551 1 776 1 500 1 899 1 563<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

801 895 965 1 038 1 085 1 121 1 162 1 300 1 502 1 654 1 741 1 841<br />

(promedio pon<strong>de</strong>rado) e<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

495 536 564 620 667 714 722 839 989 1 092 1 154 1 201<br />

(promedio simple) e<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

Las coberturas correspon<strong>de</strong>n a: SPNF: sector público no financiero; GC: gobierno central; GG: gobierno general; SP: sector público total; GCP: gobierno central presupuestario.<br />

b<br />

La cifra <strong>de</strong>l período 2009-2010 correspon<strong>de</strong> a 2009.<br />

c<br />

No se cuenta con cifras <strong>de</strong> seguridad social.<br />

d<br />

La cifra <strong>de</strong>l período 2013-2014 correspon<strong>de</strong> a 2013.<br />

e<br />

Se incluyen estimaciones en aquellos años en que falta información para algunos países.<br />

80


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Capítulo II<br />

Cuadro II.A1.3<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): gasto público social en educación<br />

como proporción <strong>de</strong>l PIB y per cápita, 1991-1992 a 2013-2014<br />

(En porcentajes y dólares <strong>de</strong> 2010)<br />

Período<br />

País Cobertura a 1991-1992 1993-1994 1995-1996 1997-1998 1999-2000 2001-2002 2003-2004 2005-2006 2007-2008 2009-2010 2011-2012 2013-2014<br />

Como proporción <strong>de</strong>l PIB<br />

(en porcentajes)<br />

Argentina SPNF 3,1 3,4 3,5 3,6 4,1 4,0 3,4 4,0 4,6 5,4 … …<br />

GC 0,9 0,8 0,8 0,9 0,8 0,8 0,7 1,0 1,3 1,5 1,7 1,8<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) b GC 3,8 4,8 5,0 5,0 5,1 6,0 6,4 6,1 5,8 6,1 5,5 …<br />

Brasil GG 2,9 4,2 4,5 4,7 5,1 4,6 4,8 4,6 5,1 5,6 5,5 5,8<br />

Chile GC 2,2 2,4 2,6 3,1 3,7 3,9 3,6 3,1 3,6 4,3 4,2 4,5<br />

Colombia GC 2,5 2,6 3,6 3,9 3,5 3,3 3,4 3,1 3,0 3,3 3,0 3,3<br />

Costa Rica SP 3,9 4,4 4,2 4,6 4,5 5,5 5,6 5,3 5,6 7,2 7,3 7,6<br />

Cuba GG 11,1 9,5 7,3 7,4 8,4 10,0 11,9 14,0 17,0 17,3 15,2 12,9<br />

GC … … … … … … … 5,1 8,4 7,8 5,3 2,9<br />

Ecuador GC 2,7 2,8 2,5 2,4 1,7 2,2 2,2 2,3 2,9 4,5 4,6 …<br />

El Salvador SPNF … … … … … … 3,4 3,3 3,2 3,8 3,9 4,0<br />

Guatemala GC 1,8 2,0 1,8 2,2 2,7 2,9 2,9 3,0 2,9 3,3 3,2 3,2<br />

Honduras GCP 3,6 3,4 3,2 3,3 4,5 5,6 6,5 6,5 7,1 7,6 … …<br />

Jamaica GC 3,5 3,5 4,0 … 6,1 6,6 7,4 8,2 7,7 … … …<br />

México GCP 2,6 3,5 3,3 3,4 3,4 3,5 3,4 3,4 3,5 3,8 3,6 …<br />

Nicaragua GCP 1,5 2,1 2,1 2,3 3,0 3,0 3,6 3,8 4,1 4,4 3,9 4,3<br />

Panamá GC 3,7 3,6 3,8 4,1 4,0 4,3 3,9 4,0 3,5 3,4 3,4 3,2<br />

Paraguay GC … … … … … … 3,5 4,1 4,3 4,8 5,4 …<br />

Perú GG … … … … 3,0 2,9 3,1 3,0 2,9 3,2 2,9 …<br />

República Dominicana GC 0,9 1,4 1,5 1,9 2,2 2,6 1,7 1,9 2,4 2,4 2,3 …<br />

Trinidad y Tabago GC 3,3 3,2 3,0 … 3,6 4,5 4,3 3,8 3,5 … … …<br />

Uruguay GC 2,3 2,4 2,6 3,0 2,8 3,2 3,1 3,0 3,6 4,1 4,3 …<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) c GC 4,7 4,6 3,8 4,7 5,6 6,3 6,5 6,7 6,7 6,1 5,8 5,5<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

3,0 3,8 3,9 4,1 4,3 4,2 4,3 4,2 4,6 5,0 4,9 4,9<br />

(promedio pon<strong>de</strong>rado) d<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

3,3 3,5 3,4 3,6 4,0 4,4 4,5 4,6 4,9 5,3 5,1 5,1<br />

(promedio simple) d<br />

81


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Capítulo II<br />

Cuadro II.A1.3 (conclusión)<br />

Período<br />

País Cobertura a 1991-1992 1993-1994 1995-1996 1997-1998 1999-2000 2001-2002 2003-2004 2005-2006 2007-2008 2009-2010 2011-2012 2013-2014<br />

Per cápita<br />

(en dólares <strong>de</strong> 2010)<br />

Argentina SPNF 230 284 291 331 362 309 279 382 484 575 … …<br />

GC 66 65 70 79 74 60 59 92 137 165 212 231<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) b GC 55 71 75 79 81 96 104 104 106 117 111 …<br />

Brasil GG 226 345 387 408 442 406 439 445 540 611 642 692<br />

Chile GC 150 185 228 293 352 384 382 357 437 534 567 649<br />

Colombia GC 113 126 182 199 167 160 171 168 176 200 197 230<br />

Costa Rica SP 188 229 226 257 275 330 356 365 428 549 595 654<br />

Cuba GG 389 264 215 229 283 359 459 647 917 974 905 804<br />

GC … … … … … … … 236 450 441 315 179<br />

Ecuador GC 103 109 97 96 63 85 89 100 131 206 230 …<br />

El Salvador SPNF … … … … … … 108 110 114 132 137 143<br />

Guatemala GC 42 48 45 56 72 78 78 83 84 96 94 95<br />

Honduras GCP 57 56 52 56 76 96 119 128 149 157 … …<br />

Jamaica GC 149 151 174 … 257 277 322 361 404 … … …<br />

México GCP 195 264 237 260 278 290 285 298 318 332 331 …<br />

Nicaragua GCP 16 23 24 27 38 39 48 55 62 66 63 74<br />

Panamá GC 166 170 183 213 215 230 216 248 259 262 305 315<br />

Paraguay GC … … … … … … 92 111 125 142 168 …<br />

Perú GG … … … … 97 98 111 119 132 156 158 …<br />

República Dominicana GC 25 41 46 65 83 103 68 85 119 122 123 …<br />

Trinidad y Tabago GC 219 207 212 … 356 472 553 569 593 … … …<br />

Uruguay GC 165 191 217 274 245 255 251 280 377 475 541 …<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) c GC 374 353 288 368 399 435 418 521 585 515 502 486<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

191 249 261 284 305 297 308 330 389 430 445 468<br />

(promedio pon<strong>de</strong>rado) d<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

148 161 165 186 204 223 236 264 311 341 354 368<br />

(promedio simple) d<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

Las coberturas correspon<strong>de</strong>n a: SPNF: sector público no financiero; GC: gobierno central; GG: gobierno general; SP: sector público total; GCP: gobierno central presupuestario.<br />

b<br />

La cifra <strong>de</strong>l período 2009-2010 correspon<strong>de</strong> a 2009.<br />

c<br />

La cifra <strong>de</strong>l período 2013-2014 correspon<strong>de</strong> a 2013.<br />

d<br />

Se incluyen estimaciones en aquellos años en que falta información para algunos países.<br />

82


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Capítulo II<br />

Cuadro II.A1.4<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): gasto público social en salud<br />

como proporción <strong>de</strong>l PIB y per cápita, 1991-1992 a 2013-2014<br />

(En porcentajes y dólares <strong>de</strong> 2010)<br />

Período<br />

País Cobertura a 1991-1992 1993-1994 1995-1996 1997-1998 1999-2000 2001-2002 2003-2004 2005-2006 2007-2008 2009-2010 2011-2012 2013-2014<br />

Como proporción <strong>de</strong>l PIB<br />

(en porcentajes)<br />

Argentina SPNF 3,7 4,0 4,0 3,8 4,2 4,0 3,5 3,7 4,0 5,0 … …<br />

GC 2,0 2,0 2,1 2,0 2,1 1,9 1,7 1,1 0,5 0,6 0,7 0,8<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) b GC 0,9 1,1 1,0 0,9 1,2 1,4 1,6 1,6 1,4 1,5 1,4 …<br />

Brasil GG 3,0 3,0 3,9 3,7 3,8 4,1 4,5 4,6 5,0 5,2 4,9 5,2<br />

Chile GC 1,9 2,2 2,2 2,4 2,7 2,8 2,7 2,6 3,0 3,7 3,6 3,9<br />

Colombia GC 0,8 1,5 2,8 3,1 2,3 2,0 1,8 1,9 1,9 1,9 1,9 2,1<br />

Costa Rica SP 4,6 4,7 4,7 4,7 4,9 5,5 5,4 4,9 5,4 6,5 6,6 6,5<br />

Cuba GG 5,5 5,8 4,7 5,1 5,5 5,7 5,6 9,5 12,2 11,8 9,6 10,4<br />

GC … … … … … … … 1,6 3,6 3,6 2,5 0,9<br />

Ecuador GC 0,9 0,8 0,8 0,8 0,6 0,8 1,0 1,0 1,3 1,6 1,6 …<br />

El Salvador SPNF … … … … … … 3,6 4,0 3,7 4,2 4,1 4,4<br />

Guatemala GC 1,0 1,1 0,8 1,0 1,2 1,1 1,1 1,2 1,2 1,3 1,1 1,1<br />

Honduras GCP 2,3 2,2 2,2 1,8 2,5 2,9 3,3 2,9 2,7 3,4 … …<br />

Jamaica GC 2,0 2,1 1,8 … 2,4 2,9 3,4 3,3 3,2 … … …<br />

México GCP 2,8 2,6 1,9 2,0 2,1 2,1 2,2 2,4 2,4 2,7 2,7 …<br />

Nicaragua GCP 2,0 2,1 2,0 1,8 2,4 2,3 2,6 2,7 2,8 2,9 2,8 3,3<br />

Panamá GC 1,7 2,0 1,8 1,9 2,0 2,4 2,1 2,1 1,9 2,1 1,8 1,8<br />

Paraguay GC … … … … … … 1,6 2,2 2,3 3,1 3,8 …<br />

Perú GG … … … … 1,5 1,7 1,6 1,6 1,8 2,3 2,4 …<br />

República Dominicana GC 0,7 1,0 0,9 1,0 1,3 1,6 1,0 1,3 1,4 1,5 1,7 …<br />

Trinidad y Tabago GC 2,8 2,5 2,1 … 1,9 2,3 2,3 2,5 2,2 … … …<br />

Uruguay GC 2,8 3,1 2,9 2,9 3,6 3,8 3,2 3,5 4,4 5,3 5,9 …<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) c GC 2,2 1,7 1,5 2,0 2,6 3,2 2,8 3,2 3,7 3,1 4,4 3,9<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

2,7 2,7 3,0 3,0 3,1 3,2 3,4 3,5 3,8 4,1 4,0 4,2<br />

(promedio pon<strong>de</strong>rado) d<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

2,3 2,4 2,3 2,4 2,6 2,8 2,7 3,0 3,2 3,6 3,5 3,6<br />

(promedio simple) d<br />

83


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Capítulo II<br />

Cuadro II.A1.4 (conclusión)<br />

Período<br />

País Cobertura a 1991-1992 1993-1994 1995-1996 1997-1998 1999-2000 2001-2002 2003-2004 2005-2006 2007-2008 2009-2010 2011-2012 2013-2014<br />

Per cápita<br />

(en dólares <strong>de</strong> 2010)<br />

Argentina SPNF 274 328 330 349 369 307 286 346 418 535 … …<br />

GC 147 167 173 180 185 147 138 100 54 72 85 106<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) b GC 13 17 15 15 18 22 26 28 26 29 29 …<br />

Brasil GG 232 245 332 327 332 368 414 449 523 573 577 622<br />

Chile GC 129 166 191 226 253 280 288 302 365 455 491 569<br />

Colombia GC 34 73 143 159 111 95 93 101 111 117 127 146<br />

Costa Rica SP 221 245 249 263 295 331 343 338 417 500 541 560<br />

Cuba GG 191 160 138 159 186 205 214 443 654 662 567 650<br />

GC … … … … … … … 70 193 204 147 55<br />

Ecuador GC 33 29 33 30 21 32 40 45 61 71 82 …<br />

El Salvador SPNF … … … … … … 115 133 131 143 142 158<br />

Guatemala GC 24 25 20 26 33 30 30 34 34 39 32 34<br />

Honduras GCP 37 36 35 30 41 49 60 58 57 70 … …<br />

Jamaica GC 86 92 79 … 100 123 148 144 167 … … …<br />

México GCP 210 198 136 156 169 173 183 207 220 238 251 …<br />

Nicaragua GCP 22 22 23 21 31 30 35 38 43 44 45 56<br />

Panamá GC 77 94 87 100 109 130 120 132 140 166 160 171<br />

Paraguay GC … … … … … … 43 58 66 91 119 …<br />

Perú GG … … … … 48 56 57 62 82 111 128 …<br />

República Dominicana GC 19 29 28 36 49 61 39 56 71 79 91 …<br />

Trinidad y Tabago GC 187 161 146 … 186 242 290 369 376 … … …<br />

Uruguay GC 206 250 235 259 318 300 261 324 458 613 736 …<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) c GC 171 131 113 159 185 219 184 248 324 262 380 343<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

173 181 203 212 217 229 244 275 321 355 370 394<br />

(promedio pon<strong>de</strong>rado) d<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

111 118 120 131 143 153 156 186 226 254 273 292<br />

(promedio simple) d<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

Las coberturas correspon<strong>de</strong>n a: SPNF: sector público no financiero; GC: gobierno central; GG: gobierno general; SP: sector público total; GCP: gobierno central presupuestario.<br />

b<br />

La cifra <strong>de</strong>l período 2009-2010 correspon<strong>de</strong> a 2009.<br />

c<br />

La cifra <strong>de</strong>l período 2013-2014 correspon<strong>de</strong> a 2013.<br />

d<br />

Se incluyen estimaciones en aquellos años en que falta información para algunos países.<br />

84


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Capítulo II<br />

Cuadro II.A1.5<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): gasto público social en seguridad social y asistencia social<br />

como proporción <strong>de</strong>l PIB y per cápita, 1991-1992 a 2013-2014<br />

(En porcentajes y dólares <strong>de</strong> 2010)<br />

Período<br />

País Cobertura a 1991-1992 1993-1994 1995-1996 1997-1998 1999-2000 2001-2002 2003-2004 2005-2006 2007-2008 2009-2010 2011-2012 2013-2014<br />

Como proporción <strong>de</strong>l PIB<br />

(en porcentajes)<br />

Argentina SPNF 8,4 8,4 8,5 8,0 8,5 8,5 7,9 7,5 8,7 10,4 … …<br />

GC 6,3 6,0 6,4 6,0 6,3 6,2 5,8 5,5 6,2 7,8 8,6 9,4<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) b GC 1,3 1,6 1,3 4,1 4,6 5,1 4,9 4,2 4,1 4,8 4,4 …<br />

Brasil GG 9,0 10,2 10,1 10,9 11,1 11,4 11,4 12,1 12,2 12,8 12,8 13,9<br />

Chile GC 7,2 7,1 6,7 6,8 7,5 7,4 6,6 5,8 5,7 6,8 6,3 6,1<br />

Colombia GC 2,2 3,0 5,0 4,1 3,7 5,0 4,7 6,2 7,0 8,2 7,1 7,3<br />

Costa Rica SP 4,6 5,1 5,2 6,0 5,7 5,9 5,4 5,2 5,4 6,4 6,6 6,9<br />

Cuba GG 8,1 8,5 7,1 7,1 6,6 6,8 7,2 6,8 6,8 7,6 7,3 7,0<br />

GC … … … … … … … 6,8 6,8 7,6 7,3 7,2<br />

Ecuador GC 0,3 0,4 0,4 0,3 0,3 0,4 0,3 0,7 1,0 1,5 1,4 …<br />

El Salvador SPNF … … … … … … 3,5 3,9 3,9 4,2 4,8 4,9<br />

Guatemala GC 0,9 0,9 0,8 0,9 1,1 1,1 1,4 1,1 1,1 1,4 1,5 1,4<br />

Honduras GCP 0,3 0,3 0,3 0,3 0,4 0,4 0,3 0,3 0,7 0,7 … …<br />

Jamaica GC 0,4 0,4 0,3 … 0,4 0,5 0,5 0,6 0,6 … … …<br />

México GCP 0,1 0,6 1,4 1,7 2,2 2,1 2,1 2,2 2,5 3,0 3,1 …<br />

Nicaragua c GCP … … … … … … … … … … … …<br />

Panamá GC 1,8 1,5 1,3 1,8 1,4 1,4 1,1 1,1 1,5 1,7 1,5 1,3<br />

Paraguay GC … … … … … … 3,5 4,6 5,0 6,0 6,7 …<br />

Perú GG … … … … 3,6 4,5 4,5 4,2 3,5 3,4 3,1 …<br />

República Dominicana GC 0,2 0,4 0,3 0,5 0,8 1,0 1,4 2,1 2,2 1,9 1,7 …<br />

Trinidad y Tabago GC 0,1 0,1 0,1 … 1,4 1,6 1,5 1,3 1,2 … … …<br />

Uruguay GC 11,5 13,0 14,1 14,0 14,4 15,2 12,3 11,7 12,3 11,7 10,8 …<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) d GC 2,6 2,4 3,1 3,1 3,6 4,7 5,9 6,6 7,2 7,0 8,9 6,5<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

5,5 6,2 6,6 6,8 7,1 7,3 7,3 7,6 7,9 8,7 8,7 9,0<br />

(promedio pon<strong>de</strong>rado) e<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

3,5 3,7 3,8 4,0 4,2 4,5 4,3 4,4 4,6 5,1 5,1 5,0<br />

(promedio simple) e<br />

85


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Capítulo II<br />

Cuadro II.A1.5 (conclusión)<br />

Período<br />

País Cobertura a 1991-1992 1993-1994 1995-1996 1997-1998 1999-2000 2001-2002 2003-2004 2005-2006 2007-2008 2009-2010 2011-2012 2013-2014<br />

Per cápita<br />

(en dólares <strong>de</strong> 2010)<br />

Argentina SPNF 619 692 700 728 743 654 639 710 920 1 108 … …<br />

GC 464 498 531 546 546 476 467 518 658 862 1 063 1 188<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) b GC 19 23 20 65 73 81 79 71 75 92 90 …<br />

Brasil GG 705 830 871 949 970 1 018 1 045 1 170 1 281 1 405 1 499 1 659<br />

Chile GC 490 539 582 646 713 735 694 664 697 845 864 881<br />

Colombia GC 99 142 251 208 177 242 240 337 420 498 469 507<br />

Costa Rica SP 217 267 278 335 347 356 341 361 415 492 539 591<br />

Cuba GG 283 237 209 221 225 245 275 314 363 429 436 435<br />

GC … … … … … … … 314 363 429 436 447<br />

Ecuador GC 10 16 16 10 13 16 12 28 47 70 72 …<br />

El Salvador SPNF … … … … … … 112 130 139 143 166 176<br />

Guatemala GC 20 21 19 23 28 30 39 30 32 41 43 43<br />

Honduras GCP 5 5 4 … 5 6 6 6 16 14 … …<br />

Jamaica GC 17 16 13 … 16 20 22 27 31 … … …<br />

México GCP 9 44 99 130 177 176 179 194 232 264 291 299<br />

Nicaragua c GCP … … … … … … … … … … … …<br />

Panamá GC 83 69 60 94 77 75 62 72 112 131 134 124<br />

Paraguay GC … … … … … … 93 124 144 175 210 …<br />

Perú GG … … … … 119 151 162 166 156 164 166 …<br />

República Dominicana GC 6 11 11 18 30 41 57 94 109 101 94 …<br />

Trinidad y Tabago GC 6 5 7 … 136 171 199 190 202 … … …<br />

Uruguay GC 845 1 039 1 162 1 251 1 257 1 204 991 1 085 1 270 1 352 1 349 …<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) d GC 203 186 234 240 256 325 375 515 635 588 772 572<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

348 407 444 479 497 518 527 593 669 744 796 850<br />

(promedio pon<strong>de</strong>rado) e<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

195 222 242 263 277 287 281 314 365 409 437 452<br />

(promedio simple) e<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

Las coberturas correspon<strong>de</strong>n a: SPNF: sector público no financiero; GC: gobierno central; GG: gobierno general; SP: sector público total; GCP: gobierno central presupuestario.<br />

b<br />

La cifra <strong>de</strong>l período 2009-2010 correspon<strong>de</strong> a 2009.<br />

c<br />

No se cuenta con cifras <strong>de</strong> seguridad social.<br />

d<br />

La cifra <strong>de</strong>l período 2013-2014 correspon<strong>de</strong> a 2013.<br />

e<br />

Se incluyen estimaciones en aquellos años en que falta información para algunos países.<br />

86


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Capítulo II<br />

Cuadro II.A1.6<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): gasto público social en vivienda y otros<br />

como proporción <strong>de</strong>l PIB y per cápita, 1991-1992 a 2013-2014<br />

(En porcentajes y dólares <strong>de</strong> 2010)<br />

Período<br />

País Cobertura a 1991-1992 1993-1994 1995-1996 1997-1998 1999-2000 2001-2002 2003-2004 2005-2006 2007-2008 2009-2010 2011-2012 2013-2014<br />

Como proporción <strong>de</strong>l PIB<br />

(en porcentajes)<br />

Argentina SPNF 1,3 1,4 1,2 1,2 1,2 1,0 1,0 1,4 1,5 1,6 … …<br />

GC 0,05 0,03 0,02 0,03 0,02 0,01 0,02 0,3 0,4 0,5 0,5 0,8<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) b GC 0,1 0,1 0,1 0,1 0,2 0,3 0,2 0,2 0,2 0,2 0,3 …<br />

Brasil GG 1,8 0,5 0,7 0,8 0,8 1,1 1,2 1,2 1,4 1,5 1,4 1,4<br />

Chile GC 0,2 0,2 0,2 0,3 0,4 0,3 0,3 0,3 0,4 0,4 0,4 0,4<br />

Colombia GC 0,4 0,5 0,8 0,9 1,0 0,6 0,5 0,5 0,6 0,7 0,6 …<br />

Costa Rica SP 7,8 9,5 9,1 11,8 12,6 14,5 14,8 13,8 13,4 14,8 13,6 …<br />

Cuba GG 4,0 4,4 5,2 2,1 2,5 2,6 2,7 5,7 5,8 5,9 2,5 1,5<br />

GC … … … … … … … 3,3 3,3 3,6 0,9 …<br />

Ecuador GC 0,0 0,3 0,2 0,2 0,1 0,4 0,2 0,2 0,5 0,4 0,3 …<br />

El Salvador SPNF … … … … … … … 1,5 1,4 1,3 2,0 …<br />

Guatemala GC 0,1 0,9 1,0 1,8 1,7 1,9 1,8 2,4 2,0 1,9 1,8 1,8<br />

Honduras GCP … … … … … … … … … 0,1 … …<br />

Jamaica GC 1,1 1,3 1,3 … … 1,5 1,1 1,5 … … … …<br />

México GCP 1,0 1,2 0,9 0,8 0,8 1,1 1,2 1,3 1,5 1,5 1,5 …<br />

Nicaragua GCP 1,4 1,3 1,1 0,7 1,5 1,0 1,8 2,2 2,2 2,5 2,4 2,7<br />

Panamá GC 0,3 0,4 0,4 0,3 0,7 1,2 0,9 1,1 1,4 2,6 2,8 3,0<br />

Paraguay GC … … … … … … 0,3 0,3 0,5 0,3 0,5 …<br />

Perú GG … … … … 0,7 0,7 0,7 0,8 1,0 1,3 1,1 …<br />

República Dominicana GC 1,5 1,9 1,4 1,1 1,2 1,5 1,5 1,9 1,9 1,4 1,1 …<br />

Trinidad y Tabago GC 1,1 1,1 1,4 … … 1,6 1,2 1,3 1,3 … … …<br />

Uruguay GC 0,3 0,4 0,5 1,0 1,6 1,9 1,6 2,0 2,5 2,2 … …<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) c GC 2,6 1,3 1,5 2,0 2,1 2,4 2,3 3,4 2,6 1,6 2,9 …<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

1,4 0,9 0,9 0,9 0,9 1,1 1,1 1,3 1,5 1,5 1,4 1,4<br />

(promedio pon<strong>de</strong>rado) d<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

1,5 1,5 1,4 1,2 1,3 1,4 1,4 1,8 1,9 1,8 1,6 1,6<br />

(promedio simple) d<br />

87


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Capítulo II<br />

Cuadro II.A1.6 (conclusión)<br />

Período<br />

País Cobertura a 1991-1992 1993-1994 1995-1996 1997-1998 1999-2000 2001-2002 2003-2004 2005-2006 2007-2008 2009-2010 2011-2012 2013-2014<br />

Per cápita<br />

(en dólares <strong>de</strong> 2010)<br />

Argentina SPNF 99 118 102 111 104 80 82 132 156 175 … …<br />

GC 3 3 1 3 2 1 1 31 45 57 59 100<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) b GC 1 1 1 2 4 5 3 4 4 4 5 …<br />

Brasil GG 144 44 58 67 74 94 108 112 152 159 161 168<br />

Chile GC 13 18 21 26 35 28 27 31 45 54 56 62<br />

Colombia GC 20 26 41 47 58 31 25 29 35 40 43 55<br />

Costa Rica SP 83 96 94 89 89 110 120 121 147 176 180 195<br />

Cuba GG 140 123 153 64 83 94 105 264 311 334 150 96<br />

GC … … … … … … … 151 178 206 53 13<br />

Ecuador GC 0 22 9 8 3 14 8 8 24 17 15 …<br />

El Salvador SPNF … … … … … … 49 51 51 44 70 64<br />

Guatemala GC 3 21 26 45 44 50 50 66 57 56 53 55<br />

Honduras GCP … … … … … … … … … 6 … …<br />

Jamaica GC 45 55 57 … 51 64 47 68 69 … … …<br />

México GCP 72 91 61 60 68 92 103 117 136 135 139 …<br />

Nicaragua GCP 15 13 12 … 19 13 24 31 34 37 39 46<br />

Panamá GC 15 18 18 14 39 66 53 68 104 200 280 293<br />

Paraguay GC … … … … … … 9 8 13 8 … …<br />

Perú GG … … … … 24 23 24 32 47 64 60 …<br />

República Dominicana GC 40 54 42 40 46 60 61 86 95 73 58 …<br />

Trinidad y Tabago GC 72 75 97 … 129 164 157 195 210 … … …<br />

Uruguay GC 20 34 39 106 143 151 133 188 264 257 315 …<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) c GC 204 104 113 157 153 165 147 267 231 135 246 162<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

90 58 58 63 66 77 83 103 124 125 130 130<br />

(promedio pon<strong>de</strong>rado) d<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

66 63 63 66 69 76 75 107 125 122 126 126<br />

(promedio simple) d<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

Las coberturas correspon<strong>de</strong>n a: SPNF: sector público no financiero; GC: gobierno central; GG: gobierno general; SP: sector público total; GCP: gobierno central presupuestario.<br />

b<br />

La cifra <strong>de</strong>l período 2009-2010 correspon<strong>de</strong> a 2009.<br />

c<br />

La cifra <strong>de</strong>l período 2013-2014 correspon<strong>de</strong> a 2013.<br />

d<br />

Se incluyen estimaciones en aquellos años en que falta información para algunos países.<br />

88


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Capítulo III<br />

Enfrentar las brechas estructurales<br />

en el mercado <strong>de</strong> trabajo: políticas<br />

y programas para la inclusión<br />

laboral y productiva<br />

Introducción<br />

A. Inclusión y exclusión laboral en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

1. Brechas en el acceso al mercado <strong>de</strong> trabajo<br />

2. Brechas en el acceso a <strong>de</strong>rechos y a la protección social<br />

3. Brechas <strong>de</strong> ingresos y pobreza<br />

B. La urgencia <strong>de</strong> articular los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva<br />

1. Apoyo a la oferta <strong>de</strong> trabajo<br />

2. Apoyo a la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo<br />

3. Servicios <strong>de</strong> intermediación laboral<br />

4. Algunos resultados <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva<br />

C. Consi<strong>de</strong>raciones finales: <strong>de</strong>safíos para la inclusión laboral <strong>de</strong> la población<br />

que vive en condiciones <strong>de</strong> pobreza y vulnerabilidad<br />

Bibliografía<br />

Anexo III.A1<br />

Capítulo III<br />

89


Introducción<br />

El trabajo es la llave maestra para la igualdad, eje <strong>de</strong> la integración social y económica y mecanismo fundamental <strong>de</strong><br />

construcción <strong>de</strong> autonomía, i<strong>de</strong>ntidad, dignidad personal y ampliación <strong>de</strong> la ciudadanía (CEPAL, 2010, 2012a y 2014a).<br />

El 80% <strong>de</strong> los ingresos totales <strong>de</strong> los hogares latinoamericanos proviene <strong>de</strong>l trabajo, que, por lo tanto, es también el<br />

principal motor para la superación <strong>de</strong> la pobreza y el acceso al bienestar y a la protección social (CEPAL, <strong>2015</strong>a). Sin<br />

embargo, el mundo <strong>de</strong>l trabajo también pue<strong>de</strong> producir y exacerbar <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s. En <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, el<br />

mercado laboral históricamente ha sido el eslabón que vincula una estructura productiva muy heterogénea y con gran<br />

peso <strong>de</strong>l sector <strong>de</strong> baja productividad con la alta <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> los ingresos <strong>de</strong> los hogares. La heterogeneidad <strong>de</strong> la<br />

estructura productiva se manifiesta en mercados <strong>de</strong> trabajo con elevados niveles <strong>de</strong> informalidad, que conllevan gran<strong>de</strong>s<br />

brechas en la calidad <strong>de</strong> los empleos, los ingresos laborales, el acceso a la protección social y las opciones <strong>de</strong> movilidad<br />

ocupacional ascen<strong>de</strong>nte a lo largo <strong>de</strong> la vida laboral. Estas <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s se cruzan, a<strong>de</strong>más, con las brechas <strong>de</strong> género,<br />

raza, etnia y área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia que siempre han caracterizado a las socieda<strong>de</strong>s latinoamericanas (CEPAL, <strong>2015</strong>a).<br />

Las brechas estructurales en los mercados laborales y las amplias diferencias en el acceso a oportunida<strong>de</strong>s,<br />

<strong>de</strong>rechos y prestaciones entre distintos grupos <strong>de</strong> la población representan un obstáculo clave para la superación <strong>de</strong><br />

la pobreza y la <strong>de</strong>sigualdad en la región. Las personas más pobres y vulnerables tien<strong>de</strong>n a concentrarse en activida<strong>de</strong>s<br />

informales, las que generan ingresos más bajos y proveen menor acceso a la protección social y menos oportunida<strong>de</strong>s<br />

para las generaciones futuras (CEPAL, 2014a).<br />

En este capítulo <strong>de</strong>l <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> se analizan las políticas públicas y programas <strong>de</strong> inclusión<br />

laboral y productiva <strong>de</strong>stinados a proporcionar un mayor acceso a las oportunida<strong>de</strong>s económicas y al empleo <strong>de</strong><br />

calidad, contribuyendo a la superación <strong>de</strong> la pobreza y la reducción <strong>de</strong> la vulnerabilidad. Estas políticas laborales<br />

se orientan a mejorar tanto la oferta como la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo, mediante la capacitación técnica y profesional, la<br />

nivelación <strong>de</strong> estudios, el apoyo al trabajo in<strong>de</strong>pendiente, la generación directa e indirecta <strong>de</strong> empleo y los servicios<br />

<strong>de</strong> intermediación laboral (OEA/CEPAL/OIT, 2011; CEPAL/OIT, 2014a). Son medidas <strong>de</strong> corto y mediano plazo para<br />

promover las oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong>cente, y <strong>de</strong>ben articularse con políticas <strong>de</strong> más largo plazo orientadas a<br />

un profundo cambio tecnológico y estructural.<br />

En el presente capítulo, se analizan en primer lugar algunas características <strong>de</strong> las brechas en los mercados<br />

laborales <strong>de</strong> la región y el perfil laboral <strong>de</strong> las personas en edad <strong>de</strong> trabajar que viven en hogares en situación <strong>de</strong><br />

indigencia, pobreza o vulnerabilidad a la pobreza, lo que ayuda a compren<strong>de</strong>r el contexto en el que actúan las<br />

políticas y los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva. A continuación, se analizan 61 programas <strong>de</strong> inclusión<br />

laboral y generación <strong>de</strong> ingresos aplicados actualmente en la región, recopilados en la Base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> programas<br />

<strong>de</strong> protección social no contributiva en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe <strong>de</strong> la CEPAL, y se discuten algunas lecciones<br />

aprendidas <strong>de</strong> estudios y evaluaciones <strong>de</strong> impacto sobre estos programas y otros ya finalizados. Finalmente, se<br />

concluye <strong>de</strong>stacando los alcances y limitaciones <strong>de</strong> dichas políticas y programas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un enfoque <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y<br />

<strong>de</strong> promoción <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong>cente, y se presentan una serie <strong>de</strong> recomendaciones.<br />

A. Inclusión y exclusión laboral en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

Pese a la evolución positiva <strong>de</strong> los indicadores <strong>de</strong>l mercado laboral entre 2002 y 2013, don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>staca la disminución<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo, el alza <strong>de</strong> los ingresos laborales, los procesos <strong>de</strong> formalización y el incremento <strong>de</strong> las tasas <strong>de</strong><br />

participación <strong>de</strong> las mujeres, los mercados <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> siguen caracterizándose por presentar<br />

gran<strong>de</strong>s brechas, según el nivel <strong>de</strong> ingresos <strong>de</strong> los hogares, el sexo, la edad, el área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, la etnia y la raza,<br />

que dificultan las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acceso al trabajo <strong>de</strong>cente. A esto se suman las posibles consecuencias negativas<br />

sobre el mercado laboral <strong>de</strong> la actual fase <strong>de</strong> contracción <strong>de</strong> la actividad económica regional.<br />

El propósito <strong>de</strong> esta sección es analizar algunos indicadores clave <strong>de</strong> las brechas existentes en el mercado laboral <strong>de</strong><br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> en el período 1990-2013, con el objetivo <strong>de</strong> informar la discusión sobre la formulación y la implementación<br />

<strong>de</strong> las políticas y los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva. El análisis se concentra en las brechas en el acceso<br />

al mercado <strong>de</strong> trabajo (tasas <strong>de</strong> participación laboral y <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, sector <strong>de</strong> productividad, categoría ocupacional<br />

Capítulo III<br />

91


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

y rama <strong>de</strong> actividad), las brechas en el acceso a <strong>de</strong>rechos (tenencia <strong>de</strong> contrato por parte <strong>de</strong> los asalariados y afiliación<br />

a la seguridad social —pensiones y salud—) y las brechas <strong>de</strong> ingresos y su relación con la pobreza (ingresos laborales,<br />

porcentaje <strong>de</strong> población sin ingresos propios y situación <strong>de</strong> pobreza y vulnerabilidad <strong>de</strong> los ocupados). A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los<br />

promedios regionales, también se consi<strong>de</strong>ran datos <strong>de</strong>sagregados por quintiles y <strong>de</strong>ciles <strong>de</strong> ingreso, sexo, raza y etnia y<br />

áreas urbanas y rurales 1 , según corresponda. Asimismo, a fines analíticos se incluyen valores <strong>de</strong> tres grupos <strong>de</strong> países, según<br />

presenten brechas <strong>de</strong> bienestar mo<strong>de</strong>stas, mo<strong>de</strong>radas o extremas en materia económica y social, y <strong>de</strong> los trabajadores<br />

según la condición <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> sus hogares (véase el recuadro III.1). El análisis <strong>de</strong> esta información<br />

permite observar que, no obstante el aumento paulatino <strong>de</strong> la participación laboral, sobre todo femenina, la disminución<br />

<strong>de</strong> las tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo y otros <strong>de</strong>sarrollos positivos a lo largo <strong>de</strong>l período 2002-2013, los mercados <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong><br />

la región siguen presentando un acceso insuficiente y diferenciado para los grupos sociales más pobres y vulnerables.<br />

Recuadro III.1<br />

Clasificación <strong>de</strong> los países según brechas <strong>de</strong> bienestar y <strong>de</strong> los hogares según vulnerabilidad a la pobreza<br />

Debido a sus elevados niveles <strong>de</strong> pobreza, <strong>de</strong>sigualdad e<br />

informalidad laboral, <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> aún enfrenta enormes<br />

brechas <strong>de</strong> bienestar, cuya amplitud varía según el nivel <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo socioeconómico e institucional <strong>de</strong> los países. Para<br />

clasificar a los países según sus distintas brechas, se ha<br />

<strong>de</strong>sarrollado una tipología <strong>de</strong> regímenes <strong>de</strong> bienestar, que se<br />

basa en distintos factores, como la capacidad <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> generar ingresos suficientes a través <strong>de</strong>l mercado laboral y<br />

las capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los Estados para proporcionar sustento y<br />

protección a quienes carecen <strong>de</strong> ingresos o perciben ingresos<br />

insuficientes. Para realizar la clasificación <strong>de</strong> los regímenes <strong>de</strong><br />

bienestar latinoamericanos, se consi<strong>de</strong>raron variables como<br />

el PIB per cápita, la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>mográfica (que da<br />

cuenta <strong>de</strong> las heterogeneida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>mográficas abordadas en el<br />

capítulo V <strong>de</strong> esta edición <strong>de</strong>l <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong>), la proporción<br />

<strong>de</strong> trabajadoras y trabajadores asalariados que aportan a los<br />

sistemas <strong>de</strong> seguridad social (pensiones y salud) a , el porcentaje<br />

Brechas <strong>de</strong> bienestar en los países<br />

Grupos <strong>de</strong> países según brechas <strong>de</strong> bienestar, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2012<br />

<strong>de</strong> personas ocupadas mayores <strong>de</strong> 15 años que se encuentran<br />

por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong> pobreza, el gasto público social por<br />

habitante y el gasto público en seguridad social y asistencia social<br />

como porcentaje <strong>de</strong>l PIB (Cecchini, Filgueira y Robles, 2014).<br />

En el cuadro se <strong>de</strong>tallan los países que componen los grupos<br />

<strong>de</strong> brechas <strong>de</strong> bienestar extremas (que ostentan valores más<br />

bajos <strong>de</strong> PIB per cápita, gasto social y asalariados que aportan<br />

a seguridad social y cuyas tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y número <strong>de</strong><br />

ocupados por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong> pobreza son más altos),<br />

mo<strong>de</strong>radas (con valores promedios) y mo<strong>de</strong>stas (con valores más<br />

altos <strong>de</strong> PIB per cápita, gasto social y asalariados que aportan a<br />

seguridad social, y menores tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y número <strong>de</strong><br />

ocupados por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong> pobreza) según este análisis.<br />

Se toman en cuenta solamente los países <strong>de</strong> la región, por lo<br />

tanto, aunque las brechas se clasifiquen <strong>de</strong> “mo<strong>de</strong>stas”, son<br />

elevadas en comparación con los países que tienen regímenes<br />

<strong>de</strong> bienestar más <strong>de</strong>sarrollados, como los nórdicos.<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), El Salvador,<br />

Honduras, Guatemala, Nicaragua y Paraguay<br />

Colombia, Ecuador, México, Perú y República Dominicana<br />

Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Panamá,<br />

Uruguay y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

Fuente: S. Cecchini, F. Filgueira y C. Robles, “Sistemas <strong>de</strong> protección social en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: una perspectiva comparada”, serie Políticas<br />

<strong>Social</strong>es, N° 202 (LC/L.3856), Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), 2014.<br />

En las últimas décadas, muchas personas y familias han logrado<br />

salir <strong>de</strong> la pobreza en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe. Sin embargo, una<br />

proporción significativa <strong>de</strong> estos “no pobres” sigue ostentando<br />

ingresos levemente superiores a los límites <strong>de</strong>finidos por las líneas<br />

<strong>de</strong> pobreza y, por lo tanto, se encuentran en una situación <strong>de</strong><br />

vulnerabilidad y pue<strong>de</strong>n volver fácilmente a situarse por <strong>de</strong>bajo<br />

<strong>de</strong> la línea <strong>de</strong> la pobreza.<br />

Una forma <strong>de</strong> captar la vulnerabilidad social en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

consiste en clasificar a la población a partir <strong>de</strong> sus ingresos expresados<br />

en gran<strong>de</strong>s cortes <strong>de</strong> líneas <strong>de</strong> pobreza. Des<strong>de</strong> el <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong><br />

<strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> 2009, la CEPAL ha or<strong>de</strong>nado a la población en<br />

cuatro categorías <strong>de</strong> ingresos per cápita con respecto a la línea<br />

Vulnerabilidad a la pobreza<br />

<strong>de</strong> pobreza: i) hasta 0,6 veces la línea <strong>de</strong> pobreza (<strong>de</strong>finidos como<br />

“indigentes y altamente vulnerables a la indigencia”); ii) entre<br />

0,6 y 1,2 veces (“pobres y altamente vulnerables a la pobreza”);<br />

iii) entre 1,2 y 1,8 (“vulnerables a la pobreza”), y iv) por encima <strong>de</strong><br />

1,8 (“no vulnerables”). Aunque la selección <strong>de</strong> los límites <strong>de</strong> las<br />

cuatro categorías poblacionales sea arbitraria, esta metodología<br />

permite visibilizar a la gran cantidad <strong>de</strong> población que vive en<br />

situación <strong>de</strong> indigencia, pobreza o vulnerabilidad al empobrecimiento<br />

en los distintos países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>. Alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013, en<br />

apenas seis países (Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Panamá<br />

y Uruguay) la población no vulnerable correspondía a más <strong>de</strong> la<br />

mitad <strong>de</strong> la población.<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL) sobre la base <strong>de</strong> S. Cecchini, F. Filgueira y C. Robles, “Sistemas <strong>de</strong> protección social en<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: una perspectiva comparada”, serie Políticas <strong>Social</strong>es, N° 202 (LC/L.3856), Santiago, 2014; CEPAL, <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong><br />

<strong>Latina</strong> 2009 (LC/G.2423-P), Santiago; y S. Cecchini y otros, “Vulnerabilidad <strong>de</strong> la estructura social en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: medición y políticas públicas”,<br />

Realidad, Datos y Espacio. Revista Internacional <strong>de</strong> Estadística y Geografía, vol. 3, Nº 2, Ciudad <strong>de</strong> México, Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística y Geografía<br />

(INEGI), 2012.<br />

a<br />

Afiliación a los sistemas <strong>de</strong> pensiones y salud según la <strong>de</strong>finición utilizada a partir <strong>de</strong>l <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> 2013. En el caso <strong>de</strong>l Brasil, que cuenta<br />

con un sistema universal <strong>de</strong> salud, no se consi<strong>de</strong>ra la afiliación en salud.<br />

Capítulo III<br />

1<br />

Según se <strong>de</strong>talla en FAO/CEPAL/OIT (2012a y 2012b), la gran mayoría <strong>de</strong> las brechas en el mercado <strong>de</strong> trabajo son aún mayores<br />

cuando nos referimos a las zonas rurales y frecuentemente más en el sector agrícola.<br />

92


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

1. Brechas en el acceso al mercado <strong>de</strong> trabajo<br />

a) Participación laboral<br />

La tasa <strong>de</strong> participación laboral en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> aumentó <strong>de</strong>l 61,2% en 1990 al 65,5% en 2013, <strong>de</strong>bido a<br />

dos ten<strong>de</strong>ncias opuestas: la reducción <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> participación laboral masculina, <strong>de</strong> aproximadamente 4 puntos<br />

porcentuales (en particular entre los indigentes o altamente vulnerables a la indigencia), y el aumento <strong>de</strong> la participación<br />

laboral femenina, <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 12 puntos porcentuales. No obstante, las mujeres aún presentan tasas inferiores a las <strong>de</strong><br />

los hombres, con diferencias que rondaron los 26 puntos porcentuales en 2013. En el gráfico III.1 se pue<strong>de</strong> a<strong>de</strong>más<br />

apreciar que las brechas entre las tasas <strong>de</strong> participación laboral <strong>de</strong> hombres y mujeres aumentan cuanto mayor es<br />

el grado <strong>de</strong> vulnerabilidad <strong>de</strong> los hogares en los que viven las personas en edad <strong>de</strong> trabajar, es <strong>de</strong>cir, son justamente<br />

las mujeres más pobres quienes tienen más dificultad <strong>de</strong> insertarse en el mercado <strong>de</strong> trabajo, lo que constituye un<br />

obstáculo clave para que superen la pobreza.<br />

Gráfico III.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tasas <strong>de</strong> participación laboral, según sexo y situación <strong>de</strong> vulnerabilidad<br />

a la pobreza <strong>de</strong> los hogares, totales nacionales, 1990-2013 a<br />

(En porcentajes <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> 15 años y más)<br />

90<br />

80<br />

70<br />

65,3 69,4 68,6<br />

65,5<br />

61,2<br />

60<br />

60,6<br />

50<br />

56,2<br />

55,2<br />

82,5<br />

82,9<br />

82,2<br />

79,9 80,6 80,0 79,0<br />

79,9<br />

78,6<br />

73,6<br />

49,3<br />

58,8 58,6<br />

53,3<br />

40<br />

41,1<br />

44,2 40,1<br />

30<br />

32,9<br />

20<br />

1990 2002 2007 2010 2013 1990 2002 2007 2010 2013 1990 2002 2007 2010 2013<br />

Hombres<br />

Mujeres<br />

Ambos sexos<br />

Sexo<br />

Indigentes o altamente vulnerables a la indigencia (hasta 0,6 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Pobres o altamente vulnerables a la pobreza (<strong>de</strong> 0,6 a 1,2 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Vulnerables a la pobreza (<strong>de</strong> 1,2 a 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

No vulnerables (más <strong>de</strong> 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Total<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (Gran Buenos Aires), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (capitales <strong>de</strong> <strong>de</strong>partamento y El Alto), el<br />

Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador (zonas urbanas), El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, el Paraguay (área metropolitana <strong>de</strong><br />

Asunción), el Perú, la República Dominicana, el Uruguay (zonas urbanas) y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>). En los datos <strong>de</strong> 2010 no se incluye a Guatemala.<br />

En los <strong>de</strong> 2013, no se incluye a Guatemala, a Honduras ni a Nicaragua.<br />

Más allá <strong>de</strong> los promedios, al <strong>de</strong>sagregar las tasas <strong>de</strong> participación por área geográfica, se observa no solo que<br />

en las zonas rurales <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> las tasas <strong>de</strong> participación laboral son más elevadas que en las zonas urbanas 2 ,<br />

sino también que la brecha urbano-rural es más elevada para la población que vive en situación <strong>de</strong> indigencia,<br />

pobreza o vulnerabilidad que para la población no vulnerable (en 2013, la tasa <strong>de</strong> participación <strong>de</strong>l primer grupo<br />

era <strong>de</strong>l 60,9% en áreas urbanas y <strong>de</strong>l 64,9% en áreas rurales, mientras que en el caso <strong>de</strong> la población no vulnerable<br />

era <strong>de</strong>l 68,6% y 70,1%, respectivamente).<br />

Las tasas <strong>de</strong> participación laboral guardan relación también con las brechas <strong>de</strong> bienestar que caracterizan a los<br />

países <strong>de</strong> la región. En los países con brechas mo<strong>de</strong>stas <strong>de</strong> bienestar se evi<strong>de</strong>ncian menores tasas <strong>de</strong> participación<br />

en comparación con los grupos <strong>de</strong> países <strong>de</strong> brechas mo<strong>de</strong>radas y extremas (véase el gráfico III.2) 3 . Una primera<br />

explicación <strong>de</strong> las mayores tasas <strong>de</strong> participación laboral en los países <strong>de</strong> brechas extremas pue<strong>de</strong> encontrarse en<br />

2<br />

En 2014, en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (promedio pon<strong>de</strong>rado), la tasa <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> 15 años y más era <strong>de</strong>l 66,1% en<br />

zonas rurales y <strong>de</strong>l 65,0% en zonas urbanas (CEPALSTAT).<br />

3<br />

Al <strong>de</strong>sagregar por sexo, se observa que las tasas <strong>de</strong> participación laboral femeninas son parecidas en los países <strong>de</strong> brechas<br />

extremas (51,1%), mo<strong>de</strong>radas (53,3%) y mo<strong>de</strong>stas (52,9%).<br />

Capítulo III<br />

93


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

la temprana inserción laboral <strong>de</strong> los jóvenes y en la conclusión prematura <strong>de</strong> sus estudios, mientras que en los<br />

países <strong>de</strong> brechas mo<strong>de</strong>stas los jóvenes siguen estudiando y se insertan más tardíamente en el mercado laboral. Una<br />

segunda posibilidad es que en los países <strong>de</strong> brechas extremas la cobertura <strong>de</strong> pensiones es limitada y, por lo tanto,<br />

las tasas <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> los adultos mayores son significativamente más elevadas que en los países con estados<br />

<strong>de</strong> bienestar más avanzados 4 . La tercera es que se trata <strong>de</strong> países con mayor proporción <strong>de</strong> población rural, y en las<br />

zonas rurales <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> las tasas <strong>de</strong> participación laboral suelen ser algo más elevadas que en las urbanas.<br />

Gráfico III.2<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tasas <strong>de</strong> participación laboral, según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad<br />

a la pobreza <strong>de</strong> los hogares y brechas <strong>de</strong> bienestar <strong>de</strong> los países,<br />

totales nacionales, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> 15 años y más)<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

69,8 67,8 70,6<br />

75,5<br />

72,2<br />

67,4<br />

74,3<br />

70,5<br />

72,6 71,7<br />

70,0 68,2<br />

74,0<br />

71,1<br />

74,3<br />

71,0<br />

65,4 69,3 71,2 68,0 65,6 67,0<br />

59,1 60,3 60,5<br />

64,2<br />

63,8<br />

56,4<br />

63,6 65,1<br />

63,7 61,4 61,9<br />

56,3 59,8 60,9 57,9<br />

51,3<br />

47,2 50,3<br />

55,4<br />

44,0<br />

El Salvador<br />

Honduras<br />

Nicaragua<br />

Guatemala<br />

Paraguay<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur .<strong>de</strong>)<br />

Capítulo III<br />

Total<br />

Rep. Dominicana<br />

Ecuador<br />

México<br />

Brechas extremas Brechas mo<strong>de</strong>radas Brechas mo<strong>de</strong>stas<br />

Colombia<br />

Perú<br />

Total<br />

Chile<br />

Argentina<br />

(zonas urbanas)<br />

Costa Rica<br />

Panamá<br />

Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Brasil<br />

Uruguay<br />

Total<br />

Indigentes, pobres o vulnerables a la pobreza (hasta 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

No vulnerables (más <strong>de</strong> 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (zonas urbanas), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador,<br />

El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, el Paraguay, el Perú, la República Dominicana, el Uruguay y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

Las disparida<strong>de</strong>s observadas en la inserción en los mercados laborales <strong>de</strong> la región se hacen evi<strong>de</strong>ntes al incorporar<br />

en el análisis la perspectiva <strong>de</strong>l ciclo <strong>de</strong> vida. En promedio, un 67,4% <strong>de</strong> los jóvenes <strong>de</strong> 15 a 29 años <strong>de</strong> edad que viven<br />

en hogares no vulnerables participa en el mercado laboral, mientras que entre los jóvenes indigentes, pobres o vulnerables<br />

a la pobreza, la tasa <strong>de</strong> participación es solamente <strong>de</strong> un 54,1% (una brecha <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 13 puntos porcentuales),<br />

principalmente <strong>de</strong>bido a las bajas tasas <strong>de</strong> participación laboral femeninas (ya que no se contabiliza la gran carga <strong>de</strong><br />

trabajo no remunerado <strong>de</strong> cuidado en los hogares). El acceso al mercado laboral aumenta entre los adultos <strong>de</strong> 30 a<br />

64 años, con cifras <strong>de</strong> participación superiores al 70%. En este grupo <strong>de</strong> edad se reduce la brecha entre indigentes,<br />

pobres o vulnerables y no vulnerables (la brecha es <strong>de</strong> aproximadamente 8 puntos porcentuales) (véase el gráfico III.3).<br />

Sin embargo, en los grupos <strong>de</strong> edad extremos (15 a 17 años y 65 años y más), la situación es inversa, registrándose<br />

mayores tasas <strong>de</strong> participación entre la población más pobre y vulnerable. En el grupo <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 15 a 17 años 5 ,<br />

la tasa <strong>de</strong> participación laboral entre los adolescentes indigentes, pobres o vulnerables a la pobreza supera en poco<br />

más <strong>de</strong> 3 puntos porcentuales la tasa <strong>de</strong> los pertenecientes a hogares no vulnerables. Pero es especialmente en los<br />

países <strong>de</strong> brechas extremas <strong>de</strong> bienestar don<strong>de</strong> las tasas <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> los más jóvenes alcanzan los niveles<br />

más elevados 6 . Esta inserción temprana en el mundo <strong>de</strong>l trabajo en la mayoría <strong>de</strong> los casos se relaciona con elevados<br />

niveles <strong>de</strong> <strong>de</strong>serción o expulsión <strong>de</strong>l sistema escolar y refuerza la transmisión intergeneracional <strong>de</strong> la pobreza y<br />

la vulnerabilidad (Weller, 2007). A su vez, la participación laboral <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong> 65 años y más que vive en<br />

condiciones <strong>de</strong> indigencia, pobreza o vulnerabilidad llega al 31,9%, en comparación con el 23,8% en el caso <strong>de</strong> la<br />

4<br />

Alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2014, en zonas urbanas, la tasa <strong>de</strong> participación laboral <strong>de</strong> los mayores <strong>de</strong> 60 años era <strong>de</strong>l 38,9% en los países <strong>de</strong> brechas<br />

extremas, <strong>de</strong>l 37,4% en los países <strong>de</strong> brechas mo<strong>de</strong>radas y <strong>de</strong>l 26,9% en los países <strong>de</strong> brechas mo<strong>de</strong>stas (promedios simples).<br />

5<br />

Es importante señalar que la Argentina y el Brasil han fijado en 16 años la edad mínima para la admisión al trabajo, lo que significa que,<br />

en esos países, el trabajo entre los 15 y 16 años es consi<strong>de</strong>rado ilegal, con excepción, en el caso <strong>de</strong>l Brasil, <strong>de</strong> aquellos adolescentes que<br />

trabajan en condiciones <strong>de</strong> aprendizaje en los términos <strong>de</strong>finidos por la Ley núm. 10097 <strong>de</strong>l año 2000, sobre aprendizaje profesional.<br />

6<br />

En estos países, en 2013 las tasas <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> los jóvenes <strong>de</strong> 15 a 17 años <strong>de</strong> edad según condición <strong>de</strong> vulnerabilidad eran<br />

las siguientes: 45,1% (indigentes o altamente vulnerables a la indigencia), 38,9% (pobres o altamente vulnerables a la pobreza),<br />

35,9% (vulnerables a la pobreza) y 32,4% (no vulnerables).<br />

94


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

población no vulnerable (véase el gráfico III.3). La insuficiencia <strong>de</strong> la cobertura <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> protección social,<br />

la precariedad e inestabilidad <strong>de</strong> los puestos <strong>de</strong> trabajo a lo largo <strong>de</strong> la vida y los bajos montos <strong>de</strong> las pensiones<br />

explican los altos niveles <strong>de</strong> participación entre la población adulta mayor más pobre y vulnerable.<br />

Gráfico III.3<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tasas <strong>de</strong> participación laboral, según grupos <strong>de</strong> edad<br />

y situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

totales nacionales, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> 15 años y más)<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

54,1<br />

67,4<br />

29,1<br />

25,9<br />

69,3<br />

58,6<br />

87,2<br />

Total 15 a 17 años 18 a 24 años 25 a 29 años<br />

15 a 29 años<br />

79,6<br />

71,6 71,8<br />

75,3<br />

88,1<br />

66,6<br />

71,1<br />

31,9<br />

23,8<br />

30 a 64 años 30 a 45 años 46 a 64 años 65 años<br />

y más<br />

Indigentes, pobres o vulnerables a la pobreza (hasta 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

No vulnerables (más <strong>de</strong> 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (zonas urbanas), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,<br />

el Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, el Paraguay, el Perú, la República Dominicana, el Uruguay y Venezuela (República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

b) Desempleo<br />

Si bien en <strong>2015</strong> experimentó un repunte 7 , la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> ha disminuido gradualmente<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> inicios <strong>de</strong> la última década, acumulando un <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> 2,8 puntos porcentuales en el período comprendido<br />

entre 2002 y 2013 (véase el gráfico III.4), y esa disminución ha sido más acentuada entre las mujeres. Sin embargo,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013, la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo femenina a nivel regional (7,2%) seguía siendo más elevada que la <strong>de</strong> los<br />

hombres (5,3%). Asimismo, entre las personas en situación <strong>de</strong> indigencia, pobreza o vulnerabilidad, las tasas <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sempleo se han mantenido relativamente altas en el período analizado. En 2013 ese indicador alcanzaba al 16,5%<br />

entre las personas indigentes o altamente vulnerables a la indigencia, al 8,8% entre la población pobre o altamente<br />

vulnerable a la pobreza, al 7,1% entre los vulnerables a la pobreza y solo al 3,9% entre los no vulnerables 8 . En todos<br />

los estratos socioeconómicos, el <strong>de</strong>sempleo <strong>de</strong> las mujeres era superior al <strong>de</strong> los hombres.<br />

El <strong>de</strong>sempleo en las áreas urbanas es mayor que en las zonas rurales, y se observan claras diferencias según la<br />

situación <strong>de</strong> vulnerabilidad <strong>de</strong> las personas. Un 10,8% <strong>de</strong> la población indigente, pobre o vulnerable y un 4,0% <strong>de</strong><br />

la población no vulnerable urbana se encuentra <strong>de</strong>sempleada, en tanto que en las zonas rurales el <strong>de</strong>sempleo afecta<br />

a un 3,9% <strong>de</strong> la población indigente, pobre o vulnerable y a un 2,3% <strong>de</strong> la no vulnerable.<br />

Asimismo, la población afro<strong>de</strong>scendiente posee una mayor tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo (6,5%) en comparación con los<br />

indígenas (4,2%) y con la población no indígena ni afro<strong>de</strong>scendiente (5%). Al cruzar las variables <strong>de</strong> raza y etnia con<br />

la <strong>de</strong> género, se aprecian mayores tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación entre las mujeres en todos los grupos étnicos o raciales, en<br />

especial entre las mujeres afro<strong>de</strong>scendientes que viven en las zonas urbanas (8,8%) (véase el gráfico III.5) 9 .<br />

7<br />

La CEPAL (<strong>2015</strong>b) ha estimado un alza <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo abierto urbano en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe entre 2014 (6,0%)<br />

y <strong>2015</strong> (6,6%).<br />

8<br />

Estos datos no implican causalidad <strong>de</strong> una variable (vulnerabilidad social) sobre otra (<strong>de</strong>sempleo), simplemente se observa una<br />

estrecha correlación.<br />

9<br />

Las bajas tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo <strong>de</strong> la población indígena en áreas rurales (2,2%) podrían obe<strong>de</strong>cer a la alta proporción <strong>de</strong> trabajadores por<br />

cuenta propia, muchos <strong>de</strong> ellos <strong>de</strong>dicados a activida<strong>de</strong>s agrícolas o empleados en el sector informal. Por lo tanto, es importante complementar<br />

el análisis <strong>de</strong> las tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo con una evaluación <strong>de</strong> los indicadores relacionados con la calidad <strong>de</strong>l empleo (OIT, 2007).<br />

Capítulo III<br />

95


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Gráfico III.4<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, según sexo y situación <strong>de</strong> vulnerabilidad<br />

a la pobreza <strong>de</strong> los hogares, totales nacionales, 1990-2013 a<br />

(En porcentajes <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> 15 años y más)<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

20,4 20,7<br />

17,7<br />

16,9 16,9 16,3<br />

16,5<br />

15,7<br />

14,9 14,6<br />

14,0<br />

13,1<br />

13,4<br />

12,4<br />

10,5<br />

11,0<br />

10,2<br />

9,6 10,6<br />

11,2<br />

10,2<br />

8,8 8,2 9,0<br />

8,8 8,5 8,3 8,2<br />

9,3<br />

8,0<br />

8,6<br />

8,0 6,8<br />

7,2<br />

5,9<br />

7,1<br />

7,1<br />

6,7 6,4<br />

5,6<br />

6,0 6,5 11,0<br />

4,9 9,0<br />

4,9<br />

4,0<br />

8,6 9,1<br />

7,5<br />

7,6<br />

7,2<br />

6,8<br />

5,4<br />

6,1<br />

6,4<br />

4,2<br />

4,9<br />

5,6<br />

6,4<br />

5,3<br />

3,2<br />

3,9<br />

4,4<br />

5,1<br />

2,8<br />

3,5<br />

4,1<br />

4,7<br />

3,3<br />

3,9<br />

1990 2002 2007 2010 2013 1990 2002 2007 2010 2013 1990 2002 2007 2010 2013<br />

Hombres<br />

Mujeres<br />

Ambos sexos<br />

Sexo<br />

Indigentes o altamente vulnerables a la indigencia (hasta 0,6 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Pobres o altamente vulnerables a la pobreza (<strong>de</strong> 0,6 a 1,2 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Vulnerables a la pobreza (<strong>de</strong> 1,2 a 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

No vulnerables (más <strong>de</strong> 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Total<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (Gran Buenos Aires), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (capitales <strong>de</strong> <strong>de</strong>partamento y El Alto),<br />

el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador (zonas urbanas), El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, el Paraguay (área metropolitana<br />

<strong>de</strong> Asunción), el Perú, la República Dominicana, el Uruguay (zonas urbanas) y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>). El promedio pon<strong>de</strong>rado <strong>de</strong> 2010 no incluye a<br />

Guatemala. En los datos <strong>de</strong> 2013 no se incluye a Guatemala, a Honduras ni a Nicaragua.<br />

Gráfico III.5<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (9 países): tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, según etnicidad,<br />

sexo y área geográfica, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> 15 años y más)<br />

10<br />

9<br />

8<br />

7<br />

6<br />

5<br />

4<br />

3<br />

2<br />

1<br />

0<br />

7,5<br />

6,1<br />

5,4 5,7<br />

7,2<br />

8,8<br />

4,0<br />

3,1<br />

4,8 4,1 6,0 2,7 1,9 1,9 4,4 3,0 5,2<br />

No indígena ni<br />

afro<strong>de</strong>scendiente<br />

Indígena<br />

Afro<strong>de</strong>scendiente<br />

No indígena ni<br />

afro<strong>de</strong>scendiente<br />

2,2<br />

Indígena<br />

3,3<br />

3,3<br />

5,8 5,8 5,8<br />

5,0<br />

No indígena ni<br />

afro<strong>de</strong>scendiente<br />

Urbana Rural Total<br />

Afro<strong>de</strong>scendiente<br />

4,2<br />

Indígena<br />

6,5<br />

Afro<strong>de</strong>scendiente<br />

8,3<br />

Hombres Mujeres Ambos sexos<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio simple sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile, el Ecuador, México, Panamá, el Perú, el Paraguay y el Uruguay.<br />

Se i<strong>de</strong>ntifica a la población afro<strong>de</strong>scendiente solo en las encuestas <strong>de</strong>l Brasil, el Ecuador, el Perú y el Uruguay.<br />

De manera algo contraintuitiva, el <strong>de</strong>sempleo se observa en mayor medida en la población <strong>de</strong> países con brechas<br />

mo<strong>de</strong>stas <strong>de</strong> bienestar, en los cuales a<strong>de</strong>más es muy gran<strong>de</strong> la brecha entre la población indigente, pobre o vulnerable y<br />

la no vulnerable. La población <strong>de</strong> países <strong>de</strong> brechas extremas es la que presenta menores tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo y menores<br />

diferencias entre estratos socioeconómicos (véase el gráfico III.6). Sin embargo, cabe <strong>de</strong>stacar que el tipo <strong>de</strong> inserción<br />

laboral en los países <strong>de</strong> brechas extremas es mucho más precario e informal que en los países <strong>de</strong> brechas mo<strong>de</strong>stas.<br />

En particular, en la población <strong>de</strong> los países con brechas mo<strong>de</strong>stas <strong>de</strong> bienestar, se observan altísimas tasas<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo juvenil, que sobrepasan el 40% en el caso <strong>de</strong> los jóvenes indigentes o altamente vulnerables a la<br />

indigencia <strong>de</strong> 18 a 24 años <strong>de</strong> edad.<br />

Capítulo III<br />

La <strong>de</strong>socupación entre los jóvenes es superior a la <strong>de</strong> los adultos y las personas <strong>de</strong> 65 años y más, y significativamente<br />

más elevada entre la población vulnerable. Las mayores brechas en las tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación según condición <strong>de</strong> pobreza<br />

y vulnerabilidad se observan en el grupo <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 18 a 24 años, don<strong>de</strong> la población indigente, pobre o vulnerable posee<br />

una tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>socupación <strong>de</strong>l 16,4% en comparación con un 9,3% <strong>de</strong> la población no vulnerable (véase el gráfico III.7).<br />

96


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

30<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

3,2<br />

1,9 2,0 1,7<br />

Guatemala<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

4,2 3,8<br />

Honduras<br />

Gráfico III.6<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad<br />

a la pobreza <strong>de</strong> los hogares y brechas <strong>de</strong> bienestar <strong>de</strong> los países,<br />

totales nacionales, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> 15 años y más)<br />

10,2<br />

6,8 7,3 7,5<br />

4,2<br />

4,6 4,2 4,9 5,5 3,6<br />

2,2<br />

2,7 2,3 3,3 3,1 2,6<br />

Paraguay<br />

Nicaragua<br />

El Salvador<br />

Total<br />

Perú<br />

México<br />

Ecuador<br />

Brechas extremas Brechas mo<strong>de</strong>radas Brechas mo<strong>de</strong>stas<br />

Rep. Dominicana<br />

13,4<br />

6,2 6,6 6,9<br />

3,9<br />

2,8<br />

Colombia<br />

Total<br />

Panamá<br />

12,5<br />

Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

13,6<br />

Brasil<br />

15,8<br />

Uruguay<br />

17,5<br />

Costa Rica<br />

18,3<br />

Chile<br />

25,0<br />

Argentina<br />

(zonas urbanas)<br />

13,8<br />

3,7 3,7 4,8 4,4 4,5 5,8 4,0<br />

Total<br />

Indigentes, pobres o vulnerables a la pobreza (hasta 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

No vulnerables (más <strong>de</strong> 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> 18 países: Argentina (zonas urbanas), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Brasil, Chile, Colombia,<br />

Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela (República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

Gráfico III.7<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, según grupo <strong>de</strong> edad, y situación <strong>de</strong> vulnerabilidad<br />

a la pobreza <strong>de</strong> los hogares, totales nacionales, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> 15 años y más)<br />

18<br />

16<br />

14<br />

12<br />

10<br />

8<br />

6<br />

4<br />

2<br />

14,5<br />

7,8<br />

15,5 16,4<br />

13,6<br />

9,3<br />

11,3<br />

5,0<br />

6,6<br />

2,7<br />

5,1<br />

Promedio regional (6,1)<br />

3,0<br />

1,9 1,5<br />

0<br />

Total 15 a 17 años 18 a 24 años 25 a 29 años<br />

15 a 29 años<br />

30 a 45 años 46 a 64 años 65 años y más<br />

Indigentes, pobres o vulnerables a la pobreza (hasta 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

No vulnerables (más <strong>de</strong> 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (zonas urbanas), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,<br />

el Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, el Paraguay, el Perú, la República Dominicana, el Uruguay y Venezuela (República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

c) Ocupación en sectores <strong>de</strong> baja productividad<br />

Las personas ocupadas en sectores <strong>de</strong> baja productividad en general se caracterizan por tener una inserción<br />

laboral precaria e inestable, que conlleva un escaso acceso a las prestaciones <strong>de</strong> la protección social (como pensiones<br />

y salud) y bajos ingresos laborales 10 . En períodos <strong>de</strong> alto <strong>de</strong>sempleo o <strong>de</strong> crisis económica, estos trabajadores tienen<br />

una elevada probabilidad <strong>de</strong> caer en situación <strong>de</strong> pobreza.<br />

10<br />

La ocupación en sectores <strong>de</strong> baja productividad consi<strong>de</strong>ra a los empleadores o asalariados (profesionales y técnicos o no) que trabajan<br />

en microempresas (establecimientos que ocupan hasta cinco personas), los trabajadores in<strong>de</strong>pendientes no calificados (trabajadores<br />

por cuenta propia y familiares no remunerados sin calificación profesional o técnica) y los empleados domésticos. Los sectores <strong>de</strong><br />

media-alta productividad, en tanto, agrupan a los asalariados públicos, empleadores y asalariados privados que se <strong>de</strong>sempeñan en<br />

establecimientos con más <strong>de</strong> cinco trabajadores, y a los profesionales y técnicos in<strong>de</strong>pendientes.<br />

Capítulo III<br />

97


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

La ocupación en sectores <strong>de</strong> baja productividad en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> ha <strong>de</strong>scendido aproximadamente<br />

5 puntos porcentuales entre 2002 y 2013, tanto entre los hombres como entre las mujeres, y en 2013 alcanzaba<br />

a un 49,3% <strong>de</strong> los trabajadores <strong>de</strong> ambos sexos (un 54% en 2002). No obstante, en 2013, la inserción <strong>de</strong> las<br />

mujeres en esos sectores (53%) seguía siendo superior a la <strong>de</strong> los hombres (46,6%) (véase el gráfico III.8) y<br />

especialmente elevada entre los quintiles <strong>de</strong> ingreso más pobres (véase el gráfico III.9). Esto muestra que, si<br />

bien las mujeres han logrado incrementar sus tasas <strong>de</strong> participación laboral, se encuentran insertas en mayor<br />

proporción en ocupaciones inestables, con acceso dispar a la protección social y con menores salarios. A<br />

partir <strong>de</strong> 2014, se observa un gradual aumento <strong>de</strong> la ocupación en sectores <strong>de</strong> baja productividad entre los<br />

trabajadores <strong>de</strong> ambos sexos a causa <strong>de</strong>l escenario económico cada vez más complejo y el <strong>de</strong>terioro <strong>de</strong> los<br />

mercados laborales (CEPAL, <strong>2015</strong>b).<br />

100<br />

90<br />

Gráfico III.8<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): distribución <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años y más,<br />

según nivel <strong>de</strong> productividad, sexo y brechas <strong>de</strong> bienestar <strong>de</strong> los países,<br />

totales nacionales, 1990-2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

A. Sexo<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

46,1 46,0 49,0 49,4 50,7 48,2 49,1 52,7 52,5 53,4<br />

53,9 54,0 51,0 50,6 49,3 51,8 50,9 47,3 47,5 46,6<br />

41,8 41,3 43,8 45,1 47,0<br />

58,2 58,7 56,2 54,9 53,0<br />

0<br />

1990 2002 2007 2010 2013 1990 2002 2007 2010 2013 1990 2002 2007 2010 2013<br />

Hombres<br />

Mujeres<br />

Ambos sexos<br />

Sexo<br />

Baja productividad Media-alta productividad<br />

B. Brechas <strong>de</strong> bienestar<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

57,9<br />

50,7<br />

54,6 55,4 58,1<br />

42,7 40,9 41,8 42,4 41,8 38,5<br />

34,4<br />

38,2 39,3 42,3<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

42,1<br />

49,3<br />

45,4 44,6 41,9<br />

57,3 59,1 58,2 57,6 58,2 61,5<br />

65,6<br />

61,8 60,7 57,7<br />

10<br />

0<br />

1990 2002 2007 2010 2013 1990 2002 2007 2010 2013 1990 2002 2007 2010 2013<br />

Brechas mo<strong>de</strong>stas<br />

Brechas mo<strong>de</strong>radas<br />

Brechas extremas<br />

Baja productividad<br />

Media-alta productividad<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (Gran Buenos Aires), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (capitales <strong>de</strong> <strong>de</strong>partamento y El Alto), el<br />

Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador (zonas urbanas), El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, el Paraguay (área metropolitana <strong>de</strong><br />

Asunción), el Perú, la República Dominicana, el Uruguay (zonas urbanas) y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>). En los datos <strong>de</strong> 1990, 2002 y 2007 no se incluye<br />

a Colombia por no contarse con información <strong>de</strong>l tamaño <strong>de</strong> la empresa. Por la misma razón, no se incluye al Brasil en los datos <strong>de</strong> 1990. Con respecto a 2010, el<br />

promedio pon<strong>de</strong>rado no incluye a Guatemala ni a Nicaragua. Para 2013, no se incluye a Guatemala, a Honduras ni a Nicaragua.<br />

Capítulo III<br />

98


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Gráfico III.9<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): ocupados urbanos en sectores <strong>de</strong> baja productividad,<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso, 2002-2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

80<br />

70<br />

68 68 67<br />

A. Ambos sexos<br />

60<br />

40<br />

59<br />

57 56<br />

55<br />

53<br />

51 49 49<br />

47<br />

44 44<br />

42<br />

37<br />

35 34 34<br />

50<br />

48 47 47<br />

20<br />

0<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

2002 b 2008 c 2010 d 2013 e<br />

B. Mujeres<br />

80<br />

79 78 77<br />

77<br />

60<br />

40<br />

68<br />

66 66<br />

64<br />

59<br />

57 56<br />

54<br />

50<br />

48 47<br />

45<br />

39<br />

36 35 34<br />

55<br />

53 52<br />

50<br />

20<br />

0<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

2002 b 2008 c 2010 d 2013 e<br />

C. Hombres<br />

80<br />

60<br />

40<br />

64<br />

61 61 61<br />

53<br />

50 49 48<br />

48<br />

46 44 45<br />

44<br />

42 41 39<br />

35 35 34 33<br />

47<br />

45 44 43<br />

20<br />

0<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

2002 b 2008 c 2010 d 2013 e<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedios simples. Los promedios regionales por año se construyeron sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> cada país para ese año con cobertura nacional. Cuando<br />

no se contó con dicha información, se utilizó el año más próximo o la cobertura urbana.<br />

b<br />

Los datos <strong>de</strong> Chile correspon<strong>de</strong>n a 2000; los <strong>de</strong> El Salvador, Nicaragua, el Perú y el Paraguay, a 2001. La información <strong>de</strong> la Argentina, el Ecuador y el Uruguay se<br />

refiere a zonas urbanas.<br />

c<br />

Los datos <strong>de</strong> la Argentina correspon<strong>de</strong>n a 2006 y a zonas urbanas, los <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) y Honduras, a 2007; los <strong>de</strong> Chile y Guatemala, a 2006;<br />

los <strong>de</strong> El Salvador, a 2009, y los <strong>de</strong> Nicaragua, a 2005.<br />

d<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile y Nicaragua correspon<strong>de</strong>n a 2009, y los <strong>de</strong> Guatemala, a 2006. La información <strong>de</strong> la Argentina se<br />

refiere a zonas urbanas.<br />

e<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) correspon<strong>de</strong>n a 2011; los <strong>de</strong> Guatemala, a 2006; los <strong>de</strong> Honduras, a 2010; los <strong>de</strong> México, a 2012, y los <strong>de</strong> Nicaragua,<br />

a 2009. La información <strong>de</strong> la Argentina se refiere a zonas urbanas.<br />

Capítulo III<br />

99


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

A nivel regional existen marcadas diferencias entre los países con respecto a la inserción <strong>de</strong> los ocupados en<br />

sectores <strong>de</strong> baja productividad. En 2013, en los países con brechas mo<strong>de</strong>stas <strong>de</strong> bienestar, la proporción <strong>de</strong> ocupados<br />

en sectores <strong>de</strong> baja productividad alcanzaba el 41,9%, cifra significativamente inferior a la <strong>de</strong> los países con brechas<br />

mo<strong>de</strong>radas (58,2%) y extremas <strong>de</strong> bienestar (57,7%) (véase el gráfico III.8).<br />

En los quintiles más pobres <strong>de</strong> la población, la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las ocupaciones <strong>de</strong> baja productividad continúa siendo<br />

mucho mayor y ha bajado a un ritmo más lento que en los sectores <strong>de</strong> ingresos más elevados, lo que tuvo como efecto un<br />

aumento <strong>de</strong> las brechas entre los quintiles extremos <strong>de</strong> la distribución. En particular, entre 2002 y 2013 el ritmo anual <strong>de</strong><br />

reducción <strong>de</strong> la ocupación en sectores <strong>de</strong> baja productividad en áreas urbanas fue menor en el quintil más pobre (0,3%)<br />

que en los otros quintiles (entre un 0,6% y un 0,9%). Esto ha producido un leve aumento <strong>de</strong> la sobrerrepresentación <strong>de</strong>l<br />

empleo <strong>de</strong> baja productividad entre los más pobres: en 2002, la ocupación urbana en sectores <strong>de</strong> baja productividad<br />

en el quintil I fue 1,89 veces la <strong>de</strong>l quintil V, mientras que en 2013 dicha razón llegó a 1,97 veces. Entre las mujeres<br />

<strong>de</strong>l quintil más pobre, la tasa <strong>de</strong> ocupación en sectores <strong>de</strong> baja productividad pasó <strong>de</strong> 2,01 veces la <strong>de</strong> las mujeres<br />

<strong>de</strong>l quintil más rico en 2002 a 2,28 veces en 2013. En cambio, entre los hombres más pobres no hubo tal aumento:<br />

en 2002, la ocupación <strong>de</strong> baja productividad en la población masculina <strong>de</strong>l quintil más pobre fue 1,84 veces la <strong>de</strong> los<br />

hombres <strong>de</strong>l quintil más rico, cifra levemente más alta que la apreciada en 2013 (1,83 veces) (véase el gráfico III.9). En<br />

cuanto a la situación en los países <strong>de</strong> la región, el primer quintil <strong>de</strong> ingresos <strong>de</strong> Chile —país <strong>de</strong> brechas mo<strong>de</strong>stas <strong>de</strong><br />

bienestar— presentaba en 2013 la menor inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> ocupación urbana en sectores <strong>de</strong> baja productividad (38%),<br />

mientras que la mayor inci<strong>de</strong>ncia (83%) se verificaba en Honduras, país <strong>de</strong> brechas extremas.<br />

d) Categoría ocupacional y rama <strong>de</strong> actividad<br />

La categoría ocupacional es un indicador <strong>de</strong> la calidad y estabilidad <strong>de</strong> los empleos; los trabajadores por cuenta<br />

propia, los familiares no remunerados y los trabajadores domésticos suelen tener ingresos más bajos, condiciones<br />

más precarias <strong>de</strong> trabajo y menor protección social en comparación con los asalariados y los empleadores. Como<br />

es <strong>de</strong> esperarse, las personas en situación <strong>de</strong> indigencia, pobreza o vulnerabilidad se insertan mayormente como<br />

trabajadores por cuenta propia (31,6%) y familiares no remunerados (7,4%) y entre la población no vulnerable se<br />

observa un mayor porcentaje <strong>de</strong> asalariados (64,4%) y empleadores (6%). Las mujeres se encuentran ubicadas, en<br />

gran medida, en trabajos in<strong>de</strong>pendientes no calificados y en el empleo doméstico, y la proporción <strong>de</strong> las que trabajan<br />

como familiares no remuneradas duplica con creces la <strong>de</strong> los hombres. Los hombres, a su vez, se ocupan como<br />

trabajadores in<strong>de</strong>pendientes no calificados y asalariados. Esta situación aporta claridad sobre la concentración <strong>de</strong><br />

las mujeres en un ámbito acotado <strong>de</strong> ocupaciones, lo que produce una marcada segregación ocupacional por sexo<br />

que, a su vez, tiene consecuencias en los ingresos laborales (véase el gráfico III.10).<br />

Gráfico III.10<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): categoría ocupacional <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años y más,<br />

según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares, sexo,<br />

tramo <strong>de</strong> edad y área geográfica, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

7,4 2,3 5,0 1,3<br />

31,6<br />

5,7<br />

51,2<br />

4,2<br />

64,4<br />

58,9<br />

0,5<br />

66,0<br />

0,5<br />

11,1<br />

13,8<br />

39,1<br />

9,1<br />

62,2<br />

3,5<br />

4,1 6,0 4,6 7,4 3,3 4,1 1,4 2,0 5,0 7,2 10,6 11,4<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

23,2<br />

No vulnerables<br />

31,0<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

24,8 21,1<br />

No vulnerables<br />

32,7<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

No vulnerables<br />

12,6<br />

19,0<br />

4,6<br />

62,4<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

3,5 4,6 1,6 8,7 4,1 3,8 1,6<br />

12,3<br />

2,5<br />

25,3<br />

20,5<br />

26,9<br />

36,1<br />

4,4<br />

5,0<br />

57,6 7,3<br />

60,8<br />

6,6<br />

79,6<br />

No vulnerables<br />

47,7<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

60,8<br />

No vulnerables<br />

17,9<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

2,0<br />

23,9<br />

No vulnerables<br />

3,0<br />

59,0<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

67,4<br />

15,0<br />

36,4<br />

3,2<br />

7,1<br />

3,5<br />

47,5<br />

3,0 6,0 6,4 7,3<br />

No vulnerables<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

Hombres Mujeres De 15 a 29 años De 30 a 64 años 65 años y más Urbana Rural<br />

Total Sexo Tramo <strong>de</strong> edad Área geográfica<br />

39,0<br />

34,6<br />

No vulnerables<br />

Empleadores Asalariados Empleados domésticos Trabajadores por cuenta propia Familiares no remunerados<br />

Capítulo III<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> 18 países: Argentina (zonas urbanas), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,<br />

Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

100


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Entre los ocupados jóvenes (<strong>de</strong> 15 a 29 años), se estima que un 62,4% <strong>de</strong> los vulnerables y un 79,6% <strong>de</strong> los no<br />

vulnerables trabajan como asalariados. Entre las personas <strong>de</strong> 30 a 64 años, se constata una menor pero significativa<br />

proporción <strong>de</strong> asalariados entre la población indigente, pobre o vulnerable (47,7%) y la no vulnerable (60,8%), como<br />

también una cuantía ostensible <strong>de</strong> trabajadores por cuenta propia. Por otra parte, las personas <strong>de</strong> 65 años y más<br />

están ocupadas principalmente en trabajos por cuenta propia: un 60,8% entre la población vulnerable y un 57,6%<br />

entre la no vulnerable. La proporción <strong>de</strong> empleadores entre las personas <strong>de</strong> 65 años y más se eleva a un 10,6%<br />

entre los vulnerables y a un 11,4% entre los no vulnerables. La estructura ocupacional refleja asimismo una mayor<br />

presencia <strong>de</strong> asalariados en las zonas urbanas en comparación con las rurales, don<strong>de</strong> es más elevado el porcentaje<br />

<strong>de</strong> ocupados por cuenta propia y <strong>de</strong> familiares no remunerados (véase el gráfico III.10).<br />

Introduciendo en el análisis la dimensión étnica y racial, según información <strong>de</strong> nueve países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

<strong>de</strong> los cuales se dispone <strong>de</strong> datos, se registra una mayor proporción <strong>de</strong> trabajadores por cuenta propia y <strong>de</strong> familiares<br />

no remunerados entre la población indígena y una mayor proporción <strong>de</strong> asalariados y <strong>de</strong> empleadores entre los no<br />

indígenas. Asimismo, el caso <strong>de</strong> Brasil indica que la población afro<strong>de</strong>scendiente tiene un porcentaje más elevado<br />

<strong>de</strong> trabajadores por cuenta propia que el resto <strong>de</strong> la población y que, entre las trabajadoras domésticas asalariadas,<br />

el porcentaje <strong>de</strong> mujeres afro<strong>de</strong>scendientes (18,6%) supera en 8 puntos porcentuales a la población femenina no<br />

afro<strong>de</strong>scendiente (véase el gráfico III.11).<br />

Gráfico III.11<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (8 países y el Brasil): categoría ocupacional <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años y más,<br />

según raza/etnia y sexo, totales nacionales, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes <strong>de</strong> la población ocupada <strong>de</strong> 15 años y más)<br />

A. <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (9 países) a<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

15,0<br />

3,6<br />

4,2<br />

36,9<br />

9,6<br />

4,6<br />

39,8<br />

0,6<br />

22,6<br />

3,0<br />

9,6<br />

4,8 2,9<br />

5,2 6,5 0,4<br />

4,1<br />

24,3<br />

24,3<br />

7,4<br />

3,4<br />

9,2<br />

24,4<br />

50<br />

33,6<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

40,2<br />

46,6<br />

31,9<br />

61,6<br />

65,9<br />

55,7<br />

0<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

Ambos sexos Hombre Mujer Ambos sexos Hombre Mujer<br />

Indígenas<br />

No indígenas<br />

Asalariados Trabajadores por cuenta propia Empleados domésticos<br />

Empleadores B. Brasil Familiares no remunerados<br />

2,2 2,4 1,5 2,8 3,7<br />

1,0<br />

1,3<br />

2,0 1,1 3,1<br />

5,5 6,9 3,8<br />

8,1<br />

5,1<br />

0,7<br />

18,6<br />

10,6<br />

29,8<br />

27,1<br />

22,7<br />

26,1<br />

18,5<br />

23,2<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

60,2<br />

64,9<br />

53,2<br />

64,7 65,1 64,1<br />

10<br />

0<br />

Ambos sexos Hombre Mujer Ambos sexos Hombre Mujer<br />

Afro<strong>de</strong>scendientes<br />

No afro<strong>de</strong>scendientes<br />

Asalariados Trabajadores por cuenta propia Empleados domésticos<br />

Empleadores Familiares no remunerados<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio simple sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile, el Ecuador, México, Panamá, el Perú, el Paraguay y el Uruguay.<br />

La población no indígena no incluye a la población afro<strong>de</strong>scendiente.<br />

b<br />

La población no afro<strong>de</strong>scendiente no incluye a la población indígena.<br />

Capítulo III<br />

101


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Según la situación <strong>de</strong> vulnerabilidad <strong>de</strong> la población ocupada, varía también su distribución en los sectores<br />

<strong>de</strong> la actividad económica. Alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013, la inserción <strong>de</strong> los ocupados indigentes, pobres o vulnerables en<br />

el sector primario (agricultura) era mucho más elevada que entre los no vulnerables, mientras que la inserción<br />

en el sector terciario (servicios) era menor. Las diferencias <strong>de</strong> género y etarias son muy pronunciadas. Entre los<br />

indigentes, pobres o vulnerables, la inserción en el sector terciario se estima en un 69,8% entre las mujeres<br />

y en un 41,1% entre los hombres. Por otra parte, los ocupados <strong>de</strong> 15 a 29 años y <strong>de</strong> 30 a 64 años se insertan<br />

principalmente en el sector terciario, mientras que en el caso <strong>de</strong> los mayores <strong>de</strong> 65 años predomina el sector<br />

primario. Finalmente, la población indigente, pobre o vulnerable <strong>de</strong> zonas rurales se inserta principalmente en el<br />

sector primario (56,5%), mientras que en las zonas urbanas se ubica en mayor medida en el sector terciario (66,9%)<br />

(véase el gráfico III.12).<br />

Gráfico III.12<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): sector <strong>de</strong> actividad <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años y más,<br />

según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares, sexo,<br />

tramo <strong>de</strong> edad y área geográfica, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

51,9<br />

22,5<br />

25,6<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

69,1<br />

21,7<br />

9,2<br />

No vulnerables<br />

41,1<br />

28,1<br />

30,8<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

59,2<br />

29,0<br />

No vulnerables<br />

69,8<br />

15,0<br />

11,8 15,3<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

82,4<br />

12,6<br />

5,0<br />

No vulnerables<br />

50,3<br />

24,3<br />

25,4<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

68,5<br />

22,8<br />

8,7<br />

No vulnerables<br />

Capítulo III<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

No vulnerables<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

No vulnerables<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

No vulnerables<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

Hombres Mujeres De 15 a 29 años De 30 a 64 años 65 años y más Urbana Rural<br />

Total Sexo Tramo <strong>de</strong> edad Área geográfica<br />

52,8<br />

22,7<br />

24,6<br />

70,4<br />

20,4<br />

9,3<br />

38,8<br />

15,8<br />

45,4<br />

55,7<br />

16,8<br />

27,5<br />

66,9<br />

77,2<br />

26,7<br />

16,8<br />

56,5<br />

25,7<br />

19,9<br />

7,4 2,9<br />

44,4<br />

19,8<br />

35,8<br />

No vulnerables<br />

Primario Secundario Terciario<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> 18 países: Argentina (zonas urbanas), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Brasil, Chile, Colombia,<br />

Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela (República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

2. Brechas en el acceso a <strong>de</strong>rechos y a la protección social<br />

a) Tenencia <strong>de</strong> contrato laboral por parte <strong>de</strong> las personas asalariadas<br />

Un indicador relevante para el análisis <strong>de</strong> las brechas en el mercado laboral y la calidad <strong>de</strong> los empleos es<br />

la existencia <strong>de</strong> un contrato formal <strong>de</strong> trabajo, ya que este permite el acceso a <strong>de</strong>rechos y prestaciones sociales,<br />

como la cotización en sistemas <strong>de</strong> pensiones y <strong>de</strong> salud, el goce <strong>de</strong> licencias maternales y paternales y vacaciones<br />

remuneradas, la <strong>de</strong>limitación <strong>de</strong> la jornada <strong>de</strong> trabajo y el pago <strong>de</strong> horas extras, entre otras.<br />

