Iberia Magazine Nº 8 Edición Digital

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12.12.2016 Views

B E B I D A S VINOS DE MESA Como regla general, mientras más magra sea la carne, menos taninos deberá contener el vino. Por el contrario, la carne más grasa deberá combinarse con vinos tánicos y de buena estructura. de estos varietales será la elección ideal. Por el contrario, las carnes más grasas requieren de un vino más in - ten so. Las carnes de cerdo siguen el mismo criterio general. Si bien algunos vinos blancos pueden maridar bien con el cerdo, una elección para destacar estas carnes será un Pinot Noir reserva, un Merlot o un Carmenere, vinos de intensidad media y de taninos suaves y aterciopelados. La etiqueta dependerá del corte elegido, siendo el solomillo y la paleta los cortes más magros, que ameritan vinos 54 ● Iberia Magazine más ligeros y afrutados. Las carnes marinadas, sazonadas con especias, así como también aquellas que incluyen hierbas aromáticas en su preparación o son guisadas, darán vida a platos muy perfumados. Ante la com - plejidad planteada en el plato, lo ideal será acompañar con varietales que no opaquen los aromas del menú, como el Cabernet Franc, el Merlot o un Tempranillo de crianza. Algunos tipos de cocina internacional incorporan especias exóticas y picantes a los platos realizados a partir de carnes rojas. El mejor vino tinto para estos casos será un rosé con tenor alcohólico medio, buena acidez y azúcar residual, que refresque el paladar y compense con su acidez y ligereza los sabores intensos. Las carnes asadas admiten vi - nos que aporten más complejidad, para crear un desafiante maridaje por contraste, que permita descubrir los sabores y aromas del vino. En estos casos, un vino de crianza o un blend son magníficas opciones para combinar la exquisita simpleza de la parrilla con notas de cata que inspiren los sentidos. Por último, si se utilizó vino en la preparación de la carne, hay que procurar que se sirva luego el mismo vino con la comida, para lograr así una perfecta armonía.

M aridar pastas es un juego en el que necesitamos partir de lo general para reecontrarnos con lo particular, desandar el camino de la preparación y conocer cada uno de los ingredientes que conforman el plato para, de esta manera, encontrar el vino perfecto. La clave para maridar pastas reside en reconocer que el principal protagonista a tener en cuenta para el maridaje es la sal - sa, no la pasta en sí. Existe una pequeña excepción si de pastas rellenas se trata; sin embargo, seguirá siendo la salsa lo que determina con qué vino combinará me - jor. La pasta, en este caso, es el personaje secundario en un escenario donde la sal - sa se vuelve protagonista y define los roles principales junto al vino. Salsas rojas y con queso El más clásico acompañante de las pas - tas son las salsas de tomate, muchas ve - ces combinadas con carnes rojas. La aci dez del tomate invita a compartir un vino tinto, varietal o blend, de cuerpo medio y un poco de acidez. Mientras más rica en grasas sea la carne de la salsa, podemos optar por más cuerpo en el vino. El queso es otro de los ingredientes tradicionales que acompañan las pastas y que, además, marida exquisitamente con el vino por sí solo. Gracias a esta buena unión, la gama de vinos que podemos elegir para acompañar estos pla- EL MEJOR TIPO DE VINO PARA LAS PASTAS Y SUS SALSAS tos es de lo más amplia. En este sentido, se puede pensar en asociar las texturas del vino y la salsa de queso. Por ejemplo, en el caso de quesos cremosos y suaves, un vino blanco de cuerpo sedoso es una excelente opción. Por otro lado, con quesos duros y salsas que contengan vegetales, se puede pensar en vinos tintos, especialmente en ligeros y florales. Maridar pastas rellenas Con estas sugerencias para ma - ridar pastas ya hemos recorrido gran parte del camino. Pero, ¿qué pasa cuando se trata de pastas rellenas? En este caso, afortunadamente siguen vigentes los mismos consejos. Lo principal a tener en cuenta es el ingrediente principal del relleno, para maridar. En general, tintos de cuerpo medio se llevan bien con pastas rellenas de carne o verduras. Iberia Magazine ● 55

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Como regla general, mientras más<br />

magra sea la carne, menos taninos<br />

deberá contener el vino. Por el contrario,<br />

la carne más grasa deberá combinarse<br />

con vinos tánicos y de buena estructura.<br />

de estos varietales será la elección<br />

ideal. Por el contrario, las carnes más<br />

grasas requieren de un vino más in -<br />

ten so.<br />

Las carnes de cerdo siguen el<br />

mismo criterio general. Si bien algunos<br />

vinos blancos pueden maridar<br />

bien con el cerdo, una elección para<br />

destacar estas carnes será un Pinot<br />

Noir reserva, un Merlot o un Carmenere,<br />

vinos de intensidad media y de<br />

taninos suaves y aterciopelados. La<br />

etiqueta dependerá del corte elegido,<br />

siendo el solomillo y la paleta los cortes<br />

más magros, que ameritan vinos<br />

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más ligeros y afrutados. Las carnes<br />

marinadas, sazonadas con especias,<br />

así como también aquellas que incluyen<br />

hierbas aromáticas en su preparación<br />

o son guisadas, darán vida a<br />

platos muy perfumados. Ante la com -<br />

plejidad planteada en el plato, lo ideal<br />

será acompañar con varietales que<br />

no opaquen los aromas del menú,<br />

como el Cabernet Franc, el Merlot o<br />

un Tempranillo de crianza.<br />

Algunos tipos de cocina internacional<br />

incorporan especias exóticas<br />

y picantes a los platos realizados a<br />

partir de carnes rojas. El mejor vino<br />

tinto para estos casos será un rosé<br />

con tenor alcohólico medio, buena<br />

acidez y azúcar residual, que refresque<br />

el paladar y compense con su<br />

acidez y ligereza los sabores intensos.<br />

Las carnes asadas admiten vi -<br />

nos que aporten más complejidad,<br />

para crear un desafiante maridaje por<br />

contraste, que permita descubrir los<br />

sabores y aromas del vino. En estos<br />

casos, un vino de crianza o un blend<br />

son magníficas opciones para combinar<br />

la exquisita simpleza de la parrilla<br />

con notas de cata que inspiren<br />

los sentidos. Por último, si se utilizó<br />

vino en la preparación de la carne,<br />

hay que procurar que se sirva luego<br />

el mismo vino con la comida, para lograr<br />

así una perfecta armonía.

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