La investigación en gestión del riesgo de desastres

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21.12.2016 Views

Innova | Boletín informativo del IEMP - Instituto de Estudios del Ministerio Público 42 » destino más allá de las fronteras nacionales. Los principios kantianos, los procedimientos marxistas y el pensamiento de Nietzsche, que dividían a la humanidad en grupos cerrados de carácter étnico, económico religioso o territorial, y que daba fundamento a los constructores de la autoperpetuación de la sociedad burguesa, se han convertido en un idealismo retrógrado que en la sociedad del riesgo mundial carecen de sentido, pues el orden mundial ha tomado otros rumbos y la soberanía nacional ha sido reemplazada por la cooperación transnacional, en aras a la propia supervivencia. William Ospina, de la Universidad de Antioquia, afirma con mucha razón que: (…) los grandes inventos no son los artefactos, ni las cosas que nos hacen más eficaces, ni más veloces ni más capaces de destrucción y de intimidación, ni más capaces de acumulación y de egoísmo. Los grandes inventos son los que nos hicieron humanos en el sentido más silvestre del termino: El que utilizamos para decir que alguien es generoso o compasivo o cordial o capaz de inteligencia serena o capaz de solidaridad (Ospina y Bonnett, 2012, pp. 28 - 29). En palaras de Bonnett, el gran riesgo en Colombia es que: Ante la visión desoladora de la corrupción y el saqueo despiadado del dinero público, del cinismo político, de la penetración corruptora del crimen, de la perpetuación de la guerra y la debilidad del Estado es natural que el individuo se sienta abrumado e impotente. Esa impotencia puede hacerle creer que como ciudadano es víctima Recuperado de (2016, 23 de agosto) http://goo.gl/v3wxPY. Autora Francy Rodríguez de un determinismo histórico frente al cual no hay acción posible (ibíd., p. 28) Desde la perspectiva adoptada por los autores se afirma que una doctrina del crecimiento económico, que no solo encumbra a unos países en la opulencia y el derroche, en el zaqueo de los recursos planetarios y en la producción de basuras irreductibles, que abisma a la mayor parte de la humanidad en la precariedad y la indigencia, y que cada vez precipita crisis más amplias y absurdas, es una doctrina que sujeta a las propias naciones opulentas a temporales de riesgo y depresión. Los riesgos de nuestra era se caracterizan por un modelo de producción y de comercio, cuyo frenesí de velocidad y de productividad, de consumo y de obsolescencia de los objetos, precipita la alteración de los ciclos del clima y la transformación del planeta en un organismo impredecible. Igualmente, un desequilibrio creciente del acceso a los recursos, al conocimiento, a la iniciativa, convierte las clásicas tensiones del poder y de la sociedad en escenarios del terror y de la arbitrariedad. Una doctrina del poder corroída por el fracaso de los valores históricos que fundamentaron toda moral y toda ética convierten nuestro planeta en un escenario de miedo, de incertidumbre, de sensación de impotencia y de riesgo permanentes. No es la ignorancia, es el conocimiento lo que nos ha hecho tan peligrosos, pues a pesar de estar en manos de la razón nunca hubo tanto miedo, ni tanta incertidumbre frente al designio de las transformaciones. El terrorismo, la corrupción, el zaqueo de la naturaleza, como ya se dijo, junto con la subordinación de los intereses de la humanidad a los intereses particulares de la industria, las finanzas, las oligarquías y plutocracias legales y de las mafias que son reflejo en los espejos deformantes de la ilegalidad, ilustran lo que es la sociedad mundial del riesgo en la globalización. También existe una tendencia en la teoría del derecho que mira a la globalización como un peligro constante que sirve para reforzar la supuesta seguridad que estaría en manos de los guardianes del mundo y sus aliados, por lo que la razón de Estado y el Estado de excep- «El terrorismo, la corrupción, el zaqueo de la naturaleza (...), junto con la subordinación de los intereses de la humanidad a los intereses particulares de la industria, las finanzas, las oligarquías y plutocracias legales y de las mafias que son reflejo en los espejos deformantes de la ilegalidad, ilustran lo que es la sociedad mundial del riesgo en la globalización». ción permanente se globalizan proponiendo el trasplante del derecho penal del enemigo a nivel global. Con lo anterior, la globalización a nivel jurídico se polariza, se mercantiliza, dado que para combatir al enemigo los países deberán invertir recursos; además, permite administrar la restricción de libertades y derechos, justifica el incremento de controles y, lo peor de todo, genera más incertidumbre, desconfianza y la criminalización de la sociedad. La cultura del Estado nación, aunque sigue existiendo, adquiere el carácter cosmopolita que se identifica con regímenes transnacionales, movimientos sociales, Estados expertos, que combinan sus reflexiones para dar respuestas a riesgos globales. La sociedad del riesgo Los riesgos tienen la misma fuerza destructiva que las guerras y se extienden a todos los ámbitos. Lo inédito de la sociedad del riesgo mundial es la escenificación de los riesgos y su utilización con fines políticos. Como resultado se tiene entonces, que el miedo se convierte en un sentimiento que acompaña nuestras vidas. La seguridad desplaza a la libertad y la igualdad en la escala de valores. «La sociedad del riesgo» ha contribuido a un nuevo enfoque sociológico que intenta comprender las amenazas por las que atraviesa la humanidad a partir del último cuarto del siglo xx. En la época presente, nada de lo que ocurra en nuestro planeta podrá ser un suceso localmente delimitado, sino que todos los descubrimientos, victorias y catástrofes afectarán a todo el mundo de