En <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, la proporción <strong>de</strong> asalariados con contrato formal <strong>de</strong> trabajo aumentó <strong>de</strong>l 53,4% en 2002 al<br />

57,2% en 2013. Esa proporción es superior entre los asalariados no vulnerables en comparación con los asalariados<br />

indigentes, pobres o vulnerables (véase el gráfico III.13), entre los hombres en comparación con las mujeres, entre los<br />

trabajadores adultos en comparación con los jóvenes o los <strong>de</strong> mayor edad, y en las zonas urbanas en comparación<br />

con las zonas rurales (véase el gráfico III.14).<br />

102


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Gráfico III.13<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): tenencia <strong>de</strong> contrato <strong>de</strong> los asalariados <strong>de</strong> 15 años y más,<br />

según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

totales nacionales, 2002-2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

43,6<br />

36,2<br />

55,3<br />

49,4<br />

64,4<br />

66,7<br />

53,4<br />

57,2<br />

30<br />

20<br />

10<br />

24,2<br />

17,4<br />

0<br />

Indigentes o altamente<br />

vulnerables a<br />

la indigencia<br />

(hasta 0,6 líneas<br />

<strong>de</strong> pobreza)<br />

Pobres o altamente<br />

vulnerables a<br />

la pobreza<br />

(<strong>de</strong> 0,6 a 1,2 líneas<br />

<strong>de</strong> pobreza)<br />

Vulnerables a<br />

la pobreza<br />

(<strong>de</strong> 1,2 a 1,8 líneas<br />

<strong>de</strong> pobreza)<br />

No vulnerables<br />

(más <strong>de</strong> 1,8 líneas<br />

<strong>de</strong> pobreza)<br />

Total<br />

2002 2007 2010 2013<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (Gran Buenos Aires), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (capitales <strong>de</strong> <strong>de</strong>partamento y El Alto), el<br />

Brasil, Chile, Colombia, el Ecuador (zonas urbanas), El Salvador, Guatemala, México, Panamá, el Paraguay (área metropolitana <strong>de</strong> Asunción), el Perú y la República<br />

Dominicana. En los datos <strong>de</strong> 2002 no se incluye al Paraguay (área metropolitana <strong>de</strong> Asunción), al Perú ni a la República Dominicana. En los datos <strong>de</strong> 2010 y 2013,<br />

no se incluye a Guatemala.<br />

Gráfico III.14<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): tenencia <strong>de</strong> contrato <strong>de</strong> los asalariados <strong>de</strong> 15 años y más,<br />

según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares, sexo,<br />

tramo <strong>de</strong> edad y área geográfica, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

80<br />

70<br />

60<br />

67,0 69,0<br />

64,5 65,9<br />

68,4<br />

70,0<br />

50<br />

40<br />

41,6<br />

44,0<br />

37,5 37,6<br />

44,5<br />

48,1<br />

46,8<br />

47,4<br />

30<br />

20<br />

10<br />

20,1<br />

25,9<br />

0<br />

Hombres Mujeres De 15 a<br />

29 años<br />

De 30 a<br />

64 años<br />

65 años<br />

y más<br />

Urbana<br />

Total Sexo Tramo <strong>de</strong> edad Área geográfica<br />

Rural<br />

Indigentes, pobres o vulnerables a la pobreza (hasta 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

No vulnerables (más <strong>de</strong> 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> 18 países: Argentina (zonas urbanas), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Brasil, Chile, Colombia,<br />

Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela (República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

b) Afiliación a la seguridad social: pensiones y salud<br />

Entre 2002 y 2013, la cobertura <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> pensiones y <strong>de</strong> salud ha registrado un significativo aumento<br />

entre la población ocupada <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>. Con respecto a las pensiones, los incrementos en el período van<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 5,3 puntos porcentuales en el caso <strong>de</strong>l primer <strong>de</strong>cil hasta 14,2 puntos porcentuales en el cuarto <strong>de</strong>cil. Aunque<br />

se aprecian mejoras, en 2013, persistían importantes brechas <strong>de</strong> cobertura: mientras la afiliación a los sistemas<br />

previsionales alcanzaba al 76,8% <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong>l décimo <strong>de</strong>cil <strong>de</strong> ingresos, no superaba el 30% en el promedio<br />

Capítulo III<br />

103


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

<strong>de</strong> los tres primeros <strong>de</strong>ciles (véase el gráfico III.15). A<strong>de</strong>más, la afiliación a los sistemas <strong>de</strong> pensiones se muestra<br />

heterogénea entre los países <strong>de</strong> la región, ya que los trabajadores <strong>de</strong> países con brechas mo<strong>de</strong>stas <strong>de</strong> bienestar<br />

presentan niveles <strong>de</strong> afiliación superiores a los <strong>de</strong> brechas mo<strong>de</strong>radas o extremas.<br />

Gráfico III.15<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (12 países): afiliación a sistemas <strong>de</strong> pensiones <strong>de</strong> los ocupados<br />

<strong>de</strong> 15 años y más, según <strong>de</strong>ciles <strong>de</strong> ingreso, totales nacionales 2002-2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

90<br />

80<br />

76,8<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

9,8<br />

22,0<br />

15,1<br />

33,2<br />

30,0<br />

42,8<br />

35,3<br />

49,4<br />

40,9<br />

54,0<br />

44,0<br />

57,5 60,1<br />

54,1<br />

48,2<br />

66,7 70,6<br />

65,1<br />

59,0<br />

42,3<br />

53,9<br />

0<br />

Decil I Decil II Decil III Decil IV Decil V Decil VI Decil VII Decil VIII Decil IX Decil X Total<br />

2002 2007 2010 2013<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (capitales <strong>de</strong> <strong>de</strong>partamento y El Alto), el Brasil, Chile, Colombia, Costa<br />

Rica, el Ecuador (zonas urbanas), El Salvador, Honduras, Nicaragua, el Paraguay (área metropolitana <strong>de</strong> Asunción), el Perú y el Uruguay (zonas urbanas). En 2002 no<br />

se consi<strong>de</strong>ran los datos <strong>de</strong> Colombia, Costa Rica y Honduras. En los datos <strong>de</strong> 2007, no se incluye a Colombia ni a Costa Rica. En 2010, no se incluye a Nicaragua.<br />

En los datos <strong>de</strong> 2013, no se incluye a Honduras ni a Nicaragua.<br />

Las diferencias en la afiliación a los sistemas <strong>de</strong> pensiones son significativas al consi<strong>de</strong>rar el área <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia,<br />

ya que alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 la afiliación <strong>de</strong> los ocupados urbanos era <strong>de</strong> un 58,9%, mientras que entre los ocupados<br />

rurales era <strong>de</strong> un 22,5%. Por otra parte, la afiliación no difiere significativamente por sexo, evi<strong>de</strong>nciando niveles<br />

cercanos al 50% tanto para las mujeres como para los hombres ocupados (véase el gráfico III.16). Sin embargo,<br />

para tomar en cuenta en el análisis <strong>de</strong> la afiliación a los sistemas <strong>de</strong> pensiones la alta proporción <strong>de</strong> mujeres que<br />

trabajan sin remuneración en los hogares, se pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar el total <strong>de</strong> la población en edad <strong>de</strong> trabajar (y no<br />

solo a los ocupados), en la cual la brecha <strong>de</strong> género es significativa: solo el 27,3% <strong>de</strong> las mujeres <strong>de</strong> 15 años y más<br />

están afiliadas a un sistema <strong>de</strong> pensiones, en comparación con el 39,5% <strong>de</strong> los hombres.<br />

Gráfico III.16<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (12 países): afiliación a sistemas <strong>de</strong> pensiones <strong>de</strong> los ocupados<br />

<strong>de</strong> 15 años y más, según sexo y área geográfica, alre<strong>de</strong>dor 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

70<br />

60<br />

58,9<br />

50<br />

51,5 51,8 51,3<br />

40<br />

30<br />

20<br />

22,5<br />

10<br />

0<br />

Hombres Mujeres Urbana Rural<br />

Total Sexo Área geográfica<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador, El Salvador, Honduras,<br />

Nicaragua, el Paraguay, el Perú y el Uruguay.<br />

Capítulo III<br />

104


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

En relación con la pertenencia racial y étnica, la población ocupada no indígena y no afro<strong>de</strong>scendiente muestra<br />

una mayor afiliación a los sistemas <strong>de</strong> pensiones, tanto entre los hombres como entre las mujeres. En el caso <strong>de</strong><br />

los afro<strong>de</strong>scendientes, en el Brasil y en los otros seis países consi<strong>de</strong>rados en el análisis, la afiliación es superior<br />

a la presentada por la población indígena. A modo <strong>de</strong> ejemplo, en 2013 un 70% <strong>de</strong> la población no indígena ni<br />

afro<strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong>l Brasil se encontraba afiliada a sistemas <strong>de</strong> pensiones; la cifra alcanzaba un 55% entre la población<br />

afro<strong>de</strong>scendiente y un 43% entre la población indígena, sin mayores diferencias según sexo (véase el gráfico III.17).<br />

Gráfico III.17<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (6 países y el Brasil): afiliación a sistema <strong>de</strong> pensiones <strong>de</strong> los ocupados<br />

<strong>de</strong> 15 años y más, según raza/etnia y sexo, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

80<br />

70<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

47<br />

46<br />

44<br />

34<br />

31<br />

28<br />

41<br />

36<br />

40<br />

69<br />

71<br />

42<br />

43<br />

44<br />

55<br />

55<br />

56<br />

0<br />

No indígenas ni<br />

afro<strong>de</strong>scendientes<br />

Indígenas Afro<strong>de</strong>scendientes No indígenas ni<br />

afro<strong>de</strong>scendientes<br />

Promedio simple (6 países)<br />

Indígenas<br />

Brasil<br />

Afro<strong>de</strong>scendientes<br />

Hombres Mujeres Ambos sexos<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio simple sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Chile, el Ecuador, el Perú, el Paraguay y el Uruguay. Se i<strong>de</strong>ntifica a la población<br />

afro<strong>de</strong>scendiente solo en las encuestas <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, el Ecuador, el Perú y el Uruguay.<br />

La cobertura <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> salud también ha aumentado consi<strong>de</strong>rablemente entre 2002 y 2013, año en que la<br />

afiliación llegó aproximadamente a dos tercios <strong>de</strong> la población ocupada. A inicios <strong>de</strong> la década, ese indicador no superaba<br />

el 50% en los primeros siete <strong>de</strong>ciles <strong>de</strong> la distribución <strong>de</strong>l ingreso. En cambio, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 se estima una afiliación a<br />

la salud <strong>de</strong> entre el 64,6% en el primer <strong>de</strong>cil y el 85,5% en el décimo <strong>de</strong>cil (véase el gráfico III.18). Nuevamente, el análisis<br />

por brechas <strong>de</strong> bienestar da cuenta <strong>de</strong> una situación dispar entre los países, en particular en relación con la cobertura <strong>de</strong><br />

los más pobres. En los países <strong>de</strong> brechas mo<strong>de</strong>stas, la afiliación a sistemas <strong>de</strong> salud <strong>de</strong>l primer <strong>de</strong>cil es <strong>de</strong>l 68,3%; en los <strong>de</strong><br />

brechas mo<strong>de</strong>radas, la cifra alcanza el 74,5 %, pero en los <strong>de</strong> brechas extremas, el porcentaje <strong>de</strong> afiliados no supera el 10%.<br />

Gráfico III.18<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): afiliación a sistemas <strong>de</strong> salud <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años y más,<br />

según <strong>de</strong>ciles <strong>de</strong> ingreso, totales nacionales, 2002-2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

21,0<br />

64,6<br />

27,0<br />

68,0 68,9 70,4 70,9 72,3 74,0<br />

47,1<br />

52,0<br />

37,4 40,5<br />

43,0<br />

33,5<br />

76,5 80,3<br />

57,9<br />

62,6<br />

85,5<br />

43,1<br />

73,5<br />

20<br />

10<br />

0<br />

Decil I Decil II Decil III Decil IV Decil V Decil VI Decil VII Decil VIII Decil IX Decil X Total<br />

2002 2007 2010 2013<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (Gran Buenos Aires), Bolivia ((Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (capitales <strong>de</strong> <strong>de</strong>partamento y El Alto),<br />

Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador (zonas urbanas), El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá, el Paraguay (área metropolitana <strong>de</strong> Asunción), el Perú y el<br />

Uruguay (zonas urbanas). No se incluyen los siguientes países en los años mencionados: Colombia y Honduras en 2002, Colombia en 2007, Nicaragua en 2010 y<br />

Honduras y Nicaragua en 2013.<br />

Capítulo III<br />

105


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

La afiliación a la salud entre los ocupados es más elevada para las mujeres que para los hombres. La brecha<br />

<strong>de</strong> afiliación entre zonas geográficas urbanas y rurales se estima en 17,7 puntos porcentuales, siendo inferior a la<br />

observada en el caso <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> pensiones (véase el gráfico III.19).<br />

80<br />

Gráfico III.19<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): afiliación a sistemas <strong>de</strong> salud entre los ocupados<br />

<strong>de</strong> 15 años y más, según sexo y área geográfica, total nacional, 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

70<br />

66,6<br />

64,5<br />

69,6 70,5<br />

60<br />

50<br />

52,8<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

Hombres Mujeres Urbana Rural<br />

Total Sexo Área geográfica<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (zonas urbanas), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador,<br />

El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá, el Paraguay, el Perú y el Uruguay.<br />

3. Brechas <strong>de</strong> ingresos y pobreza<br />

a) Ingresos laborales<br />

El análisis <strong>de</strong> los ingresos laborales —que incluyen salarios e ingresos por trabajo in<strong>de</strong>pendiente— da cuenta<br />

tanto <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong>l empleo como <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> segregación ocupacional. Después <strong>de</strong> un estancamiento en<br />

los años noventa, entre 2002 y 2013 se ha observado en la región un incremento en términos reales <strong>de</strong> los ingresos<br />

laborales, <strong>de</strong> un promedio <strong>de</strong> 4,1 a 4,9 veces la línea <strong>de</strong> pobreza. Al consi<strong>de</strong>rar el sexo <strong>de</strong> los trabajadores, se<br />

verifica que esta variación ha sido dispar. Si bien los ingresos laborales medios <strong>de</strong> las mujeres (4,1 veces la línea <strong>de</strong><br />

pobreza alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013) siguen siendo significativamente menores que los <strong>de</strong> los hombres (5,6 veces) 11 , la brecha<br />

mostró una leve disminución a lo largo <strong>de</strong>l período (véase el gráfico III.20). Esto pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>berse al aumento <strong>de</strong> la<br />

participación laboral <strong>de</strong> las mujeres, al incremento <strong>de</strong> los salarios mínimos 12 y a la implementación <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong><br />

formalización <strong>de</strong>l empleo doméstico 13 (CEPAL/OIT, 2014b; Amarante y Arim, <strong>2015</strong>).<br />

Capítulo III<br />

11<br />

Aquí se toman en cuenta los ingresos laborales mensuales. Parte <strong>de</strong> las diferencias entre los ingresos laborales <strong>de</strong> hombres y mujeres<br />

pue<strong>de</strong>n obe<strong>de</strong>cer a que los hombres trabajan una mayor cantidad <strong>de</strong> horas <strong>de</strong> manera remunerada. En efecto, en 2012 los hombres<br />

trabajaban casi ocho horas más, como promedio semanal, en tareas remuneradas. Si se incorpora este factor, se sigue observando una<br />

diferencia <strong>de</strong> los ingresos medios por género en la mayoría <strong>de</strong> los países, aunque las distancias se atenúan. En algunos casos, como<br />

la Argentina, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Nicaragua, las diferencias salariales tien<strong>de</strong>n a <strong>de</strong>saparecer al controlar las horas <strong>de</strong><br />

trabajo (CEPAL, 2014b).<br />

12<br />

Consi<strong>de</strong>rando la mayor proporción <strong>de</strong> mujeres en grupos con bajos ingresos laborales (OIT, 2010), el aumento <strong>de</strong>l salario mínimo<br />

registrado recientemente en algunos países <strong>de</strong> la región ha traído consecuencias positivas para el promedio <strong>de</strong> los ingresos laborales<br />

femeninos. Maurizio (2014) da cuenta <strong>de</strong> impactos igualadores <strong>de</strong>l salario mínimo en algunos países <strong>de</strong> la región (Argentina, Brasil<br />

y Uruguay).<br />

13<br />

La formalización <strong>de</strong>l trabajo doméstico favoreció en particular a las mujeres. Sin embargo, los procesos generales <strong>de</strong> formalización<br />

tuvieron impactos <strong>de</strong>siguales en las brechas <strong>de</strong> ingresos entre hombres y mujeres según los países. Mientras que en el Brasil, el<br />

Ecuador, Panamá y el Paraguay las ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> formalización tuvieron un efecto favorable en la reducción <strong>de</strong> diferencias <strong>de</strong> ingresos<br />

laborales entre hombres y mujeres, en Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Colombia, México y el Perú, los procesos <strong>de</strong> formalización<br />

contribuyeron a ampliar las brechas <strong>de</strong> ingresos. Por ejemplo, en Colombia esto ocurrió porque la formalización entre los hombres<br />

fue superior que entre las mujeres (CEPAL/OIT, 2014b).<br />

106


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Gráfico III.20<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): ingresos laborales <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años y más,<br />

según sexo, total nacional, 1990-2013 a<br />

(En múltiplos <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong> pobreza)<br />

6,0<br />

5,5<br />

5,0<br />

4,5<br />

4,0<br />

3,5<br />

3,0<br />

4,6 4,7<br />

4,0<br />

4,1<br />

3,1<br />

2,9<br />

4,9<br />

4,3<br />

3,3<br />

5,0<br />

4,4<br />

3,6<br />

5,6<br />

4,9<br />

4,1<br />

2,5<br />

2,0<br />

1990 2002 2007 2010 2013<br />

Hombres<br />

Mujeres<br />

Total<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (Gran Buenos Aires), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (capitales <strong>de</strong> <strong>de</strong>partamento y El Alto),<br />

el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador (zonas urbanas), El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, el Paraguay (área metropolitana<br />

<strong>de</strong> Asunción), el Perú, la República Dominicana, el Uruguay (zonas urbanas) y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

Los ingresos laborales también reflejan disparida<strong>de</strong>s presentes en el mundo <strong>de</strong>l trabajo según otras dimensiones,<br />

que incluyen el área geográfica <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia y la raza o etnia <strong>de</strong> los ocupados. Los ingresos laborales medios son más<br />

elevados en las zonas urbanas (470 dólares mensuales en 2013) que en las rurales (192 dólares), y existen marcadas<br />

diferencias por raza y etnia. A su vez, el cruce <strong>de</strong> la dimensión étnica y racial con la dimensión <strong>de</strong> género conforma<br />

un patrón <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad en el que las mujeres indígenas se sitúan en la posición inferior <strong>de</strong> la escala <strong>de</strong> ingresos en<br />

todos los niveles <strong>de</strong> educación. Entre las personas <strong>de</strong> mayor nivel educacional (ocho años y más <strong>de</strong> instrucción), el<br />

extremo superior <strong>de</strong> la escala <strong>de</strong> ingresos es ocupado por los hombres no indígenas ni afro<strong>de</strong>scendientes, seguidos<br />

por los hombres afro<strong>de</strong>scendientes, las mujeres no indígenas ni afro<strong>de</strong>scendientes, las mujeres afro<strong>de</strong>scendientes,<br />

los hombres indígenas y, finalmente, las mujeres indígenas (véase el gráfico III.21).<br />

Gráfico III.21<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (9 países): ingresos laborales, según sexo, raza/etnia<br />

y años <strong>de</strong> escolaridad, totales nacionales, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En múltiplos <strong>de</strong> líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

7<br />

6<br />

5<br />

4<br />

3<br />

2<br />

Hombre no indígena<br />

ni afro<strong>de</strong>scendiente<br />

Hombre afro<strong>de</strong>scendiente<br />

Mujer no indígena<br />

ni afro<strong>de</strong>scendiente<br />

Mujer afro<strong>de</strong>scendiente<br />

Hombre indígena<br />

Mujer indígena<br />

1<br />

0<br />

0 a 3 años 4 a 7 años 8 años y más<br />

Años <strong>de</strong> instrucción<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Población indígena y población no indígena ni afro<strong>de</strong>scendiente: Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Brasil, Chile, Ecuador, México, Panamá, Perú, Paraguay y Uruguay.<br />

Población afro<strong>de</strong>scendiente: Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Brasil, Ecuador, Perú y Uruguay.<br />

La ten<strong>de</strong>ncia a la ocupación <strong>de</strong> las mujeres en empleos <strong>de</strong> menor calidad se corrobora al comparar los ingresos<br />

laborales que perciben con los recibidos por los hombres que pertenecen al mismo quintil <strong>de</strong> ingreso per cápita <strong>de</strong><br />

los hogares. Como se observa en el gráfico III.22, en 2013 las mujeres en todos los quintiles <strong>de</strong> ingreso obtenían, en<br />

promedio, ingresos laborales más bajos que los hombres.<br />

Capítulo III<br />

107


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

100<br />

Gráfico III.22<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): ingresos laborales <strong>de</strong> las mujeres,<br />

según quintiles <strong>de</strong> ingreso y área geográfica, 1997-2013 a<br />

(En porcentajes <strong>de</strong> los ingresos laborales <strong>de</strong> los hombres)<br />

A. Totales nacionales<br />

80<br />

60<br />

69 70<br />

67 66 65<br />

65 67 67 66 67<br />

65 63<br />

70<br />

73 74 73<br />

68<br />

70<br />

64<br />

60<br />

77 78<br />

74<br />

72<br />

40<br />

20<br />

0<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

1997 b 2005 c 2010 d 2013 e<br />

B. Zonas urbanas<br />

80<br />

60<br />

66<br />

68<br />

65 65 65 64 65<br />

66<br />

76<br />

74<br />

71 72<br />

70<br />

67 68<br />

67<br />

72<br />

69<br />

62<br />

59<br />

73 74<br />

67<br />

69<br />

40<br />

20<br />

0<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

1997 b 2005 c 2010 d 2013 e<br />

C. Zonas rurales<br />

80<br />

60<br />

66<br />

62<br />

64 64<br />

66<br />

63 63<br />

57 60 61 59 59<br />

66 67 67 67 67 68<br />

64<br />

60<br />

72 73 72<br />

67<br />

40<br />

20<br />

0<br />

Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total<br />

1997 b 2005 c 2010 d 2013 e<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Ingreso laboral = salarios + ingresos por trabajo in<strong>de</strong>pendiente (cuenta propia). Los promedios simples regionales por año se construyeron sobre la base <strong>de</strong> la<br />

información <strong>de</strong> cada país para ese año con cobertura nacional. Cuando no se contó con dicha información, se utilizó el año más próximo o la cobertura urbana.<br />

b<br />

Los datos <strong>de</strong>l Brasil, Chile, México y el Paraguay correspon<strong>de</strong>n a 1996; los <strong>de</strong> Guatemala, a 1989, y los <strong>de</strong> Nicaragua, a 1998. La información <strong>de</strong> la Argentina, el<br />

Ecuador, Panamá, el Paraguay y el Uruguay se refiere a zonas urbanas.<br />

c<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), El Salvador y México correspon<strong>de</strong>n a 2004; los <strong>de</strong> Chile, a 2003; los <strong>de</strong> Guatemala, a 2002, y los <strong>de</strong> Honduras y el<br />

Perú, a 2003. La información <strong>de</strong> la Argentina y el Uruguay se refiere a zonas urbanas.<br />

d<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile y Nicaragua correspon<strong>de</strong>n a 2009, y los <strong>de</strong> Guatemala, a 2006. La información <strong>de</strong> la Argentina se<br />

refiere a zonas urbanas,<br />

e<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) correspon<strong>de</strong>n a 2011; los <strong>de</strong> Guatemala, a 2006; los <strong>de</strong> Honduras a 2010; los <strong>de</strong> México, a 2012, y los <strong>de</strong> Nicaragua,<br />

a 2009. La información <strong>de</strong> la Argentina se refiere a zonas urbanas.<br />

Capítulo III<br />

108


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Entre 1997 y 2013, la disparidad por sexo <strong>de</strong> los ingresos laborales se redujo en todos los quintiles <strong>de</strong> ingresos,<br />

excepto en el quintil más pobre, don<strong>de</strong> aumentó, posiblemente porque muchos <strong>de</strong> los trabajadores y, especialmente,<br />

las trabajadoras son informales y no reciben el salario mínimo. En este último grupo, mientras que en 1997 el ingreso<br />

laboral <strong>de</strong> las mujeres representó el 67% <strong>de</strong>l percibido por los hombres, en 2013 dicha relación bajó al 65%. Las<br />

reducciones más relevantes <strong>de</strong> las brechas entre los ingresos laborales por sexo se evi<strong>de</strong>nciaron en los quintiles IV<br />

y V <strong>de</strong> las zonas urbanas y en el quintil más rico <strong>de</strong> las zonas rurales. La peor situación se verificó en el quintil más<br />

pobre <strong>de</strong> las zonas rurales, don<strong>de</strong> las mujeres tenían un ingreso laboral equivalente al 64% <strong>de</strong>l percibido por los<br />

hombres en 2013 (véase el gráfico III.22) 14 .<br />

Las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ingresos se repiten a lo largo <strong>de</strong>l ciclo <strong>de</strong> vida: si bien los ocupados indigentes, pobres o<br />

vulnerables <strong>de</strong> 30 a 64 años tienen mayores ingresos que los jóvenes, sus ingresos laborales medios son bajísimos<br />

respecto <strong>de</strong> los correspondientes a los no vulnerables. Alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013, los adultos indigentes, pobres o vulnerables<br />

recibieron por su trabajo en promedio 184 dólares, monto equivalente a menos <strong>de</strong> un tercio <strong>de</strong>l recibido por sus<br />

pares no vulnerables (579 dólares) pero superior al percibido por los jóvenes (159 dólares) y las personas <strong>de</strong> 65 años<br />

y más (86 dólares). La <strong>de</strong>sigualdad territorial presente en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> también se refleja en los montos <strong>de</strong> los<br />

ingresos laborales, que difieren según sean <strong>de</strong> zonas rurales o urbanas (véase el gráfico III.23).<br />

Gráfico III.23<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): ingresos laborales <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años y más,<br />

según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

tramo <strong>de</strong> edad y área geográfica, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En dólares <strong>de</strong> 2005)<br />

700<br />

600<br />

500<br />

579<br />

487<br />

576<br />

529<br />

400<br />

389<br />

300<br />

200<br />

100<br />

154<br />

183<br />

86<br />

204<br />

105<br />

0<br />

De 15 a 29 años De 30 a 64 años 65 años y más Urbana Rural<br />

Tramo <strong>de</strong> edad<br />

Área geográfica<br />

Indigentes, pobres o vulnerables a la pobreza (hasta 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

No vulnerables (más <strong>de</strong> 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> 18 países: Argentina (zonas urbanas), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,<br />

Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

b) Población sin ingresos propios<br />

El indicador <strong>de</strong> población sin ingresos propios pue<strong>de</strong> utilizarse como aproximación a la falta <strong>de</strong> autonomía<br />

económica y —junto con la ausencia <strong>de</strong> protección social— como medida <strong>de</strong> vulnerabilidad o <strong>de</strong> <strong>de</strong>sprotección<br />

ante riesgos, puesto que las personas en esa condición están más expuestas a los choques económicos. En <strong>América</strong><br />

<strong>Latina</strong>, la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la población sin ingresos propios es significativamente superior entre las mujeres, y entre<br />

ellas se <strong>de</strong>stacan las que pertenecen a los quintiles más pobres. En 2013, las inci<strong>de</strong>ncias más bajas se evi<strong>de</strong>ncian<br />

entre los hombres <strong>de</strong> los quintiles socioeconómicamente más aventajados (un 5% en el quintil V y un 8% en el<br />

quintil IV) (véase el gráfico III.24).<br />

14<br />

Con relación a la disparidad <strong>de</strong> los ingresos laborales por sexo en el quintil más pobre, en el último año con datos, el único país<br />

que evi<strong>de</strong>nciaba una situación favorable a las mujeres —si bien en un contexto <strong>de</strong> muy bajos salarios— era Honduras (índice <strong>de</strong><br />

paridad <strong>de</strong>l 115% en 2010). A continuación se situaban El Salvador (94%) y Chile (84%). Las situaciones menos favorables para<br />

las mujeres tenían lugar en el Uruguay, el Perú, México y la Argentina, don<strong>de</strong> los valores rondaban el 70%.<br />

Capítulo III<br />

109


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

80<br />

Gráfico III.24<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (17 países): población sin ingresos propios,<br />

por quintiles <strong>de</strong> ingreso, sexo y área geográfica, 1997-2013 a<br />

(En porcentajes <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> 15 años y más) b<br />

A. Totales nacionales<br />

70<br />

70,3<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

15,8<br />

11,3<br />

29,9<br />

24,6<br />

19,2<br />

13,8 14,7<br />

10,5 11,2 7,6 9,3<br />

5,3<br />

Total Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V<br />

Hombres<br />

Mujeres<br />

48,9<br />

30,8<br />

45,7<br />

59,3<br />

39,1<br />

49,2<br />

31,8<br />

41,0<br />

24,7<br />

33,6<br />

18,1<br />

1997 c 2005 d 2010 e 2013<br />

B. Zonas urbanas<br />

f<br />

80<br />

70<br />

64,8<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

29,4<br />

29,1<br />

45,0<br />

28,3<br />

42,9<br />

53,2<br />

36,3<br />

43,9<br />

28,1<br />

38,6<br />

31,3<br />

20<br />

10<br />

14,7<br />

12,7<br />

17,3<br />

16,3<br />

12,9<br />

11,0 10,5 7,6 8,6<br />

6,0<br />

21,1 17,7<br />

0<br />

80<br />

Total Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V<br />

Hombres<br />

Mujeres<br />

1997 c 2005 d 2010 e 2013<br />

C. Zonas rurales<br />

f<br />

77,8<br />

70<br />

60<br />

61,6<br />

69,4<br />

65,7<br />

57,0<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

18,5<br />

14,1<br />

30,5<br />

30,7<br />

21,9<br />

18,4<br />

16,4<br />

13,1<br />

15,3<br />

10,6<br />

11,9<br />

6,0<br />

Total Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V Total Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V<br />

Hombres<br />

Mujeres<br />

33,0<br />

40,7 38,6<br />

35,6<br />

30,3<br />

45,2<br />

23,0<br />

1997 c 2005 d 2010 e 2013 f<br />

Capítulo III<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedios regionales pon<strong>de</strong>rados. Los promedios regionales por año se construyeron sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> cada país para ese año con cobertura<br />

nacional. Cuando no se tuvo dicha información, se utilizó el año más próximo o la cobertura urbana.<br />

b<br />

Población <strong>de</strong> 15 años y más que no percibe ingresos monetarios individuales ni estudia (según su condición <strong>de</strong> actividad) en relación con el total <strong>de</strong> la población <strong>de</strong><br />

15 años y más que no estudia. El ingreso <strong>de</strong> los individuos se obtiene <strong>de</strong> la sumatoria <strong>de</strong> las siguientes fuentes <strong>de</strong> ingresos: sueldos, salarios y ganancias <strong>de</strong> los<br />

trabajadores in<strong>de</strong>pendientes provenientes <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> trabajo; jubilaciones y pensiones; transferencias entre hogares y provenientes <strong>de</strong>l exterior; compensaciones<br />

sociales otorgadas por el Gobierno; inversiones a plazo fijo y renta <strong>de</strong> la propiedad, y otras percepciones <strong>de</strong> ingresos.<br />

c<br />

Los datos <strong>de</strong>l Brasil, Chile, México y Paraguay correspon<strong>de</strong>n a 1996; los <strong>de</strong> Guatemala, a 1989, y los <strong>de</strong> Nicaragua, a 1998. La información <strong>de</strong> la Argentina, el<br />

Ecuador, Panamá, el Paraguay y el Uruguay se refiere a zonas urbanas.<br />

d<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), El Salvador y México correspon<strong>de</strong>n a 2004; los <strong>de</strong> Chile, Honduras y el Perú, a 2003, y los <strong>de</strong> Guatemala, a 2002. La<br />

información <strong>de</strong> la Argentina y el Uruguay se refiere a zonas urbanas.<br />

e<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile y Nicaragua correspon<strong>de</strong>n a 2009, y los <strong>de</strong> Guatemala, a 2006. La información <strong>de</strong> la Argentina se<br />

refiere a zonas urbanas.<br />

f<br />

Los datos <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) correspon<strong>de</strong>n a 2011; los <strong>de</strong> Guatemala, a 2006; los <strong>de</strong> Honduras, a 2010; los <strong>de</strong> México, a 2012, y los <strong>de</strong> Nicaragua,<br />

a 2009. La información <strong>de</strong> la Argentina se refiere a zonas urbanas.<br />

110


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Entre 1997 y 2013 la proporción <strong>de</strong> mujeres sin ingresos propios se redujo significativamente: <strong>de</strong>l 48,9% al<br />

30,8%. Sin embargo, eso significa que, en 2013, algo menos <strong>de</strong> una <strong>de</strong> cada tres mujeres latinoamericanas se<br />

encontraba en esa situación (véase el gráfico III.24). Esa reducción fue más acentuada en los quintiles más pobres:<br />

en los dos primeros quintiles, la población femenina sin ingresos propios disminuyó 24,6 y 20,2 puntos porcentuales,<br />

respectivamente. Esto se <strong>de</strong>be sobre todo a su mayor incorporación al mercado laboral y también a que las mujeres<br />

suelen ser las receptoras <strong>de</strong> las transferencias monetarias dirigidas a la superación <strong>de</strong> la pobreza (CEPAL, <strong>2015</strong>a).<br />

Sin embargo, al final <strong>de</strong>l período aún se verificaba una brecha muy acentuada entre la proporción <strong>de</strong> mujeres sin<br />

ingresos propios <strong>de</strong>l primer (45,7%) y el décimo (18,1%) quintil.<br />

La inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la población sin ingresos propios a lo largo <strong>de</strong>l período analizado ha sido casi siempre mayor<br />

entre las mujeres rurales que entre las urbanas, pero estas diferencias se redujeron en los últimos años. En 1997,<br />

el porcentaje <strong>de</strong> mujeres sin ingresos propios fue 1,37 veces más alto en las zonas rurales que en las urbanas.<br />

En 2013, esta razón bajó a 1,17 veces. Una buena parte <strong>de</strong> este cambio se <strong>de</strong>be a lo sucedido con las mujeres más<br />

pobres: en 1997, el porcentaje <strong>de</strong> mujeres rurales <strong>de</strong>l quintil I sin ingresos propios fue equivalente a 1,20 veces el<br />

valor observado entre las mujeres urbanas <strong>de</strong>l mismo quintil. Esta razón en 2013 fue <strong>de</strong> 0,95 veces, es <strong>de</strong>cir que la<br />

inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las mujeres <strong>de</strong>l quintil I sin ingresos propios fue más alta en las zonas urbanas que en las zonas rurales.<br />

En cuanto a la situación en los países, en el último año con datos disponibles, las menores inci<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong><br />

mujeres sin ingresos propios en el quintil más pobre se observaban en dos países <strong>de</strong> brechas mo<strong>de</strong>stas <strong>de</strong> bienestar<br />

—el Uruguay (21% en 2013) y Chile (31% en 2013)— y uno <strong>de</strong> brechas mo<strong>de</strong>radas —México (36% en 2012)—,<br />

mientras que las inci<strong>de</strong>ncias más altas se apreciaban en países <strong>de</strong> brechas extremas: Nicaragua (80% en 2009),<br />

Guatemala (71% en 2006), Honduras (65% en 2010) y el Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia (63% en 2011).<br />

c) Vulnerabilidad <strong>de</strong> las personas ocupadas<br />

En 2013, el 39% <strong>de</strong> las personas ocupadas <strong>de</strong> la región seguía viviendo en situación <strong>de</strong> indigencia, pobreza o<br />

vulnerabilidad a la pobreza, lo que evi<strong>de</strong>ncia que todavía existen gran<strong>de</strong>s déficits <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong>cente. Sin embargo,<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> ha registrado una sostenida reducción <strong>de</strong> los niveles <strong>de</strong> pobreza e indigencia en el período 2002-2012,<br />

tanto en la población total (véase el capítulo I) como entre los ocupados. En 2002, un 32,0% <strong>de</strong> los ocupados eran<br />

pobres y un 10,5% indigentes, mientras que en 2013 esas cifras habían bajado al 17,1% y el 4,9%, respectivamente.<br />

La caída <strong>de</strong> la pobreza entre los ocupados fue <strong>de</strong> 15,8 puntos porcentuales en el caso <strong>de</strong> los hombres y <strong>de</strong> 13,5 puntos<br />

porcentuales en el caso <strong>de</strong> las mujeres (véase el gráfico III.25). Estas ten<strong>de</strong>ncias positivas están asociadas con diversos<br />

factores, entre los que se <strong>de</strong>stacan un contexto económico favorable, notables mejorías <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> trabajo y<br />

diversas iniciativas en el ámbito <strong>de</strong> las políticas sociales, como la expansión y re<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> las políticas y programas<br />

dirigidos a la superación <strong>de</strong> la pobreza y la indigencia y a la promoción <strong>de</strong> la inclusión social (CEPAL, <strong>2015</strong>a, pág. 19).<br />

Gráfico III.25<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): ocupados <strong>de</strong> 15 años y más, según situación <strong>de</strong> pobreza<br />

y sexo, totales nacionales, 2002- 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

40<br />

35<br />

30<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

21,5<br />

17,2<br />

15,0<br />

12,2<br />

22,7<br />

18,4<br />

15,9<br />

12,9<br />

19,8<br />

15,6<br />

13,7<br />

11,2<br />

5<br />

0<br />

10,5<br />

11,2<br />

6,4 6,2 6,9<br />

9,4<br />

6,8<br />

4,9<br />

5,1<br />

5,7 5,3 4,5<br />

2002 2007 2010 2013 2002 2007 2010 2013 2002 2007 2010 2013<br />

Hombres<br />

Mujeres<br />

Total<br />

Sexo<br />

Indigentes<br />

Pobres no indigentes<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (Gran Buenos Aires), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (capitales <strong>de</strong> <strong>de</strong>partamento y El Alto),<br />

el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador (zonas urbanas), El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, el Paraguay (área metropolitana<br />

<strong>de</strong> Asunción), el Perú, la República Dominicana, el Uruguay (zonas urbanas) y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>). En 2007 no se incluyen los datos <strong>de</strong> El Salvador<br />

y el Perú. En 2010 no se incluye a Guatemala. En 2013 no se incluye a Guatemala, a Honduras ni a Nicaragua.<br />

Capítulo III<br />

111


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Pese a la significativa reducción, la proporción <strong>de</strong> ocupados que viven en situación <strong>de</strong> pobreza e indigencia<br />

sigue siendo relativamente alta, y varía mucho según las brechas <strong>de</strong> bienestar <strong>de</strong> los países. En aquellos con brechas<br />

mo<strong>de</strong>stas, en 2013 los trabajadores en situación <strong>de</strong> indigencia representaban el 2,5% y los pobres alcanzaban el 9,6%.<br />

Los niveles <strong>de</strong> pobreza entre los ocupados aumentan ostensiblemente en países con brechas mo<strong>de</strong>radas (un 7,8% <strong>de</strong><br />

ocupados indigentes y un 25,9% <strong>de</strong> pobres) y extremas (un 19,5% <strong>de</strong> ocupados indigentes y un 40,3% <strong>de</strong> pobres)<br />

(véase el gráfico III.26).<br />

Gráfico III.26<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): ocupados <strong>de</strong> 15 años y más, según situación <strong>de</strong> pobreza,<br />

sexo y brechas <strong>de</strong> bienestar <strong>de</strong> los países, totales nacionales, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

50<br />

45<br />

40<br />

35<br />

30<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

20,8<br />

18,1<br />

12,6<br />

19,5<br />

7,1<br />

6,0 2,5 7,8<br />

Total<br />

Brechas<br />

mo<strong>de</strong>stas<br />

Brechas<br />

mo<strong>de</strong>radas<br />

Brechas<br />

extremas<br />

13,3<br />

6,5<br />

Total<br />

18,6<br />

21,3<br />

21,8<br />

7,8<br />

2,6 8,2<br />

Brechas<br />

mo<strong>de</strong>stas<br />

Brechas<br />

mo<strong>de</strong>radas<br />

Brechas<br />

extremas<br />

20,1<br />

17,3<br />

11,6<br />

15,9<br />

6,1<br />

5,4 2,4 7,2<br />

Total<br />

Brechas<br />

mo<strong>de</strong>stas<br />

Brechas<br />

mo<strong>de</strong>radas<br />

Indigentes<br />

Pobres no indigentes<br />

Capítulo III<br />

Brechas<br />

extremas<br />

Total<br />

Hombres<br />

Sexo<br />

Mujeres<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (zonas urbanas), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,<br />

el Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, el Paraguay, el Perú, la República Dominicana, el Uruguay y Venezuela (República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

Al analizar la situación <strong>de</strong> pobreza <strong>de</strong> los ocupados según el sexo alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013, en el promedio regional<br />

se observa que, mientras entre los hombres un 6,5% <strong>de</strong> los ocupados eran indigentes y un 19,8% pobres, en el<br />

caso <strong>de</strong> las mujeres, un 5,4% <strong>de</strong> las ocupadas eran indigentes y un 17,0% pobres (véase el gráfico III.26). La mayor<br />

inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> trabajadores pobres se observa entre los hombres, cualquiera sea el grado <strong>de</strong> las brechas <strong>de</strong> bienestar<br />

<strong>de</strong>l país. Esto <strong>de</strong>muestra los notables efectos <strong>de</strong> la incorporación <strong>de</strong> las mujeres al trabajo remunerado, tanto en<br />

la disminución <strong>de</strong> la pobreza como en la reducción <strong>de</strong> la brecha <strong>de</strong> ingresos, en comparación con los hombres<br />

(CEPAL, 2014a y 2014b).<br />

Entre 1990 y 2013, la situación <strong>de</strong> indigencia, pobreza y vulnerabilidad <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años y más<br />

<strong>de</strong>scendió en la región (véase el gráfico III.27). La proporción <strong>de</strong> trabajadores no vulnerables a la pobreza se ha<br />

incrementado a un 61%, lo que supone un aumento <strong>de</strong> aproximadamente 22 puntos porcentuales respecto <strong>de</strong> los<br />

años noventa. No obstante, el número <strong>de</strong> trabajadores en situación <strong>de</strong> indigencia, pobreza o vulnerabilidad aún es<br />

elevado, y posiblemente aumente como consecuencia <strong>de</strong>l complejo escenario económico actual.<br />

Los tres grupos <strong>de</strong> países según las brechas <strong>de</strong> bienestar exhiben amplias disparida<strong>de</strong>s en relación con la magnitud<br />

<strong>de</strong> la indigencia, la pobreza y la vulnerabilidad entre los ocupados, lo que implica diferentes <strong>de</strong>safíos en cuanto a la<br />

escala <strong>de</strong> intervención <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva que llevan a cabo los Gobiernos. Mientras<br />

que en los países con brechas mo<strong>de</strong>stas la población ocupada indigente, pobre o vulnerable representa un 25%,<br />

ese porcentaje supera el 50% en los países con brechas mo<strong>de</strong>radas y se sitúa en alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> dos tercios en los <strong>de</strong><br />

brechas extremas (véase el gráfico III.28).<br />

En síntesis, la coyuntura económica favorable <strong>de</strong> la última década y la adopción <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> políticas<br />

públicas —como el aumento <strong>de</strong>l salario mínimo, la formalización, la extensión <strong>de</strong> la cobertura <strong>de</strong> la protección<br />

social y el fortalecimiento <strong>de</strong> la negociación colectiva y <strong>de</strong> las instancias <strong>de</strong> diálogo social— implicaron<br />

algunas mejoras en la calidad <strong>de</strong> los empleos y una disminución mo<strong>de</strong>rada <strong>de</strong> la ocupación en empleos <strong>de</strong> baja<br />

112


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

productividad (CEPAL, <strong>2015</strong>a). Sin embargo, persisten gran<strong>de</strong>s brechas en el mercado <strong>de</strong> trabajo y la proporción <strong>de</strong><br />

personas en situación <strong>de</strong> indigencia, pobreza y vulnerabilidad aún es elevada en la población en general y entre los<br />

ocupados. El actual escenario económico pone una cuota mayor <strong>de</strong> incertidumbre sobre las ten<strong>de</strong>ncias futuras <strong>de</strong><br />

los mercados laborales latinoamericanos. En la sección B se examinan algunos <strong>de</strong> los programas gubernamentales<br />

que pue<strong>de</strong>n contribuir a una mejor inclusión laboral y productiva <strong>de</strong> los más pobres y vulnerables.<br />

100<br />

Gráfico III.27<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): distribución <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años y más,<br />

según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares,<br />

totales nacionales, 1990-2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

38,7<br />

43,4<br />

50,1<br />

16,9<br />

17,5<br />

17,8<br />

26,0<br />

24,3<br />

20,8<br />

55,0<br />

61,0<br />

17,5<br />

16,3<br />

19,1<br />

16,7<br />

18,4 14,8 11,3 8,3 6,0<br />

1990 2002 2007 2010 2013<br />

Indigentes o altamente vulnerables a la indigencia (hasta 0,6 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Pobres o altamente vulnerables a la pobreza (<strong>de</strong> 0,6 a 1,2 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Vulnerables a la pobreza (<strong>de</strong> 1,2 a 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

No vulnerables (más <strong>de</strong> 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (Gran Buenos Aires), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) (capitales <strong>de</strong> <strong>de</strong>partamento y El Alto),<br />

el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador (zonas urbanas), El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, el Paraguay (área metropolitana<br />

<strong>de</strong> Asunción), el Perú, la República Dominicana, el Uruguay (zonas urbanas) y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>). En 2010 no se incluye a Guatemala. En 2013 no<br />

se incluye a Guatemala, a Honduras ni a Nicaragua.<br />

Gráfico III.28<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): distribución <strong>de</strong> los ocupados <strong>de</strong> 15 años y más según situación<br />

<strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares y brechas <strong>de</strong> bienestar<br />

<strong>de</strong> los países, totales nacionales, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

32,6<br />

44,5<br />

59,3<br />

74,9<br />

18,5<br />

21,4<br />

16,2<br />

27,6<br />

11,9<br />

25,0<br />

17,3<br />

9,7<br />

21,3<br />

7,2 3,5<br />

9,1<br />

Total Brechas mo<strong>de</strong>stas Brechas mo<strong>de</strong>radas Brechas extremas<br />

Indigentes o altamente vulnerables a la indigencia (hasta 0,6 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Pobres o altamente vulnerables a la pobreza (<strong>de</strong> 0,6 a 1,2 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Vulnerables a la pobreza (<strong>de</strong> 1,2 a 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

No vulnerables (más <strong>de</strong> 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (zonas urbanas), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,<br />

el Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, el Paraguay, el Perú, la República Dominicana, el Uruguay y Venezuela (República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

Capítulo III<br />

113


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

B. La urgencia <strong>de</strong> articular los programas<br />

<strong>de</strong> inclusión laboral y productiva<br />

En el ámbito <strong>de</strong> las políticas sociales, los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva están adquiriendo cada vez<br />

mayor importancia <strong>de</strong>bido a la necesidad <strong>de</strong> ampliar las alternativas <strong>de</strong> generación autónoma <strong>de</strong> ingresos para los<br />

<strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> transferencias monetarias condicionadas. Los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y<br />

productiva actúan tanto sobre la oferta <strong>de</strong> trabajo, mediante la nivelación <strong>de</strong> estudios y la formación para el trabajo,<br />

como sobre la <strong>de</strong>manda, mediante el fomento <strong>de</strong>l autoempleo y la microempresa y la generación directa o indirecta<br />

<strong>de</strong> empleo. Incluyen asimismo los servicios <strong>de</strong> empleo e intermediación laboral.<br />

A casi dos décadas <strong>de</strong>l lanzamiento <strong>de</strong>l primer programa <strong>de</strong> transferencias condicionadas <strong>de</strong> alcance nacional<br />

en México (Progresa, llamado luego Oportunida<strong>de</strong>s y en la actualidad Prospera) y a 13 años <strong>de</strong> la implementación<br />

<strong>de</strong> Bolsa Família en el Brasil, muchos países <strong>de</strong> la región están tomando medidas que se podrían enmarcar en una<br />

nueva generación <strong>de</strong> políticas y programas sociales, en la que se enfatiza la vinculación con el mercado laboral y el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s productivas por parte <strong>de</strong> los jóvenes y adultos en edad <strong>de</strong> trabajar que viven en condiciones<br />

<strong>de</strong> pobreza o vulnerabilidad.<br />

Originalmente, los programas <strong>de</strong> transferencias condicionadas combinaban un objetivo <strong>de</strong> corto plazo —el<br />

aumento <strong>de</strong> los recursos disponibles para el consumo <strong>de</strong> las familias que viven en condiciones <strong>de</strong> pobreza con el fin<br />

<strong>de</strong> satisfacer sus necesida<strong>de</strong>s básicas— con uno <strong>de</strong> largo plazo —el fortalecimiento <strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s humanas <strong>de</strong> las<br />

niñas y niños con el objetivo <strong>de</strong> evitar la transmisión intergeneracional <strong>de</strong> la pobreza—. Se asumía, por lo tanto, que<br />

las economías serían capaces <strong>de</strong> generar empleos para los jóvenes que salían (“se graduaban”) <strong>de</strong> estos programas.<br />

Según <strong>de</strong>talla la CEPAL (<strong>2015</strong>a), estos programas han contribuido al alivio <strong>de</strong> la pobreza y han producido avances<br />

importantes en materia <strong>de</strong> acceso a las escuelas y a los servicios <strong>de</strong> salud. Sin embargo, con el tiempo se ha hecho<br />

evi<strong>de</strong>nte la falta <strong>de</strong> mecanismos <strong>de</strong> mediano plazo para fomentar la inclusión laboral y la generación autónoma <strong>de</strong><br />

ingresos, tanto <strong>de</strong> los jóvenes recién egresados <strong>de</strong> los programas como <strong>de</strong> los padres y madres en edad <strong>de</strong> trabajar<br />

<strong>de</strong> las familias receptoras <strong>de</strong> las transferencias.<br />

La población <strong>de</strong>sempleada u ocupada en empleos precarios y sectores <strong>de</strong> baja productividad constituye<br />

un núcleo especialmente preocupante en la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> reproducción <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s, lo que hace todavía<br />

más necesario consi<strong>de</strong>rar la generación <strong>de</strong> ingresos autónomos y el trabajo <strong>de</strong>cente como una puerta <strong>de</strong> salida<br />

privilegiada <strong>de</strong> la pobreza (CEPAL, 2012b). Es así como a lo largo <strong>de</strong> los años, la dimensión laboral ha adquirido<br />

creciente importancia en el ámbito <strong>de</strong> las políticas sociales (CEPAL/OIT, 2014a) y actualmente gran parte <strong>de</strong> los<br />

países <strong>de</strong> la región tienen la preocupación común <strong>de</strong> combinar las transferencias monetarias <strong>de</strong>stinadas a asegurar<br />

<strong>de</strong>terminados niveles <strong>de</strong> vida y las condicionalida<strong>de</strong>s orientadas a favorecer el aumento <strong>de</strong> las capacida<strong>de</strong>s<br />

humanas, con políticas y programas tendientes a mejorar las condiciones <strong>de</strong> inclusión laboral y generación <strong>de</strong><br />

ingresos actuales y futuras <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>stinatarios.<br />

Esta sección se centra en el análisis <strong>de</strong> los programas públicos surgidos en los últimos 15 años para fomentar la<br />

inclusión laboral y productiva <strong>de</strong> la población pobre y vulnerable 15 . Sin embargo, cabe <strong>de</strong>stacar que en la región,<br />

los Ministerios <strong>de</strong> Trabajo o los servicios <strong>de</strong> empleo vienen implementando hace largo tiempo políticas activas <strong>de</strong><br />

mercado <strong>de</strong> trabajo, y que existe una extensa literatura tanto sobre los objetivos <strong>de</strong> las políticas activas, orientadas a<br />

facilitar la inserción en el mercado laboral <strong>de</strong> las personas, como <strong>de</strong> las pasivas, orientadas a otorgar prestaciones a<br />

la población <strong>de</strong>sempleada (Samaniego, 2002; OIT, 2003), y también sobre la dimensión <strong>de</strong> género en las políticas<br />

<strong>de</strong> empleo (Abramo, 2005).<br />

Actualmente, las políticas y programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva, llevados a cabo principalmente por los<br />

Ministerios <strong>de</strong> Trabajo, pero también por los Ministerios <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>, o <strong>de</strong>sarrollados <strong>de</strong> manera intersectorial<br />

(por ejemplo, en articulación con los institutos o servicios nacionales <strong>de</strong> capacitación) (CEPAL/OIT, 2013), tienen<br />

como principal finalidad proporcionar a los hombres y las mujeres en edad <strong>de</strong> trabajar que viven en situación <strong>de</strong><br />

15<br />

Por supuesto, se reconoce también la gran labor <strong>de</strong> las organizaciones no gubernamentales y <strong>de</strong> fundaciones privadas, pero la<br />

recopilación <strong>de</strong> esas experiencias sobrepasa los límites <strong>de</strong> este capítulo.<br />

Capítulo III<br />

114


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

pobreza o vulnerabilidad económica y social acceso a mecanismos que posibiliten su inserción en el mercado laboral,<br />

y asegurar la sostenibilidad <strong>de</strong> este acceso mediante acciones que conduzcan a la mejora <strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong><br />

trabajo y el aumento <strong>de</strong> los ingresos laborales. El reto no es menor, consi<strong>de</strong>rando que esta población se caracteriza<br />

por presentar bajos niveles educativos, bajas tasas <strong>de</strong> participación, altas tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo y condiciones precarias<br />

<strong>de</strong> inserción laboral, como se observó en la sección anterior.<br />

Los ejes <strong>de</strong> intervención que surgen <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> los distintos programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva<br />

pue<strong>de</strong>n clasificarse en dos gran<strong>de</strong>s categorías: apoyo a la oferta y apoyo a la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo (OEA/CEPAL/<br />

OIT, 2011). Dentro <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> mejoramiento <strong>de</strong> la oferta <strong>de</strong> trabajo, se encuentran aquellos que fomentan<br />

la capacitación técnica y profesional, así como la nivelación <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> educación primaria y secundaria. Los<br />

programas <strong>de</strong>stinados a ampliar la <strong>de</strong>manda laboral están compuestos por las siguientes acciones: i) apoyo al trabajo<br />

in<strong>de</strong>pendiente con componentes <strong>de</strong> microcrédito, autoempleo y emprendimiento; ii) generación directa <strong>de</strong> empleo,<br />

y iii) generación indirecta <strong>de</strong> empleo. La vinculación entre oferta y <strong>de</strong>manda pue<strong>de</strong> verse facilitada por los servicios<br />

<strong>de</strong> intermediación laboral (véase el diagrama III.1). Todas estas acciones <strong>de</strong>berían fomentar el ingreso <strong>de</strong> las personas<br />

al mercado formal <strong>de</strong>l trabajo y su acceso a la protección social.<br />

Diagrama III.1<br />

Tipología <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva<br />

Inclusión laboral y productiva<br />

Apoyo a la oferta<br />

Apoyo a la <strong>de</strong>manda<br />

Capacitación<br />

técnica<br />

y profesional<br />

Nivelación<br />

<strong>de</strong> estudios<br />

Servicios <strong>de</strong><br />

intermediación<br />

laboral<br />

Apoyo<br />

al trabajo<br />

in<strong>de</strong>pendiente<br />

Generación<br />

directa<br />

<strong>de</strong> empleo<br />

Generación<br />

indirecta<br />

<strong>de</strong> empleo<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)/Organización Internacional <strong>de</strong>l Trabajo (OIT), “Los programas <strong>de</strong> transferencias condicionadas<br />

y el mercado laboral”, Coyuntura Laboral en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, Nº 10, Santiago, mayo <strong>de</strong> 2014.<br />

Esta tipología permite or<strong>de</strong>nar las distintas acciones actualmente en curso en la región, pero cabe <strong>de</strong>stacar<br />

que frecuentemente los programas están concebidos para cubrir más <strong>de</strong> un ámbito <strong>de</strong> intervención. A su vez, los<br />

programas <strong>de</strong> reducción <strong>de</strong> la pobreza se vinculan <strong>de</strong> manera creciente con los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y<br />

productiva. Algunos, como Bolsa Família <strong>de</strong>l Brasil (enmarcado en la estrategia Brasil Sem Miséria, iniciada en 2011),<br />

Chile Solidario y el Ingreso Ético Familiar <strong>de</strong> Chile, o la Red Unidos <strong>de</strong> Colombia, proveen acceso preferente a los<br />

programas públicos <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva a sus <strong>de</strong>stinatarios. Asimismo, hay programas <strong>de</strong> reducción <strong>de</strong> la<br />

pobreza que, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> entregar transferencias monetarias, prestan <strong>de</strong> manera directa servicios <strong>de</strong> inclusión laboral<br />

y productiva a sus <strong>de</strong>stinatarios, como es el caso <strong>de</strong> Prospera en México, Comunida<strong>de</strong>s Solidarias en El Salvador o<br />

Progresando con Solidaridad en la República Dominicana.<br />

Tomando como base la tipología presentada en el diagrama III.1, en las siguientes secciones se analizarán las<br />

medidas adoptadas en la actualidad —por el lado <strong>de</strong> la oferta, la <strong>de</strong>manda y la intermediación—para fomentar<br />

la inclusión laboral y la generación autónoma <strong>de</strong> ingresos <strong>de</strong> jóvenes y adultos en edad <strong>de</strong> trabajar que viven en<br />

condiciones <strong>de</strong> indigencia, pobreza o vulnerabilidad a la pobreza. Según la información proveniente <strong>de</strong> la Base <strong>de</strong><br />

datos <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> protección social no contributiva en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, en la actualidad se están<br />

implementando por lo menos 61 programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva en 21 países <strong>de</strong> la región 16 (véanse el<br />

recuadro III.2 y el cuadro III.A1.1 <strong>de</strong>l anexo).<br />

Finalmente, en el marco <strong>de</strong> la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, estas políticas y programas respon<strong>de</strong>n<br />

al llamado <strong>de</strong> la meta 8.3 (“Promover políticas orientadas al <strong>de</strong>sarrollo que apoyen las activida<strong>de</strong>s productivas, la<br />

creación <strong>de</strong> puestos <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong>centes, el emprendimiento, la creatividad y la innovación, y fomentar la formalización<br />

y el crecimiento <strong>de</strong> las microempresas y las pequeñas y medianas empresas, incluso mediante el acceso a servicios<br />

financieros”) <strong>de</strong>l octavo Objetivo <strong>de</strong> Desarrollo Sostenible (“Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo<br />

y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo <strong>de</strong>cente para todos”).<br />

16<br />

Por tratarse <strong>de</strong> una base en construcción, es posible que existan programas que aún no han sido incluidos.<br />

Capítulo III<br />

115


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Recuadro III.2<br />

Base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> protección social no contributiva en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

La Base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> protección social no contributiva<br />

en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe proporciona información sobre los<br />

programas sociales existentes en la región orientados a personas<br />

que viven en condición <strong>de</strong> indigencia, pobreza o vulnerabilidad<br />

(véase [en línea] http://dds.cepal.org/bpsnc/). Provee información<br />

sobre los programas (como la población <strong>de</strong>stinataria, los métodos<br />

<strong>de</strong> focalización, el ámbito <strong>de</strong> acción, el marco legal, los organismos<br />

responsables y ejecutores y las fuentes <strong>de</strong> financiamiento) y<br />

sus distintos componentes (receptores y corresponsabilida<strong>de</strong>s,<br />

monto, formas <strong>de</strong> entrega y periodicidad <strong>de</strong> las transferencias),<br />

así como datos cuantitativos sobre presupuesto, inversión y<br />

cobertura. A<strong>de</strong>más, se brindan referencias bibliográficas, con el<br />

fin <strong>de</strong> profundizar el conocimiento sobre los resultados <strong>de</strong> cada<br />

uno <strong>de</strong> los programas.<br />

Su creación respon<strong>de</strong> al mandato otorgado a la CEPAL en la<br />

Conferencia Regional sobre Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

y el Caribe (Lima, noviembre <strong>de</strong> <strong>2015</strong>) <strong>de</strong> organizar, mantener y<br />

actualizar sistemáticamente la Base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> programas <strong>de</strong><br />

protección social no contributiva en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

utilizando los datos oficiales entregados por los países a .<br />

La Base <strong>de</strong> datos está conformada por tres módulos, a<br />

saber: i) Programas <strong>de</strong> transferencias condicionadas, ii) Pensiones<br />

sociales y iii) Programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva, objeto<br />

<strong>de</strong> análisis en este capítulo. Si bien la Base <strong>de</strong> datos constituye<br />

un importante avance en términos <strong>de</strong> difusión <strong>de</strong> conocimiento<br />

acerca <strong>de</strong> los programas sociales públicos, aún se encuentra en<br />

construcción y es necesario avanzar en su fortalecimiento y lograr<br />

la cobertura <strong>de</strong> todos los programas en la región.<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL).<br />

a<br />

Véase [en línea] http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/40359/15-01116_cds.1_resolucion.pdf?sequence=1&isAllowed=y.<br />

1. Apoyo a la oferta <strong>de</strong> trabajo<br />

Las acciones para favorecer la oferta <strong>de</strong> trabajo para la población indigente, pobre o vulnerable en edad activa se<br />

divi<strong>de</strong>n en: a) capacitación y formación técnica y profesional (que, mediante el aumento <strong>de</strong> los conocimientos y<br />

capacida<strong>de</strong>s busca favorecer la inclusión laboral y el incremento <strong>de</strong> los ingresos) y b) nivelación <strong>de</strong> estudios y lucha<br />

contra la <strong>de</strong>serción escolar. En algunos programas se combinan ambas acciones y a<strong>de</strong>más se procura conectar a<br />

las personas capacitadas con el mercado laboral mediante la intermediación o la promoción <strong>de</strong>l emprendimiento.<br />

El Programa Nacional <strong>de</strong> Acceso a la Educación Técnica y al Empleo (PRONATEC) <strong>de</strong>l Brasil es el programa <strong>de</strong><br />

capacitación técnica y profesional más gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> la región. Entre 2011 y 2014 se matricularon aproximadamente<br />

8,1 millones <strong>de</strong> personas en más <strong>de</strong> 4.300 municipios, <strong>de</strong>stacándose la participación <strong>de</strong> afro<strong>de</strong>scendientes (53%),<br />

mujeres (60%) y jóvenes (64%) (Montagner y Muller, <strong>2015</strong>) 17 .<br />

a) Capacitación técnica y profesional<br />

Los programas <strong>de</strong> capacitación técnica y profesional se dirigen a tres grupos diferentes. En primer lugar, se<br />

enfocan en los ocupados para mejorar sus conocimientos y habilida<strong>de</strong>s a fin <strong>de</strong> que puedan tener un <strong>de</strong>sempeño<br />

más productivo en sus empleos. También pue<strong>de</strong>n dirigirse a cesantes para fomentar el retorno a su oficio previo<br />

o ayudarles a conseguir un empleo en otra actividad. Por último, se <strong>de</strong>stinan a personas que buscan una primera<br />

inserción en el mercado laboral (Weller, 2009).<br />

17<br />

Los afro<strong>de</strong>scendientes correspon<strong>de</strong>n al 53% <strong>de</strong> las personas matriculadas en el PRONATEC; el 68% son mujeres y el 49% son jóvenes<br />

<strong>de</strong> entre 18 y 29 años (CEPAL, <strong>2015</strong>a).<br />

Capítulo III<br />

116


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

La capacitación técnica y profesional representa el ámbito <strong>de</strong> acción más frecuente <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> inclusión<br />

laboral y productiva en la región, ya que este componente está presente en 37 <strong>de</strong> los 61 programas analizados (61,6%).<br />

Debido al perfil <strong>de</strong>mográfico <strong>de</strong> la población que vive en condiciones <strong>de</strong> indigencia, pobreza y vulnerabilidad,<br />

significativamente más joven que la población no vulnerable (véase el gráfico III.29), alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> estos<br />

programas se orientan a personas <strong>de</strong> entre 18 y 35 años. En algunos casos, se da preferencia a <strong>de</strong>terminadas categorías,<br />

como jefas <strong>de</strong> hogares con hijos, y se promueve la igualdad <strong>de</strong> género (véase el recuadro III.3).<br />

Gráfico III.29<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): distribución por tramos <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong> 15 años y más,<br />

según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

A. Indigentes, pobres o vulnerables (hasta 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

65 años y más<br />

(8,1)<br />

46 a 64 años<br />

(20,8)<br />

15 a 29 años<br />

(39,5)<br />

30 a 45 años<br />

(31,6)<br />

B. No vulnerables (más <strong>de</strong> 1,8 líneas <strong>de</strong> pobreza)<br />

65 años y más<br />

(13,5)<br />

15 a 29 años<br />

(29,9)<br />

46 a 64 años<br />

(28,3)<br />

30 a 45 años<br />

(28,3)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (zonas urbanas), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica,<br />

el Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, el Paraguay, el Perú, la República Dominicana, el Uruguay y Venezuela (República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

La duración <strong>de</strong> los cursos <strong>de</strong> capacitación —que, según los programas pue<strong>de</strong>n estar a cargo <strong>de</strong> instituciones<br />

públicas o privadas— varía entre las 40 horas y las 360 horas, distribuidas generalmente entre 3 y 12 meses. El objetivo<br />

<strong>de</strong> los cursos es mejorar los conocimientos y capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las personas que viven en condición <strong>de</strong> indigencia,<br />

pobreza y vulnerabilidad a la pobreza, permitiéndoles alcanzar un nivel <strong>de</strong> calificación en sectores específicos don<strong>de</strong><br />

hay una fuerte <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> mano <strong>de</strong> obra. Los cursos pue<strong>de</strong>n consistir en capacitación tradicional, que apunta al<br />

<strong>de</strong>sarrollo y adquisición <strong>de</strong> conocimientos y <strong>de</strong>strezas técnicas para <strong>de</strong>sempeñar un oficio específico, o capacitación<br />

por competencias, que consiste en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s aplicables a distintas circunstancias y adaptables al<br />

cambio, como la comunicación o el trabajo en equipo (OEA/CEPAL/OIT, 2011).<br />

Capítulo III<br />

117


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Recuadro III.3<br />

Inclusión laboral y productiva <strong>de</strong> las mujeres: opciones <strong>de</strong> calificación,<br />

certificación <strong>de</strong> competencias e inserción profesional<br />

Las instituciones y programas que promueven la igualdad <strong>de</strong><br />

género han cumplido un papel significativo en la inclusión laboral<br />

<strong>de</strong> las mujeres, que se traduce en su sostenida inserción en la<br />

fuerza laboral y en nuevas oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l<br />

lugar <strong>de</strong> trabajo. Existen en la última década iniciativas en <strong>América</strong><br />

<strong>Latina</strong> que así lo indican y que han tenido efectos positivos, como<br />

resultado <strong>de</strong> la articulación y las alianzas entre instituciones a nivel<br />

nacional y regional, con el sector privado y empresas públicas.<br />

Este tipo <strong>de</strong> políticas y programas se podrían clasificar en tres<br />

formas: i) calificación e inserción profesional dirigida a mujeres en<br />

ocupaciones tradicionalmente masculinas, con el fin <strong>de</strong> ampliar<br />

el abanico <strong>de</strong> opciones laborales y profesionales combatiendo<br />

la brecha ocupacional <strong>de</strong> género; ii) calificación e inserción<br />

profesional dirigida a mujeres en ocupaciones tradicionalmente<br />

En 2008 el Instituto Nacional <strong>de</strong> las Mujeres puso en marcha el<br />

Mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> Calidad con Equidad <strong>de</strong> Género, programa que apoya<br />

a las entida<strong>de</strong>s participantes a i<strong>de</strong>ntificar brechas <strong>de</strong> género<br />

y trabajar contra la discriminación en el acceso y el <strong>de</strong>sarrollo<br />

laboral <strong>de</strong> las mujeres, con el objetivo <strong>de</strong> mejorar la eficacia<br />

y la competitividad, y fomentar la igualdad <strong>de</strong> género. Entre<br />

otras acciones, el programa incentiva la inserción <strong>de</strong> mujeres<br />

en activida<strong>de</strong>s predominantemente masculinas mediante el<br />

uso <strong>de</strong> lenguaje no sexista en las convocatorias a empleos,<br />

oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> capacitaciones especiales para mujeres y creación<br />

<strong>de</strong> espacios y beneficios relacionados con la corresponsabilidad<br />

<strong>de</strong> los cuidados familiares. Tras una etapa piloto que tuvo lugar<br />

Calidad con equidad <strong>de</strong> género en las empresas uruguayas<br />

femeninas, orientada a mejorar su empleabilidad por medio <strong>de</strong><br />

mecanismos <strong>de</strong> certificación <strong>de</strong> competencias, promoviendo<br />

el empo<strong>de</strong>ramiento y la educación en contenidos que incluyen<br />

habilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> gestión, <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las mujeres y educación cívica,<br />

y iii) calificación e inserción laboral dirigida a grupos <strong>de</strong> mujeres<br />

vinculadas al cooperativismo y los microemprendimientos, para<br />

enfrentar el problema <strong>de</strong> la pobreza y promover la formalización <strong>de</strong><br />

las activida<strong>de</strong>s productivas informales, ofreciendo conocimientos<br />

sobre cómo formular proyectos <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> empresas<br />

financiables (Yannoulas, 2005).<br />

En los países <strong>de</strong> la región se encuentran distintos ejemplos<br />

<strong>de</strong> estas opciones <strong>de</strong> políticas y programas. A continuación<br />

se reseñan con fines ilustrativos tres casos, uno <strong>de</strong> cada tipo,<br />

correspondientes al Uruguay, la Argentina y México.<br />

entre 2008 y 2011, instituciones públicas adhirieron al programa,<br />

generando acciones tendientes a capacitar y promover la inclusión<br />

<strong>de</strong> mujeres, especialmente <strong>de</strong> los escalafones más bajos, en<br />

áreas tradicionalmente masculinas, como la conducción <strong>de</strong><br />

grúas en el puerto, la instalación <strong>de</strong> cableado eléctrico y <strong>de</strong> fibra<br />

óptica, la integración en las cuadrillas <strong>de</strong> mantenimiento <strong>de</strong> las<br />

cañerías <strong>de</strong> agua potable y otras tareas en que históricamente<br />

se han empleado solo hombres. Entre las empresas que forman<br />

parte <strong>de</strong>l programa se encuentran la Administración Nacional <strong>de</strong><br />

Puertos <strong>de</strong>l Uruguay (ANP), la Administración Nacional <strong>de</strong> Usinas<br />

y Transmisiones Eléctricas (UTE), la Administración Nacional <strong>de</strong><br />

Telecomunicaciones (ANTEL) y las Obras Sanitarias <strong>de</strong>l Estado (OSE).<br />

Profesionalización <strong>de</strong>l trabajo doméstico remunerado y <strong>de</strong> cuidado en la Argentina<br />

En el marco <strong>de</strong> su programa <strong>de</strong> formación continua, el Ministerio <strong>de</strong><br />

Trabajo, Empleo y Seguridad <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la Argentina promueve cursos<br />

<strong>de</strong> formación profesional gratuitos a trabajadoras y trabajadores<br />

<strong>de</strong> casas particulares <strong>de</strong>dicados a labores <strong>de</strong> cuidados y otras<br />

activida<strong>de</strong>s afines. El propósito <strong>de</strong> este programa es mejorar la<br />

empleabilidad <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong> bajos ingresos o con trabajo<br />

precario mediante formación <strong>de</strong> calidad, orientación laboral y<br />

apoyo en la búsqueda <strong>de</strong> empleo.<br />

La institución reconoce que el trabajo doméstico y <strong>de</strong> cuidados<br />

en casas particulares es subvalorado y objeto <strong>de</strong> discriminación,<br />

El Programa Nacional <strong>de</strong> Financiamiento al Microempresario<br />

(PRONAFIM) fomenta la productividad y la competitividad a<br />

través <strong>de</strong> una perspectiva <strong>de</strong> inclusión <strong>de</strong> género. Implementado<br />

por la Secretaría <strong>de</strong> Economía, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su inicio en el año 2000<br />

hasta 2010 asignó un 82% <strong>de</strong> los créditos dirigidos a mujeres por<br />

un monto equivalente a 2.000 millones <strong>de</strong> dólares. Al año 2014,<br />

la proporción <strong>de</strong> mujeres receptoras <strong>de</strong> financiamiento aumentó<br />

un 30% hasta alcanzar aproximadamente un 90%. A través<br />

<strong>de</strong> 129 instituciones microfinancieras, el PRONAFIM en 2014<br />

El microcrédito en México<br />

y se encuentra pobremente reglamentado a . Las habilida<strong>de</strong>s que<br />

implica se consi<strong>de</strong>ran “naturales” para las mujeres que realizan<br />

este trabajo, son una fuente <strong>de</strong> ocupación importante y, con<br />

frecuencia, la puerta <strong>de</strong> entrada al mercado laboral para las<br />

mujeres <strong>de</strong> menos recursos. Los cursos brindan conocimientos<br />

y habilida<strong>de</strong>s específicas <strong>de</strong> cada sector laboral y competencias<br />

consi<strong>de</strong>radas “transversales”, es <strong>de</strong>cir, necesarias para diferentes<br />

<strong>de</strong>sempeños. Esta iniciativa resulta útil para que trabajadores<br />

y trabajadoras accedan a mejores empleos y para avanzar en la<br />

valorización y profesionalización <strong>de</strong> estos sectores <strong>de</strong> actividad.<br />

atendía a 1.821 municipios, la mitad <strong>de</strong> los cuales tiene alta<br />

población indígena, produciendo un impacto positivo en la vida<br />

<strong>de</strong> 823.000 personas, y se proyecta que seguirá creciendo. Las<br />

principales formas <strong>de</strong> apoyo consisten en el otorgamiento <strong>de</strong><br />

líneas <strong>de</strong> crédito y la asistencia técnica y capacitación para la<br />

profesionalización, la eficiencia operativa y la innovación (hardware,<br />

software y tecnología), así como la entrega <strong>de</strong> incentivos para la<br />

expansión a través <strong>de</strong>l establecimiento <strong>de</strong> sucursales, agencias<br />

y promotores (PRONAFIM, 2014).<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Programa Nacional <strong>de</strong> Financiamiento al Microempresario (PRONAFIM),<br />

“Comunicados”, 2014 [en línea] http://www.pronafim.gob.mx/articulo/comunicados; Conferencia <strong>de</strong> las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo<br />

(UNCTAD), “Buenas prácticas y efectos indirectos”, ¿Quién se beneficia <strong>de</strong> la liberalización <strong>de</strong>l comercio en el Uruguay? Una perspectiva <strong>de</strong> género,<br />

recuadro 2, Ginebra, Naciones Unidas, <strong>2015</strong>; Silvia Yannoulas, Perspectivas <strong>de</strong> género y políticas <strong>de</strong> formación e inserción laboral en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>,<br />

Buenos Aires, redEtis (IIEP-IDES), 2005 [en línea] http://www.oei.es/etp/perspectivas_genero_politicas_formacion_insercion_laboral_AL.pdf.<br />

a<br />

Cabe <strong>de</strong>stacar que en 2013 se promulgó la Ley núm. 26.844 <strong>de</strong> Régimen Especial <strong>de</strong> Contrato <strong>de</strong> Trabajo para el Personal <strong>de</strong> Casas Particulares, con la que<br />

se buscó igualar el acceso a los <strong>de</strong>rechos laborales <strong>de</strong> los que gozan el resto <strong>de</strong> los trabajadores (véase [en línea] http://www.trabajo.gov.ar/domestico/<br />

<strong>de</strong>rechos.asp).<br />

Capítulo III<br />

118


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

También hay programas específicos para áreas urbanas y rurales y experiencias innovadoras en términos <strong>de</strong><br />

participación y <strong>de</strong> incorporación <strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> género. En el Brasil, el Programa Nacional <strong>de</strong> Inclusión<br />

<strong>de</strong> Jóvenes (PROJOVEM), creado en 2005 y reformulado en 2008, cuenta con subprogramas urbanos y rurales<br />

y provee a los jóvenes no solo capacitación profesional y técnica, sino también formación para la participación<br />

ciudadana, así como el acompañamiento <strong>de</strong> un orientador social. En las zonas urbanas <strong>de</strong>l Perú, el programa<br />

Jóvenes Productivos se enfoca en la capacitación e inserción laboral, promoviendo el empleo asalariado y los<br />

trabajos por cuenta propia. En las áreas rurales, está más focalizado en la formación para el trabajo por cuenta<br />

propia y en la promoción e implementación <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo económico y productivo. El Programa<br />

<strong>de</strong> Apoyo Temporal al Ingreso (PATI) <strong>de</strong> El Salvador, puesto en marcha en 2009 para aten<strong>de</strong>r las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong><br />

ingreso y empleo <strong>de</strong> la población que vive en condiciones <strong>de</strong> pobreza y vulnerabilidad en áreas urbanas, ofrece<br />

cursos <strong>de</strong> formación vocacional en los que la oferta <strong>de</strong> capacitación se i<strong>de</strong>ntifica a partir <strong>de</strong> un diagnóstico <strong>de</strong><br />

oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> negocio y empleo que se <strong>de</strong>sarrolla específicamente en cada municipio con participación<br />

comunitaria. Se promueve asimismo la participación <strong>de</strong> las mujeres en oficios tradicionalmente masculinos a<br />

fin <strong>de</strong> generar cambios y modificar estereotipos en relación con las capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mujeres y hombres para<br />

el trabajo.<br />

Entre las opciones que se ofrecen a modo <strong>de</strong> complemento <strong>de</strong> los cursos <strong>de</strong> capacitación, está en primer<br />

lugar el apoyo al microemprendimiento (en 12 países) o a la elaboración <strong>de</strong> planes <strong>de</strong> negocio o <strong>de</strong> proyectos<br />

laborales (en 3 países). Por ejemplo, el programa Mi Primer Empleo Digno, <strong>de</strong>l Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia,<br />

promueve emprendimientos productivos para que los jóvenes formen sus propias microempresas y logren generar<br />

y mejorar sus ingresos económicos. En segundo término, en 11 países, en el marco <strong>de</strong> estos programas se recurre<br />

no solo a cursos, sino también a prácticas laborales (pasantías) en empresas, las que asumen un papel <strong>de</strong> tutoría<br />

bajo la supervisión y la responsabilidad <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s ejecutoras <strong>de</strong> los programas. Si bien las empresas no<br />

están obligadas a remunerar a los practicantes ni a emplearlos tras la finalización <strong>de</strong> la pasantía, el empleo <strong>de</strong> los<br />

pasantes que han tenido un buen <strong>de</strong>sempeño es un <strong>de</strong>senlace <strong>de</strong>seable y que ocurre con frecuencia. Ejemplos<br />

<strong>de</strong> programas que ofrecen prácticas <strong>de</strong> trabajo son Jóvenes con Más y Mejor Trabajo, en la Argentina, Jovem<br />

Aprendiz/PRONATEC, en el Brasil 18 , y Mi Primer Empleo Digno, en el Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia. En tercer<br />

lugar, en cinco países hay programas <strong>de</strong> capacitación que ofrecen también servicios <strong>de</strong> intermediación laboral,<br />

como es el caso <strong>de</strong> Acessuas Trabalho, en el Brasil, y Más Capaz (+Capaz), en Chile. En seis países se facilita el<br />

acceso a trabajos <strong>de</strong> infraestructura comunitaria. En El Salvador, el PATI prevé la participación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>stinatarios<br />

en proyectos comunitarios por seis horas diarias durante cinco días a la semana, con los objetivos <strong>de</strong> contribuir a<br />

mejorar las condiciones <strong>de</strong> habitabilidad y convivencia ciudadana en los asentamientos urbanos y <strong>de</strong> aumentar<br />

las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> inserción productiva y social <strong>de</strong> las personas participantes.<br />

En algunos casos, los <strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong> la capacitación también reciben transferencias monetarias a fin <strong>de</strong> incentivar<br />

su asistencia (nueve países), subsidios a los efectos <strong>de</strong> cubrir los gastos <strong>de</strong> comida y transporte (cuatro países), cobertura<br />

<strong>de</strong> seguro <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>ntes (tres países) y atención en salud (dos países). En Colombia el programa Jóvenes en Acción,<br />

por ejemplo, otorga un incentivo monetario mensual durante el proceso <strong>de</strong> formación.<br />

Finalmente, en varios países se ofrece acceso a servicios <strong>de</strong> cuidado para los hijos <strong>de</strong> los participantes en los<br />

cursos. Ejemplo <strong>de</strong> ello es el Programa <strong>de</strong> Respaldo a Estudiantes <strong>de</strong> Argentina (PROG.R.ES.AR), en cuyo marco<br />

los <strong>de</strong>stinatarios pue<strong>de</strong>n solicitar la colaboración <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> para encontrar una guar<strong>de</strong>ría<br />

infantil para el cuidado <strong>de</strong> sus hijos y así facilitar sus estudios. En Chile, los programas +Capaz y Mujeres Jefas<br />

<strong>de</strong> Hogar ofrecen acceso preferente a salas cuna y a jardines infantiles públicos para los hijos <strong>de</strong> las participantes<br />

mientras estas se encuentren capacitándose. En el Brasil, los participantes <strong>de</strong> PROJOVEM tienen acceso a salas<br />

cuna para sus hijos.<br />

18<br />

La Ley núm. 10097 (ley <strong>de</strong>l aprendizaje) <strong>de</strong>l Brasil, aprobada en 2000 e implementada a partir <strong>de</strong> 2005, establece que las gran<strong>de</strong>s y<br />

medianas empresas <strong>de</strong>ben <strong>de</strong>stinar <strong>de</strong>l 5% al 15% <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> sus empleos a aprendices <strong>de</strong> oficio, otorgándoles un contrato especial<br />

<strong>de</strong> trabajo por tiempo <strong>de</strong>terminado, con duración máxima <strong>de</strong> dos años y cuyas funciones <strong>de</strong>man<strong>de</strong>n formación profesional. Debido a<br />

que los participantes también son matriculados en cursos <strong>de</strong> formación técnico-profesional relacionados con la actividad <strong>de</strong>sempeñada<br />

en el lugar <strong>de</strong> trabajo, la carga horaria establecida en el contrato <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rar el tiempo <strong>de</strong> las prácticas laborales en la empresa<br />

y el tiempo <strong>de</strong>dicado al aprendizaje.<br />

Capítulo III<br />

119


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

b) Nivelación <strong>de</strong> estudios y lucha contra la <strong>de</strong>serción escolar<br />

Consi<strong>de</strong>rando que completar la escuela secundaria es un requerimiento mínimo para obtener una buena inserción<br />

laboral, 14 programas existentes en la región ofrecen becas específicas contra la <strong>de</strong>serción escolar en la enseñanza<br />

secundaria y para la nivelación <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> jóvenes y adultos que ya han salido <strong>de</strong>l sistema educativo. En <strong>América</strong><br />

<strong>Latina</strong> la mayor parte <strong>de</strong> la población que se encuentra en situación <strong>de</strong> indigencia, pobreza y vulnerabilidad posee muy<br />

pocos años <strong>de</strong> instrucción: <strong>de</strong> 0 a 5 años (32,7%) o <strong>de</strong> 6 a 9 años (36%). Solamente un 7,1% <strong>de</strong> los indigentes, pobres o<br />

vulnerables poseen 13 años o más <strong>de</strong> instrucción. Los rezagos en el nivel educativo son levemente superiores entre los<br />

hombres que entre las mujeres, y mucho más elevados en las zonas rurales que en las áreas urbanas (véase el gráfico III.30).<br />

Gráfico III.30<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): años <strong>de</strong> instrucción <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong> 15 años y más,<br />

según situación <strong>de</strong> vulnerabilidad a la pobreza <strong>de</strong> los hogares, sexo,<br />

tramo <strong>de</strong> edad y área geográfica, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013 a<br />

(En porcentajes)<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

7,1<br />

24,3<br />

36,0<br />

32,7<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

25,8<br />

31,9<br />

21,6<br />

20,7<br />

No vulnerables<br />

6,6<br />

23,4<br />

37,2<br />

32,8<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

24,3<br />

32,5<br />

22,9<br />

20,3<br />

No vulnerables<br />

7,8<br />

26,0<br />

35,2<br />

30,9<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

27,4<br />

31,5<br />

20,2<br />

20,9<br />

No vulnerables<br />

8,7<br />

28,8<br />

35,5<br />

27,0<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

28,0<br />

33,4<br />

19,7<br />

18,8<br />

No vulnerables<br />

2,3 9,5<br />

13,4<br />

20,9<br />

36,1<br />

27,5<br />

48,2<br />

42,1<br />

Capítulo III<br />

Indigentes, pobres<br />

o vulnerables<br />

a la pobreza<br />

Hombres Mujeres Urbana Rural<br />

Total Sexo Área geográfica<br />

No vulnerables<br />

0 a 5 años 6 a 9 años 10 a 12 años 13 años y más<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Promedio pon<strong>de</strong>rado sobre la base <strong>de</strong> la información <strong>de</strong> la Argentina (zonas urbanas), Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), el Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, el Ecuador,<br />

El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, el Paraguay, el Perú, la República Dominicana, el Uruguay y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

Las acciones contra la <strong>de</strong>serción escolar <strong>de</strong> los jóvenes consisten en incentivos económicos como mecanismo<br />

para enfrentar ese problema, ya sea en forma <strong>de</strong> transferencias monetarias condicionadas a la asistencia y el logro<br />

escolar (por ejemplo, el Bono por Asistencia Escolar y el Bono Logro Escolar <strong>de</strong>l Ingreso Ético Familiar <strong>de</strong> Chile,<br />

así como la transferencia <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Respaldo a Estudiantes <strong>de</strong> Argentina (PROG.R.ES.AR) y la transferencia<br />

monetaria base <strong>de</strong> Jóvenes con Más y Mejor Trabajo <strong>de</strong>l mismo país), becas (el Programa Compromiso Educativo<br />

<strong>de</strong>l Uruguay) o subsidios al transporte (+Capaz <strong>de</strong> Chile). A su vez, los componentes <strong>de</strong> nivelación <strong>de</strong> estudios se<br />

dirigen a jóvenes o adultos con educación formal incompleta o sin escolaridad. Cubren, principalmente, la educación<br />

primaria y secundaria, pero en algunos casos —como la Misión Ribas en la República Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela, las<br />

becas para educación superior <strong>de</strong> Prospera en México o el Programa <strong>de</strong> Avance Mediante la Salud y la Educación <strong>de</strong><br />

Jamaica— también alcanzan al nivel terciario 19 . Destaca el caso <strong>de</strong> México, con su programa Jóvenes con Prospera,<br />

cuyo objetivo es incentivar a los jóvenes <strong>de</strong> familias que viven en condiciones <strong>de</strong> pobreza extrema a que continúen<br />

sus estudios hasta concluir la secundaria, a fin <strong>de</strong> prevenir la <strong>de</strong>serción escolar y a la vez proporcionarles capital que<br />

les permita continuar con su formación académica o establecer micronegocios. El programa ofrece a los becarios<br />

un beneficio económico diferido, que se acumula gradualmente si permanecen en la escuela 20 . A<strong>de</strong>más, cuando<br />

19<br />

Ese es el caso también <strong>de</strong>l Programa Universidad para Todos (ProUni) <strong>de</strong>l Brasil, creado en 2004, que ofrece becas <strong>de</strong> estudio completas<br />

y parciales (50%) a jóvenes con ingresos familiares brutos mensuales <strong>de</strong> hasta un salario mínimo (en el caso <strong>de</strong> las becas completas)<br />

o hasta tres salarios mínimos (para las becas parciales), e incluye acciones afirmativas para la población indígena y afro<strong>de</strong>scendiente.<br />

Hasta <strong>2015</strong>, aproximadamente 1,7 millones <strong>de</strong> estudiantes habían recibido apoyo a través <strong>de</strong> ese programa.<br />

20<br />

Las transferencias se <strong>de</strong>positan en una cuenta <strong>de</strong> ahorro que le correspon<strong>de</strong>rá al becario bajo la condición <strong>de</strong> que culmine los estudios<br />

<strong>de</strong> educación secundaria alta antes <strong>de</strong> cumplir 22 años <strong>de</strong> edad. A través <strong>de</strong> Prospera, los becarios pue<strong>de</strong>n utilizar los recursos: i) para<br />

continuar con sus estudios <strong>de</strong> educación superior; ii) como anticipo para un crédito <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong> adquisición, construcción o<br />

mejoramiento <strong>de</strong> la vivienda; iii) para adquirir un seguro <strong>de</strong>l sistema público <strong>de</strong> salud, o iv) como fondo <strong>de</strong> garantía para un crédito<br />

<strong>de</strong> las Entida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Ahorro y Crédito Popular.<br />

120


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

los jóvenes <strong>de</strong>l programa buscan un empleo, tienen prioridad en la capacitación laboral que otorgan el Servicio<br />

Nacional <strong>de</strong> Empleo y el subprograma Bécate. Algunos programas a<strong>de</strong>más ofrecen instancias <strong>de</strong> alfabetización para<br />

las personas mayores <strong>de</strong> 15 años 21 . Por ejemplo, Argentina Trabaja, Enseña y Apren<strong>de</strong> (componente <strong>de</strong>l Plan Argentina<br />

Trabaja) permite que los participantes aprendan a leer y a escribir, aunque no certifiquen sus estudios secundarios.<br />

Tal como ocurre con la capacitación, algunos <strong>de</strong> estos programas incorporan la oferta <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> cuidado.<br />

La Misión Ribas <strong>de</strong> la República Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela incorpora una modalidad <strong>de</strong> educación a distancia para<br />

respon<strong>de</strong>r a la escasez <strong>de</strong> tiempo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>stinatarios para asistir a las clases, ya sea por compromisos laborales<br />

o domésticos.<br />

2. Apoyo a la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo<br />

Los instrumentos <strong>de</strong>stinados a activar la <strong>de</strong>manda laboral son los programas <strong>de</strong> apoyo al trabajo in<strong>de</strong>pendiente,<br />

que constituyen una <strong>de</strong> las acciones más frecuentes en este ámbito (25 <strong>de</strong> 61 programas), y la generación directa e<br />

indirecta <strong>de</strong> empleo (8 y 10 <strong>de</strong> 61 programas, respectivamente).<br />

a) Apoyo al trabajo in<strong>de</strong>pendiente<br />

Las acciones <strong>de</strong> apoyo al trabajo in<strong>de</strong>pendiente se encaminan a fomentar las oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> empleo por cuenta<br />

propia y el microemprendimiento, favoreciendo el aumento <strong>de</strong> activos a través <strong>de</strong> capital semilla o microcréditos<br />

(OEA/CEPAL/OIT, 2011). A<strong>de</strong>más, con frecuencia incluyen programas <strong>de</strong> capacitación en temas <strong>de</strong> ahorro y finanzas,<br />

microemprendimiento y planificación económica (CEPAL/OIT, 2014a). Algunos ofrecen asistencia técnica y apoyan<br />

el vínculo con re<strong>de</strong>s productivas o <strong>de</strong> comercialización (véase el cuadro III.A1.4).<br />

Los apoyos financieros y los programas <strong>de</strong> microcrédito buscan facilitar el acceso a recursos monetarios para<br />

que las personas que pertenecen a grupos vulnerables y tienen un acceso limitado a los servicios <strong>de</strong> crédito y <strong>de</strong>más<br />

instrumentos financieros, puedan poner en marcha nuevos emprendimientos o mejorar sus pequeños negocios. De<br />

este modo, se inci<strong>de</strong> en la generación <strong>de</strong> ingresos. Para acce<strong>de</strong>r al financiamiento, algunos programas tienen como<br />

requisito que los participantes completen un mínimo <strong>de</strong> horas <strong>de</strong> capacitación y cuenten con un microemprendimiento<br />

en marcha o con una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> negocio. Las capacitaciones tienen por objetivo que los <strong>de</strong>stinatarios mejoren sus<br />

habilida<strong>de</strong>s administrativas y <strong>de</strong> gestión y sus conocimientos en materia financiera (planificación económica,<br />

ahorro, crédito, inversión y otros) y aprendan a negociar y comercializar sus productos. También suelen incluir el<br />

acompañamiento <strong>de</strong> tutores que brindan asesoría en la elaboración <strong>de</strong> planes <strong>de</strong> negocio, compromisos fiscales y<br />

búsqueda <strong>de</strong> financiamiento, como ocurre con el Plan Argentina Trabaja y Jóvenes Rurales Empren<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> Colombia.<br />

En la mayoría <strong>de</strong> los casos, los apoyos financieros correspon<strong>de</strong>n a una cantidad <strong>de</strong> dinero <strong>de</strong>finida, pero en otros<br />

cubren el valor total solicitado en virtud <strong>de</strong> un plan <strong>de</strong> negocio. En los programas Mi Chacra Empren<strong>de</strong>dora - Haku<br />

Wiñay <strong>de</strong>l Perú y Generación <strong>de</strong> Microemprendimiento Indígena Urbano <strong>de</strong> Chile, los fondos son otorgados mediante<br />

concurso público tras la presentación <strong>de</strong> proyectos <strong>de</strong> negocio 22 . Los apoyos también pue<strong>de</strong>n ofrecerse en especie,<br />

tales como semillas, animales o herramientas para activida<strong>de</strong>s agrícolas; este es el caso <strong>de</strong>l Programa Productivo<br />

Alimentario <strong>de</strong> Nicaragua y Kore Peyizan <strong>de</strong> Haití.<br />

Varios <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> apoyo al trabajo in<strong>de</strong>pendiente se dirigen a jóvenes y tienen como meta <strong>de</strong>sarrollar<br />

el aspecto productivo y <strong>de</strong> generación <strong>de</strong> trabajo in<strong>de</strong>pendiente mediante la educación para el emprendimiento,<br />

el acceso a mercados financieros en condiciones especiales y el acompañamiento (que va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ntificación<br />

<strong>de</strong>l negocio, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a y los trámites administrativos y técnicos hasta la consolidación <strong>de</strong> la empresa).<br />

Este es el caso <strong>de</strong>l programa colombiano Jóvenes Rurales Empren<strong>de</strong>dores, Jóvenes con Más y Mejor Trabajo <strong>de</strong> la<br />

Argentina y Jóvenes con Prospera <strong>de</strong> México.<br />

21<br />

En varios países existen amplios programas <strong>de</strong> alfabetización, como Brasil Alfabetizado o el Programa Nacional <strong>de</strong> Movilización por<br />

la Alfabetización (PRONAMA) <strong>de</strong>l Perú, que no necesariamente están vinculados <strong>de</strong> manera explícita con los programas <strong>de</strong> inclusión<br />

laboral y productiva.<br />

22<br />

En el caso <strong>de</strong>l Perú, los proyectos son evaluados por Comités Locales <strong>de</strong> Asignación <strong>de</strong> Recursos (CLAR) y los ganadores reciben<br />

financiamiento para asistencia técnica específica y compra <strong>de</strong> insumos y equipos (Trivelli y Clausen, <strong>2015</strong>).<br />

Capítulo III<br />

121


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> un quinto <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> apoyo al trabajo in<strong>de</strong>pendiente se orientan a la promoción <strong>de</strong>l<br />

emprendimiento femenino y proporcionan servicios <strong>de</strong> cuidado. En Chile, +Capaz cuenta con el componente Mujer<br />

Empren<strong>de</strong>dora, que ofrece capacitación en la generación <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> negocios a mujeres que<br />

llevan a cabo un emprendimiento o preten<strong>de</strong>n hacerlo, o bien que trabajan en forma in<strong>de</strong>pendiente. Algunos, como<br />

Mujeres Ahorradoras en Acción <strong>de</strong> Colombia y Plan Argentina Trabaja promueven el trabajo asociativo y el cooperativismo.<br />

A su vez, diez <strong>de</strong> los programas analizados promueven el emprendimiento en áreas rurales —don<strong>de</strong> la oferta<br />

<strong>de</strong> trabajo asalariado es más escasa—, buscando no solo la generación <strong>de</strong> ingresos autónomos, sino también el<br />

fomento <strong>de</strong> la producción para el autoconsumo y el mejoramiento <strong>de</strong> la seguridad alimentaria. Ejemplos <strong>de</strong> estos son<br />

Comunida<strong>de</strong>s Solidarias Rurales <strong>de</strong> El Salvador y el programa Mi Chacra Empren<strong>de</strong>dora - Haku Wiñay <strong>de</strong>l Perú 23 .<br />

Finalmente, algunos programas fomentan la formalización <strong>de</strong> los microempren<strong>de</strong>dores y trabajadores por cuenta<br />

propia mediante el acceso a regímenes simplificados <strong>de</strong> tributación. Ejemplos <strong>de</strong> ello son el Monotributo <strong>Social</strong> <strong>de</strong>l<br />

Plan Argentina Trabaja, el Programa <strong>de</strong> Fortalecimiento a Emprendimientos en el Uruguay y el programa brasileño<br />

<strong>de</strong> microcrédito Crescer, vinculado al plan Brasil Sem Miséria, que presta orientación para legalizar los negocios y<br />

acce<strong>de</strong>r a los beneficios <strong>de</strong>l régimen especial para microempren<strong>de</strong>dores individuales (véase el recuadro III.4).<br />

Recuadro III.4<br />

Medidas para la formalización <strong>de</strong> los trabajadores por cuenta propia y las micro y pequeñas empresas<br />

Ante el contexto <strong>de</strong> alta informalidad laboral, en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

se han establecido regímenes simplificados <strong>de</strong> tributación<br />

para pequeños contribuyentes que, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> favorecer la<br />

formalización económica <strong>de</strong> los trabajadores in<strong>de</strong>pendientes,<br />

les brindan acceso al componente contributivo <strong>de</strong> la protección<br />

social, permitiéndoles contar con los mismos beneficios <strong>de</strong><br />

seguridad social que los trabajadores asalariados, principalmente<br />

en lo referente a la cobertura <strong>de</strong> salud y la jubilación. En los<br />

países don<strong>de</strong> se han implementado, se espera un aumento <strong>de</strong>l<br />

número <strong>de</strong> contribuyentes y una reducción <strong>de</strong> la evasión fiscal.<br />

Los regímenes <strong>de</strong> simplificación tributaria, conocidos como<br />

monotributos, consisten en medidas especiales para gravar a<br />

los pequeños contribuyentes (personas físicas o empresas),<br />

exentándolos <strong>de</strong> las normas generales <strong>de</strong>l impuesto sobre el<br />

valor agregado (IVA) o <strong>de</strong>l impuesto sobre la renta, y otorgándoles<br />

tasas más reducidas (Cetrángolo y otros, 2014). A<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />

la reducción <strong>de</strong> los costos laborales, estos regímenes se<br />

caracterizan por proporcionar mayor facilidad para cumplir con<br />

los trámites administrativos y regulatorios. A continuación se<br />

presentan cinco ejemplos <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>.<br />

El Brasil fue el primer país <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> en crear<br />

e implementar un régimen <strong>de</strong> tributación simplificada para<br />

los pequeños contribuyentes; se trata <strong>de</strong>l Régimen Especial<br />

Unificado <strong>de</strong> Recaudación <strong>de</strong> Tributos y Contribuciones sobre las<br />

Micro y Pequeñas Empresas (SIMPLES), establecido en 1996.<br />

En 2006 se creó el régimen SIMPLES Nacional, que reemplazó<br />

e integró a los regímenes simplificados que existían en los<br />

distintos niveles <strong>de</strong> gobierno. En 2008 se creó el Sistema para el<br />

Microempren<strong>de</strong>dor Individual (SIMEI), un nuevo marco legal para<br />

la formalización y la extensión <strong>de</strong> la protección social contributiva<br />

para microempren<strong>de</strong>dores y trabajadores autónomos. Hasta<br />

marzo <strong>de</strong> 2016, 5,9 millones <strong>de</strong> ocupados se han formalizado<br />

y cuentan con beneficios previsionales. El 52% son hombres,<br />

el 48% mujeres y el 26% tienen entre 16 y 30 años. A su vez,<br />

<strong>de</strong> los microempren<strong>de</strong>dores formalizados, 500.000 participan<br />

<strong>de</strong> Bolsa Família y, <strong>de</strong> estos, un 63% son afro<strong>de</strong>scendientes.<br />

En la Argentina el régimen <strong>de</strong> monotributo fue creado en 1998<br />

con el fin <strong>de</strong> promover la formalización y ampliar la cobertura<br />

<strong>de</strong> la protección social <strong>de</strong> los trabajadores autónomos, a través<br />

<strong>de</strong> subsidios a las contribuciones a la seguridad social <strong>de</strong> los<br />

trabajadores in<strong>de</strong>pendientes individuales y las microempresas,<br />

y se complementa con cuatro regímenes especiales: el régimen<br />

simplificado para efectores <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo local y economía social<br />

(Monotributo <strong>Social</strong>), el régimen simplificado para empleados <strong>de</strong><br />

casas particulares, el régimen <strong>de</strong> inclusión social y promoción<br />

<strong>de</strong>l trabajo in<strong>de</strong>pendiente y el régimen especial para trabajadores<br />

asociados a cooperativas <strong>de</strong> trabajo. El Monotributo <strong>Social</strong> se<br />

<strong>de</strong>stina a trabajadores en condición <strong>de</strong> vulnerabilidad social,<br />

es <strong>de</strong>cir, “aquellos hogares e individuos que por su menor<br />

disponibilidad <strong>de</strong> activos materiales y no materiales quedan<br />

expuestos a sufrir alteraciones bruscas y significativas en sus<br />

niveles <strong>de</strong> vida” (Cetrángolo y otros 2014, pág. 36), y subsidia<br />

el 100% <strong>de</strong>l pago <strong>de</strong>l componente impositivo y <strong>de</strong>l previsional;<br />

a<strong>de</strong>más, el monotributista no pier<strong>de</strong> el acceso a la Asignación<br />

Universal por Hijo y en materia pensional tiene <strong>de</strong>recho a la<br />

Prestación Básica Universal. Actualmente el Monotributo <strong>Social</strong><br />

forma parte <strong>de</strong>l Plan Argentina Trabaja, reflejando el esfuerzo por<br />

articular las políticas sociales dirigidas a personas en situación<br />

<strong>de</strong> vulnerabilidad. Por su parte, el régimen simplificado para<br />

empleados <strong>de</strong> casas particulares ha sido diseñado para aten<strong>de</strong>r<br />

la informalidad <strong>de</strong> estos trabajadores y trabajadoras permitiendo<br />

su acceso a la salud y la jubilación mediante sus aportes y las<br />

contribuciones <strong>de</strong>l empleador.<br />

En el Uruguay, a partir <strong>de</strong> la reforma tributaria <strong>de</strong> 2007,<br />

que estaba <strong>de</strong>stinada, entre otras cosas, a dar un tratamiento<br />

diferenciado a los pequeños contribuyentes (trabajadores por<br />

cuenta propia o pequeñas empresas), se puso en marcha el<br />

Régimen <strong>de</strong> Monotributo, dirigido a quienes realizan activida<strong>de</strong>s<br />

económicas <strong>de</strong> reducida dimensión: i) las empresas unipersonales,<br />

incluso aquellas conformadas por matrimonios, con un trabajador<br />

empleado como máximo, y ii) las socieda<strong>de</strong>s integradas por<br />

hasta un máximo <strong>de</strong> dos socios y sin trabajadores en relación<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia (el límite será <strong>de</strong> tres socios en el caso <strong>de</strong> ser<br />

integradas exclusivamente por familiares). En 2012 entró en<br />

vigencia el Monotributo <strong>Social</strong> MIDES, que es un régimen especial<br />

para emprendimientos personales o asociativos (integrados por<br />

Capítulo III<br />

23<br />

Otras medidas para contribuir a la reducción <strong>de</strong> la pobreza rural son las compras públicas a agricultores familiares, como, en el caso <strong>de</strong>l<br />

Brasil, el Programa <strong>de</strong> Adquisición <strong>de</strong> Alimentos (PAA), en el que participaron 191.000 agricultores en 2012, y el Programa Nacional <strong>de</strong><br />

Alimentación Escolar (PNAE), que hasta 2014 cubrió a cerca <strong>de</strong> 42 millones <strong>de</strong> alumnos. En las áreas rurales, la agricultura familiar es<br />

una fuente importante <strong>de</strong> ingresos y tiene un fuerte impacto en la reducción <strong>de</strong> la pobreza, la dinamización <strong>de</strong> la economías locales,<br />

la disminución <strong>de</strong> la migración y el mejoramiento <strong>de</strong> la seguridad alimentaria.<br />

122


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Recuadro III.4 (conclusión)<br />

hasta cuatro socios o cinco si trata exclusivamente <strong>de</strong> familiares),<br />

al cual pue<strong>de</strong>n acce<strong>de</strong>r las personas que integran hogares que<br />

viven con ingresos inferiores a la línea <strong>de</strong> pobreza o se hallan en<br />

situación <strong>de</strong> vulnerabilidad socioeconómica, según la calificación<br />

establecida por el Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (MIDES). De<br />

manera similar al Monotributo, este instrumento permite la provisión<br />

<strong>de</strong> la cobertura previsional <strong>de</strong> sus integrantes. Los contribuyentes<br />

tienen la posibilidad <strong>de</strong> optar por la cobertura médica a través <strong>de</strong><br />

Fondo Nacional <strong>de</strong> Salud (FONASA), haciéndose cargo <strong>de</strong>l pago<br />

adicional, beneficio que alcanza al empren<strong>de</strong>dor y los familiares<br />

sin cobertura <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l sistema.<br />

Mediante el Régimen Impositivo Simplificado Ecuatoriano<br />

(RISE) para personas naturales, activo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2008, se<br />

preten<strong>de</strong> incorporar a los trabajadores <strong>de</strong>l sector informal a<br />

prestaciones tales como el microcrédito, la capacitación a<br />

través <strong>de</strong> asistencia técnica especializada y la integración <strong>de</strong><br />

aportes <strong>de</strong> la seguridad social para el acceso a la salud y la<br />

jubilación. Uno los beneficios que ofrece el RISE es que por<br />

cada nuevo trabajador incorporado a la nómina y afiliado al<br />

Instituto Ecuatoriano <strong>de</strong> Seguridad <strong>Social</strong> (IESS), se otorga<br />

un <strong>de</strong>scuento <strong>de</strong>l 5% en las contribuciones hasta alcanzar un<br />

máximo <strong>de</strong>l 50% <strong>de</strong> <strong>de</strong>scuento. Según datos <strong>de</strong>l Servicio <strong>de</strong><br />

Rentas Internas (SRI), a diciembre <strong>de</strong> 2014 el RISE contaba<br />

con 206.797 contribuyentes.<br />

En México, en 2014, se aprobó el Programa Fe<strong>de</strong>ral<br />

“Crezcamos Juntos”, orientado a micro y pequeñas empresas,<br />

con el objetivo <strong>de</strong> facilitar el tránsito <strong>de</strong> la informalidad a la<br />

formalidad mediante la eliminación <strong>de</strong> los requisitos para la<br />

formalización. En el marco <strong>de</strong>l programa se creó un nuevo<br />

Régimen <strong>de</strong> Incorporación Fiscal con la opción <strong>de</strong> acce<strong>de</strong>r al<br />

Sistema Simplificado. Algunos <strong>de</strong> los beneficios que otorga<br />

el Programa son <strong>de</strong>scuentos al impuesto sobre la renta (ISR)<br />

<strong>de</strong>l 100% en el primer año <strong>de</strong> inscripción, <strong>de</strong>l 90% en el<br />

segundo año y así sucesivamente hasta el décimo año; si la<br />

empresa no expi<strong>de</strong> facturas y tiene ingresos anuales inferiores<br />

a 100.000 pesos mexicanos, está exenta <strong>de</strong>l pago <strong>de</strong>l IVA y<br />

<strong>de</strong>l impuesto especial sobre productos y servicios; a<strong>de</strong>más,<br />

aquellos trabajadores que no han cotizado en los últimos 24<br />

meses pue<strong>de</strong>n afiliarse al Instituto Mexicano <strong>de</strong>l Seguro <strong>Social</strong><br />

con un subsidio <strong>de</strong>l 50% (OIT, 2014).<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), O. Cetrángolo y otros, Monotributo en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: los casos <strong>de</strong> Argentina, Brasil y<br />

Uruguay, Lima, Oficina Regional para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, Programa <strong>de</strong> Promoción <strong>de</strong> la Formalización en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (FORLAC), 2014;<br />

Organización Internacional <strong>de</strong>l Trabajo (OIT), <strong>Panorama</strong> Laboral Temático: transición a la formalidad en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, Lima, Oficina Regional<br />

para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, 2014; y Servicio <strong>de</strong> Rentas Internas (SRI), “Ecuador” [en línea]www.sri.gob.ec.<br />

b) Generación directa e indirecta <strong>de</strong> empleo<br />

La generación directa <strong>de</strong> empleo consiste en la expansión <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo mediante planes públicos que<br />

ofrecen empleos temporales, por lo general en servicios <strong>de</strong> mano <strong>de</strong> obra no calificada, obras públicas y proyectos<br />

<strong>de</strong> infraestructura local y comunitaria, como es el caso <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Empleo Comunitario <strong>de</strong> la Argentina y <strong>de</strong>l<br />

Programa <strong>de</strong> Empleo Temporal <strong>de</strong> México. Los <strong>de</strong>stinatarios, personas <strong>de</strong>socupadas pertenecientes a hogares en<br />

situación <strong>de</strong> vulnerabilidad socioeconómica, realizan trabajos transitorios <strong>de</strong> utilidad pública por un período <strong>de</strong><br />

tiempo acotado (en el caso <strong>de</strong>l programa Uruguay Trabaja, hasta nueve meses) y perciben una transferencia monetaria.<br />

Estas acciones se han implementado con frecuencia para hacer frente a situaciones <strong>de</strong> crisis económicas, como<br />

ocurrió en la Argentina con el Plan Jefes y Jefas <strong>de</strong> Hogar Desocupados (2002-2005) o en el Uruguay con el Plan<br />

<strong>de</strong> Asistencia Nacional a la Emergencia <strong>Social</strong> (PANES) (2005-2007) (CEPAL/OIT, 2014a). En años recientes, en<br />

un contexto regional <strong>de</strong> crecimiento económico y reducción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo, no han constituido un instrumento<br />

central en las políticas laborales y <strong>de</strong> inserción productiva para la población que vive en condiciones <strong>de</strong> pobreza o<br />

vulnerabilidad, pero esto podría cambiar frente al actual escenario <strong>de</strong> bajo crecimiento.<br />

La generación indirecta <strong>de</strong> empleo se concreta mediante subsidios económicos públicos, usualmente por un<br />

tiempo <strong>de</strong>finido, otorgados a la contratación por parte <strong>de</strong> empresas privadas <strong>de</strong> jóvenes y adultos que viven en<br />

condiciones <strong>de</strong> pobreza o pertenecen a grupos consi<strong>de</strong>rados vulnerables. Estos subsidios operan como un incentivo<br />

a la contratación, ya que reducen los costos laborales al cubrir parte <strong>de</strong>l salario (por ejemplo, PROEMPLEAR en la<br />

Argentina, Subsidio al Empleo Joven y Bono al Trabajo <strong>de</strong> la Mujer en Chile) 24 , <strong>de</strong> las contribuciones a la seguridad<br />

social o <strong>de</strong> las obligaciones fiscales (Programa Padrino Empresario <strong>de</strong> Panamá) (CEPAL/OIT, 2014a).<br />

3. Servicios <strong>de</strong> intermediación laboral<br />

Los servicios <strong>de</strong> intermediación laboral promueven el encuentro entre la <strong>de</strong>manda y la oferta <strong>de</strong> trabajo, facilitando<br />

el contacto entre trabajadores y empleadores en virtud <strong>de</strong> los perfiles profesionales <strong>de</strong>mandados y ofrecidos. Estos<br />

servicios, provistos en 17 <strong>de</strong> los 61 programas analizados, brindan a los participantes <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> inclusión<br />

24<br />

El Bono al Trabajo <strong>de</strong> la Mujer se dirige a las trabajadoras pertenecientes al 30% <strong>de</strong> hogares más pobres. Consiste en un subsidio que<br />

equivale, como máximo, al 30% <strong>de</strong>l salario, dividido en un 20% para la mujer y un 10% para el empleador. La duración máxima es<br />

<strong>de</strong> cuatro años para la mujer y <strong>de</strong> dos años para el empleador (Cecchini, Robles y Vargas, 2012).<br />

Capítulo III<br />

123


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

laboral y productiva información sobre plazas vacantes en empresas privadas y organismos públicos y proporcionan<br />

acceso prioritario a las ofertas laborales <strong>de</strong> las agencias u oficinas municipales <strong>de</strong> empleo. Esto ocurre por ejemplo en<br />

el Brasil, con el programa Acessuas Trabalho, articulado al plan Brasil Sem Miséria y que se ejecuta en coordinación<br />

con el PRONATEC. A su vez, en el marco <strong>de</strong> un convenio entre el Ministerio <strong>de</strong>l Trabajo y Seguridad <strong>Social</strong> (MTPS)<br />

y el Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> y Lucha contra el Hambre, el programa Mais Empregos facilita la colocación en<br />

el mercado laboral <strong>de</strong> los <strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong> Bolsa Família en los estados <strong>de</strong> la región nor<strong>de</strong>ste y el estado <strong>de</strong> Minas<br />

Gerais, por medio <strong>de</strong>l Sistema Nacional <strong>de</strong> Empleo (SINE) (Gregol <strong>de</strong> Farias, 2014).<br />

Algunos programas llevan a cabo activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong>l empleo, como ferias y talleres informativos, o<br />

promueven la creación o el fortalecimiento <strong>de</strong> bases <strong>de</strong> datos para ofrecer orientación e información a los buscadores<br />

<strong>de</strong> empleo. Tal es el caso <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Apoyo al Empleo, <strong>de</strong>l Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia, y Empleate, <strong>de</strong><br />

Costa Rica. El acompañamiento asociado a la intermediación laboral también es clave, y cada vez se proveen más<br />

servicios <strong>de</strong> orientación y apoyo en la elaboración <strong>de</strong> estrategias y planes individuales para la inserción laboral<br />

(CEPAL/OIT, 2014a). A<strong>de</strong>más, varios <strong>de</strong> los programas analizados articulan los servicios <strong>de</strong> intermediación laboral<br />

con los cursos <strong>de</strong> formación técnica y profesional.<br />

4. Algunos resultados <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva<br />

El monitoreo y la evaluación son esenciales para cualquier política pública. Sin embargo, son poco frecuentes los<br />

programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva que cuentan con recursos y bases estadísticas necesarias para <strong>de</strong>sarrollar<br />

evaluaciones <strong>de</strong> impacto bajo técnicas rigurosas (Samaniego, 2002). Por lo tanto, sería <strong>de</strong>seable que los programas<br />

elaboraran información <strong>de</strong> calidad y proveyeran acceso público a sus bases <strong>de</strong> datos (CEPAL/OIT, 2013), y que se<br />

avanzara en analizar el conjunto <strong>de</strong> la política <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva y no solo los proyectos individuales.<br />

El crecimiento <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva en los últimos años ha incentivado las<br />

evaluaciones en lo que refiere a los beneficios obtenidos por los participantes (Bucheli, 2005), pero aún no se cuenta<br />

con una amplia base <strong>de</strong> información 25 . En esta sección se revisan algunos ejemplos <strong>de</strong> estudios cuantitativos llevados<br />

a cabo para evaluar los resultados <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva en la región, ya sea que aún estén<br />

activos o hayan cesado sus operaciones. En particular, se resumen los resultados <strong>de</strong> evaluaciones <strong>de</strong> impacto llevadas<br />

a cabo con diferentes metodologías sobre la base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> encuestas continuas <strong>de</strong> hogares.<br />

A fines supervisar las políticas públicas y las instituciones que operan en este ámbito, es posible también efectuar<br />

encuestas específicas. En el recuadro III.5 se presenta información y resultados <strong>de</strong>l novedoso suplemento <strong>de</strong> inclusión<br />

productiva <strong>de</strong> la encuesta municipal y estatal <strong>de</strong>l Brasil.<br />

Recuadro III.5<br />

Resultados <strong>de</strong>l suplemento <strong>de</strong> inclusión productiva <strong>de</strong> la Encuesta <strong>de</strong> Información Básica Municipal<br />

y <strong>de</strong> los estados <strong>de</strong> Brasil, 2014<br />

En 2014, el Instituto Brasileño <strong>de</strong> Geografía y Estadística (IBGE),<br />

junto con el Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> y Lucha contra el<br />

Hambre (MDS), incluyó por primera vez un suplemento <strong>de</strong><br />

inclusión productiva en las Encuestas <strong>de</strong> Información Básica<br />

Municipal (MUNIC) y las Encuestas <strong>de</strong> Información Básica Estatal<br />

(ESTADIC), que recopilan información sobre gestión y políticas<br />

públicas —por ejemplo, en las áreas <strong>de</strong> educación, salud, <strong>de</strong>rechos<br />

humanos, seguridad pública y seguridad alimentaria— a nivel<br />

estatal y municipal. Debido a la importancia que han adquirido las<br />

iniciativas <strong>de</strong> inclusión productiva en la agenda pública brasileña,<br />

el suplemento tiene como objetivo respon<strong>de</strong>r a la necesidad<br />

<strong>de</strong> información sobre las acciones en este ámbito tanto en el<br />

medio rural como en el urbano. La recolección <strong>de</strong> información<br />

<strong>de</strong> los cuestionarios básicos y <strong>de</strong>l suplemento se llevó a cabo<br />

entre julio <strong>de</strong> 2014 y marzo <strong>de</strong> <strong>2015</strong> mediante entrevistas a<br />

los funcionarios <strong>de</strong> los órganos responsables <strong>de</strong> iniciativas <strong>de</strong><br />

inclusión productiva. En ausencia <strong>de</strong> estos, el cuestionario <strong>de</strong>bió<br />

ser contestado por el gobernador, el alcal<strong>de</strong> o la persona indicada<br />

por ellos. Asimismo, como fuentes secundarias <strong>de</strong> información,<br />

se realizaron entrevistas a funcionarios en universida<strong>de</strong>s,<br />

institutos <strong>de</strong> enseñanza técnica y profesional y organismos no<br />

gubernamentales, entre otros.<br />

El suplemento recoge información sobre: la existencia <strong>de</strong><br />

estudios sectoriales o diagnósticos para el análisis <strong>de</strong> la realidad<br />

socioeconómica y las situaciones <strong>de</strong> riesgo y vulnerabilidad social<br />

presentes en los territorios; los organismos responsables <strong>de</strong><br />

la ejecución y coordinación <strong>de</strong> los programas; los programas o<br />

proyectos <strong>de</strong> inclusión productiva para la generación <strong>de</strong> empleo<br />

e ingreso; las iniciativas <strong>de</strong> inclusión productiva rurales y urbanas;<br />

las acciones <strong>de</strong> formación profesional, y la promoción <strong>de</strong><br />

25<br />

Hay también algunas evaluaciones sobre el impacto neto en el empleo y el <strong>de</strong>sempleo agregado y unas pocas sobre el análisis costobeneficio<br />

<strong>de</strong> las distintas alternativas <strong>de</strong> líneas <strong>de</strong> acción (Bucheli, 2005), que no se incluyen en la revisión efectuada en esta edición<br />

<strong>de</strong>l <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>.<br />

Capítulo III<br />

124


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Recuadro III.5 (conclusión)<br />

crédito, microcrédito y seguro para los productores, entre otros<br />

asuntos. Para la edición <strong>de</strong> 2014 se obtuvo información sobre<br />

los 5.570 municipios <strong>de</strong> las 27 unida<strong>de</strong>s fe<strong>de</strong>rales. Según los<br />

resultados <strong>de</strong>l suplemento, todas las unida<strong>de</strong>s han puesto en<br />

marcha acciones, programas o proyectos <strong>de</strong> inclusión productiva.<br />

El 98,7% <strong>de</strong> los municipios (es <strong>de</strong>cir, 5.503) <strong>de</strong>clararon <strong>de</strong>sarrollar<br />

al menos un tipo <strong>de</strong> acción. A continuación se presentan<br />

brevemente los resultados <strong>de</strong> las acciones i<strong>de</strong>ntificadas en<br />

cada área geográfica.<br />

Las estrategias <strong>de</strong> inclusión productiva rural fueron concebidas<br />

para fortalecer las activida<strong>de</strong>s realizadas por los agricultores<br />

que se encuentran en una situación <strong>de</strong> vulnerabilidad social,<br />

pero también pusieron atención en algunos grupos específicos,<br />

como pueblos indígenas o comunida<strong>de</strong>s tradicionales, con la<br />

finalidad <strong>de</strong> aumentar su capacidad productiva y la entrada <strong>de</strong><br />

sus productos a los mercados locales. Entre las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

inclusión productiva rural, se <strong>de</strong>stacaron la compra <strong>de</strong> alimentos<br />

por medio <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Adquisición <strong>de</strong> Alimentos (PAA) y <strong>de</strong>l<br />

Programa Nacional <strong>de</strong> Alimentación Escolar (PNAE), así como<br />

la asistencia técnica y extensión rural, y el acceso al crédito y<br />

al seguro rural.<br />

En 2014, 5.054 municipios (90,7%) implementaron alguna<br />

acción <strong>de</strong> inclusión productiva urbana. En el 86% <strong>de</strong> los municipios,<br />

se puso en marcha alguna medida relacionada con la capacitación<br />

y formación profesional, mientras que el 31,9% <strong>de</strong>sarrolló<br />

acciones <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong>l acceso al crédito y microcrédito. Las<br />

instituciones responsables <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> políticas dirigieron<br />

sus acciones principalmente a los grupos en situación <strong>de</strong><br />

vulnerabilidad socioeconómica, como los inscritos en el CadÚnico<br />

y los participantes <strong>de</strong>l programa Bolsa Família (en 23 estados),<br />

las personas <strong>de</strong>sempleadas (20 estados), los egresados <strong>de</strong> los<br />

cursos <strong>de</strong> capacitación y formación profesional (22 estados),<br />

los recicladores (20 estados) y, en menor medida, las personas<br />

que viven en la calle (7 estados). Las acciones <strong>de</strong> capacitación<br />

y formación profesional fueron implementadas principalmente<br />

por medio <strong>de</strong>l Programa Nacional <strong>de</strong> Acceso a la Educación<br />

Técnica y al Empleo (PRONATEC). Entre las acciones <strong>de</strong><br />

intermediación laboral, <strong>de</strong>staca el papel <strong>de</strong>l Sistema Nacional <strong>de</strong><br />

Empleo (SINE) y <strong>de</strong>l Servicio Brasileño <strong>de</strong> Apoyo a las Micro y<br />

Pequeñas Empresas (SEBRAE). El programa Microempren<strong>de</strong>dor<br />

Individual (MEI) operó para el fortalecimiento y la promoción <strong>de</strong>l<br />

emprendimiento individual y colectivo. Finalmente, las acciones<br />

vinculadas al otorgamiento <strong>de</strong> microcrédito fueron en su mayoría<br />

implementadas por el Banco do Povo y el Programa <strong>de</strong> Generación<br />

<strong>de</strong> Empleo y Renta (PROGER Urbano) <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Trabajo<br />

y Seguridad <strong>Social</strong>.<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Instituto Brasileño <strong>de</strong> Geografía y Estadística (IBGE), Perfil dos estados<br />

e dos municípios brasileiros: inclusão produtiva, 2014, Río <strong>de</strong> Janeiro, <strong>2015</strong>; y “Coor<strong>de</strong>nação <strong>de</strong> população e indicadores sociais”, Río <strong>de</strong> Janeiro [en<br />

línea] http://www.ibge.gov.br/biblioteca/visualizacao/livros/liv94542.pdf.<br />

a) Capacitación técnica y profesional y nivelación <strong>de</strong> estudios<br />

De acuerdo con Filgueira y Rossel (<strong>2015</strong>), son pocas las evaluaciones disponibles en la región que muestran<br />

efectos concluyentes <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> capacitación laboral y formación. En los casos en que se cuenta con<br />

evi<strong>de</strong>ncia empírica, se observan gran<strong>de</strong>s variaciones según las características <strong>de</strong> la capacitación, la institución que<br />

la ejecuta, el área geográfica don<strong>de</strong> se realiza y las características <strong>de</strong> los <strong>de</strong>stinatarios. Asimismo, se verifica que<br />

las intervenciones que incluyen componentes <strong>de</strong> práctica profesional en empresas mejoran los resultados <strong>de</strong> la<br />

capacitación (CEPAL/OIT, 2013).<br />

De acuerdo con los estudios disponibles, los programas <strong>de</strong> capacitación como Jóvenes en Acción <strong>de</strong> Colombia,<br />

el Plan Sectorial <strong>de</strong> Calificación Profesional (PlanSeQ) <strong>de</strong>l Brasil, el Programa <strong>de</strong> Apoyo al Empleo (PAE) <strong>de</strong> México y<br />

el Programa <strong>de</strong> Capacitación Laboral Juvenil (PROJoven) <strong>de</strong>l Perú han tenido un impacto positivo en la empleabilidad<br />

<strong>de</strong> sus <strong>de</strong>stinatarios. En el caso <strong>de</strong> Jóvenes en Acción, Attanasio, Kugler y Meghir (2009) <strong>de</strong>muestran que tiene<br />

efectos positivos, ya que aumenta la probabilidad <strong>de</strong> tener un empleo remunerado <strong>de</strong> mejor calidad y contribuye a<br />

un aumento <strong>de</strong> los ingresos salariales (<strong>de</strong> un 12%). A<strong>de</strong>más, la capacitación ofrece mayores probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tener<br />

un empleo en el sector formal y con contrato escrito, las que aumentan un 5,3% y un 6,6%, respectivamente, en<br />

comparación con los jóvenes que no participaron en las capacitaciones. Asimismo, el Departamento Nacional <strong>de</strong><br />

Planeación <strong>de</strong> Colombia (DNP, 2008) constató que la probabilidad <strong>de</strong> emplearse <strong>de</strong> los jóvenes que participan en<br />

el programa es mayor <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> egresar (55,5%) que antes <strong>de</strong> incorporarse a él (51,8%). En cuanto al PlanSeQ <strong>de</strong>l<br />

Brasil, que operó entre 2007 y 2011 y ha sido absorbido por el PRONATEC, Petterini (2010) indica que las personas<br />

<strong>de</strong> 15 a 56 años que participaron en las capacitaciones tienen probabilida<strong>de</strong>s un 19,6% mayores <strong>de</strong> encontrar<br />

empleo que aquellas que no participaron. El PAE <strong>de</strong> México, conformado por el subprograma Bécate, entre otros 26 ,<br />

también arrojó resultados positivos en cuanto a los ingresos laborales mensuales y las tasas <strong>de</strong> colocación laboral,<br />

siendo más altos para los participantes en comparación con las personas que comparten similares características<br />

pero que no participaron (Van Gameren, 2010; CONEVAL, 2010). Los efectos más fuertes <strong>de</strong> Bécate en la colocación<br />

se observaron en las modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> capacitación mixta y capacitación en la práctica laboral, que combinan la<br />

26<br />

Bécate otorga cursos <strong>de</strong> capacitación para el trabajo a personas <strong>de</strong> 16 años y más, con el propósito <strong>de</strong> favorecer su acceso o permanencia<br />

en un empleo o el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una actividad productiva por cuenta propia.<br />

Capítulo III<br />

125


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

formación con subsidios laborales 27 . En el Perú, el PROJoven mejora la tasa <strong>de</strong> ocupación <strong>de</strong> los participantes y<br />

también sus ingresos laborales, gracias al aumento <strong>de</strong> las horas trabajadas, si bien los efectos sobre los ingresos<br />

laborales por hora son nulos (Burga, 2003).<br />

En el estudio realizado por el Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> y Lucha contra el Hambre <strong>de</strong>l Brasil sobre el<br />

funcionamiento <strong>de</strong>l PRONATEC en el período <strong>de</strong> 2011 a 2014 (Montagner y Muller, <strong>2015</strong>), se señala que hay una<br />

diferencia relevante en la vida profesional <strong>de</strong> las personas que asisten a los cursos ofrecidos por el programa en<br />

comparación con los que no participan 28 , evi<strong>de</strong>nciándose un incremento <strong>de</strong>l 73,6% en el número <strong>de</strong> participantes<br />

ocupados en el sector formal, ya sea en un empleo asalariado formal o por medio <strong>de</strong>l programa Microempren<strong>de</strong>dor<br />

Individual (MEI). Según Montagner y Muller (<strong>2015</strong>), el PRONATEC aumenta las probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> formalización y<br />

contribuye al empleo <strong>de</strong> los participantes inactivos o <strong>de</strong>socupados, sea en el mercado formal o informal. Asimismo,<br />

concluyen que, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las <strong>de</strong>strezas y habilida<strong>de</strong>s adquiridas durante los cursos, el acceso a la información sobre<br />

vacantes disponibles y la intermediación laboral prestada por el programa marcan la diferencia <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s<br />

profesionales entre los participantes y aquellos que no lo son. A<strong>de</strong>más, los autores <strong>de</strong>stacan que el contexto económico<br />

favorable en el país favoreció estos resultados, dado que en 2011, cuando se diseñó y puso en marcha el programa,<br />

en el mercado <strong>de</strong> trabajo brasileño se registraba un incremento <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> empleos formales, <strong>de</strong> los salarios<br />

(promedio y mínimo) y <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los trabajadores autónomos, junto con una reducción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sempleo.<br />

En Chile, los resultados <strong>de</strong> la evaluación <strong>de</strong> impacto <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Nivelación <strong>de</strong> Competencias Laborales (PNCL),<br />

tanto intermedios como finales, fueron positivos. El Programa, que apunta a la nivelación <strong>de</strong> estudios básicos y<br />

medios, entre 1999 y 2002 benefició a 33.963 personas que vivían en condiciones <strong>de</strong> pobreza. A nivel intermedio,<br />

se encontró un fuerte impacto en la continuación <strong>de</strong> estudios: en comparación con el grupo <strong>de</strong> control, un 97% <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong> la nivelación básica no habría realizado la nivelación <strong>de</strong> séptimo y octavo básico y un 23% no<br />

habría continuado estudiando en primero y segundo medio si no hubiera existido el PNCL. En cuanto a los resultados<br />

finales, al comparar la situación en junio <strong>de</strong> 2003 con respecto a junio <strong>de</strong> 2000, se observa que el programa produjo<br />

un alza <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> empleo <strong>de</strong> entre un 17% y un 18%, favoreciendo en particular a las <strong>de</strong>stinatarias mujeres. Sin<br />

embargo, no hay evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> efectos en la formalidad <strong>de</strong>l empleo o en los salarios (Bravo, 2003). Finalmente, en<br />

la Argentina se encontró que la participación en el Programa <strong>de</strong> Formación Continua produce un impacto positivo<br />

en la probabilidad <strong>de</strong> insertarse en empleos asalariados registrados por parte <strong>de</strong> los trabajadores, especialmente<br />

los más vulnerables. En promedio, las acciones <strong>de</strong> formación profesional incrementan en 3 puntos porcentuales la<br />

probabilidad <strong>de</strong> inserción en el empleo formal (Castillo, Ohaco y Schleser, 2014).<br />

b) Apoyo al trabajo in<strong>de</strong>pendiente<br />

Las estrategias <strong>de</strong> apoyo al trabajo in<strong>de</strong>pendiente para personas en edad <strong>de</strong> trabajar que viven en condición<br />

<strong>de</strong> pobreza o vulnerabilidad enfrentan varias dificulta<strong>de</strong>s, especialmente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> la generación<br />

sostenible <strong>de</strong> ingresos. Estos programas giran en torno a dos objetivos: la capacitación y el acceso al capital. Con estas<br />

dos herramientas, las personas en condición <strong>de</strong> pobreza <strong>de</strong>berían ser capaces <strong>de</strong> establecer negocios más exitosos<br />

que les permitirían mejorar su condición (Martínez y otros, 2013). Sin embargo, los análisis disponibles indican que<br />

los programas <strong>de</strong> fomento al microemprendimiento tien<strong>de</strong>n a ser efectivos solo para una minoría <strong>de</strong> trabajadores que<br />

están interesados en empezar un negocio propio y que, sobre todo, dan mejores resultados cuando los usuarios son<br />

personas motivadas y con un nivel educativo relativamente alto (Farné, 2009). A<strong>de</strong>más, pese a que el fomento <strong>de</strong>l<br />

empleo por cuenta propia se consi<strong>de</strong>re una forma <strong>de</strong> inclusión <strong>de</strong> los más pobres en el mundo productivo, muchas<br />

<strong>de</strong> las empresas establecidas por este medio no consiguen salir a<strong>de</strong>lante y acaban <strong>de</strong>sapareciendo poco <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

su creación (Weller, 2009), lo que cuestiona la eficacia <strong>de</strong> estos programas.<br />

En el caso <strong>de</strong>l Brasil, Serpa Braga, Leandro y Gama Lyra (2008) proveen evi<strong>de</strong>ncia a partir <strong>de</strong> la experiencia <strong>de</strong><br />

Crediamigo, un programa complementario <strong>de</strong> microcrédito <strong>de</strong>l Gobierno fe<strong>de</strong>ral (Crescer), ejecutado en las regiones<br />

<strong>de</strong>l norte <strong>de</strong>l país, don<strong>de</strong> actuaba principalmente mediante el fortalecimiento <strong>de</strong> experiencias <strong>de</strong> microemprendimiento<br />

previas. Se constató que en un 16% <strong>de</strong> los casos el crédito otorgado se utilizó para iniciar un negocio propio y en un<br />

82% <strong>de</strong> los recursos se <strong>de</strong>stinaron a la ampliación <strong>de</strong> negocios ya existentes, lo que parece indicar que las acciones <strong>de</strong><br />

27<br />

Trece semanas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la capacitación, la colocación <strong>de</strong> los participantes aumentó un 43%, mientras que en el caso <strong>de</strong> los no<br />

participantes, se elevó un 32% (Van Gameren, 2010).<br />

28<br />

El universo <strong>de</strong>l estudio incluyó a 2,5 millones <strong>de</strong> personas (entre participantes y no participantes).<br />

Capítulo III<br />

126


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

microemprendimiento funcionan mejor cuando refuerzan las capacida<strong>de</strong>s instaladas que cuando promueven nuevas<br />

alternativas <strong>de</strong> generación <strong>de</strong> ingresos 29 . En Chile, una evaluación <strong>de</strong> impacto realizada por Martínez y otros (2013) al<br />

Programa <strong>de</strong> Apoyo al Microemprendimiento (PAME), actual Yo Emprendo Semilla, muestra que ha tenido resultados<br />

positivos en el ingreso laboral y ha propiciado incrementos en la tasa <strong>de</strong> empleo y <strong>de</strong> microemprendimientos <strong>de</strong> los<br />

participantes (<strong>de</strong>l 18% y el 34%, respectivamente) en relación con el grupo <strong>de</strong> control.<br />

c) Generación directa e indirecta <strong>de</strong> empleo<br />

En la región, no son muchas las evaluaciones <strong>de</strong> impacto <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> generación directa e indirecta<br />

<strong>de</strong> empleo. El DNP <strong>de</strong> Colombia (2007) llevó a cabo una evaluación <strong>de</strong> impacto <strong>de</strong>l Programa Empleo en Acción,<br />

ejecutado entre 2002 y 2004 para generar empleos transitorios en obras <strong>de</strong> infraestructura. En la evaluación efectuada<br />

durante la ejecución <strong>de</strong> las obras (es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> corto plazo), se encontró que las mujeres, en especial las jefas <strong>de</strong><br />

hogar —tradicionalmente excluidas <strong>de</strong> los empleos en la construcción—, y los jóvenes <strong>de</strong> 18 a 25 años tuvieron más<br />

beneficios, tanto en la cantidad <strong>de</strong> horas trabajadas como en los ingresos laborales, dada su menor experiencia en el<br />

mercado <strong>de</strong> trabajo. Aunque se concluyó que una <strong>de</strong> las ventajas <strong>de</strong> los programas coyunturales <strong>de</strong> empleo público<br />

sobre otras opciones <strong>de</strong> política es la posibilidad <strong>de</strong> lograr una mayor focalización en poblaciones en condición<br />

<strong>de</strong> pobreza y vulnerabilidad, no se encontraron fundamentos suficientes para consi<strong>de</strong>rar que los efectos podrían<br />

sostenerse en el tiempo. De hecho, una vez terminadas las obras, la mayoría <strong>de</strong> los participantes regresó a trabajos<br />

asalariados informales y a activida<strong>de</strong>s por cuenta propia.<br />

En el Perú, en una evaluación <strong>de</strong> impacto <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Emergencia <strong>Social</strong> Productivo Urbano “A Trabajar Urbano”,<br />

que ocupaba a jefas y jefes <strong>de</strong> familia <strong>de</strong>sempleados para construir obras socialmente útiles en localida<strong>de</strong>s pobres,<br />

se <strong>de</strong>tectaron efectos positivos <strong>de</strong> corto plazo, ya que el programa lograba expandir los ingresos <strong>de</strong> los participantes<br />

casi un 40% frente a lo que habrían recibido si no participaban en él. Los impactos fueron mayores para las mujeres,<br />

los que se hallaban en situación <strong>de</strong> pobreza extrema y los habitantes <strong>de</strong> provincias. A<strong>de</strong>más, los participantes que<br />

recibieron algún tipo <strong>de</strong> capacitación mostraron un efecto mayor en los ingresos (Chacaltana, 2003). Sucesivamente,<br />

una evaluación <strong>de</strong> impacto <strong>de</strong>l programa <strong>de</strong> empleo temporal Construyendo Perú sobre el período 2007-2010 también<br />

dio como resultado que tenía consecuencias positivas en el corto plazo, ya que la participación en el programa<br />

permitía aumentar los ingresos laborales un 42%. Los efectos fueron más relevantes para los grupos poblacionales<br />

con menores oportunida<strong>de</strong>s laborales: las mujeres y la población <strong>de</strong> provincias. Sin embargo, en el mediano plazo<br />

no se aprecian diferencias sistemáticas entre participantes y no participantes respecto <strong>de</strong> los ingresos, la probabilidad<br />

<strong>de</strong> encontrar trabajo o la percepción <strong>de</strong> un nivel <strong>de</strong> vida mejor (BID, 2012).<br />

En cuanto a la generación indirecta <strong>de</strong> empleo, según una evaluación <strong>de</strong> impacto <strong>de</strong>l Subsidio al Empleo Joven<br />

<strong>de</strong> Chile, este programa ha sido un instrumento útil para la reactivación laboral en sectores vulnerables, especialmente<br />

en períodos <strong>de</strong> recesión económica. Hay evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> un consi<strong>de</strong>rable efecto en la probabilidad <strong>de</strong> participar en el<br />

mercado <strong>de</strong> trabajo a medida que se implementa el Subsidio, observándose un impacto levemente mayor en los hombres<br />

que en las mujeres. Si bien se registró un aumento <strong>de</strong>l empleo <strong>de</strong> quienes antes no participaban en el mercado laboral<br />

formal, no fue posible constatar un impacto significativo en la <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> las cotizaciones previsionales (Centro<br />

<strong>de</strong> Microdatos, 2012). Sin embargo, en la evaluación <strong>de</strong> impacto <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Bonificación a la Contratación<br />

<strong>de</strong> la Mano <strong>de</strong> Obra <strong>de</strong> Chile, que promovía la reinserción laboral <strong>de</strong> los trabajadores <strong>de</strong>sempleados mediante una<br />

bonificación porcentual fija pagada a empresas privadas y el financiamiento <strong>de</strong> un curso <strong>de</strong> capacitación, no se<br />

encontraron efectos estadísticamente significativos sobre la probabilidad <strong>de</strong> estar trabajando, recibir capacitación o<br />

aumentar las remuneraciones <strong>de</strong> los <strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong> ambos componentes entre 2004 y 2006, tanto durante el año<br />

<strong>de</strong> participación en el programa como a los 6, 12 y 18 meses <strong>de</strong> finalizada su participación. Esto indica que, <strong>de</strong> no<br />

haber operado el programa, los <strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong> ambos componentes habrían tenido las mismas probabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

obtener un empleo, <strong>de</strong> capacitarse o <strong>de</strong> percibir el mismo nivel <strong>de</strong> remuneraciones que recibirían si el programa no<br />

hubiese existido en esos años. La hipótesis que pue<strong>de</strong> explicar esta situación es que el diseño <strong>de</strong>l programa permitía<br />

que el empleador escogiera y seleccionara a los trabajadores con mayor empleabilidad, con lo que no incidía en<br />

la población con déficits en esta variable. En consecuencia, el programa <strong>de</strong> empleo solo estaba beneficiando a las<br />

empresas al permitirles reducir los costos <strong>de</strong> las contrataciones <strong>de</strong> mano <strong>de</strong> obra que efectuaban (DIPRES, 2009).<br />

29<br />

El estudio analiza el perfil socioeconómico <strong>de</strong> 99 <strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong>l Bolsa Família que participaron en el proyecto piloto en cinco<br />

municipios (Ceará, Itaitinga, Maranguape, Pacajus y Paracuru) en 2007.<br />

Capítulo III<br />

127


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

d) Servicios <strong>de</strong> intermediación laboral<br />

Pese al fortalecimiento y la mo<strong>de</strong>rnización <strong>de</strong> los servicios públicos <strong>de</strong> intermediación laboral emprendidos en<br />

algunos países (Filgueira y Rossel, <strong>2015</strong>), los resultados <strong>de</strong> las evaluaciones en la región apuntan a la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong><br />

estos servicios para cumplir con su fin <strong>de</strong> colocación laboral en empleos <strong>de</strong> calidad. Entre los <strong>de</strong>safíos pendientes,<br />

se encuentra la necesidad <strong>de</strong> mejorar el diagnóstico sobre los requerimientos <strong>de</strong>l sector privado generador <strong>de</strong><br />

empleo y la articulación entre los empleos ofrecidos y el perfil e historial laboral <strong>de</strong> los que buscan una colocación.<br />

A esto hay que sumar que una gran proporción <strong>de</strong> las contrataciones continúa realizándose por medios informales<br />

—contactos y recomendaciones personales—, lo que <strong>de</strong>bilita la eficiencia <strong>de</strong> los servicios <strong>de</strong> intermediación<br />

laboral y contribuye a profundizar las brechas en el mercado <strong>de</strong> trabajo (CEPAL, 2012b). En el Brasil, Silva y<br />

otros (2010) <strong>de</strong>stacan la baja calidad <strong>de</strong> la infraestructura y la escasa efectividad <strong>de</strong>l SINE, sobre todo en lo que<br />

se refiere a las personas en condición <strong>de</strong> pobreza que, en general, cuentan con menos información y necesitan<br />

más orientación para incorporarse al mercado laboral. En Chile, se consi<strong>de</strong>ra que las Oficinas Municipales <strong>de</strong><br />

Intermediación Laboral (OMIL) se encuentran en una situación precaria (en cuanto a condiciones materiales <strong>de</strong><br />

trabajo y recursos humanos) y que son poco efectivas para lograr colocaciones laborales; a<strong>de</strong>más, los usuarios<br />

presentan bajos niveles <strong>de</strong> satisfacción. En particular, se <strong>de</strong>staca que existen <strong>de</strong>ficiencias en la intermediación<br />

laboral para orientar a trabajadores con bajas calificaciones. Lo anterior se <strong>de</strong>be a las mayores exigencias técnicas<br />

que plantea la intermediación laboral con trabajadores no calificados, que suelen estar insertos en empleos<br />

informales y no confían en los servicios <strong>de</strong> intermediación laboral (solamente el 3% <strong>de</strong> los participantes en Chile<br />

Solidario se encontraban inscritos en una OMIL) (Brandt, 2012). En México, el subprograma Empleo Formal<br />

(componente <strong>de</strong>l PAE implementado entre 2002 y 2008) consistía en brindar apoyo económico a la población<br />

<strong>de</strong>sempleada y expulsada <strong>de</strong>l sector formal, con el fin <strong>de</strong> favorecer su vinculación a un empleo, promoviendo<br />

acciones permanentes <strong>de</strong> búsqueda <strong>de</strong> empleo por parte <strong>de</strong> los <strong>de</strong>stinatarios y prestando orientación laboral y<br />

asesoría mediante el Servicio Nacional <strong>de</strong> Empleo. Al respecto, se encuentra que el apoyo monetario ofrecido<br />

permitía a los usuarios encontrar empleos mejor remunerados y con mejores prestaciones, logrando asimismo<br />

disminuir el tiempo para reincorporarse al sector formal (Van Gameren, 2010).<br />

C. Consi<strong>de</strong>raciones finales: <strong>de</strong>safíos para<br />

la inclusión laboral <strong>de</strong> la población<br />

que vive en condiciones <strong>de</strong> pobreza<br />

y vulnerabilidad<br />

A fin <strong>de</strong> contribuir a la superación <strong>de</strong> la pobreza y la reducción <strong>de</strong> la vulnerabilidad, los programas <strong>de</strong> inclusión<br />

laboral y productiva <strong>de</strong>ben ser parte <strong>de</strong> un marco integrado <strong>de</strong> políticas públicas, que articule la política económica,<br />

las políticas productivas y laborales, y la política social. En particular, es necesario promover el cambio estructural,<br />

el trabajo <strong>de</strong>cente y la igualdad <strong>de</strong> género.<br />

Las personas que viven en condiciones <strong>de</strong> indigencia, pobreza o vulnerabilidad enfrentan múltiples barreras<br />

para insertarse <strong>de</strong> manera sostenible en empleos productivos y <strong>de</strong> calidad, con acceso a <strong>de</strong>rechos y a la protección.<br />

Esas dificulta<strong>de</strong>s están fuertemente marcadas por los <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong> género, raza y etnia, así como por ciertos<br />

momentos <strong>de</strong>l ciclo <strong>de</strong> vida —en particular la juventud— y la condición <strong>de</strong> discapacidad, y son más pronunciadas<br />

en las áreas rurales y en los países con mayores brechas <strong>de</strong> bienestar. Para hacer frente a esa realidad y como parte<br />

<strong>de</strong> las estrategias <strong>de</strong> reducción <strong>de</strong> la pobreza, se vienen <strong>de</strong>sarrollando en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe programas y<br />

acciones <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva con el objetivo <strong>de</strong> ampliar las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> inserción y generación<br />

autónoma <strong>de</strong> ingresos laborales para esa población. Sin embargo, como se ha analizado en este capítulo, esas<br />

iniciativas con frecuencia tienen una escala reducida, no llegan a conformar una política nacional, están más<br />

concentradas en la oferta que en la <strong>de</strong>manda por trabajo y están poco articuladas con estrategias <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />

productivo e innovación.<br />

Capítulo III<br />

128


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

La contribución efectiva <strong>de</strong> estas acciones y programas para la reducción <strong>de</strong> la pobreza y la vulnerabilidad<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong>l crecimiento económico y la naturaleza <strong>de</strong> la estructura productiva. Su éxito será limitado<br />

si las economías no generan suficientes oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong>cente. Por ello, es necesario ampliar la escala <strong>de</strong><br />

los programas y articularlos en una política integrada y más equilibrada entre la oferta y la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> trabajo que, a<br />

su vez, esté articulada con otros programas e instrumentos <strong>de</strong> política social y económica y con estrategias <strong>de</strong> cambio<br />

estructural en el mercado <strong>de</strong> trabajo y promoción <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong>cente, lo que requiere una labor eminentemente<br />

intersectorial (CEPAL, <strong>2015</strong>a).<br />

En particular, es clave que los <strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong> los programas logren formalizarse, reciban salarios superiores<br />

al mínimo o se inserten en trabajos con acceso a la protección social. El problema <strong>de</strong> los posibles incentivos a la<br />

informalidad laboral se relaciona en gran medida con las iniciativas <strong>de</strong> apoyo al trabajo in<strong>de</strong>pendiente. De allí surge<br />

la importancia <strong>de</strong> complementar las acciones <strong>de</strong> apoyo al microemprendimiento y al trabajo por cuenta propia con<br />

programas <strong>de</strong> simplificación tributaria y administrativa que fomenten la formalización (véase el recuadro III.4) 30 .<br />

La articulación e integración <strong>de</strong> las políticas y programas para promover el trabajo <strong>de</strong>cente significa, entre otras<br />

medidas, implementar políticas macroeconómicas, productivas y sectoriales favorables a la generación <strong>de</strong> empleos<br />

<strong>de</strong> calidad, promover la formalización <strong>de</strong>l trabajo y <strong>de</strong> la economía informal, fomentar la autonomía económica <strong>de</strong><br />

las mujeres, ampliar las oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> trayectorias <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong>cente para los jóvenes, formular<br />

políticas y regulaciones <strong>de</strong> conciliación entre el trabajo y la familia, avanzar en políticas <strong>de</strong> valorización <strong>de</strong>l salario<br />

mínimo, implementar o fortalecer las medidas <strong>de</strong> protección <strong>de</strong>l empleo (como los seguros <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo), prevenir<br />

y erradicar el trabajo infantil y el trabajo forzoso, combatir todas las formas <strong>de</strong> discriminación en el empleo y la<br />

ocupación, garantizar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> organización sindical y negociación colectiva, e instituir y fortalecer instancias<br />

y procesos <strong>de</strong> diálogo social (CEPAL, <strong>2015</strong>a, pág. 131). Se pone así sobre la mesa uno <strong>de</strong> los mayores <strong>de</strong>safíos para<br />

la inclusión social en la región: la articulación y armonización entre la política económica, las políticas productivas<br />

y laborales y la política social.<br />

También es necesario que en las políticas y los programas públicos <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva se tome en<br />

cuenta la heterogeneidad <strong>de</strong>l perfil <strong>de</strong> los <strong>de</strong>stinatarios (en términos <strong>de</strong> sexo, edad, raza y etnia) y <strong>de</strong> las localida<strong>de</strong>s<br />

en que viven, los déficits <strong>de</strong> formación educacional y los problemas <strong>de</strong> a<strong>de</strong>cuación entre la oferta y la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong><br />

trabajo, dada la <strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> los vínculos con los sectores generadores <strong>de</strong> empleo. I<strong>de</strong>almente, las distintas medidas<br />

<strong>de</strong> política pública en materia <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva (véase el cuadro III.A1.1) <strong>de</strong>berían estar integradas<br />

en una ventanilla única que permita el acceso <strong>de</strong> los adultos en edad <strong>de</strong> trabajar a las distintas intervenciones<br />

(formación y capacitación, nivelación <strong>de</strong> estudios, microemprendimiento, generación directa e indirecta <strong>de</strong> empleo<br />

e intermediación laboral), según las necesida<strong>de</strong>s específicas <strong>de</strong> quienes acu<strong>de</strong>n a solicitar los servicios 31 .<br />

Por último, un factor <strong>de</strong> éxito clave radica en la a<strong>de</strong>cuada consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la dimensión <strong>de</strong> género (Abramo, 2005).<br />

Pese a que las brechas por sexo en el mercado <strong>de</strong> trabajo han disminuido, continúan siendo altas, lo que contrasta con<br />

los logros <strong>de</strong> las mujeres en el ámbito educativo. Se <strong>de</strong>ben profundizar las iniciativas tendientes a la igualdad <strong>de</strong> género<br />

en la división <strong>de</strong>l trabajo no remunerado en los hogares, puesto que estas asimetrías obstaculizan la participación laboral<br />

<strong>de</strong> las mujeres, las hacen más vulnerables ante los riesgos y erosionan sus posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> autonomía económica.<br />

De igual forma, se <strong>de</strong>be avanzar en el fomento <strong>de</strong> la participación en espacios <strong>de</strong>liberativos, como las instancias <strong>de</strong><br />

negociación colectiva, los sindicados, las confe<strong>de</strong>raciones empresariales y las organizaciones <strong>de</strong> la sociedad civil,<br />

con el objeto <strong>de</strong> lograr mayor reconocimiento y garantía <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos. Entre las políticas que <strong>de</strong>berían fortalecerse,<br />

se cuentan la provisión <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> cuidado <strong>de</strong> personas <strong>de</strong>pendientes (véase el recuadro III.6), las intervenciones<br />

para prevenir la maternidad y paternidad precoz (garantizando el acceso a servicios públicos para los adolescentes<br />

y jóvenes <strong>de</strong> ambos sexos), los programas <strong>de</strong> capacitación y empleo a mujeres <strong>de</strong> entornos socioeconómicos en<br />

<strong>de</strong>sventaja, y las políticas que reduzcan la segregación ocupacional y las brechas <strong>de</strong> ingreso (CEPAL, 2014a). Debe<br />

prestarse especial atención a las mujeres indígenas y afro<strong>de</strong>scendientes, que enfrentan múltiples discriminaciones<br />

por su condición <strong>de</strong> género, étnica y racial.<br />

30<br />

Por ejemplo, en el Brasil, las empresas que contratan a <strong>de</strong>stinatarios <strong>de</strong> Jovem Aprendiz/PRONATEC reciben en contrapartida reducciones<br />

<strong>de</strong> su carga tributaria. En la Argentina, el programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo ofrece incentivos financieros a las micro, pequeñas<br />

y medianas empresas para la contratación <strong>de</strong> jóvenes en relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, por un plazo máximo <strong>de</strong> seis meses.<br />

31<br />

El <strong>de</strong>safío es particularmente acucioso en las áreas rurales, ya que allí los Ministerios <strong>de</strong> Trabajo o <strong>de</strong> Agricultura no suelen aten<strong>de</strong>r<br />

suficientemente a los trabajadores o trabajadoras.<br />

Capítulo III<br />

129


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Recuadro III.6<br />

Inclusión laboral <strong>de</strong> las personas cuidadoras: <strong>de</strong>safíos para la articulación <strong>de</strong> políticas laborales,<br />

<strong>de</strong> cuidado y autonomía económica <strong>de</strong> las mujeres<br />

La <strong>de</strong>sigual carga <strong>de</strong> trabajo doméstico y <strong>de</strong> cuidado no<br />

remunerado que asumen primordialmente las mujeres en<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, en un contexto marcado por la ausencia <strong>de</strong><br />

una cultura <strong>de</strong> corresponsabilidad entre los sexos y entre el<br />

Estado, las familias y el mercado, le impone a la población<br />

femenina <strong>de</strong> los países gran<strong>de</strong>s barreras para su plena inclusión<br />

laboral y generación <strong>de</strong> ingresos para ejercer su autonomía<br />

económica. Los efectos sociales y económicos <strong>de</strong> esta situación,<br />

expresión <strong>de</strong> la división sexual <strong>de</strong>l trabajo predominante y <strong>de</strong><br />

la discriminación, <strong>de</strong>rivan en la mantención <strong>de</strong> persistentes<br />

<strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> género que comienzan a ganar creciente<br />

atención en el <strong>de</strong>bate público <strong>de</strong> la región. En este sentido,<br />

existe evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l impacto positivo que tendría el cierre <strong>de</strong><br />

las brechas <strong>de</strong> género, ya sea en cuanto al acceso a un trabajo<br />

remunerado o a los ingresos que se perciben, sobre la pobreza<br />

monetaria y la <strong>de</strong>sigualdad distributiva. Por ejemplo, la primera<br />

<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ría hasta 10 puntos porcentuales en El Salvador y<br />

Nicaragua, con una reducción <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad en estos<br />

mismos países <strong>de</strong> 4 puntos porcentuales, medido a través<br />

<strong>de</strong>l coeficiente <strong>de</strong> Gini (CEPAL, 2014a). Estas constataciones,<br />

junto con un importante caudal <strong>de</strong> estudios y reflexiones<br />

sobre los cambios <strong>de</strong>mográficos y culturales que están<br />

ocurriendo en la región, han contribuido a impulsar el <strong>de</strong>bate<br />

sobre la economía <strong>de</strong>l cuidado y la necesidad <strong>de</strong> implementar<br />

políticas integradas en los países latinoamericanos, en que<br />

se contemplen las poblaciones que <strong>de</strong>mandan cuidado y<br />

las personas que lo proveen, en particular las mujeres que<br />

cotidianamente realizan este trabajo <strong>de</strong> forma no remunerada<br />

en sus hogares (Batthyány, <strong>2015</strong>; CEPAL, 2012, 2014a y 2014b;<br />

Marco y Rico, 2013; Rico y Robles, <strong>2015</strong>).<br />

Pese a su relevancia, estas políticas son todavía incipientes<br />

en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y, en su gran mayoría, no cuentan con un<br />

diseño integral e interinstitucional. En esta línea, tampoco<br />

es posible observar su articulación con estrategias <strong>de</strong><br />

inclusión laboral <strong>de</strong> las mujeres en el marco <strong>de</strong> iniciativas<br />

para la conciliación <strong>de</strong> las <strong>de</strong>mandas laborales y domésticas<br />

<strong>de</strong> todos los trabajadores. Este es un déficit significativo,<br />

especialmente consi<strong>de</strong>rando que la carga <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong>l trabajo<br />

<strong>de</strong> cuidados dificulta la participación laboral efectiva <strong>de</strong> las<br />

mujeres, así como su inserción en programas <strong>de</strong> inclusión y<br />

capacitación laboral.<br />

No obstante, cabe tener en cuenta algunas experiencias<br />

que, con voluntad política, sin gran<strong>de</strong>s recursos invertidos y con<br />

medidas que pue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rarse pequeñas pero que hacen<br />

una gran diferencia, indican elementos para establecer una<br />

estrategia <strong>de</strong> políticas públicas <strong>de</strong> igualdad a nivel regional. Por<br />

ejemplo, el Programa <strong>de</strong> Respaldo a Estudiantes <strong>de</strong> Argentina<br />

(PROG.R.ES.AR), coordinado por el Ministerio <strong>de</strong> Hacienda y<br />

Finanzas Públicas, está <strong>de</strong>stinado a apoyar la conclusión <strong>de</strong> los<br />

estudios <strong>de</strong> jóvenes <strong>de</strong> 18 a 24 años con ingresos inferiores al<br />

salario mínimo o que se encuentran fuera <strong>de</strong>l mercado laboral.<br />

Consiste en una prestación económica universal <strong>de</strong> 900 pesos<br />

argentinos (95 dólares) por mes condicionada a la asistencia al<br />

programa <strong>de</strong> capacitación o a la escuela. Como prestaciones<br />

complementarias, se incluye un esquema <strong>de</strong> formación en<br />

distintos oficios y cursos <strong>de</strong> introducción al trabajo que brinda<br />

el Ministerio <strong>de</strong> Trabajo, Empleo y Seguridad. Para asegurar la<br />

participación <strong>de</strong> las y los jóvenes que tienen hijos a su cuidado,<br />

el programa se articula con el Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

para que los niños y niñas accedan a centros <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />

infantil mientras transcurren las sesiones <strong>de</strong> capacitación<br />

laboral (PROG.R.ES.AR, <strong>2015</strong>).<br />

En Chile, el Servicio Nacional <strong>de</strong> la Mujer (SERNAM), junto<br />

con el Ministerio <strong>de</strong> Educación y la Junta Nacional <strong>de</strong> Auxilio<br />

Escolar y Becas (JUNAEB), han implementado el Programa 4<br />

a 7, <strong>de</strong>stinado a mujeres responsables <strong>de</strong>l cuidado personal<br />

<strong>de</strong> niños y niñas <strong>de</strong> 6 a 13 años, con el objetivo <strong>de</strong> contribuir<br />

a su inserción y permanencia laboral mediante su asistencia<br />

a talleres <strong>de</strong> habilitación para el trabajo remunerado. Mientras<br />

las mujeres asisten a estas capacitaciones, sus hijos e hijas<br />

concurren a talleres y activida<strong>de</strong>s en instituciones educacionales<br />

coordinadas por las municipalida<strong>de</strong>s en horarios posteriores<br />

al fin <strong>de</strong> la jornada escolar (SERNAM, 2014). Por su parte, el<br />

Servicio Nacional <strong>de</strong> Capacitación y Empleo (SENCE) puso en<br />

marcha el programa nacional <strong>de</strong> capacitación profesional +Capaz<br />

para apoyar el acceso y la permanencia en el mercado laboral<br />

<strong>de</strong> mujeres, jóvenes y personas con alguna discapacidad que<br />

se encuentren en situación <strong>de</strong> vulnerabilidad social, mediante la<br />

capacitación técnica, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> habilida<strong>de</strong>s transversales<br />

y la intermediación laboral. Con el fin <strong>de</strong> facilitar la participación<br />

<strong>de</strong> quienes tienen responsabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cuidado infantil, el<br />

programa contempla un componente particular. En el caso <strong>de</strong><br />

niños y niñas <strong>de</strong> 2 a 6 años, pue<strong>de</strong>n permanecer en el mismo<br />

recinto don<strong>de</strong> se imparten las capacitaciones; quienes tienen<br />

a cargo hijos o hijas menores <strong>de</strong> 2 años reciben un subsidio<br />

infantil equivalente a $4.000 pesos chilenos (6 dólares) por<br />

cada sesión <strong>de</strong> capacitación (SENCE, <strong>2015</strong>).<br />

En el Uruguay, el Programa Yo Estudio y Trabajo tiene<br />

como objetivo ofrecer una primera experiencia laboral formal a<br />

estudiantes <strong>de</strong> 16 a 20 años <strong>de</strong> edad para <strong>de</strong>sarrollar competencias<br />

laborales transversales y a su vez asegurar su continuidad<br />

en los estudios. Es coordinado por la Dirección Nacional <strong>de</strong><br />

Empleo (DINAE) <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Trabajo y Seguridad <strong>Social</strong><br />

(MTSS), bajo un esquema interinstitucional <strong>de</strong>l que participan<br />

también el Instituto Nacional <strong>de</strong> Empleo y Formación Profesional<br />

(INEFOP), el Instituto <strong>de</strong>l Niño y Adolescente <strong>de</strong>l Uruguay (INAU),<br />

el Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (MIDES) y el Ministerio <strong>de</strong><br />

Educación y Cultura (MEC). El programa incluye una prestación<br />

económica diferenciada para mujeres embarazadas o con hijos<br />

e hijas a cargo menores <strong>de</strong> 4 años, que equivale a 16.914 pesos<br />

uruguayos (574 dólares) por 30 horas semanales <strong>de</strong> trabajo,<br />

mientras que la retribución mensual básica <strong>de</strong>l programa es <strong>de</strong><br />

11.276 pesos uruguayos (383 dólares) (MTSS, <strong>2015</strong>). También en<br />

este país, el Programa <strong>de</strong> Capacitación para Madres Adolescentes<br />

y Jóvenes, <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Promoción <strong>de</strong> la<br />

Igualdad <strong>de</strong> Oportunida<strong>de</strong>s para las Mujeres en el Empleo y<br />

la Formación Profesional (PROIMUJER) <strong>de</strong>l INEFOP, brinda<br />

capacitación a mujeres madres adolescentes y jóvenes <strong>de</strong> 19<br />

a 29 años en situación <strong>de</strong> vulnerabilidad, embarazadas o con al<br />

menos un hijo o hija menor <strong>de</strong> 4 años. El programa contempla<br />

un esquema <strong>de</strong> formación técnica con acceso a una pasantía,<br />

durante la cual se entrega una beca por día asistido, un fondo<br />

<strong>de</strong> hasta 350 dólares para aten<strong>de</strong>r cuestiones como la salud<br />

bucal y oftalmológica, la vestimenta y el transporte <strong>de</strong> las<br />

<strong>de</strong>stinatarias, y un fondo para el cuidado <strong>de</strong> los niños y niñas<br />

(CEPAL y otros, 2013).<br />

Capítulo III<br />

130


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Recuadro III.6 (conclusión)<br />

Estas iniciativas <strong>de</strong>muestran la factibilidad <strong>de</strong> diseñar<br />

estrategias <strong>de</strong> inclusión laboral para las personas cuidadoras no<br />

remuneradas, consi<strong>de</strong>rando las dificulta<strong>de</strong>s específicas, <strong>de</strong> corte<br />

cultural y económico, que enfrentan para participar <strong>de</strong> programas <strong>de</strong><br />

capacitación e incorporarse al mercado laboral. Si bien constituyen<br />

un avance significativo frente a una problemática con frecuencia<br />

invisibilizada, es necesario promover la consolidación <strong>de</strong> sistemas<br />

integrados <strong>de</strong> cuidado que incluyan en su formulación medidas<br />

concretas y que se articulen con políticas laborales inclusivas,<br />

ya sean <strong>de</strong> oferta o <strong>de</strong> <strong>de</strong>manda.<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> K. Batthyány, “Las políticas y el cuidado en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>. Una mirada<br />

a las experiencias regionales”, Asuntos <strong>de</strong> Género, Nº 124 (LC/L.3958), Santiago, CEPAL, <strong>2015</strong>; CEPAL, <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> 2014<br />

(LC/G.2635-P), Santiago, 2014; Informe regional sobre el examen y la evaluación <strong>de</strong> la Declaración y la Plataforma <strong>de</strong> Acción <strong>de</strong> Beijing y el documento<br />

final <strong>de</strong>l vigesimotercer período extraordinario <strong>de</strong> sesiones <strong>de</strong> la Asamblea General (2000) en los países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (LC/L.3951),<br />

Santiago, 2014; <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> 2012 (LC/G.2557-P), Santiago, 2012; Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)/<br />

Organización <strong>de</strong> las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)/Entidad <strong>de</strong> las Naciones Unidas para la Igualdad <strong>de</strong> Género y el<br />

Empo<strong>de</strong>ramiento <strong>de</strong> las Mujeres (ONU-Mujeres)/Programa <strong>de</strong> las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)/Organización Internacional <strong>de</strong>l Trabajo (OIT),<br />

Trabajo <strong>de</strong>cente e igualdad <strong>de</strong> género. Políticas para mejorar el acceso y la calidad <strong>de</strong>l empleo <strong>de</strong> las mujeres en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, Santiago, 2013,<br />

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Capítulo III<br />

131


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

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(2010), Informe mundial sobre salarios 2010/2011. Políticas salariales en tiempos <strong>de</strong> crisis, Santiago.<br />

Capítulo III<br />

132


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

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Capítulo III<br />

133


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Anexo III.A1<br />

País<br />

Programa (año <strong>de</strong> inicio)<br />

Cuadro III.A1.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): principales ámbitos <strong>de</strong> acción<br />

<strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva<br />

Capacitación<br />

técnica y<br />

profesional<br />

Nivelación<br />

<strong>de</strong> estudios y<br />

retención escolar<br />

Servicios <strong>de</strong><br />

intermediación<br />

laboral<br />

Apoyo al<br />

trabajo<br />

in<strong>de</strong>pendiente<br />

Generación<br />

directa <strong>de</strong><br />

empleo<br />

Argentina PROEMPLEAR (2014) x a x<br />

Programa <strong>de</strong> Respaldo a Estudiantes <strong>de</strong><br />

x x x<br />

Argentina (PROG.R.ES.AR ) (2014)<br />

Plan Argentina Trabaja (2009) x x x x<br />

Jóvenes con Más y Mejor Trabajo (2008) x x x x x<br />

Seguro <strong>de</strong> Capacitación y Empleo (2006) x x x<br />

Programa <strong>de</strong> Formación Continua (2003) x x<br />

Programa <strong>de</strong> Empleo Comunitario (2003)<br />

x<br />

Bolivia (Estado Programa <strong>de</strong> Inclusión Económica para<br />

x<br />

Plurinacional <strong>de</strong>) Familias y Comunida<strong>de</strong>s Rurales en<br />

el Territorio <strong>de</strong>l Estado Plurinacional<br />

<strong>de</strong> Bolivia (ACCESOS) (2013)<br />

Programa <strong>de</strong> Apoyo al Empleo (2012) x x<br />

Mi Primer Empleo Digno (2008) x x x<br />

Brasil Acessuas Trabalho (2012) x b x<br />

Programa Nacional <strong>de</strong> Enseñanza<br />

x<br />

x<br />

Técnica y Empleo (PRONATEC) (2011)<br />

Crescer (2011)<br />

x<br />

Projovem Integrado (2005) x x<br />

Chile +Capaz (2014) x x x<br />

Yo Trabajo - Apoyo a tu Plan Laboral (2013)<br />

x<br />

Bono al Trabajo <strong>de</strong> la Mujer (2012)<br />

x<br />

Generación <strong>de</strong> Microemprendimiento<br />

x<br />

Indígena Urbano (2011)<br />

Yo Trabajo (2009) x x<br />

Subsidio al Empleo Joven (2009)<br />

x<br />

Yo Trabajo - Joven (2007)<br />

x<br />

Mujer Trabajadora y Jefa <strong>de</strong> Hogar (2007) x x x x<br />

Desarrollo <strong>de</strong> Competencias Laborales (2005) x x<br />

Yo Emprendo Semilla (2002)<br />

x<br />

Programa <strong>de</strong> Nivelación <strong>de</strong><br />

x<br />

Competencias Laborales (1999)<br />

Capacitación en Oficios (1997) x x<br />

Colombia Ingreso para la Prosperidad <strong>Social</strong> (IPS) (2011) x x x<br />

Mujeres Ahorradoras en Acción (2007)<br />

x<br />

Jóvenes Rurales Empren<strong>de</strong>dores (2006)<br />

x<br />

Jóvenes en Acción (2001)<br />

x<br />

Costa Rica Empleate (2011) x x<br />

Programa Nacional <strong>de</strong> Empleo (2000) x x<br />

Ecuador Crédito <strong>de</strong> Desarrollo Humano (2001) x<br />

El Salvador Programa <strong>de</strong> Apoyo Temporal<br />

x<br />

al Ingreso (PATI) (2009)<br />

Comunida<strong>de</strong>s Solidarias (2005) x x x<br />

Guatemala Programa <strong>de</strong> Generación <strong>de</strong> Empleo y<br />

x<br />

x<br />

Educación Vocacional para Jóvenes (2013)<br />

Haití Ti Kredi (2014) x<br />

Kore Peyizan (2013)<br />

x<br />

Honduras Formación Profesional para Jóvenes en<br />

x<br />

Riesgo <strong>de</strong> Exclusión (PROJOVEN) (2014)<br />

Jamaica Step-to-work Programme (2008) x x<br />

Jamaica Youth Employment Network (2005) x x<br />

Building Youth For National Development (2002) x<br />

Generación<br />

indirecta<br />

<strong>de</strong> empleo<br />

Capítulo III<br />

134


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Cuadro III.A1.1 (conclusión)<br />

País<br />

Programa (año <strong>de</strong> inicio)<br />

Capacitación<br />

técnica y<br />

profesional<br />

Nivelación<br />

<strong>de</strong> estudios y<br />

retención escolar<br />

Servicios <strong>de</strong><br />

intermediación<br />

laboral<br />

Apoyo al<br />

trabajo<br />

in<strong>de</strong>pendiente<br />

México Prospera (2014) x x x x<br />

Generación<br />

directa <strong>de</strong><br />

empleo<br />

Programa <strong>de</strong> Empleo Temporal (2000) x x<br />

Nicaragua Programa Productivo Alimentario (2007) x<br />

Panamá Programa Padrino Empresario (2000) x<br />

Paraguay Tenon<strong>de</strong>rã (2014) x x<br />

Ñamba’apo Paraguay (2010) x x x<br />

Perú Jóvenes Productivos (2011) x x<br />

República<br />

Dominicana<br />

Trinidad y<br />

Tabago<br />

Programa para la Generación <strong>de</strong> Empleo<br />

<strong>Social</strong> Inclusivo “Trabaja Perú” (2011)<br />

Mi Chacra Empren<strong>de</strong>dora Haku Wiñay (2009) x x<br />

Programa <strong>de</strong> Apoyo al Micro<br />

x<br />

Emprendimiento (1992)<br />

Progresando con Solidaridad (2012) x x x x<br />

Programa Juventud y Empleo (2009)<br />

x<br />

Unemployment Relief Programme (2011)<br />

x<br />

x<br />

Generación<br />

indirecta<br />

<strong>de</strong> empleo<br />

Uruguay Compromiso Educativo (2011) x<br />

Uruguay Trabaja (2008) x x<br />

Cooperativas <strong>Social</strong>es (2007)<br />

x<br />

Programa <strong>de</strong> Fortalecimiento a<br />

x<br />

Emprendimientos (2006)<br />

Venezuela Gran Misión Saber y Trabajo (2012) x x<br />

(República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

Misión Ribas (2003)<br />

x<br />

Total 61 37 14 17 25 8 10<br />

Porcentaje 100,0 61,6 23,0 27,9 41,0 13,1 16,4<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), Base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> protección social no contributiva en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

[en línea] http://dds.cepal.org/bpsnc.<br />

a<br />

Proporcionado mediante el PROG.R.ES.AR.<br />

b<br />

Proporcionado mediante el PRONATEC.<br />

Capítulo III<br />

135


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Capítulo III<br />

Cuadro III.A1.2<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (17 países): programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva,<br />

componentes <strong>de</strong> capacitación técnica y profesional<br />

País Programa Entidad a cargo<br />

Argentina Jóvenes con Más y<br />

Mejor Trabajo<br />

Bolivia (Estado<br />

Plurinacional <strong>de</strong>)<br />

Plan Argentina Trabaja/<br />

Ingreso <strong>Social</strong> con Trabajo<br />

Plan Argentina Trabaja/<br />

Ellas Hacen<br />

Programa <strong>de</strong> Respaldo a<br />

Estudiantes <strong>de</strong> Argentina<br />

(PROG.R.ES.AR)<br />

Seguro <strong>de</strong> Capacitación<br />

y Empleo<br />

Programa <strong>de</strong> Formación<br />

Continua<br />

Ministerio <strong>de</strong> Trabajo, Empleo y<br />

Seguridad <strong>Social</strong> (MTEySS)<br />

Número <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>stinatarios<br />

130 000<br />

(2012)<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (MDS) 203 877<br />

(2013-2014 )<br />

MDS 272 900<br />

(2013-<strong>2015</strong>)<br />

Administración Nacional <strong>de</strong> la Seguridad<br />

<strong>Social</strong> (ANSES) (en coordinación<br />

con el Ministerio <strong>de</strong> Educación, el<br />

MDS y el MTEySS, entre otros)<br />

702 867<br />

(<strong>2015</strong>)<br />

MTEySS 226 744<br />

(2012)<br />

MTEySS 2 400 000<br />

(2003-2013)<br />

Mi Primer Empleo Digno Ministerio <strong>de</strong> Trabajo, Empleo<br />

y Previsión <strong>Social</strong><br />

Programa <strong>de</strong> Apoyo al Empleo Ministerio <strong>de</strong> Trabajo, Empleo<br />

y Previsión <strong>Social</strong><br />

Brasil Acessuas Trabalho Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

y Lucha contra el Hambre,<br />

Ministerio <strong>de</strong> Educación (MEC) y<br />

Plan Brasil Sem Miséria (BSM)<br />

Projovem Integrado Secretaría Nacional <strong>de</strong> la Juventud<br />

(en conjunto con: Ministerio <strong>de</strong> la<br />

Educación, Ministerio <strong>de</strong>l Trabajo y<br />

Empleo y Ministerio <strong>de</strong>l Desarrollo<br />

<strong>Social</strong> y Lucha contra el Hambre<br />

Programa Nacional <strong>de</strong><br />

Enseñanza Técnica y<br />

Empleo (PRONATEC)<br />

Ministerio <strong>de</strong> Educación - Ministerio<br />

<strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> y Lucha<br />

contra el Hambre<br />

3 377<br />

(2014)<br />

20 000<br />

(2012-2016)<br />

649 300<br />

(2012-2013)<br />

1 419 398<br />

(2010)<br />

4 600 000<br />

(2014)<br />

Grupo <strong>de</strong> edad <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>stinatarios<br />

Criterios <strong>de</strong> elegibilidad<br />

Duración <strong>de</strong> los cursos<br />

<strong>de</strong> capacitación<br />

Otras medidas<br />

18-24 años Desempleo y estudios incompletos 130 horas (cuatro meses) - Transferencias monetarias<br />

- Apoyo a microemprendimientos<br />

- Pasantías e inclusión laboral<br />

- Intermediación laboral y apoyo<br />

en la búsqueda <strong>de</strong> empleo<br />

Mayores <strong>de</strong> 15 años Vulnerabilidad, sin ingresos<br />

formales (incluidas las pensiones)<br />

Mayores <strong>de</strong> 15 años Mujeres con tres o más hijos a<br />

cargo (menores <strong>de</strong> 18 años o en<br />

condición <strong>de</strong> discapacidad) o que<br />

sufran violencia <strong>de</strong> género<br />

18-24 años Desocupación o ingresos inferiores<br />

a tres salarios mínimos<br />

Mayores <strong>de</strong> 18 años Desocupación sin acceso al seguro<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo <strong>de</strong> base contributiva<br />

… - Microcréditos<br />

- Organización cooperativa<br />

- Trabajos <strong>de</strong> infraestructura comunitaria<br />

- Activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> promoción o<br />

prevención <strong>de</strong> la salud<br />

… - Pasantías e inclusión laboral<br />

- Promoción <strong>de</strong>l empleo registrado<br />

130 horas (cursos <strong>de</strong><br />

introducción al trabajo)<br />

- Transferencias monetarias<br />

- Cuidado <strong>de</strong> los hijos<br />

- Red <strong>de</strong> tutores<br />

- Intermediación laboral y apoyo<br />

en la búsqueda <strong>de</strong> empleo<br />

… - Transferencias monetarias<br />

- Apoyo para microemprendimientos<br />

- Intermediación laboral y orientación<br />

en la búsqueda <strong>de</strong> empleo<br />

… Trabajadores y <strong>de</strong>socupados Mínimo 50 horas - Certificación <strong>de</strong> competencias laborales<br />

- Finalización <strong>de</strong> estudios primarios<br />

y secundarios (mediante otros<br />

programas <strong>de</strong> empleo)<br />

18-24 años Pobreza y sin secundaria completa 3 meses (10 horas <strong>de</strong><br />

lunes a sábado)<br />

Mayores <strong>de</strong> 18 años Desocupación o falta <strong>de</strong><br />

experiencia laboral<br />

- Bono para comida y transporte<br />

- Seguro <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>ntes<br />

- Pasantías e inclusión laboral<br />

- Apoyo para microemprendimientos<br />

160 horas (mínimo) - Vales <strong>de</strong> capacitación<br />

- Pasantía e inclusión laboral<br />

- Seguro <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>ntes<br />

- Intermediación laboral y apoyo<br />

en la búsqueda <strong>de</strong> empleo<br />

14-59 años Vulnerabilidad y pobreza 160 horas (mínimo) a - Intermediación laboral y orientación<br />

en la búsqueda <strong>de</strong> empleo<br />

18-29 años Desocupación e ingresos inferiores<br />

al 50% <strong>de</strong>l salario mínimo<br />

350 horas (mínimo) - Transferencias monetarias<br />

- Red <strong>de</strong> tutores (Projovem Adolescente)<br />

- Salas cunas<br />

Mayores <strong>de</strong> 16 años Pobreza y pobreza extrema 160 horas (mínimo) - Pasantías e inclusión laboral<br />