| número 27 | octubre de 2016 Tríptico El juicio final de El Bosco (1482). Recuperado de (2016, 23 de agosto) http://goo.gl/2LYkEH «Los daños ambientales no han sido provocados por la naturaleza, sino por el género humano (...) la civilización se pone en peligro a sí misma, cosa que no es imputable a Dios, a los dioses, ni a la naturaleza, sino a las decisiones humanas y los efectos industriales, es decir, a la tendencia de la civilización a configurar y controlar todo». forma tal que los habitantes del planeta deben reorientar y reorganizar sus vidas y quehaceres, así como las organizaciones e instituciones, como consecuencia del ensanchamiento del campo geográfico y la creciente densidad del intercambio internacional, así como el carácter global de la red de mercados financieros y del poder cada vez mayor de las multinacionales. Como el resultado de la revolución permanente en el terreno de la información y las tecnologías de la comunicación, al igual que con la exigencia universal de respetar los derechos humanos, y ante los problemas de la pobreza global, los daños y atentados ecológicos globales y los conflictos transculturales, el concepto de globalización se describe como un proceso que crea vínculos y espacios sociales transnacionales, que revaloriza culturas locales, y que trae a primer plano terceras culturas. La globalidad y la globalización constituyen una sociedad del riesgo como una característica de la dinámica social, cuyos componentes son las amenazas fundamentalmente ecológicas, aunque estén condicionadas por motivos políticos; el peligro nuclear, los actos terroristas, las grandes desigualdades sociales y la miseria que redunda en una sobre explotación de los recursos naturales conllevan al calentamiento global y la contaminación de los suelos. La noción de la sociedad del riesgo mundial es pertinente en un mundo que se puede caracterizar por una pérdida de distinción clara entre naturaleza y cultura. Esas amenazas, y esos riegos, no pertenecen a un solo país o región ni a una sola clase social, sino que son globales, planetarios. Es decir, si hay algo que es global y globalizador es el riesgo: no respeta fronteras, es universal por excelencia, no es patrimonio de un lugar sino del planeta. En consecuencia, los riegos afectan más tarde o más temprano a quienes los producen o se benefician de ellos. Los daños ambientales no han sido provocados por la naturaleza, sino por el género humano a través de la ciencia y la tecnología. El uso de estas en lugar de salvar a la humanidad más bien amenaza con extinguirla. Beck formula esto claramente afirmando que se trata de un caso en el que la civilización se pone en peligro a sí misma, cosa que no es imputable a Dios, a los dioses, ni a la naturaleza, sino a las decisiones humanas y los efectos industriales, es decir, a la tendencia de la civilización a configurar y controlar todo. Esos riesgos y los miedos que producen «unifican» a la humanidad, constituyéndose una «sociedad global». Esta sociedad global se constituye primero, porque los daños ambientales afectan a la totalidad del planeta, y segundo, porque hay una toma de conciencia mundial de que esos daños pueden acabar con el planeta. El miedo al «fin del mundo» se generaliza frente a lo que se formula: la necesidad de hacer algo al respecto. Se trata de una teoría sociológica que, a diferencia de las anteriores, trata de explicar lo que sucede actualmente en el mundo a partir de lo ecológico o ambiental. Pero lo ecológico no se limita solamente a plantas y animales, reino vegetal y reino animal, sino que incluye hombres y mujeres, y el desplazamiento de ellos y ellas a lo largo y ancho del planeta. En otras palabras, las migraciones, uno de los grandes problemas de la humanidad en la sociedad global. Conclusiones En las sociedades contemporáneas, una proporción bastante elevada de los riesgos está directamente relacionada con la tecnología y el sistema productivo, y se caracteriza porque se trata de riesgos difícilmente detectables por los sentidos humanos. La contaminación química, la modificación genética de organismos o los efectos del cambio climático son algunos ejemplos de nuevos riesgos ambientales que se vienen a sumar a las terribles consecuencias provocadas por la contaminación industrial, en las últimas décadas del siglo xx. Sin embargo, el análisis no sería completo si no añadiéramos a la lista de riesgos el peligro latente de ruptura social, que la globalización y los nuevos procesos de transformación económica están provocando en el seno de nuestra sociedad. La progresión y el aumento de estos nuevos riesgos, incluidos el terrorismo y las migraciones, están teniendo consecuencias políticas en la implementación, por parte de los gobiernos, de políticas orientadas al control y a la reducción de los riesgos. Es necesario afirmar que la sociedad del riesgo se origina allí donde los sistemas normativos y las » 43