(Jovem Aprendiz)<br />

- Acceso a tecnologías <strong>de</strong> la información<br />

- Becas para cursos <strong>de</strong> idiomas<br />

136


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Capítulo III<br />

Cuadro III.A1.2 (continuación)<br />

País Programa Entidad a cargo<br />

Chile Capacitación en Oficios Servicio Nacional <strong>de</strong> Empleo y<br />

Capacitación (SENCE)/Ministerio<br />

<strong>de</strong>l Trabajo y Previsión <strong>Social</strong><br />

Número <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>stinatarios<br />

14 351<br />

(2014)<br />

Desarrollo <strong>de</strong> Competencias<br />

Laborales<br />

Fundación para la Promoción<br />

y Desarrollo <strong>de</strong> la Mujer<br />

700<br />

(<strong>2015</strong>)<br />

+Capaz Servicio Nacional <strong>de</strong> Empleo y<br />

Capacitación (SENCE)/Ministerio<br />

<strong>de</strong>l Trabajo y Previsión <strong>Social</strong><br />

85 904<br />

(<strong>2015</strong>)<br />

Mujer Trabajadora y<br />

Jefa <strong>de</strong> Hogar<br />

Servicio Nacional <strong>de</strong> la Mujer<br />

(SERNAM)/Servicio Nacional <strong>de</strong><br />

Empleo y Capacitación (SENCE)<br />

30 717<br />

(2014)<br />

Yo Trabajo Fondo <strong>de</strong> Solidaridad e Inversión <strong>Social</strong><br />

(FOSIS)/Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

Yo Trabajo - Joven Fondo <strong>de</strong> Solidaridad e Inversión <strong>Social</strong>,<br />

(FOSIS)/Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

572<br />

(2014)<br />

2 579<br />

(<strong>2015</strong>)<br />

Colombia Ingreso para la<br />

Prosperidad <strong>Social</strong><br />

Departamento para la<br />

Prosperidad <strong>Social</strong> (DPS)<br />

6 083<br />

(<strong>2015</strong>)<br />

Jóvenes en Acción DPS 183 467<br />

(<strong>2015</strong>)<br />

Costa Rica Empleate Ministerio <strong>de</strong> Trabajo y<br />

Seguridad <strong>Social</strong> (MTSS)<br />

4 000<br />

(2014)<br />

Programa Nacional <strong>de</strong> Empleo MTSS 9 225<br />

(2014)<br />

El Salvador Programa <strong>de</strong> Apoyo<br />

Temporal al Ingreso (PATI)<br />

Fondo <strong>de</strong> Inversión <strong>Social</strong> para el<br />

Desarrollo Local (FISDL)/Secretaría<br />

Técnica <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia/<br />

Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República<br />

23 456<br />

(2013)<br />

Grupo <strong>de</strong> edad <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>stinatarios<br />

Criterios <strong>de</strong> elegibilidad<br />

18-65 años Vulnerabilidad y estudios<br />

superiores incompletos<br />

18-65 años Mujeres en situación <strong>de</strong><br />

vulnerabilidad pertenecientes a<br />

familias beneficiarias <strong>de</strong> Chile<br />

Solidario e Ingreso Ético Familiar<br />

Mayores <strong>de</strong> 18 años Vulnerabilidad y escasa o<br />

nula participación laboral<br />

18-65 años Mujeres trabajadoras y jefas <strong>de</strong><br />

hogar pertenecientes a los tres<br />

primeros quintiles <strong>de</strong> ingreso<br />

Mayores <strong>de</strong> 18 años Pobreza o vulnerabilidad,<br />

<strong>de</strong>socupación o empleo precario<br />

18-24 años Pobreza o vulnerabilidad,<br />

<strong>de</strong>socupación o empleo precario<br />

18-35 años Jefes/as <strong>de</strong> hogar y cónyuges<br />

participantes <strong>de</strong> la Red<br />

Unidos con escolaridad entre<br />

quinto grado (mínimo) hasta<br />

onceavo grado (máximo)<br />

16-24 años Desocupados <strong>de</strong> los niveles 1 y<br />

2 <strong>de</strong>l Sistema <strong>de</strong> I<strong>de</strong>ntificación<br />

<strong>de</strong> Potenciales Beneficiarios <strong>de</strong><br />

Programas <strong>Social</strong>es (SISBEN);<br />

participantes <strong>de</strong> la Red Unidos;<br />

<strong>de</strong>splazados; indígenas o jóvenes<br />

con medidas <strong>de</strong> protección<br />

<strong>de</strong>l Instituto Colombiano <strong>de</strong><br />

Bienestar Familiar (ICBF)<br />

Duración <strong>de</strong> los cursos<br />

<strong>de</strong> capacitación<br />

Otras medidas<br />

250 horas (mínimo) - Pasantías e inclusión laboral<br />

- Subsidio diario por asistencia<br />

a la pasantía<br />

- Apoyo al microemprendimiento<br />

40 horas (mínimo)<br />

180 horas (mínimo) - Pasantías e inclusión laboral<br />

- Apoyo al microemprendimiento<br />

<strong>de</strong> la mujer<br />

- Inclusión <strong>de</strong> personas con discapacidad<br />

- Subsidio <strong>de</strong> transporte<br />

- Cuidado <strong>de</strong> hijos menores <strong>de</strong> 6 años<br />

- Seguro <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>ntes<br />

80 horas (mínimo) - Elaboración <strong>de</strong> proyecto laboral<br />

individual y plan <strong>de</strong> capacitación<br />

- Apoyo al microemprendimiento<br />

- Cuidado <strong>de</strong> hijos<br />

- Atención en salud (medicina<br />

preventiva, odontología,<br />

oftalmología y salud mental)<br />

… - Elaboración <strong>de</strong> proyecto<br />

laboral individual<br />

… - Elaboración <strong>de</strong> proyecto laboral individual<br />

- Apoyo al microemprendimiento<br />

- Subsidio <strong>de</strong> transporte<br />

- Financiamiento para la obtención<br />

<strong>de</strong> certificados<br />

- Atención odontológica<br />

- Cuidado <strong>de</strong> hijos<br />

24 meses - Transferencias monetarias<br />

- Trabajos <strong>de</strong> infraestructura comunitaria<br />

- Promoción <strong>de</strong>l ahorro<br />

360 horas (3 meses) - Transferencias monetarias<br />

- Pasantías e inclusión laboral<br />

17-24 años Vulnerabilidad 80 horas en 6 meses - Inclusión <strong>de</strong> jóvenes con discapacidad<br />

- Apoyo al microemprendimiento<br />

Mayores <strong>de</strong> 15 años Vulnerabilidad, pobreza<br />

y <strong>de</strong>socupación<br />

16-24 años Resi<strong>de</strong>ncia en zonas urbanas y sin<br />

participación en empleo formal<br />

3 meses - Transferencias monetarias<br />

- Trabajos <strong>de</strong> infraestructura comunitaria<br />

80 horas - Transferencias monetarias<br />

- Trabajos <strong>de</strong> infraestructura comunitaria<br />

137


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Capítulo III<br />

Cuadro III.A1.2 (conclusión)<br />

País Programa Entidad a cargo<br />

Guatemala Programa <strong>de</strong> Generación<br />

<strong>de</strong> Empleo y Educación<br />

Vocacional para Jóvenes<br />

(Programa <strong>de</strong> Empleo Juvenil)<br />

Honduras Formación Profesional<br />

para Jóvenes en Riesgo <strong>de</strong><br />

Exclusión (PROJOVEN)<br />

Jamaica Building Youth For<br />

National Development<br />

Jamaica Youth<br />

Employment Network<br />

Ministerio <strong>de</strong> Economía/Ministerio <strong>de</strong><br />

Trabajo y Previsión <strong>Social</strong> (MINTRAB)/<br />

Ministerio <strong>de</strong> Educación (MINEDUC)<br />

Cooperación Suiza/Instituto<br />

Nacional <strong>de</strong> Formación<br />

Profesional (INFOP)/Secretaría<br />

<strong>de</strong> Trabajo y Seguridad <strong>Social</strong><br />

Step-to-work Programme Ministerio <strong>de</strong> Trabajo y<br />

Seguridad <strong>Social</strong><br />

México Prospera/Subprograma Bécate Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

(SEDESOL)/Secretaría <strong>de</strong><br />

Trabajo y Previsión <strong>Social</strong><br />

Paraguay Ñamba’apo Paraguay Ministerio <strong>de</strong> Justicia y Trabajo/<br />

Dirección General <strong>de</strong> Empleo<br />

Número <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>stinatarios<br />

Grupo <strong>de</strong> edad <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>stinatarios<br />

Criterios <strong>de</strong> elegibilidad<br />

Duración <strong>de</strong> los cursos<br />

<strong>de</strong> capacitación<br />

Otras medidas<br />

… 14-29 años … … - Apoyo al microemprendimiento<br />

- Intermediación laboral y apoyo<br />

en la búsqueda <strong>de</strong> empleo<br />

… 18-30 años Situación <strong>de</strong> riesgo y exclusión social … - Pasantías e inclusión laboral<br />

- Intermediación laboral y apoyo<br />

en la búsqueda <strong>de</strong> empleo<br />

- Apoyo al microemprendimiento<br />

Ministerio <strong>de</strong> Industria y Turismo … 17-29 años Resi<strong>de</strong>ncia en zonas rurales<br />

y vulnerabilidad<br />

… - Pasantías e inclusión laboral<br />

- Elaboración <strong>de</strong> plan <strong>de</strong> negocio<br />

- Apoyo al microemprendimiento<br />

Fe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> Empleadores <strong>de</strong> Jamaica … … Resi<strong>de</strong>ncia en zonas rurales … - Apoyo al microemprendimiento<br />

3 000<br />

(2012)<br />

Tenon<strong>de</strong>rã Secretaría <strong>de</strong> Acción <strong>Social</strong> 7 200<br />

(2014-<strong>2015</strong>)<br />

Perú Jóvenes Productivos Ministerio <strong>de</strong>l Trabajo y<br />

Promoción <strong>de</strong>l Empleo (MTPE)<br />

República<br />

Dominicana<br />

Mi Chacra Empren<strong>de</strong>dora<br />

Haku Wiñay<br />

Fondo <strong>de</strong> Cooperación para el<br />

Desarrollo <strong>Social</strong> (FONCODES)<br />

… Participantes <strong>de</strong>l Programa<br />

<strong>de</strong> Avance Mediante la Salud<br />

y la Educación (PATH)<br />

… Mayores <strong>de</strong> 16 años Desocupación o trabajadores<br />

en suspensión temporal <strong>de</strong><br />

relaciones laborales<br />

… Jóvenes Vulnerabilidad, con tercer ciclo <strong>de</strong><br />

educación escolar básica completado<br />

87 000<br />

(2011-<strong>2015</strong>)<br />

59 574 hogares<br />

(2014)<br />

Programa Juventud y Empleo Ministerio <strong>de</strong> Trabajo 41 000<br />

(2009-2013)<br />

Progresando con Solidaridad/<br />

Centros <strong>de</strong> Capacitación<br />

y Producción Progresando<br />

(CCPP) y Centros Tecnológicos<br />

Comunitarios (CTC)<br />

Trinidad y Tabago Unemployment Relief<br />

Programme<br />

Vicepresi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República 300 575<br />

(a noviembre<br />

<strong>de</strong> <strong>2015</strong>)<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

y Servicios para la Familia<br />

Jóvenes y adultos Participantes <strong>de</strong>l programa<br />

Tekoporã en etapa <strong>de</strong> egreso<br />

15-29 años Desocupación, pobreza<br />

y pobreza extrema<br />

Jóvenes y adultos Resi<strong>de</strong>ncia en zonas rurales<br />

y vulnerabilidad<br />

16-29 años Desocupación o subocupación,<br />

con bachillerato incompleto<br />

… - Pasantías e inclusión laboral<br />

- Apoyo al microemprendimiento<br />

… - Transferencias monetarias<br />

- Subsidio para transporte y<br />

materiales <strong>de</strong> capacitación<br />

- Seguro <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>ntes<br />

- Apoyo al microemprendimiento<br />

- Pasantías e inclusión laboral<br />

6 horas diarias (mínimo) - Transferencias monetarias<br />

- Apoyo al microemprendimiento<br />

- Trabajos <strong>de</strong> infraestructura comunitaria<br />

… - Apoyo al microemprendimiento<br />

6 meses - Pasantía e inclusión laboral<br />

- Apoyo al microemprendimiento<br />

… - Elaboración <strong>de</strong> plan <strong>de</strong> negocio<br />

- Apoyo al microemprendimiento<br />

- Fortalecimiento <strong>de</strong> sistemas<br />

<strong>de</strong> producción familiar<br />

- Mejora <strong>de</strong> la vivienda<br />

- Promoción <strong>de</strong>l ahorro<br />

225 horas - Pasantía e inclusión laboral<br />

Jóvenes y adultos Pobreza extrema y mo<strong>de</strong>rada … - Apoyo al microemprendimiento<br />

- Acceso a tecnologías <strong>de</strong> la información<br />

… Jóvenes y adultos Vulnerabilidad y pobreza<br />

(especialmente, madres solteras <strong>de</strong><br />

niños y niñas con parálisis cerebral)<br />

Uruguay Uruguay Trabaja Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (MIDES) … 18-65 años Vulnerabilidad, <strong>de</strong>socupación<br />

superior a dos años y nivel<br />

educativo inferior a tercer<br />

ciclo <strong>de</strong> educación escolar<br />

Venezuela<br />

(República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

Gran Misión Saber y Trabajo Vicepresi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República 122 000<br />

(2012)<br />

… - Cuidado <strong>de</strong> hijos<br />

9 meses (máximo) con<br />

una frecuencia <strong>de</strong> 6<br />

horas semanales<br />

- Transferencias monetarias<br />

- Beneficios a la seguridad social<br />

- Trabajos <strong>de</strong> infraestructura comunitaria<br />

Jóvenes y adultos … … - Transferencias monetarias<br />

- Pasantías<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), Base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> protección social no contributiva en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe [en línea] http://dds.cepal.org/bpsnc.<br />

a<br />

Los cursos son proporcionados mediante el PRONATEC.<br />

138


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Capítulo III<br />

Cuadro III.A1.3<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (9 países): programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva,<br />

componentes <strong>de</strong> nivelación <strong>de</strong> estudios y retención escolar<br />

País Programa Entidad a cargo<br />

Argentina Jóvenes con Más y<br />

Mejor Trabajo<br />

Plan Argentina Trabaja<br />

(Argentina Trabaja,<br />

Enseña y Apren<strong>de</strong>)<br />

Ministerio <strong>de</strong> Trabajo, Empleo y<br />

Seguridad <strong>Social</strong> (MTEySS)<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (en conjunto<br />

con el Ministerio <strong>de</strong> Educación)<br />

PROG.R.ES.AR Administración Nacional <strong>de</strong> la Seguridad<br />

<strong>Social</strong> (ANSES) (en coordinación con el<br />

Ministerio <strong>de</strong> Educación, el Ministerio <strong>de</strong><br />

Seguro <strong>de</strong> capacitación<br />

y empleo<br />

Desarrollo <strong>Social</strong> y el MTEySS, entre otros)<br />

Brasil Projovem Integrado Secretaría Nacional <strong>de</strong> Juventud (junto con<br />

el Ministerio <strong>de</strong> Educación, el Ministerio<br />

<strong>de</strong>l Trabajo y Empleo y el Ministerio <strong>de</strong><br />

Desarrollo <strong>Social</strong> y Lucha contra el Hambre)<br />

Chile +Capaz Servicio Nacional <strong>de</strong> Empleo y Capacitación<br />

(SENCE)/Ministerio <strong>de</strong>l Trabajo y Previsión <strong>Social</strong><br />

Mujer Trabajadora<br />

y Jefa <strong>de</strong> Hogar<br />

Programa <strong>de</strong> Nivelación <strong>de</strong><br />

Competencias Laborales<br />

Colombia Ingreso para la<br />

Prosperidad <strong>Social</strong> (IPS)<br />

México Prospera/Apoyo<br />

educación y Becas para<br />

educación superior<br />

Prospera/Jóvenes<br />

con Prospera<br />

Paraguay Ñamba’apo Paraguay Ministerio <strong>de</strong> Justicia y Trabajo/<br />

Dirección General <strong>de</strong> Empleo<br />

República<br />

Dominicana<br />

Progresando con<br />

Solidaridad/Bono Escolar<br />

Estudiando Progreso<br />

Uruguay Compromiso Educativo Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>/Ministerio <strong>de</strong><br />

Educación y Cultura/Instituto Nacional <strong>de</strong> la<br />

Juventud/Administración Nacional <strong>de</strong> Educación<br />

Pública/Instituto <strong>de</strong>l Niño y Adolescente <strong>de</strong>l<br />

Uruguay/Universidad <strong>de</strong> la República (UDELAR)<br />

Venezuela<br />

(República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

Grupo <strong>de</strong> edad <strong>de</strong><br />

Nivel <strong>de</strong> enseñanza<br />

Criterios <strong>de</strong> elegibilidad Otras medidas<br />

los <strong>de</strong>stinatarios Primaria Secundaria Terciaria o superior<br />

18-24 años x x … Desempleo y estudios incompletos - Transferencias monetarias<br />

Mayores <strong>de</strong> 15 años x x … Vulnerabilidad, sin ingresos<br />

formales (incluidas las pensiones)<br />

18-24 años x x x Desocupación o ingresos inferiores<br />

a tres salarios mínimos<br />

MTEySS Mayores <strong>de</strong> 18 años x x … Desocupados sin acceso al seguro<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo <strong>de</strong> base contributiva<br />

18-29 años x x … Desocupación e ingresos inferiores<br />

al 50% <strong>de</strong>l salario mínimo<br />

Mayores <strong>de</strong> 18 años … x x Vulnerabilidad y escasa o<br />

nula participación laboral<br />

Servicio Nacional <strong>de</strong> la Mujer (SERNAM)/SENCE 18-65 años x x … Mujeres trabajadores y jefas <strong>de</strong><br />

hogar pertenecientes a los tres<br />

primeros quintiles <strong>de</strong> ingreso<br />

Ministerio <strong>de</strong> Educación/Fondo <strong>de</strong><br />

Mayores <strong>de</strong> 15 años x x … Pobreza, sin educación básica y sin<br />

Solidaridad e Inversión <strong>Social</strong> (FOSIS)<br />

primer ciclo <strong>de</strong> media completa<br />

Departamento para la Prosperidad <strong>Social</strong> (DPS) 18-35 años … x x Jefes/as <strong>de</strong> hogar y cónyuges<br />

participantes <strong>de</strong> la Red<br />

Unidos con escolaridad entre<br />

quinto grado (mínimo) hasta<br />

onceavo grado (máximo)<br />

Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (SEDESOL) Menores <strong>de</strong> 18 años x x x Niños/as y jóvenes <strong>de</strong> familias<br />

participantes en Prospera<br />

SEDESOL Menores <strong>de</strong> 22 años … x … Estudiantes <strong>de</strong> tercero y<br />

cuarto año <strong>de</strong> secundaria<br />

Jóvenes y adultos … … … Vulnerabilidad y tercer<br />

ciclo <strong>de</strong> educación escolar<br />

básica completado<br />

- Alfabetización para adultos<br />

- Transferencias monetarias<br />

- Cuidado <strong>de</strong> hijos<br />

- Atención en salud<br />

- Transferencias monetarias<br />

- Transferencias monetarias<br />

- Subsidio <strong>de</strong> transporte<br />

- Cuidado <strong>de</strong> hijos<br />

…<br />

- Formación sociolaboral<br />

- Entrega <strong>de</strong> materiales <strong>de</strong> estudio<br />

- Transferencias monetarias<br />

- Transferencias monetarias<br />

- Transferencias monetarias<br />

- Acceso al sistema <strong>de</strong> becas<br />

para estudios técnicos<br />

superiores o universitarios<br />

- Alfabetización para adultos<br />

Vicepresi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República 5 -21 años x x … Pobreza extrema y mo<strong>de</strong>rada - Transferencias monetarias<br />

Adolescentes<br />

y jóvenes<br />

x x … Vulnerabilidad social y educativa - Transferencias monetarias<br />

- Apoyo <strong>de</strong> facilitadores<br />

- Generación <strong>de</strong> espacios juveniles<br />

Misión Ribas Ministerio <strong>de</strong> Educación y Deportes Jóvenes y adultos x x x Vulnerabilidad socioeconómica - Transferencias monetarias<br />

- Inclusión laboral<br />

- Acceso a la modalidad <strong>de</strong><br />

educación a distancia<br />

- Apoyo <strong>de</strong> facilitadores<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), Base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> protección social no contributiva en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe [en línea] http://dds.cepal.org/bpsnc.<br />

139


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Capítulo III<br />

Cuadro III.A1.4<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (15 países): programas <strong>de</strong> inclusión laboral y productiva,<br />

componentes <strong>de</strong> apoyo al trabajo in<strong>de</strong>pendiente<br />

País Programa Entidad a cargo<br />

Argentina Jóvenes con Más y<br />

Mejor Trabajo<br />

Bolivia (Estado<br />

Plurinacional <strong>de</strong>)<br />

Ministerio <strong>de</strong> Trabajo, Empleo y<br />

Seguridad <strong>Social</strong> (MTEySS)<br />

Grupo <strong>de</strong> edad <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>stinatarios<br />

Zona<br />

rural<br />

Prioridad Acciones<br />

Zona<br />

urbana<br />

Mujeres Capacitación<br />

Apoyo financiero<br />

o microcrédito<br />

18-24 años x x<br />

Incentivos a la<br />

formalización<br />

Otras medidas<br />

Plan Argentina Trabaja Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> Mayores <strong>de</strong> 15 años x x x - Promoción <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> artistas,<br />

artesanos y pequeños productores que<br />

expresan la i<strong>de</strong>ntidad cultural <strong>de</strong>l país<br />

- Fortalecimiento <strong>de</strong> alianzas con<br />

empresas y organismos públicos<br />

- Fomento a la participación en ferias,<br />

exposiciones, <strong>de</strong>sfiles y otros eventos<br />

- Consolidación <strong>de</strong> marcas y<br />

asesoría en trámites<br />

Seguro <strong>de</strong> Capacitación<br />

y Empleo<br />

ACCESOS Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo<br />

Rural y Tierras (MDRyT)<br />

Mi Primer Empleo Digno Ministerio <strong>de</strong> Trabajo, Empleo<br />

y Previsión <strong>Social</strong><br />

Brasil Crescer Servicio Brasileño <strong>de</strong> Apoyo<br />

a las Pequeñas y Medianas<br />

Empresas (SEBRAE)<br />

Chile Generación <strong>de</strong><br />

Microemprendimiento<br />

Indígena Urbano<br />

Mujer Trabajadora<br />

y Jefa <strong>de</strong> Hogar<br />

MTEySS Mayores <strong>de</strong> 18 años x x<br />

Mayores <strong>de</strong> 18 años x x x x - Fortalecimiento <strong>de</strong> la<br />

seguridad alimentaria<br />

- Apoyo en la creación <strong>de</strong><br />

alternativas económicas en el<br />

sector rural no agrícola<br />

- Promoción <strong>de</strong>l acceso a los<br />

servicios financieros, incluidos<br />

ahorros, crédito y seguros<br />

18-24 años x x x<br />

x x<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (MDS) 18-65 años x x x - Fondos entregados mediante<br />

concurso público<br />

Servicio Nacional <strong>de</strong> la Mujer<br />

(SERNAM)/Servicio Nacional <strong>de</strong><br />

Empleo y Capacitación (SENCE)<br />

Yo Emprendo Semilla Fondo <strong>de</strong> Solidaridad e Inversión<br />

<strong>Social</strong>, (FOSIS)/MDS<br />

Yo Trabajo - Apoyo<br />

a tu Plan Laboral<br />

Colombia Jóvenes Rurales<br />

Empren<strong>de</strong>dores<br />

Mujeres Ahorradoras<br />

en Acción<br />

18-65 años x x x - Elaboración <strong>de</strong> plan <strong>de</strong> negocio<br />

- Cuidado <strong>de</strong> hijos<br />

- Atención en salud<br />

Mayores <strong>de</strong> 18 años x x - Elaboración <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> negocio<br />

FOSIS/MDS Mayores <strong>de</strong> 18 años x - Elaboración <strong>de</strong>l plan laboral<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong>stinatarios<br />

- Cuidado <strong>de</strong> hijos<br />

Servicio Nacional <strong>de</strong><br />

Aprendizaje (SENA)<br />

16-35 años x x - Seguimiento por un período <strong>de</strong><br />

cuatro o cinco meses una vez<br />

implementado el proyecto<br />

- Aun <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> finalizada la<br />

capacitación y el seguimiento,<br />

se brinda asesoría según<br />

necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los interesados<br />

18-72 años x x x - Promoción <strong>de</strong>l ahorro<br />

- Fomento al trabajo<br />

asociativo (conformación <strong>de</strong><br />

asociaciones, colectivos)<br />

140


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Capítulo III<br />

Cuadro III.A1.4 (conclusión)<br />

País Programa Entidad a cargo<br />

Ecuador Crédito <strong>de</strong> Desarrollo<br />

Humano<br />

Ministerio <strong>de</strong> Inclusión<br />

Económica y <strong>Social</strong><br />

El Salvador Comunida<strong>de</strong>s Solidarias Fondo <strong>de</strong> Inversión <strong>Social</strong> para el<br />

Desarrollo Local (FISDL)/Secretaría<br />

Técnica <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia/<br />

Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República<br />

Haití Kore Peyiza Fondo <strong>de</strong> Asistencia<br />

Económico y <strong>Social</strong> (FAES)<br />

Ti Kredi FAES/Ministerio <strong>de</strong> Agricultura,<br />

Recursos Naturales y Desarrollo Rural<br />

México Prospera Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo<br />

<strong>Social</strong> (SEDESOL)<br />

Programa <strong>de</strong> Empleo<br />

Temporal<br />

Nicaragua Programa Productivo<br />

Alimentario<br />

SEDESOL/Secretaría <strong>de</strong><br />

Comunicaciones y Transportes (SCT)/<br />

Secretaría <strong>de</strong> Medio Ambiente y<br />

Recursos Naturales (SEMARNAT)<br />

Grupo <strong>de</strong> edad <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>stinatarios<br />

Zona<br />

rural<br />

Prioridad Acciones<br />

Zona<br />

urbana<br />

Mujeres Capacitación<br />

Apoyo financiero<br />

o microcrédito<br />

Incentivos a la<br />

formalización<br />

Otras medidas<br />

Mayores <strong>de</strong> 18 años x x - Asistencia integral especializada:<br />

mejoramiento <strong>de</strong> operaciones <strong>de</strong><br />

crédito y provisión <strong>de</strong> servicios<br />

financieros para microempresas<br />

x - Asistencia técnica<br />

- Vínculo con re<strong>de</strong>s productivas<br />

o <strong>de</strong> comercialización<br />

- Promoción a la economía solidaria<br />

- Contribución al mejoramiento<br />

<strong>de</strong> la seguridad alimentaria<br />

x x - Transferencias en especie<br />

Mayores <strong>de</strong> 16 años x<br />

x x x - Grupos <strong>de</strong> fianza <strong>de</strong> cinco personas<br />

que garantizan los créditos<br />

x x x<br />

Ministerio Agropecuario y Forestal x x x x - Contribución al mejoramiento<br />

<strong>de</strong> la seguridad alimentaria<br />

- Transferencias en especie<br />

Paraguay Tenon<strong>de</strong>rã Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República x x<br />

Perú Jóvenes Productivos Ministerio <strong>de</strong>l Trabajo y<br />

Promoción <strong>de</strong>l Empleo<br />

15-29 años x<br />

República<br />

Dominicana<br />

Mi Chacra Empren<strong>de</strong>dora<br />

Haku Wiñay<br />

Programa <strong>de</strong> Apoyo al<br />

Microemprendimiento<br />

Fondo <strong>de</strong> Cooperación para el<br />

Desarrollo <strong>Social</strong> (FONCODES)<br />

x x x - Contribución al mejoramiento<br />

<strong>de</strong> la seguridad alimentaria<br />

- Elaboración <strong>de</strong> plan <strong>de</strong> negocios<br />

- Fondos entregados mediante<br />

concurso público<br />

x x<br />

Progresando con Solidaridad Vicepresi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República x x - Contribución al mejoramiento<br />

<strong>de</strong> la seguridad alimentaria<br />

(producción y autoconsumo)<br />

Uruguay Programa <strong>de</strong> Fortalecimiento<br />

a Emprendimientos<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> Mayores <strong>de</strong> 18 años x x x<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), Base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> programas <strong>de</strong> protección social no contributiva en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe [en línea] http://dds.cepal.org/bpsnc.<br />

141


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Capítulo IV<br />

Institucionalidad y <strong>de</strong>sarrollo social:<br />

caracterización y <strong>de</strong>safíos<br />

Introducción<br />

A. La institucionalidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo social en el ámbito internacional y regional<br />

1. Diversos foros a disposición <strong>de</strong> los países<br />

2. Las agendas sociales <strong>de</strong> algunos foros intergubernamentales<br />

B. Institucionalidad y <strong>de</strong>sarrollo a nivel nacional: caracterización y <strong>de</strong>safíos<br />

1. Marcos jurídico-normativos e institucionalidad social<br />

2. Características organizacionales y autoridad social<br />

3. Herramientas <strong>de</strong> gestión y dimensión técnico-operativa<br />

4. Dimensión fiscal <strong>de</strong> la institucionalidad<br />

C. Protección social e institucionalidad en los países <strong>de</strong> la región<br />

1. Las entida<strong>de</strong>s abocadas al <strong>de</strong>sarrollo social y la protección social no contributiva<br />

2. La institucionalidad <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> cuidado<br />

D. Comentarios finales<br />

Bibliografía<br />

Anexo IV.A1<br />

Capítulo IV<br />

143


Introducción<br />

En este capítulo se examina la institucionalidad social existente en la región, a partir <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> las instancias<br />

gubernamentales que tienen como mandato central el diseño e implementación <strong>de</strong> las estrategias <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social<br />

y superación <strong>de</strong> la pobreza <strong>de</strong> los países, incluidos ministerios, secretarías y gabinetes coordinadores. Para ello, se<br />

presenta una propuesta <strong>de</strong> dimensiones analíticas sobre la base <strong>de</strong> las cuales se intenta avanzar en el estudio <strong>de</strong> la<br />

institucionalidad social. Con énfasis en la protección social, se <strong>de</strong>scribe su evolución en las últimas décadas y se<br />

discuten los <strong>de</strong>safíos institucionales que supone garantizar el ejercicio <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos universales y aten<strong>de</strong>r problemáticas<br />

y necesida<strong>de</strong>s específicas <strong>de</strong> diversos segmentos <strong>de</strong> la población, así como cumplir con los compromisos establecidos<br />

por los países en materia <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social.<br />

Los avances que la región ha mostrado en los últimos años en materia <strong>de</strong> indicadores sociales han ido<br />

acompañados <strong>de</strong> importantes <strong>de</strong>safíos en el diseño e implementación <strong>de</strong> políticas, así como en la conformación <strong>de</strong><br />

las bases institucionales sobre las cuales se implementan. Cada país ha seguido su propia trayectoria, pero también<br />

hay elementos comunes que reflejan el estado actual <strong>de</strong> la institucionalidad encargada <strong>de</strong> la política social en los<br />

países <strong>de</strong> la región.<br />

Un primer elemento que es preciso consi<strong>de</strong>rar a la hora <strong>de</strong> analizar el alcance y la orientación <strong>de</strong> la discusión<br />

sobre política social se refiere a las nociones <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, inclusión y protección social. En tanto que el concepto<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social incluye la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> avanzar en todos los ámbitos y funciones <strong>de</strong> la política social, como la<br />

salud, la educación, la protección social, el trabajo, la vivienda, la seguridad alimentaria y nutricional y otras, en la<br />

noción <strong>de</strong> inclusión social se pone el foco en incorporar a la mayoría <strong>de</strong> la población a los beneficios <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo,<br />

disminuyendo brechas y fomentando su participación en la vida social, económica y política. Por su parte, la protección<br />

social es un ámbito <strong>de</strong> la política pública cuya función es lograr un nivel <strong>de</strong> bienestar económico y social que, como<br />

mínimo, posibilite a la población salir <strong>de</strong> la pobreza y la proteja <strong>de</strong> los riesgos <strong>de</strong> caer en ella, así como facilitar el<br />

acceso a servicios sociales y <strong>de</strong> promoción que permitan a las personas adquirir capacida<strong>de</strong>s, ejercer sus <strong>de</strong>rechos<br />

y <strong>de</strong>sarrollarse a lo largo <strong>de</strong>l ciclo <strong>de</strong> vida, para lo cual cuenta con los componentes contributivo y no contributivo,<br />

la regulación <strong>de</strong>l mercado laboral y los sistemas <strong>de</strong> cuidado (Cecchini y Martínez, 2011).<br />

Un segundo elemento relevante es el alcance geográfico <strong>de</strong>l análisis. La institucionalidad social tiene un referente<br />

específico <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los países en términos <strong>de</strong> las leyes y la estructura organizacional encargada <strong>de</strong> las políticas. Esta<br />

no solo abarca el nivel central, sino también niveles subnacionales y locales, ámbitos don<strong>de</strong> la implementación y el<br />

seguimiento <strong>de</strong> resultados <strong>de</strong> la política tienen lugar <strong>de</strong> forma más directa. Pero también alcanza el ámbito internacional,<br />

a través <strong>de</strong> las instancias globales, regionales y subregionales que <strong>de</strong>finen objetivos y metas y fundamentos éticos y legales<br />

para todos los Gobiernos y <strong>de</strong> los organismos creados por el sistema internacional para llevar a cabo su seguimiento,<br />

compartir experiencias y buscar acuerdos <strong>de</strong> implementación, como los foros abocados al <strong>de</strong>sarrollo social <strong>de</strong> la región:<br />

la Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), la Organización <strong>de</strong> los Estados Americanos (OEA),<br />

la Comunidad <strong>de</strong> Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Unión <strong>de</strong> Naciones Suramericanas (UNASUR),<br />

el Sistema <strong>de</strong> la Integración Centroamericana (SICA) o la Comunidad Andina (CAN), entre otros.<br />

Un tercer elemento correspon<strong>de</strong> a las <strong>de</strong>finiciones <strong>de</strong> autoridad e institucionalidad sociales, así como las<br />

dimensiones analíticas a consi<strong>de</strong>rar para su estudio (Maldonado y Martínez, 2016). La primera dimensión se refiere<br />

fundamentalmente a los aspectos jurídico-normativos en que se enmarcan las políticas sociales. La segunda se centra<br />

en la estructura organizacional sobre y con la que se gestiona la política social <strong>de</strong>l diagnóstico y la priorización <strong>de</strong><br />

objetivos a la implementación y la evaluación <strong>de</strong> sus resultados.<br />

Las dimensiones normativa y organizacional permiten i<strong>de</strong>ntificar las características <strong>de</strong> la autoridad social <strong>de</strong><br />

un país, es <strong>de</strong>cir, la entidad o entida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong>l Estado con el po<strong>de</strong>r y el mandato formal <strong>de</strong> ejercer la<br />

función <strong>de</strong> gobierno en materia <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social 1 . Un elemento esencial en ello es la coordinación <strong>de</strong> las diversas<br />

instancias que participan en la gestión <strong>de</strong> las políticas.<br />

1<br />

Entre las funciones <strong>de</strong> gobierno se consi<strong>de</strong>ran: i) la <strong>de</strong>finición y priorización <strong>de</strong> objetivos y metas; ii) el diseño <strong>de</strong> planes, estrategias<br />

y metodologías <strong>de</strong> intervención; iii) la asignación <strong>de</strong> responsabilida<strong>de</strong>s y funciones; iv) la coordinación <strong>de</strong> actores; v) la distribución<br />

<strong>de</strong> recursos; vi) el monitoreo <strong>de</strong> la ejecución física y financiera; vii) la rectoría y regulación <strong>de</strong> los actores gubernamentales y no<br />

gubernamentales, y viii) la sistematización <strong>de</strong> información y la evaluación <strong>de</strong> resultados.<br />

Capítulo IV<br />

145


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Otras dos dimensiones son fundamentales para la institucionalidad a cargo <strong>de</strong> la política <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social:<br />

por un lado, la dimensión técnico-operativa, centrada en las herramientas <strong>de</strong> gestión para el diseño, programación<br />

e implementación <strong>de</strong> políticas y los sistemas <strong>de</strong> información, rendición <strong>de</strong> cuentas y solución <strong>de</strong> controversias; por<br />

otro, los recursos fiscales y privados disponibles para el financiamiento <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social.<br />

Sobre la base <strong>de</strong> dichos elementos, en este capítulo —como se ha mencionado anteriormente— se analiza la<br />

institucionalidad que existe en la región en el ámbito <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social a partir <strong>de</strong> las instancias<br />

gubernamentales encargadas <strong>de</strong>l diseño y la implementación <strong>de</strong> las estrategias <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo e inclusión social y la<br />

superación <strong>de</strong> la pobreza.<br />

A. La institucionalidad <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo social<br />

en el ámbito internacional y regional<br />

El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una agenda <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social adaptada a las necesida<strong>de</strong>s y priorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la región exhibe<br />

avances progresivos y se acompaña <strong>de</strong> múltiples foros intergubernamentales, lo que refleja un fortalecimiento <strong>de</strong> la<br />

institucionalidad <strong>de</strong> las políticas sociales a nivel regional. Las agendas <strong>de</strong> estos foros son convergentes y complementarias<br />

y están principalmente orientadas a la superación <strong>de</strong> la pobreza y <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sociales <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un enfoque <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>rechos. Por su parte, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible muestra fuertes vínculos con la agenda social<br />

<strong>de</strong> la región, y dichos foros podrían constituirse en escalones intermedios para avanzar en su implementación <strong>de</strong><br />

acuerdo con las especificida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los países y subregiones <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe.<br />

Un componente relevante <strong>de</strong> la institucionalidad social son los foros intergubernamentales en que los Gobiernos<br />

<strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe construyen una agenda social con especificida<strong>de</strong>s y compromisos propios. En la<br />

actualidad existen 15 foros intergubernamentales centrados en el <strong>de</strong>sarrollo social, prácticamente todos creados a<br />

partir <strong>de</strong>l año 2000.<br />

La importancia <strong>de</strong> esos foros está relacionada principalmente con el marco jurídico-normativo y las características<br />

organizativas y modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> articulación regional. Son la expresión organizacional <strong>de</strong> los mandatos internacionales<br />

<strong>de</strong>l área social y permiten coordinar esfuerzos entre los países para mejorar la política social y sus instituciones.<br />

Posibilitan el intercambio <strong>de</strong> experiencias, la búsqueda <strong>de</strong> consensos en torno a posiciones comunes, la promoción<br />

<strong>de</strong> relaciones <strong>de</strong> cooperación y avances en la construcción <strong>de</strong> una agenda social regional. También pue<strong>de</strong>n tener<br />

otros objetivos, como dar seguimiento a mandatos o generar información, analizar propuestas para establecer<br />

priorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> política social y <strong>de</strong>finir planes <strong>de</strong> acción. Debido a todo lo anterior, los foros tienen una enorme<br />

riqueza y relevancia para las políticas que se implementan a nivel regional y nacional.<br />

Como contrapartida, la multiplicidad <strong>de</strong> instancias actualmente existentes conlleva algunos riesgos. Entre<br />

ellos se cuentan la duplicación <strong>de</strong> tareas y esfuerzos, la fragmentación y potencial dispersión <strong>de</strong> compromisos y<br />

la competencia entre los distintos foros por convertirse en la voz autorizada sobre la cuestión social, lo que pue<strong>de</strong><br />

dificultar la construcción <strong>de</strong> una agenda regional compartida y coherente.<br />

Con el objetivo <strong>de</strong> contribuir al análisis <strong>de</strong> este importante proceso, en esta sección se hace un intento <strong>de</strong><br />

clasificación y or<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong> los diversos foros intergubernamentales <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social existentes en la región,<br />

consi<strong>de</strong>rando dos aspectos: la evolución <strong>de</strong> aquellos foros explícitamente orientados al avance <strong>de</strong> la agenda social,<br />

con una distinción <strong>de</strong> los principales tipos <strong>de</strong> foros, y los contenidos <strong>de</strong> la agenda social, con una precisión <strong>de</strong> los<br />

ámbitos en que se han establecido compromisos y metas.<br />

1. Diversos foros a disposición <strong>de</strong> los países<br />

Un aspecto <strong>de</strong>stacable <strong>de</strong> la institucionalidad social en el período reciente es la multiplicación <strong>de</strong> instancias <strong>de</strong><br />

carácter intergubernamental (conferencias, reuniones, foros y consejos) que están explícitamente orientadas al avance<br />

Capítulo IV<br />

146


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

<strong>de</strong> la agenda social. Sin consi<strong>de</strong>rar aquellos especializados en términos sectoriales 2 , en la región existen 15 foros<br />

intergubernamentales relacionados con el <strong>de</strong>sarrollo y la inclusión social, <strong>de</strong> los cuales solo uno fue creado antes<br />

<strong>de</strong>l año 2000 3 .<br />

La cantidad <strong>de</strong> foros vigentes evi<strong>de</strong>ncia, por un lado, la necesidad <strong>de</strong> profundizar la colaboración entre los<br />

países en el área social en tareas como coordinar esfuerzos para mejorar la política social y sus instituciones;<br />

compartir objetivos, logros y dificulta<strong>de</strong>s en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la política social, y compartir aproximaciones analíticas<br />

y metodológicas para avanzar en la medición y comprensión <strong>de</strong> los principales problemas sociales. Por otro lado,<br />

da cuenta <strong>de</strong> la creciente importancia que ha adquirido lo social en la agenda <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los países en las<br />

últimas décadas. A su vez, estas instancias complementan (o podrían complementar) los acuerdos internacionales<br />

sobre <strong>de</strong>sarrollo, contribuyendo a la adaptación regional <strong>de</strong> objetivos y metas <strong>de</strong> la agenda global, o bien dando<br />

seguimiento a su cumplimiento. También pue<strong>de</strong>n constituir una plataforma para enfatizar <strong>de</strong>safíos propios <strong>de</strong> la<br />

región en materia social, como, por ejemplo, la elevada <strong>de</strong>sigualdad que la caracteriza.<br />

Un primer intento <strong>de</strong> caracterización (y or<strong>de</strong>namiento) permite distinguir dos tipos <strong>de</strong> foros en términos <strong>de</strong><br />

su vinculación, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> la instancia en que fueron creados y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cual operan (véase el cuadro IV.1). Así,<br />

se observa que 12 <strong>de</strong> ellos están insertos en instancias intergubernamentales <strong>de</strong> integración, ya sean regionales o<br />

subregionales. La condición que hace posible la incorporación <strong>de</strong> lo social en este tipo <strong>de</strong> estructuras es un cambio<br />

<strong>de</strong> la agenda <strong>de</strong> integración regional que, junto a los asuntos vinculados al comercio, va dando cabida a nuevos temas<br />

(Dabène, 2012). Por otra parte, hay tres foros intergubernamentales en el ámbito <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo social vinculados a<br />

organismos <strong>de</strong> las Naciones Unidas: el Foro <strong>de</strong> Ministros <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>, <strong>de</strong> la Organización <strong>de</strong> las Naciones<br />

Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO); el Foro Ministerial para el Desarrollo en <strong>América</strong><br />

<strong>Latina</strong> y el Caribe, <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y la Conferencia Regional sobre<br />

Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, órgano subsidiario <strong>de</strong> la CEPAL 4 .<br />

2<br />

Se trata <strong>de</strong> instancias intergubernamentales vinculadas a las políticas sociales sectoriales, como las <strong>de</strong> salud, educación, trabajo<br />

y vivienda u otras. En el ámbito <strong>de</strong> la salud, cabría consi<strong>de</strong>rar la Conferencia Sanitaria Panamericana <strong>de</strong>l Comité Regional <strong>de</strong> la<br />

OMS para las <strong>América</strong>s y el Organismo Andino <strong>de</strong> Salud, que tiene a cargo la implementación <strong>de</strong>l Convenio Hipólito Unanue.<br />

En el ámbito <strong>de</strong> la educación, se pue<strong>de</strong>n mencionar la Conferencia Iberoamericana <strong>de</strong> Educación <strong>de</strong> la Organización <strong>de</strong> Estados<br />

Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), que se celebra en el marco <strong>de</strong> las Cumbres Iberoamericanas<br />

(véase [en línea] http://www.oei.es/cumbres.htm), y el Proyecto Regional <strong>de</strong> Educación para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (PRELAC)<br />

<strong>de</strong> la Organización <strong>de</strong> las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización <strong>de</strong>l Convenio<br />

Andrés Bello <strong>de</strong> Integración Educativa, Científica, Tecnológica y Cultural (CAB). En el área <strong>de</strong>l trabajo, cabe <strong>de</strong>stacar la Reunión<br />

Regional Americana <strong>de</strong> la Organización Internacional <strong>de</strong>l Trabajo (OIT), <strong>de</strong> carácter tripartito (compuesta por representaciones<br />

<strong>de</strong> Gobiernos, organizaciones <strong>de</strong> empleadores y trabajadores <strong>de</strong> las <strong>América</strong>s), y la Conferencia Interamericana <strong>de</strong> Ministros <strong>de</strong><br />

Trabajo, en el ámbito <strong>de</strong> la Organización <strong>de</strong> los Estados Americanos (OEA). Entre las instancias regionales o iberoamericanas <strong>de</strong><br />

seguridad social, cabe mencionar la Organización Iberoamericana <strong>de</strong> Seguridad <strong>Social</strong> (OISS) y la Conferencia Iberoamericana <strong>de</strong><br />

Ministros y Máximos Responsables <strong>de</strong> Seguridad <strong>Social</strong>. Es preciso <strong>de</strong>stacar que la OISS, en el marco <strong>de</strong> la Cumbre Iberoamericana,<br />

tiene a cargo la implementación <strong>de</strong>l Convenio Multilateral <strong>de</strong> Seguridad <strong>Social</strong>, que se plantea como el “primer instrumento<br />

internacional a nivel iberoamericano que protege los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> trabajadores migrantes, sus familias y trabajadores<br />

<strong>de</strong> multinacionales en el ámbito <strong>de</strong> prestaciones económicas, mediante la coordinación <strong>de</strong> legislaciones nacionales en materia<br />

<strong>de</strong> pensiones, como garantía <strong>de</strong> la seguridad económica en la vejez, la incapacidad o muerte, protegidos bajo los esquemas <strong>de</strong> la<br />

Seguridad <strong>Social</strong> <strong>de</strong> los diferentes Estados Iberoamericanos” (véase [en línea] http://www.oiss.org/Que-es,5335.html). Tampoco se<br />

consi<strong>de</strong>ran en el análisis las conferencias intergubernamentales que están orientadas al mejoramiento <strong>de</strong> las condiciones sociales<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados segmentos poblacionales, dado que, aun cuando los temas que tratan evi<strong>de</strong>ntemente son parte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo<br />

social, están orientadas a la construcción <strong>de</strong> una agenda más específica en torno a los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las mujeres, la juventud, la<br />

infancia o las poblaciones indígenas y afro<strong>de</strong>scendientes.<br />

3<br />

El Consejo para el Desarrollo Humano y <strong>Social</strong>, <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong>l Caribe (CARICOM), creado en 1973.<br />

4<br />

Esta Conferencia fue creada en virtud <strong>de</strong> la resolución 682(XXXV), aprobada en el trigésimo quinto período <strong>de</strong> sesiones <strong>de</strong> la CEPAL<br />

celebrado en mayo <strong>de</strong> 2014. La primera reunión <strong>de</strong> la Conferencia Regional sobre Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

tuvo lugar en Lima en noviembre <strong>de</strong> <strong>2015</strong> y fue organizada <strong>de</strong> manera conjunta por la CEPAL y el PNUD. Otros órganos subsidiarios<br />

<strong>de</strong> la CEPAL que <strong>de</strong>sempeñan un importante papel en el <strong>de</strong>sarrollo y seguimiento <strong>de</strong> agendas muy relevantes para el <strong>de</strong>sarrollo social<br />

son la Conferencia Regional sobre la Mujer <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe y la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo <strong>de</strong><br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe.<br />

Capítulo IV<br />

147


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Cuadro IV.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: foros intergubernamentales sobre <strong>de</strong>sarrollo social,<br />

según el tipo <strong>de</strong> instancia a la que están vinculados, <strong>2015</strong><br />

Institución<br />

Organización <strong>de</strong> las Naciones Unidas para la<br />

Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)<br />

Programa <strong>de</strong> las Naciones Unidas<br />

para el Desarrollo (PNUD)<br />

Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

y el Caribe (CEPAL)<br />

Foro<br />

A. Organismos <strong>de</strong> las Naciones Unidas<br />

Año <strong>de</strong><br />

creación<br />

Periodicidad <strong>de</strong><br />

los encuentros<br />

Foro <strong>de</strong> Ministros <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> 2001 Dos veces al año (pero<br />

ha sido irregular)<br />

Foro Ministerial para el Desarrollo<br />

en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

Conferencia Regional sobre Desarrollo<br />

<strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

Tipo <strong>de</strong> foro<br />

Instancia <strong>de</strong> análisis<br />

y propuestas<br />

2007 Anual Instancia <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate<br />

<strong>2015</strong> Bienal Instancia <strong>de</strong> análisis<br />

y propuestas<br />

Institución<br />

Asociación Latinoamericana<br />

<strong>de</strong> Integración (ALADI)<br />

Alianza Bolivariana para los Pueblos<br />

<strong>de</strong> Nuestra <strong>América</strong> (ALBA)<br />

Comunidad <strong>de</strong> Estados Latinoamericanos<br />

y Caribeños (CELAC)<br />

Organización <strong>de</strong> los Estados Americanos (OEA)<br />

Organización <strong>de</strong> los Estados Americanos (OEA)<br />

Secretaría General Iberoamericana (SEGIB)<br />

Foro<br />

B. Foros intergubernamentales regionales<br />

Reunión <strong>de</strong> Ministros <strong>de</strong>l Área <strong>Social</strong><br />

<strong>de</strong> los Países Miembros <strong>de</strong> ALADI<br />

Fecha <strong>de</strong><br />

creación<br />

Periodicidad <strong>de</strong><br />

los encuentros<br />

2009 Cuando se estima necesario<br />

(sin periodicidad fija)<br />

Reunión <strong>de</strong>l Consejo Ministerial <strong>de</strong>l Área <strong>Social</strong> 2004 Cuando se estima necesario<br />

(sin periodicidad fija)<br />

Reunión <strong>de</strong> Ministras, Ministros y Autorida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> y Erradicación <strong>de</strong>l Hambre<br />

y la Pobreza<br />

Reunión <strong>de</strong> Ministros y Altas Autorida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

Comisión Interamericana <strong>de</strong> Desarrollo<br />

<strong>Social</strong> (CIDES)<br />

Conferencia Iberoamericana <strong>de</strong> Ministros y<br />

Máximos Responsables <strong>de</strong> la Seguridad <strong>Social</strong><br />

2013 Bienal (la última<br />

reunión fue en <strong>2015</strong>)<br />

Tipo <strong>de</strong> foro<br />

Instancia <strong>de</strong> análisis<br />

y propuestas<br />

Instancia <strong>de</strong> seguimiento<br />

<strong>de</strong> mandatos<br />

Instancia <strong>de</strong> análisis<br />

y propuestas<br />

2008 Bienal Instancia <strong>de</strong> seguimiento<br />

<strong>de</strong> mandatos<br />

2010 Cuando se estima necesario<br />

(sin periodicidad fija)<br />

Instancia <strong>de</strong> seguimiento<br />

<strong>de</strong> mandatos<br />

2000 Bienal a partir <strong>de</strong> <strong>2015</strong> Instancia <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate<br />

Unión <strong>de</strong> Naciones Suramericanas (UNASUR) Consejo Suramericano <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> 2009 Anual Instancia <strong>de</strong> análisis<br />

y propuestas<br />

Institución<br />

Comunidad Andina (CAN)<br />

Foro<br />

C. Foros intergubernamentales subregionales<br />

Consejo Andino <strong>de</strong> Ministros<br />

<strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

Año <strong>de</strong><br />

creación<br />

Periodicidad <strong>de</strong><br />

los encuentros<br />

Tipo <strong>de</strong> foro<br />

2004 Anual Instancia <strong>de</strong> análisis<br />

y propuestas<br />

Comunidad <strong>de</strong>l Caribe (CARICOM) Consejo para el Desarrollo Humano y <strong>Social</strong> 1973 Cuando se estima necesario<br />

(sin periodicidad fija)<br />

MERCOSUR (Mercado Común <strong>de</strong>l Sur) Reunión <strong>de</strong> Ministros y Altas Autorida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong>l MERCOSUR<br />

Organización <strong>de</strong> Estados <strong>de</strong>l Caribe<br />

Oriental (OECO)<br />

Secretaría <strong>de</strong> la Integración <strong>Social</strong><br />

Centroamericana (SISCA), subsistema<br />

social <strong>de</strong>l Sistema <strong>de</strong> la Integración<br />

Centroamericana (SICA)<br />

Instancia <strong>de</strong> análisis<br />

y propuestas<br />

2011 Dos veces al año Instancia <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate<br />

Consejo <strong>de</strong> Ministros para el Desarrollo<br />

<strong>Social</strong> y Humano<br />

2014 Anual Instancia <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate<br />

Consejo <strong>de</strong> Ministros <strong>de</strong>l Área <strong>Social</strong> 2008 Anual Instancia <strong>de</strong> seguimiento<br />

<strong>de</strong> mandatos<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los respectivos organismos.<br />

In<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la instancia a la que se encuentren vinculados, los foros se distinguen por la orientación<br />

con que han sido creados y los objetivos a los que respon<strong>de</strong>n. Des<strong>de</strong> esta perspectiva, se distinguen tres tipos <strong>de</strong><br />

foros: aquellos que se constituyen como espacios <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate, aquellos en que se formulan análisis y propuestas, y<br />

aquellos que se <strong>de</strong>dican principalmente a realizar el seguimiento <strong>de</strong> los mandatos y compromisos regionales 5 .<br />

De los 15 foros indicados, 4 son principalmente espacios <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate, es <strong>de</strong>cir, instancias que permiten intercambiar<br />

experiencias, buscar consensos para adoptar posiciones comunes, promover la cooperación y avanzar en la construcción<br />

<strong>de</strong> una agenda social regional. Los foros creados con este objetivo son el Foro Ministerial para el Desarrollo <strong>Social</strong><br />

en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe <strong>de</strong>l PNUD, la Conferencia Iberoamericana <strong>de</strong> Ministros y Máximos Responsables <strong>de</strong><br />

la Seguridad <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), la Reunión <strong>de</strong> Ministros y Altas Autorida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong>l Mercado Común <strong>de</strong>l Sur (MERCOSUR) y el Consejo <strong>de</strong> Ministros para el Desarrollo <strong>Social</strong><br />

y Humano <strong>de</strong> la Organización <strong>de</strong> Estados <strong>de</strong>l Caribe Oriental (OECO).<br />

Capítulo IV<br />

5<br />

Se han clasificado los foros <strong>de</strong> acuerdo con la función principal que <strong>de</strong>sempeñan, según lo establecido en su misión. Ello no significa<br />

que un foro <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado tipo no <strong>de</strong>sempeñe otras funciones.<br />

148


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Por su parte, hay siete foros que tienen como objetivo principal generar información, análisis y propuestas y<br />

establecer priorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> política social. Como es evi<strong>de</strong>nte, también son espacios <strong>de</strong> intercambio <strong>de</strong> experiencias que<br />

fomentan el <strong>de</strong>bate entre los responsables públicos <strong>de</strong> la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones y promueven relaciones <strong>de</strong> cooperación.<br />

A<strong>de</strong>más, algunos <strong>de</strong> ellos realizan también el seguimiento <strong>de</strong> mandatos. Entre estos foros se incluyen el Foro <strong>de</strong><br />

Ministros <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la UNESCO, la Reunión <strong>de</strong> Ministros <strong>de</strong>l Área <strong>Social</strong> <strong>de</strong> los Países Miembros <strong>de</strong> la<br />

Asociación Latinoamericana <strong>de</strong> Integración (ALADI), la Reunión <strong>de</strong> Ministras, Ministros y Autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Desarrollo<br />

<strong>Social</strong> y Erradicación <strong>de</strong>l Hambre y la Pobreza <strong>de</strong> la CELAC, el Consejo Suramericano <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la<br />

UNASUR, el Consejo Andino <strong>de</strong> Ministros <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la CAN, el Consejo para el Desarrollo Humano<br />

y <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong>l Caribe (CARICOM) y la Conferencia Regional sobre Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong><br />

<strong>Latina</strong> y el Caribe <strong>de</strong> la CEPAL, que, entre otros aspectos, busca promover la mejora <strong>de</strong> las políticas nacionales <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo social, proveer insumos técnicos a petición <strong>de</strong> los países, examinar la pobreza multidimensional y avanzar<br />

en la medición <strong>de</strong> la pobreza, la <strong>de</strong>sigualdad y las brechas estructurales.<br />

Por último, los cuatro foros que tienen la función <strong>de</strong> dar seguimiento a mandatos específicos son la Reunión <strong>de</strong><br />

Ministros y Altas Autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la OEA, que tiene como Secretaría Técnica al Departamento <strong>de</strong><br />

Desarrollo Económico y <strong>Social</strong> (DDES) <strong>de</strong> dicha Organización; la Comisión Interamericana <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (CIDES)<br />

<strong>de</strong> la OEA, cuya Secretaría Técnica también es el Departamento <strong>de</strong> Desarrollo Económico y <strong>Social</strong> (DDES); el<br />

subsistema social <strong>de</strong>l Sistema <strong>de</strong> la Integración Centroamericana (SICA), que cuenta con un Consejo <strong>de</strong> Ministros <strong>de</strong>l<br />

Área <strong>Social</strong> y una Secretaría <strong>de</strong> la Integración <strong>Social</strong> Centroamericana (SISCA), y la Reunión <strong>de</strong>l Consejo Ministerial<br />

<strong>de</strong>l Área <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la Alianza Bolivariana para los Pueblos <strong>de</strong> Nuestra <strong>América</strong> (ALBA), que se propone instrumentar<br />

y hacer seguimiento <strong>de</strong> los programas sociales en beneficio <strong>de</strong> los pueblos <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región.<br />

En ciertas áreas especializadas existen experiencias que representan un ejemplo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo institucional a nivel<br />

regional, como es el caso <strong>de</strong> los siguientes organismos subregionales orientados a la ejecución y operacionalización<br />

<strong>de</strong> convenios en temáticas sociales <strong>de</strong> sectores específicos: el Organismo Andino <strong>de</strong> Salud, encargado <strong>de</strong> la<br />

implementación <strong>de</strong>l Convenio Hipólito Unanue, y la Organización <strong>de</strong>l Convenio Andrés Bello <strong>de</strong> Integración<br />

Educativa, Científica, Tecnológica y Cultural (CAB).<br />

2. Las agendas sociales <strong>de</strong> algunos foros intergubernamentales<br />

En el caso <strong>de</strong> los foros intergubernamentales <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social mencionados, es interesante analizar cuál es el<br />

foco <strong>de</strong> sus agendas, si existe convergencia y complementariedad entre ellas y a qué ámbitos correspon<strong>de</strong>n los<br />

compromisos establecidos. Para abordar estas interrogantes, se presenta un breve panorama <strong>de</strong> los contenidos <strong>de</strong> las<br />

agendas <strong>de</strong> siete <strong>de</strong> esos foros 6 . Como se observa en el cuadro IV.1, cinco <strong>de</strong> ellos tienen como orientación principal<br />

la generación <strong>de</strong> información, análisis y propuestas y dos se enfocan en el seguimiento <strong>de</strong> mandatos.<br />

En términos generales, existe bastante convergencia y complementariedad entre las agendas <strong>de</strong> estos foros<br />

principalmente orientados a la superación <strong>de</strong> la pobreza y <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sociales <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un enfoque <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>rechos. También predomina la concepción <strong>de</strong> la pobreza como un fenómeno multidimensional, que requiere ser<br />

abordado a través <strong>de</strong> políticas sociales integrales. A<strong>de</strong>más, en la medida en que varios <strong>de</strong> estos foros están vinculados<br />

a instancias <strong>de</strong> integración, en sus agendas está presente —<strong>de</strong> forma más o menos explícita— la concepción <strong>de</strong> que<br />

los procesos <strong>de</strong> integración regional pue<strong>de</strong>n contribuir a una mayor igualdad e inclusión social.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la superación <strong>de</strong> la pobreza y las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s, otros temas recurrentes en los foros son la seguridad<br />

alimentaria y nutricional, la importancia <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar la institucionalidad <strong>de</strong> las políticas sociales y la necesidad <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollar políticas sociales integrales (véase el cuadro IV.2). Así, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista temático, estos elementos<br />

constituyen lo que pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>nominarse el “núcleo duro” <strong>de</strong> las agendas <strong>de</strong> los foros <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social.<br />

6<br />

Se consi<strong>de</strong>ran únicamente aquellos foros don<strong>de</strong> existe algún tipo <strong>de</strong> documentación, plan <strong>de</strong> acción, mandatos u otro que permita<br />

i<strong>de</strong>ntificar los ejes temáticos <strong>de</strong> las agendas y precisar en qué ámbitos se han establecido compromisos y metas. No se consi<strong>de</strong>ran los<br />

foros constituidos como espacios <strong>de</strong> <strong>de</strong>bate.<br />

Capítulo IV<br />

149


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Foros intergubernamentales y año <strong>de</strong>l documento<br />

en que se establecen los ejes<br />

Consejo <strong>de</strong> Ministros <strong>de</strong>l Área <strong>Social</strong>, <strong>de</strong> la Secretaría <strong>de</strong><br />

la Integración <strong>Social</strong> Centroamericana (SISCA) (2008)<br />

Reunión <strong>de</strong> Ministros <strong>de</strong>l Área <strong>Social</strong> <strong>de</strong> los Países Miembros <strong>de</strong><br />

la Asociación Latinoamericana <strong>de</strong> Integración (ALADI) (2009)<br />

Comisión Interamericana <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (CIDES), <strong>de</strong><br />

la Organización <strong>de</strong> los Estados Americanos (OEA) (2010)<br />

Consejo Andino <strong>de</strong> Ministros <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>,<br />

<strong>de</strong> la Comunidad Andina (CAN) (2011)<br />

Reunión <strong>de</strong> Ministras, Ministros y Autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

y Erradicación <strong>de</strong>l Hambre y la Pobreza, <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong><br />

Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) (2013)<br />

Conferencia Regional sobre Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y<br />

el Caribe, <strong>de</strong> la Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

y el Caribe (CEPAL) (<strong>2015</strong>)<br />

Consejo Suramericano <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>, <strong>de</strong> la Unión<br />

<strong>de</strong> Naciones Suramericanas (UNASUR) (<strong>2015</strong>-2017)<br />

Cuadro IV.2<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: principales ejes temáticos <strong>de</strong> algunos foros<br />

intergubernamentales <strong>de</strong>dicados al <strong>de</strong>sarrollo social<br />

Principales ejes temáticos<br />

1. Fortalecimiento <strong>de</strong> la institucionalidad social <strong>de</strong> Centroamérica<br />

2. Provisión efectiva <strong>de</strong> servicios sociales básicos<br />

3. Bienestar social y <strong>de</strong>sarrollo humano<br />

1. Cooperación como herramienta <strong>de</strong> apoyo a la inclusión social<br />

2. Integración productiva como instrumento <strong>de</strong> la inclusión social<br />

3. Profundización y facilitación <strong>de</strong>l comercio en apoyo a la inclusión social<br />

1. Protección e inclusión social<br />

2. Generación <strong>de</strong> empleo para poblaciones vulnerables<br />

3. Reducción <strong>de</strong> la pobreza<br />

4. Seguridad alimentaria y nutricional<br />

1. Superación <strong>de</strong> la pobreza y las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s<br />

2. Titularidad y garantía <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos<br />

3. I<strong>de</strong>ntidad y sentido <strong>de</strong> pertenencia<br />

4. Superación <strong>de</strong> las asimetrías territoriales<br />

5. Garantía <strong>de</strong> la inversión social<br />

6. Prevención <strong>de</strong> los impactos sociales <strong>de</strong>l cambio climático y los <strong>de</strong>sastres naturales<br />

1. Fortalecer la seguridad alimentaria<br />

2. Universalización <strong>de</strong> la salud<br />

3. Universalización <strong>de</strong> la educación<br />

4. Programa <strong>de</strong> alfabetización<br />

1. Apoyar a los países en el fortalecimiento <strong>de</strong> sus sistemas <strong>de</strong> evaluación <strong>de</strong> políticas públicas<br />

2. Promover intercambios <strong>de</strong> experiencias entre los países y profundizar el análisis integrado<br />

<strong>de</strong> las políticas económicas y sociales<br />

3. Profundizar el análisis <strong>de</strong> las múltiples dimensiones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad, la pobreza<br />

y la vulnerabilidad<br />

4. Organizar, mantener y actualizar bases <strong>de</strong> datos sobre inversión social, programas <strong>de</strong> protección<br />

social no contributiva y juventud e inclusión social<br />

1. Desarrollo con inclusión<br />

2. Seguridad alimentaria y lucha contra la malnutrición<br />

3. Economía social, solidaria y/o comunal con inclusión productiva y generación <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s<br />

4. Participación social<br />

5. Cooperación regional en políticas sociales<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Asociación Latinoamericana <strong>de</strong> Integración (ALADI), “Plan <strong>de</strong> acción<br />

priorizado para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la dimensión social <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> integración” (ALADI/CR/Resolución 360), 16 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2009; Comunidad <strong>de</strong> Estados<br />

Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), “Plan <strong>de</strong> Acción <strong>de</strong> Políticas Públicas en materia social <strong>de</strong> la CELAC”, 2013; Unión <strong>de</strong> Naciones Suramericanas (UNASUR),<br />

“Plan <strong>de</strong> Acción <strong>2015</strong>–2017”; Comunidad Andina (CAN), Objetivos Andinos <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (OANDES), Lima, 2011; Secretaría <strong>de</strong> la Integración <strong>Social</strong><br />

Centroamericana (SISCA), “Agenda estratégica social <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> integración centroamericano”, 2008; Organización <strong>de</strong> los Estados Americanos (OEA)<br />

[en línea] http://www.oas.org/es/sedi/ddse/paginas/cpo_ci<strong>de</strong>s.asp#_Hlk1; CEPAL, “Resolución 1(I) <strong>de</strong> la Conferencia Regional sobre Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong><br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe”, Lima, <strong>2015</strong>.<br />

A su vez, existe también una diversidad temática, ya que cada foro tiene su especificidad. Así, en los respectivos<br />

planes <strong>de</strong> acción se i<strong>de</strong>ntifican temas que solo están presentes en la agenda <strong>de</strong> una o dos iniciativas. Entre los foros<br />

que están vinculados a organismos <strong>de</strong> integración regional, la ALADI resalta la dimensión social <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong><br />

integración y plantea como ejes temáticos específicos la integración productiva y la facilitación <strong>de</strong>l comercio como<br />

apoyo a la inclusión social. La CELAC y la SISCA tienen entre sus principales ejes temáticos la provisión universal<br />

<strong>de</strong> servicios sociales (educación y salud), en tanto que la UNASUR plantea como ejes temáticos específicos la<br />

participación social y la economía social, con inclusión productiva y generación <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s.<br />

La CAN <strong>de</strong>finió en 2011 un conjunto <strong>de</strong> Objetivos Andinos <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (OANDES), planteando varios<br />

temas adicionales que son claves en la construcción <strong>de</strong> la agenda regional: la superación <strong>de</strong> las asimetrías territoriales,<br />

en particular la promoción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo social en áreas <strong>de</strong>primidas, predominantemente rurales y <strong>de</strong> frontera; la<br />

prevención <strong>de</strong> los impactos sociales <strong>de</strong>l cambio climático y los <strong>de</strong>sastres naturales sobre las poblaciones en situación<br />

<strong>de</strong> pobreza y vulnerabilidad; el incremento <strong>de</strong> la inversión social, y la i<strong>de</strong>ntidad y sentido <strong>de</strong> pertenencia (reducción<br />

<strong>de</strong> las inequida<strong>de</strong>s sociales que afectan a los pueblos indígenas y afro<strong>de</strong>scendientes).<br />

La Comisión Interamericana <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (CIDES), <strong>de</strong> la OEA, pone en la agenda dos temas que son<br />

claves en la lucha por la erradicación <strong>de</strong> la pobreza y las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s: la protección social y la generación <strong>de</strong><br />

empleo para poblaciones vulnerables 7 .<br />

7<br />

Véase [en línea] http://www.oas.org/es/sedi/ddse/paginas/cpo_ci<strong>de</strong>s.asp.<br />

Capítulo IV<br />

150


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Por último, en los mandatos <strong>de</strong> la Conferencia Regional sobre Desarrollo <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe hay<br />

un énfasis en la producción <strong>de</strong> información, el análisis y la asistencia técnica. En particular, se solicita a la CEPAL que<br />

organice y mantenga actualizadas las bases <strong>de</strong> datos en tres temas clave: inversión social, programas <strong>de</strong> protección<br />

social no contributiva, y juventud e inclusión social. En términos <strong>de</strong> investigación, se le insta a que profundice en<br />

el análisis <strong>de</strong> las múltiples dimensiones <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad, la pobreza y la vulnerabilidad, con particular atención<br />

en las mujeres, las poblaciones indígenas y afro<strong>de</strong>scendientes, el ciclo <strong>de</strong> vida y el territorio. También se la alienta<br />

a ahondar en el análisis integrado <strong>de</strong> las políticas económicas, productivas y sociales y <strong>de</strong> protección <strong>de</strong>l empleo<br />

y promoción <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong>cente, enfatizando la importancia <strong>de</strong>l intercambio <strong>de</strong> experiencias entre los países y<br />

fomentando la cooperación Sur-Sur. En términos <strong>de</strong> asistencia técnica, se le solicita que apoye a los países en el<br />

fortalecimiento <strong>de</strong> sus sistemas <strong>de</strong> evaluación <strong>de</strong> políticas públicas y la promoción <strong>de</strong>l intercambio <strong>de</strong> experiencias.<br />

Es importante tener en consi<strong>de</strong>ración que el nivel en que existe mayor dispersión y, por tanto, más riesgo <strong>de</strong><br />

duplicación <strong>de</strong> tareas y esfuerzos es el <strong>de</strong> los objetivos y metas específicos, pues encierra el riesgo <strong>de</strong> una dispersión<br />

<strong>de</strong> los compromisos y, eventualmente, <strong>de</strong> los indicadores que se elaboren para medir su cumplimiento.<br />

Los temas comunes y específicos <strong>de</strong> las agendas <strong>de</strong> los foros intergubernamentales <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social son una<br />

contribución relevante para la formulación <strong>de</strong> una agenda regional <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social que <strong>de</strong>be nutrirse <strong>de</strong> los<br />

intereses e inquietu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los países en cada escenario regional o subregional particular. También es fundamental<br />

el diálogo con el pilar social <strong>de</strong> los Objetivos <strong>de</strong> Desarrollo Sostenible (ODS).<br />

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible tiene fuertes vínculos con la agenda social <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y<br />

el Caribe (CEPAL, <strong>2015</strong>). Los foros sociales <strong>de</strong> la región <strong>de</strong>berían adquirir relevancia como escalones intermedios para<br />

enfrentar el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> adaptar las metas <strong>de</strong> los ODS a las especificida<strong>de</strong>s y necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los países y subregiones<br />

<strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, avanzando en la concretización <strong>de</strong> una agenda regional <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social en el<br />

contexto <strong>de</strong> la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.<br />

B. Institucionalidad y <strong>de</strong>sarrollo a nivel nacional:<br />

caracterización y <strong>de</strong>safíos<br />

La institucionalidad <strong>de</strong> las políticas sociales es heterogénea entre los países, pero todos muestran avances en las<br />

últimas tres décadas, ya sea en las bases jurídico-normativas <strong>de</strong> las políticas, los mo<strong>de</strong>los organizacionales y <strong>de</strong><br />

autoridad social, las herramientas técnicas y <strong>de</strong> gestión o los montos <strong>de</strong> recursos y esquemas <strong>de</strong> financiamiento.<br />

Se observa una ampliación <strong>de</strong> los mandatos y <strong>de</strong> los mecanismos <strong>de</strong> coordinación, que —cada vez con mayor<br />

frecuencia— ya no abarcan únicamente la superación <strong>de</strong> la pobreza, sino también la construcción <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong><br />

protección social más integrados y la garantía <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos. Sin embargo, subsisten aún importantes <strong>de</strong>safíos, así<br />

como gran<strong>de</strong>s oportunida<strong>de</strong>s, para avanzar hacia una política social <strong>de</strong> calidad.<br />

A la luz <strong>de</strong> las dimensiones antes indicadas, en esta sección se <strong>de</strong>scriben los principales rasgos, logros y <strong>de</strong>safíos que<br />

presentan los países para avanzar en la conformación <strong>de</strong> una institucionalidad que facilite una política <strong>de</strong> calidad (efectiva,<br />

eficiente, sostenible y transparente) para la consecución <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo e inclusión social y la superación <strong>de</strong> la pobreza.<br />

1. Marcos jurídico-normativos e institucionalidad social<br />

El sustrato jurídico <strong>de</strong> la política social <strong>de</strong> cada país tiene distintos referentes y componentes. En un primer nivel<br />

están los mandatos y objetivos propuestos en los instrumentos y en los foros internacionales ya mencionados, que<br />

suponen un compromiso para los Estados. A ellos se suman los <strong>de</strong>rechos establecidos en la constitución y en los<br />

distintos instrumentos legales y reglamentos existentes en cada país.<br />

Entre los instrumentos internacionales, <strong>de</strong>staca la Declaración Universal <strong>de</strong> Derechos Humanos, <strong>de</strong> 1948, a la<br />

que siguen los convenios <strong>de</strong> la Organización Internacional <strong>de</strong>l Trabajo (OIT), en particular el Convenio sobre Igualdad<br />

<strong>de</strong> Remuneración, 1951 (Núm. 100), el Convenio sobre la Seguridad <strong>Social</strong> (Norma Mínima), 1952 (Núm. 102), el<br />

Capítulo IV<br />

151


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Convenio sobre la Discriminación (Empleo y Ocupación), 1958 (Núm. 111) y el Convenio sobre Pueblos Indígenas y<br />

Tribales, 1989 (Núm. 169); el Pacto Internacional <strong>de</strong> Derechos Económicos, <strong>Social</strong>es y Culturales (PIDESC), <strong>de</strong> 1966,<br />

así como la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Protocolo Adicional a la Convención Americana<br />

sobre Derechos Humanos en Materia <strong>de</strong> Derechos Económicos, <strong>Social</strong>es y Culturales (Protocolo <strong>de</strong> San Salvador),<br />

ambos suscritos en el marco <strong>de</strong> la Organización <strong>de</strong> los Estados Americanos (OEA), en 1969 y 1988, respectivamente.<br />

Asimismo, entre los instrumentos internacionales que han servido <strong>de</strong> referente para las legislaciones nacionales se<br />

incluyen la Declaración y Plataforma <strong>de</strong> Acción <strong>de</strong> Beijing (1995), en materia <strong>de</strong> igualdad <strong>de</strong> género, suscrita por<br />

31 países <strong>de</strong> la región, o la Declaración y el Programa <strong>de</strong> Acción <strong>de</strong> Durban (2001), relativos a la lucha contra el<br />

racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas <strong>de</strong> intolerancia en el plano nacional, regional<br />

e internacional, firmados por 28 países 8 . A<strong>de</strong>más, el Programa <strong>de</strong> Acción <strong>de</strong> la Conferencia Internacional sobre la<br />

Población y el Desarrollo, aprobado en 1994, en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo<br />

<strong>de</strong> El Cairo, con la presencia <strong>de</strong> 31 países <strong>de</strong> la región, ha sido <strong>de</strong> gran valor para orientar las políticas sociales y<br />

favorecer la adopción <strong>de</strong> un enfoque <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos.<br />

Aunque algunos <strong>de</strong> estos instrumentos parezcan algo remotos en el tiempo, han tenido un efecto fundamental en<br />

la política social <strong>de</strong>l presente siglo. Con el impulso que en su momento les imprimieron la Declaración <strong>de</strong> Copenhague<br />

sobre Desarrollo <strong>Social</strong>, <strong>de</strong> 1995, y la Declaración <strong>de</strong>l Milenio, <strong>de</strong> 2000, así como los Objetivos <strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong>l<br />

Milenio (ODM), han permitido asignar una importancia creciente a la lucha contra la pobreza y a la disminución<br />

<strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s en materia <strong>de</strong> salud, educación, trabajo, vivienda y por razones <strong>de</strong> género y raza o etnia. Estos<br />

esfuerzos adquieren hoy un renovado impulso con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que impone nuevos<br />

compromisos y <strong>de</strong>safíos a los países y a la institucionalidad <strong>de</strong> las políticas sociales a nivel nacional y regional.<br />

Como se muestra en el gráfico IV.1, <strong>de</strong> los 33 países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, 29 se han adherido (explícita<br />

o implícitamente) al Pacto Internacional <strong>de</strong> Derechos Económicos, <strong>Social</strong>es y Culturales (PIDESC); sin embargo,<br />

solo en 14 <strong>de</strong> ellos este instrumento ha sido firmado y ratificado por el po<strong>de</strong>r legislativo. En tanto, al Protocolo<br />

<strong>de</strong> San Salvador sobre <strong>de</strong>rechos humanos en materia <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos económicos, sociales y culturales solo se han<br />

adherido 16 países.<br />

Gráfico IV.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (33 países): firma y ratificación o adhesión <strong>de</strong> pactos, convenciones<br />

y convenios relacionados con los <strong>de</strong>rechos económicos, sociales y culturales<br />

(En número <strong>de</strong> países)<br />

Convención sobre la Eliminación <strong>de</strong> Todas las Formas<br />

<strong>de</strong> Discriminación contra la Mujer (1979)<br />

33<br />

Convención sobre los Derechos <strong>de</strong>l Niño (1989)<br />

Convención Internacional sobre la Eliminación <strong>de</strong> Todas<br />

las Formas <strong>de</strong> Discriminación Racial (1965)<br />

Convención sobre los Derechos <strong>de</strong> las<br />

Personas con Discapacidad (2006)<br />

2<br />

33<br />

32<br />

30<br />

Convenio sobre la Discriminación (Empleo y Ocupación),<br />

1958 (Núm. 111) <strong>de</strong> la OIT<br />

Pacto Internacional <strong>de</strong> Derechos Económicos,<br />

<strong>Social</strong>es y Culturales (1966)<br />

Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos<br />

Humanos en materia <strong>de</strong> Derechos Económicos, <strong>Social</strong>es<br />

y Culturales (Protocolo <strong>de</strong> San Salvador) (1988)<br />

Convención Internacional sobre la Protección <strong>de</strong> los Derechos <strong>de</strong><br />

Todos los Trabajadores Migratorios y <strong>de</strong> sus Familiares (1990)<br />

1<br />

2<br />

4<br />

17<br />

16<br />

29<br />

31<br />

Convenio sobre la Seguridad <strong>Social</strong> (Norma Mínima),<br />

1952 (Núm. 102) <strong>de</strong> la OIT<br />

10<br />

0 5 10 15 20 25 30 35<br />

Ratificación o adhesión<br />

Solo firma<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

Capítulo IV<br />

8<br />

Aprobados, respectivamente, en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, y en la Conferencia<br />

Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas <strong>de</strong> Intolerancia, celebrada en Durban (Sudáfrica)<br />

en 2001. Véase [en línea]: http://www.un.org/womenwatch/daw/beijing/pdf/Beijing%20full%20report%20S.pdf y http://www.un.org/<br />

es/events/pastevents/cmcr/aconf189_12.pdf.<br />

152


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Por su parte, las convenciones internacionales específicas con mayor adhesión por parte <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la<br />

región son la Convención sobre los Derechos <strong>de</strong>l Niño y la Convención sobre la Eliminación <strong>de</strong> Todas las Formas<br />

<strong>de</strong> Discriminación contra la Mujer, que cuenta con la ratificación o adhesión <strong>de</strong> 33 países. Asimismo, 32 países han<br />

ratificado o se han adherido a la Convención Internacional sobre la Eliminación <strong>de</strong> Todas las Formas <strong>de</strong> Discriminación<br />

Racial. Destaca también la reciente Convención sobre los Derechos <strong>de</strong> las Personas con Discapacidad, <strong>de</strong> 2006,<br />

que cuenta con la ratificación o adhesión <strong>de</strong> 30 países 9 .<br />

En el ámbito laboral, el Convenio sobre la Discriminación (Empleo y Ocupación), 1958 (Núm. 111) <strong>de</strong> la OIT ha<br />

sido ratificado por la gran mayoría <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región. Este es consi<strong>de</strong>rado el primer instrumento internacional<br />

relativo a la discriminación y protege a todos los trabajadores ante la discriminación por raza, color, sexo, religión,<br />

opinión política, ascen<strong>de</strong>ncia nacional, origen social y otros criterios que pueda <strong>de</strong>finir cada Estado. A<strong>de</strong>más, al<br />

ratificarlo, los países asumen el compromiso <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar políticas <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> la igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s<br />

y <strong>de</strong> trato en esas áreas.<br />

Otros convenios <strong>de</strong> la OIT relacionados con la protección social han alcanzado un menor nivel <strong>de</strong> ratificación<br />

en la región; entre ellos <strong>de</strong>staca el Convenio sobre la Seguridad <strong>Social</strong> (Norma Mínima), 1952 (Núm. 102), ratificado<br />

por solo 10 países, así como el Convenio sobre la Protección <strong>de</strong> la Maternidad (Revisado), 1952 (Núm. 103) y el<br />

Convenio sobre la Protección <strong>de</strong> la Maternidad, 2000 (Núm. 183), ambos ratificados por apenas 9 países. Con respecto<br />

a segmentos específicos <strong>de</strong> la población, 15 países <strong>de</strong> un total <strong>de</strong> 33 han ratificado el Convenio sobre Pueblos Indígenas<br />

y Tribales, 1989 (Núm. 169), con el que se busca, entre otras disposiciones, superar las prácticas discriminatorias<br />

que afectan a estos pueblos, sobre la base <strong>de</strong> los principios fundamentales <strong>de</strong> consulta y participación. A su vez, el<br />

Convenio sobre las Trabajadoras y los Trabajadores Domésticos, 2011 (Núm. 189) ha tenido una expresiva adhesión<br />

en la región, don<strong>de</strong> cuenta con 12 <strong>de</strong> las 22 ratificaciones realizadas en todo el mundo. No obstante, 21 países <strong>de</strong><br />

la región aún no lo han ratificado.<br />

Con relación a las normativas nacionales y consi<strong>de</strong>rando las distintas funciones <strong>de</strong>l área social, se constata que<br />

los textos constitucionales <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región incluyen los <strong>de</strong>rechos a la salud y a la educación,<br />

ámbitos en que a su vez se cuenta con legislación específica. La protección al trabajo y el <strong>de</strong>recho a la seguridad<br />

social están establecidos <strong>de</strong> manera explícita en las constituciones <strong>de</strong> 21 países y el <strong>de</strong>recho a la vivienda está<br />

incluido en 15 países. A su vez, 32 países disponen <strong>de</strong> normativa específica en materia <strong>de</strong> trabajo y seguridad social<br />

y 24 tienen legislación respecto al <strong>de</strong>recho a la vivienda. Por su parte, <strong>de</strong> los 38 casos analizados, la noción <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo social aparece mencionada en solo 1 constitución, y únicamente 9 países cuentan con una legislación<br />

específica sobre el tema (véase el cuadro IV.3).<br />

Cuadro IV.3<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (33 países): existencia <strong>de</strong> normativa constitucional y específica<br />

en temas sociales sectoriales y referentes a grupos específicos <strong>de</strong> población a<br />

(En número <strong>de</strong> países)<br />

Eje Categoría Normativa constitucional Normativa específica<br />

Temas sectoriales Vivienda 15 24<br />

Salud 19 28<br />

Educación 24 28<br />

Protección al trabajo/ seguridad social 21 32<br />

Desarrollo social 1 9<br />

Grupos o segmentos <strong>de</strong> la población Personas con discapacidad 15 22<br />

Personas mayores 16 15<br />

Jóvenes 8 15<br />

Niños, niñas y adolescentes 22 29<br />

Mujeres 10 15<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> los textos constitucionales y una revisión <strong>de</strong> las principales<br />

legislaciones nacionales en materia social.<br />

a<br />

Se hace referencia a los textos constitucionales en que explícitamente se evocan los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> cada temática o <strong>de</strong> cada segmento. Por ejemplo, con excepción<br />

<strong>de</strong> Chile y Costa Rica, las constituciones se refieren al menos en alguna dimensión a las personas con discapacidad, casi siempre en materia <strong>de</strong> no discriminación<br />

laboral y <strong>de</strong> pensiones por invali<strong>de</strong>z, pero solo en 13 casos se hace referencia explícita o se <strong>de</strong>tallan los <strong>de</strong>rechos y la protección <strong>de</strong> dicho segmento. En el caso <strong>de</strong><br />

las normas legales nacionales, se examinó la existencia <strong>de</strong> leyes relativas a diversas temáticas sociales sectoriales (educación, salud, vivienda y <strong>de</strong>sarrollo, asistencia<br />

y protección social), así como a grupos poblacionales específicos a lo largo <strong>de</strong>l ciclo <strong>de</strong> vida (infancia, juventud y personas <strong>de</strong> edad) y transversales (género, pueblos<br />

indígenas y personas con discapacidad).<br />

9<br />

La ratificación o adhesión suponen una aceptación <strong>de</strong>l carácter jurídicamente vinculante <strong>de</strong> estos instrumentos, mientras que la firma<br />

representa solo una aceptación <strong>de</strong> principio, a la que sigue la ratificación como acto final.<br />

Capítulo IV<br />

153


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

En la mención <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos acordados para segmentos <strong>de</strong>terminados <strong>de</strong> la población, <strong>de</strong>staca el caso <strong>de</strong><br />

las personas con discapacidad, a las que se hace referencia en las constituciones <strong>de</strong> 22 países, seguidas por las<br />

personas <strong>de</strong> edad (16 países) y los niños, niñas y adolescentes (15 países). Menor frecuencia <strong>de</strong> mención a nivel<br />

constitucional presentan los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las mujeres (10 países) y <strong>de</strong> los jóvenes (8 países) y la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l racismo<br />

como crimen (1 país) 10 . Por su parte, 29 países cuentan con marcos normativos específicos sobre los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong><br />

los niños, niñas y adolescentes y 15 con marcos normativos sobre los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las mujeres.<br />

Des<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> cumplimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos conforme a la clasificación <strong>de</strong> indicadores <strong>de</strong><br />

cumplimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong>l Alto Comisionado <strong>de</strong> las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, <strong>América</strong><br />

<strong>Latina</strong> y el Caribe alcanza un alto nivel en cuanto a indicadores estructurales relacionados con la promulgación <strong>de</strong><br />

legislación y la ratificación <strong>de</strong> instrumentos internacionales. Sin embargo, su nivel <strong>de</strong> cumplimiento disminuye <strong>de</strong><br />

manera significativa en lo referente a la implementación efectiva (proceso) y a la obtención <strong>de</strong> logros (resultados) <strong>de</strong><br />

dichos instrumentos nacionales e internacionales. Así, más allá <strong>de</strong> los avances en la dimensión jurídico-normativa,<br />

persiste el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> avanzar hacia una institucionalidad <strong>de</strong> calidad (efectiva, eficiente, sostenible y transparente),<br />

particularmente en relación con las <strong>de</strong>más dimensiones con que se analiza la institucionalidad social.<br />

2. Características organizacionales y autoridad social<br />

Las instancias con rango ministerial en las áreas <strong>de</strong> educación, salud y trabajo tienen una larga trayectoria en los<br />

países <strong>de</strong> la región. En cambio, como se muestra en el gráfico IV.2, los Ministerios <strong>de</strong> Desarrollo e Inclusión <strong>Social</strong><br />

surgen a finales <strong>de</strong> siglo XX y, sobre todo, durante el siglo XXI.<br />

<strong>2015</strong><br />

2010<br />

2005<br />

2000<br />

1995<br />

1990<br />

Gráfico IV.2<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): año <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> los ministerios<br />

u otras instancias <strong>de</strong>dicadas al <strong>de</strong>sarrollo social a<br />

1985<br />

Capítulo IV<br />

Argentina<br />

Barbados<br />

Belice<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Brasil<br />

Chile<br />

Colombia<br />

Costa Rica<br />

Ecuador<br />

El Salvador<br />

Guatemala<br />

Honduras<br />

Jamaica<br />

México<br />

Nicaragua<br />

Panamá<br />

Paraguay<br />

Perú<br />

Rep. Dominicana<br />

Uruguay<br />

Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Ministerio<br />

Otra instancia<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

No están incluidos en el gráfico los países <strong>de</strong> los que no se tiene la fecha <strong>de</strong> creación <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (Antigua y Barbuda, Bahamas, Dominica,<br />

Haití y Trinidad y Tabago).<br />

En general, estos ministerios se generan a partir <strong>de</strong> los fondos <strong>de</strong> inversión social (FIS), creados durante la década<br />

<strong>de</strong> 1990 como entida<strong>de</strong>s autónomas y transitorias para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> programas y proyectos <strong>de</strong> lucha contra la<br />

pobreza y <strong>de</strong> inversión en infraestructura <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> salud, educación y agua y saneamiento. Fue justamente en<br />

dicho período cuando la discusión sobre autoridad e institucionalidad social pasó a formar parte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate centrado,<br />

en particular, en el posicionamiento <strong>de</strong> lo social frente a la autoridad económica y en el fomento <strong>de</strong> la efectividad<br />

y eficiencia <strong>de</strong> los programas sociales a través <strong>de</strong> las dimensiones <strong>de</strong> organización y <strong>de</strong> instrumentos <strong>de</strong> evaluación,<br />

monitoreo y registro <strong>de</strong> participantes (Franco y Székely, 2010).<br />

En la actualidad, los ministerios especializados en las políticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo e inclusión social se han difundido<br />

<strong>de</strong> manera significativa y la mayoría <strong>de</strong> los países disponen <strong>de</strong> esta instancia o <strong>de</strong> una repartición específica adscrita<br />

10<br />

El racismo solo se consi<strong>de</strong>ra explícitamente como crimen en el Brasil.<br />

154


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

a la Presi<strong>de</strong>ncia o Vicepresi<strong>de</strong>ncia, con un foco especial en el diseño, la implementación y la coordinación <strong>de</strong><br />

dichas políticas. No obstante, cabe <strong>de</strong>stacar que no todos cuentan con una ley que los ampare, sino que algunos se<br />

sustentan en un <strong>de</strong>creto administrativo <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia.<br />

Así, se aprecia en la región un panorama institucional heterogéneo en cuanto a la estructura organizacional y<br />

la autoridad social. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser diversas en cuanto al nivel que ocupan en la estructura <strong>de</strong>l Estado y a su estatus<br />

jurídico, en algunos casos estas entida<strong>de</strong>s han sido <strong>de</strong>signadas formalmente para coordinar las políticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />

e inclusión social, en tanto que, en otros, comparten la autoridad con otras reparticiones o instancias. A su vez, en<br />

la gran mayoría <strong>de</strong> los casos su mandato incluye (o se limita a) el combate a la pobreza y algunos aspectos <strong>de</strong> la<br />

promoción y la protección social no contributiva, lo que no significa necesariamente que toda la política <strong>de</strong> asistencia<br />

social esté a su cargo (Székely, <strong>2015</strong>).<br />

En la región se presentan distintas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> autoridad social, según el lugar que ocupan en la estructura<br />

general <strong>de</strong>l Estado, el origen <strong>de</strong> su <strong>de</strong>legación y su conformación 11 :<br />

• Designación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia o Vicepresi<strong>de</strong>ncia: instancia técnica especializada a nivel central <strong>de</strong>l<br />

ejecutivo, cuya autoridad está formalizada normalmente por un <strong>de</strong>creto <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r ejecutivo.<br />

• Entorno familiar <strong>de</strong>l ejecutivo: la instancia recae típicamente en la figura <strong>de</strong> la primera dama, con el rol <strong>de</strong><br />

coordinar programas <strong>de</strong> asistencia social.<br />

• Organismos nacionales <strong>de</strong> planificación: su ubicación jerarquizada y sus funciones permiten potencialmente<br />

coordinar las relaciones intersectoriales, pero suelen carecer <strong>de</strong>l requerido nivel <strong>de</strong> especialización técnica.<br />

• Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo o Inclusión <strong>Social</strong>: ministerio o secretaría especializada en la lucha contra la pobreza<br />

y la protección social no contributiva; comúnmente tiene responsabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> coordinación, aun cuando<br />

la superposición <strong>de</strong> funciones, la disparidad <strong>de</strong> recursos y la historia hacen difícil su consolidación como<br />

autoridad coordinadora <strong>de</strong> toda la política social.<br />

• Ministerio coordinador: organismo <strong>de</strong>signado para mediar y coordinar el conjunto <strong>de</strong> instancias relevantes<br />

<strong>de</strong>l área social, ya sean <strong>de</strong>l Gobierno central o <strong>de</strong> otros niveles <strong>de</strong> gobierno; el caso más conocido es el <strong>de</strong>l<br />

Ecuador, que en 2008 adoptó esta modalidad para toda la estructura <strong>de</strong> gobierno.<br />

• Entida<strong>de</strong>s colegiadas intersectoriales: gabinetes sociales o consejos económicos y sociales, compuestos<br />

normalmente por los ministros <strong>de</strong>l área social y las direcciones <strong>de</strong> servicios especializados, encabezados<br />

por el Presi<strong>de</strong>nte, un Vicepresi<strong>de</strong>nte o un ministro <strong>de</strong>signado como coordinador, con una Secretaría Técnica<br />

colegiada o radicada en el área <strong>de</strong> planificación.<br />

Cabe <strong>de</strong>stacar que las entida<strong>de</strong>s colegiadas están presentes en al menos 22 países <strong>de</strong> la región. Así, más que<br />

un mo<strong>de</strong>lo único o alternativo a los <strong>de</strong>más, representan una instancia complementaria por que la autoridad <strong>de</strong> la<br />

política social se comparte <strong>de</strong> alguna manera entre las distintas reparticiones <strong>de</strong>l Estado involucradas en las políticas<br />

sociales (véase el cuadro IV.4). En su gran mayoría, estos consejos o gabinetes están coordinados por el Presi<strong>de</strong>nte<br />

o Vicepresi<strong>de</strong>nte; los Ministerios <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (o equivalentes) solo cumplen esa función en siete casos. Esto<br />

refleja la existencia <strong>de</strong> una disociación entre la autoridad formal y la autoridad real <strong>de</strong> los ministerios que tienen<br />

la misión <strong>de</strong> coordinar la política social 12 . Al mismo tiempo, más que adoptar un mo<strong>de</strong>lo específico, es necesario<br />

que la instancia con ese li<strong>de</strong>razgo posea los mandatos, recursos y capacidad <strong>de</strong> coordinación interinstitucional en<br />

materia social.<br />

En los últimos años han surgido también entida<strong>de</strong>s colegiadas <strong>de</strong>dicadas a temáticas específicas (pobreza,<br />

protección social, <strong>de</strong>snutrición y seguridad alimentaria y nutricional, cuidado, discriminación, género y otras) o a<br />

segmentos <strong>de</strong>terminados <strong>de</strong> población. Estas últimas pue<strong>de</strong>n ser transversales (como los mecanismos nacionales para<br />

el a<strong>de</strong>lanto <strong>de</strong> las mujeres y la promoción <strong>de</strong> la igualdad racial, o las instancias <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong><br />

las personas con discapacidad, entre otras) o bien centrarse en promover los <strong>de</strong>rechos y el bienestar <strong>de</strong> segmentos<br />

<strong>de</strong> la población en una etapa concreta <strong>de</strong> la vida (como la infancia, la juventud o la vejez).<br />

11<br />

Las modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>scritas son tipos i<strong>de</strong>ales, que no necesariamente se presentan <strong>de</strong> manera pura en cada país, y no son<br />

excluyentes entre sí. Por ejemplo, en un mismo país pue<strong>de</strong> coexistir una modalidad centrada en la Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República<br />

o un Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> con capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> coordinación y a la vez un gabinete social. Es más, la proliferación<br />

<strong>de</strong> mandatos que impliquen duplicida<strong>de</strong>s o la creación sucesiva <strong>de</strong> nuevas instancias pue<strong>de</strong>n traducirse en la coexistencia <strong>de</strong><br />

varias modalida<strong>de</strong>s.<br />

12<br />

En el cuadro IV.A1.2 <strong>de</strong>l anexo se presenta el <strong>de</strong>talle <strong>de</strong> la composición <strong>de</strong> las instancias colegiadas <strong>de</strong> coordinación intersectorial<br />

<strong>de</strong>l área social <strong>de</strong> cada país.<br />

Capítulo IV<br />

155


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Cuadro IV.4<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (22 países): tipo <strong>de</strong> autoridad que coordina el gabinete social<br />

o la principal entidad colegiada intersectorial <strong>de</strong>l área social<br />

País<br />

Presi<strong>de</strong>ncia, Vicepresi<strong>de</strong>ncia<br />

o <strong>de</strong>legado presi<strong>de</strong>ncial<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo<br />

o Inclusión <strong>Social</strong><br />

Entorno familiar o<br />

conyugal <strong>de</strong>l ejecutivo<br />

Ministerio <strong>de</strong><br />

otra cartera<br />

Ministerio coordinador<br />

<strong>de</strong> asuntos sociales<br />

Antigua y Barbuda<br />

X<br />

Argentina<br />

X<br />

Belice<br />

X<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>)<br />

X<br />

Brasil<br />

X<br />

Chile<br />

X<br />

Colombia<br />

X<br />

Costa Rica<br />

X<br />

Ecuador<br />

X<br />

El Salvador a<br />

X<br />

Guatemala<br />

X<br />

Haití b<br />

X<br />

Honduras<br />

X<br />

México<br />

X<br />

Nicaragua c<br />

X<br />

Panamá<br />

X<br />

Paraguay<br />

X<br />

Perú<br />

X<br />

República Dominicana<br />

X<br />

Trinidad y Tabago<br />

X<br />

Uruguay<br />

X<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

X<br />

Total 10 7 2 2 1<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

En el caso <strong>de</strong> El Salvador, el Gabinete <strong>de</strong> Gestión <strong>Social</strong> e Inclusión, por <strong>de</strong>cisión presi<strong>de</strong>ncial, es coordinado por el Ministerio <strong>de</strong> Salud.<br />

b<br />

En el caso <strong>de</strong> Haití, la Comisión Nacional <strong>de</strong> Lucha contra el Hambre y la Malnutrición estuvo bajo la coordinación <strong>de</strong> la Primera Dama entre 2012 y 2014 (véase el<br />

<strong>de</strong>creto en el diario oficial <strong>de</strong>l 12 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 2012 [en línea] http://www.abagrangou.ht/medias/COLFAM_Moniteur_24%20janvier%202012.pdf).<br />

c<br />

En el caso <strong>de</strong> Nicaragua, el ejecutivo nombra a la persona a cargo <strong>de</strong> la entidad coordinadora <strong>de</strong> la instancia intersectorial (Consejo <strong>de</strong> Comunicación y Ciudadanía<br />

<strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ciudadano).<br />

Las autorida<strong>de</strong>s sociales que trabajan en ámbitos temáticos poseen una variedad amplia <strong>de</strong> mandatos y misiones,<br />

pero suelen tener como rasgos distintivos el hecho <strong>de</strong> transversalizar y articular las acciones <strong>de</strong>l Gobierno central, así<br />

como singularizar necesida<strong>de</strong>s y carencias particulares <strong>de</strong> ciertos segmentos poblacionales o problemáticas sociales<br />

específicas, para garantizar los <strong>de</strong>rechos o el acceso a servicios y atención prioritaria. Del cumplimiento <strong>de</strong> tales<br />

mandatos, en el ámbito <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> múltiples actores gubernamentales, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> la efectividad <strong>de</strong> la coordinación<br />

intersectorial <strong>de</strong> las políticas sociales. Existe una gran variedad <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los y alternativas <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s sociales en<br />

áreas temáticas (comisiones intersectoriales, ministerios, viceministerios e institutos, entre otros). En los recuadros IV.1<br />

y IV.2 se aborda el caso específico <strong>de</strong> la institucionalidad abocada a la población afro<strong>de</strong>scendiente y a las personas<br />

con discapacidad 13 .<br />

Capítulo IV<br />

13<br />

En el cuadro IV.A1.3 <strong>de</strong>l anexo se <strong>de</strong>tallan los mecanismos institucionales que tienen el mandato <strong>de</strong> velar por el bienestar y los <strong>de</strong>rechos<br />

<strong>de</strong> la población afro<strong>de</strong>scendiente.<br />

156


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Recuadro IV.1<br />

Institucionalidad orientada a la población afro<strong>de</strong>scendiente en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

En los últimos años ha aumentado en la región la cantidad<br />

<strong>de</strong> instituciones encargadas <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la población<br />

afro<strong>de</strong>scendiente. Actualmente, más <strong>de</strong> una docena <strong>de</strong> países<br />

cuentan con alguna institución gubernamental <strong>de</strong>dicada a<br />

coordinar dichos asuntos a . Esta realidad es resultado <strong>de</strong>l trabajo<br />

<strong>de</strong> inci<strong>de</strong>ncia realizado por los movimientos afro<strong>de</strong>scendientes,<br />

<strong>de</strong> manera conjunta con otras organizaciones <strong>de</strong> la sociedad civil,<br />

Gobiernos y organismos internacionales.<br />

La mayoría <strong>de</strong> las instituciones existentes se sustentan en leyes<br />

o <strong>de</strong>cretos, cuentan con respaldo legal nacional e internacional y<br />

han surgido a partir <strong>de</strong>l año 2000, con la intensificación <strong>de</strong>l proceso<br />

<strong>de</strong> preparación <strong>de</strong> la Conferencia Mundial contra el Racismo, la<br />

Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas <strong>de</strong><br />

Intolerancia celebrada en Durban (Sudáfrica) en 2001 y, más tar<strong>de</strong>,<br />

para dar cumplimiento a compromisos asumidos en el período<br />

posterior a esa Conferencia. En este mismo sentido, se espera<br />

que el Decenio Internacional para los Afro<strong>de</strong>scendientes, que<br />

se extien<strong>de</strong> entre <strong>2015</strong> y 2024, contribuya al fortalecimiento <strong>de</strong><br />

marcos institucionales que promuevan la superación <strong>de</strong>l racismo<br />

y la igualdad racial en la región.<br />

El conjunto <strong>de</strong> instituciones que coordinan los temas<br />

relacionados con la población afro<strong>de</strong>scendiente a nivel<br />

gubernamental es muy heterogéneo en la región, tanto en lo<br />

que se refiere a su carácter como a su naturaleza, atribuciones<br />

y capacidad <strong>de</strong> diseñar, coordinar o implementar políticas.<br />

Las comisiones intersectoriales son la figura institucional más<br />

frecuente, seguidas <strong>de</strong> consejos y secretarías. También toman<br />

la forma <strong>de</strong> institutos, comités, direcciones, comisionados,<br />

corporaciones, <strong>de</strong>partamentos, oficinas <strong>de</strong> enlace y, en algunos<br />

casos, ministerios.<br />

La heterogeneidad <strong>de</strong> las instituciones también está marcada<br />

por la población a la que atien<strong>de</strong>n. Algunas están <strong>de</strong>dicadas<br />

exclusivamente a los afro<strong>de</strong>scendientes, mientras que otras también<br />

se ocupan <strong>de</strong> otros grupos, como es el caso <strong>de</strong> la Secretaría para<br />

Asuntos Indígenas y Afro<strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong> Nicaragua.<br />

Un factor <strong>de</strong> gran relevancia para evaluar la efectividad <strong>de</strong><br />

esas instituciones es su rango <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l aparato estatal, que tiene<br />

una influencia significativa en los recursos humanos y financieros<br />

con que cuentan y en su capacidad <strong>de</strong> incidir efectivamente en la<br />

<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> las políticas públicas. A diferencia <strong>de</strong> las secretarías<br />

y ministerios, figuras institucionales como las comisiones o<br />

consejos no siempre poseen esos recursos o esa capacidad.<br />

Por ejemplo, la Secretaría Especial <strong>de</strong> Políticas para Promover<br />

la Igualdad Racial (SEPPIR) <strong>de</strong>l Brasil (que entre 2003 y <strong>2015</strong><br />

tuvo rango ministerial) disponía <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 100 funcionarios,<br />

mientras que la Dirección <strong>de</strong> Asuntos para Comunida<strong>de</strong>s Negras,<br />

Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras <strong>de</strong> Colombia cuenta con<br />

33 funcionarios, y el Comisionado <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República<br />

para asuntos relacionados con la Comunidad Afrocostarricense,<br />

creado en <strong>2015</strong>, está formado por solo 3 personas.<br />

Destaca en la región la experiencia <strong>de</strong> la SEPPIR <strong>de</strong>l Brasil,<br />

creada en 2003, que hasta mediados <strong>de</strong> <strong>2015</strong> <strong>de</strong>sempeñó un<br />

papel importante <strong>de</strong> formulación e implementación <strong>de</strong> políticas<br />

y participación en instancias <strong>de</strong> coordinación interministerial en<br />

diversas áreas (salud, educación, trabajo, pobreza, violencia,<br />

juventud e infancia, entre otras). A<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>sarrolló un diálogo<br />

relevante con la sociedad civil, en particular con las organizaciones<br />

<strong>de</strong> afro<strong>de</strong>scendientes, cuyas principales expresiones fueron el<br />

Consejo Nacional y las Conferencias Nacionales <strong>de</strong> Promoción<br />

<strong>de</strong> la Igualdad Racial. En octubre <strong>de</strong> <strong>2015</strong>, en el contexto <strong>de</strong> una<br />

reforma ministerial, la SEPPIR pasó a integrar, conjuntamente<br />

con la Secretaría <strong>de</strong> Políticas para las Mujeres y la Secretaría <strong>de</strong><br />

Derechos Humanos, el Ministerio <strong>de</strong> las Mujeres, <strong>de</strong> la Igualdad<br />

Racial y <strong>de</strong> los Derechos Humanos.<br />

Por último, es importante mencionar que actualmente<br />

existen en la región instituciones no solo <strong>de</strong> carácter nacional,<br />

sino también local. Por ejemplo, en el Brasil, el Sistema Nacional<br />

<strong>de</strong> Promoción <strong>de</strong> la Igualdad Racial (SINAPIR) contaba hasta<br />

mayo <strong>de</strong> <strong>2015</strong> con 303 organismos y consejos <strong>de</strong> promoción<br />

<strong>de</strong> la igualdad racial, distribuidos en todo el territorio nacional.<br />

Sigue pendiente la realización <strong>de</strong> un estudio más pormenorizado<br />

<strong>de</strong> los alcances y limitaciones <strong>de</strong> los organismos <strong>de</strong>dicados al<br />

combate <strong>de</strong>l racismo y a la promoción <strong>de</strong> la igualdad racial en la<br />

región, con miras a su <strong>de</strong>sarrollo y fortalecimiento. También es<br />

necesario profundizar en el análisis <strong>de</strong> las características y alcances<br />

<strong>de</strong> las políticas implementadas hasta ahora. Con excepción <strong>de</strong><br />

algunos países, la escasa disponibilidad <strong>de</strong> información <strong>de</strong>sagregada<br />

por condición étnica o racial en la región dificulta el seguimiento<br />

y la evaluación <strong>de</strong> las políticas y programas <strong>de</strong>sarrollados <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

una perspectiva <strong>de</strong> resultados e impacto.<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL).<br />

a<br />

Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela (República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

Recuadro IV.2<br />

Avances en la institucionalidad orientada a las personas con discapacidad: el reto<br />

<strong>de</strong> acortar la distancia entre los principios <strong>de</strong> jure y su aplicación <strong>de</strong> facto<br />

Las personas con discapacidad han estado cada vez más presentes<br />

tanto en las convenciones <strong>de</strong> los organismos internacionales<br />

como en las legislaciones nacionales. En el Convenio sobre la<br />

Readaptación Profesional y el Empleo (Personas Inválidas), 1983<br />

(Núm. 159) <strong>de</strong> la OIT se establece explícitamente el principio<br />

<strong>de</strong> igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s entre los trabajadores con<br />

discapacidad y los trabajadores en general. En el ámbito <strong>de</strong> la<br />

Organización <strong>de</strong> los Estados Americanos (OEA), la Convención<br />

Interamericana para la Eliminación <strong>de</strong> Todas las Formas <strong>de</strong><br />

Discriminación contra las Personas con Discapacidad, <strong>de</strong> 1999,<br />

constituye un referente regional. En el Marco <strong>de</strong> Acción <strong>de</strong> Dakar<br />

sobre Educación para Todos se afirma que la educación es un<br />

<strong>de</strong>recho fundamental y una necesidad básica para todos los<br />

niños, jóvenes y adultos, incluidos aquellos con discapacida<strong>de</strong>s<br />

(UNESCO, 2000). En diciembre <strong>de</strong> 2006, la Asamblea General <strong>de</strong><br />

las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre los Derechos<br />

<strong>de</strong> las Personas con Discapacidad y su Protocolo Facultativo.<br />

En todos los países <strong>de</strong> la región hay instancias <strong>de</strong>l Gobierno<br />

central cuyo objetivo es proteger los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las personas<br />

con discapacidad. En la mayoría <strong>de</strong> los casos esas entida<strong>de</strong>s son<br />

parte <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>, <strong>de</strong> haberlo, aunque<br />

en algunos países, como El Salvador, Guatemala y la República<br />

Dominicana, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n directamente <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la<br />

República. En términos generales, su objetivo es proponer,<br />

ejecutar y evaluar la política pública <strong>de</strong> inclusión social <strong>de</strong> las<br />

personas con discapacidad y sus familias en diferentes ámbitos,<br />

como la salud, la educación, la protección social, la inclusión<br />

laboral y la accesibilidad, en un sentido amplio. En muchos<br />

casos, también existen organismos públicos <strong>de</strong> ese tipo en<br />

los niveles locales.<br />

Capítulo IV<br />

157


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Recuadro IV.2 (conclusión)<br />

El acceso a la salud <strong>de</strong> las personas con discapacidad es<br />

uno <strong>de</strong> los temas en que más se ha avanzado en la región, pues<br />

existe una amplia legislación al respecto. No ocurre lo mismo con<br />

el acceso a la rehabilitación, que en gran parte <strong>de</strong> los países es<br />

provista por organizaciones no gubernamentales que no logran<br />

cubrir las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> toda la población con discapacidad y<br />

cuyos recursos <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n, en un porcentaje consi<strong>de</strong>rable, <strong>de</strong><br />

donaciones basadas en la filantropía. Obstáculos aún mayores se<br />

presentan en la educación, tanto en términos <strong>de</strong> cobertura como<br />

<strong>de</strong> calidad, en el acceso al mercado laboral y en la accesibilidad en<br />

el sentido amplio. Si bien existen leyes u otras normas en las que<br />

se reconoce el <strong>de</strong>recho a la educación y se <strong>de</strong>staca la importancia<br />

<strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo inclusivo, y aunque varios países han establecido la<br />

obligación <strong>de</strong> incluir a las niñas y niños con discapacidad en la<br />

educación regular, todavía son muchos los que quedan fuera<br />

<strong>de</strong>l sistema escolar, o bien acce<strong>de</strong>n a servicios <strong>de</strong> calidad muy<br />

<strong>de</strong>ficiente (BID, <strong>2015</strong>; Padilla Muñoz, 2011; CEPAL, 2013a).<br />

Todos los países cuentan con leyes u otras normas sobre<br />

inserción laboral <strong>de</strong> las personas con discapacidad. En los<br />

programas <strong>de</strong> inserción laboral existentes en la región se incluye<br />

la capacitación para incrementar las competencias, mejorar las<br />

condiciones <strong>de</strong> empleabilidad y apoyar la búsqueda <strong>de</strong> empleo u<br />

ocupación, así como incentivos para la contratación en el sector<br />

privado. Sin embargo, no se dispone <strong>de</strong> información que permita<br />

analizar el impacto <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> acciones. Varios países <strong>de</strong><br />

la región han <strong>de</strong>finido cuotas <strong>de</strong> contratación <strong>de</strong> personas con<br />

discapacidad, en algunos casos extendidas al sector privado,<br />

como ocurre en el Brasil y el Ecuador a ; no obstante, la capacidad<br />

disponible para fiscalizar el cumplimiento <strong>de</strong> dichas cuotas es<br />

muy escasa (OIT, 2012a). En 2014, el Uruguay adoptó el Decreto<br />

79/014, en el que se establece que el 4% <strong>de</strong> los recursos<br />

presupuestarios <strong>de</strong>stinados a la contratación <strong>de</strong> personal en cada<br />

establecimiento público solo pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>stinado para ese fin<br />

(véase [en línea] www.impo.com.uy/bases/<strong>de</strong>cretos/79-2014).<br />

El principal reto institucional vinculado a este segmento<br />

en la región es que las entida<strong>de</strong>s encargadas cuenten con<br />

los mecanismos, la estructura y el personal necesarios para<br />

mejorar la coordinación y el monitoreo, con el fin <strong>de</strong> lograr la<br />

efectiva exigibilidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos y las medidas reconocidos<br />

en la legislación.<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Banco Interamericano <strong>de</strong> Desarrollo (BID), “10 Mitos sobre los estudiantes<br />

con discapacidad en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>”, <strong>2015</strong>; Pedro Luis Castellanos, “Políticas sociales inclusivas, aportes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la estrategia Quisqueya sin Miseria”, 2013;<br />

CEPAL, <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, 2012 (LC/G.2557-P), Santiago, 2013; Organización Internacional <strong>de</strong>l Trabajo (OIT), “Perfil do trabalho <strong>de</strong>cente<br />

no Brasil. Um olhar sobre as unida<strong>de</strong>s da Fe<strong>de</strong>ração”, 2012; Andrea Padilla Muñoz, “Inclusión educativa <strong>de</strong> personas con discapacidad”, Revista Colombiana<br />

<strong>de</strong> Psiquiatría, vol. 40, N° 4, Ámsterdam, Elsevier, 2011; Yessenia Tapia Solórzano, “La inserción laboral <strong>de</strong> las personas con discapacidad y su inci<strong>de</strong>ncia<br />

socioeconómica en el Ecuador. Período 2009-2011”, 2012; Organización <strong>de</strong> las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO),<br />

Marco <strong>de</strong> Acción <strong>de</strong> Dakar. Educación para Todos: cumplir nuestros compromisos comunes, París, 2000.<br />

a<br />

Argentina, Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Brasil, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela (República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

3. Herramientas <strong>de</strong> gestión y dimensión técnico-operativa<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> un sustrato legal a<strong>de</strong>cuado y una organización clara, con mandatos que<br />

confieran autoridad y capacidad <strong>de</strong> articulación, un factor clave para contar con una institucionalidad que posibilite<br />

una política social <strong>de</strong> calidad es disponer <strong>de</strong> instrumentos que permitan implementar a<strong>de</strong>cuadamente los planes<br />

gubernamentales a fin <strong>de</strong> alcanzar las metas <strong>de</strong> política. Para ello, es esencial contar con sistemas <strong>de</strong> información<br />

para el diagnóstico, el monitoreo y la evaluación, así como con equipos técnicos idóneos y suficientes.<br />

Al revisar los antece<strong>de</strong>ntes disponibles <strong>de</strong> los 33 países <strong>de</strong> la región, se concluye que en la actualidad solo<br />

21 países cuentan con un plan o estrategia <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social explícito. Aun cuando su mera existencia representa<br />

un rasgo positivo, en muchos casos estos planes se circunscriben a los ciclos <strong>de</strong> gobierno y no son la expresión <strong>de</strong><br />

políticas <strong>de</strong> Estado, lo que refleja una <strong>de</strong>bilidad institucional. En las áreas <strong>de</strong> salud y educación, la implementación<br />

<strong>de</strong> estos planes es <strong>de</strong> larga data, pero en el caso <strong>de</strong> las estrategias <strong>de</strong> lucha contra la pobreza, <strong>de</strong>sarrollo e inclusión<br />

social la tradición es más corta. En los fondos <strong>de</strong> inversión social (FIS) <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1990 se implantaron <strong>de</strong><br />

modo incipiente algunos sistemas <strong>de</strong> evaluación y monitoreo, con procesos <strong>de</strong> evaluación ex ante. Esto se expandió<br />

al presente siglo acompañado <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> transferencias condicionadas, lo que ha sumado importantes<br />

innovaciones en cuanto a capacidad técnica y administrativa, junto a una expansión <strong>de</strong> las evaluaciones <strong>de</strong> impacto.<br />

Como se muestra más a<strong>de</strong>lante, en la mayoría <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe se han ido construyendo<br />

herramientas <strong>de</strong> gestión relacionadas con la articulación <strong>de</strong> los programas sociales, como padrones <strong>de</strong> registro <strong>de</strong><br />

participantes, total o parcialmente integrados, y sistemas <strong>de</strong> monitoreo y evaluación <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social.<br />

En cuanto a la rendición <strong>de</strong> cuentas, resulta esencial la existencia <strong>de</strong> normas y procedimientos formales <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong>l Estado para controlar y verificar el funcionamiento <strong>de</strong> las políticas y programas sociales, procesos en los que son<br />

claves los sistemas <strong>de</strong> monitoreo y evaluación, así como los registros <strong>de</strong> participantes y las reglas <strong>de</strong> operación, junto<br />

con los mecanismos (generales y sectoriales) <strong>de</strong> contraloría y auditoría <strong>de</strong> la acción pública. Esto se complementa<br />

con los instrumentos <strong>de</strong> rendición <strong>de</strong> cuentas propios <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s que implementan las políticas y programas<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social y el rol que ejercen una diversidad <strong>de</strong> actores no estatales, incluidos los participantes <strong>de</strong> los<br />

programas, la sociedad civil y sus organizaciones y los medios <strong>de</strong> comunicación, entre otros.<br />

Capítulo IV<br />

158


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Junto a la rendición <strong>de</strong> cuentas, los mecanismos <strong>de</strong> participación tienen un rol relevante para mejorar el diseño<br />

e institucionalizar y potenciar el impacto y la sostenibilidad <strong>de</strong> las políticas. Estos abarcan una serie <strong>de</strong> modalida<strong>de</strong>s,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los ejercicios <strong>de</strong> presupuesto participativo y los foros <strong>de</strong> consulta sectoriales o temáticos hasta los mecanismos<br />

<strong>de</strong> participación <strong>de</strong> los beneficiarios en la gestión <strong>de</strong> los programas. Destacan, tanto por su extensión y magnitud como<br />

por sus resultados, las Conferencias Nacionales <strong>de</strong> Asistencia <strong>Social</strong> en el Brasil, en las que se <strong>de</strong>sarrolla un extenso<br />

proceso <strong>de</strong> diálogo y consulta que se inicia en el ámbito municipal y llega hasta el nacional, e involucra la elección<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>legados en cada una <strong>de</strong> esas etapas y la participación <strong>de</strong> diversos órganos gubernamentales coordinados por<br />

el Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> y Lucha contra el Hambre, junto con las organizaciones <strong>de</strong> la sociedad civil y los<br />

usuarios <strong>de</strong> los programas. Las Conferencias Nacionales <strong>de</strong> Asistencia <strong>Social</strong> han tenido resultados tan importantes<br />

como la creación <strong>de</strong>l sistema nacional <strong>de</strong> asistencia social.<br />

4. Dimensión fiscal <strong>de</strong> la institucionalidad<br />

La proporción <strong>de</strong> recursos públicos <strong>de</strong>stinados a cada función <strong>de</strong> gobierno es un indicador básico <strong>de</strong> su prioridad<br />

política y económica. A la vez, su volatilidad ante los ciclos económicos <strong>de</strong>muestra cuán <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong>l contexto<br />

es dicha asignación. Así, el aumento <strong>de</strong> los recursos <strong>de</strong>stinados a las políticas sociales en relación con el producto<br />

interno bruto (PIB) y su relativa estabilidad son factores fundamentales para la sostenibilidad y el fortalecimiento<br />

institucional <strong>de</strong> dichas políticas.<br />

El crecimiento sostenido que los recursos <strong>de</strong>stinados a lo social han tenido en la región refleja una progresiva<br />

institucionalización <strong>de</strong> la política social en términos fiscales, en particular en lo que se refiere a la lucha contra la pobreza<br />

y a la protección social. Si bien la tasa <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> esos recursos varía, se ha mantenido positiva y ha sido un<br />

soporte central para hacer frente a la crisis internacional <strong>de</strong> fines <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 2000 14 . Sin embargo, las necesida<strong>de</strong>s<br />

regionales son aún <strong>de</strong> gran magnitud y siguen quedando importantes <strong>de</strong>safíos en cuanto a la disponibilidad <strong>de</strong> recursos;<br />

todavía se está lejos <strong>de</strong> llegar a los niveles <strong>de</strong> gasto (absoluto y relativo) existentes en los países <strong>de</strong> la Organización<br />

<strong>de</strong> Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) (que en promedio bor<strong>de</strong>an el 27% <strong>de</strong>l PIB) (véase el cuadro IV.5).<br />

Cuadro IV.5<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (18 países): gasto social en tres grupos <strong>de</strong> países con distintos resultados en materia <strong>de</strong> protección<br />

y promoción social (promedio simple <strong>de</strong> cada grupo), alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l período 2010-2014<br />

(En dólares <strong>de</strong> 2010 y porcentajes <strong>de</strong>l PIB)<br />

Indicador<br />

Gasto público social per cápita<br />

(dólares <strong>de</strong> 2010)<br />

Gasto público en protección social (seguridad y asistencia social)<br />

per cápita<br />

(dólares <strong>de</strong> 2010)<br />

Gasto público social<br />

(porcentajes <strong>de</strong>l PIB)<br />

Gasto público en protección social (seguridad y asistencia social)<br />

(porcentajes <strong>de</strong>l PIB)<br />

Gasto público en educación<br />

(porcentajes <strong>de</strong>l PIB)<br />

Gasto público en salud<br />

(porcentajes <strong>de</strong>l PIB)<br />

Gasto público en vivienda y otros<br />

(porcentajes <strong>de</strong>l PIB)<br />

Grupo 1 Grupo 2 Grupo 3<br />

Argentina, Brasil,<br />

Chile, Costa Rica,<br />

Panamá y Uruguay<br />

Colombia, México y<br />

Venezuela (República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Ecuador,<br />

El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua,<br />

Paraguay, Perú y República Dominicana<br />

2 132 1 166 366<br />

966 456 111<br />

20,2 14,0 11,0<br />

8,9 5,6 3,1<br />

4,8 4,1 4,4<br />

4,5 2,9 2,6<br />

1,5 1,3 1,0<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> S. Cecchini y R. Martínez, Protección social inclusiva en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>. Una<br />

mirada integral, un enfoque <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos, Libros <strong>de</strong> la CEPAL, N° 111 (LC/G.2488-P), Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), 2011.<br />

La comparación <strong>de</strong> los recursos disponibles y su participación en el PIB entre diferentes países muestra que la<br />

institucionalidad no es homogénea en este aspecto y tampoco en lo referente a la cobertura <strong>de</strong> servicios existente<br />

en los distintos ámbitos <strong>de</strong> política. En general, los países con mayores necesida<strong>de</strong>s tienen una menor cobertura <strong>de</strong><br />

servicios y menos recursos per cápita y les asignan una menor prioridad fiscal.<br />

14<br />

Se presenta mayor información sobre el tema en el capítulo II.<br />

Capítulo IV<br />

159


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

En los párrafos anteriores se ha comentado el aporte <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> transferencias condicionadas a la<br />

institucionalidad social, en relación con la coordinación y con las herramientas <strong>de</strong> gestión. Un elemento que<br />

contrasta con su cobertura, que bor<strong>de</strong>a el 21% <strong>de</strong> la población en la región, es que los recursos <strong>de</strong> esos programas<br />

solo representaban, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2013, un 0,39% <strong>de</strong>l PIB como promedio regional (en los distintos países alcanzaban<br />

niveles <strong>de</strong> entre el 0,01% y el 1,13% <strong>de</strong>l PIB), al mismo tiempo que los montos per cápita fluctuaban entre los 0,51<br />

y 41,19 dólares mensuales (CEPAL, <strong>2015</strong>). Esto pue<strong>de</strong> ser un buen indicio <strong>de</strong> eficiencia, pero también expresa el<br />

nivel <strong>de</strong> prioridad que estos programas tienen en los países.<br />

Un indicador sobre la prioridad que los países <strong>de</strong> la región asignan a las políticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo e inclusión social<br />

es el presupuesto anual <strong>de</strong> los Ministerios <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> o la entidad equivalente en relación con el presupuesto<br />

público total, aspecto en el que se observa igualmente una alta heterogeneidad, pero con una distribución distinta<br />

a la observada en el cuadro IV.5. Dicho porcentaje va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 1,0% en Nicaragua y el Uruguay o el 1,1% en el<br />

Paraguay hasta el 5,2% en el Perú y el 6,0% en la Argentina (véase el cuadro IV.6). De acuerdo con esas cifras, el peso<br />

presupuestario <strong>de</strong> esas entida<strong>de</strong>s es <strong>de</strong> bajo a mo<strong>de</strong>rado, lo que contrasta con la relevancia <strong>de</strong> sus tareas 15 . Si bien<br />

tales montos no reflejan la movilización <strong>de</strong> recursos <strong>de</strong> otras instancias ministeriales que actúan en coordinación,<br />

sí brindan un or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> magnitud <strong>de</strong> su peso relativo <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l Gobierno central.<br />

Cuadro IV.6<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (14 países): presupuesto <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> o instancia equivalente como<br />

proporción <strong>de</strong>l gasto primario presupuestado, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> <strong>2015</strong> a<br />

(En porcentajes)<br />

País Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> o equivalente Porcentaje<br />

Argentina Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> 6,0<br />

Brasil Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> y Lucha contra el Hambre 3,9<br />

Chile Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> 1,7<br />

Colombia Departamento para la Prosperidad <strong>Social</strong> 2,4<br />

Costa Rica Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo Humano e Inclusión <strong>Social</strong>/Instituto Mixto <strong>de</strong> Ayuda <strong>Social</strong> (IMAS) 3,3<br />

Ecuador Ministerio <strong>de</strong> Inclusión Económica y <strong>Social</strong> 3,4<br />

Guatemala Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> 3,2<br />

Haití Ministerio <strong>de</strong> Asuntos <strong>Social</strong>es y Trabajo 3,1<br />

México Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> 3,2<br />

Nicaragua Ministerio <strong>de</strong> la Familia, Adolescencia y Niñez 1,0<br />

Panamá Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> 2,7<br />

Paraguay Secretaría <strong>de</strong> Acción <strong>Social</strong> 1,1<br />

Perú Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo e Inclusión <strong>Social</strong> 5,2<br />

Uruguay Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> 1,0<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (promedio simple) 2,8<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> las leyes <strong>de</strong> presupuesto <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

Los valores correspon<strong>de</strong>n a montos presupuestados, no necesariamente ejecutados.<br />

Otro elemento que se <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rar en esta dimensión es la calidad <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> recolección y difusión<br />

<strong>de</strong> información. Aun cuando se ha avanzado en la incorporación <strong>de</strong> los enfoques, categorías y procedimientos <strong>de</strong>l<br />

análisis funcional <strong>de</strong>l gasto, persiste una heterogeneidad en cuanto a la cobertura institucional y la clasificación <strong>de</strong> las<br />

funciones sociales, así como en lo que respecta a la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> los aportes privados, ya sea por cofinanciamiento<br />

<strong>de</strong> atenciones (gasto <strong>de</strong> bolsillo) o por aporte <strong>de</strong> fundaciones y organizaciones no gubernamentales (ONG) u otras<br />

entida<strong>de</strong>s (véase el capítulo II). Por otro lado, el enfoque analítico todavía es fundamentalmente contable y <strong>de</strong> control<br />

<strong>de</strong> presupuesto, y se ha avanzado poco hacia la apreciación <strong>de</strong>l gasto como parte integral <strong>de</strong> la gestión <strong>de</strong> la política<br />

pública y la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones 16 .<br />

15<br />

Los valores indicados correspon<strong>de</strong>n a una clasificación administrativa y no funcional <strong>de</strong>l gasto social (véase el capítulo II <strong>de</strong> este<br />

<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong>).<br />

16<br />

Para mejorar estos sistemas <strong>de</strong> medición <strong>de</strong>ben articularse las propuestas metodológicas <strong>de</strong>l Manual <strong>de</strong> estadísticas <strong>de</strong> finanzas<br />

públicas <strong>de</strong>l Fondo Monetario Internacional (FMI) con el Sistema <strong>de</strong> Cuentas Nacionales, en la línea <strong>de</strong> las cuentas satélite, e incluir<br />

la información <strong>de</strong> costos e inversión como parte integral <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> análisis <strong>de</strong> la gestión social, articulada con la información<br />

social, con miras a potenciar la racionalidad en la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones hacia la maximización <strong>de</strong> los impactos y la eficiencia en el uso<br />

<strong>de</strong> los recursos (Martínez y Collinao, 2010; Martínez, <strong>2015</strong>).<br />

Capítulo IV<br />

160


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

C. Protección social e institucionalidad<br />

en los países <strong>de</strong> la región<br />

Los sistemas <strong>de</strong> protección social <strong>de</strong> la región presentan logros, pero también <strong>de</strong>safíos institucionales consi<strong>de</strong>rables.<br />

La gran mayoría <strong>de</strong> los países han instaurado entida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>dicadas al <strong>de</strong>sarrollo social con gran protagonismo en la<br />

implementación <strong>de</strong> políticas no contributivas, en las que se observan avances a nivel <strong>de</strong> las herramientas <strong>de</strong> gestión.<br />

Uno <strong>de</strong> los retos principales es la necesidad <strong>de</strong> mejorar la coordinación entre los componentes contributivos y no<br />

contributivos <strong>de</strong> la protección social, así como entre las entida<strong>de</strong>s gubernamentales que cuentan con mandatos<br />

generales y aquellas especializadas en alguna problemática social o segmento <strong>de</strong> la población. En ese contexto,<br />

las políticas <strong>de</strong> cuidado constituyen un componente central <strong>de</strong> la protección social en la región y su efectividad<br />

aumentará en la medida en que se avance en su institucionalización como parte <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> protección<br />

social universal.<br />

Las políticas <strong>de</strong> protección social <strong>de</strong> la región surgieron ancladas a la participación <strong>de</strong> las personas en edad<br />

laboral en el empleo formal, en el contexto <strong>de</strong> niveles limitados <strong>de</strong> inversión social. Por esa vía, y sobre la base <strong>de</strong><br />

las regulaciones <strong>de</strong> los mercados laborales vigentes en cada momento, los trabajadores y sus familias y <strong>de</strong>pendientes<br />

accedían a la previsión social (pensiones), a servicios sociales como la salud, a distintas formas <strong>de</strong> seguro frente<br />

a diversas contingencias económicas, laborales y personales y a buena parte <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> promoción social<br />

y <strong>de</strong> fomento <strong>de</strong>l acceso a la oferta <strong>de</strong> servicios sociales. En contextos <strong>de</strong> elevada informalidad, ese mo<strong>de</strong>lo tuvo<br />

claras limitaciones en términos <strong>de</strong> cobertura en la mayoría <strong>de</strong> los casos, <strong>de</strong>jando fuera a segmentos importantes <strong>de</strong><br />

la población.<br />

A la luz <strong>de</strong> esta evolución, la CEPAL ha planteado la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> avanzar hacia sistemas <strong>de</strong> protección social <strong>de</strong><br />

carácter universal, promoviendo la integración <strong>de</strong> sus distintos componentes (contributivo, no contributivo, regulación<br />

<strong>de</strong>l mercado laboral y sistema <strong>de</strong> cuidado) como base para avanzar hacia una mayor inclusión social y garantía<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos. El componente contributivo se asocia a la seguridad social, el no contributivo abarca el conjunto <strong>de</strong><br />

acciones comúnmente asociadas a la asistencia social, y la regulación <strong>de</strong>l mercado laboral busca proteger y fomentar<br />

el trabajo <strong>de</strong>cente. Los sistemas <strong>de</strong> cuidado aportan la oferta <strong>de</strong> servicios para asistir y facilitar el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> quienes<br />

por edad o condición requieren apoyo <strong>de</strong> otros, así como la articulación <strong>de</strong> transferencias, prestaciones regulatorias<br />

vinculadas a los tiempos para cuidar (licencias), estándares laborales para quienes cuidan y estándares <strong>de</strong> calidad<br />

<strong>de</strong> los servicios <strong>de</strong> cuidado, entre otros instrumentos.<br />

Entre las principales funciones <strong>de</strong> la protección social y sus componentes se incluyen asegurar y proteger los<br />

ingresos <strong>de</strong> las personas y sus núcleos familiares, i<strong>de</strong>ntificar la <strong>de</strong>manda insatisfecha y facilitar el acceso a los servicios<br />

sociales y a las acciones <strong>de</strong> promoción social y, finalmente, fomentar y proteger el trabajo <strong>de</strong>cente, asegurando<br />

una correspon<strong>de</strong>ncia entre empleo y protección social (Cecchini y Martínez, 2011). Como se verá más a<strong>de</strong>lante,<br />

el conjunto <strong>de</strong> acciones centradas en el cuidado <strong>de</strong> las personas en las diferentes etapas <strong>de</strong> la vida constituye una<br />

problemática reciente <strong>de</strong> la protección social, en parte transversal a los componentes mencionados, pero que también<br />

abarca otras áreas <strong>de</strong> la acción pública y a otros actores públicos, privados y <strong>de</strong> la sociedad civil.<br />

La complejidad <strong>de</strong> las problemáticas sociales, así como <strong>de</strong> los objetivos <strong>de</strong> las políticas diseñadas para<br />

aten<strong>de</strong>rlas, exige abordajes y diseños intersectoriales que posibiliten articular la oferta <strong>de</strong> protección social con<br />

la <strong>de</strong>manda. Del lado <strong>de</strong> las políticas y programas, se requiere una articulación sectorial (u horizontal) entre las<br />

distintas áreas <strong>de</strong>l Gobierno, así como una articulación vertical entre los distintos niveles <strong>de</strong> gobierno. Al mismo<br />

tiempo, las políticas y programas <strong>de</strong>ben aten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> forma simultánea problemáticas generales y específicas<br />

que afectan a segmentos <strong>de</strong>terminados <strong>de</strong> la población <strong>de</strong>finidos según etapas <strong>de</strong> la vida (longitudinalmente) o<br />

diferencias <strong>de</strong> género, étnicas, sociales o económicas (transversalmente). Hasta cierto punto, la institucionalidad<br />

social refleja hoy esa aspiración y las dificulta<strong>de</strong>s para lograr que se concrete, en particular por los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong><br />

coordinación que implica.<br />

La protección social vigente en la mayoría <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región presenta mo<strong>de</strong>los duales en su concepción<br />

y bicéfalos en su organización, pues respon<strong>de</strong>n a dos autorida<strong>de</strong>s distintas, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> si son contributivos o no<br />

contributivos. A su vez, la articulación <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> cada componente también presenta limitaciones, con la participación<br />

Capítulo IV<br />

161


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

<strong>de</strong> varios actores en el componente contributivo, por un lado, y un conjunto <strong>de</strong> programas no contributivos, por el<br />

otro. Estos últimos, en general, están focalizados en la población en situación <strong>de</strong> pobreza o exclusión <strong>de</strong> la seguridad<br />

social formal y son financiados públicamente.<br />

A continuación se <strong>de</strong>scriben algunos aspectos institucionales <strong>de</strong> esta situación y los dilemas asociados. En<br />

primer lugar, se abordan aspectos <strong>de</strong> la institucionalidad <strong>de</strong> los componentes no contributivos, con énfasis en las<br />

entida<strong>de</strong>s ministeriales que tienen el mandato formal <strong>de</strong> trabajar por el <strong>de</strong>sarrollo social; posteriormente, se tratan<br />

específicamente las políticas integradas <strong>de</strong> cuidado, como una nueva problemática <strong>de</strong> la protección social que está<br />

siendo objeto <strong>de</strong> respuestas institucionales novedosas en la región.<br />

1. Las entida<strong>de</strong>s abocadas al <strong>de</strong>sarrollo social y la protección social<br />

no contributiva<br />

La mayoría <strong>de</strong> los mecanismos gubernamentales <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social que hoy existen en la región han sido constituidos<br />

en los últimos 25 años. Si bien en muchos casos se crearon en contextos <strong>de</strong> emergencia económica y social, estas<br />

entida<strong>de</strong>s se han ido consolidando como permanentes. Al mismo tiempo, su cobertura y su misión formal se han<br />

ampliado, pasando <strong>de</strong> la atención <strong>de</strong> la pobreza extrema a un objetivo más amplio <strong>de</strong> inclusión social y, en algunos<br />

casos, incorporando explícitamente la misión <strong>de</strong> garantizar niveles mínimos y universales <strong>de</strong> bienestar social.<br />

El panorama <strong>de</strong> los mandatos, los organismos a cargo <strong>de</strong> ellos, los programas <strong>de</strong> protección social bajo su<br />

rectoría y los instrumentos <strong>de</strong> gestión a su disposición es indicador <strong>de</strong>l peso relativo <strong>de</strong> estos ministerios en la<br />

institucionalidad social en general y en la protección social no contributiva en particular, así como <strong>de</strong> su capacidad<br />

relativa para generar políticas y programas intersectoriales.<br />

a) Mandatos y organigramas <strong>de</strong> los Ministerios <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

El análisis <strong>de</strong> la misión y los mandatos <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>dicadas al <strong>de</strong>sarrollo social y el panorama <strong>de</strong> las<br />

instancias que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> estas ayudan a tener una noción sobre los <strong>de</strong>safíos relativos a la coordinación intersectorial<br />

<strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> protección social no contributiva.<br />

En su gran mayoría, estas entida<strong>de</strong>s poseen mandatos y misiones relacionados con la pobreza, la protección y<br />

la inclusión social y, en menor medida, con la provisión <strong>de</strong> diversas modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cuidado. A la vez, todas estas<br />

entida<strong>de</strong>s conviven con un número creciente <strong>de</strong> instancias <strong>de</strong>dicadas al bienestar y la garantía <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong><br />

segmentos <strong>de</strong>terminados <strong>de</strong> la población, como los niños y adolescentes, las personas mayores, las personas con<br />

discapacidad, los pueblos indígenas y las poblaciones afro<strong>de</strong>scendientes, entre otros. En este diverso panorama, es<br />

posible caracterizar algunas modalida<strong>de</strong>s institucionales asociadas a sus mandatos 17 .<br />

La primera modalidad correspon<strong>de</strong> a los casos en que el mandato <strong>de</strong> estos Ministerios <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

establece que se hagan cargo <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los segmentos <strong>de</strong> población antes mencionados. De los 25 países<br />

<strong>de</strong> la región para los que se dispone <strong>de</strong> información, en 9 <strong>de</strong> ellos los ministerios <strong>de</strong>l área <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social tienen<br />

bajo su dirección a las instancias <strong>de</strong>dicadas a las personas mayores; en 6, a los institutos <strong>de</strong> juventud, y en 8, a las<br />

instituciones centradas en la población infantil y adolescente. En los casos en que el Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

concentra el mandato y la gestión <strong>de</strong> varios <strong>de</strong> estos segmentos, como en el Uruguay y Chile (don<strong>de</strong> dichos ministerios<br />

fueron creados en 2005 y 2011, respectivamente), la efectividad para aten<strong>de</strong>r las necesida<strong>de</strong>s particulares <strong>de</strong> cada<br />

segmento está sujeta a las capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> diseño e implementación propia, la autoridad para la coordinación <strong>de</strong><br />

actores y los recursos disponibles.<br />

Una segunda modalidad, que suele ser complementaria a la anterior, consiste en la existencia <strong>de</strong> comisiones<br />

intersectoriales compuestas por diversos ministerios y otras entida<strong>de</strong>s y coordinadas por la Presi<strong>de</strong>ncia o<br />

Vicepresi<strong>de</strong>ncia. Un ejemplo son las instancias encargadas <strong>de</strong>l bienestar y los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la población infantil<br />

(consejos <strong>de</strong> la infancia), modalidad que se observa en 12 <strong>de</strong> los 25 países. El principal <strong>de</strong>safío es que dichas<br />

instancias intersectoriales tengan autoridad para coordinar una multiplicidad <strong>de</strong> ministerios y otras entida<strong>de</strong>s<br />

17<br />

Véase el cuadro IV.A1.1 <strong>de</strong>l anexo.<br />

Capítulo IV<br />

162


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

gubernamentales (e incluso no gubernamentales). Dado que tales instancias intersectoriales poseen mandatos<br />

extensos (en general, la promoción o garantía <strong>de</strong> un conjunto amplio <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos), su capacidad <strong>de</strong> movilización<br />

<strong>de</strong> recursos y <strong>de</strong> coordinación <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> gobierno involucradas en la implementación <strong>de</strong> acciones <strong>de</strong><br />

protección social es fundamental.<br />

La tercera alternativa que conlleva <strong>de</strong>safíos propios <strong>de</strong> coordinación es la existencia <strong>de</strong> ministerios específicos<br />

centrados en segmentos <strong>de</strong> población. Tal es el caso, con frecuencia, <strong>de</strong> los mecanismos nacionales para el a<strong>de</strong>lanto <strong>de</strong><br />

las mujeres, que suelen consistir en un ministerio para aten<strong>de</strong>r las necesida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las mujeres (modalidad<br />

que se observa en 11 <strong>de</strong> los 25 países) o bien en una persona titular <strong>de</strong>l mecanismo que tiene rango ministerial 18 . En este<br />

caso, el <strong>de</strong>safío radica en la capacidad <strong>de</strong> coordinación <strong>de</strong> estas entida<strong>de</strong>s con los <strong>de</strong>más ministerios, en especial con<br />

aquellos abocados al <strong>de</strong>sarrollo social, tanto en lo referente a la implementación <strong>de</strong> políticas y programas <strong>de</strong> protección<br />

social como en cuanto a garantizar la coordinación con otras instancias <strong>de</strong>l Gobierno central, con el fin <strong>de</strong> asegurar<br />

que las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cada segmento sean tomadas en cuenta por el conjunto <strong>de</strong> la acción pública gubernamental.<br />

El <strong>de</strong>safío que estas modalida<strong>de</strong>s comparten en materia <strong>de</strong> implementación <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> protección social<br />

consiste en asegurar que sus funciones básicas (proteger y asegurar el ingreso, i<strong>de</strong>ntificar la <strong>de</strong>manda insatisfecha y<br />

garantizar el acceso a servicios sociales y a políticas <strong>de</strong> promoción, así como fomentar el trabajo <strong>de</strong>cente como vía<br />

<strong>de</strong> acceso a la protección y al bienestar social) se cumplan para cada segmento <strong>de</strong> la población, ya sea mediante<br />

acciones generales o específicas.<br />

b) Los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> coordinación y articulación entre los actores <strong>de</strong> la protección social<br />

La necesidad <strong>de</strong> articulación <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> protección social ocurre en varios niveles y dimensiones. Como<br />

se ha planteado en estudios previos, el nivel <strong>de</strong> coordinación intersectorial representa un continuo que va <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

la comunicación y la coordinación entre diversos actores institucionales hasta un trabajo consolidado o integral<br />

en el que los actores, ante una misma problemática, llevan a cabo el conjunto <strong>de</strong> fases <strong>de</strong>l ciclo <strong>de</strong> sus políticas y<br />

programas <strong>de</strong> manera intersectorial, sobre la base <strong>de</strong> procedimientos y prácticas comunes e incluso compartiendo<br />

recursos, responsabilida<strong>de</strong>s y acciones, así como el monitoreo y la evaluación conjunta (OPS/OMS, <strong>2015</strong>). Construir<br />

altos niveles <strong>de</strong> coordinación intersectorial supone costos políticos, financieros, organizacionales y <strong>de</strong> tiempo,<br />

por lo que está justificado en caso <strong>de</strong> enfrentar problemáticas <strong>de</strong> gran complejidad y envergadura (Repetto, Cunill<br />

Grau y Bronzo, <strong>2015</strong>; Repetto y Potenza, <strong>2015</strong>). A continuación se esbozan algunas dimensiones y <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> la<br />

coordinación institucional <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> protección social.<br />

i) Coordinación entre los distintos sectores <strong>de</strong> la política social<br />

Las inercias sectoriales se contraponen con frecuencia al diseño <strong>de</strong> políticas y programas sociales orientados a<br />

abordar y producir impactos en varias dimensiones <strong>de</strong>l bienestar. La experiencia <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> transferencias<br />

monetarias constituyó en su momento una innovación, al conjugar acciones coordinadas e intersectoriales en materia<br />

asistencial, educativa, nutricional y sanitaria. Actualmente, la mayoría <strong>de</strong> estos programas están <strong>de</strong>sarrollando<br />

mayores capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> vinculación y coordinación con otras acciones sectoriales relacionadas con el empleo y el<br />

<strong>de</strong>sarrollo productivo, con el fin <strong>de</strong> incidir en un mejor aprovechamiento <strong>de</strong> los años <strong>de</strong> educación logrados en el<br />

marco <strong>de</strong> los propios programas mediante una inserción laboral menos precaria y que contribuya a una salida <strong>de</strong> la<br />

pobreza 19 . No obstante, queda aún por implantarse en la mayoría <strong>de</strong> los países la lógica <strong>de</strong>l trabajo intersectorial,<br />

que incluye la planificación conjunta, el establecimiento <strong>de</strong> objetivos comunes y la racionalidad integradora en<br />

cuanto al presupuesto y los sistemas <strong>de</strong> evaluación y <strong>de</strong>sempeño, entre otros elementos.<br />

ii) Coordinación entre componentes contributivos y no contributivos <strong>de</strong> la protección social<br />

La existencia <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> protección social con elevados niveles <strong>de</strong> cobertura, equidad y sostenibilidad fiscal<br />

se vincula fuertemente con la posibilidad <strong>de</strong> que, a largo plazo, el acceso a ese sistema esté menos segmentado<br />

y los componentes contributivos y no contributivos respondan a una misma lógica <strong>de</strong> inclusión social y a una<br />

18<br />

Véase al respecto el Observatorio <strong>de</strong> Igualdad <strong>de</strong> Género <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, “Ficha técnica: nivel jerárquico <strong>de</strong> los<br />

Mecanismos para el A<strong>de</strong>lanto <strong>de</strong> la Mujer (MAM)” [en línea] http://www.cepal.org/oig/html/niveljerarquico2.html.<br />

19<br />

Ese tema es abordado en el capítulo III.<br />

Capítulo IV<br />

163


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

vocación <strong>de</strong> universalidad, con un análisis conjunto <strong>de</strong>l riesgo y coherencia entre los incentivos y el financiamiento.<br />

Si bien en el período reciente el pilar no contributivo se ha expandido <strong>de</strong> forma autónoma en la región al alero <strong>de</strong><br />

los vacíos <strong>de</strong> cobertura <strong>de</strong> la seguridad social tradicional, un <strong>de</strong>safío pendiente consiste en expandir esta última<br />

a sectores hasta ahora poco cubiertos, así como construir vasos comunicantes entre las políticas y programas no<br />

contributivos, la seguridad social y el mercado <strong>de</strong> trabajo formal. Aunque no hay pruebas contun<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> los<br />

incentivos adversos <strong>de</strong> la migración <strong>de</strong> los programas no contributivos hacia mecanismos contributivos y formales,<br />

una tarea pendiente es la construcción <strong>de</strong> alternativas y mecanismos institucionales que establezcan vínculos<br />

entre ambos.<br />

iii) Coordinación entre entida<strong>de</strong>s sociales con mandatos generales y autorida<strong>de</strong>s sociales temáticas<br />

centradas en problemáticas sociales o segmentos <strong>de</strong> población (transversales o por etapas <strong>de</strong> la vida)<br />

La aparición <strong>de</strong> autorida<strong>de</strong>s sociales temáticas es una consecuencia <strong>de</strong>l enriquecimiento y la creciente complejidad<br />

<strong>de</strong> la agenda social <strong>de</strong> la región. Dichas entida<strong>de</strong>s se han centrado en abordar <strong>de</strong> forma intersectorial ciertos temas o<br />

problemáticas sociales como la discriminación, la <strong>de</strong>sigualdad, la pobreza o el cuidado, así como la promoción <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>rechos y la atención <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> segmentos <strong>de</strong> población <strong>de</strong>terminados (las mujeres, las personas con<br />

discapacidad, las poblaciones afro<strong>de</strong>scendientes o los pueblos indígenas) y aquellos relativos a las diferentes etapas <strong>de</strong><br />

la vida (infancia, juventud y vejez). Un <strong>de</strong>safío institucional clave es lograr que el trabajo <strong>de</strong> dichas entida<strong>de</strong>s, sobre la<br />

base <strong>de</strong> sus mandatos más o menos extensos, se traduzca en mayores niveles <strong>de</strong> transversalización y <strong>de</strong> coordinación<br />

intersectorial, y no en una fragmentación <strong>de</strong> la arquitectura institucional reflejada en políticas y programas dispersos<br />

y más motivados por la competencia que por la colaboración. En el caso específico <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> protección<br />

social, la misión <strong>de</strong> estas entida<strong>de</strong>s resulta <strong>de</strong> relevancia para transversalizar o articular la atención <strong>de</strong> los distintos<br />

componentes y singularizar necesida<strong>de</strong>s y carencias particulares. La experiencia <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> cuidado (que se<br />

<strong>de</strong>scribe en el punto 2 <strong>de</strong> esta sección) ilustra estos <strong>de</strong>safíos.<br />

c) La adscripción institucional <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> transferencias monetarias<br />

y <strong>de</strong> las pensiones no contributivas<br />

Otro ejemplo <strong>de</strong> los <strong>de</strong>safíos institucionales <strong>de</strong> la protección social no contributiva es la adscripción institucional<br />

<strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> transferencias condicionadas y <strong>de</strong> las pensiones sociales. Como se ha indicado, la relevancia<br />

<strong>de</strong> estas iniciativas resi<strong>de</strong> menos en su peso fiscal relativo y más en su cobertura y focalización hacia los estratos <strong>de</strong><br />

menores ingresos.<br />

En el cuadro IV.7 pue<strong>de</strong> apreciarse que, <strong>de</strong> 21 países <strong>de</strong> la región que implementan al menos un programa <strong>de</strong><br />

transferencias monetarias a nivel nacional, en 10 casos este está adscrito al Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> o la<br />

entidad ministerial equivalente; en 6, a la Presi<strong>de</strong>ncia, y en 5, a alguna otra cartera ministerial. En el caso <strong>de</strong> los<br />

19 países en que existe algún programa nacional <strong>de</strong> pensiones no contributivas, en 8 <strong>de</strong> ellos este está adscrito al<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> o la entidad ministerial equivalente; en 2, a la Presi<strong>de</strong>ncia, y en 9, a alguna otra<br />

cartera ministerial.<br />

En suma, aunque se observa la aparición <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s ministeriales abocadas al <strong>de</strong>sarrollo social como<br />

protagonistas <strong>de</strong> la protección social no contributiva y con mandatos formales en ese ámbito, la rectoría <strong>de</strong> los<br />

principales programas, al menos los <strong>de</strong> mayor alcance, no siempre está bajo su responsabilidad. En buena medida<br />

esto se relaciona con los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> autoridad social <strong>de</strong> cada país, el papel otorgado a las entida<strong>de</strong>s ministeriales<br />

<strong>de</strong>dicadas al <strong>de</strong>sarrollo social, y la existencia y adscripción institucional <strong>de</strong> las prestaciones no contributivas en los<br />

sistemas <strong>de</strong> pensiones. Esto pone <strong>de</strong> relieve la necesidad <strong>de</strong> avanzar en materia <strong>de</strong> la coherencia y articulación entre<br />

los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> autoridad, los mandatos y las estructuras ministeriales y programáticas existentes, así como entre<br />

estos y los múltiples actores que participan en sistemas <strong>de</strong> protección social más complejos que en el pasado, como<br />

se plantea en los siguientes apartados.<br />

Capítulo IV<br />

164


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

País<br />

Argentina b<br />

Belice c<br />

Cuadro IV.7<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): instancias responsables <strong>de</strong> los principales programas<br />

<strong>de</strong> transferencias monetarias y <strong>de</strong> pensiones no contributivas a<br />

Programa<br />

Asignación Universal por Hijo para<br />

Protección <strong>Social</strong><br />

Tipo <strong>de</strong><br />

programa<br />

Ministerio <strong>de</strong><br />

Desarrollo <strong>Social</strong><br />

o equivalente<br />

Programa <strong>de</strong> Pensiones no Contributivas PS x<br />

Creando oportunida<strong>de</strong>s para nuestra<br />

transformación social<br />

Presi<strong>de</strong>ncia o<br />

Vicepresi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong> la República<br />

Entidad responsable<br />

Otra cartera<br />

o instancia<br />

Cartera o instancia<br />

responsable<br />

PTC x Administración Nacional <strong>de</strong><br />

la Seguridad <strong>Social</strong> (ANSES)<br />

<strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Trabajo,<br />

Empleo y Seguridad <strong>Social</strong><br />

PTC<br />

Bolivia<br />

Bono Juancito Pinto PTC x Ministerio <strong>de</strong> Educación<br />

(Estado Plurinacional <strong>de</strong>) c Renta universal <strong>de</strong> vejez Renta Dignidad PS x Autoridad <strong>de</strong> Fiscalización<br />

y Control <strong>de</strong> Pensiones<br />

y Seguros (APS)<br />

Brasil c Bolsa Familia PTC x<br />

Beneficio <strong>de</strong> Prestación Continuada PS x<br />

x<br />

Previdência Rural PS x Ministerio <strong>de</strong>l Trabajo<br />

y Previsión <strong>Social</strong><br />

Chile c Ingreso Ético Familiar PTC x<br />

Chile Solidario PTC x<br />

Pensión Básica Solidaria (ex Pensión<br />

Asistencial (PASIS))<br />

Colombia Ingreso para la Prosperidad <strong>Social</strong> PTC x<br />

Programa <strong>de</strong> Solidaridad con el Adulto<br />

Mayor Colombia Mayor<br />

PS x Ministerio <strong>de</strong>l Trabajo<br />

y Previsión <strong>Social</strong><br />

PS x Ministerio <strong>de</strong>l Trabajo<br />

Costa Rica d Avancemos PTC x Viceministerio <strong>de</strong> Vivienda<br />

y Asentamientos Humanos<br />

Régimen no contributivo <strong>de</strong> Pensiones<br />

por Monto Básico<br />

Ecuador c Bono <strong>de</strong> Desarrollo Humano PTC x<br />

Pensión para Adultos Mayores y Pensión<br />

para Personas con Discapacidad<br />

(complemento <strong>de</strong>l Bono <strong>de</strong><br />

Desarrollo Humano)<br />

El Salvador Comunida<strong>de</strong>s Solidarias PTC x<br />

Nuestros Mayores Derechos PS x<br />

Guatemala c Mi Bono Seguro PTC x<br />

PS x Caja Costarricense<br />

<strong>de</strong> Seguro <strong>Social</strong><br />

PS<br />

Haití c Ti Manman Cheri PTC x Ministerio <strong>de</strong> Economía<br />

y Finanzas<br />

Honduras c<br />

Jamaica<br />

Bono 10.000 Educación, Salud<br />

y Nutrición<br />

Programa <strong>de</strong> avance mediante la salud<br />

y la educación (PATH)<br />

México c Programa Prospera PTC x<br />

Pensión para Adultos Mayores<br />

(ex Programa 70 y más)<br />

Panamá c Red <strong>de</strong> Oportunida<strong>de</strong>s PTC x<br />

120 a los 65 (Programa Especial<br />

<strong>de</strong> Transferencia Económica<br />

a los Adultos Mayores)<br />

Paraguay Tekoporâ PTC x<br />

PTC<br />

x<br />

x<br />

PTC x Ministerio <strong>de</strong> Trabajo<br />

y Seguridad <strong>Social</strong><br />

PS<br />

PS<br />

x<br />

x<br />

Pensión Alimentaria para Adultos Mayores PS x Dirección <strong>de</strong> Pensiones No<br />

Contributivas <strong>de</strong>l Ministerio<br />

<strong>de</strong> Hacienda<br />

Capítulo IV<br />

165


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

País<br />

Programa<br />

Tipo <strong>de</strong><br />

programa<br />

Ministerio <strong>de</strong><br />

Desarrollo <strong>Social</strong><br />

o equivalente<br />

Presi<strong>de</strong>ncia o<br />

Vicepresi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong> la República<br />

Perú e Programa Juntos PTC x<br />

Programa Nacional <strong>de</strong> Asistencia<br />

Solidaria Pensión 65<br />

República Dominicana Progresando con Solidaridad PTC x<br />

Trinidad y Tabago c<br />

Programa <strong>de</strong> transferencias monetarias<br />

condicionadas focalizadas<br />

Uruguay c Asignaciones Familiares PTC x<br />

Venezuela<br />

(República Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

Pensión no contributiva por vejez<br />

o invali<strong>de</strong>z<br />

Misiones, Gran<strong>de</strong>s Misiones<br />

y Micromisiones<br />

Gran Misión Amor Mayor PS - x<br />

Entidad responsable<br />

Otra cartera<br />

o instancia<br />

Cartera o instancia<br />

responsable<br />

PS x Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Consejo<br />

<strong>de</strong> Ministros<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe Programa <strong>de</strong> transferencias monetarias 21 10 6 5<br />

PTC<br />

PS<br />

PTC<br />

Pensión social 15 6 2 7<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

a<br />

Se consi<strong>de</strong>ran instancias rectoras aquellas que figuran en el marco legal como organismos responsables, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> si existen organismos ejecutores.<br />

Los programas se clasifican como programa <strong>de</strong> transferencias condicionadas (PTC) o pensión social (PS).<br />

b<br />

Cuenta con una instancia ministerial abocada explícitamente al <strong>de</strong>sarrollo o la inclusión social. La Administración Nacional <strong>de</strong> la Seguridad <strong>Social</strong> (ANSES), <strong>de</strong>pendiente<br />

<strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Trabajo, Empleo y Seguridad <strong>Social</strong>, ha tenido un papel central en la protección social no contributiva <strong>de</strong>splegada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2005 y más tar<strong>de</strong> con la<br />

nacionalización <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> jubilaciones y pensiones (por ejemplo, las jubilaciones previsionales por moratorias o posteriormente la asignación universal por hijo<br />

para trabajadores <strong>de</strong>socupados e informales, entre otras).<br />

c<br />

Cuenta con una instancia ministerial abocada explícitamente al <strong>de</strong>sarrollo o la inclusión social.<br />

d<br />

Cuenta con una instancia ministerial abocada explícitamente al <strong>de</strong>sarrollo o la inclusión social. El programa Avancemos es interinstitucional y ha estado bajo la<br />

rectoría <strong>de</strong> diversas instancias. Des<strong>de</strong> 2014, el programa es ejecutado por el Instituto Mixto <strong>de</strong> Ayuda <strong>Social</strong> (IMAS), cuyo titular tiene rango <strong>de</strong> Ministro <strong>de</strong> Desarrollo<br />

Humano e Inclusión <strong>Social</strong>, pero bajo la responsabilidad <strong>de</strong> la rectoría <strong>de</strong>l sector Desarrollo Humano e Inclusión <strong>Social</strong>, coordinado conjuntamente por el Ministro<br />

<strong>de</strong> Trabajo y Seguridad <strong>Social</strong> y el titular <strong>de</strong>l IMAS, así como el Reglamento <strong>de</strong> Ejecución <strong>de</strong>l Programa Avancemos en el IMAS, <strong>de</strong> 2009.<br />

e<br />

Cuenta con una instancia ministerial abocada explícitamente al <strong>de</strong>sarrollo o la inclusión social. El Programa Nacional <strong>de</strong> Asistencia Solidaria Pensión 65 es gestionado<br />

por el Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo e Inclusión <strong>Social</strong>, pero <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Ministros.<br />

x<br />

x<br />

x<br />

d) Las herramientas <strong>de</strong> gestión<br />

Con respecto a la dimensión técnico-operativa, las entida<strong>de</strong>s ministeriales abocadas al <strong>de</strong>sarrollo social han tenido<br />

un <strong>de</strong>sarrollo importante, lo que constituye un indicador <strong>de</strong> su capacidad <strong>de</strong> implementación. Como se apuntó en<br />

el apartado anterior, buena parte <strong>de</strong> los avances en materia <strong>de</strong> gestión estuvieron ligados a la implementación <strong>de</strong> los<br />

programas <strong>de</strong> transferencias condicionadas, en cuyo diseño se consi<strong>de</strong>ró el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> información,<br />

registros <strong>de</strong> beneficiarios, monitoreo y evaluación, y que en muchos casos rebasaron su misión original para abarcar<br />

programas <strong>de</strong> otras reparticiones. Destacan así los avances en cuanto al diseño y el alcance <strong>de</strong> la evaluación <strong>de</strong><br />

esos programas, que pasó <strong>de</strong>l monitoreo <strong>de</strong> la ejecución presupuestaria a la evaluación <strong>de</strong> impacto <strong>de</strong> programas<br />

mediante diseños experimentales, cuasiexperimentales y preexperimentales.<br />

Como pue<strong>de</strong> observarse en el cuadro IV.8, si se toma como aproximación la existencia <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> información,<br />

evaluación y transparencia, actualmente la mayoría <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s ministeriales <strong>de</strong>dicadas al <strong>de</strong>sarrollo social<br />

cuentan con este tipo <strong>de</strong> herramientas. Del conjunto <strong>de</strong> 22 países con información disponible, 19 tienen registros<br />

<strong>de</strong> beneficiarios <strong>de</strong> los programas sociales, aunque en pocos casos se trata <strong>de</strong> sistemas integrados y actualizados<br />

periódicamente. Con respecto a los sistemas <strong>de</strong> información social, en 9 casos existe un sistema <strong>de</strong> tipo sectorial<br />

(es <strong>de</strong>cir, propio <strong>de</strong> la entidad ministerial abocada al <strong>de</strong>sarrollo social) y en 5 casos dichos sistemas compren<strong>de</strong>n<br />

el conjunto <strong>de</strong> las políticas sociales <strong>de</strong>l Gobierno central. También se observa la existencia <strong>de</strong> al menos 15 países<br />

que cuentan con instancias <strong>de</strong>dicadas a la evaluación <strong>de</strong> los programas gubernamentales, incluidos los programas<br />

sociales, y 9 con sistemas <strong>de</strong> evaluación sectoriales.<br />

Finalmente, en materia <strong>de</strong> transparencia, se i<strong>de</strong>ntificaron 16 sistemas <strong>de</strong> acceso a la información pública, que<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l Gobierno o bien son específicos <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s ministeriales <strong>de</strong>dicadas al <strong>de</strong>sarrollo social.<br />

No obstante los progresos que <strong>de</strong>muestra esta información, la mayoría <strong>de</strong> los países enfrentan retos técnicos<br />

para avanzar en la profundidad y alcance <strong>de</strong>l análisis pasando, por ejemplo, <strong>de</strong> la evaluación <strong>de</strong> programas a la<br />

evaluación <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> políticas y componentes <strong>de</strong> la protección social o incluso a la evaluación <strong>de</strong>l impacto<br />

<strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> políticas sobre la pobreza, la <strong>de</strong>sigualdad o el bienestar <strong>de</strong> las personas (Martínez, <strong>2015</strong>).<br />

Capítulo IV<br />

166


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Capítulo IV<br />

Cuadro IV.8<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (22 países): síntesis <strong>de</strong> algunas herramientas <strong>de</strong> gestión, planificación, evaluación<br />

y transparencia <strong>de</strong> los programas sociales, <strong>2015</strong><br />

País Actor <strong>de</strong> la protección social <strong>de</strong> mayor jerarquía y presencia<br />

Registro único <strong>de</strong><br />

participantes<br />

Plan sectorial<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />

social<br />

Dimensión técnico-operativa<br />

Sistemas <strong>de</strong> transparencia<br />

o acceso a la<br />

información pública<br />

Sistema integrado <strong>de</strong><br />

información social<br />

Instancias <strong>de</strong> evaluación<br />

<strong>de</strong> los programas sociales<br />

General Sectorial General Sectorial<br />

Argentina Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> x x x x x<br />

Belice Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo Humano, Transformación <strong>Social</strong> y Alivio<br />

x<br />

<strong>de</strong> la Pobreza<br />

Bolivia<br />

Ministerio <strong>de</strong> Planificación <strong>de</strong>l Desarrollo x x x x x<br />

(Estado Plurinacional <strong>de</strong>)<br />

Brasil Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> y Lucha contra el Hambre x x x x x<br />

Chile Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> x x x x x x<br />

Colombia Departamento para la Prosperidad <strong>Social</strong> x x x x x<br />

Costa Rica Instituto Mixto <strong>de</strong> Ayuda <strong>Social</strong> x x x x x<br />

Ecuador Ministerio Coordinador <strong>de</strong>l Desarrollo <strong>Social</strong> x x x x x<br />

El Salvador Secretaría <strong>de</strong> Inclusión <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República x x x x x<br />

Guatemala Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> x x x x<br />

Haití Ministerio <strong>de</strong> Asuntos <strong>Social</strong>es y Trabajo x x x<br />

Honduras Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo e Inclusión <strong>Social</strong> x x x x x<br />

Jamaica Fondo <strong>de</strong> Inversión <strong>Social</strong> <strong>de</strong> Jamaica <strong>de</strong><br />

x x<br />

la Oficina <strong>de</strong>l Primer Ministro<br />

México Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> x x x x x<br />

Nicaragua a n.d. x x x x x<br />

Panamá b Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> x x x x x x<br />

Paraguay Secretaría <strong>de</strong> Acción <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República x x x x c x<br />

Perú Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo e Inclusión <strong>Social</strong> x x x x<br />

República Dominicana Gabinete <strong>de</strong> Coordinación <strong>de</strong> Políticas <strong>Social</strong>es <strong>de</strong> la Vicepresi<strong>de</strong>ncia x x x x<br />

Trinidad y Tabago Ministerio <strong>de</strong>l Pueblo y Desarrollo <strong>Social</strong> x<br />

Uruguay d Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> x x x x x<br />

Venezuela<br />

(República Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

Ministerio <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Popular para las Comunas<br />

y los Movimientos <strong>Social</strong>es<br />

x x x<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe Total 19 21 16 5 9 15 9<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

Nota: n.d. = información no disponible.<br />

a<br />

El país cuenta con planes en áreas específicas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo social y con áreas <strong>de</strong> intervención en materia <strong>de</strong> pobreza y <strong>de</strong>sigualdad, a través <strong>de</strong>l Plan Nacional <strong>de</strong> Desarrollo Humano 2012-2016.<br />

b<br />

El país cuenta con planes en áreas específicas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo social y con áreas <strong>de</strong> intervención en materia <strong>de</strong> pobreza y <strong>de</strong>sigualdad, a través <strong>de</strong>l Plan Nacional <strong>de</strong> Seguridad Alimentaria y Nutrición 2009-<strong>2015</strong>.<br />

c<br />

El Sistema Integrado <strong>de</strong> Información <strong>Social</strong> <strong>de</strong> los programas sociales <strong>de</strong>l Paraguay <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Gabinete <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia.<br />

d<br />

El Plan <strong>de</strong> Atención Nacional a la Emergencia <strong>Social</strong> (PANES) <strong>de</strong>l Uruguay fue reemplazado en 2008 por el Plan Equidad. Sin embargo, el registro <strong>de</strong> participantes se mantuvo al alero <strong>de</strong>l PANES.<br />

167


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

2. La institucionalidad <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> cuidado<br />

a) Las políticas <strong>de</strong> cuidado como componente <strong>de</strong> la protección social<br />

Las políticas <strong>de</strong> cuidado compren<strong>de</strong>n acciones públicas que abordan la organización social y económica <strong>de</strong><br />

las labores <strong>de</strong>stinadas a garantizar el bienestar cotidiano, físico y emocional <strong>de</strong> las personas que no pue<strong>de</strong>n ejecutar<br />

este tipo <strong>de</strong> tareas por sí mismos y que requieren apoyo en diversos planos, entre los que se incluyen la provisión<br />

<strong>de</strong> bienes esenciales para la vida (como la alimentación, el abrigo y la limpieza), el acompañamiento y la crianza.<br />

El <strong>de</strong>bate sobre la organización social <strong>de</strong>l cuidado y el papel <strong>de</strong> las políticas públicas en esta materia ha ganado<br />

terreno en la agenda pública a partir <strong>de</strong>l impulso inicial <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> mujeres y <strong>de</strong> la economía feminista y,<br />

posteriormente, por la preocupación <strong>de</strong> diversos actores sociales, académicos y formuladores <strong>de</strong> políticas respecto<br />

a sus repercusiones en la dinámica social y económica <strong>de</strong> los países (Marco y Rico, 2013).<br />

Diversos factores confluyen en esta preocupación. En primer lugar, se ha <strong>de</strong>mostrado que el trabajo <strong>de</strong> cuidado<br />

no remunerado se distribuye <strong>de</strong>sigualmente entre los sexos —concentrándose en las mujeres—, en un contexto<br />

caracterizado por la creciente inserción laboral <strong>de</strong> la mujer, la resistencia <strong>de</strong> los varones a <strong>de</strong>sempeñar el trabajo <strong>de</strong><br />

cuidado y el déficit <strong>de</strong> políticas públicas en esta materia. La actual organización social <strong>de</strong> los cuidados muestra un<br />

marcado e injusto <strong>de</strong>sequilibrio en cuanto a la participación y responsabilidad <strong>de</strong> los cuatro actores que proporcionan<br />

el cuidado: el Estado, el mercado, la comunidad y la familia; las mujeres son las principales proveedoras cotidianas<br />

<strong>de</strong> cuidado, lo que limita su tiempo, su bienestar y sus oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> obtener ingresos en el mercado laboral, y<br />

esto constituye un factor reproductor <strong>de</strong> la pobreza en muchos hogares (CEPAL, 2010a).<br />

De acuerdo con la última ronda disponible <strong>de</strong> las encuestas sobre uso <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong> los nueve países <strong>de</strong> <strong>América</strong><br />

<strong>Latina</strong> para los que se tiene información, el tiempo total <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> las mujeres es superior al <strong>de</strong> los hombres en<br />

ocho <strong>de</strong> estos países 20 . En el caso <strong>de</strong> México en 2009, el tiempo total <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> las mujeres llegaba a representar<br />

hasta 80 horas semanales, en contraste con las 69 horas semanales <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> los varones; <strong>de</strong> este total <strong>de</strong> horas<br />

trabajadas, las mujeres <strong>de</strong>stinaban 60 horas semanales al trabajo no remunerado, mientras que los hombres <strong>de</strong>stinaban<br />

solo 24 horas semanales a este tipo <strong>de</strong> trabajo. Las limitaciones <strong>de</strong> tiempo que pesan sobre las mujeres suponen una<br />

gran barrera para su incorporación al mercado <strong>de</strong>l trabajo y, por en<strong>de</strong>, para su autonomía económica. En 2013, un<br />

30,8% <strong>de</strong> ellas no tenían ingresos propios, frente al 11,3% <strong>de</strong> los varones 21 , y su participación laboral seguía siendo<br />

consi<strong>de</strong>rablemente menor que la <strong>de</strong> los hombres (CEPAL, 2014b).<br />

En ausencia <strong>de</strong> respuestas públicas suficientes y a<strong>de</strong>cuadas para hacer frente a las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> cuidado y ante<br />

la escasa y segmentada oferta <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> cuidado provistos por el mercado o la sociedad civil, las estrategias<br />

económicas y socioculturales se asientan sobre la división sexual <strong>de</strong>l trabajo y, por tanto, sobre graves <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s entre<br />

la disponibilidad <strong>de</strong> tiempo, recursos y responsabilida<strong>de</strong>s (en cuanto a las personas <strong>de</strong>pendientes) <strong>de</strong> hombres y mujeres.<br />

La gravedad <strong>de</strong> la situación <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la situación socioeconómica <strong>de</strong> los hogares: mientras que los hogares <strong>de</strong><br />

mayores ingresos pue<strong>de</strong>n resolver sus necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cuidado contratando los servicios <strong>de</strong> forma externa (siempre que<br />

exista este tipo <strong>de</strong> servicio en el mercado), esto supone una gran barrera para los hogares en situación <strong>de</strong> pobreza dada<br />

su menor disponibilidad <strong>de</strong> recursos, al tiempo que, al presentar una mayor fecundidad, estos hogares tienen mayores<br />

necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cuidado. Hacia 2013, cerca <strong>de</strong> un tercio (el 27,3%) <strong>de</strong> las mujeres <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> <strong>de</strong>clararon<br />

encontrarse fuera <strong>de</strong> la fuerza <strong>de</strong> trabajo remunerado y tener como actividad principal el trabajo doméstico 22 ; esto<br />

variaba <strong>de</strong> manera significativa según los quintiles <strong>de</strong> ingresos: por ejemplo, en El Salvador, el 53% <strong>de</strong> las mujeres <strong>de</strong>l<br />

quintil <strong>de</strong> menores ingresos se hallaban en esta situación, frente al 17% <strong>de</strong> las mujeres <strong>de</strong>l quintil <strong>de</strong> mayores ingresos 23 .<br />

Capítulo IV<br />

20<br />

Según datos <strong>de</strong> la División <strong>de</strong> Asuntos <strong>de</strong> Género <strong>de</strong> la CEPAL, sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas sobre uso<br />

<strong>de</strong>l tiempo disponibles <strong>de</strong> los siguientes años: Argentina (2013), Brasil (2012), Colombia (2012), Costa Rica (2011), el Ecuador (2012),<br />

México (2009), Panamá (2011), el Perú (2010) y el Uruguay (2013); el tiempo total <strong>de</strong> trabajo incluye el tiempo <strong>de</strong> trabajo doméstico<br />

no remunerado y el tiempo <strong>de</strong> trabajo remunerado.<br />

21<br />

Según datos <strong>de</strong> la CEPAL, sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> 17 países (véase el capítulo III,<br />

gráfico III.10); para mayores antece<strong>de</strong>ntes, véase el Observatorio <strong>de</strong> Igualdad <strong>de</strong> Género <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe [en línea]:<br />

http://www.cepal.org/oig/ws/getRegionalIndicator.asp?page=12&language=spanish.<br />

22<br />

Según datos <strong>de</strong> la División <strong>de</strong> Asuntos <strong>de</strong> Género <strong>de</strong> la CEPAL <strong>de</strong> 16 países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales<br />

<strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

23<br />

Según datos <strong>de</strong> la CEPAL <strong>de</strong> 10 países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los<br />

respectivos países.<br />

168


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

A la creciente atención que han recibido el <strong>de</strong>recho y la necesidad <strong>de</strong> cuidado han contribuido también las<br />

proyecciones vinculadas a la transición <strong>de</strong>mográfica que atraviesan los países <strong>de</strong> la región. Mientras la mortalidad<br />

y la fecundidad bajan —aunque <strong>de</strong> manera segmentada—, la población envejece: se estima que en 2030 se habrá<br />

duplicado la cantidad <strong>de</strong> personas mayores en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, llegando a representar el 16,7% <strong>de</strong> la<br />

población total, como se plantea en el capítulo V 24 . Con ello, aumentará la <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> cuidado <strong>de</strong> la población<br />

en situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia mo<strong>de</strong>rada y crónica 25 .<br />

Por otro lado, existe en la región una preocupación cada vez mayor por las personas que requieren cuidados y sus<br />

<strong>de</strong>rechos, así como por la importancia <strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> calidad. Esto adquiere especial relevancia en relación<br />

con el cuidado <strong>de</strong> los niños y niñas, dado el efecto que tienen los cuidados <strong>de</strong> calidad en el <strong>de</strong>sarrollo integral <strong>de</strong> la primera<br />

infancia y sus repercusiones sobre la <strong>de</strong>sigualdad presente y futura <strong>de</strong> esta población y <strong>de</strong> la sociedad en su conjunto.<br />

En este escenario, el cuidado, en su triple dimensión referida a la garantía <strong>de</strong> ingreso, el seguro frente a riesgos<br />

y el acceso a servicios y políticas <strong>de</strong> promoción social, representa una problemática central para la protección social<br />

(Cecchini y otros, <strong>2015</strong>). Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> las personas que asumen la provisión <strong>de</strong> cuidados, el hecho <strong>de</strong><br />

que una proporción importante <strong>de</strong> mujeres se <strong>de</strong>dique <strong>de</strong> manera exclusiva al trabajo <strong>de</strong> cuidado no remunerado a<br />

expensas <strong>de</strong> su autonomía económica imprime a este trabajo rasgos <strong>de</strong> precariedad importante, sobre todo en ausencia<br />

<strong>de</strong> políticas que <strong>de</strong>n una respuesta a las necesida<strong>de</strong>s sociales <strong>de</strong> cuidado y regulen su provisión. Estas mujeres se<br />

enfrentan a riesgos asociados a su escasa disponibilidad <strong>de</strong> ingresos y a su limitada cobertura <strong>de</strong> la seguridad social<br />

y, en su vejez, sufrirán una gran vulnerabilidad <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> su menor participación en los sistemas <strong>de</strong> pensiones <strong>de</strong><br />

índole contributiva. Si a esto se suman los gastos <strong>de</strong> contratar servicios <strong>de</strong> cuidado en el mercado cuando no pue<strong>de</strong>n<br />

ser provistos por la familia, esta situación afecta al conjunto <strong>de</strong>l hogar (CEPAL, 2013a).<br />

En cuanto a las personas que proveen cuidados <strong>de</strong> forma remunerada, hacia 2010 el 94,2% <strong>de</strong> este sector estaba<br />

constituido por mujeres. Estas personas tienen un escaso acceso a la protección social —en 2010 el 63,2% <strong>de</strong> los<br />

profesionales <strong>de</strong>l cuidado no estaban afiliados a la seguridad social, comparado con un 56,4% en el caso <strong>de</strong> otras personas<br />

ocupadas—, empleos precarios y menores ingresos que otros trabajadores 26 (CEPAL, 2013a). A<strong>de</strong>más, la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

la pobreza es mayor en el sector <strong>de</strong>l cuidado que en otros sectores ocupacionales (un 24,1%, frente al 20,2% <strong>de</strong> otros<br />

sectores, en 2010). Tres cuartas partes <strong>de</strong> las personas que trabajan en el sector <strong>de</strong>l cuidado se <strong>de</strong>dican al servicio doméstico<br />

en los hogares, y solo una cuarta parte está vinculada a áreas como la educación y la salud. Finalmente, cabe <strong>de</strong>stacar<br />

que un porcentaje importante <strong>de</strong> las mujeres que se <strong>de</strong>dican al cuidado doméstico remunerado son migrantes (en un gran<br />

número <strong>de</strong> países, indígenas o afro<strong>de</strong>scendientes), por lo que experimentan dimensiones adicionales <strong>de</strong> vulnerabilidad.<br />

Por otra parte, en el caso <strong>de</strong> la población receptora <strong>de</strong> cuidados, diversos escenarios pi<strong>de</strong>n un papel claro<br />