| número 27 | octubre <strong>de</strong> 2016<br />

Tríptico El juicio final <strong>de</strong> El Bosco (1482). Recuperado <strong>de</strong> (2016, 23 <strong>de</strong> agosto) http://goo.gl/2LYkEH<br />

«Los daños ambi<strong>en</strong>tales no han sido provocados por la naturaleza, sino por el género humano (...) la civilización se pone <strong>en</strong> peligro a sí misma,<br />

cosa que no es imputable a Dios, a los dioses, ni a la naturaleza, sino a las <strong>de</strong>cisiones humanas y los efectos industriales, es <strong>de</strong>cir, a la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia<br />

<strong>de</strong> la civilización a configurar y controlar todo».<br />

forma tal que los habitantes<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> planeta <strong>de</strong>b<strong>en</strong> reori<strong>en</strong>tar<br />

y reorganizar sus vidas y quehaceres,<br />

así como las organizaciones<br />

e instituciones, como<br />

consecu<strong>en</strong>cia <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>en</strong>sanchami<strong>en</strong>to<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> campo geográfico<br />

y la creci<strong>en</strong>te d<strong>en</strong>sidad <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

intercambio internacional, así<br />

como el carácter global <strong>de</strong> la<br />

red <strong>de</strong> mercados financieros y<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> po<strong>de</strong>r cada vez mayor <strong>de</strong><br />

las multinacionales.<br />

Como el resultado <strong>de</strong> la<br />

revolución perman<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el<br />

terr<strong>en</strong>o <strong>de</strong> la información y<br />

las tecnologías <strong>de</strong> la comunicación,<br />

al igual que con la exig<strong>en</strong>cia<br />

universal <strong>de</strong> respetar los<br />

<strong>de</strong>rechos humanos, y ante los<br />

problemas <strong>de</strong> la pobreza global,<br />

los daños y at<strong>en</strong>tados ecológicos<br />

globales y los conflictos<br />

transculturales, el concepto<br />

<strong>de</strong> globalización se <strong>de</strong>scribe<br />

como un proceso que crea<br />

vínculos y espacios sociales<br />

transnacionales, que revaloriza<br />

culturas locales, y que trae a<br />

primer plano terceras culturas.<br />

<strong>La</strong> globalidad y la globalización<br />

constituy<strong>en</strong> una sociedad<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>riesgo</strong> como una<br />

característica <strong>de</strong> la dinámica<br />

social, cuyos compon<strong>en</strong>tes<br />

son las am<strong>en</strong>azas fundam<strong>en</strong>talm<strong>en</strong>te<br />

ecológicas, aunque<br />

estén condicionadas por motivos<br />

políticos; el peligro nuclear,<br />

los actos terroristas, las<br />

gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sociales<br />

y la miseria que redunda <strong>en</strong><br />

una sobre explotación <strong>de</strong> los<br />

recursos naturales conllevan al<br />

cal<strong>en</strong>tami<strong>en</strong>to global y la contaminación<br />

<strong>de</strong> los suelos.<br />

<strong>La</strong> noción <strong>de</strong> la sociedad<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>riesgo</strong> mundial es pertin<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> un mundo que se pue<strong>de</strong><br />

caracterizar por una pérdida <strong>de</strong><br />

distinción clara <strong>en</strong>tre naturaleza<br />

y cultura. Esas am<strong>en</strong>azas, y esos<br />

riegos, no pert<strong>en</strong>ec<strong>en</strong> a un solo<br />

país o región ni a una sola clase<br />

social, sino que son globales,<br />

planetarios. Es <strong>de</strong>cir, si hay algo<br />

que es global y globalizador es<br />

el <strong>riesgo</strong>: no respeta fronteras, es<br />

universal por excel<strong>en</strong>cia, no es<br />

patrimonio <strong>de</strong> un lugar sino <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

planeta. En consecu<strong>en</strong>cia, los<br />

riegos afectan más tar<strong>de</strong> o más<br />

temprano a qui<strong>en</strong>es los produc<strong>en</strong><br />

o se b<strong>en</strong>efician <strong>de</strong> ellos.<br />

Los daños ambi<strong>en</strong>tales<br />

no han sido provocados por<br />

la naturaleza, sino por el género<br />

humano a través <strong>de</strong> la<br />

ci<strong>en</strong>cia y la tecnología. El uso<br />

<strong>de</strong> estas <strong>en</strong> lugar <strong>de</strong> salvar a la<br />