<strong>de</strong> la protección social en lo que concierne a su atención. El hecho <strong>de</strong> que, en un caso extremo, una persona no<br />

reciba cuidados o los reciba <strong>de</strong> manera ina<strong>de</strong>cuada tiene un profundo impacto sobre sus posibilida<strong>de</strong>s para ejercer<br />

plenamente sus <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>sarrollarse íntegramente. Esto agrava la <strong>de</strong>sigualdad y pue<strong>de</strong> conllevar un amplio<br />

abanico <strong>de</strong> riesgos que impidan disfrutar <strong>de</strong> un nivel <strong>de</strong> vida a<strong>de</strong>cuado (precisamente lo que la protección social<br />

busca resguardar), por ejemplo, al forzar la elección entre cubrir las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cuidado o invertir en bienes<br />

sociales fundamentales para el bienestar <strong>de</strong> todos los miembros <strong>de</strong>l hogar.<br />

En este escenario, las políticas <strong>de</strong> cuidado cumplen un rol ineludible como componente <strong>de</strong> la protección social<br />

en la ecuación <strong>de</strong>l bienestar <strong>de</strong> los hogares <strong>de</strong> la región y se transforman en uno <strong>de</strong> sus pilares para asegurar y<br />

garantizar los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> forma transversal y permanente, lo que requiere una respuesta sistemática e integrada por<br />

parte <strong>de</strong> la política pública. Esta orientación supera así el enfoque sectorial y <strong>de</strong> atención específica a <strong>de</strong>terminados<br />

grupos <strong>de</strong> población con necesida<strong>de</strong>s particulares para posicionar los cuidados como una problemática común <strong>de</strong><br />

toda la protección social, que afecta a las diversas poblaciones que participan en ella (tanto las personas en situación<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia como las encargadas <strong>de</strong>l cuidado), <strong>de</strong> modo que se consoli<strong>de</strong>n garantías para el cuidado bajo los<br />

principios <strong>de</strong> universalidad, igualdad y solidaridad y en el marco <strong>de</strong> un enfoque <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong> género.<br />

24<br />

Según datos <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Asuntos Económicos y <strong>Social</strong>es (DESA) <strong>de</strong> las Naciones Unidas. Véase [en línea] http://www.cepal.org/<br />

cela<strong>de</strong>/envejecimiento/.<br />

25<br />

Se estima que entre 2000 y 2050 las personas con <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia mo<strong>de</strong>rada se duplicarán, pasando <strong>de</strong> 23 millones a 50 millones <strong>de</strong><br />

personas, según estimaciones <strong>de</strong>l Centro Latinoamericano y Caribeño <strong>de</strong> Demografía (CELADE)-División <strong>de</strong> Población <strong>de</strong> la CEPAL<br />

a partir <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> la Organización Mundial <strong>de</strong> la Salud (OMS) (CEPAL, 2010a, pág. 217).<br />

26<br />

El ejercicio realizado por la CEPAL en 14 países sobre la base <strong>de</strong> tabulaciones especiales <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> hogares <strong>de</strong> los países<br />

mostró que, en promedio, las personas que trabajan en el sector <strong>de</strong>l cuidado pue<strong>de</strong>n llegar a ganar entre un 89,6% (en Costa Rica) y<br />

un 13,8% (en el Perú) menos que otros trabajadores.<br />

Capítulo IV<br />

169


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

b) La institucionalidad <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> cuidado en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> 27<br />

La naturaleza <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> cuidado es eminentemente intersectorial y multidimensional: respon<strong>de</strong> a<br />

necesida<strong>de</strong>s muy diversas tanto <strong>de</strong> las personas que prestan cuidados como <strong>de</strong> las que los requieren, incluidos<br />

los niños y niñas durante la primera infancia o bien las personas mayores o con discapacidad que se encuentran<br />

en situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y requieren apoyo para conservar su autonomía. Por lo tanto, como es previsible, la<br />

implementación <strong>de</strong> sus políticas implica la participación <strong>de</strong> distintas instituciones públicas, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquellas <strong>de</strong>dicadas<br />

específicamente a la atención <strong>de</strong> estas poblaciones o problemáticas (los institutos <strong>de</strong> la niñez, las instituciones enfocadas<br />

en las personas con discapacidad o las personas mayores y los mecanismos para el a<strong>de</strong>lanto <strong>de</strong> las mujeres) hasta<br />

las que cubren prestaciones sectoriales relacionadas con el cuidado (como la salud o la educación) y los respectivos<br />

ministerios sociales que a menudo se encargan <strong>de</strong> su coordinación. Por este motivo, resulta fundamental promover<br />

el funcionamiento <strong>de</strong> estas políticas en el marco <strong>de</strong> una institucionalidad intersectorial coordinada y sólida.<br />

Frente a este <strong>de</strong>safío comienza a instalarse la noción <strong>de</strong> “políticas integradas <strong>de</strong> cuidado”, que remite al conjunto<br />

<strong>de</strong> acciones públicas y privadas intersectoriales que se <strong>de</strong>sarrollan <strong>de</strong> forma articulada para brindar atención directa<br />

a las personas y apoyar a las familias en el cuidado <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong>l hogar (Salvador, 2011) y que se inscriben<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> protección social <strong>de</strong> los países.<br />

El análisis <strong>de</strong> la institucionalidad <strong>de</strong> estas políticas se realiza, sobre la base <strong>de</strong> la información regional disponible, a<br />

partir <strong>de</strong> los siguientes elementos: i) el marco jurídico-normativo que ampara estas políticas en el ámbito internacional<br />

y nacional, ii) los programas y prestaciones que las componen, iii) las entida<strong>de</strong>s encargadas <strong>de</strong> su articulación y<br />

iv) los mecanismos que existen para formar acuerdos sociales y fiscales orientados a implementar estas políticas,<br />

utilizando instrumentos técnicos y operativos nuevos y existentes (Rico y Robles, 2016) 28 .<br />

i) Marco normativo para el diseño <strong>de</strong> políticas integradas <strong>de</strong> cuidado<br />

El marco normativo <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> cuidado <strong>de</strong> la región se <strong>de</strong>senvuelve en el contexto <strong>de</strong> una creciente<br />

atención a esta temática en los instrumentos internacionales <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos en que se consagra el <strong>de</strong>recho a<br />

la protección social y se reconoce el valor <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> cuidado, ya sea remunerado o no remunerado, así como<br />

en aquellos que se refieren a la situación <strong>de</strong> grupos que requieren cuidados en diferentes etapas <strong>de</strong> la vida y en<br />

los que se valora el trabajo <strong>de</strong> cuidado que realiza la mujer en el interior <strong>de</strong> la familia. Los cuidados figuran en la<br />

normativa reciente sobre protección social y quedan recogidos en la Recomendación sobre los Pisos <strong>de</strong> Protección<br />

<strong>Social</strong> (núm. 202) <strong>de</strong> 2012 <strong>de</strong> la Organización Internacional <strong>de</strong>l Trabajo (OIT, 2012b) como uno <strong>de</strong> los aspectos<br />

fundamentales que <strong>de</strong>ben garantizarse como parte <strong>de</strong> la seguridad <strong>de</strong> ingresos básicos <strong>de</strong> niños y niñas. Como<br />

indica esta Recomendación, la garantía <strong>de</strong> ingresos a<strong>de</strong>cuados <strong>de</strong>bería asegurar el acceso a los cuidados, incluidos<br />

los servicios necesarios.<br />

Asimismo, <strong>de</strong>staca la reciente aprobación <strong>de</strong> la Convención Interamericana sobre la Protección <strong>de</strong> los Derechos<br />

Humanos <strong>de</strong> las Personas Adultas Mayores por parte <strong>de</strong> la Asamblea General <strong>de</strong> los Estados Americanos en junio<br />

<strong>de</strong> <strong>2015</strong> (OEA, <strong>2015</strong>). Se trata <strong>de</strong> un instrumento vinculante en el que se <strong>de</strong>fine la obligación <strong>de</strong> los Estados <strong>de</strong><br />

implementar medidas dirigidas a crear un sistema integral <strong>de</strong> cuidados para las personas mayores bajo una perspectiva<br />

<strong>de</strong> género. La formulación <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong>stinadas a promover la corresponsabilidad <strong>de</strong>l cuidado y valorar el trabajo <strong>de</strong><br />

cuidado no remunerado también ha sido incorporada en los últimos cinco consensos emanados <strong>de</strong> las Conferencias<br />

Regionales sobre la Mujer <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (Lima, 2000; México, 2004; Quito, 2007; Brasilia, 2010,<br />

y Santo Domingo, 2013) (véanse CEPAL, 2000, 2004, 2007, 2010b y 2013b). Por último, en esta misma línea, en<br />

octubre <strong>de</strong> 2013 se aprobó la Ley Marco sobre Economía <strong>de</strong>l Cuidado en la XXIX Asamblea General <strong>de</strong>l Parlamento<br />

Latinoamericano. En esta Ley se incorpora la obligación <strong>de</strong> los Estados <strong>de</strong> impulsar políticas, planes y programas para<br />

las personas que requieren cuidados y para quienes los proveen, prestando atención a sus diferencias y promoviendo<br />

la implementación <strong>de</strong> sistemas integrales <strong>de</strong> cuidados.<br />

Todos los países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> cuentan con leyes que alu<strong>de</strong>n al cuidado infantil y a la situación <strong>de</strong> las<br />

personas trabajadoras que también se <strong>de</strong>dican al cuidado, especialmente a través <strong>de</strong> la protección <strong>de</strong> la maternidad<br />

(y, recientemente, <strong>de</strong> la paternidad) y <strong>de</strong>l trabajo doméstico remunerado. A este respecto, en todos los países se ha<br />

27<br />

Esta sección se basa en Rico y Robles (<strong>2015</strong>), a partir <strong>de</strong> la revisión <strong>de</strong> la institucionalidad <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> cuidado a nivel <strong>de</strong>l<br />

Gobierno central en 18 países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>.<br />

28<br />

Para mayor información sobre el financiamiento <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> cuidado, véase Rico y Robles (2016).<br />

Capítulo IV<br />

170


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

legislado sobre el tiempo <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong> dicha ocupación, tomando como referencia el Convenio sobre las Trabajadoras<br />

y los Trabajadores Domésticos, 2011 (Núm. 189) (OIT, 2011a) y la Recomendación sobre las trabajadoras y los<br />

trabajadores domésticos, 2011 (Núm. 201) (OIT, 2011b) <strong>de</strong> la Organización Internacional <strong>de</strong>l Trabajo. A<strong>de</strong>más, en<br />

todos los países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> la legislación promueve, garantiza o regula la existencia <strong>de</strong> centros <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />

infantil para la primera infancia como prestación asociada a su cuidado.<br />

La inclusión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho y el trabajo <strong>de</strong> cuidado en las constituciones <strong>de</strong> los países es menos frecuente. La<br />

protección <strong>de</strong> la licencia posnatal en el contexto <strong>de</strong> los dispositivos <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> la maternidad <strong>de</strong> las trabajadoras<br />

solo figura explícitamente en la carta magna <strong>de</strong> cuatro países (Brasil, Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), El Salvador<br />

y México) y solo en el Brasil se incluyen los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los trabajadores domésticos. Por otro lado, solo se alu<strong>de</strong><br />

específicamente al trabajo <strong>de</strong> cuidado (y, en particular, al no remunerado) y su aporte al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l país en dos<br />

casos: Ecuador y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

En el caso <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong> edad, la normativa relativa a los cuidados se concentra en la regulación <strong>de</strong> los<br />

servicios que se brindan fuera <strong>de</strong>l hogar, las resi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> larga estadía y, en general, las instituciones que prestan<br />

servicios <strong>de</strong> atención a las personas mayores, aspectos para los que se encuentra legislación en 10 países <strong>de</strong> <strong>América</strong><br />

<strong>Latina</strong> 29 ; la provisión <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l hogar sigue careciendo <strong>de</strong> visibilidad y permanece casi ausente en la<br />

normativa vigente 30 .<br />

Con respecto a la inclusión <strong>de</strong> las personas con discapacidad en situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia en las leyes vigentes<br />

<strong>de</strong> los países, esta es menos frecuente que en el caso <strong>de</strong> otras poblaciones receptoras <strong>de</strong> cuidados (en especial para<br />

las personas con discapacidad que se encuentran, a<strong>de</strong>más, en situación <strong>de</strong> pobreza): solo se menciona explícitamente<br />

el papel <strong>de</strong>l Estado en la provisión <strong>de</strong> acceso a servicios <strong>de</strong> cuidado en seis países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (Ecuador,<br />

Guatemala, México, Panamá, Paraguay y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>).<br />

La regulación sobre el cuidado <strong>de</strong> personas con enfermeda<strong>de</strong>s terminales está también prácticamente ausente<br />

<strong>de</strong> la normativa regional. En Costa Rica, la Ley 7756 <strong>de</strong>fine prestaciones para las personas responsables <strong>de</strong>l cuidado<br />

<strong>de</strong> pacientes en fase terminal, entre las que se incluyen una licencia <strong>de</strong> cuidado y un subsidio para trabajadores que<br />

hayan cotizado seis cuotas o más al seguro social.<br />

Por último, la legislación en torno al trabajo <strong>de</strong> cuidado no remunerado muestra todavía un limitado <strong>de</strong>sarrollo<br />

en la región. El reconocimiento <strong>de</strong> las personas que lo realizan se centra fundamentalmente en la extensión <strong>de</strong><br />

la seguridad social para brindarles cobertura y prestaciones. En la Constitución aprobada en 2008 en el Ecuador<br />

se reconoce el trabajo no remunerado como una labor productiva para el autosustento y el cuidado humano que<br />

tiene lugar en los hogares; el Estado se compromete a promover un régimen laboral que opere en armonía con<br />

las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cuidado, facilitando el acceso a servicios <strong>de</strong> cuidado infantil y <strong>de</strong> atención a personas con<br />

discapacidad y otras, para posibilitar la conciliación <strong>de</strong>l trabajo remunerado y no remunerado, así como a exten<strong>de</strong>r<br />

el <strong>de</strong>recho a la seguridad social para quienes ejerzan este trabajo. Esta disposición se ha materializado recientemente<br />

en la aprobación <strong>de</strong> la Ley Orgánica para la Justicia Laboral y el Reconocimiento <strong>de</strong>l Trabajo en el Hogar <strong>de</strong> <strong>2015</strong>.<br />

El reconocimiento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a la seguridad social o la introducción <strong>de</strong> medidas para incrementar las pensiones<br />

asociadas <strong>de</strong> las personas que ejercen el cuidado <strong>de</strong> forma no remunerada también está presente en la Constitución<br />

<strong>de</strong> la República Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela y en legislaciones específicas <strong>de</strong> Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>), Chile,<br />

el Perú y el Uruguay 31 .<br />

29<br />

Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Honduras, Guatemala, Panamá, Paraguay y Uruguay.<br />

30<br />

Una excepción en este sentido es la Ley Orgánica <strong>de</strong>l Sistema <strong>de</strong> Seguridad <strong>Social</strong> en la República Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela: <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong>l Régimen Prestacional <strong>de</strong> Servicios <strong>Social</strong>es al Adulto Mayor y Otras Categorías <strong>de</strong> Personas, se incluyen servicios <strong>de</strong> atención<br />

domiciliaria <strong>de</strong> apoyo para las personas mayores que los requieran. La Ley 17796 <strong>de</strong> Promoción Integral <strong>de</strong> los Adultos Mayores<br />

<strong>de</strong> 2004 <strong>de</strong>l Uruguay hace mención a los cuidados progresivos <strong>de</strong> salud, brindados <strong>de</strong> preferencia en el hogar. En la Argentina, en<br />

el marco <strong>de</strong> las prestaciones otorgadas por el Instituto Nacional <strong>de</strong> Servicios <strong>Social</strong>es para Jubilados y Pensionados (PAMI) creado<br />

por la Ley 19032, se otorga un subsidio para el pago <strong>de</strong> un cuidador domiciliario en función <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> autonomía funcional <strong>de</strong><br />

la persona <strong>de</strong>stinataria. Asimismo, un Proyecto <strong>de</strong> Ley <strong>de</strong> Protección <strong>de</strong> los Derechos <strong>de</strong> las Personas Adultas Mayores <strong>de</strong> 2012<br />

<strong>de</strong> este país prevé, como parte <strong>de</strong> los <strong>de</strong>beres <strong>de</strong>l Estado respecto a la población <strong>de</strong> edad, la creación <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> cuidados<br />

progresivos para quienes los requieran, con prestaciones <strong>de</strong>ntro y fuera <strong>de</strong>l domicilio (véase [en línea]: http://www1.hcdn.gov.ar/<br />

proyxml/expediente.asp?fundamentos=si&numexp=2741-D-2012).<br />

31<br />

En el Brasil, la Enmienda Constitucional 72/2013 aprobada por el Senado en 2013 regula el trabajo doméstico remunerado a nivel<br />

constitucional, protegiendo el salario y la duración <strong>de</strong> las jornadas laborales, principalmente.<br />

Capítulo IV<br />

171


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

La existencia <strong>de</strong> normativas <strong>de</strong> cuidados con una perspectiva integral, es <strong>de</strong>cir, con un enfoque que aluda<br />

simultáneamente a todas las poblaciones <strong>de</strong>stinatarias <strong>de</strong> cuidados y a sus proveedoras, así como a sus prestaciones,<br />

solo se ha i<strong>de</strong>ntificado en el caso <strong>de</strong> la Ley 19353 <strong>de</strong>l Uruguay por la que en <strong>2015</strong> se crea el Sistema Nacional<br />

Integrado <strong>de</strong> Cuidados, que contempla prestaciones articuladas y mecanismos <strong>de</strong> regulación vinculados al cuidado<br />

<strong>de</strong> personas en situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia (los niños y niñas <strong>de</strong> hasta 12 años, las personas con discapacidad no<br />

autónomas y los mayores <strong>de</strong> 65 años con necesidad <strong>de</strong> cuidados) y a las personas a cargo <strong>de</strong>l cuidado (Cámara <strong>de</strong><br />

Representantes <strong>de</strong>l Uruguay, <strong>2015</strong>). En esta línea <strong>de</strong>staca la legislación pionera <strong>de</strong> Costa Rica por la que se crea la<br />

Red Nacional <strong>de</strong> Cuido y Desarrollo Infantil (Ley 9220), si bien se encuentra abocada específicamente a la infancia<br />

(Asamblea Legislativa <strong>de</strong> la República <strong>de</strong> Costa Rica, 2014).<br />

ii) Los programas y políticas <strong>de</strong> cuidado<br />

Una segunda dimensión <strong>de</strong> la institucionalidad correspon<strong>de</strong> a los programas y políticas que forman parte <strong>de</strong><br />

la respuesta pública en materia <strong>de</strong> cuidados. Estas compren<strong>de</strong>n políticas que contemplan el tiempo, los servicios y<br />

los recursos vinculados al cuidado e incluyen: licencias por maternidad, paternidad o parentales y para el cuidado<br />

<strong>de</strong> miembros <strong>de</strong> la familia ante situaciones <strong>de</strong> enfermedad ocasional o crónica; servicios públicos <strong>de</strong>ntro y fuera<br />

<strong>de</strong>l hogar para el cuidado <strong>de</strong> los diversos grupos <strong>de</strong> población que los precisan y acciones dirigidas a las personas<br />

encargadas <strong>de</strong>l cuidado, tales como programas <strong>de</strong> formación, servicios <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso o acompañamiento psicológico;<br />

transferencias asociadas al cuidado, tanto para compensar los gastos incurridos por los hogares al contratar servicios <strong>de</strong><br />

cuidado como para reconocer el trabajo <strong>de</strong> cuidado no remunerado ejercido por miembros <strong>de</strong> la familia, en especial<br />

por las mujeres, y mecanismos <strong>de</strong> regulación <strong>de</strong> los mercados laborales mediante la protección <strong>de</strong> la maternidad y la<br />

paternidad y la supervisión y fiscalización <strong>de</strong> la prestación <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> cuidados, tanto en el sector privado como<br />

en el público. En el marco <strong>de</strong> las políticas integradas <strong>de</strong> cuidado, se busca que estos componentes estén articulados<br />

entre sí, <strong>de</strong> forma que ofrezcan respuestas integrales para garantizar el bienestar y la protección social <strong>de</strong> quienes<br />

necesitan y proporcionan cuidados (Rico y Robles, 2016).<br />

El contexto regional muestra un déficit <strong>de</strong> políticas integradas en este ámbito. Un análisis <strong>de</strong> las políticas existentes<br />

muestra que, a excepción <strong>de</strong>l Sistema Nacional Integrado <strong>de</strong> Cuidados <strong>de</strong>l Uruguay (véase el recuadro IV.3), no se<br />

dispone aún <strong>de</strong> otras iniciativas <strong>de</strong>stinadas a articular las prestaciones <strong>de</strong> cuidados para el conjunto <strong>de</strong> la población<br />

que los requiere y los provee.<br />

Recuadro IV.3<br />

El Sistema Nacional Integrado <strong>de</strong> Cuidados <strong>de</strong>l Uruguay<br />

Como indica la Ley 19353 aprobada en <strong>2015</strong>, el Sistema Nacional<br />

Integrado <strong>de</strong> Cuidados tiene como finalidad promocionar el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la autonomía <strong>de</strong> las personas en situación <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, su atención y su asistencia. Los titulares <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>rechos consagrados por esta ley son, por una parte, las<br />

personas en situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia (incluidos los niños y niñas<br />

hasta los 12 años <strong>de</strong> edad, las personas con discapacidad y los<br />

mayores <strong>de</strong> 65 años que carecen <strong>de</strong> autonomía para <strong>de</strong>sarrollar<br />

activida<strong>de</strong>s básicas <strong>de</strong> la vida diaria) y, por otra, las personas<br />

que se <strong>de</strong>dican al cuidado, ya sea <strong>de</strong> manera remunerada o no.<br />

El sistema busca cambiar la orientación <strong>de</strong> las políticas<br />

públicas en materia <strong>de</strong> cuidados, pasando <strong>de</strong> una lógica <strong>de</strong><br />

servicios a una lógica centrada en las personas. Se enmarca en<br />

un mo<strong>de</strong>lo que reparte la responsabilidad entre las familias, el<br />

Estado, el mercado y la comunidad y preten<strong>de</strong> contribuir a superar<br />

la división sexual <strong>de</strong>l trabajo, promoviendo la corresponsabilidad<br />

entre hombres y mujeres y entre las distintas generaciones.<br />

El sistema está diseñado <strong>de</strong> forma que incluye la articulación<br />

<strong>de</strong> la prestación <strong>de</strong> cuidados <strong>de</strong>ntro y fuera <strong>de</strong>l hogar, a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> la mejora <strong>de</strong> la oferta existente en materia <strong>de</strong> cuidados, <strong>de</strong><br />

su acceso y <strong>de</strong> su calidad.<br />

Las prestaciones que se contemplan <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l hogar<br />

son las siguientes: i) extensión <strong>de</strong> la licencia <strong>de</strong> maternidad a<br />

14 semanas y <strong>de</strong> la <strong>de</strong> paternidad a 10 días continuos y licencia<br />

<strong>de</strong> cuidado (media jornada laboral hasta que el bebé cumpla los<br />

seis meses), lo que incentiva la permanencia en el hogar <strong>de</strong>l<br />

bebé y promueve una cultura <strong>de</strong> corresponsabilidad <strong>de</strong>l cuidado<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las familias; ii) cuidados domiciliarios para personas<br />

en situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia severa, para los que se otorga un<br />

subsidio <strong>de</strong>stinado a contratar asistentes personales, y iii) un<br />

programa <strong>de</strong> teleasistencia para las personas con discapacidad<br />

o personas mayores. A su vez, las prestaciones para el cuidado<br />

fuera <strong>de</strong>l hogar son las siguientes: i) casas <strong>de</strong> cuidado comunitarias<br />

para niños hasta los 12 meses y expansión <strong>de</strong> la cobertura <strong>de</strong><br />

los centros <strong>de</strong> atención a la infancia y a la familia, <strong>de</strong> los centros<br />

diurnos y <strong>de</strong> la educación inicial para niños <strong>de</strong> hasta 3 años;<br />

ii) centros <strong>de</strong> atención a la primera infancia en las empresas<br />

o sindicatos; iii) becas <strong>de</strong> asistencia a centros <strong>de</strong> educación<br />

privados para niños <strong>de</strong> hasta 3 años; iv) bonos para el acceso<br />

<strong>de</strong> las personas mayores a resi<strong>de</strong>ncias privadas <strong>de</strong> larga estadía;<br />

v) centros diurnos para personas mayores o con discapacidad<br />

en situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, y vi) resi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> larga estadía.<br />

En virtud <strong>de</strong> la Ley 19353, para la implementación <strong>de</strong> este<br />

sistema se crean tres instituciones con competencias propias. Una<br />

<strong>de</strong> ellas es la Junta Nacional <strong>de</strong> Cuidados, la entidad encargada<br />

<strong>de</strong> proponer al Gobierno los lineamientos, objetivos y políticas<br />

<strong>de</strong>l Sistema Nacional Integrado <strong>de</strong> Cuidados y <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir sus<br />

priorida<strong>de</strong>s. Es presidida por el Ministro <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

y está integrada por los Ministros <strong>de</strong> Educación y Cultura, <strong>de</strong><br />

Trabajo y Seguridad <strong>Social</strong>, <strong>de</strong> Salud Pública y <strong>de</strong> Economía y<br />

Capítulo IV<br />

172


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Recuadro IV.3 (conclusión)<br />

Finanzas, así como por el Director <strong>de</strong> la Oficina <strong>de</strong> Planeamiento<br />

y Presupuesto, el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Consejo Directivo Central <strong>de</strong><br />

la Administración Nacional <strong>de</strong> Educación Pública, el Presi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong>l Directorio <strong>de</strong>l Banco <strong>de</strong> Previsión <strong>Social</strong>, el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l<br />

Directorio <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong>l Niño y Adolescente <strong>de</strong>l Uruguay,<br />

un representante <strong>de</strong>l Congreso <strong>de</strong> Inten<strong>de</strong>ntes y una persona<br />

representante <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> las Mujeres. Otra <strong>de</strong> las<br />

instituciones es la Secretaría Nacional <strong>de</strong> Cuidados, el órgano<br />

encargado <strong>de</strong> la coordinación y articulación interinstitucional <strong>de</strong>l<br />

sistema. La Secretaría implementa los programas, instrumentos<br />

y activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Plan Nacional <strong>de</strong> Cuidados, operando en el<br />

ámbito <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>. Finalmente, la tercera<br />

institución es el Comité Consultivo <strong>de</strong> Cuidados, asesor <strong>de</strong> la<br />

Secretaría Nacional <strong>de</strong> Cuidados en materia <strong>de</strong> buenas prácticas<br />

para cumplir los objetivos, políticas y estrategias <strong>de</strong>l Sistema<br />

Nacional Integrado <strong>de</strong> Cuidados. Está integrado por representantes<br />

<strong>de</strong> las organizaciones <strong>de</strong> la sociedad civil, el mundo académico,<br />

los trabajadores y el sector privado.<br />

Fuente: Cámara <strong>de</strong> Representantes <strong>de</strong> la República Oriental <strong>de</strong>l Uruguay, “Ley Nº 19.353, por la cual se crea el Sistema Nacional Integrado <strong>de</strong> Cuidados”,<br />

Montevi<strong>de</strong>o, <strong>2015</strong>; Cámara <strong>de</strong> Senadores <strong>de</strong> la República Oriental <strong>de</strong>l Uruguay, “Proyecto <strong>de</strong> Ley Sustitutivo aprobado por la Comisión <strong>de</strong> Población,<br />

Desarrollo e Inclusión <strong>de</strong> la Cámara <strong>de</strong> Senadores”, Carpeta Nº 138, <strong>2015</strong>; Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (MIDES), Cuidados como sistema. Propuesta<br />

para un mo<strong>de</strong>lo solidario y corresponsable <strong>de</strong> cuidados en Uruguay, Montevi<strong>de</strong>o, 2014; Sistema <strong>de</strong> Cuidados, Plan Nacional <strong>de</strong> Cuidados 2016-2020,<br />

Montevi<strong>de</strong>o, <strong>2015</strong>.<br />

En la región, las políticas <strong>de</strong> cuidado orientadas a la primera infancia han experimentado un mayor grado <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo que las orientadas a las personas mayores. Salvo en el caso <strong>de</strong> Costa Rica, don<strong>de</strong> existe la Red Nacional<br />

<strong>de</strong> Cuido y Desarrollo Infantil (REDCUDI) y la Red <strong>de</strong> Atención Progresiva para el Cuido Integral <strong>de</strong> las Personas<br />

Adultas Mayores, las políticas <strong>de</strong> este ámbito no están centradas <strong>de</strong> manera exclusiva en el cuidado, sino que están<br />

orientadas al <strong>de</strong>sarrollo integral <strong>de</strong> la primera infancia o insertas en el marco <strong>de</strong> políticas nacionales para las personas<br />

mayores (véase el cuadro IV.9).<br />

Cuadro IV.9<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): políticas <strong>de</strong> cuidado, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> <strong>2015</strong><br />

Sistema integrado <strong>de</strong> cuidados<br />

País Política Entidad coordinadora<br />

Uruguay Sistema Nacional Integrado <strong>de</strong> Cuidados Secretaría Nacional <strong>de</strong> Cuidados (Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>)<br />

Primera infancia<br />

Argentina<br />

Anteproyecto <strong>de</strong> ley sobre política fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong><br />

Aún no <strong>de</strong>finida<br />

cuidados para la primera infancia<br />

Chile Sistema <strong>de</strong> Protección Integral a la Infancia “Chile Crece Contigo” Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

Costa Rica Red Nacional <strong>de</strong> Cuido y Desarrollo Infantil Instituto Mixto <strong>de</strong> Ayuda <strong>Social</strong><br />

Colombia<br />

Estrategia Nacional <strong>de</strong> Atención Integral a la<br />

Primera Infancia “De Cero a Siempre”<br />

Comisión Intersectorial para la Atención Integral <strong>de</strong> la<br />

Primera Infancia (Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República)<br />

Cuba Política <strong>de</strong> Círculos Infantiles Ministerio <strong>de</strong> Educación<br />

Ecuador Estrategia Nacional Intersectorial para la Primera Infancia Ministerio Coordinador <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

El Salvador<br />

Política Nacional <strong>de</strong> Educación y Atención<br />

Ministerio <strong>de</strong> Educación<br />

Integral <strong>de</strong> la Primera Infancia<br />

México<br />

Programa Nacional <strong>de</strong> Prestación <strong>de</strong> Servicios para la<br />

Atención, Cuidado y Desarrollo Infantil 2014-2018<br />

Consejo Nacional <strong>de</strong> Prestación <strong>de</strong> Servicios para la Atención,<br />

Cuidado y Desarrollo (Secretaría <strong>de</strong> Gobernación)<br />

Nicaragua<br />

Política Nacional <strong>de</strong> Primera Infancia “Amor<br />

Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República<br />

para los más Chiquitos y Chiquitas”<br />

Paraguay Plan Nacional <strong>de</strong> Desarrollo Integral <strong>de</strong> la Primera Infancia 2011-2020 Comisión Nacional <strong>de</strong> Primera Infancia (Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República)<br />

República Dominicana<br />

Plan Nacional <strong>de</strong> Protección y Atención Integral a la<br />

Primera Infancia “Quisqueya Empieza Contigo”<br />

Personas mayores<br />

Dirección General <strong>de</strong> Programas Especiales <strong>de</strong> la<br />

Presi<strong>de</strong>ncia (Ministerio <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia)<br />

Brasil Política Nacional <strong>de</strong>l Adulto Mayor Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> y Lucha contra el Hambre a<br />

Costa Rica<br />

Red <strong>de</strong> Atención Progresiva para el Cuido Integral<br />

<strong>de</strong> las Personas Adultas Mayores<br />

Consejo Nacional <strong>de</strong> la Persona Adulta Mayor<br />

(Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República)<br />

Cuba Programa <strong>de</strong> Atención Integral al Adulto Mayor Dirección Nacional <strong>de</strong> Atención al Adulto Mayor y<br />

Asistencia <strong>Social</strong> (Ministerio <strong>de</strong> Salud Pública)<br />

Fuente: M.N. Rico y C. Robles, “Los cuidados como pilar <strong>de</strong> la protección social: <strong>de</strong>safíos para su institucionalización”, Documentos <strong>de</strong> Proyecto, Santiago, Comisión<br />

Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), <strong>2015</strong>, en prensa.<br />

a<br />

La Ley núm. 8842 <strong>de</strong> 1994 <strong>de</strong>fine que la coordinación general <strong>de</strong> esta política será competencia <strong>de</strong>l órgano ministerial responsable <strong>de</strong> la asistencia y promoción social.<br />

Si se revisa la oferta <strong>de</strong> programas específicos <strong>de</strong> cuidados <strong>de</strong> los países, se observa la coexistencia <strong>de</strong> prestaciones<br />

sectoriales diversas acotadas en dimensiones específicas y segmentadas por población. Todos los países <strong>de</strong> <strong>América</strong><br />

<strong>Latina</strong> cuentan con algún tipo <strong>de</strong> política relacionada con el cuidado, en especial en lo que respecta al tiempo, como<br />

las licencias maternales, los servicios <strong>de</strong> cuidado infantil o los centros diurnos o establecimientos <strong>de</strong> larga estadía<br />

Capítulo IV<br />

173


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

para las personas mayores. La oferta pública <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> cuidado a domicilio es más escasa, como también lo<br />

son las transferencias monetarias en reconocimiento <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> cuidados o para financiar la contratación <strong>de</strong><br />

servicios con ese fin (Rico y Robles, <strong>2015</strong>). Este panorama muestra la todavía limitada capacidad <strong>de</strong> las políticas<br />

<strong>de</strong> cuidado <strong>de</strong> la región para respon<strong>de</strong>r <strong>de</strong> manera integral a los riesgos <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cuidado y<br />

evitar así que estas agudicen la vulnerabilidad <strong>de</strong> los hogares.<br />

iii) Las entida<strong>de</strong>s que coordinan las políticas <strong>de</strong> cuidado<br />

La mayoría <strong>de</strong> las políticas y programas <strong>de</strong> cuidado se coordinan e implementan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s específicamente<br />

<strong>de</strong>dicadas a las poblaciones <strong>de</strong>stinatarias o proveedoras <strong>de</strong> los cuidados (institutos o comisiones para la niñez, para<br />

las personas mayores o para las personas con discapacidad o mecanismos para el a<strong>de</strong>lanto <strong>de</strong> las mujeres 32 ) que en<br />

su mayoría operan insertas en la institucionalidad social <strong>de</strong> los países, ya sea en ministerios <strong>de</strong>l área <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />

social o asociadas a la Presi<strong>de</strong>ncia. En otros casos, las políticas se llevan a cabo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los ministerios sectoriales <strong>de</strong><br />

educación o salud.<br />

La región muestra una alta multiplicidad y un bajo nivel <strong>de</strong> coordinación entre las entida<strong>de</strong>s que se encargan <strong>de</strong><br />

implementar las diferentes prestaciones <strong>de</strong> cuidados en cada país en función <strong>de</strong> la población <strong>de</strong>stinataria. Asimismo,<br />

se i<strong>de</strong>ntifica un involucramiento dispar en las políticas <strong>de</strong> cuidados por parte <strong>de</strong> los mecanismos para el a<strong>de</strong>lanto <strong>de</strong><br />

las mujeres <strong>de</strong> los distintos países, a pesar <strong>de</strong> haber posicionado la problemática <strong>de</strong> los cuidados en la agenda pública<br />

y <strong>de</strong> que esta problemática se halle ahora transversalmente asentada en los planes <strong>de</strong> igualdad <strong>de</strong> género vigentes.<br />

iv) Mecanismos <strong>de</strong> diálogo y construcción <strong>de</strong> acuerdos para la implementación <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> cuidado<br />

En la génesis <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> cuidado con perspectiva integral existen espacios <strong>de</strong> diálogo y concertación <strong>de</strong><br />

actores para su formulación. Se trata <strong>de</strong> instancias <strong>de</strong> naturaleza intersectorial e interinstitucional que permiten erigir<br />

acuerdos transversales sobre la orientación <strong>de</strong> estas políticas y nutrir pactos sociales y fiscales para su implementación<br />

con arreglos institucionales sostenibles. Estos espacios pue<strong>de</strong>n contribuir también a fortalecer los instrumentos <strong>de</strong><br />

gestión <strong>de</strong> estas políticas, por ejemplo, en el marco <strong>de</strong> planes operativos para su implementación diseñados <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

una lógica <strong>de</strong> participación social.<br />

El caso <strong>de</strong> la experiencia más consolidada en esta materia, el Sistema Nacional Integrado <strong>de</strong> Cuidados en el<br />

Uruguay, tiene su origen en la creación, por medio <strong>de</strong> la Resolución Presi<strong>de</strong>ncial 863/010, <strong>de</strong>l Grupo <strong>de</strong> Trabajo<br />

para la construcción <strong>de</strong>l Sistema <strong>de</strong> Cuidados en el marco <strong>de</strong>l Consejo Nacional <strong>de</strong> Políticas <strong>Social</strong>es (CNPS), en<br />

mayo <strong>de</strong> 2010. El objetivo <strong>de</strong> este Grupo <strong>de</strong> Trabajo era elaborar la propuesta y el diseño <strong>de</strong>l sistema, así como<br />

<strong>de</strong>finir un concepto <strong>de</strong> cuidados y la población a la que aten<strong>de</strong>ría. El Grupo era convocado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Ministerio <strong>de</strong><br />

Desarrollo <strong>Social</strong> y contaba con una amplia representación <strong>de</strong> todos los sectores: la Administración <strong>de</strong> los Servicios<br />

<strong>de</strong> Salud <strong>de</strong>l Estado, el Banco <strong>de</strong> Previsión <strong>Social</strong> (BPS), el Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística, el Instituto <strong>de</strong>l Niño y<br />

el Adolescente <strong>de</strong>l Uruguay (INAU), el Ministerio <strong>de</strong> Economía y Finanzas, el Ministerio <strong>de</strong> Educación y Cultura, el<br />

Ministerio <strong>de</strong> Salud Pública, el Ministerio <strong>de</strong> Trabajo y Seguridad <strong>Social</strong> y la Oficina <strong>de</strong> Planeamiento y Presupuesto.<br />

En el marco <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong>l Grupo, se realizaron diálogos con la sociedad civil que reafirmaron la legitimidad <strong>de</strong> la<br />

propuesta (Aguirre y Ferrari, 2014). Este trabajo permitió sentar las bases para el diseño <strong>de</strong>l actual Sistema Nacional<br />

Integrado <strong>de</strong> Cuidados.<br />

En el Ecuador, El Salvador y México existen varias iniciativas <strong>de</strong>stacadas en curso para la formulación <strong>de</strong> políticas<br />

integradas <strong>de</strong> cuidado. En marzo <strong>de</strong> 2014, el Instituto <strong>de</strong> las Mujeres <strong>de</strong>l Distrito Fe<strong>de</strong>ral y la Secretaría <strong>de</strong> Trabajo<br />

y Fomento al Empleo <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> la Ciudad <strong>de</strong> México instalaron y conformaron la Comisión para el Impulso<br />

<strong>de</strong> la Economía <strong>de</strong>l Cuidado y una Política <strong>de</strong> Igualdad Laboral al Interior <strong>de</strong>l Gobierno <strong>de</strong> la Ciudad <strong>de</strong> México. El<br />

objeto <strong>de</strong> la Comisión es promover estrategias y mecanismos <strong>de</strong> evaluación y seguimiento <strong>de</strong> la política laboral y <strong>de</strong><br />

la economía <strong>de</strong>l cuidado <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la administración pública <strong>de</strong> la Ciudad <strong>de</strong> México, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva <strong>de</strong> no<br />

discriminación y <strong>de</strong> igualdad sustantiva entre mujeres y hombres. Está integrada por varias instituciones <strong>de</strong>l Gobierno<br />

<strong>de</strong> la Ciudad <strong>de</strong> México: la Consejería Jurídica y <strong>de</strong> Servicios Legales, la Controlaría General <strong>de</strong>l Distrito Fe<strong>de</strong>ral,<br />

el Instituto para la Atención <strong>de</strong> Adultos Mayores <strong>de</strong>l Distrito Fe<strong>de</strong>ral, el Instituto <strong>de</strong> las Mujeres <strong>de</strong>l Distrito Fe<strong>de</strong>ral,<br />

32<br />

Para mayor información sobre los mecanismos para el a<strong>de</strong>lanto <strong>de</strong> las mujeres en la región, véase la información disponible en el<br />

Observatorio <strong>de</strong> Igualdad <strong>de</strong> Género <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe [en línea] http://www.cepal.org/cgi-bin/getprod.asp?xml=/oig/<br />

noticias/paginas/8/34018/P34018.xml&xsl=/oig/tpl/p18f.xsl&base=/oig/tpl/top-bottom.xslt.<br />

Capítulo IV<br />

174


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

la Secretaría <strong>de</strong>l Trabajo y Fomento al Empleo, la Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo Económico, la Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo<br />

<strong>Social</strong>, la Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo Urbano y Vivienda, la Secretaría <strong>de</strong> Finanzas, la Secretaría <strong>de</strong>l Medio Ambiente,<br />

la Secretaría <strong>de</strong> Movilidad, el Sistema para el Desarrollo Integral <strong>de</strong> la Familia <strong>de</strong>l Distrito Fe<strong>de</strong>ral y el Consejo<br />

Económico y <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la Ciudad <strong>de</strong> México. Entre las medidas que se están evaluando se incluye un programa <strong>de</strong><br />

salario ciudadano para mujeres <strong>de</strong>dicadas al cuidado en la Ciudad <strong>de</strong> México y la implementación <strong>de</strong> cooperativas<br />

comunitarias <strong>de</strong> mujeres <strong>de</strong>dicadas al cuidado (Gobierno <strong>de</strong> la Ciudad <strong>de</strong> México, 2014).<br />

En el Ecuador se ha puesto en marcha una mesa <strong>de</strong> coordinación interinstitucional técnico-política para<br />

acompañar el proceso <strong>de</strong> diseño e implementación <strong>de</strong> un sistema nacional <strong>de</strong> cuidados como política <strong>de</strong> estado<br />

intersectorial, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un enfoque <strong>de</strong> género y <strong>de</strong>rechos. Inicialmente, la mesa está integrada por cinco instituciones:<br />

la Asamblea Nacional, el Consejo Nacional para la Igualdad <strong>de</strong> Género, el Ministerio Coordinador <strong>de</strong> Desarrollo<br />

<strong>Social</strong>, el Ministerio <strong>de</strong> Inclusión Económica y <strong>Social</strong> y la Secretaría Nacional <strong>de</strong> Planificación (Consejo Nacional<br />

para la Igualdad <strong>de</strong> Género, s/f).<br />

Por último, en El Salvador se constituyó en 2014 la Comisión <strong>de</strong> Seguimiento para la Construcción <strong>de</strong> una<br />

Política <strong>de</strong> Cuidados. Se trata <strong>de</strong> una instancia interinstitucional creada para analizar los componentes que formarán<br />

parte <strong>de</strong> esta política (Salvador, <strong>2015</strong>). Esta Comisión está integrada por el Consejo Nacional <strong>de</strong> Atención Integral a<br />

la Persona con Discapacidad, el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo <strong>de</strong> la Mujer, el Instituto Salvadoreño para<br />

la Desarrollo Integral <strong>de</strong> la Niñez y Adolescencia, el Ministerio <strong>de</strong> Educación, la Unidad para la Equidad entre los<br />

Géneros <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Trabajo y Previsión <strong>Social</strong>, el Ministerio <strong>de</strong> Salud, la Dirección <strong>de</strong> Adultos Mayores <strong>de</strong> la<br />

Secretaría <strong>de</strong> Inclusión <strong>Social</strong> y la Dirección <strong>de</strong> Programas Estratégicos y la Unidad <strong>de</strong> Derechos Humanos y Género<br />

<strong>de</strong> la Secretaría Técnica <strong>de</strong> Planificación <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia, entidad coordinadora <strong>de</strong> la iniciativa.<br />

Los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> una política integrada <strong>de</strong> cuidados que contemple tanto a sus proveedores como a sus receptores<br />

y responda a las nuevas <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> institucionalidad y sostenibilidad <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> protección social brindan<br />

la oportunidad <strong>de</strong> replantear la política pública y su arquitectura, así como los vínculos, las competencias y la<br />

asignación <strong>de</strong> recursos, <strong>de</strong> modo que se eliminen las superposiciones, las luchas <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y las miradas segmentadas<br />

y se adopte un formato institucional que contribuya <strong>de</strong> manera flexible y articulada al objetivo <strong>de</strong> la igualdad y<br />

consi<strong>de</strong>re el cuidado como un bien público.<br />

D. Comentarios finales<br />

Tanto a nivel regional como nacional, la institucionalidad social ha obtenido gran<strong>de</strong>s avances en la región y su calidad<br />

ha mejorado <strong>de</strong> forma sustantiva en comparación con las décadas anteriores. La gran heterogeneidad que se observa<br />

entre los países apunta a que no existe un único mo<strong>de</strong>lo institucional al que aspirar, sino <strong>de</strong>safíos comunes. Entre<br />

estos <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong>staca la necesidad <strong>de</strong> consolidar una base jurídico-normativa; fortalecer la capacidad <strong>de</strong> articulación<br />

y coordinación <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> superación <strong>de</strong> la pobreza con las políticas <strong>de</strong> protección social y con otras áreas<br />

<strong>de</strong> la política pública; mejorar la capacidad <strong>de</strong> articulación y cooperación entre el gobierno local, regional y central;<br />

incrementar la calidad <strong>de</strong> la gestión pública en todos sus procedimientos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> planes hasta la evaluación<br />

<strong>de</strong> sus resultados, así como la disponibilidad <strong>de</strong> información confiable, y disponer <strong>de</strong> recursos fiscales suficientes.<br />

Tal y como se ha afirmado anteriormente, el análisis <strong>de</strong> las dimensiones jurídico-normativa, organizacional, técnicooperativa<br />

y <strong>de</strong> inversión y financiamiento es crucial para el estudio <strong>de</strong> la institucionalidad social. Este análisis <strong>de</strong>be<br />

consi<strong>de</strong>rar las distintas realida<strong>de</strong>s nacionales, pero también el panorama regional e internacional. En años recientes, la<br />

agenda sobre <strong>de</strong>sarrollo social <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe ha incluido múltiples expresiones <strong>de</strong> institucionalidad en<br />

todos los ámbitos mencionados <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> varios procesos <strong>de</strong> integración, diálogo e intercambio entre los países.<br />

Existe un amplio grado <strong>de</strong> convergencia y complementariedad en el contenido <strong>de</strong> las agendas <strong>de</strong> esta multiplicidad<br />

<strong>de</strong> foros, en especial en su perspectiva común orientada a la superación <strong>de</strong> la pobreza y las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sociales<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un enfoque <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos. A<strong>de</strong>más, predomina la concepción <strong>de</strong> la pobreza como un fenómeno multidimensional<br />

que <strong>de</strong>be abordarse a través <strong>de</strong> políticas sociales integrales, lo que implica compartir elementos conceptuales para<br />

<strong>de</strong>finir una agenda social regional coherente. Asimismo, en tales foros existe la i<strong>de</strong>a más o menos explícita <strong>de</strong> que los<br />

procesos <strong>de</strong> integración regional pue<strong>de</strong>n contribuir a una mayor igualdad e inclusión social.<br />

Capítulo IV<br />

175


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Dichas temáticas son compatibles con las principales orientaciones que ha incorporado la Agenda 2030 para el<br />

Desarrollo Sostenible, lo que facilitará la coordinación <strong>de</strong> su seguimiento regional. Por otro lado, algunas instancias<br />

<strong>de</strong>stacan sus propios temas específicos, lo que amplía la diversidad <strong>de</strong> la institucionalidad social regional.<br />

Con respecto a la institucionalidad social <strong>de</strong> cada país, sigue siendo necesaria una mejor coordinación y<br />

articulación intersectorial para promover la gestión sistémica e integrada <strong>de</strong> las políticas sociales en la región,<br />

dadas la multidimensionalidad <strong>de</strong> los fenómenos sociales, la especialización temática <strong>de</strong> los sectores (en ministerios<br />

enfocados en la salud, la educación, el <strong>de</strong>sarrollo social, el trabajo o la vivienda, por ejemplo) y la especificidad<br />

<strong>de</strong> los diversos segmentos poblacionales atendidos (según una <strong>de</strong>terminada etapa <strong>de</strong> la vida o el género, la raza, la<br />

etnia o la condición <strong>de</strong> discapacidad).<br />

Otro <strong>de</strong>safío organizacional es la articulación vertical entre los distintos niveles <strong>de</strong> gobierno (local, subnacional<br />

y central) y la consolidación y ampliación <strong>de</strong> los mecanismos <strong>de</strong> consulta y participación.<br />

Por otra parte, los países <strong>de</strong> la región han mostrado gran<strong>de</strong>s progresos en cuanto a mo<strong>de</strong>los e instrumentos <strong>de</strong><br />

gestión, lo que ha quedado reflejado en la expansión <strong>de</strong> reglamentos <strong>de</strong> programación y sistemas <strong>de</strong> registro <strong>de</strong><br />

participantes y la incorporación <strong>de</strong> procesos <strong>de</strong> diseño y <strong>de</strong> evaluación ex ante, monitoreo y evaluación <strong>de</strong> impacto <strong>de</strong><br />

programas. Este es un avance auspicioso en lo que se refiere a la efectividad, eficiencia, transparencia y sostenibilidad<br />

<strong>de</strong> las políticas sociales. Sin embargo, aún persisten <strong>de</strong>safíos importantes, entre los que se incluyen la evaluación<br />

global <strong>de</strong> las políticas y no solo <strong>de</strong> los programas, la expansión <strong>de</strong> técnicas y conocimientos entre los responsables<br />

<strong>de</strong> las políticas o el diseño <strong>de</strong> un mayor número <strong>de</strong> mecanismos <strong>de</strong> rendición <strong>de</strong> cuentas que resulten más claros y<br />

que incluyan la participación <strong>de</strong> distintos actores.<br />

Asimismo, es necesario tomar medidas que garanticen la disponibilidad <strong>de</strong> recursos suficientes y constantes para<br />

hacer frente a los <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> la política social, en particular en cuanto a la protección social dirigida a la población<br />

en situación <strong>de</strong> pobreza e indigencia. Para ello, existen dos posibles vías <strong>de</strong> acción: i<strong>de</strong>ntificar alternativas asociadas<br />

a reglas fiscales que favorezcan la política social o asociar la política social a iniciativas <strong>de</strong> reforma fiscal ver<strong>de</strong>.<br />

La institucionalidad <strong>de</strong> la protección social no contributiva muestra un panorama diverso, pero con <strong>de</strong>safíos<br />

comunes. En general, se hace patente una necesidad <strong>de</strong> coherencia y articulación entre los distintos mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong><br />

institucionalidad y las estructuras ministeriales y programáticas existentes, así como entre estas y los múltiples<br />

actores que participan en los actuales sistemas <strong>de</strong> protección social, hoy más complejos que en el pasado. Por<br />

ejemplo, la gestión <strong>de</strong> los programas <strong>de</strong> transferencias monetarias y <strong>de</strong> las pensiones sociales no siempre radica<br />

en las entida<strong>de</strong>s formalmente encargadas <strong>de</strong> combatir la pobreza o promover la protección social: esto implica<br />

necesariamente una mayor coordinación. Otro <strong>de</strong>safío es hallar el equilibrio entre el objetivo <strong>de</strong> promover la<br />

protección social <strong>de</strong> todas las personas y el <strong>de</strong> visibilizar y aten<strong>de</strong>r las necesida<strong>de</strong>s particulares <strong>de</strong> distintos<br />

segmentos <strong>de</strong> población, en lo que confluyen diversas entida<strong>de</strong>s gubernamentales. El principal <strong>de</strong>safío en materia<br />

institucional es, por lo tanto, la coordinación intersectorial entre las diferentes áreas <strong>de</strong> la política social, entre los<br />

componentes contributivos y no contributivos y entre las entida<strong>de</strong>s que presentan mandatos generales y aquellas<br />

con mandatos específicos.<br />

El <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> lograr la coordinación intersectorial y <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r las necesida<strong>de</strong>s y <strong>de</strong>rechos que correspon<strong>de</strong>n a<br />

las diferentes etapas <strong>de</strong> la vida es aún más evi<strong>de</strong>nte si se consi<strong>de</strong>ran las políticas integradas <strong>de</strong> cuidados como un<br />

componente fundamental <strong>de</strong> la protección social. Pese a su relevancia, la visibilidad <strong>de</strong> las políticas integradas <strong>de</strong><br />

cuidados en la agenda pública regional es apenas reciente. Se han producido avances importantes en la reflexión y el<br />

<strong>de</strong>bate interno acerca <strong>de</strong> estas políticas en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, si bien todavía persiste el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> articularlas en torno<br />

a una visión integrada que combine y coordine las prestaciones <strong>de</strong> las diversas poblaciones que requieren y proveen<br />

cuidados en el marco <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> protección social. Su institucionalización tiene visos <strong>de</strong> prosperar, siempre<br />

que se cuente con una autoridad social encargada <strong>de</strong> su coordinación, sinergias explícitas entre estas políticas y los<br />

distintos componentes <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> protección social, un marco que <strong>de</strong>fina claramente la responsabilidad <strong>de</strong><br />

las entida<strong>de</strong>s que las diseñan e implementan y un papel prepon<strong>de</strong>rante <strong>de</strong> los mecanismos para el a<strong>de</strong>lanto <strong>de</strong> las<br />

mujeres en su formulación. De esta forma será posible avanzar hacia una visión <strong>de</strong>l cuidado como bien público y<br />

<strong>de</strong>recho universal, lo que constituye un requisito indispensable para alcanzar un <strong>de</strong>sarrollo sostenible con igualdad<br />

en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>.<br />

En síntesis, los países <strong>de</strong> la región han logrado avances significativos en materia <strong>de</strong> institucionalidad social,<br />

lo que augura mejoras sustantivas en términos <strong>de</strong> calidad, efectividad, eficiencia, transparencia y sostenibilidad.<br />

Capítulo IV<br />

176


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

No existe un mo<strong>de</strong>lo único <strong>de</strong>seable en este ámbito, sino <strong>de</strong>safíos importantes que <strong>de</strong>ben acometerse, entre los<br />

que se cuentan:<br />

• Consolidar una base jurídico-normativa que dé sostenibilidad a la política social como política <strong>de</strong> Estado<br />

y posibilite avanzar hacia objetivos más estructurales y <strong>de</strong> largo plazo que sobrepasen el alcance <strong>de</strong> los<br />

períodos <strong>de</strong> gobierno.<br />

• Fortalecer la capacidad <strong>de</strong> articulación y coordinación <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> superación <strong>de</strong> la pobreza con las<br />

políticas <strong>de</strong> protección social entendidas <strong>de</strong> forma integral y con otras áreas <strong>de</strong> la política social (educación,<br />

salud, trabajo y vivienda) y <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong> la economía, <strong>de</strong> las infraestructuras y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo productivo.<br />

Esta prioridad respon<strong>de</strong> a la multidimensionalidad <strong>de</strong> la pobreza, la <strong>de</strong>sigualdad y el <strong>de</strong>sarrollo social, a<br />

la especialización temática <strong>de</strong> los sectores y a la necesidad <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r a segmentos <strong>de</strong> la población con<br />

características particulares según su etapa <strong>de</strong> vida, sexo, raza, etnia o discapacidad.<br />

• Mejorar la capacidad <strong>de</strong> articulación y cooperación entre el gobierno local, regional y central, en especial<br />

en aquellos casos en los que los Gobiernos sean particularmente débiles y estén emplazados en las zonas<br />

más pobres, y crear instancias para la participación <strong>de</strong> la población pertinente y <strong>de</strong> sus organizaciones, así<br />

como <strong>de</strong> los actores privados relevantes. La heterogeneidad <strong>de</strong> la capacidad técnica y <strong>de</strong> los recursos físicos,<br />

financieros y humanos con los que cuentan los niveles subnacionales también supone un reto relevante,<br />

dado que en las zonas que más distan <strong>de</strong>l Gobierno central tien<strong>de</strong>n a ser más débiles y a presentar mayores<br />

niveles <strong>de</strong> pobreza.<br />

• Incrementar la capacidad <strong>de</strong> la gestión pública en materia social, a través <strong>de</strong> la formalización <strong>de</strong> procedimientos<br />

que abarquen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> planes hasta la evaluación <strong>de</strong> sus resultados y <strong>de</strong> la disponibilidad <strong>de</strong><br />

información confiable y oportuna que guíe la toma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisiones para maximizar el impacto y la eficiencia.<br />

• Disponer <strong>de</strong> recursos suficientes para aten<strong>de</strong>r las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> una política social <strong>de</strong> calidad, transformando<br />

el concepto <strong>de</strong> gasto corriente en el <strong>de</strong> inversión social y mejorando su registro y divulgación, tanto en lo<br />

referente al financiamiento como a la ejecución.<br />

Por último, <strong>de</strong>ben promoverse espacios <strong>de</strong> acuerdo y pactos sociales y políticos amplios orientados hacia<br />

la concreción <strong>de</strong> objetivos superiores, como los establecidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible<br />

(CEPAL, 2014a). Estos acuerdos son un sustrato clave para institucionalizar las nuevas políticas <strong>de</strong> protección social<br />

y legitimarlas en el tiempo. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l acuerdo social y político, es necesario avanzar en un pacto fiscal que asegure<br />

unos recursos estables y suficientes para cumplir los objetivos <strong>de</strong> erradicación <strong>de</strong> la pobreza, garantía <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos<br />

y disminución sustantiva <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad social en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe.<br />

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Capítulo IV<br />

177


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Capítulo IV<br />

178


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J. Weller (comp.) Documento <strong>de</strong> Proyecto (LC/W.226) Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y<br />

el Caribe (CEPAL).<br />

Capítulo IV<br />

179


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Anexo IV.A1<br />

País<br />

Antigua y Barbuda<br />

Cuadro IV.A1.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (26 países): instancias <strong>de</strong> gobierno <strong>de</strong>dicadas al <strong>de</strong>sarrollo social, <strong>2015</strong><br />

A. Países que cuentan con un Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> o equivalente<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo<br />

<strong>Social</strong> o equivalente<br />

Ministerio <strong>de</strong> Transformación<br />

<strong>Social</strong> y Desarrollo <strong>de</strong> los<br />

Recursos Humanos<br />

Año <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> la primera<br />

instancia específica<br />

n.d.<br />

Misión<br />

Ser responsable <strong>de</strong> los servicios comunitarios y sociales, con énfasis en<br />

la lucha contra la pobreza, promoviendo la igualdad y mejorando la<br />

calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> las personas.<br />

Argentina Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> 1999 Planificar e implementar acciones orientadas al fomento <strong>de</strong> la integración<br />

social y el <strong>de</strong>sarrollo humano, la atención y reducción <strong>de</strong> la vulnerabilidad<br />

social, el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s y la protección <strong>de</strong><br />

la familia.<br />

Bahamas<br />

Barbados<br />

Belice<br />

Bolivia<br />

(Estado Plurinacional <strong>de</strong>)<br />

Brasil<br />

Ministerio <strong>de</strong> Servicios <strong>Social</strong>es<br />

y Desarrollo <strong>de</strong> la Comunidad<br />

<strong>de</strong>l Gabinete Ministerial<br />

Ministerio <strong>de</strong> Cuidado <strong>Social</strong>,<br />

Empo<strong>de</strong>ramiento Constituyente<br />

y Desarrollo Comunitario<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo<br />

Humano, Transformación<br />

<strong>Social</strong> y Alivio <strong>de</strong> la Pobreza<br />

Ministerio <strong>de</strong> Planificación<br />

<strong>de</strong>l Desarrollo<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

y Lucha contra el Hambre<br />

n.d.<br />

2008 n.d.<br />

Ser responsable <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo social y <strong>de</strong> diversos servicios orientados<br />

a prestar asistencia a niños, niñas, jóvenes, adultos, adultos mayores,<br />

personas indigentes y personas con discapacidad.<br />

1990 Facilitar la política <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo e implementar programas que promuevan<br />

la justicia social y la equidad, favoreciendo la autosuficiencia, la<br />

responsabilidad y la productividad <strong>de</strong> las personas.<br />

2009 Formular políticas para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la economía plural, la promoción<br />

<strong>de</strong> la eficiencia, la eficacia y la equidad en la inversión pública y el<br />

<strong>de</strong>sarrollo económico y social.<br />

2004 Promover la inclusión social, la seguridad alimentaria, la asistencia<br />

integral y un ingreso mínimo <strong>de</strong> ciudadanía para las familias que viven<br />

en situación <strong>de</strong> pobreza.<br />

Chile Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> 2011 Contribuir al diseño y aplicación <strong>de</strong> políticas, planes y programas <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo social, en especial aquellos <strong>de</strong>stinados a erradicar la<br />

pobreza y brindar protección social a las personas vulnerables,<br />

promoviendo la movilidad y la inclusión social.<br />

Costa Rica<br />

Dominica<br />

Ecuador<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo Humano<br />

e Inclusión <strong>Social</strong>/Instituto<br />

Mixto <strong>de</strong> Ayuda <strong>Social</strong> (IMAS)<br />

Ministerio <strong>de</strong> Servicios <strong>Social</strong>es,<br />

Familia y Asuntos <strong>de</strong> Género<br />

Ministerio Coordinador<br />

<strong>de</strong>l Desarrollo <strong>Social</strong><br />

Ministerio <strong>de</strong> Inclusión<br />

Económica y <strong>Social</strong><br />

2010 Promover condiciones <strong>de</strong> vida digna y el <strong>de</strong>sarrollo social <strong>de</strong> las personas<br />

en situación <strong>de</strong> pobreza y riesgo social, proporcionándoles oportunida<strong>de</strong>s,<br />

servicios y recursos.<br />

n.d.<br />

Facilitar el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l capital humano y social mediante la provisión <strong>de</strong><br />

apoyos a los segmentos más vulnerables <strong>de</strong> la sociedad y la reducción<br />

<strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s, así como mejorar el acceso a oportunida<strong>de</strong>s.<br />

2007 Proponer políticas interministeriales <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo social mediante la<br />

coordinación, articulación y monitoreo permanente <strong>de</strong> la política, los<br />

planes y los programas sociales ejecutados por los ministerios e<br />

instituciones que forman parte <strong>de</strong>l Consejo Sectorial <strong>de</strong> Políticas<br />

<strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>.<br />

2007 Ejercer la rectoría y ejecutar las políticas, regulaciones, programas y<br />

servicios para la inclusión social y la atención <strong>de</strong> las personas durante<br />

el ciclo <strong>de</strong> vida, incluidos quienes están en situación <strong>de</strong> pobreza y las<br />

personas con discapacidad.<br />

Guatemala Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> 2012 Gestionar las políticas públicas orientadas a mejorar el nivel <strong>de</strong> bienestar<br />

<strong>de</strong> las personas y grupos sociales vulnerables que sufren exclusión y que<br />

viven en situación <strong>de</strong> pobreza o pobreza extrema.<br />

Haití<br />

Honduras<br />

Ministerio <strong>de</strong> Asuntos<br />

<strong>Social</strong>es y Trabajo<br />

Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo<br />

e Inclusión <strong>Social</strong><br />

n.d.<br />

Definir y ejecutar la política social <strong>de</strong>l Gobierno; garantizar la protección<br />

<strong>de</strong> los trabajadores en los sectores formal e informal <strong>de</strong> la economía y<br />

mejorar las condiciones <strong>de</strong> vida y <strong>de</strong> trabajo; establecer, sobre la base<br />

<strong>de</strong> la solidaridad nacional, un régimen <strong>de</strong> seguridad social a<strong>de</strong>cuado<br />

contra los riesgos físicos, económicos, sociales y otros; li<strong>de</strong>rar la lucha<br />

contra el hambre, la <strong>de</strong>snutrición, el <strong>de</strong>sempleo y la indigencia; crear,<br />

autorizar, fomentar y supervisar las obras <strong>de</strong> asistencia social tanto<br />

públicas como privadas.<br />

2010 Generar ingresos y <strong>de</strong>sarrollar capacida<strong>de</strong>s personales y sociales en la<br />

población <strong>de</strong>sempleada <strong>de</strong> bajos recursos económicos, mediante el<br />

financiamiento <strong>de</strong> proyectos intensivos en el uso <strong>de</strong> mano <strong>de</strong> obra<br />

y talleres <strong>de</strong> capacitación.<br />

Capítulo IV<br />

180


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Cuadro IV.A1.1 (conclusión)<br />

País<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo<br />

<strong>Social</strong> o equivalente<br />

Año <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> la primera<br />

instancia específica<br />

México Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> 1992 Formular y coordinar la política social solidaria y subsidiaria <strong>de</strong>l Gobierno<br />

fe<strong>de</strong>ral, orientada hacia el bien común, y ejecutarla <strong>de</strong> forma<br />

corresponsable con la sociedad; lograr, asimismo, la superación <strong>de</strong><br />

la pobreza mediante el <strong>de</strong>sarrollo humano integral incluyente.<br />

Nicaragua<br />

Ministerio <strong>de</strong> la Familia,<br />

Adolescencia y Niñez<br />

Misión<br />

2007 Facilitar la ejecución <strong>de</strong> acciones integrales en beneficio <strong>de</strong> grupos <strong>de</strong><br />

población vulnerable, niños <strong>de</strong>svalidos y abandonados, personas mayores<br />

y personas con capacida<strong>de</strong>s diferentes, buscando ofrecer soluciones<br />

<strong>de</strong> autosustento.<br />

Panamá Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> 2005 Realizar una gestión institucional orientada por políticas sociales<br />

concertadas que impulsen la organización social, la equidad y el<br />

bienestar común.<br />

Perú<br />

Trinidad y Tabago<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo<br />

e Inclusión <strong>Social</strong><br />

Ministerio <strong>de</strong>l Pueblo<br />

y Desarrollo <strong>Social</strong><br />

2011 Promover el <strong>de</strong>sarrollo y la inclusión social, garantizando que las políticas<br />

y programas sociales <strong>de</strong> los diferentes sectores y niveles <strong>de</strong> gobierno<br />

actúen <strong>de</strong> manera coordinada y articulada para cerrar las brechas <strong>de</strong><br />

acceso a servicios públicos universales <strong>de</strong> calidad y a las oportunida<strong>de</strong>s<br />

que abre el crecimiento económico.<br />

n.d.<br />

Mejorar la calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> las personas, con énfasis en los más<br />

vulnerables, por medio <strong>de</strong> una red <strong>de</strong> servicios integrados, efectivos,<br />

accesibles y sociales.<br />

Uruguay Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> 2005 Formular, ejecutar, supervisar, coordinar, programar, dar seguimiento y<br />

evaluar las políticas, estrategias y planes <strong>de</strong> las áreas <strong>de</strong> juventud,<br />

mujer y familia, adultos mayores, personas con discapacidad y<br />

<strong>de</strong>sarrollo social en general.<br />

Venezuela<br />

(República Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

Ministerio <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Popular<br />

para las Comunas y los<br />

Movimientos <strong>Social</strong>es<br />

2009 Implementar políticas sociales propias <strong>de</strong>l ejercicio <strong>de</strong>mocrático y vitales<br />

<strong>de</strong>l Estado venezolano en materia <strong>de</strong> promoción, asistencia y <strong>de</strong>sarrollo<br />

social integral y participativo, a través <strong>de</strong> comités, planes, programas y<br />

proyectos <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> protección social, fundamentado en la<br />

integralidad no solo <strong>de</strong> la atención inmediata y directa al afectado o<br />

grupo social vulnerado en situación <strong>de</strong> pobreza extrema o máxima<br />

exclusión social, sino también al contexto social que ro<strong>de</strong>a<br />

a la población afectada o vulnerable en posible riesgo.<br />

País<br />

B. Países que cuentan con otras instancias <strong>de</strong>dicadas explícitamente al <strong>de</strong>sarrollo social<br />

Otras instancias <strong>de</strong>dicadas explícitamente<br />

al <strong>de</strong>sarrollo social<br />

Año <strong>de</strong> creación<br />

Colombia Departamento para la Prosperidad <strong>Social</strong> 2011 Crear condiciones <strong>de</strong> prosperidad en la población vulnerable, contribuir a<br />

la reconciliación <strong>de</strong> los colombianos y promover la integración regional.<br />

El Salvador<br />

Jamaica<br />

Paraguay<br />

República Dominicana<br />

Secretaría <strong>de</strong> Inclusión <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong> la República<br />

Fondo <strong>de</strong> Inversión <strong>Social</strong> <strong>de</strong> Jamaica<br />

<strong>de</strong> la Oficina <strong>de</strong>l Primer Ministro<br />

Secretaría <strong>de</strong> Acción <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong> la República<br />

Gabinete <strong>de</strong> Coordinación <strong>de</strong> Políticas <strong>Social</strong>es<br />

<strong>de</strong> la Vicepresi<strong>de</strong>ncia<br />

Misión<br />

2009 Velar por la generación <strong>de</strong> condiciones que permitan la inclusión social,<br />

el <strong>de</strong>sarrollo y protección <strong>de</strong> la persona y la familia, la eliminación <strong>de</strong><br />

distintas formas <strong>de</strong> discriminación y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> capacida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

acción y participación ciudadana, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un enfoque <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos humanos.<br />

1996 Movilizar recursos y canalizarlos hacia la infraestructura socioeconómica<br />

en beneficio <strong>de</strong> la comunidad y <strong>de</strong> los proyectos <strong>de</strong> servicios sociales.<br />

1995 Li<strong>de</strong>rar y coordinar las acciones <strong>de</strong> protección y promoción social <strong>de</strong>l<br />

Estado por medio <strong>de</strong> la implementación <strong>de</strong> programas y proyectos<br />

sociales, enfocados en la población en situación <strong>de</strong> pobreza y<br />

pobreza extrema.<br />

2004 Garantizar la efectividad y la eficacia <strong>de</strong> la estrategia y <strong>de</strong> las políticas<br />

sociales <strong>de</strong>l Gobierno, articulando los programas y las acciones que<br />

formulen las instituciones que integran el gabinete en materia<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>manda social.<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los ministerios y secretarías <strong>de</strong>dicados al <strong>de</strong>sarrollo social.<br />

Nota: n.d. = información no disponible.<br />

Capítulo IV<br />

181


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Cuadro IV.A1.2<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): composición <strong>de</strong> las instancias colegiadas<br />

<strong>de</strong> coordinación intersectorial <strong>de</strong> políticas sociales, <strong>2015</strong><br />

País<br />

Instancia colegiada <strong>de</strong><br />

coordinación intersectorial<br />

<strong>de</strong> políticas sociales<br />

Año <strong>de</strong><br />

creación<br />

Figura que<br />

coordina<br />

Instituciones y otros participantes<br />

Antigua y Barbuda<br />

Argentina<br />

Belice<br />

Bolivia<br />

(Estado Plurinacional <strong>de</strong>)<br />

Brasil a<br />

Chile<br />

Colombia<br />

Consejo Nacional<br />

Económico y <strong>Social</strong><br />

Consejo Nacional<br />

<strong>de</strong> Coordinación <strong>de</strong><br />

Políticas <strong>Social</strong>es<br />

Caucus of Chief<br />

Executive Officers<br />

Consejo Nacional <strong>de</strong><br />

Política Económica y<br />

<strong>Social</strong> (CONAPES)<br />

Grupo Interministerial<br />

<strong>de</strong> Acompañamiento <strong>de</strong>l<br />

Plan Brasil sin Miseria<br />

Comité Interministerial<br />

<strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

Consejo Nacional <strong>de</strong> Política<br />

Económica y <strong>Social</strong><br />

2004 Delegado <strong>de</strong>l<br />

Primer Ministro<br />

2002 Ministro <strong>de</strong><br />

Desarrollo <strong>Social</strong><br />

n.d. n.d. n.d.<br />

2003 Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong><br />

la República<br />

2011 Ministro <strong>de</strong><br />

Desarrollo <strong>Social</strong><br />

y Lucha contra<br />

el Hambre<br />

2011 Ministro <strong>de</strong><br />

Desarrollo <strong>Social</strong><br />

1958 Departamento​<br />

Nacional <strong>de</strong><br />

Planeación<br />

Costa Rica Consejo Presi<strong>de</strong>ncial <strong>Social</strong> 2014 Segundo<br />

Vicepresi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong> la República<br />

Ecuador<br />

El Salvador<br />

Consejo Sectorial <strong>de</strong> Políticas<br />

<strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

Gabinete <strong>de</strong> Gestión<br />

<strong>Social</strong> e Inclusión<br />

2008 Ministro <strong>de</strong><br />

Coordinación <strong>de</strong><br />

Desarrollo <strong>Social</strong><br />

Congreso <strong>de</strong> Sindicatos; Cámara <strong>de</strong> Comercio e Industria <strong>de</strong> Antigua;<br />

Fe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> Empleadores <strong>de</strong> Antigua y Barbuda; Asociación <strong>de</strong> Hoteles<br />

y Turismo <strong>de</strong> Antigua; Organización Profesional <strong>de</strong> la Mujer en Antigua y<br />

Barbuda; Asociación Médica <strong>de</strong> Antigua y Barbuda; Grupo <strong>de</strong> Conocimiento<br />

<strong>de</strong>l Medio; Consejo Cristiano <strong>de</strong> Antigua; Asociación Evangélica <strong>de</strong> Antigua<br />

y Barbuda; Asociación <strong>de</strong> Abogados <strong>de</strong> Antigua y Barbuda; Asociación <strong>de</strong><br />

Jubilados <strong>de</strong> Antigua y Barbuda; Liga <strong>de</strong> Cooperativas <strong>de</strong> Antigua y Barbuda;<br />

Asociación <strong>de</strong> la Industria y la Pequeña Empresa <strong>de</strong> Antigua y Barbuda;<br />

Instituto <strong>de</strong> Contadores Públicos <strong>de</strong> Antigua y Barbuda; Consejo Nacional <strong>de</strong><br />

la Juventud <strong>de</strong> Antigua y Barbuda; Asociación <strong>de</strong> Personas con Discapacidad<br />

<strong>de</strong> Antigua y Barbuda; industria <strong>de</strong> la construcción, y sector financiero.<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>; Ministerio <strong>de</strong> Educación; Ministerio <strong>de</strong><br />

Trabajo, Empleo y Seguridad <strong>Social</strong>; Ministerio <strong>de</strong> Salud; Ministerio <strong>de</strong><br />

Justicia y Derechos Humanos; Ministerio <strong>de</strong> Seguridad; Ministerio <strong>de</strong><br />

Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; Ministerio <strong>de</strong> Economía y<br />

Finanzas Públicas; Ministerio <strong>de</strong> Planificación Fe<strong>de</strong>ral, Inversión Pública y<br />

Servicios; Consejo Nacional <strong>de</strong> las Mujeres; Comisión Nacional Asesora<br />

para la Integración <strong>de</strong> Personas con Discapacidad; Plan Nacional <strong>de</strong><br />

Abordaje Integral (Plan Ahí); Consejo Consultivo Nacional <strong>de</strong> Políticas<br />

<strong>Social</strong>es; Primeros Años (Programa Nacional <strong>de</strong> Desarrollo Infantil); Red<br />

Nacional <strong>de</strong> Actividad Física y Desarrollo Humano; Observatorio Nacional<br />

<strong>de</strong>l Deporte y la Actividad Física; Centro Nacional <strong>de</strong> Organizaciones <strong>de</strong> la<br />

Comunidad; Sistema <strong>de</strong> Información, Monitoreo y Evaluación <strong>de</strong> Programas<br />

<strong>Social</strong>es, y Sistema <strong>de</strong> I<strong>de</strong>ntificación Nacional Tributario y <strong>Social</strong>.<br />

Ministerio <strong>de</strong> Planificación <strong>de</strong>l Desarrollo; Ministerio <strong>de</strong> Economía y<br />

Finanzas Públicas; Ministerio <strong>de</strong> Producción y Microempresa; Ministerio<br />

<strong>de</strong> Desarrollo Rural y Tierras; Ministerio <strong>de</strong> Obras Públicas, Servicios y<br />

Vivienda; Ministerio <strong>de</strong> Minería y Metalurgia; Ministerio <strong>de</strong> Hidrocarburos<br />

y Energía; Ministerio <strong>de</strong> Educación; Ministerio <strong>de</strong> Salud; Ministerio <strong>de</strong><br />

Trabajo, Empleo y Previsión <strong>Social</strong>, y Ministerio <strong>de</strong> Medio Ambiente y Agua.<br />

Casa Civil <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia; Ministerio <strong>de</strong> Hacienda; Ministerio <strong>de</strong><br />

Planificación, Presupuesto y Gestión; Secretaría General <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong> la República; Ministerio <strong>de</strong> las Ciuda<strong>de</strong>s; Ministerio <strong>de</strong>l Trabajo<br />

y el Empleo; Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo Agrario; Ministerio <strong>de</strong> Salud;<br />

Ministerio <strong>de</strong> Educación, y Ministerio <strong>de</strong> Integración Nacional.<br />

Ministerio <strong>de</strong> Hacienda; Ministerio <strong>de</strong> Salud; Ministerio <strong>de</strong>l Deporte;<br />

Ministerio <strong>de</strong> Vivienda y Urbanismo; Servicio Nacional <strong>de</strong> la Mujer;<br />

Subsecretaría <strong>de</strong> Evaluación <strong>Social</strong>; Ministerio <strong>de</strong>l Trabajo y Previsión <strong>Social</strong>,<br />

y Ministerio <strong>de</strong> Educación.<br />

Vicepresi<strong>de</strong>ncia, todos los Ministros, Departamento Administrativo <strong>de</strong><br />

la Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República, Departamento Nacional <strong>de</strong> Planeación y<br />

Departamento Administrativo <strong>de</strong> Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias).<br />

Ministros <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia, Ministerio <strong>de</strong>l Trabajo y Seguridad <strong>Social</strong>,<br />

Ministerio <strong>de</strong> Educación Pública, Ministerio <strong>de</strong> Salud, Ministerio <strong>de</strong> Cultura y<br />

Juventud, Ministerio <strong>de</strong> Vivienda y Asentamientos Humanos y los Presi<strong>de</strong>ntes<br />

Ejecutivos <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> las Mujeres, <strong>de</strong>l Instituto Mixto <strong>de</strong><br />

Ayuda <strong>Social</strong> y <strong>de</strong>l Instituto Costarricense <strong>de</strong>l Deporte y la Recreación.<br />

Vicepresi<strong>de</strong>ncia; Ministerio <strong>de</strong> Agricultura, Gana<strong>de</strong>ría, Acuacultura y Pesca;<br />

Ministerio <strong>de</strong> Relaciones Laborales; Consejo Nacional <strong>de</strong> Capacitación y<br />

Formación Profesional; Servicio Ecuatoriano <strong>de</strong> Capacitación Profesional;<br />

Instituto Ecuatoriano <strong>de</strong> Crédito Educativo y Becas; Secretaría Técnica<br />

<strong>de</strong>l Plan Ecuador; Secretaría Nacional <strong>de</strong> Educación Superior, Ciencia,<br />

Tecnología e Innovación; empresas públicas; Secretaría Nacional <strong>de</strong>l<br />

Migrante; Programa Nacional <strong>de</strong> Micro Finanzas; Ministerio <strong>de</strong> Inclusión<br />

Económica y <strong>Social</strong>; Ministerio <strong>de</strong> Educación; Ministerio <strong>de</strong> Salud Pública;<br />

Ministerio <strong>de</strong>l Deporte, y Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo Urbano y Vivienda.<br />

2014 Ministro <strong>de</strong> Salud Ministerio <strong>de</strong> Salud; Ministerio <strong>de</strong> Educación; Ministerio <strong>de</strong> Trabajo y Previsión<br />

<strong>Social</strong>; Ministerio <strong>de</strong> Obras Públicas, Transporte, Vivienda y Desarrollo Urbano;<br />

Secretaría <strong>de</strong> Inclusión <strong>Social</strong>; Secretaría Técnica y <strong>de</strong> Planificación; Secretaría<br />

<strong>de</strong> Cultura; Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la Junta Directiva <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> la<br />

Juventud; Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Administración <strong>de</strong>l Fondo <strong>de</strong> Inversión<br />

<strong>Social</strong> para el Desarrollo Local; Dirección <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la Junta<br />

Directiva <strong>de</strong>l Fondo Nacional <strong>de</strong> Vivienda Popular; Dirección <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong> la Junta Directiva y Dirección Ejecutiva <strong>de</strong>l Fondo <strong>Social</strong> para la Vivienda.<br />

Capítulo IV<br />

182


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Cuadro IV.A1.2 (continuación)<br />

País<br />

Guatemala<br />

Haití<br />

Honduras b<br />

México c<br />

Nicaragua<br />

Instancia colegiada <strong>de</strong><br />

coordinación intersectorial<br />

<strong>de</strong> políticas sociales<br />

Gabinete Específico <strong>de</strong><br />

Desarrollo <strong>Social</strong><br />

Comisión Nacional <strong>de</strong><br />

Lucha contra el Hambre<br />

y la Malnutrición<br />

Gabinete Sectorial <strong>de</strong><br />

Desarrollo e Inclusión <strong>Social</strong><br />

Gabinete Especializado<br />

<strong>de</strong> México Incluyente<br />

Consejo <strong>de</strong> Comunicación y<br />

Ciudadanía <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Ciudadano<br />

Año <strong>de</strong><br />

creación<br />

Figura que<br />

coordina<br />

2012 Vicepresi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong> la República<br />

2012 Primera Dama<br />

<strong>de</strong> la República<br />

2014 Delegado<br />

Presi<strong>de</strong>ncial<br />

2013 Secretaría <strong>de</strong><br />

Desarrollo <strong>Social</strong><br />

2007 Delegado<br />

Presi<strong>de</strong>ncial<br />

Panamá Gabinete <strong>Social</strong> 1992 Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong><br />

la República<br />

Paraguay Gabinete <strong>Social</strong> 2003 Director Ejecutivo<br />

<strong>de</strong> la Unidad<br />

Técnica <strong>de</strong>l<br />

Gabinete <strong>Social</strong><br />

Instituciones y otros participantes<br />

Vicepresi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República; Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>; Ministerio<br />

<strong>de</strong> Agricultura, Gana<strong>de</strong>ría y Alimentación; Ministerio <strong>de</strong> Comunicaciones,<br />

Infraestructura y Vivienda; Ministerio <strong>de</strong> Cultura y Deportes; Ministerio <strong>de</strong><br />

Economía; Ministerio <strong>de</strong> Educación; Ministerio <strong>de</strong> Finanzas Públicas; Ministerio<br />

<strong>de</strong> Salud Pública; Ministerio <strong>de</strong> Trabajo y Previsión <strong>Social</strong>; Ministerio <strong>de</strong><br />

Ambiente y Recursos Naturales; Secretaría <strong>de</strong> Planificación y Programación<br />

<strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia; Secretaría <strong>de</strong> Seguridad Alimentaria y Nutricional <strong>de</strong> la<br />

Presi<strong>de</strong>ncia; Secretaría <strong>de</strong> Coordinación Ejecutiva <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia; Secretaría<br />

<strong>de</strong> Bienestar <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia; Secretaría Presi<strong>de</strong>ncial <strong>de</strong> la Mujer;<br />

Gerencia <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> Estadística; Dirección <strong>de</strong>l Consejo Nacional<br />

<strong>de</strong> la Juventud; Secretaría Ejecutiva <strong>de</strong>l Consejo Nacional <strong>de</strong> Atención al<br />

Migrante <strong>de</strong> Guatemala; Coordinación <strong>de</strong> la Comisión Presi<strong>de</strong>ncial contra la<br />

Discriminación y el Racismo; Secretaría Ejecutiva <strong>de</strong> la Coordinadora Nacional<br />

para la Reducción <strong>de</strong> Desastres, y Dirección <strong>de</strong>l Fondo <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>.<br />

Ministerio <strong>de</strong> Planificación y <strong>de</strong> la Cooperación Externa; Ministerio <strong>de</strong>l<br />

Interior y <strong>de</strong> los Colectivos Territoriales; Ministerio <strong>de</strong> Asuntos Extranjeros<br />

y <strong>de</strong> las Culturas; Ministerio <strong>de</strong> Cultura; Ministerio <strong>de</strong> los Haitianos<br />

Resi<strong>de</strong>ntes en el Extranjero; Ministro <strong>de</strong>legado ante el Primer Ministro<br />

encargado <strong>de</strong> los asuntos electorales; Ministerio <strong>de</strong> Asuntos <strong>Social</strong>es y <strong>de</strong>l<br />

Trabajo; Ministerio <strong>de</strong> Salud Pública y Población; Ministerio <strong>de</strong> Agricultura,<br />

Recursos Naturales y Desarrollo Rural; Ministerio <strong>de</strong> Comunicaciones;<br />

Ministerio <strong>de</strong> Economía y Finanzas; Ministerio <strong>de</strong> Defensa; Ministerio <strong>de</strong><br />

Comercio e Industria; Ministerio <strong>de</strong> la Condición y los Derechos <strong>de</strong> la Mujer;<br />

Ministerio <strong>de</strong> Educación y Formación Profesional; Ministerio <strong>de</strong> Deportes;<br />

Ministerio <strong>de</strong> Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones; Ministerio <strong>de</strong><br />

Justicia y Seguridad Pública; Ministerio <strong>de</strong>l Medio Ambiente; Ministerio<br />

<strong>de</strong> Turismo e Industrias Creativas, y Ministro <strong>de</strong>legado ante el Primer<br />

Ministro a cargo <strong>de</strong> los programas y proyectos sociales <strong>de</strong>l Gobierno.<br />

Secretaría <strong>de</strong> Salud; Secretaría <strong>de</strong> Educación; Instituto <strong>de</strong> Desarrollo<br />

Comunitario, Agua y Saneamiento; Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo e Inclusión<br />

<strong>Social</strong>; Instituto Nacional <strong>de</strong> la Mujer; Patronato Nacional <strong>de</strong> la<br />

Infancia, y Dirección Nacional <strong>de</strong> Niñez, Adolescencia y Familia.<br />

Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>; Secretaría <strong>de</strong> Educación Pública; Secretaría<br />

<strong>de</strong>l Trabajo y Previsión <strong>Social</strong>; Secretaría <strong>de</strong> Salud; Consejería Jurídica <strong>de</strong>l<br />

Ejecutivo Fe<strong>de</strong>ral; Secretaría <strong>de</strong> Medio Ambiente y Recursos Naturales;<br />

Secretaría <strong>de</strong> Agricultura, Gana<strong>de</strong>ría, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación;<br />

Secretaría <strong>de</strong> Comunicaciones y Transportes; Secretaría <strong>de</strong> Hacienda y Crédito<br />

Público; Secretaría <strong>de</strong> Relaciones Exteriores; Secretaría <strong>de</strong> Gobernación;<br />

Instituto Mexicano <strong>de</strong>l Seguro <strong>Social</strong>; Consejo Nacional para la Cultura y las<br />

Artes; Instituto Nacional <strong>de</strong> las Mujeres; Instituto <strong>de</strong> Seguridad y Servicios<br />

<strong>Social</strong>es <strong>de</strong> los Trabajadores <strong>de</strong>l Estado; Instituto <strong>de</strong>l Fondo Nacional<br />

<strong>de</strong> la Vivienda para los Trabajadores, y Comisión Nacional <strong>de</strong>l Agua.<br />

Secretaría <strong>de</strong> Comunicación y Ciudadanía para el Desarrollo <strong>Social</strong>; Policía<br />

Nacional; Ejército <strong>de</strong> Nicaragua; Instituto Nicaragüense <strong>de</strong> la Mujer;<br />

Ministerio <strong>de</strong> Fomento, Industria y Comercio; Instituto Nicaragüense <strong>de</strong> la<br />

Juventud; Ministerio <strong>de</strong> la Familia; Instituto Nicaragüense <strong>de</strong> Seguridad<br />

<strong>Social</strong>; Ministerio <strong>de</strong> Salud; Ministerio <strong>de</strong> Educación; Ministerio <strong>de</strong>l Ambiente<br />

y Recursos Naturales; Ministerio <strong>de</strong> Transporte e Infraestructura; Ministerio<br />

Agropecuario y Forestal; Instituto <strong>de</strong> Desarrollo Rural; Instituto Nicaragüense<br />

<strong>de</strong> Cultura; Instituto Nicaragüense <strong>de</strong> Deportes; Alcaldía Municipal; Concejo<br />

Municipal; Instituto Nicaragüense <strong>de</strong> Fomento Municipal; Fondo <strong>de</strong> Inversión<br />

<strong>Social</strong> <strong>de</strong> Emergencia, y Empresa Nicaragüense <strong>de</strong> Alimentos Básicos.<br />

Secretaría Técnica adscrita al Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>; Comisión<br />

Multisectorial <strong>de</strong>l Gabinete <strong>Social</strong>; Comité Técnico <strong>de</strong> Población; Directores<br />

<strong>de</strong> Planificación <strong>de</strong> los Ministerios que integran el Gabinete <strong>Social</strong>, y<br />

Director <strong>de</strong> Políticas <strong>Social</strong>es <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>.<br />

Ministerio <strong>de</strong> Agricultura y Gana<strong>de</strong>ría; Ministerio <strong>de</strong> Defensa Nacional;<br />

Ministerio <strong>de</strong> Educación y Cultura; Ministerio <strong>de</strong> Hacienda; Ministerio<br />

<strong>de</strong> Industria y Comercio; Ministerio <strong>de</strong> Justicia; Ministerio <strong>de</strong> la<br />

Mujer; Ministerio <strong>de</strong> Obras Públicas y Comunicaciones; Ministerio <strong>de</strong><br />

Relaciones Exteriores; Ministerio <strong>de</strong> Salud Pública y Bienestar <strong>Social</strong>;<br />

Ministerio <strong>de</strong>l Interior; Ministerio <strong>de</strong> Trabajo, Empleo y Seguridad<br />

<strong>Social</strong>; Secretarías Ejecutivas <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia; instituciones <strong>de</strong> la<br />

administración central; dirección <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s binacionales, y<br />

titulares <strong>de</strong> los entes autónomos, autárquicos y <strong>de</strong>scentralizados.<br />