humanidad más bi<strong>en</strong> am<strong>en</strong>aza<br />

con extinguirla. Beck formula<br />

esto claram<strong>en</strong>te afirmando<br />

que se trata <strong>de</strong> un caso <strong>en</strong> el<br />

que la civilización se pone <strong>en</strong><br />

peligro a sí misma, cosa que<br />

no es imputable a Dios, a los<br />

dioses, ni a la naturaleza, sino<br />

a las <strong>de</strong>cisiones humanas y los<br />

efectos industriales, es <strong>de</strong>cir, a<br />

la t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> la civilización a<br />

configurar y controlar todo.<br />

Esos <strong>riesgo</strong>s y los miedos<br />

que produc<strong>en</strong> «unifican» a la<br />

humanidad, constituyéndose<br />

una «sociedad global». Esta<br />

sociedad global se constituye<br />

primero, porque los daños<br />

ambi<strong>en</strong>tales afectan a la totalidad<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> planeta, y segundo,<br />

porque hay una toma <strong>de</strong> conci<strong>en</strong>cia<br />

mundial <strong>de</strong> que esos<br />

daños pued<strong>en</strong> acabar con el<br />

planeta. El miedo al «fin <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

mundo» se g<strong>en</strong>eraliza fr<strong>en</strong>te<br />

a lo que se formula: la necesidad<br />

<strong>de</strong> hacer algo al respecto.<br />

Se trata <strong>de</strong> una teoría sociológica<br />

que, a difer<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> las<br />

anteriores, trata <strong>de</strong> explicar lo<br />

que suce<strong>de</strong> actualm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el<br />

mundo a partir <strong>de</strong> lo ecológico<br />

o ambi<strong>en</strong>tal. Pero lo ecológico<br />

no se limita solam<strong>en</strong>te a plantas<br />

y animales, reino vegetal y<br />

reino animal, sino que incluye<br />

hombres y mujeres, y el <strong>de</strong>splazami<strong>en</strong>to<br />

<strong>de</strong> ellos y ellas a<br />

lo largo y ancho <strong><strong>de</strong>l</strong> planeta. En<br />

otras palabras, las migraciones,<br />

uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s problemas<br />

<strong>de</strong> la humanidad <strong>en</strong> la sociedad<br />

global.<br />

Conclusiones<br />

En las socieda<strong>de</strong>s contemporáneas,<br />

una proporción bastante<br />

elevada <strong>de</strong> los <strong>riesgo</strong>s está directam<strong>en</strong>te<br />

relacionada con la<br />

tecnología y el sistema productivo,<br />

y se caracteriza porque se<br />

trata <strong>de</strong> <strong>riesgo</strong>s difícilm<strong>en</strong>te<br />

<strong>de</strong>tectables por los s<strong>en</strong>tidos<br />

humanos. <strong>La</strong> contaminación<br />

química, la modificación g<strong>en</strong>ética<br />

<strong>de</strong> organismos o los<br />

efectos <strong><strong>de</strong>l</strong> cambio climático<br />

son algunos ejemplos <strong>de</strong> nuevos<br />

<strong>riesgo</strong>s ambi<strong>en</strong>tales que se<br />

vi<strong>en</strong><strong>en</strong> a sumar a las terribles<br />

consecu<strong>en</strong>cias provocadas por<br />

la contaminación industrial, <strong>en</strong><br />

las últimas décadas <strong><strong>de</strong>l</strong> siglo xx.<br />

Sin embargo, el análisis no sería<br />

completo si no añadiéramos<br />

a la lista <strong>de</strong> <strong>riesgo</strong>s el peligro<br />

lat<strong>en</strong>te <strong>de</strong> ruptura social, que<br />

la globalización y los nuevos<br />

procesos <strong>de</strong> transformación<br />

económica están provocando<br />

<strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o <strong>de</strong> nuestra sociedad.<br />

<strong>La</strong> progresión y el aum<strong>en</strong>to<br />

<strong>de</strong> estos nuevos <strong>riesgo</strong>s,<br />

incluidos el terrorismo y las<br />

migraciones, están t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do<br />

consecu<strong>en</strong>cias políticas <strong>en</strong> la<br />

implem<strong>en</strong>tación, por parte<br />

<strong>de</strong> los gobiernos, <strong>de</strong> políticas<br />

ori<strong>en</strong>tadas al control y a la reducción<br />

<strong>de</strong> los <strong>riesgo</strong>s. Es necesario<br />

afirmar que la sociedad<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>riesgo</strong> se origina allí don<strong>de</strong><br />

los sistemas normativos y las<br />

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