Capítulo IV<br />

183


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Cuadro IV.A1.2 (conclusión)<br />

País<br />

Perú<br />

República Dominicana<br />

Instancia colegiada <strong>de</strong><br />

coordinación intersectorial<br />

<strong>de</strong> políticas sociales<br />

Comisión Interministerial<br />

<strong>de</strong> Asuntos <strong>Social</strong>es<br />

Gabinete <strong>de</strong> Coordinación<br />

<strong>de</strong> Políticas <strong>Social</strong>es<br />

Año <strong>de</strong><br />

creación<br />

Figura que<br />

coordina<br />

2011 Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l<br />

Consejo <strong>de</strong><br />

Ministros<br />

2004 Vicepresi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong> la República<br />

Uruguay Gabinete <strong>Social</strong> 2014 Ministro <strong>de</strong><br />

Desarrollo <strong>Social</strong><br />

Venezuela<br />

(República Bolivariana <strong>de</strong>) d<br />

Vicepresi<strong>de</strong>ncia para el<br />

Desarrollo <strong>Social</strong> y la<br />

Revolución <strong>de</strong> las Misiones<br />

2009 Segundo<br />

Vicepresi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong>l Consejo<br />

<strong>de</strong> Ministros<br />

Revolucionarios<br />

<strong>de</strong>l Gobierno<br />

Bolivariano para<br />

el Área <strong>Social</strong><br />

Instituciones y otros participantes<br />

Viceministerio <strong>de</strong> Políticas y Evaluación <strong>Social</strong> <strong>de</strong>l Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo<br />

e Inclusión <strong>Social</strong>; Ministerio <strong>de</strong> Educación; Ministerio <strong>de</strong> Salud; Ministerio<br />

<strong>de</strong> Justicia y Derechos Humanos; Ministerio <strong>de</strong> la Mujer y Poblaciones<br />

Vulnerables; Ministerio <strong>de</strong> la Producción; Ministerio <strong>de</strong>l Trabajo y Promoción<br />

<strong>de</strong>l Empleo; Ministerio <strong>de</strong> Vivienda, Construcción y Saneamiento; Ministerio<br />

<strong>de</strong> Energía y Minas; Ministerio <strong>de</strong> Cultura; Ministerio <strong>de</strong> Economía y<br />

Finanzas, y Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l Centro Nacional <strong>de</strong> Planeamiento Estratégico.<br />

Ministerio <strong>de</strong> Hacienda; Ministerio <strong>de</strong> Educación; Ministerio <strong>de</strong> Salud<br />

Pública; Seguro Nacional <strong>de</strong> Salud; Programa Solidaridad; Dirección<br />

Técnica <strong>de</strong>l Gabinete <strong>de</strong> Coordinación <strong>de</strong> Políticas <strong>Social</strong>es; Administradora<br />

<strong>de</strong> Subsidios <strong>Social</strong>es, y Sistema Único <strong>de</strong> Beneficiarios.<br />

Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>; Ministerio <strong>de</strong> Economía y Finanzas;<br />

Ministerio <strong>de</strong> Educación y Cultura; Ministerio <strong>de</strong> Trabajo y Seguridad<br />

<strong>Social</strong>; Ministerio <strong>de</strong> Salud Pública; Ministerio <strong>de</strong> Turismo y Deportes;<br />

Ministerio <strong>de</strong> Vivienda, Or<strong>de</strong>namiento Territorial y Medio Ambiente;<br />

Oficina <strong>de</strong> Planeamiento y Presupuesto, y Congreso <strong>de</strong> Inten<strong>de</strong>ntes.<br />

Ministerio <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Popular para el Proceso <strong>Social</strong> <strong>de</strong>l Trabajo; Ministerio<br />

<strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Popular para la Salud; Ministerio <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Popular para los<br />

Pueblos Indígenas; Ministerio <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Popular para la Juventud y<br />

Deporte; Ministerio <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Popular para el Servicio Penitenciario, y<br />

Ministerio <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r Popular para la Mujer e Igualdad <strong>de</strong> Género.<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los países.<br />

a<br />

Otra instancia importante <strong>de</strong> coordinación intersectorial es el Consejo Nacional <strong>de</strong> Asistencia <strong>Social</strong>, creado en 1993, presidido por un <strong>de</strong>legado presi<strong>de</strong>ncial y compuesto<br />

por nueve representantes gubernamentales, incluidos un representante <strong>de</strong> los estados y uno <strong>de</strong> los municipios y nueve representantes <strong>de</strong> la sociedad civil (<strong>de</strong> los<br />

usuarios <strong>de</strong> las organizaciones <strong>de</strong> asistencia social <strong>de</strong> los trabajadores <strong>de</strong>l sector), escogidos bajo la supervisión <strong>de</strong>l Ministerio Público Fe<strong>de</strong>ral. El Consejo es también<br />

presidido por uno <strong>de</strong> sus integrantes, que es elegido <strong>de</strong>mocráticamente por los miembros <strong>de</strong> este para asumir el mandato durante un año, con solo una renovación<br />

permitida por un período similar. También cuenta con una secretaría ejecutiva, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> comisiones temáticas <strong>de</strong>dicadas tanto a la gestión como al<br />

financiamiento <strong>de</strong> las competencias necesarias para cumplir con los requerimientos <strong>de</strong> la Ley Orgánica <strong>de</strong> Asistencia <strong>Social</strong>: la Comisión <strong>de</strong> Política <strong>de</strong> Asistencia<br />

<strong>Social</strong>, la Comisión <strong>de</strong> Acompañamiento a los Consejos <strong>de</strong> Asistencia <strong>Social</strong>, la Comisión <strong>de</strong> Financiamiento, la Comisión <strong>de</strong> Normas, la Comisión <strong>de</strong> Seguimiento <strong>de</strong><br />

Beneficios y Transferencias <strong>de</strong> Renta y la Comisión <strong>de</strong> Monitoreo <strong>de</strong> las Deliberaciones <strong>de</strong> las Conferencias Nacionales <strong>de</strong> Asistencia <strong>Social</strong>.<br />

b<br />

En el caso <strong>de</strong> Honduras, existe otra instancia importante <strong>de</strong> coordinación intersectorial, el Comité Técnico <strong>de</strong> Protección <strong>Social</strong>, que cuenta con la participación <strong>de</strong><br />

la Secretaría <strong>de</strong> Estado en el Despacho <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>, la Secretaría <strong>de</strong> Estado <strong>de</strong>l Despacho Presi<strong>de</strong>ncial, la Secretaría Técnica <strong>de</strong> Planificación y Cooperación<br />

Externa, la Secretaría <strong>de</strong> Estado en el Despacho <strong>de</strong> Educación, la Secretaría <strong>de</strong> Estado en el Despacho <strong>de</strong> Salud, la Secretaría <strong>de</strong> Estado en los Despachos <strong>de</strong> Trabajo<br />

y Seguridad <strong>Social</strong>, la Secretaría <strong>de</strong> Estado en los Despachos <strong>de</strong> Justicia y Derechos Humanos, la Secretaría <strong>de</strong> Estado en los Despachos <strong>de</strong> Pueblos Indígenas y<br />

Afrohondureños, la Secretaría <strong>de</strong> Estado en los Despachos <strong>de</strong> Gobernación y Justicia, el Instituto Hondureño <strong>de</strong> la Niñez y la Familia, el Instituto Nacional <strong>de</strong> la Mujer,<br />

el Instituto Nacional <strong>de</strong> la Juventud, la Asociación <strong>de</strong> Municipios <strong>de</strong> Honduras, el Fondo Hondureño <strong>de</strong> Inversión <strong>Social</strong>, el Comisionado Nacional <strong>de</strong> los Derechos<br />

Humanos, el Grupo Sociedad Civil, la Coordinadora <strong>de</strong> Instituciones y Asociaciones <strong>de</strong> Rehabilitación <strong>de</strong> Honduras, la Comisión Nacional para el Desarrollo <strong>de</strong> la<br />

Educación Alternativa No Formal, la Red <strong>de</strong> Mujeres, la Confe<strong>de</strong>ración Nacional <strong>de</strong> Pueblos Autóctonos <strong>de</strong> Honduras, la Fundación Hondureña <strong>de</strong> Rehabilitación<br />

e Integración <strong>de</strong>l Limitado, la Red Regional <strong>de</strong> Justicia y Paz , la Asociación Kukulcán, el Colectivo Violeta, la Red <strong>de</strong> Instituciones por los Derechos <strong>de</strong> la Niñez,<br />

Ayuda en Acción, Casa Alianza, Christian Children’s Fund, Plan Honduras, la Asociación Nacional <strong>de</strong> Molineros <strong>de</strong> Honduras, la Asociación Compartir, la Fundación<br />

<strong>de</strong> la Solidaridad y el Voluntariado <strong>de</strong> la Comunidad Valenciana, la Asociación Gaviota, la Asociación Cristiana <strong>de</strong> Jóvenes, el Foro Nacional <strong>de</strong> Juventud, el Consejo<br />

Hondureño <strong>de</strong> la Empresa Privada y la Secretaría <strong>de</strong> Industria y Comercio.<br />

c<br />

En 2000 se estableció por primera vez en México la figura <strong>de</strong> un Gabinete <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> y Humano conformado por las principales <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias sociales<br />

fe<strong>de</strong>rales y coordinado por una junta directiva compuesta <strong>de</strong> las Secretarías <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>, Educación y Salud. En 2004, la Ley General <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong><br />

creó la Comisión Intersecretarial <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong> (CIDS) como instancia <strong>de</strong> coordinación a nivel fe<strong>de</strong>ral para la implementación <strong>de</strong> la política nacional <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo<br />

social. Esta incluía a las principales instancias sociales y económicas <strong>de</strong>l Gobierno fe<strong>de</strong>ral, bajo la presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>. En 2013 se creó<br />

el Gabinete Especializado <strong>de</strong> México Incluyente como instancia <strong>de</strong> mayor rango para la coordinación a nivel fe<strong>de</strong>ral, seguida por la propia CIDS, que sumó la misión<br />

formal <strong>de</strong> coordinar la implementación <strong>de</strong> la Cruzada Nacional contra el Hambre.<br />

d<br />

Otra instancia importante <strong>de</strong> coordinación es el Viceministerio para la Suprema Felicidad <strong>Social</strong> <strong>de</strong>l Pueblo, presidido por un <strong>de</strong>legado nombrado por el Ejecutivo y<br />

compuesto por la Dirección General <strong>de</strong> Asistencia <strong>Social</strong>, la Dirección General <strong>de</strong> Re<strong>de</strong>s <strong>Social</strong>es, el Instituto Autónomo Consejo Nacional <strong>de</strong> Derechos <strong>de</strong> Niños,<br />

Niñas y Adolescentes, el Instituto Nacional <strong>de</strong> Servicios <strong>Social</strong>es, el Consejo Nacional para el Desarrollo <strong>de</strong> las Comunida<strong>de</strong>s Afro<strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong> Venezuela y el<br />

Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad, así como la Fundación Nacional El Niño Simón, la Misión Niño Jesús, la Misión Negra Hipólita, la Fundación<br />

José Félix Ribas, la Misión José Gregorio Hernán<strong>de</strong>z y la Misión Cultura.<br />

Capítulo IV<br />

184


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Cuadro IV.A1.3<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (13 países): institucionalidad a cargo <strong>de</strong> temas vinculados con la población afro<strong>de</strong>scendiente<br />

País Autoridad o entidad a cargo Depen<strong>de</strong>ncia institucional Instrumento legal Año<br />

Argentina<br />

Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia Ministerio <strong>de</strong> Justicia y Ley núm. 24515 1995<br />

y el Racismo (INADI)<br />

Derechos Humanos<br />

Bolivia<br />

(Estado Plurinacional <strong>de</strong>)<br />

Brasil<br />

Colombia<br />

Comité Nacional contra el Racismo y Toda Forma<br />

<strong>de</strong> Discriminación<br />

Ministerio <strong>de</strong> Culturas<br />

y Turismo<br />

Decreto Supremo núm. 29894 2009<br />

Ministerio <strong>de</strong> las Mujeres, <strong>de</strong> la Igualdad Racial y (Ministerio autónomo) Medida provisoria núm. 696 <strong>2015</strong><br />

<strong>de</strong> los Derechos Humanos a<br />

Dirección <strong>de</strong> Asuntos para Comunida<strong>de</strong>s Negras,<br />

Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras<br />

Dirección <strong>de</strong> Poblaciones (para todas las poblaciones,<br />

incluida la población afro<strong>de</strong>scendiente)<br />

Ministerio <strong>de</strong>l Interior Ley núm. 70 1993<br />

y <strong>de</strong> Justicia<br />

Ministerio <strong>de</strong> Cultura Decreto núm. 4827 2008<br />

Costa Rica Comisión Nacional Afrocostarricense Ministerio <strong>de</strong> Relaciones Decreto Ejecutivo núm. 36465 2011<br />

Exteriores<br />

Comisionado <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República para Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República Decreto Ejecutivo núm. 38835 <strong>2015</strong><br />

asuntos relacionados con la Comunidad<br />

Afrocostarricense<br />

Ecuador Consejo Nacional <strong>de</strong> Desarrollo Afroecuatoriano (CONDAE) Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República Decreto Ejecutivo núm. 279 2007<br />

Consejos Nacionales para la Igualdad (incluido<br />

el Consejo <strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong> las Nacionalida<strong>de</strong>s<br />

y Pueblos <strong>de</strong>l Ecuador (CODENPE))<br />

n.d. Registro Oficial núm. 283 2014<br />

Honduras<br />

México<br />

Nicaragua<br />

Comisión Nacional contra la Discriminación Racial,<br />

el Racismo, la Xenofobia y las Formas Conexas<br />

<strong>de</strong> Intolerancia<br />

Secretaría <strong>de</strong> Estado en los Despachos <strong>de</strong> Pueblos<br />

Indígenas y Afrohondureños b<br />

Consejo Nacional para Prevenir la<br />

Discriminación (CONAPRED)<br />

Comisión Nacional para la Eliminación <strong>de</strong> la<br />

Discriminación Racial<br />

Secretaría para Asuntos Indígenas<br />

y Afro<strong>de</strong>scendientes (SAIA)<br />

Secretaría <strong>de</strong> Gobernación<br />

y Justicia<br />

Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo<br />

e Inclusión <strong>Social</strong><br />

Secretaría <strong>de</strong> la Gobernación<br />

Ministerio <strong>de</strong> Relaciones<br />

Exteriores<br />

Ministerio <strong>de</strong> Relaciones<br />

Exteriores<br />

Decreto Ejecutivo núm. 002 2004<br />

Decreto Ejecutivo<br />

núm. PCM-03-2014<br />

Ley Fe<strong>de</strong>ral <strong>de</strong>l 11 <strong>de</strong> junio<br />

<strong>de</strong> 2003<br />

2014<br />

2003<br />

n.d. 2001<br />

Decreto Presi<strong>de</strong>ncial núm. 21 2008<br />

Panamá Comisión Coordinadora <strong>de</strong> la Etnia Negra Panameña Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República Ley núm. 16 2002<br />

Comisión Especial para el establecimiento <strong>de</strong> una Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República Decreto Ejecutivo núm. 124 2005<br />

política gubernamental para la inclusión plena <strong>de</strong><br />

la etnia negra panameña<br />

Consejo Nacional <strong>de</strong> la Etnia Negra (CONEN) Ministerio <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia Decreto Ejecutivo núm. 116 2007<br />

Secretaría <strong>de</strong> la Etnia Negra Ministerio <strong>de</strong> la Presi<strong>de</strong>ncia Anteproyecto <strong>de</strong> Ley núm. 214 Presentado a la<br />

Asamblea Nacional<br />

en <strong>2015</strong><br />

Perú Dirección <strong>de</strong> Políticas para Población Afroperuana Viceministerio <strong>de</strong><br />

Ley núm. 29565 2010<br />

Ministerio <strong>de</strong> Cultura c<br />

Interculturalidad <strong>de</strong>l<br />

Uruguay<br />

Comisión Honoraria contra el Racismo, la Xenofobia Dirección <strong>de</strong> Derechos Ley núm. 17817 2004<br />

y toda otra Forma <strong>de</strong> Discriminación<br />

Humanos <strong>de</strong>l Ministerio<br />

<strong>de</strong> Educación y Cultura<br />

Departamento <strong>de</strong> Mujeres Afro<strong>de</strong>scendientes Ministerio <strong>de</strong> las Mujeres n.d. 2005<br />

Venezuela<br />

(República Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

Instituto Nacional contra la Discriminación<br />

Racial (INCODIR)<br />

Comisión Presi<strong>de</strong>ncial para la Prevención y Eliminación<br />

<strong>de</strong> todas las Formas <strong>de</strong> Discriminación Racial y otras<br />

Distinciones en el Sistema Educativo Venezolano<br />

Ministerio <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r<br />

Popular para la Cultura<br />

Ministerio <strong>de</strong>l Po<strong>de</strong>r<br />

Popular para la Educación<br />

Ley Orgánica contra la<br />

2011<br />

Discriminación Racial<br />

Decreto núm. 3645 2005<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> información oficial <strong>de</strong> los respectivos países.<br />

Nota: n.d. = información no disponible.<br />

a<br />

Anteriormente, los temas relacionados con la población afro<strong>de</strong>scendiente estaban a cargo <strong>de</strong> la Secretaría Especial <strong>de</strong> Políticas <strong>de</strong> Promoción <strong>de</strong> la Igualdad<br />

Racial (SEPPIR).<br />

b<br />

Originalmente la Secretaría para el Desarrollo <strong>de</strong> los Pueblos Indígenas y Afrohondureños y Promoción <strong>de</strong> Políticas <strong>de</strong> Igualdad Racial (SEDINAFROPIR), que<br />

<strong>de</strong>saparece en 2014 y cuyas funciones absorbe la Secretaría <strong>de</strong> Desarrollo e Inclusión <strong>Social</strong>.<br />

c<br />

Hereda las funciones <strong>de</strong>l Instituto Nacional <strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong> los Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuano (INDEPA), <strong>de</strong>sactivado en 2010 durante el Gobierno<br />

<strong>de</strong> Alan García (2006 a 2011).<br />

Capítulo IV<br />

185


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Capítulo V<br />

Los impactos <strong>de</strong> las ten<strong>de</strong>ncias<br />

<strong>de</strong>mográficas<br />

Introducción<br />

A. Las gran<strong>de</strong>s ten<strong>de</strong>ncias<br />

1. Cae rápidamente la fecundidad hacia el nivel <strong>de</strong> reemplazo<br />

2. La población seguirá creciendo hasta mediados <strong>de</strong> siglo<br />

3. Aumenta la esperanza <strong>de</strong> vida<br />

4. Se expan<strong>de</strong> la migración intrarregional<br />

5. Persisten las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s reproductivas<br />

6. Continúa la exclusión <strong>de</strong> los pueblos indígenas y <strong>de</strong> los afro<strong>de</strong>scendientes<br />

B. Los efectos <strong>de</strong> la transformación<br />

1. Disminuye la población joven y aumenta la potencialmente activa<br />

2. Menores recursos <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico<br />

3. El bono durará más en educación que en salud y pensiones<br />

4. Hacia socieda<strong>de</strong>s y economías envejecidas<br />

C. Políticas en la transición <strong>de</strong>mográfica<br />

1. Aprovechar el ahorro en educación para mejorar su calidad<br />

2. Eliminar la discriminación <strong>de</strong> jóvenes y mujeres en el mercado laboral<br />

3. Preparar los sistemas <strong>de</strong> salud para socieda<strong>de</strong>s en proceso <strong>de</strong> envejecimiento<br />

4. Mejorar la salud sexual y reproductiva <strong>de</strong> los jóvenes<br />

5. Proteger los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los indígenas y afro<strong>de</strong>scendientes<br />

6. A<strong>de</strong>cuar los sistemas <strong>de</strong> pensiones<br />

7. Crear un sistema público <strong>de</strong> cuidado<br />

Bibliografía<br />

Capítulo V<br />

187


Introducción<br />

Des<strong>de</strong> finales <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1960, la mayoría <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe han experimentado<br />

cambios profundos en su dinámica <strong>de</strong>mográfica, con efectos en el crecimiento, la estructura etaria y la distribución<br />

territorial <strong>de</strong> la población. Estos cambios tienen significativas consecuencias para el logro <strong>de</strong> los Objetivos <strong>de</strong><br />

Desarrollo Sostenible, la eliminación <strong>de</strong> la pobreza y la reducción <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad, que <strong>de</strong>ben tenerse en cuenta<br />

en las estrategias, políticas y programas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, <strong>de</strong> acuerdo con los principios <strong>de</strong>l Programa <strong>de</strong> Acción <strong>de</strong> la<br />

Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (El Cairo, 1994) y el Consenso <strong>de</strong> Montevi<strong>de</strong>o sobre<br />

Población y Desarrollo (2013).<br />

La heterogeneidad <strong>de</strong> la región tiene también una dimensión <strong>de</strong>mográfica, con las consiguientes diferencias entre<br />

países y entre territorios y grupos poblacionales <strong>de</strong> su interior. La comprensión <strong>de</strong> las causas y consecuencias <strong>de</strong> esas<br />

diferencias es necesaria para avanzar en la igualdad, generalizar el ejercicio <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos, reconocer la diversidad<br />

<strong>de</strong> grupos e i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s, y adoptar una perspectiva <strong>de</strong> género.<br />

A. Las gran<strong>de</strong>s ten<strong>de</strong>ncias<br />

1. Cae rápidamente la fecundidad hacia el nivel <strong>de</strong> reemplazo<br />

El <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la fecundidad fue la principal característica <strong>de</strong> la transformación <strong>de</strong>mográfica regional en la segunda<br />

mitad <strong>de</strong>l siglo XX. La región pasó <strong>de</strong> tasas <strong>de</strong> fecundidad muy altas (5,5 hijos por mujer) en comparación con el<br />

contexto mundial entre 1965 y 1970 a tasas apenas superiores (2,2 hijos) al nivel <strong>de</strong> reemplazo en la actualidad (véase<br />

el cuadro V.1) 1 . A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la velocidad e intensidad <strong>de</strong> esta caída, <strong>de</strong>staca su rápida generalización a la mayoría<br />

<strong>de</strong> los países. El <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la fecundidad implicó una consi<strong>de</strong>rable reducción <strong>de</strong>l crecimiento poblacional, efecto<br />

que se ha venido atenuando. Por el contrario, los efectos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la fecundidad sobre la estructura <strong>de</strong> edad<br />

<strong>de</strong> la población siguen presentes y se prolongarán varios años.<br />

El <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la fecundidad se ha producido con gran<strong>de</strong>s diferencias en cuanto a sus fechas <strong>de</strong> inicio, los períodos<br />

<strong>de</strong> mayor velocidad <strong>de</strong>l cambio y los momentos en los que se alcanza el nivel <strong>de</strong> reemplazo. Estas diferencias <strong>de</strong><br />

trayectoria se trasmiten hacia el futuro a través <strong>de</strong> efectos diferentes en el tamaño y el peso relativo <strong>de</strong> las distintas<br />

generaciones en la población total y, por lo tanto, en la aparición, vigencia y duración <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico 2 y<br />

<strong>de</strong>l envejecimiento.<br />

El inicio <strong>de</strong> la caída <strong>de</strong> la fecundidad fue relativamente más temprano en el Caribe y en <strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur,<br />

don<strong>de</strong>, en la mayoría <strong>de</strong> los países, ya había comenzado a fines <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1960 (véanse el gráfico V.1 y el<br />

cuadro V.1) 3 . En cambio, en algunos países centroamericanos como Belice y Guatemala, no comenzó hasta la<br />

década <strong>de</strong> 1980. En las tres subregiones hubo algunos países en los que la fecundidad cayó rápidamente: Cuba<br />

y Barbados ya tenían una fecundidad inferior al nivel <strong>de</strong> reemplazo al finalizar la década <strong>de</strong> 1970, fenómeno<br />

que luego se extendió a Antigua y Barbuda, Chile, Colombia, Costa Rica, el Brasil, El Salvador, México, Panamá<br />

y Trinidad y Tabago.<br />

1<br />

El nivel <strong>de</strong> reemplazo correspon<strong>de</strong> aproximadamente a una tasa global <strong>de</strong> fecundidad (TGF) <strong>de</strong> 2,1 hijos por mujer. El nivel <strong>de</strong><br />

reemplazo se da cuando la tasa neta <strong>de</strong> reproducción (TNR) es igual a 1, es <strong>de</strong>cir, cuando cada mujer está en capacidad <strong>de</strong> tener<br />

una hija, lo que garantizaría la reproducción <strong>de</strong> su generación. La TNR es igual a la tasa total <strong>de</strong> fecundidad limitada a nacimientos<br />

femeninos, <strong>de</strong>scontando el efecto <strong>de</strong> la mortalidad.<br />

2<br />

El bono <strong>de</strong>mográfico se refiere al período económicamente favorable en que la población potencialmente activa crece más rápidamente<br />

que la población total (CEPAL, 2009).<br />

3<br />

Antigua y Barbuda, la Argentina, las Bahamas, Barbados, Cuba, Trinidad y Tabago y el Uruguay iniciaron esa década con niveles <strong>de</strong><br />

entre cuatro y cinco hijos por mujer, bajos para la época.<br />

Capítulo V<br />

189


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Cuadro V.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: tasa global <strong>de</strong> fecundidad<br />

por países y subregiones, 1965-2075<br />

(Número <strong>de</strong> hijos por mujer)<br />

País 1965-1970 1980-1985 1995-2000 2010-<strong>2015</strong> 2025-2030 2040-2045 2055-2060 2070-2075<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe 5,53 3,95 2,75 2,15 1,90 1,79 1,77 1,78<br />

El Caribe 5,01 3,41 2,64 2,29 2,03 1,89 1,81 1,79<br />

Antigua y Barbuda 4,00 2,14 2,31 2,10 1,94 1,86 1,83 1,82<br />

Bahamas 3,58 3,05 2,33 1,89 1,77 1,75 1,76 1,78<br />

Barbados 3,53 1,92 1,74 1,79 1,82 1,84 1,85 1,86<br />

Cuba 4,30 1,85 1,64 1,63 1,59 1,65 1,70 1,75<br />

Granada 4,80 4,23 2,81 2,18 1,90 1,78 1,75 1,77<br />

Haití 6,00 6,21 4,62 3,13 2,46 2,11 1,91 1,82<br />

Jamaica 5,78 3,55 2,70 2,08 1,86 1,78 1,77 1,79<br />

República Dominicana 6,65 4,15 2,98 2,53 2,13 1,89 1,79 1,77<br />

Santa Lucía 6,48 4,20 2,60 1,92 1,69 1,65 1,68 1,73<br />

San Vicente y las Granadinas 6,41 3,64 2,55 2,01 1,75 1,69 1,71 1,75<br />

Trinidad y Tabago 3,81 3,28 1,82 1,80 1,68 1,69 1,73 1,77<br />

Centroamérica 6,65 4,60 3,11 2,37 1,98 1,81 1,77 1,78<br />

Belice 6,35 5,40 3,85 2,64 2,19 1,95 1,82 1,78<br />

Costa Rica 5,26 3,50 2,61 1,85 1,67 1,68 1,72 1,75<br />

El Salvador 6,36 4,75 3,20 1,97 1,73 1,66 1,68 1,72<br />

Guatemala 6,30 6,10 4,70 3,30 2,64 2,28 2,05 1,92<br />

Honduras 7,42 6,00 4,34 2,47 1,99 1,79 1,73 1,73<br />

México 6,75 4,37 2,89 2,29 1,90 1,73 1,72 1,75<br />

Nicaragua 6,95 5,85 3,40 2,32 1,93 1,76 1,72 1,74<br />

Panamá 5,41 3,63 2,81 2,48 2,16 1,97 1,87 1,83<br />

<strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur 5,22 3,78 2,62 2,05 1,84 1,78 1,77 1,78<br />

Argentina 3,05 3,15 2,63 2,35 2,13 1,98 1,89 1,85<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) 6,41 5,51 4,29 3,04 2,51 2,20 2,00 1,89<br />

Brasil 5,38 3,80 2,45 1,82 1,66 1,66 1,70 1,74<br />

Chile 4,46 2,66 2,16 1,78 1,70 1,72 1,75 1,78<br />

Colombia 6,18 3,70 2,50 1,93 1,69 1,66 1,70 1,74<br />

Ecuador 6,40 4,45 3,20 2,59 2,21 1,97 1,85 1,80<br />

Guyana 5,28 4,11 3,12 2,60 2,27 2,05 1,92 1,86<br />

Paraguay 6,15 5,12 3,88 2,60 2,22 1,99 1,86 1,81<br />

Perú 6,70 4,65 3,10 2,50 2,12 1,89 1,79 1,77<br />

Suriname 5,95 3,70 2,92 2,40 2,08 1,89 1,82 1,80<br />

Uruguay 2,80 2,57 2,30 2,04 1,90 1,84 1,82 1,82<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) 5,90 3,96 2,94 2,40 2,08 1,89 1,81 1,79<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

7<br />

Gráfico V.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: tasa global <strong>de</strong> fecundidad<br />

por subregiones, 1965-2075<br />

(Número <strong>de</strong> hijos por mujer)<br />

6<br />

5<br />

4<br />

3<br />

2<br />

1<br />

1965-<br />

1970<br />

1975-<br />

1980<br />

1985-<br />

1990<br />

1995-<br />

2000<br />

2005-<br />

2010<br />

<strong>2015</strong>-<br />

2020<br />

2025-<br />

2030<br />

2035-<br />

2040<br />

2045<br />

2050<br />

2055-<br />

2060<br />

2065-<br />

2070<br />

Centroamérica <strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur El Caribe<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

Capítulo V<br />

Se prevé que el cambio <strong>de</strong> la fecundidad será cada vez menos intenso, como se indica en las proyecciones <strong>de</strong><br />

población <strong>de</strong> las Naciones Unidas (<strong>2015</strong>b) e incluso es probable que baje a niveles inferiores al <strong>de</strong> reemplazo y se<br />

mantenga en ellos durante largo tiempo. La rápida convergencia implica que ese nivel sería alcanzado antes <strong>de</strong> 2050<br />

190


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

por casi todos los países <strong>de</strong> la región. Sin embargo, las diferentes ten<strong>de</strong>ncias nacionales dan lugar a significativos<br />

<strong>de</strong>sfases temporales en cuanto a su estabilización. Así, dos países rezagados en la transición <strong>de</strong>mográfica como<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) y Guatemala llegarían a ese nivel en el período entre 2050 y 2055 y en el período<br />

entre 2055 y 2060, respectivamente, es <strong>de</strong>cir 70 o 75 años más tar<strong>de</strong> que Cuba y Barbados. Al igual que el promedio<br />

regional, la fecundidad <strong>de</strong> todos los países continuaría disminuyendo más allá <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> reemplazo durante entre<br />

tres y seis quinquenios más, antes <strong>de</strong> que se revierta la ten<strong>de</strong>ncia.<br />

La secuencia que se presenta en el gráfico V.2 muestra el avance <strong>de</strong> la transición <strong>de</strong>mográfica, marcado por el<br />

<strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la fecundidad y <strong>de</strong> la tasa <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> la población. Aunque la transición estaba ya muy avanzada<br />

en Cuba, Barbados, Trinidad y Tabago y el Uruguay en 2010-<strong>2015</strong>, Guatemala, el Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia<br />

y Haití seguían mostrando un atraso importante y manteniendo tasas <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> la población superiores al<br />

1,5% y tasas <strong>de</strong> fecundidad por encima <strong>de</strong> los tres hijos por mujer.<br />

Pese al acentuado <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la fecundidad, persisten tasas relativamente altas en las poblaciones indígenas,<br />

los estratos socioeconómicos más bajos y con menor nivel educativo y las adolescentes 4 . Estos altos niveles <strong>de</strong><br />

fecundidad, sobre todo <strong>de</strong> la no planificada, reflejan las limitaciones que enfrentan esas mujeres y sus parejas para<br />

acce<strong>de</strong>r a la información y los servicios <strong>de</strong> salud sexual y reproductiva.<br />

Gráfico V.2<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: tasa global <strong>de</strong> fecundidad<br />

y tasa <strong>de</strong> crecimiento natural, 1980-<strong>2015</strong><br />

(En porcentajes y número <strong>de</strong> hijos por mujer)<br />

A. 1980-1985<br />

3,5<br />

3,0<br />

PRY<br />

BLZ<br />

NICHND<br />

GTM<br />

Tasa <strong>de</strong> crecimiento natural<br />

(porcentajes)<br />

2,5<br />

2,0<br />

1,5<br />

1,0<br />

ATG<br />

CUB<br />

BRB<br />

CHL<br />

URY<br />

LCA<br />

VENDOMMEX<br />

CRI<br />

GUY ECUPER<br />

PAN COL GRD SLV<br />

JAM BRALAC<br />

VCT<br />

BHS<br />

SUR<br />

TTO<br />

ARG<br />

BOL<br />

HTI<br />

0,5<br />

0<br />

1 2 3 4 5 6 7<br />

Tasa global <strong>de</strong> fecundidad<br />

(número <strong>de</strong> hijos por mujer)<br />

B. 1995-2000<br />

3,0<br />

HND<br />

GTM<br />

Tasa <strong>de</strong> crecimiento natural<br />

(porcentajes)<br />

2,5<br />

2,0<br />

1,5<br />

1,0<br />

0,5<br />

CUBTTO<br />

BRB<br />

NIC<br />

MEX ECU<br />

PAN VEN DOM<br />

PER GUY SLV<br />

CRI LAC<br />

COL<br />

BRA JAM SUR<br />

BHS VCT LCA<br />

ATG<br />

CHL ARG<br />

GRD<br />

URY<br />

BLZ<br />

PRY<br />

BOL<br />

HTI<br />

0<br />

1 2 3 4 5 6 7<br />

Tasa global <strong>de</strong> fecundidad<br />

(número <strong>de</strong> hijos por mujer)<br />

4<br />

En el caso <strong>de</strong> las adolescentes <strong>de</strong> pueblos indígenas, la maternidad a eda<strong>de</strong>s muy jóvenes se relaciona con prácticas culturales tradicionales,<br />

que fomentan la unión y la reproducción tempranas. Esto no implica que sean beneficiosas para las personas o tengan una jerarquía superior<br />

a los <strong>de</strong>rechos individuales. En caso <strong>de</strong> conflicto entre estas prácticas y los <strong>de</strong>rechos individuales, estos últimos <strong>de</strong>berían prevalecer.<br />

Capítulo V<br />

191


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Gráfico V.2 (conclusión)<br />

2,5<br />

C. 2010-<strong>2015</strong><br />

2,0<br />

GTM<br />

Tasa <strong>de</strong> crecimiento natural<br />

(porcentajes)<br />

1,5<br />

1,0<br />

BLZ<br />

HND<br />

NIC ECU PRY<br />

DOM<br />

MEX VEN<br />

PAN PER<br />

LAC GRD<br />

CRI COL<br />

SLV JAM<br />

SUR<br />

ATG<br />

GUY<br />

ARG<br />

BRA BHS VCT<br />

CHLCA<br />

BOL HTI<br />

0,5<br />

TTO<br />

URY<br />

CUB<br />

BRB<br />

0<br />

1 2 3 4 5 6 7<br />

Tasa global <strong>de</strong> fecundidad<br />

(número <strong>de</strong> hijos por mujer)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

La fecundidad adolescente en la región (66,5 nacidos vivos por cada 1.000 adolescentes entre 2010 y <strong>2015</strong>)<br />

es la segunda mayor <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la <strong>de</strong> África y se ha reducido mucho menos que la fecundidad total,<br />

situación que es común a las tres subregiones pese a sus diferencias socioeconómicas (véase el gráfico V.3). Su nivel<br />

es más alto que el que se esperaría dada la fecundidad total y otros indicadores sociales, como los niveles educativos,<br />

los grados <strong>de</strong> urbanización, la esperanza <strong>de</strong> vida y los niveles <strong>de</strong> ingreso. Si bien la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la fecundidad<br />

adolescente es preocupante, la <strong>de</strong> la maternidad adolescente lo es aún más, porque aumentó en la década <strong>de</strong> 1990<br />

(véase el gráfico V.4) 5 . Posteriormente, el promedio regional retornó a la trayectoria <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>nte (Rodríguez, 2014),<br />

aunque aumentó en 5 <strong>de</strong> los 12 países consi<strong>de</strong>rados en los gráficos V.4 y V.5.<br />

Capítulo V<br />

Gráfico V.3<br />

Mundo: tasa global <strong>de</strong> fecundidad y tasa <strong>de</strong> fecundidad adolescente<br />

por subregiones, 2010-<strong>2015</strong><br />

(Promedio <strong>de</strong> hijos por mujer y nacimientos por cada mil mujeres <strong>de</strong> 15 a 19 años <strong>de</strong> edad)<br />

140<br />

Tasa <strong>de</strong> fecundidad adolescente<br />

(nacimientos por cada mil mujeres<br />

<strong>de</strong> 15 a 19 años <strong>de</strong> edad)<br />

120<br />

100<br />

África Oriental<br />

África Central<br />

África Occi<strong>de</strong>ntal<br />

80<br />

<strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur<br />

Centroamérica<br />

60<br />

El Caribe África meridional<br />

Mundo<br />

África <strong>de</strong>l Norte<br />

40<br />

Asia <strong>de</strong>l Sur Asia Occi<strong>de</strong>ntal<br />

Oceanía<br />

20<br />

Europa Oriental <strong>América</strong> <strong>de</strong>l Norte<br />

Europa <strong>de</strong>l Norte<br />

Europa <strong>de</strong>l Sur<br />

Europa Occi<strong>de</strong>ntal<br />

Asia Oriental<br />

0<br />

0 0,5 1,0 1,5 2,0 2,5 3,0 3,5 4,0 4,5 5,0 5,5 6,0 6,5<br />

Tasa global <strong>de</strong> fecundidad<br />

(promedio <strong>de</strong> hijos por mujer)<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

5<br />

La diferencia entre las trayectorias <strong>de</strong> la fecundidad y <strong>de</strong> la maternidad adolescente se <strong>de</strong>be a que la primera consi<strong>de</strong>ra todos los<br />

nacimientos tenidos por las adolescentes, mientras que la segunda solo consi<strong>de</strong>ra los nacimientos <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n uno, que son los que<br />

provocan la transición <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la nuliparidad (no haber tenido hijos) a la maternidad. Como esto último es lo que cambia la vida <strong>de</strong><br />

las adolescentes, en términos analíticos y <strong>de</strong> política los indicadores <strong>de</strong> maternidad resultan más relevantes que los <strong>de</strong> fecundidad.<br />

La fecundidad adolescente pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r sin que eso se traduzca en una reducción <strong>de</strong> la maternidad adolescente, cuando tal<br />

<strong>de</strong>scenso se <strong>de</strong>be a una caída <strong>de</strong> la pari<strong>de</strong>z (promedio <strong>de</strong> hijos tenidos) en la adolescencia.<br />

192


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Gráfico V.4<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (19 países): mujeres que son madres por eda<strong>de</strong>s,<br />

censos <strong>de</strong> las rondas <strong>de</strong> 1990, 2000, y 2010<br />

(En porcentajes)<br />

35<br />

30<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

Mujeres <strong>de</strong> 15 años Mujeres <strong>de</strong> 17 años Mujeres <strong>de</strong> entre<br />

15 y 19 años<br />

1990 a 2000 b 2010 c<br />

Mujeres <strong>de</strong> entre<br />

19 y 20 años<br />

Fuente: J. Rodríguez, “La reproducción en la adolescencia y sus <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>. Introducción al análisis <strong>de</strong>mográfico, con énfasis en el uso <strong>de</strong><br />

microdatos censales <strong>de</strong> la ronda <strong>de</strong> 2010”, Documentos <strong>de</strong> Proyecto (LC/W.605), Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL);<br />

base <strong>de</strong> datos regional Maternidad en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (MATERNILAC) y procesamiento especial <strong>de</strong> bases <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> la Argentina, 2010 y<br />

Honduras, 2013.<br />

a<br />

Ronda <strong>de</strong> 1990: Argentina 1991, Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) 1992, Brasil 1992, Chile 1992, Colombia 1993, Ecuador 1990, El Salvador 1992, Guatemala 1994,<br />

México 1990, Panamá 1990, Paraguay 1992, Perú 1993, Uruguay 1996 y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) 1990.<br />

b<br />

Ronda <strong>de</strong> 2000: Argentina 2001, Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) 2001, Brasil 2000, Chile 2002, Colombia 2004-2005, Costa Rica 2000, Ecuador 2001, El Salvador 2007,<br />

Guatemala 2002, Honduras 2001, México 2000, Nicaragua 2005, Panamá 2000, Paraguay 2002, Perú 2007; República Dominicana 2002 y Venezuela (República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>) 2001.<br />

c<br />

Ronda <strong>de</strong> 2010: Argentina 2010, Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) 2012, Brasil 2010, Costa Rica 2011, Ecuador 2010, Honduras 2013, México 2010, Panamá 2010,<br />

República Dominicana 2010, Uruguay 2011 y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) 2011.<br />

25<br />

Gráfico V.5<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (países seleccionados): mujeres <strong>de</strong> entre 15 y 19 años<br />

que son madres, décadas <strong>de</strong> 2000 y 2010<br />

(En porcentajes)<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

0<br />

Argentina Belice Bolivia Brasil Costa Rica Ecuador México Panamá Rep. Trinidad y<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Dominicana Tabago<br />

Uruguay<br />

Década <strong>de</strong> 2000 Década <strong>de</strong> 2010<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> datos regional Maternidad en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (MATERNILAC) y<br />

Base <strong>de</strong> datos CEPALSTAT [en línea] http://estadisticas.cepal.org/cepalstat/WEB_CEPALSTAT/estadisticasIndicadores.asp?idioma=e.<br />

Una parte significativa (y mayoritaria en casi todos los países) <strong>de</strong> las madres adolescentes no planifican su embarazo<br />

(véase el gráfico V.6), lo que vulnera su <strong>de</strong>recho reproductivo <strong>de</strong> elegir cuándo tener hijos. Si bien los datos <strong>de</strong> las décadas<br />

<strong>de</strong> 1980 y 1990 mostraban resultados compatibles con una mayor planificación <strong>de</strong> los hijos por parte <strong>de</strong> las madres<br />

adolescentes, en comparación con el promedio <strong>de</strong> planificación en todas las eda<strong>de</strong>s, las encuestas <strong>de</strong> la primera década<br />

<strong>de</strong>l siglo XXI revelan una caída sistemática <strong>de</strong> esa variable. Más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> los nacimientos durante la adolescencia<br />

son no planificados. La reproducción en la adolescencia entraña problemas para la madre, el bebé y la familia <strong>de</strong> la<br />

madre adolescente, que absorbe gran parte <strong>de</strong> los costos y <strong>de</strong> la carga <strong>de</strong> la crianza. A<strong>de</strong>más, la alta concentración<br />

<strong>de</strong> la maternidad adolescente entre los más pobres contribuye a la reproducción intergeneracional <strong>de</strong> esta condición.<br />

Capítulo V<br />

193


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Gráfico V.6<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (países seleccionados): nacimientos no planificados en los cinco años<br />

que precedieron a la encuesta <strong>de</strong> referencia, según la edad <strong>de</strong> la madre<br />

en el momento <strong>de</strong>l nacimiento, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 1990 y 2010<br />

(En porcentajes)<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

1994<br />

Bolivia (Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

2008<br />

1996<br />

Brasil<br />

2006<br />

1990<br />

Colombia<br />

Capítulo V<br />

2010<br />

2002<br />

El Salvador<br />

2008<br />

1995<br />

Guatemala<br />

2008<br />

1994-1995<br />

Haití<br />

2005-2006<br />

2001<br />

Honduras<br />

2011-2012<br />

1998<br />

Nicaragua<br />

2006-2007<br />

1990<br />

Paraguay<br />

2008<br />

1996<br />

Perú<br />

2013<br />

1996<br />

Rep. Dominicana<br />

2013<br />

Madres <strong>de</strong> entre 15 y 19 años<br />

Total<br />

Fuente: Centro Latinoamericano y Caribeño <strong>de</strong> Demografía (CELADE)-División <strong>de</strong> Población <strong>de</strong> la CEPAL, sobre la base <strong>de</strong> J. Rodríguez, “High adolescent fertility<br />

in the context of <strong>de</strong>clining fertility in Latin America”, 2011 [en línea] http://www.un.org/esa/population/meetings/egm-adolescents/p01_rodriguez.pdf.<br />

Algunos estudios <strong>de</strong> la región han sugerido que numerosas adolescentes, en especial entre las pobres, quieren<br />

tener hijos y que, en particular, quieren hacerlo más que en otras eda<strong>de</strong>s (Stern, 1997; Guzmán y otros, 2001; Binstock<br />

y Panteli<strong>de</strong>s, 2006; Oliveira y Melo, 2010). Los argumentos que sustentan estas hipótesis provienen <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mografía<br />

(los nacimientos <strong>de</strong> primer or<strong>de</strong>n son más <strong>de</strong>seados y la mayoría <strong>de</strong> los nacimientos <strong>de</strong> las madres adolescentes son<br />

precisamente <strong>de</strong> primer or<strong>de</strong>n), la antropología (normas culturales que promueven la reproducción temprana) y la<br />

sociología (la maternidad temprana es vista como una opción que proporciona significado y un proyecto <strong>de</strong> vida,<br />

sobre todo en contextos en los que hay pocas opciones). Estos argumentos se apoyan en la evi<strong>de</strong>ncia disponible a<br />

fines <strong>de</strong>l siglo pasado y llaman la atención sobre la necesidad <strong>de</strong> elevar los incentivos para postergar la iniciación<br />

reproductiva. Con todo, los datos presentados en este documento apuntan, más bien, a las barreras que dificultan<br />

el ejercicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos reproductivos <strong>de</strong> las adolescentes, específicamente las que limitan el acceso a la salud<br />

sexual y reproductiva y a la anticoncepción <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio <strong>de</strong> la vida sexual.<br />

2. La población seguirá creciendo hasta mediados <strong>de</strong> siglo<br />

La población total regional continuará creciendo hasta alcanzar un máximo <strong>de</strong> 793 millones <strong>de</strong> habitantes en 2061<br />

(Naciones Unidas, <strong>2015</strong>b). Debido a los distintos grados <strong>de</strong> avance en la transición <strong>de</strong>mográfica, las diferencias<br />

entre países continuarán siendo significativas (véase el gráfico V.7), <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las tasas <strong>de</strong> crecimiento inferiores al 0,5%<br />

en los más avanzados en la transición <strong>de</strong>mográfica, como Barbados, hasta casi el 3% en Guatemala, tasa típica <strong>de</strong><br />

las etapas incipientes <strong>de</strong> esa transición.<br />

Ese crecimiento no estará relacionado directamente con la tasa <strong>de</strong> fecundidad, sino con la inercia <strong>de</strong>mográfica,<br />

es <strong>de</strong>cir la capacidad <strong>de</strong> las poblaciones <strong>de</strong> seguir creciendo más allá <strong>de</strong>l período en que la tasa <strong>de</strong> fecundidad llega<br />

al nivel <strong>de</strong> reemplazo <strong>de</strong>bido al cambio en la estructura por eda<strong>de</strong>s, al producirse una concentración <strong>de</strong> población<br />

en las eda<strong>de</strong>s reproductivas (CEPAL, 2008).<br />

194


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Gráfico V.7<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: crecimiento <strong>de</strong> la población<br />

por subregiones, 1965-2075<br />

(En millones <strong>de</strong> habitantes)<br />

A. <strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur<br />

550<br />

500<br />

450<br />

400<br />

350<br />

300<br />

250<br />

200<br />

150<br />

1960 1980 2000 2020 2040 2060 2080<br />

250<br />

230<br />

210<br />

190<br />

170<br />

150<br />

130<br />

110<br />

90<br />

70<br />

Fecundidad superior a 2,1 hijos por mujer Fecundidad inferior a 2,1 hijos por mujer<br />

B. Centroamérica<br />

50<br />

1960 1980 2000 2020 2040 2060 2080<br />

Fecundidad superior a 2,1 hijos por mujer<br />

C. El Caribe<br />

Fecundidad inferior a 2,1 hijos por mujer<br />

50<br />

45<br />

40<br />

35<br />

30<br />

25<br />

20<br />

1960 1980 2000 2020 2040 2060 2080<br />

Fecundidad superior a 2,1 hijos por mujer<br />

Fecundidad inferior a 2,1 hijos por mujer<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

Capítulo V<br />

195


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

3. Aumenta la esperanza <strong>de</strong> vida<br />

Al igual que en los países <strong>de</strong>sarrollados, el inicio <strong>de</strong> la transición <strong>de</strong>mográfica en la región estuvo ligado al <strong>de</strong>scenso<br />

<strong>de</strong> la mortalidad. Ese cambio se <strong>de</strong>bió principalmente a las transformaciones socioeconómicas y culturales,<br />

el mejoramiento <strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong> vida, el aumento <strong>de</strong> la población urbana, el mayor nivel educativo, la<br />

disponibilidad <strong>de</strong> tecnología sanitaria y las políticas exitosas 6 . El resultado fue un avance sin prece<strong>de</strong>ntes en el control<br />

<strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s infecciosas y parasitarias, así como <strong>de</strong> las afecciones maternas, perinatales y nutricionales<br />

(Di Cesare, 2011; CEPAL, 2008; CEPAL, <strong>2015</strong>a). El cambio epi<strong>de</strong>miológico benefició principalmente a la población<br />

más joven, las mujeres y los niños, lo que implicó significativos cambios <strong>de</strong>mográficos, en particular el gran aumento<br />

<strong>de</strong> la esperanza <strong>de</strong> vida al nacer, explicado inicialmente por el <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la mortalidad infantil y posteriormente<br />

por la caída <strong>de</strong> la mortalidad en otras eda<strong>de</strong>s.<br />

El aumento <strong>de</strong> la esperanza <strong>de</strong> vida ha sido un proceso consistente y continuado durante todo el siglo pasado<br />

y se extien<strong>de</strong> hasta el presente. De un promedio aproximado <strong>de</strong> 59 años entre 1965 y 1970, se pasó a casi 75 años<br />

en el presente quinquenio. La población ha ganado 16 años <strong>de</strong> vida en promedio en los últimos 45 años, es <strong>de</strong>cir,<br />

2 años por quinquenio. Sin embargo, ese promedio regional solo equivale al que tenían los países <strong>de</strong>sarrollados<br />

hace 25 años (CEPAL, 2008). Los avances <strong>de</strong> la esperanza <strong>de</strong> vida se dieron en todos los países, pero persisten<br />

diferencias muy significativas entre ellos y entre subregiones, que no se justifican dado el avance epi<strong>de</strong>miológico y<br />

socioeconómico (véanse el gráfico V.8 y el cuadro V.2).<br />

80<br />

Gráfico V.8<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: esperanza <strong>de</strong> vida al nacer<br />

por subregión, 1960-<strong>2015</strong><br />

(En años)<br />

75<br />

70<br />

65<br />

60<br />

55<br />

1960-<br />

1965<br />

1965-<br />

1970<br />

1970-<br />

1975<br />

1975-<br />

1980<br />

1980-<br />

1985<br />

1985-<br />

1990<br />

1990-<br />

1995<br />

1995-<br />

2000<br />

2000-<br />

2005<br />

2005-<br />

2010<br />

2010-<br />

<strong>2015</strong><br />

El Caribe<br />

<strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur<br />

Centroamérica<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

Persisten diferencias <strong>de</strong> 8, 10 y 15 años <strong>de</strong> esperanza <strong>de</strong> vida entre los países más y menos avanzados en<br />

Centroamérica, el Caribe y <strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur, respectivamente, que revelan diferencias sustanciales <strong>de</strong> las condiciones<br />

<strong>de</strong> salud. Chile y Haití presentan los valores extremos (81 y 62 años, respectivamente). Teniendo en cuenta que el<br />

aumento <strong>de</strong> la esperanza <strong>de</strong> vida suele ser <strong>de</strong> 2,5 años por quinquenio, la diferencia entre ambos países equivale a<br />

unos 40 años <strong>de</strong> <strong>de</strong>sfase.<br />

En el Caribe, la dispersión no se ha modificado sustancialmente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> finales <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1960, pero, si se<br />

excluye a Haití y la República Dominicana, la dispersión <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> los países ha aumentado: la diferencia entre los<br />

extremos pasó <strong>de</strong> 5 años a casi 10 años. Algo similar ocurrió en <strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur: si se excluye al Estado Plurinacional<br />

<strong>de</strong> Bolivia, la dispersión se reduce solo 2 años, <strong>de</strong> 17 a 15. En Centroamérica, la dispersión disminuye, al reducirse<br />

la diferencia entre los extremos <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 15 años a menos <strong>de</strong> 10.<br />

Capítulo V<br />

6<br />

En las décadas <strong>de</strong> 1950 y 1960, varios países <strong>de</strong> la región implementaron políticas exitosas <strong>de</strong> atención básica y saneamiento ambiental,<br />

que incluían programas <strong>de</strong> salud materna e infantil, vacunación masiva, rehidratación oral, <strong>de</strong>sparasitación y nutrición, y expansión<br />

<strong>de</strong> servicios sanitarios, en particular agua potable y alcantarillado.<br />

196


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

Cuadro V.2<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (31 países): esperanza <strong>de</strong> vida al nacer<br />

por subregiones y países, 1965-<strong>2015</strong><br />

(En años)<br />

País 1965-1970 1980-1985 1995-2000 2010-<strong>2015</strong><br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe 58,9 64,9 70,4 74,5<br />

El Caribe 61,0 65,5 68,9 72,4<br />

Antigua y Barbuda 65,0 69,5 73,0 75,8<br />

Bahamas 65,2 69,1 71,7 75,1<br />

Barbados 64,6 69,5 73,0 75,4<br />

Cuba 68,5 74,2 76,2 79,2<br />

República Dominicana 56,9 64,0 70,0 73,2<br />

Granada 63,0 67,1 69,8 73,2<br />

Haití 46,2 51,6 57,1 62,3<br />

Jamaica 67,6 72,0 72,1 75,4<br />

Santa Lucía 61,6 70,0 71,2 74,8<br />

San Vicente y las Granadinas 64,0 68,4 70,6 72,7<br />

Trinidad y Tabago 64,8 67,3 68,4 70,2<br />

Centroamérica 58,6 65,9 72,5 75,7<br />

Belice 64,3 70,4 68,6 69,8<br />

Costa Rica 65,2 73,4 77,0 79,2<br />

El Salvador 53,9 57,1 68,0 72,6<br />

Guatemala 50,1 58,3 66,4 71,5<br />

Honduras 51,0 61,6 69,8 72,8<br />

México 60,3 67,7 73,7 76,5<br />

Nicaragua 52,0 59,5 68,5 74,5<br />

Panamá 64,4 71,0 74,6 77,3<br />

<strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur 58,8 64,4 69,9 74,4<br />

Argentina 65,8 70,2 73,3 76,0<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) 44,7 51,2 59,3 67,7<br />

Brasil 58,0 62,7 68,9 74,1<br />

Chile 61,5 69,2 75,9 81,2<br />

Colombia 60,1 66,9 70,3 73,7<br />

Ecuador 56,8 64,6 72,1 75,5<br />

Guyana 61,6 62,8 64,6 66,3<br />

Paraguay 65,0 67,1 69,4 72,7<br />

Perú 51,5 61,5 69,3 74,2<br />

Suriname 62,4 66,5 67,8 70,9<br />

Uruguay 68,6 71,0 74,2 77,0<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) 63,3 68,7 71,6 73,9<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

En el promedio <strong>de</strong> la región, la esperanza <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> las mujeres es casi 7 años superior a la <strong>de</strong> los hombres, un<br />

valor cercano al predominante en los países más <strong>de</strong>sarrollados (Naciones Unidas, <strong>2015</strong>b). En Colombia, El Salvador,<br />

Guatemala y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>), esa diferencia es mayor y fluctúa entre 7 años y más <strong>de</strong> 9 años,<br />

lo que tendría relación con la sobremortalidad masculina por causa <strong>de</strong> la violencia. Se espera que esta diferencia<br />

disminuya en la medida en que algunos riesgos epi<strong>de</strong>miológicos tiendan a equipararse entre hombres y mujeres,<br />

aunque persistirán circunstancias biológicas como son los riesgos en el embarazo y el parto.<br />

Pese al <strong>de</strong>scenso general <strong>de</strong> la mortalidad, responsable <strong>de</strong> los aumentos significativos <strong>de</strong> la esperanza <strong>de</strong> vida, la<br />

mortalidad materna permanece en niveles elevados en gran parte <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región (véase el gráfico V.9). Las<br />

situaciones más graves se dan en Haití, Guyana, Guatemala, San Vicente y las Granadinas y la República Dominicana,<br />

que registran razones iguales o superiores a 100 muertes por 100.000 nacidos vivos, mientras que, en el extremo<br />

opuesto, el Uruguay, Costa Rica y Chile han bajado ese indicador a 17 o menos.<br />

La mortalidad materna <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong> acceso y calidad <strong>de</strong> los servicios <strong>de</strong> salud sexual y<br />

reproductiva, en especial la atención obstétrica y los cuidados <strong>de</strong> emergencia en el embarazo y el parto. En el<br />

promedio regional, la atención <strong>de</strong> los partos por personal especializado llega al 92%, aunque varios países presentan<br />

déficits, en especial Guatemala y Haití, cuyas coberturas son inferiores al 70%. Pese a que la proporción <strong>de</strong> mujeres<br />

embarazadas sin una consulta prenatal está por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l 5% en la mayoría <strong>de</strong> los países (véase el gráfico V.10),<br />

al usar el indicador <strong>de</strong> al menos cuatro consultas prenatales, recomendado por la Organización Mundial <strong>de</strong> la<br />

Salud (OMS), es evi<strong>de</strong>nte la persistencia <strong>de</strong> déficits. Las mujeres más expuestas al riesgo <strong>de</strong> mortalidad materna<br />

Capítulo V<br />

197


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

son las indígenas y las resi<strong>de</strong>ntes en áreas rurales, don<strong>de</strong> la oferta <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> atención prenatal y asistencia<br />

profesional en el parto es muy escasa. El contraste entre los limitados logros en cuanto a la mortalidad materna y<br />

los altos índices <strong>de</strong> atención profesional en el parto y el período prenatal plantean dudas sobre la calidad <strong>de</strong> estos<br />

servicios, cuya eficacia <strong>de</strong>be aumentar (CEPAL, 2013a; CEPAL, 2010a; CEPAL, <strong>2015</strong>a).<br />

Gráfico V.9<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (29 países): razón <strong>de</strong> mortalidad materna<br />

reportada, último año disponible<br />

(Número <strong>de</strong> <strong>de</strong>funciones por 100.000 nacidos vivos)<br />

Haití (2013)<br />

Guyana (2012)<br />

Guatemala (2012)<br />

San Vicente y las Granadinas (2013)<br />

Rep. Dominicana (2013)<br />

Perú (2011)<br />

Paraguay (2012)<br />

Suriname (2011)<br />

Jamaica (2012)<br />

Honduras (2010)<br />

Venezuela (Rep. Bol. <strong>de</strong>) (2011)<br />

Colombia (2011)<br />

Panamá (2012)<br />

Brasil (2012)<br />

Ecuador (2012)<br />

Granada (2013)<br />

Trinidad y Tabago (2010)<br />

Nicaragua (2013)<br />

Santa Lucía (2012)<br />

México (2012)<br />

Belice (2012)<br />

Bahamas (2011)<br />

Cuba (2013)<br />

El Salvador (2013)<br />

Argentina (2012)<br />

Barbados (2012)<br />

Costa Rica (2013)<br />

Chile (2012)<br />

Uruguay (2013)<br />

17<br />

17<br />

16<br />

74<br />

73<br />

70<br />

65<br />

62<br />

60<br />

54<br />

53<br />

51<br />

49<br />

42<br />

42<br />

40<br />

39<br />

38<br />

35<br />

31<br />

93<br />

85<br />

83<br />

83<br />

109<br />

123<br />

116<br />

115<br />

0 20 40 60 80 100 120 140 160 180<br />

Fuente: Organización Panamericana <strong>de</strong> la Salud (OPS), sobre la base <strong>de</strong> Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe:<br />

una mirada al futuro <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los Objetivos <strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong>l Milenio. Informe regional <strong>de</strong> monitoreo <strong>de</strong> los Objetivos <strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong>l Milenio (ODM) en<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, <strong>2015</strong> (LC/G.2646), Santiago, septiembre <strong>de</strong> <strong>2015</strong>.<br />

Gráfico V.10<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (21 países): falta <strong>de</strong> atención prenatal, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2014<br />

(En porcentajes)<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (2014) 3<br />

11<br />

Haití (2012)<br />

10<br />

33<br />

Suriname (2010)<br />

9<br />

33<br />

Bolivia (Est. Plur. <strong>de</strong>) (2012)<br />

10<br />

25<br />

Uruguay (2013)<br />

3<br />

23<br />

Belice (2011)<br />

4<br />

17<br />

Bahamas (2013) 2<br />

15<br />

Jamaica (2011) 2<br />

14<br />

Guyana (2014)<br />

9<br />

13<br />

Panamá (2013)<br />

7<br />

12<br />

Nicaragua (2012)<br />

5<br />

12<br />

Honduras (2012) 3<br />

11<br />

Colombia (2013) (2010) 3<br />

11<br />

Brasil (2012)<br />

2<br />

11<br />

El Salvador (2014)<br />

4<br />

10<br />

Santa Lucía (2012)<br />

3<br />

10<br />

Costa Rica (2011)<br />

2<br />

10<br />

Argentina (2013) (2012)<br />

2<br />

10<br />

Rep. Dominicana (2014)<br />

2<br />

7<br />

México (2012)<br />

2<br />

7<br />

Perú (2014)<br />

3<br />

5<br />

Cuba (2014)<br />

1<br />

2<br />

0 5 10 15 20 25 30 35<br />

157<br />

Sin consultas<br />

Menos <strong>de</strong> cuatro consultas<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: una mirada al futuro <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los Objetivos <strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong>l Milenio.<br />

Informe regional <strong>de</strong> monitoreo <strong>de</strong> los Objetivos <strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong>l Milenio (ODM) en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, <strong>2015</strong> (LC/G.2646), Santiago, septiembre <strong>de</strong> <strong>2015</strong>.<br />

Capítulo V<br />

198


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

4. Se expan<strong>de</strong> la migración intrarregional<br />

La emigración <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> la región ha alcanzado cifras muy significativas en el pasado reciente. Antes <strong>de</strong><br />

la década <strong>de</strong> 1990, la principal corriente emigratoria se daba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los países <strong>de</strong>l Caribe, México y Centroamérica<br />

hacia los Estados Unidos. A partir <strong>de</strong> entonces, la emigración aumentó marcadamente y España ganó gran importancia<br />

como país <strong>de</strong> <strong>de</strong>stino, al tiempo que otros países <strong>de</strong>sarrollados comenzaron a <strong>de</strong>stacar en el mismo sentido (Europa<br />

Occi<strong>de</strong>ntal y Oriental, Australia, Canadá y Japón).<br />

Como efecto <strong>de</strong> la crisis en muchas economías <strong>de</strong>sarrolladas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> finales <strong>de</strong> 2007, disminuyeron los migrantes<br />

latinoamericanos a los países correspondientes. Asimismo, se pue<strong>de</strong> observar una creciente ten<strong>de</strong>ncia al retorno<br />

que, en el caso notable <strong>de</strong> México, ha provocado un saldo neto negativo <strong>de</strong> la migración a Estados Unidos (Pew<br />

Hispanic Center, <strong>2015</strong>). Una parte <strong>de</strong> los flujos migratorios se reorientó hacia <strong>de</strong>stinos internos <strong>de</strong> la región, lo que<br />

amortiguó el efecto <strong>de</strong> la crisis.<br />

El impacto total <strong>de</strong> la migración pue<strong>de</strong> calcularse como la diferencia entre las tasas <strong>de</strong> crecimiento total y<br />

natural (véase el gráfico V.11). Los países con emigración más alta son centroamericanos o caribeños, en particular<br />

San Vicente y las Granadinas, Granada, El Salvador y Jamaica. En <strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur, <strong>de</strong>stacan Guyana, el Paraguay,<br />

el Uruguay y el Perú, así como naciones en las que la emigración ha crecido recientemente (Colombia, Ecuador y<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>)). Los principales receptores netos (a la <strong>de</strong>recha en el gráfico V.11) son Barbados<br />

y las Bahamas en el Caribe, Belice, Panamá y Costa Rica en Centroamérica y Chile y la Argentina en <strong>América</strong> <strong>de</strong>l<br />

Sur. Estos cuatro últimos son los <strong>de</strong>stinos intrarregionales que más han aumentando su importancia.<br />

2,5<br />

Gráfico V.11<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: promedio anual <strong>de</strong>l crecimiento total<br />

y crecimiento natural, 2010-<strong>2015</strong><br />

(Por 100 habitantes)<br />

2,0<br />

1,5<br />

1,0<br />

0,5<br />

0<br />

San Vicente y<br />

las Granadinas<br />

Granada<br />

El Salvador<br />

Guyana<br />

Jamaica<br />

Nicaragua<br />

Rep. Dominicana<br />

Haití<br />

Paraguay<br />

Honduras<br />

Suriname<br />

Uruguay<br />

Perú<br />

Guatemala<br />

Cuba<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

México<br />

Trinidad y Tabago<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

y el Caribe<br />

Colombia<br />

Ecuador<br />

Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Antigua y Barbuda<br />

Brasil<br />

Capítulo V<br />

Santa Lucía<br />

Argentina<br />

Costa Rica<br />

Panamá<br />

Barbados<br />

Chile<br />

Belice<br />

Bahamas<br />

Tasa <strong>de</strong> crecimiento natural<br />

Tasa <strong>de</strong> crecimiento total<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

El número <strong>de</strong> latinoamericanos que viven en los Estados Unidos y Europa y en países <strong>de</strong> la propia región distintos<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong> su nacimiento continúa siendo muy gran<strong>de</strong>, como se aprecia en la proporción <strong>de</strong> población emigrada <strong>de</strong><br />

un país respecto <strong>de</strong> la población resi<strong>de</strong>nte en el mismo. En buena parte <strong>de</strong> los países, esa proporción es muy elevada<br />

(véase el gráfico V.12): casi un 50% en Guyana y entre el 20% y el 30% en Jamaica, Trinidad y Tabago y El Salvador.<br />

La emigración <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s volúmenes <strong>de</strong> población tiene impactos <strong>de</strong>mográficos significativos: modifica el tamaño<br />

<strong>de</strong> las poblaciones <strong>de</strong> origen y <strong>de</strong>stino y, dada su selectividad, afecta la estructura por edad y la composición por sexo,<br />

generalmente a través <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la población económicamente activa y <strong>de</strong> la duración <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico<br />

<strong>de</strong> los países que pier<strong>de</strong>n población. Asimismo, tiene efectos económicos y sociales sobre la oferta <strong>de</strong> trabajo, la<br />

<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> bienes y servicios, los niveles <strong>de</strong> pobreza, el nivel educativo y el entorno social y cultural en los países<br />

<strong>de</strong> origen y <strong>de</strong> recepción. Entre los efectos económicos, <strong>de</strong>stacan el aporte <strong>de</strong> las remesas <strong>de</strong> los emigrantes a las<br />

comunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> origen, el papel <strong>de</strong> los emigrados y retornados en la incorporación <strong>de</strong> capacida<strong>de</strong>s empresariales<br />

y tecnologías, y la contribución a la reproducción social y económica <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> recepción.<br />

199


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

60<br />

Gráfico V.12<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (29 países): emigrados con relación<br />

a la población total, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2010<br />

(En porcentajes)<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

Capítulo V<br />

Guyana<br />

Jamaica<br />

Trinidad y Tabago<br />

El Salvador<br />

Santa Lucía<br />

Cuba<br />

Paraguay<br />

Rep. Dominicana<br />

Nicaragua<br />

México<br />

Haití<br />

Honduras<br />

Uruguay<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Ecuador<br />

Barbados<br />

Guatemala<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

y el Caribe<br />

Colombia<br />

Panamá<br />

Perú<br />

Chile<br />

Costa Rica<br />

<strong>América</strong> <strong>de</strong>l Sur<br />

Belice<br />

Argentina<br />

Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Suriname<br />

Bahamas<br />

Brasil<br />

Fuente: Centro Latinoamericano y Caribeño <strong>de</strong> Demografía (CELADE)-División <strong>de</strong> Población <strong>de</strong> la CEPAL, proyecto Investigación <strong>de</strong> la Migración Internacional en<br />

Latinoamérica (IMILA) y División <strong>de</strong> Población <strong>de</strong> las Naciones Unidas.<br />

5. Persisten las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s reproductivas<br />

La <strong>de</strong>sigualdad en la región tiene múltiples dimensiones, algunas <strong>de</strong> las cuales interactúan <strong>de</strong> manera más directa<br />

que otras con diferentes aspectos <strong>de</strong> la dinámica y la distribución <strong>de</strong> la población. Destacan las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

género, especialmente en lo que se refiere a las limitaciones que enfrentan las mujeres para el ejercicio pleno <strong>de</strong><br />

sus <strong>de</strong>rechos sexuales y reproductivos y su participación igualitaria en la actividad productiva. Asimismo, conviene<br />

mencionar las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s territoriales, que se traducen en aislamiento, discriminación, atraso y vulnerabilidad, y<br />

la pertenencia a grupos poblacionales que experimentan situaciones <strong>de</strong> privación o discriminación, particularmente<br />

por su origen étnico o racial.<br />

Las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s reproductivas se manifiestan en la intensidad reproductiva, que se cuantifica con medidas <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> la tasa global <strong>de</strong> fecundidad entre grupos socioeconómicos; en el calendario reproductivo, en particular<br />

en la iniciación reproductiva temprana, que se captura a través <strong>de</strong> la fecundidad o la maternidad adolescente, y en<br />

la distribución social <strong>de</strong> la reproducción, que se mi<strong>de</strong> por la proporción <strong>de</strong> la reproducción total que correspon<strong>de</strong><br />

a cada grupo socioeconómico.<br />

Estas <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s siguen un patrón sistemático que se retroalimenta, ya que tien<strong>de</strong>n a <strong>de</strong>teriorar la situación<br />

<strong>de</strong> los grupos <strong>de</strong> menor nivel socioeconómico, lo que agudiza las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s iniciales. Asimismo, muestran un<br />

ejercicio <strong>de</strong>sigual <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos, en particular <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho reproductivo básico <strong>de</strong> lograr coinci<strong>de</strong>ncia entre<br />

las aspiraciones y la realidad en términos <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> hijos y <strong>de</strong>l momento en que se tienen. Esto se corrobora con<br />

indicadores como las preferencias en materia <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> hijos —en general, más homogéneas que la cantidad<br />

<strong>de</strong> hijos que efectivamente se tienen— y <strong>de</strong> fecundidad no <strong>de</strong>seada —generalmente, más frecuente entre las mujeres<br />

pobres y las adolescentes (Rodríguez 2014)—. Reducir las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s reproductivas contribuiría a <strong>de</strong>sactivar un<br />

círculo vicioso que retroalimenta la pobreza y la <strong>de</strong>sigualdad social y favorecería el cumplimiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos.<br />

Existe un <strong>de</strong>bate conceptual acerca <strong>de</strong> las ten<strong>de</strong>ncias y posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las políticas frente a las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s<br />

reproductivas (CEPAL, 2006). Una visión consi<strong>de</strong>ra que las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s reproductivas son resultado <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s<br />

sociales más profundas, asociadas a la posición <strong>de</strong> las personas en el ámbito <strong>de</strong> la producción, y <strong>de</strong> otras relativas a<br />

ingresos, activos y bienestar. Según esta hipótesis, mientras persistan estos fundamentos, las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s reproductivas<br />

también se mantendrán. Otra visión estima que las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>mográficas se sustentan principalmente en<br />

limitaciones para el ejercicio <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos que pue<strong>de</strong>n superarse mediante políticas públicas, en factores culturales<br />

susceptibles <strong>de</strong> modificación y en <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sociales y barreras <strong>de</strong> acceso a servicios que es posible eliminar<br />

mediante políticas y programas específicos y focalizados. De esta visión se <strong>de</strong>duce que es factible un proceso <strong>de</strong><br />

convergencia <strong>de</strong> patrones <strong>de</strong>mográficos relativamente autónomo <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s socioeconómicas estructurales<br />

vinculadas al acceso a los recursos productivos.<br />

200


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

La experiencia <strong>de</strong> países <strong>de</strong>sarrollados muestra que, si bien los gradientes sociales <strong>de</strong> intensidad <strong>de</strong> la fecundidad<br />

pue<strong>de</strong>n reducirse significativamente, los <strong>de</strong>l calendario <strong>de</strong> la fecundidad tien<strong>de</strong>n a disminuir más lentamente (Rendall<br />

y otros, 2009). La experiencia regional ratifica que la intensidad <strong>de</strong> la fecundidad pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r transversalmente en<br />

términos socioeconómicos y étnicos y que ese <strong>de</strong>scenso pue<strong>de</strong> incluso ser más marcado en los grupos <strong>de</strong>saventajados,<br />

sobre todo si los niveles <strong>de</strong> fecundidad <strong>de</strong> los grupos aventajados son muy bajos.<br />

En el gráfico V.13, se presenta la evolución <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad socioeconómica <strong>de</strong> la tasa global <strong>de</strong> fecundidad (TGF)<br />

entre los censos <strong>de</strong> la ronda <strong>de</strong> 2000 y los <strong>de</strong> la ronda <strong>de</strong> 2010. La <strong>de</strong>sigualdad se mi<strong>de</strong> como la relación entre<br />

los valores <strong>de</strong> la TGF <strong>de</strong> los quintiles <strong>de</strong> menor y <strong>de</strong> mayor nivel socioeconómico. Los resultados ratifican que la<br />

<strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> la fecundidad total cae <strong>de</strong> forma generalizada y <strong>de</strong> manera más marcada en las zonas rurales. En el<br />

gráfico V.14, se presentan datos <strong>de</strong> encuestas que permiten examinar la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> la intensidad reproductiva,<br />

según quintiles socioeconómicos, y su evolución en un conjunto adicional <strong>de</strong> países. Los resultados muestran que<br />

predomina la reducción <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> la TGF (disminuye en cinco países y aumenta en dos), lo que concuerda<br />

con los resultados basados en datos censales.<br />

Gráfico V.13<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (6 países): <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> la tasa global <strong>de</strong> fecundidad (TGF) en áreas urbanas<br />

y rurales como relación entre el quintil socioeconómico más alto<br />

y el más bajo, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2000 y 2010<br />

4<br />

3<br />

2<br />

1<br />

0<br />

2000 2010 2000 2010 2000 2010 2002 2010 1996 2011 2001 2011<br />

Brasil México Panamá Rep. Dominicana Uruguay Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Áreas urbanas<br />

Áreas rurales<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> estimaciones indirectas (P/F <strong>de</strong> Brass) y quintiles socioeconómicos <strong>de</strong><br />

hogares <strong>de</strong> las zonas urbanas sobre la base <strong>de</strong> las variables <strong>de</strong> equipamiento en el hogar y hacinamiento (véase el anexo metodológico para conocer<br />

más <strong>de</strong>talles).<br />

4,5<br />

4,0<br />

3,5<br />

3,0<br />

2,5<br />

2,0<br />

1,5<br />

1,0<br />

0,5<br />

Gráfico V.14<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (7 países): <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> la tasa global <strong>de</strong> fecundidad (TGF)<br />

como relación entre el quintil socioeconómico más alto<br />

y el más bajo, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2000 y 2010<br />

0<br />

1994 2008 1990 2010 2000 2012 2005 2011 1998 2006- 1996 2013 1996 2013<br />

2007<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Colombia Haití Honduras Nicaragua Perú Rep. Dominicana<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Encuestas <strong>de</strong> Demografía y Salud (DHS) [en línea] http://www.measuredhs.com/.<br />

Capítulo V<br />

201


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Aunque persiste la <strong>de</strong>sigualdad reproductiva, en la mayoría <strong>de</strong> los países se estaría reduciendo en el contexto<br />

<strong>de</strong> la caída masiva y generalizada <strong>de</strong> la fecundidad total. Sin embargo, la iniciación reproductiva, que registra mayor<br />

<strong>de</strong>sigualdad, no disminuye, <strong>de</strong> manera que se constituye en foco <strong>de</strong> atención para las políticas <strong>de</strong> población y combate<br />

contra la pobreza. Los datos <strong>de</strong>l gráfico V.15 indican que la <strong>de</strong>sigualdad social <strong>de</strong> la maternidad adolescente podría<br />

haber aumentado en la década <strong>de</strong> 2000 en la mayoría <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región, aunque tal ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />

los procedimientos usados en la estimación (Rodríguez, 2014).<br />

Gráfico V.15<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (7 países): <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong> madres <strong>de</strong> 19 y 20 años <strong>de</strong> edad<br />

como relación entre el quintil socioeconómico más alto y el más bajo,<br />

según zona <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, censos <strong>de</strong> las ronda <strong>de</strong> 2000 y 2010<br />

15<br />

14<br />

13<br />

12<br />

11<br />

10<br />

9<br />

8<br />

7<br />

6<br />

5<br />

4<br />

3<br />

2<br />

1<br />

0<br />

2000 2010 2000 2011 2000 2010 2000 2010 2002 2010 1996 2011 2001 2011<br />

Brasil Costa Rica México Panamá Rep. Dominicana Uruguay Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Áreas urbanas<br />

Áreas rurales<br />

Fuente: J. Rodríguez, “La reproducción en la adolescencia y sus <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>. Introducción al análisis <strong>de</strong>mográfico, con énfasis en el uso <strong>de</strong><br />

microdatos censales <strong>de</strong> la ronda <strong>de</strong> 2010”, Documentos <strong>de</strong> Proyecto (LC/W.605), Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), 2014.<br />

Un aspecto clave <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad reproductiva es la distribución socioeconómica <strong>de</strong>l número anual <strong>de</strong><br />

nacimientos en los países. En CEPAL (2010b), se alertó acerca <strong>de</strong> la sobrerrepresentación <strong>de</strong> la población menor <strong>de</strong><br />

15 años en la pobreza (la infantilización <strong>de</strong> la pobreza). Los mayores niveles <strong>de</strong> pobreza entre esa población tienen<br />

efectos graves en la <strong>de</strong>sigualdad social. Son <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s iniciales, es <strong>de</strong>cir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cuna e incluso durante la<br />

gestación, que son inaceptables <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista ético y negativas social y económicamente. Se concatenan<br />

con otras durante la infancia y adolescencia, lo cual impi<strong>de</strong> un ejercicio igual <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos y acumula <strong>de</strong>sventajas<br />

que marcan profundamente el futuro <strong>de</strong> las personas. La mayor presencia <strong>de</strong> las nuevas generaciones en los grupos<br />

pobres implica problemas adicionales en la lucha contra la pobreza, <strong>de</strong>bido a que la pobreza y la fractura social<br />

tien<strong>de</strong>n a reproducirse en generaciones sucesivas.<br />

Las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s reproductivas, resultado <strong>de</strong> los mayores niveles <strong>de</strong> fecundidad <strong>de</strong> los grupos pobres, son la principal<br />

causa <strong>de</strong> los niveles más altos <strong>de</strong> pobreza en la niñez. En todas las eda<strong>de</strong>s, el quintil <strong>de</strong> mayor nivel socioeconómico<br />

está subrepresentado en los nacimientos, mientras que el quintil inferior tiene una amplia sobrerrepresentación, que<br />

es mucho mayor en los nacimientos en etapas tempranas <strong>de</strong> la vida, en particular durante la adolescencia. Dado<br />

que casi el 20% <strong>de</strong> los nacimientos proviene <strong>de</strong> madres adolescentes, su concentración en el quintil más pobre tiene<br />

implicaciones para la reproducción intergeneracional. La persistencia <strong>de</strong>l calendario temprano <strong>de</strong> la fecundidad<br />

reduce los beneficios <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scenso sostenido <strong>de</strong> la fecundidad entre las mujeres pobres.<br />

En un escenario extremo, podrían igualarse los pesos relativos <strong>de</strong> todos los quintiles socioeconómicos en la<br />

cantidad <strong>de</strong> nacimientos, pero con los quintiles pobres teniendo sus hijos en eda<strong>de</strong>s más tempranas y los ricos<br />

en eda<strong>de</strong>s más avanzadas, una vez cumplidas las fases clave <strong>de</strong> la formación y la acumulación <strong>de</strong> experiencia e<br />

iniciada la inserción laboral formal. En ese escenario, bajo una aparente igualdad socioeconómica <strong>de</strong> la reproducción<br />

biológica, se escon<strong>de</strong>ría una <strong>de</strong>sigualdad profunda <strong>de</strong> las condiciones sociales y <strong>de</strong>mográficas en que se produce<br />

esa reproducción.<br />

Capítulo V<br />

202


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

6. Continúa la exclusión <strong>de</strong> los pueblos indígenas<br />

y <strong>de</strong> los afro<strong>de</strong>scendientes<br />

En los países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, existían más <strong>de</strong> 800 pueblos indígenas en 2010, con una población estimada<br />

<strong>de</strong> 45 millones <strong>de</strong> personas y gran diversidad <strong>de</strong>mográfica, social, territorial y política. Algunos pueblos viven en<br />

aislamiento voluntario, otros mayoritariamente en zonas rurales o en gran<strong>de</strong>s asentamientos urbanos. Asimismo,<br />

existe una población afro<strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 120 millones, también con elevada heterogeneidad <strong>de</strong>mográfica y<br />

sociopolítica en los distintos países y en el interior <strong>de</strong> los mismos. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> compartir orígenes, cultura e i<strong>de</strong>ntidad,<br />

las personas afro<strong>de</strong>scendientes afrontan problemas <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la esclavitud, la colonización, la discriminación y<br />

la exclusión, como se reconoció en la Tercera Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial,<br />

la Xenofobia y las Formas Conexas <strong>de</strong> Intolerancia, celebrada por las Naciones Unidas en Durban (Sudáfrica)<br />

en 2001. Los pueblos indígenas y la población afro<strong>de</strong>scendiente sufren profundas <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s a las que se aña<strong>de</strong>,<br />

especialmente en los primeros, la discriminación estructural basada en la negación <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos colectivos,<br />

muchos <strong>de</strong> ellos <strong>de</strong> base territorial.<br />

Estos dos grupos han tenido siempre niveles <strong>de</strong> bienestar inferiores a los <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> la población y han disfrutado<br />

<strong>de</strong> un menor ejercicio (cuando no <strong>de</strong> una privación total) <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos. Los ingresos <strong>de</strong> los pueblos indígenas y<br />

afro<strong>de</strong>scendientes son inferiores al promedio, la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la pobreza y la pobreza extrema los afecta <strong>de</strong> manera<br />

más intensa, pa<strong>de</strong>cen mayores grados <strong>de</strong> <strong>de</strong>snutrición y tienen, en general, una menor expectativa <strong>de</strong> vida. Otra muestra<br />

<strong>de</strong> la discriminación es que la información sobre las poblaciones afro<strong>de</strong>scendientes sigue siendo fragmentaria y escasa.<br />

La ronda <strong>de</strong> censos <strong>de</strong> 2010 permite constatar que, si bien las tasas <strong>de</strong> fecundidad <strong>de</strong> las mujeres indígenas<br />

se redujeron en la última década, siguen siendo más elevadas que las <strong>de</strong> las mujeres no indígenas, especialmente<br />

en el Brasil y Panamá, don<strong>de</strong> la fecundidad <strong>de</strong> las primeras al menos duplica la <strong>de</strong> las segundas. Mientras que en<br />

la mayoría <strong>de</strong> los países el promedio fluctúa entre 2,4 y 3,9 hijos por mujer, en Nicaragua y Venezuela (República<br />

Bolivariana <strong>de</strong>) se mantiene en 4 hijos por mujer, y en Guatemala y Panamá, en 5 (CEPAL, 2014b).<br />

La ronda <strong>de</strong> censos <strong>de</strong> 2000 mostraba que el porcentaje <strong>de</strong> jóvenes <strong>de</strong> 15 a 19 años que habían sido madres era<br />

más elevado entre las adolescentes indígenas que entre las no indígenas (Del Popolo, Oyarce y Ribotta, 2009). Los<br />

censos <strong>de</strong> la ronda <strong>de</strong> 2010 indican una disminución <strong>de</strong> esa variable en casi todos los países, excepto el Ecuador. Los<br />

mayores <strong>de</strong>scensos se dieron en Costa Rica, México, Panamá y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>). No obstante,<br />

en 15 países con datos, el porcentaje <strong>de</strong> jóvenes madres es mayor entre las indígenas, en un rango que oscila <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el 12% <strong>de</strong> jóvenes indígenas que han sido madres en el Uruguay hasta un 31% en Panamá. Las mayores diferencias<br />

étnicas se registran, en or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> importancia, en Panamá, Costa Rica, la República Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela, el Brasil<br />

y el Paraguay, países don<strong>de</strong> la maternidad adolescente indígena duplica con creces a la no indígena. En Bolivia (Estado<br />

Plurinacional <strong>de</strong>), el Ecuador y el Perú, estas diferencias son menos acentuadas. Si bien el inicio <strong>de</strong> la maternidad<br />

a eda<strong>de</strong>s más tempranas no implica una prole más numerosa, los pueblos y mujeres indígenas tienen un promedio<br />

<strong>de</strong> hijos mayor que el resto <strong>de</strong> la población.<br />

En el perfil epi<strong>de</strong>miológico <strong>de</strong> los pueblos indígenas, <strong>de</strong>staca la superposición <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s propias <strong>de</strong> distintas<br />

etapas <strong>de</strong> la transición epi<strong>de</strong>miológica, en la medida en que persisten altas tasas <strong>de</strong> inci<strong>de</strong>ncia y mortalidad como<br />

consecuencia <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s transmisibles, como la tuberculosis, junto a enfermeda<strong>de</strong>s no transmisibles, como<br />

la diabetes asociada a la malnutrición y la obesidad. Hay mayores tasas <strong>de</strong> tuberculosis en indígenas que en el resto<br />

<strong>de</strong> la sociedad en el Brasil, Colombia, Chile, México, el Paraguay, el Perú y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>)<br />

(CEPAL, 2014b).<br />

En los últimos diez años, disminuyó significativamente la mortalidad infantil y la mortalidad en la niñez en<br />

los pueblos indígenas, en particular en México y Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>), don<strong>de</strong> se redujo un 64%<br />

entre 2000 y 2010, y en Costa Rica, el Brasil, el Ecuador y el Perú, cuyos indicadores bajaron a algo más <strong>de</strong> la mitad.<br />

No obstante, la mortalidad infantil indígena continúa siendo más elevada que la no indígena, con la excepción <strong>de</strong><br />

Costa Rica. Las mayores <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s se dan en Panamá y el Perú, don<strong>de</strong> la mortalidad infantil indígena triplica<br />

a la no indígena, y en el Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia, don<strong>de</strong> la primera es más <strong>de</strong>l doble que la segunda. Estas<br />

<strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s se dan en los ámbitos urbanos y rurales, pero son mayores en los segundos, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l<br />

nivel <strong>de</strong> mortalidad (CEPAL, 2014b).<br />

Capítulo V<br />

203


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

La dinámica <strong>de</strong> la mortalidad en la niñez es similar y también se observan brechas muy marcadas entre indígenas<br />

y no indígenas, excepto en Costa Rica (véase el gráfico V.16). En este país y en el Uruguay se dan las cifras más bajas,<br />

con 11,5 y 15,8 fallecimientos por 1.000 nacidos vivos, respectivamente. En el otro extremo, se sitúan Panamá y<br />

Guatemala, con 46,4 y 55 fallecimientos por 1.000 nacidos vivos, respectivamente. La situación más dramática es<br />

la <strong>de</strong>l Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia, don<strong>de</strong> 77 niños indígenas <strong>de</strong> cada 1.000 que nacen fallecen antes <strong>de</strong> cumplir<br />

los 5 años <strong>de</strong> edad (cifra que baja a 38 por cada 1.000 entre los niños no indígenas). La situación en las ciuda<strong>de</strong>s es<br />

algo mejor que en las áreas rurales, aunque las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s étnicas son persistentes y, con la excepción <strong>de</strong>l Brasil,<br />

mayores en el campo (CEPAL, 2014b).<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

Gráfico V.16<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> (9 países): mortalidad en la niñez según condición étnica,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2000 y 2010<br />

(En número <strong>de</strong> fallecimientos por 1.000 nacidos vivos)<br />

0<br />

2000 2011 2000 2010 2000 2010 2001 2011 2001 2010 2000 2010 2000 2012 2002 2008 2003 2008<br />

Costa Rica México Brasil Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Ecuador Panamá Perú a Guatemala a Bolivia (Est.<br />

Plur. <strong>de</strong>) a<br />

Población indígena<br />

Población no indígena<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), Los pueblos indígenas en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>. Avances en el último <strong>de</strong>cenio y retos pendientes<br />

para la garantía <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos (LC/L.3902), Santiago <strong>de</strong> 2014.<br />

a<br />

Para estos países, las estimaciones se <strong>de</strong>rivaron <strong>de</strong> las encuestas <strong>de</strong> <strong>de</strong>mografía y salud, mientras que para el resto <strong>de</strong> los países se utilizaron los censos <strong>de</strong><br />

población y vivienda.<br />

En los últimos años, los pueblos indígenas han ido posicionando sus <strong>de</strong>rechos en las legislaciones y la institucionalidad<br />

<strong>de</strong> los Estados y, en la última década, se han producido avances en la promulgación <strong>de</strong> leyes y <strong>de</strong>cretos, en diferentes<br />

ámbitos y con diversos alcances en cada uno <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región. Sin embargo, este proceso <strong>de</strong> inclusión no<br />

está exento <strong>de</strong> contradicciones e incluso retrocesos y las brechas en la aplicación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los pueblos<br />

indígenas, plasmados en las constituciones y legislación internas, continúan siendo críticas. En el caso <strong>de</strong> la población<br />

afro<strong>de</strong>scendiente, el avance es más heterogéneo en los distintos países en lo que se refiere a la creación <strong>de</strong> normas legales<br />

y organismos para la promoción <strong>de</strong> la igualdad racial y la implementación <strong>de</strong> políticas <strong>de</strong> discriminación positiva 7 .<br />

B. Los efectos <strong>de</strong> la transformación<br />

Los efectos <strong>de</strong> la transformación <strong>de</strong>mográfica pue<strong>de</strong>n apreciarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> dos perspectivas, según impacten a las<br />

personas o a las poblaciones. Ejemplos <strong>de</strong> los primeros son la mayor sobrevivencia <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> la reducción <strong>de</strong><br />

la mortalidad, que implica costos más altos para sostener la salud y el bienestar en una vida más prolongada, o el<br />

<strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la fecundidad, que libera parte <strong>de</strong>l tiempo que las mujeres <strong>de</strong>dicaban a la crianza, lo que permitiría su<br />

mayor participación en la vida económica, aumentando su autonomía y el bienestar en los hogares.<br />

Las principales consecuencias para las poblaciones son la reducción <strong>de</strong>l crecimiento poblacional y, quizás la<br />

más importante en la actualidad y en la trayectoria a mediano y largo plazo, la transformación <strong>de</strong> la estructura por<br />

edad, que da origen al bono <strong>de</strong>mográfico y posteriormente al envejecimiento <strong>de</strong> la población por el paso paulatino<br />

<strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s jóvenes a socieda<strong>de</strong>s maduras y <strong>de</strong> estas a socieda<strong>de</strong>s envejecidas.<br />

7<br />

En el capítulo IV, se presenta un recuadro sobre la institucionalidad relacionada con la población afro<strong>de</strong>scendiente en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>.<br />

Capítulo V<br />

204


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

1. Disminuye la población joven y aumenta la potencialmente activa<br />

A medida que la región avanza en la transición <strong>de</strong>mográfica y que la mortalidad y la fecundidad llegan a niveles<br />

bajos o muy bajos, el impacto directo <strong>de</strong> estas últimas en el crecimiento natural <strong>de</strong> la población se va haciendo cada<br />

vez más pequeño. Por el contrario, el efecto <strong>de</strong> estos cambios en la estructura por edad <strong>de</strong> la población es <strong>de</strong> gran<br />

magnitud y se prolonga en el tiempo a medida que generaciones representativas <strong>de</strong> diferentes etapas <strong>de</strong>l cambio<br />

<strong>de</strong>mográfico avanzan en su trayectoria vital.<br />

Des<strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1960, la estructura por edad <strong>de</strong> la población <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

ha experimentado gran<strong>de</strong>s transformaciones, que han implicado el paso <strong>de</strong> una población relativamente joven al<br />

inicio <strong>de</strong>l período a una población que comienza un proceso acelerado <strong>de</strong> envejecimiento (véase el gráfico V.17). El<br />

peso <strong>de</strong> la población menor <strong>de</strong> 20 años (aproximación <strong>de</strong> la población en edad escolar) empezó a disminuir <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

fines <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1960. En la medida que las gran<strong>de</strong>s cohortes <strong>de</strong> población nacidas antes <strong>de</strong> esa década fueron<br />

llegando a la edad <strong>de</strong> trabajar, el peso <strong>de</strong> la población potencialmente activa (20 a 64 años) empezó a aumentar, lo<br />

que dio origen al período <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico. Este cambio fue crucial <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l vínculo entre<br />

la dinámica <strong>de</strong>mográfica y el crecimiento económico.<br />

70<br />

Gráfico V.17<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: evolución y proyección <strong>de</strong> la población<br />

por tres gran<strong>de</strong>s grupos <strong>de</strong> edad, 1960-2100<br />

(En porcentajes)<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

1960 1970 1980 1990 2000 2010 2020 2030 2040 2050 2060 2070 2080 2090 2100<br />

0 a 19 años 20 a 64 años 65 años o más<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

Por otra parte, la prolongación <strong>de</strong> la vida por el <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la mortalidad aumentó la proporción <strong>de</strong> adultos<br />

mayores (65 años y más), que subió <strong>de</strong>l 4% entre 1960 y 1965 al 8% en la actualidad. Aunque esta proporción pueda<br />

parecer pequeña, muestra que ya se ha iniciado la fase <strong>de</strong> mayor aceleración <strong>de</strong> su crecimiento (envejecimiento<br />

acelerado). Este ritmo llevará rápidamente a la región a alcanzar un hito importante en 2057, cuando la proporción<br />

<strong>de</strong> personas <strong>de</strong> edad iguale a la proporción <strong>de</strong> los menores <strong>de</strong> 20 años (22,1%).<br />

En valores absolutos, la población joven es la única que disminuye, <strong>de</strong> acuerdo con una ten<strong>de</strong>ncia presente<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2004, cuando esta población alcanzó los 223 millones <strong>de</strong> personas. La población en eda<strong>de</strong>s activas pasó a<br />

ser la más numerosa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que, en 1988, alcanzó los 206 millones <strong>de</strong> personas y sobrepasó la población menor<br />

<strong>de</strong> 20 años, con lo que comenzó la etapa <strong>de</strong> predominio relativo <strong>de</strong> la población activa. Esta seguirá creciendo<br />

hasta más que duplicarse en 2045, cuando llegue a un máximo <strong>de</strong> 452 millones. La población mayor <strong>de</strong> 64 años,<br />

formada por unos 50 millones <strong>de</strong> personas, tendrá un período <strong>de</strong> fuerte incremento que la llevará a igualar en 2057<br />

a la población joven con 173 millones <strong>de</strong> personas y a alcanzar los 277 millones al final <strong>de</strong>l siglo.<br />

Si bien <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe está entrando en una etapa <strong>de</strong> envejecimiento acelerado, en la mitad <strong>de</strong> los<br />

países <strong>de</strong> la región ese proceso es aún incipiente. La concentración en eda<strong>de</strong>s activas es la característica predominante<br />

<strong>de</strong> la transformación etaria y lo será por lo menos hasta la década <strong>de</strong> 2030. En los países más rezagados en la<br />

transición <strong>de</strong>mográfica, esta situación económicamente favorable estará vigente hasta la quinta década <strong>de</strong>l siglo o<br />

incluso más allá.<br />

Capítulo V<br />

205


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

2. Menores recursos <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico<br />

La población <strong>de</strong> los distintos grupos <strong>de</strong> edad tiene requerimientos y hace aportes diferentes a la economía y la sociedad<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista productivo y reproductivo. Una etapa <strong>de</strong> especial importancia es el bono <strong>de</strong>mográfico, es<br />

<strong>de</strong>cir el lapso en que se produce una concentración <strong>de</strong> la población en los adultos <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>s activas, que resulta<br />

particularmente favorable para el crecimiento económico, pues la fuerza laboral potencial crece más rápidamente<br />

que la población <strong>de</strong>pendiente (Bloom, Canning y Sevilla, 2003; Wong y Carvalho, 2006; CEPAL, 2008; CEPAL, 2009).<br />

La <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico se basa en la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia. Este indicador establece la relación<br />

entre la población en eda<strong>de</strong>s potencialmente inactivas (compuesta en este estudio por los menores <strong>de</strong> 20 años y<br />

mayores <strong>de</strong> 64 años), en el numerador, y la población en eda<strong>de</strong>s potencialmente activas (consi<strong>de</strong>rada en este estudio<br />

como las personas entre 20 y 64 años <strong>de</strong> edad), en el <strong>de</strong>nominador. La relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia es útil para evaluar<br />

cómo las condiciones <strong>de</strong>mográficas se relacionan con otros aspectos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo socioeconómico.<br />

Los eventos más significativos <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia son los momentos en que alcanza<br />

sus valores máximo y mínimo, la extensión <strong>de</strong>l período durante el que disminuye y la intensidad <strong>de</strong> esa reducción.<br />

El bono <strong>de</strong>mográfico correspon<strong>de</strong> al período en el que la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia disminuye y su magnitud equivale<br />

a la reducción porcentual <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />

En el cuadro V.3, se muestra la heterogeneidad con que ocurren los eventos relevantes <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />

en los diversos países <strong>de</strong> la región. El año en que la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia alcanza su valor máximo y empieza<br />

a <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r tiene una estrecha relación con el año <strong>de</strong> inicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la fecundidad. Para la mayoría <strong>de</strong> los<br />

países, ese valor máximo se produjo en el segundo quinquenio <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1960, pero en Belice, Guatemala<br />

y Haití se dio en las décadas <strong>de</strong> 1970, 1980 y 1990, respectivamente, <strong>de</strong>bido al inicio tardío <strong>de</strong>l <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la<br />

fecundidad 8 . Tres países ya alcanzaron el valor mínimo <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia: Barbados en 2008, Trinidad<br />

y Tabago en 2012 y Cuba en 2014. En su caso, el bono <strong>de</strong>mográfico ha finalizado, mientras que en las Bahamas y<br />

Chile finalizará en 2017 y 2018, respectivamente. En todos los países, salvo la Argentina y el Uruguay, al terminar<br />

el período <strong>de</strong> bono <strong>de</strong>mográfico la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia se habrá reducido un 50% o más, con una intensidad<br />

anual cercana al 1%.<br />

En el gráfico V.18, se muestra la situación <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico según países, los cuales se or<strong>de</strong>nan según la fecha<br />

<strong>de</strong> finalización <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia (los países con finalización más temprana se<br />

ubican en la parte superior). La longitud <strong>de</strong> las barras equivale al período <strong>de</strong> <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y,<br />

por lo tanto, a la duración <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico. Su extensión varía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un mínimo <strong>de</strong> 30 años en el Uruguay hasta<br />

un máximo <strong>de</strong> 85 años en Guyana. Hay cierta asociación <strong>de</strong> esa duración con el grado <strong>de</strong> transición <strong>de</strong>mográfica. Por<br />

ejemplo, el Uruguay, Cuba y Barbados, con transiciones <strong>de</strong>mográficas avanzadas o muy avanzadas, están entre los<br />

países con menor duración <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico, mientras que en países con menor avance en la transición (Estado<br />

Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia, Honduras, Paraguay, República Dominicana, Belice y Guyana) el bono tendrá mayor duración.<br />

El tema <strong>de</strong> mayor interés es el momento <strong>de</strong> finalización <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico. Salvo en Cuba, Barbados y<br />

Trinidad y Tabago, don<strong>de</strong> ya ha terminado, y en las Bahamas y Chile, don<strong>de</strong> está muy próximo a terminar, el bono<br />

<strong>de</strong>mográfico sigue vigente en la gran mayoría <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región. En diez países, finalizará en la década<br />

<strong>de</strong> 2020; en cuatro más, en la <strong>de</strong> 2030, y en otros nueve, en la <strong>de</strong> 2040. Finalmente, tres países (Guatemala, Estado<br />

Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia y Guyana) mantendrán el bono <strong>de</strong>mográfico <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong>l siglo.<br />

La relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia es una medida imprecisa <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico, porque la edad no es un criterio<br />

suficiente para clasificar a una persona como activa o <strong>de</strong>pendiente. Para calcular el número efectivo <strong>de</strong> trabajadores,<br />

por ejemplo, <strong>de</strong>ben tenerse en cuenta las tasas <strong>de</strong> participación y las tasas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo específicas por edad. Una<br />

manera directa <strong>de</strong> obtener la relación efectiva entre activos y <strong>de</strong>pendientes es el cálculo <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> soporte<br />

económico, es <strong>de</strong>cir, la razón entre el número <strong>de</strong> productores efectivos y el número <strong>de</strong> consumidores efectivos en<br />

cada edad (Naciones Unidas, 2013) 9 .<br />

Capítulo V<br />

8<br />

En el caso especial <strong>de</strong> la Argentina y el Uruguay, don<strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia también alcanzó su valor máximo más recientemente,<br />

el <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la fecundidad se inició en época más temprana y ha sido más gradual que en los <strong>de</strong>más países <strong>de</strong> la región.<br />

9<br />

El número <strong>de</strong> consumidores efectivos se calcula pon<strong>de</strong>rando la población por el consumo medio por edad. De manera similar, el número<br />

<strong>de</strong> productores efectivos se calcula pon<strong>de</strong>rando la población por el ingreso laboral medio por edad. La formulación <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong><br />

soporte económico es: RSE = P(t,i) / C(t,i) = Σ {l(x)*n(x,t,i)} / Σ{c(x)*n(x,t,i)}; siendo C(t,i) = Número <strong>de</strong> consumidores efectivos en el<br />

año t y el país i; P(t,i) = Número <strong>de</strong> productores efectivos en el año t y el país i; c(x) = Consumo medio en la edad x (<strong>de</strong>l perfil estándar);<br />

l(x) = Ingresos medios <strong>de</strong>l trabajo en la edad x (<strong>de</strong>l perfil estándar), y n(x,t,i) = Población total <strong>de</strong> edad x, en el año t y el país i.<br />

206


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

País<br />

Cuadro V.3<br />

America <strong>Latina</strong> y el Caribe (31 países): aspectos relativos<br />

a la evolución <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />

Valor<br />

máximo<br />

Período <strong>de</strong> reducción <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />

Año <strong>de</strong>l valor Valor Año <strong>de</strong>l valor<br />

Duración <strong>de</strong>l bono<br />

máximo mínimo mínimo<br />

<strong>de</strong>mográfico<br />

(años)<br />

Variación total<br />

<strong>de</strong> la intensidad<br />

(en porcentajes)<br />

Intensidad<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>2015</strong><br />

(en porcentajes)<br />

Antigua y Barbuda 137 1960 64 2021 61 53 5<br />

Argentina 94 1992 73 2038 46 22 7<br />

Bahamas 127 1965 58 2017 52 54 1<br />

Barbados 130 1966 64 2008 42 51 N/A<br />

Belice 180 1975 62 2050 75 65 30<br />

Bolivia (Estado Plurinacional <strong>de</strong>) 134 1968 73 2052 84 45 24<br />

Brasil 134 1966 60 2025 59 55 7<br />

Chile 118 1968 62 2018 50 47 0<br />

Colombia 155 1967 63 2026 59 60 5<br />

Costa Rica 140 1964 63 2021 57 55 4<br />

Cuba 113 1974 57 2014 40 49 N/A<br />

Ecuador 145 1969 74 2043 74 49 10<br />

El Salvador 146 1969 67 2043 74 54 20<br />

Granada 186 1970 62 2042 72 66 17<br />

Guatemala 147 1987 73 2056 69 51 34<br />

Guyana 161 1970 60 2055 85 63 30<br />

Haití 133 1994 68 2046 52 49 29<br />

Honduras 160 1972 62 2044 72 61 32<br />

Jamaica 169 1975 68 2023 48 59 7<br />

México 157 1972 67 2033 61 58 13<br />

Nicaragua 163 1971 64 2039 68 61 22<br />

Panamá 140 1968 74 2029 61 47 5<br />

Paraguay 159 1965 67 2046 81 58 23<br />

Perú 140 1968 70 2038 70 50 9<br />

República Dominicana 159 1968 73 2046 78 54 14<br />

Santa Lucía 181 1970 63 2024 54 65 8<br />

San Vicente y las Granadinas 193 1970 65 2022 52 66 6<br />

Suriname 170 1970 70 2025 55 59 6<br />

Trinidad y Tabago 133 1967 57 2012 45 57 N/A<br />

Uruguay 86 1992 74 2022 30 13 3<br />

Venezuela (República Bolivariana <strong>de</strong>) 147 1967 71 2042 75 52 8<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe 133 1968 68 2027 59 49 7<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

Gráfico V.18<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (31 países): período entre los valores máximo<br />

y mínimo <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />

Barbados<br />

Trinidad y Tabago<br />

Cuba<br />

Bahamas<br />

Chile<br />

Antigua y Barbuda<br />

Costa Rica<br />

San Vicente y las Granadinas<br />

Uruguay<br />

Jamaica<br />

Santa Lucía<br />

Brasil<br />

Suriname<br />

Colombia<br />

Panamá<br />

México<br />

Perú<br />

Argentina<br />

Nicaragua<br />

Venezuela (Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Granada<br />

Ecuador<br />

El Salvador<br />

Honduras<br />

Paraguay<br />

Rep. Dominicana<br />

Haití<br />

Belice<br />

Bolivia (Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Guyana<br />

Guatemala<br />

1960 1970 1980 1990 2000 2010 2020 2030 2040 2050 2060<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

Capítulo V<br />

207


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

La relación <strong>de</strong> soporte económico cuantifica el impacto económico <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong>mográfico y permite<br />

comparaciones con variables macroeconómicas como el PIB. En el período <strong>de</strong> bono <strong>de</strong>mográfico, disminuye el<br />

número <strong>de</strong> consumidores efectivos respecto <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> productores efectivos lo que, en igualdad <strong>de</strong> condiciones,<br />

aumenta los ingresos laborales respecto <strong>de</strong>l consumo. Esta liberación <strong>de</strong> recursos es una aproximación al valor<br />

económico <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico. A medida que se entra en la etapa <strong>de</strong> envejecimiento acelerado <strong>de</strong> la población,<br />

el número <strong>de</strong> consumidores efectivos crece respecto <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> productores efectivos (la relación <strong>de</strong> soporte<br />

económico disminuye), dando paso a un período <strong>de</strong> <strong>de</strong>sventaja o impuesto <strong>de</strong>mográfico. Esta situación lleva a una<br />

caída <strong>de</strong>l bienestar si no se compensa con un aumento en la productividad.<br />

En el gráfico V.19, se muestra, para los períodos entre 2000 y <strong>2015</strong> y entre <strong>2015</strong> y 2030, la valoración económica<br />

<strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico, medida por la variación porcentual anual <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> soporte económico <strong>de</strong>bida al<br />

cambio <strong>de</strong> la estructura por edad. La ventaja económica está y seguirá estando vigente en un buen número <strong>de</strong> países<br />

<strong>de</strong> la región y disminuirá en la medida en que avancen en la transición <strong>de</strong>mográfica y se acerquen al envejecimiento.<br />

La magnitud <strong>de</strong> la contribución económica <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico se representa por la longitud <strong>de</strong> las barras y pue<strong>de</strong><br />

interpretarse como el ahorro <strong>de</strong> recursos por consumidor, la disminución <strong>de</strong> impuestos que podría realizarse o el<br />

aumento <strong>de</strong> inversión que podría llevarse a cabo, dada la liberación <strong>de</strong> recursos causada por la transformación<br />

<strong>de</strong>mográfica. Su magnitud no es <strong>de</strong>spreciable, aunque ha disminuido sustancialmente. Entre 2000 y <strong>2015</strong>, si se<br />

hubiera mantenido constante la inversión en educación por estudiante, Honduras, Belice, Nicaragua y Granada<br />

habrían ahorrado un 1% o más anualmente <strong>de</strong> los recursos invertidos en educación. En los próximos quince años<br />

(<strong>de</strong> <strong>2015</strong> a 2030), ocho países seguirán obteniendo ahorros potenciales <strong>de</strong> entre un 0,5% y un 0,8% por año. En el<br />

otro extremo, Barbados y Cuba tendrán que invertir más <strong>de</strong> un 0,5% <strong>de</strong> recursos adicionales anualmente entre <strong>2015</strong><br />

y 2030 para compensar las condiciones <strong>de</strong>sfavorables <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> su bono <strong>de</strong>mográfico.<br />

Gráfico V.19<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (31 países): impacto económico <strong>de</strong> los cambios <strong>de</strong> la estructura etaria,<br />

expresado como variación anual estimada <strong>de</strong> la relación<br />

<strong>de</strong> soporte económico, 2000-<strong>2015</strong> y <strong>2015</strong>-2030<br />

(En porcentajes)<br />

1,5<br />

10,<br />

0,5<br />

0<br />

-0,5<br />

-1,0<br />

Honduras<br />

Guatemala<br />

Haití<br />

Belice<br />

Nicaragua<br />

El Salvador<br />

Paraguay<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Granada<br />

México<br />

Rep. Dominicana<br />

Jamaica<br />

Ecuador<br />

Guyana<br />

Perú<br />

Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Argentina<br />

Santa Lucía<br />

Uruguay<br />

San Vicente y<br />

las Granadinas<br />

Colombia<br />

Brasil<br />

Suriname<br />

Panamá<br />

Costa Rica<br />

Trinidad y Tabago<br />

Chile<br />

Antigua y Barbuda<br />

Capítulo V<br />

Bahamas<br />

Barbados<br />

Cuba<br />

2000-<strong>2015</strong> <strong>2015</strong>-2030<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

3. El bono durará más en educación que en salud y pensiones<br />

El método <strong>de</strong> cálculo <strong>de</strong>l beneficio económico general <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico también pue<strong>de</strong> aplicarse a nivel<br />

sectorial. Para ello, se estiman relaciones <strong>de</strong> soporte económico <strong>de</strong> cada sector, <strong>de</strong>finidas como la relación entre el<br />

número <strong>de</strong> productores efectivos <strong>de</strong> la economía y el número <strong>de</strong> consumidores efectivos <strong>de</strong> los servicios <strong>de</strong>l sector 10 .<br />

10<br />

La fórmula general <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> soporte económico <strong>de</strong> un sector es: RSES = P(t,i) / B(t,i) = Σ{l(x)*n(x,t,i)} / Σ{b(x)*n(x,t,i)}; don<strong>de</strong>:<br />

B(t,i) = Número <strong>de</strong> consumidores efectivos <strong>de</strong> los servicios <strong>de</strong>l sector S en el año t y el país i; P(t,i) = Número <strong>de</strong> productores efectivos<br />

en el año t y el país i; b(x) = Beneficios medios <strong>de</strong>l sector S en la edad x (<strong>de</strong>l perfil estándar); l(x) = Ingresos medios <strong>de</strong>l trabajo en la<br />

edad x (<strong>de</strong>l perfil estándar), y n(x,t,i) = Población total <strong>de</strong> edad x, en el año t y el país i.<br />

208


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

La relación <strong>de</strong> soporte económico sectorial representa el porcentaje <strong>de</strong> ingresos laborales que han <strong>de</strong> transferirse<br />

(o los impuestos que han <strong>de</strong> aplicarse) para financiar los beneficios <strong>de</strong>l sector. El aumento <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> soporte<br />

económico <strong>de</strong> un sector supone una liberación <strong>de</strong> recursos que es el valor económico <strong>de</strong> su bono <strong>de</strong>mográfico.<br />

El sector educativo podría obtener beneficios <strong>de</strong> la transformación <strong>de</strong> la estructura por edad en todos los<br />

países <strong>de</strong> la región, pero el beneficio real <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión política sobre el uso <strong>de</strong> los recursos liberados.<br />

En la mayoría <strong>de</strong> los países, este bono seguirá vigente hasta al menos la mitad <strong>de</strong>l presente siglo, aunque en los<br />

países caribeños finalizará relativamente pronto. Esto se ilustra en el gráfico V.20, don<strong>de</strong> las barras representan la<br />

valoración económica <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico educativo, es <strong>de</strong>cir, el porcentaje anual que potencialmente ahorra<br />

la sociedad en el sector educativo como consecuencia <strong>de</strong> un menor consumo educativo en relación con los<br />

ingresos <strong>de</strong> la economía.<br />

Gráfico V.20<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (31 países): impacto económico <strong>de</strong> los cambios <strong>de</strong> la estructura etaria<br />

en el sector <strong>de</strong> la educación, expresado como variación anual estimada <strong>de</strong> la relación<br />

<strong>de</strong> soporte económico <strong>de</strong>l sector, 2000-<strong>2015</strong> y <strong>2015</strong>-2030<br />

(En porcentajes)<br />

4,5<br />

4,0<br />

3,5<br />

3,0<br />

2,5<br />

2,0<br />

1,5<br />

1,0<br />

0,5<br />

0<br />

Capítulo V<br />

Honduras<br />

El Salvador<br />

Nicaragua<br />

Belice<br />

Guatemala<br />

Haití<br />

México<br />

Brasil<br />

Paraguay<br />

Colombia<br />

Guyana<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Santa Lucía<br />

Costa Rica<br />

San Vicente y<br />

las Granadinas<br />

Jamaica<br />

Rep. Dominicana<br />

Ecuador<br />

Perú<br />

Granada<br />

Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Chile<br />

Panamá<br />

Suriname<br />

Antigua y Barbuda<br />

Uruguay<br />

Argentina<br />

Cuba<br />

Trinidad y Tabago<br />

Bahamas<br />

Barbados<br />

2000-<strong>2015</strong> <strong>2015</strong>-2030<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

Entre 2000 y <strong>2015</strong>, más <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> los países tuvieron ahorros anuales <strong>de</strong>l 2% o más en el sector educativo.<br />

Entre <strong>2015</strong> y 2030, solo cinco países tendrán ahorros <strong>de</strong> esa magnitud, aunque más <strong>de</strong> la mitad mantendrá ahorros<br />

anuales <strong>de</strong>l 1,5% o más.<br />

Debido al envejecimiento, las ventajas <strong>de</strong>mográficas con que contaban los países <strong>de</strong> la región en el sector <strong>de</strong> la<br />

salud han finalizado o están a punto <strong>de</strong> finalizar. En el gráfico V.21, se muestra que, entre 2000 y <strong>2015</strong>, el impacto<br />

económico en el sector ha sido favorable en casi la totalidad <strong>de</strong> los países, excepto Barbados y Cuba. En más <strong>de</strong> dos<br />

tercios <strong>de</strong> los países, la situación favorable finalizará entre <strong>2015</strong> y 2030, aunque diez países mantendrán el bono<br />

en el período. En Guatemala, Honduras, Haití y Belice, el ahorro potencial <strong>de</strong> recursos será superior al 0,5% anual.<br />

En el lado opuesto, la carga adicional <strong>de</strong> recursos a invertir en el sector salud como consecuencia <strong>de</strong> la evolución<br />

<strong>de</strong>mográfica estará alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> un 1% anual en Barbados y Cuba y <strong>de</strong> más <strong>de</strong> un 0,5% en las Bahamas, Chile y<br />

Antigua y Barbuda.<br />

Debido al envejecimiento <strong>de</strong> la población, las relaciones <strong>de</strong> soporte económico <strong>de</strong>l sector <strong>de</strong> las pensiones<br />

disminuyen en todos los países <strong>de</strong> la región (véase el gráfico V.22). Entre 2000 y <strong>2015</strong>, los únicos países con impacto<br />

<strong>de</strong>mográfico positivo en las pensiones fueron Granada, Belice y Haití. Entre <strong>2015</strong> y 2030, para mantener los beneficios<br />

actuales, todos tendrán que crear cargas o impuestos adicionales, que variarán <strong>de</strong>l 0,5% anual en Guatemala al<br />

2,5% en Cuba.<br />

209


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Gráfico V.21<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (31 países): impacto económico <strong>de</strong> los cambios <strong>de</strong> la estructura etaria<br />

en el sector <strong>de</strong> la salud, expresado como variación anual estimada <strong>de</strong> la relación<br />

<strong>de</strong> soporte económico <strong>de</strong>l sector, 2000-<strong>2015</strong> y <strong>2015</strong>-2030<br />

(En porcentajes)<br />

2,0<br />

1,5<br />

1,0<br />

0,5<br />

0<br />

-0,5<br />

-1,0<br />

-1,5<br />

Guatemala<br />

Honduras<br />

Capítulo V<br />

Haití<br />

Belice<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Paraguay<br />

Nicaragua<br />

El Salvador<br />

Granada<br />

Rep. Dominicana<br />

México<br />

Argentina<br />

Perú<br />

Ecuador<br />

Uruguay<br />

Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Jamaica<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong><br />

y el Caribe<br />

Suriname<br />

Guyana<br />

Santa Lucía<br />

Panamá<br />

San Vicente y<br />

las Granadinas<br />

Colombia<br />

Brasil<br />

Costa Rica<br />

Trinidad y Tabago<br />

Antigua y Barbuda<br />

Chile<br />

Bahamas<br />

Barbados<br />

Cuba<br />

2000-<strong>2015</strong> <strong>2015</strong>-2030<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

Gráfico V.22<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (31 países): impacto económico <strong>de</strong> los cambios <strong>de</strong> la estructura etaria<br />

en el sector <strong>de</strong> las pensiones, expresado como variación anual estimada<br />

<strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> soporte económico <strong>de</strong>l sector, 2000-<strong>2015</strong> y <strong>2015</strong>-2030<br />

(En porcentajes)<br />

1,5<br />

1,0<br />

0,5<br />

0<br />

-0,5<br />

-1,0<br />

-1,5<br />

-2,0<br />

-2,5<br />

-3,0<br />

Guatemala<br />

Uruguay<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Argentina<br />

Haití<br />

Paraguay<br />

El Salvador<br />

Honduras<br />

Belice<br />

Granada<br />

Rep. Dominicana<br />

Jamaica<br />

Ecuador<br />

Perú<br />

Santa Lucía<br />

Suriname<br />

Trinidad y Tabago<br />

Panamá<br />

Nicaragua<br />

Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

México<br />

Guyana<br />

Chile<br />

Barbados<br />

Costa Rica<br />

San Vicente y<br />

las Granadinas<br />

Brasil<br />

Colombia<br />

Bahamas<br />

Antigua y Barbuda<br />

Cuba<br />

2000-<strong>2015</strong> <strong>2015</strong>-2030<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

4. Hacia socieda<strong>de</strong>s y economías envejecidas<br />

A medida que <strong>de</strong>saparezca el bono <strong>de</strong>mográfico, el envejecimiento acelerado <strong>de</strong> la población pasará a ser la<br />

ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>mográfica más relevante en la región. A partir <strong>de</strong> ese momento, los cambios <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong> eda<strong>de</strong>s<br />

estarán dominados por la dinámica <strong>de</strong> las generaciones <strong>de</strong> personas mayores, <strong>de</strong> manera que el envejecimiento y<br />

su inci<strong>de</strong>ncia sobre las <strong>de</strong>mandas sociales serán los fenómenos <strong>de</strong>mográficos más significativos.<br />

La transición <strong>de</strong> la estructura etaria sigue una secuencia particular. Para ilustrarla, se analiza la evolución <strong>de</strong><br />

la población en cuatro gran<strong>de</strong>s grupos <strong>de</strong> edad: 0 a 19 años (población juvenil), 20 a 39 años (adultos jóvenes),<br />

40 a 59 años (adultos) y 60 años o más (personas <strong>de</strong> edad). Históricamente, el grupo poblacional predominante ha<br />

sido el <strong>de</strong> niños y jóvenes <strong>de</strong> 0 a 19 años. Sin embargo, se proyecta que el fin <strong>de</strong> la sociedad juvenil en la región<br />

se produzca en 2023, cuando el grupo <strong>de</strong> 20 a 39 años pase a ser el más numeroso. En 2045, se espera que la<br />

210


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

población <strong>de</strong> 40 a 59 años supere a la <strong>de</strong> 20 a 39 años y se origine así la sociedad adulta. Siete años más tar<strong>de</strong>,<br />

en 2052, la población <strong>de</strong> 60 años o más pasará a ser predominante, lo que dará inicio al período <strong>de</strong> la sociedad<br />

envejecida (véase el gráfico V.23).<br />

250<br />

Gráfico V.23<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: población según grupos <strong>de</strong> edad, 1985-2060<br />

(En millones <strong>de</strong> habitantes)<br />

200<br />

150<br />

100<br />

50<br />

0<br />

1980 1990 2000 2010 2020 2030 2040 2050 2060 2070<br />

0 a 19 años 20 a 39 años 40 a 59 años 60 años o más<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

Los países atraviesan esas etapas en diferentes momentos. Por ejemplo, el fin <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s juveniles se<br />

experimentó (como mediana) en Europa aproximadamente a fines <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1980 y en <strong>América</strong> <strong>de</strong>l Norte en la<br />

<strong>de</strong> 1990. En <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y Asia se presentará en la <strong>de</strong> 2030, en Oceanía en la <strong>de</strong> 2070 y en África en la <strong>de</strong> 2090.<br />

Los países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> experimentarán estos cambios en diferentes momentos, como se muestra en el mapa V.1.<br />

Mapa V.1<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: transformación <strong>de</strong> la estructura etaria <strong>de</strong> la población, <strong>2015</strong>-2060<br />

A. <strong>2015</strong> B. 2030<br />

Sociedad juvenil Sociedad adulta joven Sociedad adulta Sociedad envejecida<br />

Capítulo V<br />

211


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Mapa V.1 (conclusión)<br />

C. 2045 D. 2060<br />

Sociedad juvenil Sociedad adulta joven Sociedad adulta Sociedad envejecida<br />

E. 2075 F. 2100<br />

Sociedad juvenil Sociedad adulta joven Sociedad adulta Sociedad envejecida<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

A medida que van predominando diferentes grupos etarios en la población, se transforma la estructura <strong>de</strong><br />

las <strong>de</strong>mandas y <strong>de</strong> los aportes económicos y sociales <strong>de</strong> la población. Esto obliga a redistribuir los recursos<br />

económicos, <strong>de</strong> manera que se pasa <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r preferentemente las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> los niños y jóvenes (educación)<br />

Capítulo V<br />

212


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

a la atención <strong>de</strong> las personas mayores (salud, cuidados y pensiones). El momento en que los recursos económicos<br />

consumidos por las personas mayores exce<strong>de</strong>n los consumidos por los niños y jóvenes marca el inicio <strong>de</strong> las<br />

economías envejecidas.<br />

En el gráfico V.24, se muestra la razón <strong>de</strong> consumo <strong>de</strong> las personas mayores (<strong>de</strong> 60 y más años) con relación a los<br />

niños y jóvenes, según países. En 1985, el consumo <strong>de</strong> los niños y jóvenes era entre cinco y ocho veces mayor que el<br />

<strong>de</strong> las personas mayores en gran parte <strong>de</strong> los países. Hacia <strong>2015</strong>, en la mayoría <strong>de</strong> los países se produjo un cambio<br />

importante hacia el consumo <strong>de</strong> las personas mayores. Cuba es, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 2010, la primera economía envejecida <strong>de</strong> la<br />

región. Entre <strong>2015</strong> y 2030, otros cinco países llegarán a esa categoría: Uruguay (2017), Chile (2020), Costa Rica (2025),<br />

Brasil (2028) y Colombia (2030). Después <strong>de</strong> 2030, casi todas las economías <strong>de</strong> la región se irán convirtiendo<br />

en economías envejecidas: México (2037), Argentina (2037), El Salvador (2038), Panamá (2038), Perú (2040),<br />

Nicaragua (2042), República Bolivariana <strong>de</strong> Venezuela (2042), Ecuador (2044), Republica Dominicana (2045),<br />

Honduras (2047), Paraguay (2051), Estado Plurinacional <strong>de</strong> Bolivia (2057) y Haití (2060).<br />

4,0<br />

3,5<br />

3,0<br />

2,5<br />

2,0<br />

1,5<br />

1,0<br />

0,5<br />

Gráfico V.24<br />

<strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: consumo total <strong>de</strong> la población mayor en relación<br />

con el consumo total <strong>de</strong> niños y jóvenes, 1985-2060<br />

0<br />

Capítulo V<br />

Cuba<br />

Chile<br />

Uruguay<br />

Costa Rica<br />

Brasil<br />

Colombia<br />

Argentina<br />

El Salvador<br />

Panamá<br />

México<br />

Venezuela<br />

(Rep. Bol. <strong>de</strong>)<br />

Perú<br />

Ecuador<br />

Rep. Dominicana<br />

Nicaragua<br />

Paraguay<br />

Honduras<br />

Bolivia<br />

(Est. Plur. <strong>de</strong>)<br />

Haití<br />

Guatemala<br />

1985 <strong>2015</strong> 2030 2060<br />

Fuente: Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), sobre la base <strong>de</strong> Naciones Unidas, “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision, Key<br />

Findings and Advance Tables”, Working Paper, Nº 241 (ESA/P/WP.241), Nueva York, División <strong>de</strong> Población, <strong>2015</strong> [en línea] http://esa.un.org/unpd/wpp/.<br />

Dado lo reciente <strong>de</strong>l fenómeno <strong>de</strong> las economías envejecidas, se sabe poco acerca <strong>de</strong> sus consecuencias a largo<br />

plazo en el crecimiento económico, la igualdad y la sostenibilidad <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> apoyo intergeneracional. Sin<br />

embargo, es previsible que las presiones <strong>de</strong>mográficas sobre los sistemas <strong>de</strong> atención <strong>de</strong> la salud y <strong>de</strong> pensiones se<br />

incrementen drásticamente.<br />

C. Políticas en la transición <strong>de</strong>mográfica<br />

Las rápidas transformaciones <strong>de</strong>mográficas en la región plantean oportunida<strong>de</strong>s y retos para avanzar en los Objetivos<br />

<strong>de</strong> Desarrollo Sostenible y la igualdad. Los países en los que la transición <strong>de</strong>mográfica ha sido más tardía aún tienen<br />

por <strong>de</strong>lante una buena porción <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> oportunidad <strong>de</strong>mográfica para mejorar los resultados <strong>de</strong> sus políticas<br />

<strong>de</strong> educación, salud, pensiones y empleo. Los países más avanzados en la transición ya han entrado en procesos<br />

<strong>de</strong> envejecimiento acelerado y encaran exigencias crecientes para financiar los sistemas <strong>de</strong> pensiones, a<strong>de</strong>cuar los<br />

sistemas <strong>de</strong> salud a una epi<strong>de</strong>miología mixta, crecientemente onerosa, y operar sistemas apropiados <strong>de</strong> cuidado.<br />

La atención a los efectos <strong>de</strong> los cambios <strong>de</strong>mográficos involucra una amplia gama <strong>de</strong> políticas, entre las que<br />

<strong>de</strong>stacan las dirigidas a los jóvenes para ampliar sus oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> educación y empleo, las <strong>de</strong> seguridad social y<br />

pensiones y las políticas <strong>de</strong> salud, así como la creación <strong>de</strong> un sistema público para el cuidado y la a<strong>de</strong>cuación <strong>de</strong> las<br />

políticas fiscales con el fin <strong>de</strong> lograr un buen equilibrio intergeneracional <strong>de</strong> las transferencias (Banco Mundial, <strong>2015</strong>).<br />

213


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

Estas políticas <strong>de</strong>ben recibir un tratamiento integral que incluya la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> las ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>mográficas e<br />

incorpore las perspectivas <strong>de</strong> ciclo <strong>de</strong> vida, género, interculturalidad, <strong>de</strong>rechos y procesos intergeneracionales <strong>de</strong><br />

manera apropiada para los contextos nacionales, con un horizonte <strong>de</strong> largo plazo.<br />

1. Aprovechar el ahorro en educación para mejorar su calidad<br />

La disminución <strong>de</strong>l número relativo <strong>de</strong> niños y jóvenes reduce <strong>de</strong> manera sustancial y permanente el costo <strong>de</strong> la<br />

educación. El uso <strong>de</strong> esos recursos permitiría generalizar los beneficios <strong>de</strong> una educación <strong>de</strong> calidad. Al invertir en<br />

la juventud, los países promueven la igualdad y preparan a la futura fuerza <strong>de</strong> trabajo para enfrentar los retos <strong>de</strong> una<br />

sociedad en proceso <strong>de</strong> envejecimiento.<br />

La inversión en educación pública pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sagregarse en dos componentes. El primero es <strong>de</strong>mográfico y<br />

mi<strong>de</strong> la proporción <strong>de</strong> la población en edad escolar en relación con la población en edad <strong>de</strong> trabajar (relación<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia educativa). El segundo incluye los aspectos no <strong>de</strong>mográficos y mi<strong>de</strong> la inversión efectivamente<br />

recibida por persona (relación entre inversión en educación y productividad). Así, la inversión en educación<br />

pública como porcentaje <strong>de</strong>l PIB es el producto <strong>de</strong> la relación entre la población en edad escolar y la población<br />

en edad <strong>de</strong> trabajar, multiplicado por la inversión por persona en edad escolar en relación con la productividad<br />

(PIB por persona en edad <strong>de</strong> trabajar) 11 . Este último componente refleja una <strong>de</strong>cisión política, que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />

factores como el nivel <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo, la institucionalidad social y la capacidad <strong>de</strong> generar recursos (Cecchini,<br />

Filgueira y Robles, 2014).<br />

En la mayoría <strong>de</strong> los países <strong>de</strong> la región, la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>mográfica <strong>de</strong> la educación se reducirá a un tercio<br />

entre 1950 y 2070, es <strong>de</strong>cir, se pasará <strong>de</strong> una población en edad escolar aproximadamente <strong>de</strong>l mismo tamaño<br />

que la población en edad <strong>de</strong> trabajar a otra que será tres veces menor que esta última. Si todos los <strong>de</strong>más factores<br />

permanecieran constantes, la nueva situación permitiría triplicar la inversión por estudiante en educación. La pregunta<br />

es si los países realizarán un esfuerzo <strong>de</strong> inversión en educación coherente con la oportunidad <strong>de</strong>mográfica <strong>de</strong>l sector.<br />

La experiencia <strong>de</strong> la región muestra que, si bien una buena parte <strong>de</strong> los países están cerca <strong>de</strong> la cobertura<br />

universal <strong>de</strong>l ciclo primario, el aumento <strong>de</strong> la cobertura y la calidad <strong>de</strong> la educación secundaria sigue constituyendo<br />

un gran <strong>de</strong>safío. El acceso al nivel secundario y la progresión oportuna <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l mismo son bastante menores que<br />

en el nivel primario y la situación entre países es más heterogénea. Persisten gran<strong>de</strong>s brechas en cuanto a finalización,<br />

aprendizajes, calidad y logros, que se originan en las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s socioeconómicas (y a su vez las exacerban) y en<br />

las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s por área geográfica y origen étnico. A<strong>de</strong>más, los avances educativos en las últimas décadas no han<br />

resultado en una mejor incorporación al mercado <strong>de</strong> trabajo y un buen aprovechamiento <strong>de</strong> las nuevas capacida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> los jóvenes (CEPAL, 2009; CEPAL, 2011).<br />

Si bien la educación es una <strong>de</strong> las principales fuerzas para reducir las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s y una vía privilegiada para<br />

la superación intergeneracional <strong>de</strong> la pobreza, el sistema educativo no ha sido capaz <strong>de</strong> concretar ese potencial.<br />

2. Eliminar la discriminación <strong>de</strong> jóvenes y mujeres en el mercado laboral<br />

Otra prioridad para los países con bono <strong>de</strong>mográfico es la generación <strong>de</strong> empleos <strong>de</strong> calidad para los jóvenes,<br />

acompañada <strong>de</strong> la mejora <strong>de</strong> la educación y la capacitación para el trabajo. Esto permitiría aumentar su productividad<br />

e ingresos y les proporcionaría los medios para incrementar sus ahorros.<br />

Los jóvenes enfrentan diversas <strong>de</strong>sventajas para acce<strong>de</strong>r al trabajo <strong>de</strong> calidad. Su tasa <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo es mayor que<br />

la <strong>de</strong>l total <strong>de</strong> la población activa, con una situación más grave en el Caribe <strong>de</strong> habla inglesa, don<strong>de</strong> el <strong>de</strong>sempleo<br />

juvenil superaba el 30% en algunos países al principio <strong>de</strong> la década. También inci<strong>de</strong>n en las dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> inserción<br />

las condiciones socioeconómicas en las que han crecido y se han <strong>de</strong>sarrollado. A nivel regional, el <strong>de</strong>sempleo<br />

<strong>de</strong> los jóvenes <strong>de</strong> los quintiles más altos <strong>de</strong> ingreso es, en promedio, tres veces inferior al <strong>de</strong> los quintiles más<br />

11<br />

La ecuación <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomposición es: I / Y = P(6-21) / P(20-64) * [I / P(6-21) / Y / P(20-64)]; don<strong>de</strong> I = Inversión en educación, Y = PIB,<br />

P(6-21) = población <strong>de</strong> 6 a 21 años <strong>de</strong> edad, y P(20-64) = población <strong>de</strong> 20 a 64 años <strong>de</strong> edad. Véase Miller, Mason y Holz (2011).<br />

Capítulo V<br />

214


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

pobres (CEPAL, 2014a). A<strong>de</strong>más, el empleo <strong>de</strong> los jóvenes es <strong>de</strong> alta rotación, segmentación y precariedad, lo que<br />

se traduce en una fuerte <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> acceso y aporte a los sistemas <strong>de</strong> protección social contributiva —asociados<br />

a los empleos formales— y en un <strong>de</strong>saprovechamiento <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico (CEPAL, <strong>2015</strong>b).<br />

Por otro lado, las tasas <strong>de</strong> participación laboral <strong>de</strong> las mujeres son muy inferiores a las <strong>de</strong> participación masculina,<br />

como reflejo <strong>de</strong> la persistencia <strong>de</strong> condiciones culturales y factores estructurales en el mercado laboral que dificultan<br />

su acceso y permanencia en el empleo y hacen que reciban remuneraciones menores. Avanzar en la igualdad <strong>de</strong><br />

género en los mercados laborales supone un incremento <strong>de</strong> la participación laboral femenina que aumente su<br />

autonomía económica, reduzca la pobreza en sus hogares e impulse el crecimiento económico.<br />

El impacto en el aumento <strong>de</strong> la producción per cápita conforme se iba avanzando hacia la paridad entre mujeres<br />

y hombres en la actividad económica ha sido tan gran<strong>de</strong> como el <strong>de</strong>l bono <strong>de</strong>mográfico en la región durante los<br />

últimos años y probablemente será mayor en el futuro cercano (Martínez, Miller y Saad, 2013). Esto plantea la<br />

oportunidad <strong>de</strong> implementar políticas para estimular la participación femenina en igualdad <strong>de</strong> condiciones con<br />

la masculina.<br />

La equiparación <strong>de</strong> las tasas <strong>de</strong> actividad femenina y masculina y la eliminación <strong>de</strong> la brecha <strong>de</strong> ingresos entre<br />

hombres y mujeres disminuirían la pobreza y la <strong>de</strong>sigualdad (CEPAL, 2014a). Es necesario fortalecer las políticas e<br />

instituciones laborales mediante programas e intervenciones para proteger el empleo y ampliar las oportunida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

trabajo <strong>de</strong> calidad para las mujeres, evitando la segregación ocupacional <strong>de</strong> género y la discriminación en el mercado<br />

<strong>de</strong> trabajo. La superación <strong>de</strong> la discriminación requiere <strong>de</strong> capacitación para que las mujeres puedan ocupar empleos<br />

altamente masculinizados, la igualación salarial y el estímulo a su empo<strong>de</strong>ramiento mediante su presencia en todas<br />

las esferas <strong>de</strong> la vida social, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el hogar, hasta las altas esferas <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, pasando por el espacio comunitario.<br />

Todo esto <strong>de</strong>be darse en el marco <strong>de</strong> acciones tendientes a la transformación <strong>de</strong> los factores culturales relacionados<br />

con la distribución tradicional <strong>de</strong> los roles productivos y reproductivos entre sexos.<br />

3. Preparar los sistemas <strong>de</strong> salud para socieda<strong>de</strong>s en proceso<br />

<strong>de</strong> envejecimiento<br />

La combinación <strong>de</strong> las ten<strong>de</strong>ncias al envejecimiento y el crecimiento económico lleva a un rápido y sostenido<br />

incremento <strong>de</strong>l gasto en salud. Una proyección <strong>de</strong> esos costos para el Brasil, Chile y México sugiere una duplicación<br />

<strong>de</strong>l tamaño <strong>de</strong>l sector en relación con el PIB <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la actualidad hasta 2060.<br />

Debido a que los gastos en salud <strong>de</strong>stinados a las personas mayores son financiados en su mayor parte (aunque<br />

no exclusivamente) por el Gobierno, esta ten<strong>de</strong>ncia llevará a un incremento sustancial <strong>de</strong>l gasto público. En diez<br />

países <strong>de</strong> la región, el financiamiento <strong>de</strong> los costos <strong>de</strong>l sector <strong>de</strong> la salud representaría para sus Gobiernos un <strong>de</strong>safío<br />

mayor que la financiación <strong>de</strong> las pensiones públicas (Miller, Mason y Holz, 2011; Miller y Castanheira, 2013). A<br />

pesar <strong>de</strong> que el <strong>de</strong>bate se ha centrado en las pensiones, es posible que el sector <strong>de</strong> la salud sea el principal <strong>de</strong>safío<br />

fiscal en economías envejecidas.<br />

Junto con el incremento <strong>de</strong>l tamaño <strong>de</strong>l sector, también se producirán transformaciones en los servicios<br />

ofrecidos como consecuencia <strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong> la población atendida. En la actualidad, el 17% <strong>de</strong>l gasto en<br />

salud se <strong>de</strong>stina a las personas mayores. Incluso los países con una alta proporción <strong>de</strong> personas <strong>de</strong> edad, como la<br />

Argentina, Chile, Cuba y el Uruguay, <strong>de</strong>dican menos <strong>de</strong>l 30% <strong>de</strong> su gasto en salud a ese segmento. Esto cambiará<br />

en las próximas décadas, <strong>de</strong>bido al envejecimiento <strong>de</strong> la población y la creciente intensidad <strong>de</strong> la atención <strong>de</strong><br />

salud entre las personas mayores. Se proyecta que el gasto en salud <strong>de</strong>dicado a esas personas alcance el 53% <strong>de</strong>l<br />

gasto <strong>de</strong>l sector en 2070.<br />

Esto implica la reorientación <strong>de</strong> los sistemas <strong>de</strong> salud hacia servicios <strong>de</strong> prevención y tratamiento <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s<br />

crónicas, como las patologías <strong>de</strong>l corazón, el cáncer, las enfermeda<strong>de</strong>s pulmonares y la diabetes. El Consenso <strong>de</strong><br />

Montevi<strong>de</strong>o traza líneas <strong>de</strong> política relevantes para a<strong>de</strong>cuar las políticas <strong>de</strong> salud al perfil epi<strong>de</strong>miológico y al<br />

envejecimiento, reforzando la lucha contra las enfermeda<strong>de</strong>s transmisibles, implementando acciones <strong>de</strong> prevención<br />

y tratamiento <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s crónicas y teniendo en cuenta especificida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> género, edad, regiones y grupos<br />

étnicos y socioeconómicos (CEPAL, 2013b).<br />

Capítulo V<br />

215


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

4. Mejorar la salud sexual y reproductiva <strong>de</strong> los jóvenes<br />

Las políticas públicas <strong>de</strong>ben priorizar la prevención <strong>de</strong>l embarazo adolescente, con un enfoque multidimensional.<br />

Des<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>mográfico, el foco <strong>de</strong>be estar en las uniones tempranas, frecuentes entre los pobres y<br />

excluidos, que siguen estando asociadas a la alta fecundidad adolescente. Por ello, son pertinentes iniciativas legales,<br />

educativas y formativas dirigidas a promover su postergación y a impedir las uniones impuestas.<br />

La variable fundamental para la acción pública en la región es el acceso a la anticoncepción, ya que los<br />

países <strong>de</strong>sarrollados presentan índices <strong>de</strong> actividad sexual en la adolescencia similares o mayores, pero una<br />

fecundidad muchísimo menor como consecuencia <strong>de</strong> la virtual universalización <strong>de</strong>l inicio sexual protegido con<br />

medios anticonceptivos mo<strong>de</strong>rnos y el aborto legal. El acceso a la anticoncepción para los adolescentes <strong>de</strong>be ser<br />

gratuito, oportuno, informado, <strong>de</strong> calidad y basado en principios como el <strong>de</strong> confi<strong>de</strong>ncialidad. Los adolescentes<br />

enfrentan diferentes barreras <strong>de</strong> acceso a la anticoncepción y suelen superarlas en condiciones ineficaces por falta<br />

<strong>de</strong> conocimiento, experiencia y empo<strong>de</strong>ramiento. Estas tres falencias pue<strong>de</strong>n atacarse mediante la educación sexual<br />

integral, las campañas <strong>de</strong> información y concientización, los programas <strong>de</strong> formación y consejería, y los servicios<br />

amigables <strong>de</strong> salud sexual y reproductiva.<br />

El efecto <strong>de</strong> estas acciones pue<strong>de</strong> ser contrarrestado si actores sociales clave —como las familias, los medios, el<br />

Estado y la comunidad— siguen <strong>de</strong>sconociendo o con<strong>de</strong>nando la condición <strong>de</strong> sujetos sexuales <strong>de</strong> los adolescentes.<br />

Aunque esto pue<strong>de</strong> dar lugar a diferentes posiciones privadas y públicas, en lo inmediato <strong>de</strong>be enfrentarse con el<br />

acceso universal a la anticoncepción para evitar un aumento <strong>de</strong> la reproducción adolescente, sobre todo la no<br />

<strong>de</strong>seada. Incluso las intervenciones más <strong>de</strong>cididas y sólidas <strong>de</strong> masificación <strong>de</strong> la anticoncepción pue<strong>de</strong>n diluirse<br />

si un segmento <strong>de</strong> los adolescentes carece <strong>de</strong> incentivos para protegerse <strong>de</strong> un embarazo y enfrentan condiciones<br />

socioculturales que los presionan para un inicio temprano <strong>de</strong> la fecundidad. En este sentido, resultan esenciales para<br />

prevenir los embarazos adolescentes la garantía <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho a una educación pertinente y <strong>de</strong> calidad, así como la<br />

apertura y ampliación <strong>de</strong> espacios, oportunida<strong>de</strong>s, proyectos y pasatiempos para los adolescentes.<br />

5. Proteger los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los indígenas y afro<strong>de</strong>scendientes<br />

La superación <strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong> privación y <strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> los pueblos indígenas y afro<strong>de</strong>scendientes es crucial<br />

en un enfoque <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos. Para ello, es preciso implementar políticas acor<strong>de</strong>s a los estándares internacionales<br />

vigentes, como el Convenio sobre Pueblos Indígenas y Tribales, 1989 (Núm. 169) <strong>de</strong> la Organización Internacional<br />

<strong>de</strong>l Trabajo (OIT) y la Declaración <strong>de</strong> las Naciones Unidas sobre los Derechos <strong>de</strong> los Pueblos Indígenas <strong>de</strong> 2007.<br />

Desafortunadamente, la presencia <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s y aspiraciones <strong>de</strong> los pueblos indígenas no es suficientemente<br />

amplia y contun<strong>de</strong>nte en los Objetivos <strong>de</strong> Desarrollo Sostenible. No hay ninguna meta específica relativa a ellos y<br />

solo se mencionan en dos metas como parte <strong>de</strong> poblaciones más amplias en condiciones <strong>de</strong> vulnerabilidad. Aun<br />

menor es la visibilidad <strong>de</strong> las poblaciones afro<strong>de</strong>scendientes, incluida solamente en una meta sobre datos, supervisión<br />

y rendición <strong>de</strong> cuentas, también como parte <strong>de</strong> los grupos en situación <strong>de</strong> vulnerabilidad.<br />

Los países <strong>de</strong> la región reconocieron los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los pueblos indígenas y las personas afro<strong>de</strong>scendientes<br />

mediante la aprobación <strong>de</strong>l Consenso <strong>de</strong> Montevi<strong>de</strong>o sobre Población y Desarrollo en agosto <strong>de</strong> 2013 y la adopción<br />

<strong>de</strong> una Guía operacional para la implementación y el seguimiento <strong>de</strong>l Consenso <strong>de</strong> Montevi<strong>de</strong>o sobre Población<br />

y Desarrollo en México en <strong>2015</strong>. El Consenso expresa el compromiso <strong>de</strong> los Estados <strong>de</strong> seguir avanzando en la<br />

implementación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> los pueblos indígenas como un asunto prioritario para la profundización <strong>de</strong><br />

sus <strong>de</strong>mocracias. En la Guía operacional, se acordaron siete medidas prioritarias para los pueblos indígenas y se<br />

consi<strong>de</strong>ró que era preciso visualizar su situación <strong>de</strong> manera transversal e integral.<br />

De esta manera, el Consenso refuerza y complementa el Programa <strong>de</strong> Acción <strong>de</strong> la Conferencia Internacional<br />

sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) en lo que respecta a los pueblos indígenas. Si bien el capítulo específico<br />

se centra en sus <strong>de</strong>rechos colectivos, su implementación requiere <strong>de</strong> una articulación con los <strong>de</strong>rechos individuales,<br />

visibilizando y tomando en cuenta las necesida<strong>de</strong>s específicas <strong>de</strong> las mujeres, los niños, las niñas, las jóvenes, las<br />

personas mayores y las personas con discapacidad.<br />

En lo que respecta a las poblaciones afro<strong>de</strong>scendientes, la Asamblea General <strong>de</strong> las Naciones Unidas ha<br />

proclamado el Decenio Internacional para los Afro<strong>de</strong>scendientes (resolución 68/237), que abarca el período<br />

Capítulo V<br />

216


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

comprendido entre <strong>2015</strong> y 2024, citando la necesidad <strong>de</strong> fortalecer la cooperación nacional, regional e internacional<br />

en relación con el pleno disfrute <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos, y su plena e<br />

igualitaria participación en todos los aspectos <strong>de</strong> la sociedad. De allí la relevancia <strong>de</strong> su inclusión en el Consenso<br />

<strong>de</strong> Montevi<strong>de</strong>o sobre Población y Desarrollo. Si bien el Programa <strong>de</strong> Acción <strong>de</strong> la CIPD no incluyó <strong>de</strong> manera<br />

explícita la situación <strong>de</strong> los afro<strong>de</strong>scendientes, se ha ido incorporando en las revisiones quinquenales realizadas<br />

en la región.<br />

6. A<strong>de</strong>cuar los sistemas <strong>de</strong> pensiones<br />

Al igual que el gasto en educación, el gasto público en pensiones se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scomponer en dos factores. El primero<br />

es el <strong>de</strong>mográfico y mi<strong>de</strong> la población en edad <strong>de</strong> retiro en relación con la población en edad <strong>de</strong> trabajar (relación<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las personas mayores). El segundo incluye los aspectos no <strong>de</strong>mográficos y mi<strong>de</strong> el beneficio<br />

efectivamente recibido por persona (relación <strong>de</strong>l gasto en pensiones con la productividad). Así, el gasto público en<br />

pensiones como porcentaje <strong>de</strong>l PIB es el producto <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> la población en edad <strong>de</strong> retiro con la población<br />

en edad <strong>de</strong> trabajar, multiplicado por el beneficio por persona en relación con la productividad (PIB por persona en<br />

edad <strong>de</strong> retiro) 12 . Este segundo factor refleja una <strong>de</strong>cisión política frente a la situación <strong>de</strong>mográfica.<br />

En los países más avanzados en la transición <strong>de</strong>mográfica (Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Cuba y Uruguay),<br />

las personas mayores pasarán <strong>de</strong> representar alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l 15% <strong>de</strong> la población en edad <strong>de</strong> trabajar a entre el 40%<br />

y el 60% antes <strong>de</strong> 2070. Este aumento <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia implicaría la triplicación o cuadruplicación<br />

<strong>de</strong> los gastos en pensiones. Si se mantuvieran los niveles actuales <strong>de</strong> la relación entre la pensión media y el PIB<br />

per cápita, los cambios <strong>de</strong>mográficos en la región llevarían en muchos casos (por ejemplo en los <strong>de</strong>l Brasil, Chile<br />

y Cuba) a gran<strong>de</strong>s incrementos <strong>de</strong>l porcentaje <strong>de</strong>l PIB <strong>de</strong>stinado a las pensiones públicas. Por lo tanto, los sistemas<br />

<strong>de</strong> pensiones actuales, que <strong>de</strong> una manera general se caracterizan por baja cobertura y beneficios insuficientes,<br />

<strong>de</strong>berán rea<strong>de</strong>cuarse y fortalecerse, para garantizar la protección <strong>de</strong> una creciente población <strong>de</strong> personas mayores.<br />

7. Crear un sistema público <strong>de</strong> cuidado<br />

Las transformaciones <strong>de</strong> la estructura por edad <strong>de</strong> la población tienen significativos efectos sobre las necesida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> cuidado <strong>de</strong> los diferentes grupos etarios en sus ciclos <strong>de</strong> vida. Asimismo, el cambio <strong>de</strong> la estructura por edad y<br />

la composición <strong>de</strong> los hogares afecta la disponibilidad <strong>de</strong> personas cuidadoras al interior <strong>de</strong> las familias y plantea<br />

retos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong> la autonomía <strong>de</strong> las mujeres, sobre las que recae frecuentemente<br />

el cuidado <strong>de</strong> las personas en los hogares. A esto se suma el riesgo <strong>de</strong> que la ausencia <strong>de</strong> sistemas <strong>de</strong> cuidado genere<br />

otra forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad que afecte a las condiciones <strong>de</strong> vida y la dignidad <strong>de</strong> las personas mayores, <strong>de</strong>pendiendo<br />

<strong>de</strong> si cuentan o no con familiares con recursos económicos y disposición para aten<strong>de</strong>rlos privadamente.<br />

La <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> cuidados en la región es alta y creciente, <strong>de</strong>bido a que, a la necesidad <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>r un número<br />

todavía gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> niños y niñas, se suma el aumento <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> las personas <strong>de</strong> edad o <strong>de</strong>pendientes por sus<br />

condiciones <strong>de</strong> salud (CEPAL, 2010a). Esta ten<strong>de</strong>ncia se acentuará al acelerarse el envejecimiento, <strong>de</strong> modo que la<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y los cuidados en la vejez pasarán a constituir el grueso <strong>de</strong> la carga <strong>de</strong>mográfica <strong>de</strong> asistencia. Esto<br />

hace necesario implementar o reforzar sistemas nacionales <strong>de</strong> cuidados y proveer su financiamiento.<br />

Urge la participación <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r público en la provisión <strong>de</strong> servicios <strong>de</strong> atención <strong>de</strong> cuidado universales, basados<br />

en la prestación compartida entre el Estado, el sector privado, la sociedad civil y los hogares, así como entre hombres<br />

y mujeres. Las políticas <strong>de</strong> cuidado <strong>de</strong>ben aten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> manera integral y coordinada las necesida<strong>de</strong>s en el ciclo <strong>de</strong><br />

vida, así como la disponibilidad, capacidad y <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las personas cuidadoras.<br />

El panorama <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> cuidado en región es heterogéneo; en general, prevalecen políticas para grupos<br />

<strong>de</strong>stinatarios específicos, con bajo nivel <strong>de</strong> integración y coordinación, y, por lo tanto, con dificulta<strong>de</strong>s para respon<strong>de</strong>r<br />

<strong>de</strong> manera integral a las necesida<strong>de</strong>s y al trabajo <strong>de</strong> cuidados.<br />

12<br />

La ecuación <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomposición es: G / Y = P(65+) / P(20-64) * [G / P(65+) / Y / P(20-64)]; don<strong>de</strong> G = gasto público en pensiones,<br />

Y = PIB, P(65+) = población <strong>de</strong> 65 años o más, y P(20-64) = población <strong>de</strong> 20 a 64 años. Véase Miller, Mason y Holz (2011).<br />

Capítulo V<br />

217


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

La Convención Interamericana sobre la Protección <strong>de</strong> los Derechos Humanos <strong>de</strong> las Personas Mayores otorgó a<br />

los Gobiernos en <strong>2015</strong> un mandato <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar sistemas integrales <strong>de</strong> cuidado, que fue reconocido explícitamente<br />

por cinco Conferencias Regionales sobre la Mujer <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe entre 2000 y 2013. Los cuidados<br />

ocupan un lugar central en las medidas para la implementación y el seguimiento <strong>de</strong>l Consenso <strong>de</strong> Montevi<strong>de</strong>o<br />

sobre Población y Desarrollo (CEPAL, <strong>2015</strong>c), que consi<strong>de</strong>ran la inclusión <strong>de</strong>l cuidado en los sistemas <strong>de</strong> protección<br />

social, mediante prestaciones, servicios sociosanitarios y beneficios económicos para maximizar la autonomía, en<br />

particular <strong>de</strong> las personas mayores, y el <strong>de</strong>sarrollo y fortalecimiento <strong>de</strong> políticas y servicios universales <strong>de</strong> cuidados<br />

con un enfoque <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos.<br />

Estas medidas incluyen un acceso equitativo a la atención <strong>de</strong> cuidados; el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> sistemas nacionales<br />

<strong>de</strong> cuidado; el incremento <strong>de</strong> la oferta y calidad <strong>de</strong> estos sistemas, y la creación <strong>de</strong> programas específicos <strong>de</strong><br />

cuidado, incluidos los <strong>de</strong> atención domiciliaria, servicios <strong>de</strong> cuidado comunitario, programas <strong>de</strong> respiro, conserjería,<br />

capacitación y asistencia a personas cuidadoras y programas <strong>de</strong> transferencias para personas cuidadoras, incluidas<br />

las prestaciones <strong>de</strong> la seguridad social. Asimismo, es necesaria una legislación que regule la operación <strong>de</strong> las<br />

instituciones <strong>de</strong> cuidado <strong>de</strong> largo plazo para resguardar los tiempos <strong>de</strong> los trabajadores que cuidan a familiares <strong>de</strong><br />

edad avanzada en condición <strong>de</strong> <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />

Pese a este marco normativo y las experiencias <strong>de</strong> implementación <strong>de</strong> políticas integradas <strong>de</strong> cuidado en la<br />

región, no existe consenso respecto <strong>de</strong> los componentes y las políticas que <strong>de</strong>berían formar parte <strong>de</strong> esos sistemas.<br />

Estos <strong>de</strong>berían aten<strong>de</strong>r las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las diversas poblaciones que requieren <strong>de</strong> cuidados y <strong>de</strong> las personas<br />

cuidadoras, y combinar acciones en la triple dimensión <strong>de</strong> tiempos, recursos y servicios para garantizar el <strong>de</strong>recho<br />

a cuidar y ser cuidado (Huenchuan, 2014; Marco y Rico, 2013; Rico y Robles, <strong>2015</strong>).<br />

La posibilidad <strong>de</strong> que los países implementen estas políticas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> las estructuras <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, la disponibilidad<br />

<strong>de</strong> recursos y las priorida<strong>de</strong>s establecidas, en cuya <strong>de</strong>finición influyen las consi<strong>de</strong>raciones vinculadas a los equilibrios<br />

<strong>de</strong>mográficos. Es <strong>de</strong>seable que una política <strong>de</strong> esta naturaleza se construya <strong>de</strong> manera progresiva e incremental, con<br />

base en los principios <strong>de</strong> igualdad y universalidad en el acceso al cuidado y a la protección social, <strong>de</strong> solidaridad,<br />

consi<strong>de</strong>rando las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cuidado <strong>de</strong> todos los grupos <strong>de</strong> la población, y <strong>de</strong> corresponsabilidad, sobre la base<br />

<strong>de</strong> un reparto igualitario <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> cuidado entre los sexos y <strong>de</strong> respuestas articuladas <strong>de</strong>l Estado, el mercado,<br />

las familias y la comunidad.<br />

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Capítulo V<br />

218


<strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> • <strong>2015</strong><br />

(<strong>2015</strong>c), Guía operacional para la implementación y el seguimiento <strong>de</strong>l Consenso <strong>de</strong> Montevi<strong>de</strong>o sobre Población<br />

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(2012), Cambio estructural para la igualdad: una visión integrada <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo (LC/G.2524(SES.34/3)), Santiago.<br />

(2011), <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, 2010 (LC/G.2481-P), Santiago.<br />

(2010a), Población y salud en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: retos pendientes y nuevos <strong>de</strong>safíos (LC/L.3216(CEP.2010/3)),<br />

Santiago, mayo.<br />

(2010b), La hora <strong>de</strong> la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir (LC/G.2432(SES.33/3)), Santiago.<br />

(2010c), “Consenso <strong>de</strong> Brasilia”, Informe <strong>de</strong> la XI Conferencia Regional sobre la Mujer <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y<br />

el Caribe (LC/L.3309), Santiago.<br />

(2009), <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, 2008 (LC/G.2402-P), Santiago.<br />

(2008), Transformaciones <strong>de</strong>mográficas y su influencia en el <strong>de</strong>sarrollo en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe<br />

(LC/G.2378(SES.32/14)), Santiago.<br />

(2007), “Consenso <strong>de</strong> Quito”, Informe <strong>de</strong> la décima Conferencia Regional sobre la Mujer <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y<br />

el Caribe (LC/G.2361(CRM.10/8)), Santiago.<br />

(2006), <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, 2005 (LC/G.2288-P/E), Santiago.<br />

(2004), “Consenso <strong>de</strong> México”, Informe <strong>de</strong> la Novena Conferencia Regional sobre la Mujer <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y<br />

el Caribe (LC/G.2256(CRM.9/6), Santiago.<br />

(2000), “Consenso <strong>de</strong> Lima”, Informe <strong>de</strong> la Novena Conferencia Regional sobre la Mujer <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y<br />

el Caribe (LC/G.2087(CRM.8/6)), Santiago.<br />

Del Popolo, F., A. M. Oyarce y B. Ribotta (2009), “Indígenas urbanos en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>: Algunos resultados censales<br />

y su relación con los Objetivos <strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong>l Milenio”, Notas <strong>de</strong> Población, N° 86 (LC/G.2349-P), Santiago,<br />

Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL).<br />

Di Cesare, M. (2011), “El perfil epi<strong>de</strong>miológico <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: <strong>de</strong>safíos, límites y acciones”, Documentos<br />

<strong>de</strong> Proyecto (LC/W.395), Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL).<br />

Esteve, A., J. García-Román y R. Lesthaeghe (2012), “The family context of cohabitation and single motherhood in<br />

Latin America”, Population and Development Review, vol. 38, Nº 4.<br />

GRULAC (Grupo <strong>de</strong> Estados <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe) [en línea] http://www.un.org/<strong>de</strong>pts/DGACM/RegionalGroups.shtml.<br />

Guzmán, J. M. y otros (2001), Diagnóstico sobre salud sexual y reproductiva <strong>de</strong> adolescentes <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y<br />

el Caribe, Ciudad <strong>de</strong> México, Fondo <strong>de</strong> Población <strong>de</strong> las Naciones Unidas (UNFPA).<br />

Huenchuan, S. (2014) “¿Qué más puedo esperar a mi edad?”, Cuidado, <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las personas mayores y obligaciones<br />

<strong>de</strong>l Estado, Autonomía y dignidad en la vejez: teoría y práctica en políticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> las personas adultas<br />

mayores (LC/L.3942), S. Huenchuan y R. Rodríguez (eds.), Santiago.<br />

Marco, F. (2007), “El cuidado <strong>de</strong> la niñez en Bolivia y Ecuador: <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> algunos, obligación <strong>de</strong> todas”, serie Mujer<br />

y Desarrollo, Nº 89 (LC/L.2843-P/E), Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL).<br />

Marco, F. y M.N. Rico (2013), “Cuidado y políticas públicas: <strong>de</strong>bates y estado <strong>de</strong> situación a nivel regional”, Las fronteras<br />

<strong>de</strong>l cuidado. Agenda, <strong>de</strong>rechos e infraestructura, Laura Pautassi y Carla Zibecchi (coords.), Buenos Aires, Editorial Biblios.<br />

Martínez, C., T. Miller y P. Saad (2013), “Participación laboral femenina y bono <strong>de</strong> género en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>”,<br />

Documentos <strong>de</strong> Proyecto (LC/W.570), Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL).<br />

Miller, T. y H. C. Castanheira (2013), “The fiscal impact of population aging in Brazil: 2005-2050”, Revista Brasileira<br />

<strong>de</strong> Estudos <strong>de</strong> População, vol. 30, N° 2<br />

Miller, T., C. Mason y M. Holz (2011), “The fiscal impact of <strong>de</strong>mographic change in ten Latin American countries:<br />

projecting public expenditures in education, health, and pensions”, Population Aging: Is Latin America Ready?,<br />

Daniel Cotlear (ed.), Washington, D.C., Banco Mundial.<br />

Capítulo V<br />

219


Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)<br />

MIDES (Ministerio <strong>de</strong> Desarrollo <strong>Social</strong>) (2014), Cuidados como sistema. Propuesta para un mo<strong>de</strong>lo solidario y<br />

corresponsable <strong>de</strong> cuidados en Uruguay, Montevi<strong>de</strong>o.<br />

Naciones Unidas (<strong>2015</strong>a), “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” (A/RES/70/1),<br />

Nueva York.<br />

(<strong>2015</strong>b), “World Population Prospects: The <strong>2015</strong> Revision”, Nueva York, Departamento <strong>de</strong> Asuntos Económicos<br />

y <strong>Social</strong>es [DVD Edition].<br />

(2013), National Transfer Accounts Manual: Measuring and Analyzing the Generational Economy, Nueva York.<br />

OEA (Organización <strong>de</strong> los Estados Americanos) (<strong>2015</strong>), Convención Interamericana sobre la Protección <strong>de</strong> los<br />

Derechos Humanos <strong>de</strong> las Personas Mayores, Washington, D.C., 9 <strong>de</strong> junio.<br />

OCDE (Organización <strong>de</strong> Cooperación y Desarrollo Económicos) (2014), “Long-term baseline projections”, Economic<br />

Outlook, Nº 95, OECD Publishing, mayo.<br />

Oliveira, M. C. y J. Melo (2010), “Gravi<strong>de</strong>z na adolescência e bem-estar infantil: evidências para o Brasil em 2006”,<br />

Revista Latinoamericana <strong>de</strong> Población (RELAP), vol. 3, N° 6, Buenos Aires, Asociación Latinoamericana <strong>de</strong><br />

Población (ALAP).<br />

Pew Hispanic Center (<strong>2015</strong>), “More Mexicans Leaving Than Coming to the U.S.” [en línea] http://www.pewhispanic.org/<br />

<strong>2015</strong>/11/19/more-mexicans-leaving-than-coming-to-the-u-s/.<br />

Rendall, M. y otros (2009), “Universal versus economically polarized change in age at first birth: a French-British<br />

comparison”, Population and Development Review, vol. 35, Nº 1, Nueva York.<br />

Rico, M.N. y C. Robles (<strong>2015</strong>), “Los cuidados como pilar <strong>de</strong> la protección social: <strong>de</strong>safíos para su institucionalización”,<br />

Documentos <strong>de</strong> Proyecto, Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), en prensa.<br />

Rodríguez, J. (2014), “La reproducción en la adolescencia y sus <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>. Introducción al<br />

análisis <strong>de</strong>mográfico, con énfasis en el uso <strong>de</strong> microdatos censales <strong>de</strong> la ronda <strong>de</strong> 2010”, Documentos <strong>de</strong> Proyecto<br />

(LC/W.605), Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL).<br />

(2008), Reproducción adolescente y <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: un llamado a la reflexión y a<br />

la acción, Madrid, Comisión Económica para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL)/Organización Iberoamericana<br />

<strong>de</strong> Juventud (OIJ).<br />

Rodríguez, J. y M. Cobos (2014), “Fecundidad adolescente, unión y crianza: un nuevo escenario en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>”,<br />

Revista Latinoamericana <strong>de</strong> Población, año 8, Nº 15, julio/diciembre.<br />

Ruiz, M., L. Márquez y T. Miller (<strong>2015</strong>), “La mortalidad materna: por qué difieren las mediciones externas <strong>de</strong> las cifras<br />

<strong>de</strong> los países?”, serie Población y Desarrollo, Nº 133 (LC/L.4102), Santiago, Comisión Económica para <strong>América</strong><br />

<strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL), septiembre.<br />

Salvador, S. (2011), “Hacia un sistema nacional <strong>de</strong> cuidados en Uruguay”, El <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> un sistema nacional <strong>de</strong><br />

cuidado para el Uruguay, serie Seminarios y Conferencias, Nº 66 (LC/L.3359), Santiago, Comisión Económica<br />

para <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe (CEPAL).<br />

Stern, C. (1997), “El embarazo en la adolescencia como problema público: una visión crítica”, Salud Pública <strong>de</strong><br />

México, año/vol. 39, Nº 002, Ciudad <strong>de</strong> México, Instituto Nacional <strong>de</strong> Salud Pública, marzo-abril.<br />

Wong, L. R. y J. A. Carvalho (2006), “Age-structural transition in Brazil: <strong>de</strong>mographic bonuses and emerging<br />

challenges”, Age-Structural Transitions: Challenges for Development, I. Pool y L. R. Wong (eds.), París, Comité<br />

para la Cooperación Internacional en las Investigaciones Nacionales sobre Demografía (CICRED).<br />

Capítulo V<br />

220


Publicaciones recientes <strong>de</strong> la CEPAL<br />

ECLAC recent publications<br />

www.cepal.org/publicaciones<br />

Informes periódicos / Annual reports<br />

También disponibles para años anteriores / Issues for previous years also available<br />

• Estudio Económico <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe 2016, 242 p.<br />

Economic Survey of Latin America and the Caribbean 2016, 230 p.<br />

• La Inversión Extranjera Directa en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe <strong>2015</strong>, 150 p.<br />

Foreign Direct Investment in Latin America and the Caribbean <strong>2015</strong>, 140 p.<br />

• Anuario Estadístico <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe <strong>2015</strong> / Statistical Yearbook for Latin America and the Caribbean <strong>2015</strong>, 235 p.<br />

• Balance Preliminar <strong>de</strong> las Economías <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe <strong>2015</strong>, 104 p.<br />

Preliminary Overview of the Economies of Latin America and the Caribbean <strong>2015</strong>, 98 p.<br />

• <strong>Panorama</strong> <strong>Social</strong> <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> <strong>2015</strong>. Documento informativo, 68 p.<br />

<strong>Social</strong> <strong>Panorama</strong> of Latin America <strong>2015</strong>. Briefing paper, 66 p.<br />

• <strong>Panorama</strong> <strong>de</strong> la Inserción Internacional <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe <strong>2015</strong>, 102 p.<br />

Latin America and the Caribbean in the World Economy <strong>2015</strong>, 98 p.<br />

Libros y documentos institucionales / Institutional books and documents<br />

• 40 años <strong>de</strong> agenda regional <strong>de</strong> género, 2016, 130 p.<br />

40 years of the regional gen<strong>de</strong>r agenda, 128 p.<br />

• La nueva revolución digital: <strong>de</strong> la Internet <strong>de</strong>l consumo a la Internet <strong>de</strong> la producción, 2016, 100 p.<br />

The new digital revolution: From the consumer Internet to the industrial Internet, 2016, 100 p.<br />

• <strong>Panorama</strong> fiscal <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe 2016: las finanzas públicas ante el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> conciliar austeridad con crecimiento<br />

e igualdad, 2016, 90 p.<br />

• Reflexiones sobre el <strong>de</strong>sarrollo en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: conferencias magistrales <strong>2015</strong>, 2016, 74 p.<br />

• <strong>Panorama</strong> Económico y <strong>Social</strong> <strong>de</strong> la Comunidad <strong>de</strong> Estados Latinoamericanos y Caribeños, <strong>2015</strong>, 58 p.<br />

Economic and <strong>Social</strong> <strong>Panorama</strong> of the Community of Latin American and Caribbean States <strong>2015</strong>, 56 p.<br />

• Desarrollo social inclusivo: una nueva generación <strong>de</strong> políticas para superar la pobreza y reducir la <strong>de</strong>sigualdad en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe,<br />

<strong>2015</strong>, 180 p.<br />

Inclusive social <strong>de</strong>velopment: The next generation of policies for overcoming poverty and reducing inequality in Latin America and<br />

the Caribbean, <strong>2015</strong>, 172 p.<br />

• Guía operacional para la implementación y el seguimiento <strong>de</strong>l Consenso <strong>de</strong> Montevi<strong>de</strong>o sobre Población y Desarrollo, <strong>2015</strong>, 146 p.<br />

Operational gui<strong>de</strong> for implementation and follow-up of the Montevi<strong>de</strong>o Consensus on Population and Development, <strong>2015</strong>, 139 p.<br />

• <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: una mirada al futuro <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los Objetivos <strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong>l Milenio. Informe regional <strong>de</strong> monitoreo <strong>de</strong> los Objetivos<br />

<strong>de</strong> Desarrollo <strong>de</strong>l Milenio (ODM) en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, <strong>2015</strong>, 88 p.<br />

Latin America and the Caribbean: Looking ahead after the Millennium Development Goals. Regional monitoring report on the Millennium<br />

Development Goals in Latin America and the Caribbean, <strong>2015</strong>, 88 p.<br />

• La nueva revolución digital: <strong>de</strong> la Internet <strong>de</strong>l consumo a la Internet <strong>de</strong> la producción, <strong>2015</strong>, 98 p.<br />

The new digital revolution: From the consumer Internet to the industrial Internet, <strong>2015</strong>, 98 p.<br />

• Globalización, integración y comercio inclusivo en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>. Textos seleccionados <strong>de</strong> la CEPAL (2010-2014), <strong>2015</strong>, 326 p.<br />

• El <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> la sostenibilidad ambiental en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe. Textos seleccionados <strong>de</strong> la CEPAL (2012-2014), <strong>2015</strong>, 148 p.<br />

• Pactos para la igualdad: hacia un futuro sostenible, 2014, 340 p.<br />

Covenants for Equality: Towards a sustainable future, 2014, 330 p.


• Cambio estructural para la igualdad: una visión integrada <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo, 2012, 330 p.<br />

Structural Change for Equality: An integrated approach to <strong>de</strong>velopment, 2012, 308 p.<br />

• La hora <strong>de</strong> la igualdad: brechas por cerrar, caminos por abrir, 2010, 290 p.<br />

Time for Equality: Closing gaps, opening trails, 2010, 270 p.<br />

A Hora da Igualda<strong>de</strong>: Brechas por fechar, caminhos por abrir, 2010, 268 p.<br />

Libros <strong>de</strong> la CEPAL / ECLAC books<br />

139 Hacia una nueva gobernanza <strong>de</strong> los recursos naturales en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe, Hugo Altomonte, Ricardo J. Sánchez, 2016, 256 p.<br />

138 Estructura productiva y política macroeconómica: enfoques heterodoxos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, Alicia Bárcena Ibarra, Antonio Prado,<br />

Martín Abeles (eds.), <strong>2015</strong>, 282 p.<br />

137 Juventud: realida<strong>de</strong>s y retos para un <strong>de</strong>sarrollo con igualdad, Daniela Trucco, Heidi Ullmann (eds.), <strong>2015</strong>, 282 p.<br />

136 Instrumentos <strong>de</strong> protección social: caminos latinoamericanos hacia la universalización, Simone Cecchini, Fernando Filgueira,<br />

Rodrigo Martínez, Cecilia Rossel (eds.), <strong>2015</strong>, 510 p.<br />

135 Rising concentration in Asia-Latin American value chains: Can small firms turn the ti<strong>de</strong>?, Osvaldo Rosales, Keiji Inoue, Nanno Mul<strong>de</strong>r (eds.),<br />

<strong>2015</strong>, 282 p.<br />

134 Desigualdad, concentración <strong>de</strong>l ingreso y tributación sobre las altas rentas en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>, Juan Pablo Jiménez (ed.), <strong>2015</strong>, 172 p.<br />

Copublicaciones / Co-publications<br />

• El imperativo <strong>de</strong> la igualdad, Alicia Bárcena, Antonio Prado, CEPAL/Siglo Veintiuno, Argentina, 2016, 244 p.<br />

• Gobernanza global y <strong>de</strong>sarrollo: nuevos <strong>de</strong>safíos y priorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la cooperación internacional, José Antonio Ocampo (ed.), CEPAL/Siglo<br />

Veintiuno, Argentina, <strong>2015</strong>, 286 p.<br />

• Decentralization and Reform in Latin America: Improving Intergovernmental Relations, Giorgio Brosio and Juan Pablo Jiménez (eds.),<br />

ECLAC/Edward Elgar Publishing, United Kingdom, 2012, 450 p.<br />

• Sentido <strong>de</strong> pertenencia en socieda<strong>de</strong>s fragmentadas: <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una perspectiva global, Martín Hopenhayn y Ana Sojo (comps.),<br />

CEPAL/Siglo Veintiuno, Argentina, 2011, 350 p.<br />

Coediciones / Co-editions<br />

• Perspectivas económicas <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> 2016: hacia una nueva asociación con China, <strong>2015</strong>, 240 p.<br />

Latin American Economic Outlook 2016: Towards a new Partnership with China, <strong>2015</strong>, 220 p.<br />

• Perspectivas <strong>de</strong> la agricultura y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo rural en las <strong>América</strong>s: una mirada hacia <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe <strong>2015</strong>-2016, CEPAL/FAO/IICA,<br />

<strong>2015</strong>, 212 p.<br />

Documentos <strong>de</strong> proyecto / Project documents<br />

• Complejos productivos y territorio en la Argentina: aportes para el estudio <strong>de</strong> la geografía económica <strong>de</strong>l país, <strong>2015</strong>, 216 p.<br />

• Las juventu<strong>de</strong>s centroamericanas en contextos <strong>de</strong> inseguridad y violencia: realida<strong>de</strong>s y retos para su inclusión social, Teresita Escotto Quesada,<br />

<strong>2015</strong>, 168 p.<br />

• La economía <strong>de</strong>l cambio climático en el Perú, 2014, 152 p.<br />

Cua<strong>de</strong>rnos estadísticos <strong>de</strong> la CEPAL<br />

44 Las cuentas <strong>de</strong> los hogares y el bienestar en <strong>América</strong> <strong>Latina</strong>. Más allá <strong>de</strong>l PIB, 2016.<br />

43 Estadísticas económicas <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe: Aspectos metodológicos y resultados <strong>de</strong>l cambio <strong>de</strong> año base <strong>de</strong> 2005 a 2010<br />

Series <strong>de</strong> la CEPAL / ECLAC Series<br />

Asuntos <strong>de</strong> Género / Comercio Internacional / Desarrollo Productivo / Desarrollo Territorial / Estudios Estadísticos / Estudios y Perspectivas<br />

(Bogotá, Brasilia, Buenos Aires, México, Montevi<strong>de</strong>o) / Studies and Perspectives (The Caribbean, Washington) / Financiamiento <strong>de</strong>l Desarrollo /<br />

Gestión Pública / Informes y Estudios Especiales / Macroeconomía <strong>de</strong>l Desarrollo / Medio Ambiente y Desarrollo / Población y Desarrollo / Política<br />

Fiscal / Políticas <strong>Social</strong>es / Recursos Naturales e Infraestructura / Seminarios y Conferencias.<br />

Manuales <strong>de</strong> la CEPAL<br />

3 Manual <strong>de</strong> formación regional para la implementación <strong>de</strong> la resolución 1325 (2000) <strong>de</strong>l Consejo <strong>de</strong> Seguridad <strong>de</strong> las Naciones Unidas relativa a<br />

las mujeres, la paz y la seguridad, María Cristina Benavente R., Marcela Donadio, Pamela Villalobos, 2016, 126 p.<br />

2 Guía general para la gestión <strong>de</strong> residuos sólidos domiciliarios, Estefani Rondón Toro, Marcel Szantó Narea, Juan Francisco Pacheco, Eduardo<br />

Contreras, Alejandro Gálvez, 2016, 212 p.<br />

1 La planificación participativa para lograr un cambio estructural con igualdad: las estrategias <strong>de</strong> participación ciudadana en los procesos <strong>de</strong><br />

planificación multiescalar, Carlos Sandoval, Andrea Sanhueza, Alicia Williner, <strong>2015</strong>, 74 p.


Revista CEPAL / CEPAL Review<br />

La Revista se inició en 1976, con el propósito <strong>de</strong> contribuir al examen <strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo socioeconómico <strong>de</strong> la región. La Revista<br />

CEPAL se publica en español e inglés tres veces por año.<br />

CEPAL Review first appeared in 1976, its aim being to make a contribution to the study of the economic and social <strong>de</strong>velopment problems<br />

of the region. CEPAL Review is published in Spanish and English versions three times a year.<br />

Observatorio <strong>de</strong>mográfico / Demographic Observatory<br />

Edición bilingüe (español e inglés) que proporciona información estadística actualizada, referente a estimaciones y proyecciones <strong>de</strong> población <strong>de</strong><br />

los países <strong>de</strong> <strong>América</strong> <strong>Latina</strong> y el Caribe. Des<strong>de</strong> 2013 el Observatorio aparece una vez al año.<br />

Bilingual publication (Spanish and English) proving up-to-date estimates and projections of the populations of the Latin American and Caribbean<br />

countries. Since 2013, the Observatory appears once a year.<br />

Notas <strong>de</strong> población<br />

Revista especializada que publica artículos e informes acerca <strong>de</strong> las investigaciones más recientes sobre la dinámica <strong>de</strong>mográfica en la región.<br />

También incluye información sobre activida<strong>de</strong>s científicas y profesionales en el campo <strong>de</strong> población. La revista se publica <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1973 y aparece<br />

dos veces al año, en junio y diciembre.<br />

Specialized journal which publishes articles and reports on recent studies of <strong>de</strong>mographic dynamics in the region. Also inclu<strong>de</strong>s information on<br />

scientific and professional activities in the field of population. Published since 1973, the journal appears twice a year in June and December.<br />

Las publicaciones <strong>de</strong> la CEPAL están disponibles en:<br />

ECLAC publications are available at:<br />

www.cepal.org/publicaciones<br />

También se pue<strong>de</strong>n adquirir a través <strong>de</strong>:<br />

They can also be or<strong>de</strong>red through:<br />

www.un.org/publications<br />

United Nations Publications<br />

PO Box 960<br />

Herndon, VA 20172<br />

USA<br />

Tel. (1-888)254-4286<br />

Fax (1-800)338-4550<br />

Contacto / Contact: publications@un.org<br />

Pedidos / Or<strong>de</strong>rs: or<strong>de</strong>r@un.org


COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE (CEPAL)<br />

ECONOMIC COMMISSION FOR LATIN AMERICA AND THE CARIBBEAN (ECLAC)<br />

www.cepal.org

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